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«T. rex» redirige aquí. Para otras acepciones, véase T. rex (desambiguación).
«Tiranosaurio» redirige aquí. Para la novela de Douglas Preston, véase Tiranosaurio
(novela).
Symbol question.svg Tyrannosaurus rex
Rango temporal: 68 Ma - 66 Ma
PreЄЄOSDCPTJKPgN
↓
Cretácico Superior (Maastrichtiense)
202007 Tyrannosaurus rex.svg
Reconstrucción en vida de un T. rex.
Taxonomía
Dominio: Eukaryota
(sin rango) Opimoda
Podiata
Amorphea
Opisthokonta
Holozoa
Filozoa
Apoikozoa
Reino: Animalia
Subreino: Eumetazoa
(sin rango) Bilateria
Superfilo: Deuterostomia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Infrafilo: Gnathostomata
Superclase: Tetrapoda
Clase: Sauropsida
Subclase: Diapsida
Superorden: Dinosauria
Orden: Saurischia
Suborden: Theropoda
Infraorden: Coelurosauria
Superfamilia: Tyrannosauroidea
Familia: Tyrannosauridae
Subfamilia: Tyrannosaurinae
Tribu: Tyrannosaurini
Género: Tyrannosaurus
Osborn, 1905
Especie: T. rex
Osborn, 1905
Sinonimia
Manospondylus Cope, 1892
Dynamosaurus Osborn, 1905
Stygivenator Olshevsky, 1995
Dinotyrannus Olshevsky, 1995
[editar datos en Wikidata]
Tyrannosaurus rex (del griego latinizado tyrannus 'tirano' y saurus 'lagarto', y el
latín rex, 'rey')1 es la única especie conocida del género fósil Tyrannosaurus de
dinosaurio terópodo tiranosáurido, que vivió a finales del período Cretácico, hace
aproximadamente entre 68 y 66 millones de años,23 en el Maastrichtiense, en lo que
es hoy América del Norte. Su distribución en el continente fue mucho más amplia que
la de otros tiranosáuridos; 4 es una figura común en la cultura popular. Fue uno de
los últimos dinosaurios no avianos que existieron antes de la extinción masiva del
Cretácico-Terciario. También es conocido como t-rex y castellanizado como
tiranosaurio rex o simplemente tiranosaurio.
Como otros tiranosáuridos, T. rex fue un carnívoro bípedo con un enorme cráneo
equilibrado por una cola larga y pesada. En relación con sus largos y poderosos
miembros traseros, los miembros superiores de Tyrannosaurus eran pequeños, pero
sorprendentemente fuertes para su tamaño, y terminaban en dos dedos con garras.
Aunque otros terópodos rivalizan o superan a Tyrannosaurus rex en tamaño, todavía
es el mayor tiranosáurido conocido y uno de los mayores depredadores conocidos de
la Tierra, midiendo entre doce y trece metros de largo,5 cuatro metros de altura
hasta las caderas,6 y con pesos estimados entre seis y nueve toneladas.5 Durante
mucho tiempo fue el mayor carnívoro de su ecosistema; debió de haber sido el
superpredador, cazando hadrosáuridos y ceratópsidos, aunque algunos expertos han
sugerido que era principalmente carroñero. El debate de si Tyrannosaurus fue un
depredador dominante o un carroñero es uno de los más largos en la paleontología.
Índice
1 Descripción
1.1 Tamaño
1.2 Cráneo
1.2.1 Dientes
1.3 Esqueleto axial
1.4 Miembros superiores
1.5 Miembros inferiores
2 Descubrimiento e investigación
2.1 Primeros descubrimientos
2.2 Manospondylus
2.3 Trabajo de Barnum Brown, 1900-1940
2.4 Resugimiento del interés, 1940-1990
2.5 Últimos hallazgos
2.6 Otras especies
2.6.1 Nanotyranus
2.6.2 T. rex, T. regina y T. imperator
2.6.3 Lista de especies mal asignadas
3 Clasificación
3.1 Filogenia
4 Paleobiología
4.1 Cerebro y sentidos
4.2 Postura
4.3 Extremidades superiores
4.4 Crecimiento
4.5 Dimorfismo sexual
4.6 Tejido suave
4.7 Piel y plumas
4.8 Termorregulación
4.9 Locomoción
4.9.1 Huellas
4.10 Comportamiento social
4.11 Alimentación
4.11.1 Debate acerca del hábito alimentario de Tyrannosaurus
4.11.2 Canibalismo
4.11.3 Saliva infecciosa
4.12 Cuidado parental
4.13 Patologías
5 Paleoecología
5.1 Formaciones
5.2 Estimaciones de las poblaciones
6 En la cultura popular
7 Véase también
8 Referencias
9 Enlaces externos
9.1 BBC - Noticias
9.2 Especímenes famosos
9.3 Otros
Descripción
El cuello de Tyrannosaurus rex formaba una curva natural con forma de S como en
otros terópodos, pero era corto y musculoso para soportar su enorme cabeza. Los
miembros superiores solo tenían dos dedos con garras,11 junto con un pequeño
metacarpiano adicional, vestigio de un tercer dígito.12 En cambio los miembros
traseros estaban entre los más largos en proporción con el tamaño corporal de
cualquier terópodo. La cola era pesada y larga, formada por más de cuarenta
vértebras, para equilibrar los enormes torso y cabeza. Para compensar el inmenso
tamaño del animal, muchos huesos de su esqueleto eran huecos, reduciendo su peso
sin pérdida significativa de fuerza.11
Tamaño
Comparativa de tamaño de T. rex
Otros estudios han arrojado estimados 9,5;5 8,410 y 7,49 toneladas de masa. Estos
últimos estimados se obtuvieron tanto con la finamente calibrada reconstrucción de
modelos volumétricos del cuerpo, que toman en cuenta datos modernos de su
osteología, como con los sacos de aire y nuevas interpretaciones de su masa
muscular, y en las ecuaciones de regresión basadas en la circunferencia de los
huesos que soportan el cuerpo. No todos los especímenes adultos de Tyrannosaurus
recuperados son tan grandes. Históricamente, las estimaciones promedio de masa
adulta han variado ampliamente a lo largo de los años, desde tan solo 4,5 toneladas
métricas,1415 a más de 7,2 toneladas métricas,16 con la mayoría de las estimaciones
modernas. oscilando entre 5,4 toneladas y 8,0 toneladas.1317182219 Aunque era más
largo que el terópodo del Jurásico Allosaurus y rivalizaba en tamaño con
Carcharodontosaurus africano, según estimaciones, Tyrannosaurus era relativamente
más pequeño que otros terópodos del Cretácico como Spinosaurus y Giganotosaurus.23
24
Cráneo
La mandíbula inferior era robusta. Su hueso dentario frontal tenía trece dientes.
Detrás de la hilera de dientes, la mandíbula inferior se hizo notablemente más
alta.11 Las mandíbulas superior e inferior de Tyrannosaurus, como las de muchos
dinosaurios, poseían numerosos forámenes, o pequeños agujeros en el hueso. Se han
propuesto varias funciones para estos forámenes, como un sistema sensorial similar
al de un cocodrilo33 o evidencia de estructuras extraorales como escamas o
potencialmente labios.343536
Dientes
Dos dientes de la mandíbula inferior del ejemplar MOR 1125, B-rex, mostrando la
variación en tamaño de los dientes en un mismo individuo.
Los dientes de Tyrannosaurus rex muestran una marcada heterodoncia (dientes con
formas diferentes).3738 Los dientes premaxilares, al frente de la mandíbula
superior, el maxilar, estaban muy juntos, con una sección transversal en forma de
D, tenían crestas reforzadas en el borde posterior, eran incisiformes, como
cúspides afiladas como cinceles y curvados hacia atrás. Estas características
reducían el riesgo de que los dientes se rompieran cuando Tyrannosaurus mordiera y
desgarrara. El resto de los dientes eran robustos, más similares a «plátanos
afilados» que a dagas; estaban más espaciados entre sí y también estaban reforzados
en los bordes.39 Los de la mandíbula superior eran más grandes que los de la parte
trasera de la mandíbula inferior. El mayor diente de Tyrannosaurus encontrado hasta
ahora se estima que medía 30, 5 centímetros de largo, incluyendo la raíz, haciendo
de este diente el mayor de cualquier dinosaurio carnívoro descubierto hasta la
fecha.6
Esqueleto axial
Miembros superiores
Miembros inferiores
La pelvis era una estructura grande. Su hueso superior, el ilion, era muy largo y
alto, y proporcionaba un área de inserción extensa para los músculos de las patas
traseras. El hueso púbico frontal terminaba en una enorme bota púbica, más larga
que todo el eje del elemento. El isquion posterior era delgado y recto, apuntando
oblicuamente hacia atrás y hacia abajo.11
En contraste con los brazos, las patas traseras estaban entre las más largas en
proporción al tamaño del cuerpo de cualquier terópodo. En el pie, el metatarso era
"arctometatarsiano", lo que significa que la parte del tercer metatarsiano cerca
del tobillo estaba pinzada. El tercer metatarsiano también era excepcionalmente
sinuoso. Para compensar el inmenso volumen del animal, se ahuecaron muchos huesos
en todo el esqueleto, lo que redujo su peso sin una pérdida significativa de
fuerza.11
Descubrimiento e investigación
Hasta 2006 se habían hallado 30 especímenes,40 incluyendo solo tres cráneos
completos. Los primeros especímenes encontrados tuvieron un papel importante en la
denominada Guerra de los Huesos. Tyrannosaurus rex es el dinosaurio carnívoro mejor
conocido en la cultura popular humana.
Restauración del esqueleto por William D. Matthew de 1905, una de las primeras
reconstrucciones de Tyrannosaurus rex publicadas.41
Primeros descubrimientos
Todos los especímenes se han encontrado en Norteamérica. Unos dientes que hoy son
documentados como Tyrannosaurus rex fueron encontrados en 1874 por Arthur Lakes
cerca de Golden, Colorado. A principios de la década de 1890, John Bell Hatcher
recolectó elementos postcraneales en el este de Wyoming. Estos fósiles se
consideraron en un principio pertenecientes a una especie gigante de Ornithomimus,
O. grandis, luego llamados Deinodon, pero ahora se lo considera un ejemplar de
Tyrannosaurus rex.42
Manospondylus
En 1892, Edward Drinker Cope encontró dos fragmentos vertebrales, uno de las cuales
se encuentra perdido, de un gran dinosaurio. Cope creía que los fragmentos
pertenecían a un dinosaurio "agatáumido", ceratópsido, y los llamó Manospondylus
gigas, que significa "vértebra porosa gigante", en referencia a las numerosas
aberturas para los vasos sanguíneos que encontró en el hueso. Los restos de M.
gigas fueron, en 1907, identificados por Hatcher como los de un terópodo en lugar
de un ceratópsido.43 Fue atribuida a Tyrannosaurus rex en 1912 por Henry Fairfield
Osborn.42 Henry Fairfield Osborn reconoció la similitud entre Manospondylus gigas y
T. rex ya en 1917, momento en el que se había perdido la segunda vértebra. Debido
al estado fragmentado de las vértebras de Manospondylus, Osborn no sinonimizó los
dos géneros, sino que consideró indeterminado el género más antiguo.44
Tyrannosaurus rex, réplica del espécimen BHI 3033 o Stan en el Real Instituto Belga
de Ciencias Naturales en Bruselas, Bélgica
Varios esqueletos más de Tyrannosaurus rex fueron descubiertos hasta finales de la
década de 1980. El cráneo de Nanotyrannus, muchas veces considerado un T. rex
juvenil, fue recuperado de Montana en 1942. En 1966, un grupo de trabajadores del
Museo Americano de Historia Natural bajo la dirección de Harley Garbani descubrió
un cráneo completo de T. rex maduro, LACM 23844. Cuando fue mostrado en Los
Ángeles, LACM 23844 se convirtió en el mayor cráneo expuesto de T. rex en todo el
mundo. Garbani siguió descubriendo muchos esqueletos durante más de una década,
incluyendo LACM 23845, el holotipo de Albertosaurus megagracilis, muchos de los
cuales son mantenidos en la colección del Museo de Paleontología de la Universidad
de California en Berkeley, en California. Otros cráneos y esqueletos parciales
fueron descubiertos en Dakota del Sur y Alberta (Canadá) a principios de la década
de 1980.55
Hasta 1987, los restos de Tyrannosaurus rex eran escasos.55 Sin embargo, en las
décadas de 1980-1990 se ha presenciado el descubrimiento y la descripción de
alrededor de una docena de especímenes adicionales. El primero fue un Tyrannosaurus
apodado Stan en honor al paleontólogo aficionado Stan Sacrison, que se encontró en
la Formación Hell Creek cerca de Buffalo, Dakota del Sur, en la primavera de 1987.
Después de 30.000 horas de excavación y preparación, surgió un esqueleto completo
al 65 % que ahora se expone en el Museo Black Hills de Historia Natural en Hill
City, Dakota del Sur. Este Tyrannosaurus, cuyo nombre de inventario es BHI 3033,
presenta muchas patologías en sus huesos, incluyendo fracturas en costillas y
cuello que luego sanaron y un espectacular agujero en la parte trasera de su
cabeza, del tamaño de un diente de Tyrannosaurus.56
Últimos hallazgos
En 1998, Bucky Derflinger descubrió un dedo del pie de T. rex expuesto sobre el
suelo, lo que convirtió a Derflinger, que tenía 20 años en ese momento, en la
persona más joven en descubrir un Tyrannosaurus. El espécimen, apodado Bucky en
honor a su descubridor, era un adulto joven, de tres metros de altura y once metros
de largo. Bucky es el primer Tyrannosaurus encontrado que conserva una fúrcula.
Actualmente se exhibe permanentemente en el Museo de los Niños de Indianápolis..59
Fémur del espécimen MOR 1125 de T. rex, del cual se obtuvieron la matriz
desmineralizada y péptidos (en los recuadros).
En 2005 se anunció la recuperación de tejido blando de la cavidad medular de un
hueso de la pata fosilizada de un T. rex, que databa aproximadamente de hace 68
millones de años.62 El hueso había sido roto intencionadamente aunque con renuencia
para ser enviado y no fue conservado de la manera habitual porque su descubridora
estaba deseando investigar el tejido blando. Designado como el espécimen MOR 1125
del Museo de las Rocosas, el dinosaurio había sido desenterrado previamente en la
Formación de Hell Creek. Se pudieron reconocer vasos sanguíneos flexibles y
bifurcados, y el tejido de la fibrosa pero elástica matriz del hueso. Además, se
encontraron microestructuras parecidas a las células de la sangre dentro de la
matriz y los vasos sanguíneos. Las estructuras son semejantes a las células y vasos
sanguíneos del avestruz actual. Sin embargo, ya que este material parece haber sido
conservado por un proceso desconocido y distinto al de la fosilización normal, los
investigadores tienen cuidado de no afirmar que este se trata de material original
del dinosaurio.63
En 2006 la Universidad Estatal de Montana reveló que estaba en posesión del mayor
cráneo de tiranosaurio hallado hasta ahora. Descubierto en los años 1960, MOR-008,
recientemente reconstruido, el cráneo mide 149,9 centímetros de largo;25 comparado
con el cráneo de Sue, 140,7 centímetros, es un 6,5 % mayor.27 6970
Otras especies
Diagrama que muestra las diferencias entre los cráneos de Tarbosaurus (A) y de
Tyrannosaurus (B).
En 1955 el paleontólogo soviético Evgeny Maleev nombró a Tyrannosaurus bataar como
una nueva especie de Mongolia.72 En 1965 esta especie fue renombrada Tarbosaurus
bataar.73 A pesar del cambio de nombre, Tarbosaurus de Mongolia a veces es
clasificado dentro del género Tyrannosaurus como T. bataar, aunque la mayor parte
de los especialistas de tiranosaurios, como Tom Holtz, ven suficientes diferencias
entre esas dos especies como para asegurar que se trata de géneros separados,74
mientras que otros lo consideran la especie asiática de Tyrannosaurus.757677 Una
reciente descripción del cráneo de Tarbosaurus bataar ha mostrado que es más
estrecho que el de Tyrannosaurus rex y que durante la mordida, la distribución de
las tensiones en los huesos del cráneo eran muy distintas, siendo más cercana a la
de Alioramus, otro tiranosáurido asiático.78 Un reciente análisis cladístico
encontró que Alioramus, y no Tyrannosaurus, es el taxón hermano de Tarbosaurus, lo
que sugiere que Tarbosaurus y Tyrannosaurus deben permanecer separados.79
Nanotyranus
Un estudio de 2020 realizado por Holly Woodward y sus colegas mostró que los
especímenes referidos a Nanotyrannus eran todos ontogenéticamente inmaduros y
encontraron probable que estos especímenes pertenecieran a T. rex.99 El mismo año,
Carr publicó un artículo sobre T. rex. El historial de crecimiento de CMNH 7541 se
ajusta a la variación ontogenética esperada del taxón y muestra características
juveniles que se encuentran en otros especímenes. Fue clasificado como juvenil,
menor de trece años con un cráneo de menos de 80 centímetros. No se percibió
ninguna variación sexual o filogenética significativa entre ninguno de los 44
especímenes estudiados, y Carr afirmó que los caracteres de importancia
filogenética potencial disminuyen a lo largo de la edad al mismo ritmo que ocurre
el crecimiento.100 Al discutir los resultados del artículo, Carr describió cómo
todos los especímenes de Nanotyrannus formaron una transición de crecimiento
continuo entre los juveniles más pequeños y los subadultos, a diferencia de lo que
se esperaría si fuera un taxón distinto donde los especímenes se agruparían hasta
la exclusión de Tyrannosaurus. Carr concluyó que "los 'nanomorfos' no son tan
similares entre sí y, en cambio, forman un puente importante en la serie de
crecimiento de T. rex que captura los comienzos del cambio profundo del cráneo
superficial de los juveniles al cráneo profundo que es visto en adultos
completamente desarrollados".101
Modelo de Tyrannosaurus rex basado en los últimos hallazgos, de que poseía una
complexión robusta con protoplumas.
Sin embargo, varios otros paleontólogos destacados, incluidos Stephen Brusatte,
Thomas Carr, Thomas Holtz, David Hone, Jingmai O'Connor y Lindsay Zanno, criticaron
el estudio o expresaron escepticismo sobre sus conclusiones cuando varios medios de
comunicación se acercaron para hacer comentarios.103104105 Su crítica se publicó
posteriormente en un documento técnico.106 Holtz y Zanno comentaron que era
plausible que existiera más de una especie de Tyrannosaurus, pero sintieron que el
nuevo estudio era insuficiente para respaldar la especie que proponía. Holtz
comentó que, incluso si Tyrannosaurus imperator representó una especie distinta de
Tyrannosaurus rex, puede representar la misma especie que Nanotyrannus lancensis y
debería llamarse Tyrannosaurus lancensis. O'Connor, curador del Field Museum, donde
se exhibe el holotipo Sue de T. imperator, consideró que la nueva especie estaba
demasiado mal respaldada como para justificar la modificación de los carteles de
exhibición. Brusatte, Carr y O'Connor vieron las características distintivas
propuestas entre las especies como un reflejo de la variación natural dentro de una
especie. Tanto Carr como O'Connor expresaron su preocupación por la incapacidad del
estudio para determinar a cuál de las especies propuestas pertenecían varios
especímenes bien conservados. Otro paleontólogo, Philip J. Currie, originalmente
fue coautor del estudio, pero se retiró porque no quería participar en el
nombramiento de la nueva especie.103
Filogenia
A continuación se muestra el cladograma de Tyrannosauridae basado en el análisis
filogenético realizado por Loewen et al. en 2013.108
Tyrannosauridae
Albertosaurinae
Tyrannosaurinae
Teratophoneus curriei
Bistahieversor sealeyi
Lythronax argestes
Zhuchengtyrannus magnus
Paleobiología
Cerebro y sentidos
Un estudio realizado por Lawrence Witmer y Ryan Ridgely, de la Universidad de Ohio,
descubrió que Tyrannosaurus compartía las habilidades sensoriales mejoradas de
otros celurosaurios, destacando movimientos oculares y de cabeza relativamente
rápidos y coordinados, una capacidad mejorada para detectar sonidos de baja
frecuencia, lo que permitiría a los Tyrannosaurus rastrear los movimientos de sus
presas desde largas distancias, y un mayor sentido del olfato.111 Un estudio
publicado por Kent Stevens concluyó que Tyrannosaurus tenía una visión aguda. Al
aplicar la perimetría modificada a las reconstrucciones faciales de varios
dinosaurios, incluido el Tyrannosaurus, el estudio encontró que el Tyrannosaurus
tenía un alcance binocular de 55 grados, superando al de los halcones modernos.
Stevens estimó que Tyrannosaurus tenía trece veces la agudeza visual de un humano y
superaba la agudeza visual de un águila, que es 3,6 veces la de una persona.
Stevens estimó un punto lejano límite, es decir, la distancia a la que un objeto
puede verse separado del horizonte, hasta 6000 metros de distancia, que es mayor
que los 1600 m que un ser humano puede ver.2829112
Postura
En 1970, los científicos se dieron cuenta de que esta postura era incorrecta ya que
no podría haber sido mantenida por un animal vivo; habría dado lugar a la
dislocación o debilitamiento de varias articulaciones, incluyendo femoroisquiática
de las caderas y la articulación atlantoccipital, entre la cabeza y la columna
vertebral.122 El montaje inexacto del Museo Americano ha inspirado muchas
representaciones similares en películas y pinturas, como el mural La edad de los
reptiles en el Museo Peabody de la Universidad de Yale.123 Esto sucedió hasta la
década de 1990, cuando películas como Parque Jurásico presentaron una postura más
exacta al público en general. Las representaciones modernas de T. rex en los
museos, el arte y el cine muestran su cuerpo aproximadamente paralelo al suelo y la
cola extendida por detrás para equilibrar la cabeza.80
T. rex podría haber usado sus patas delanteras para levantarse después de haber
estado en una postura de descanso, como se ve aquí
Para sentarse, Tyrannosaurus pudo haber asentado su peso hacia atrás y apoyado su
peso sobre una bota púbica, la amplia expansión al final del pubis en algunos
dinosaurios. Con su peso descansando sobre la pelvis, puede haber tenido libertad
para mover las patas traseras. Volver a levantarse podría haber implicado cierta
estabilización de las diminutas extremidades anteriores.124122 Se ha debatido esta
última, conocida como la teoría de las flexiones de Newman. No obstante,
Tyrannosaurus probablemente podría levantarse si se caía, lo que solo habría
requerido colocar las extremidades debajo del centro de gravedad, con la cola como
un contrapeso efectivo. Las fracturas por estrés curadas en las extremidades
anteriores se han presentado como evidencia de que los brazos no pueden haber sido
muy útiles125126 y como prueba de que efectivamente fueron heridas usadas y
adquiridas,127 como el resto del cuerpo.
Extremidades superiores
Las extremidades superiores de los tiranosaurios eran relativamente pequeñas en
comparación con el resto del cuerpo, pero no eran órganos vestigiales, ya que
presentaban grandes áreas para la inserción de los músculos, lo que les brindaba
considerable fuerza. Tenían dos dedos y no tres como se creyó erróneamente, hasta
que fue confirmado en 1989, cuando se produjo el hallazgo de patas delanteras
relativamente completas de Tyrannosaurus rex, perteneciente a MOR 555, el Wankel
rex.54 Los restos de Sue también incluyen patas delanteras completas.11
Crecimiento
Un estudio adicional publicado en 2020 por Woodward y sus colegas para la revista
Science Advances indica que durante su crecimiento de juvenil a adulto,
Tyrannosaurus fue capaz de ralentizar su crecimiento para contrarrestar factores
ambientales como la falta de alimentos. El estudio, centrado en dos especímenes
juveniles de entre trece y quince años alojados en el Museo Burpee en Illinois,
indica que la tasa de maduración de Tyrannosaurus dependía de la abundancia de
recursos. Este estudio también indica que en ambientes tan cambiantes,
Tyrannosaurus se adaptaba particularmente bien a un entorno que cambiaba cada año
en cuanto a la abundancia de recursos, lo que indicaba que otros depredadores
medianos podrían haber tenido dificultades para sobrevivir en condiciones tan duras
y explicaba la división de nichos entre Tyrannosaurus juveniles y adultos. El
estudio indica además que Tyrannosaurus y el dudoso género Nanotyrannus son
sinónimos, debido al análisis de los anillos de crecimiento en los huesos de los
dos especímenes estudiados.137138
Dimorfismo sexual
Existen dudas sobre la existencia de dimorfismo sexual, es decir, diferencias
físicas externas significativas entre machos y hembras, en Tyrannosaurus.
En los últimos años, los argumentos a favor de dimorfismo sexual se han debilitado.
En 2005 se informó de que las afirmaciones anteriores sobre dimorfismo sexual en la
anatomía del cheurón de los cocodrilos eran erróneas.142 Por otra parte se encontró
un cheurón de tamaño natural en la primera vértebra de la cola de Sue, un individuo
muy robusto, lo que indica que de todos modos esta característica no puede
utilizarse para diferenciar los dos morfotipos de Tyrannosaurus rex. Como los
ejemplares de esta especie se han encontrado en un amplio espacio geográfico que va
de Saskatchewan (Canadá) a Nuevo México (sudoeste de los Estados Unidos), podría
ser que las diferencias morfológicas entre individuos sean debidas a la variación
geográfica en lugar de al dimorfismo sexual. Las diferencias también podrían estar
relacionadas con la edad, siendo los ejemplares robustos los animales más viejos.11
Tejido suave
En la edición de marzo de 2005 de Science, Mary Higby Schweitzer, de la Universidad
Estatal de Carolina del Norte, y sus colegas anunciaron la recuperación de tejido
blando de la cavidad medular de un hueso fosilizado de la pierna de un
Tyrannosaurus rex. El hueso había sido roto intencionalmente, aunque de mala gana,
para el envío y luego no se conservó de la manera normal, específicamente porque
Schweitzer esperaba probarlo en busca de tejido blando.144 Designado como el
espécimen MOR 1125, el dinosaurio fue excavado previamente en la Formación Hell
Creek. Vasos sanguíneos flexibles y bifurcados, y hueso fibroso pero elástico. Se
reconocieron tejidos de matriz. Además, se encontraron microestructuras que se
asemejan a células sanguíneas dentro de la matriz y los vasos. Las estructuras
tienen semejanza con los glóbulos y vasos sanguíneos de avestruz. Si un proceso
desconocido, distinto de la fosilización normal, preservó el material, o si el
material es original, los investigadores no lo saben y tienen cuidado de no hacer
afirmaciones sobre la preservación.145 Si se encuentra que es material original,
cualquier proteína sobreviviente puede usarse como un medio para adivinar
indirectamente parte del contenido de ADN de los dinosaurios involucrados, porque
cada proteína generalmente es creada por un gen específico. La ausencia de
hallazgos previos puede ser el resultado de que las personas asumieran que el
tejido conservado era imposible y, por lo tanto, no buscaron. Desde el primero,
también se ha descubierto que otros dos Tyrannosaurus y un hadrodáurido tienen
estructuras parecidas a tejidos.144 La investigación sobre algunos de los tejidos
involucrados ha sugerido que las aves son parientes más cercanos de los
tiranosáuridos que otros animales modernos.146
Piel y plumas
Artículo principal: Dinosaurios emplumados
Termorregulación
No está claro si los tiranosaurios eran ectotérmicos, es decir, de «sangre fría», o
endotérmicos, de «sangre caliente». Hasta los años 1960 se pensaba que los
tiranosaurios, y la mayoría de los dinosaurios, eran ectotérmicos, de «sangre
fría», con un metabolismo de reptil. La idea de la ectotermia de los dinosaurios
fue cuestionada por científicos como Robert T. Bakker y John Ostrom en los primeros
años del "Renacimiento de los dinosaurios". Bakker y Ostrom sostuvieron que
Tyrannosaurus debió de haber sido endotérmico, de "sangre caliente", lo que implica
un estilo de vida muy activo.16316415 Los paleontólogos siguen tratando de
determinar la capacidad de Tyrannosaurus para regular su temperatura corporal. Las
altas tasas de crecimiento de los jóvenes Tyrannosaurus rex, medidas por análisis
histológico, son comparables a las de mamíferos y aves, y apoyan por tanto la
hipótesis de un metabolismo alto. Las curvas de crecimiento indican que, al igual
que en los mamíferos y las aves, el crecimiento de T. rex se limitó principalmente
a los animales inmaduros, en lugar del crecimiento indeterminado observado en la
mayoría de los otros vertebrados.132
Locomoción
Tyrannosaurus tenía unas patas bastante largas pero existe desacuerdo sobre con qué
rapidez podría desplazarse. Algunos científicos piensan que en los animales pesados
las patas que están ubicadas debajo del cuerpo son como pilares, con huesos grandes
para soportar el peso pero que no les permiten correr. Los cálculos oscilan entre
una velocidad pausada de 1 m/s (5 km/h) y una muy rápida de 5 m/s (19 km/h). Los
científicos que consideran que T. rex se movía rápidamente indican que sus patas
eran semejantes a las de ornitomímidos tan veloces como el Struthiomimus. Un
estudio reciente concluyó, sin embargo, que T. rex no tenía suficiente masa
muscular en las piernas como para ser tan veloz; lo que hacía era caminar dando
zancadas de 4 m por cada paso dándole una velocidad de 5 m/s. Se han encontrado
muchas huellas de pisadas de terópodos caminando pero hasta ahora ninguna de
terópodos corriendo. Esto impide calcular su velocidad y por otra parte podría
indicar que en efecto no eran capaces de correr.174 Los científicos han producido
una amplia gama de posibles velocidades máximas de carrera para Tyrannosaurus, en
su mayoría alrededor de 9 m/s (32 km/h), siendo las más bajas de alrededor de 4,5 a
6,8 m/s (16 a 24 km/h) y tan altas como 20 m/s (72 km/h), aunque es muy poco
probable que corriese a esta velocidad. Tyrannosaurus era un carnívoro voluminoso y
pesado, por lo que es poco probable que corriese muy rápido en comparación con
otros terópodos como Carnotaurus o Giganotosaurus.175 Los investigadores se han
basado en varias técnicas de estimación, porque, si bien hay muchas huellas de
grandes terópodos caminando, ninguna mostró evidencia de carrera.174
Un estudio publicado en 2021 por Pasha van Bijlert et al. calculó la velocidad de
marcha preferida de Tyrannosaurus, informando una velocidad de 1,28 m/s (4,6 km/h).
Mientras caminan, los animales reducen su gasto de energía eligiendo ciertos ritmos
de paso en los que resuenan las partes de su cuerpo. Lo mismo habría sido cierto
para los dinosaurios, pero estudios previos no explicaron completamente el impacto
que tenía la cola en la velocidad de su marcha. Según los autores, cuando un
dinosaurio caminaba, su cola se balanceaba ligeramente hacia arriba y hacia abajo
con cada paso como resultado de los ligamentos interespinosos, suspendiendo la
cola. Como bandas elásticas, estos ligamentos almacenan energía cuando se estiran
debido al balanceo de la cola. Usando un modelo tridimensional del espécimen Trix
de Tyrannosaurus, se reconstruyeron músculos y ligamentos para simular los
movimientos de la cola. Esto da como resultado una velocidad de marcha rítmica y
energéticamente eficiente para Tyrannosaurus similar a la que se observa en
animales vivos como humanos, avestruces y jirafas.195
Huellas
La primera fue descubierta en Philmont Scout Ranch, Nuevo México, en 1983, por el
geólogo estadounidense Charles Pillmore. Originalmente se pensó que pertenecían a
un hadrosáurido; sin embargo, el examen de la huella reveló una gran "huella de
talón", desconocida en ornitópodos, y los indicios de lo que pudo haber sido el
espolón, como cuarto dígito del pie de un Tyrannosaurus. La huella dio lugar a unos
nuevos icnogénero e icnoespecie, Tyrannosauripus pillmorei, publicados en 1994 por
Martin Lockley y Adrian Hunt.197 Estos autores sugirieron que era muy probable que
fuera hecha por un Tyrannosaurus rex, lo que la convertiría en la primera huella
conocida de esta especie. La huella, de 83 centímetros de largo por 71 de ancho, se
imprimió en lo que una vez fue el lecho fangoso de un humedal con vegetación.198
Una segunda huella que pudo haber sido hecha por un Tyrannosaurus fue descubierta
en 2007 por el paleontólogo británico Phil Manning, en la Formación Hell Creek de
Montana y publicada en 2008 por Manning, Ott y Falkingham. Mide 72 centímetros de
largo por 76 de ancho, más corta y algo más ancha que la descrita por Lockley y
Hunt. No está claro si la huella fue hecha por Tyrannosaurus o no, aunque
Tyrannosaurus es el único terópodo grande que se sabe con certeza que existió en la
Formación Hell Creek. Los posibles candidatos a la autoría de esta huella son
Tyrannosaurus o Nanotyrannus, si no es sinónimo de Tyrannosaurus, los únicos
grandes terópodos conocidos en la Formación Hell Creek, si bien pudiera pertenecer
a algún otro dinosaurio carnívoro aún desconocido.199196
Comportamiento social
Philip J. Currie sugirió que Tyrannosaurus pudo haber sido cazador en manada,
comparando a T. rex con especies relacionadas (Tarbosaurus bataar y Albertosaurus
sarcophagus), citando evidencia fósil que puede indicar un comportamiento gregario,
que describe animales que viajan en manadas o grupos.207 Un hallazgo en Dakota del
Sur donde tres esqueletos de T. rex que estaban muy cerca puede sugerir la
formación de una manada.208209 La caza cooperativa en manada puede haber sido una
estrategia eficaz para someter a la presa con adaptaciones avanzadas contra los
depredadores que plantean una letalidad potencial, como Triceratops y
Ankylosaurus.207
Alimentación
Mandíbula de tiranosaurio
Las grandes mandíbulas del tiranosaurio medían más de un metro y estaban llenas de
afilados y macizos dientes curvos de 19 cm. Mediante el uso de modelos
musculoesqueléticos dinámicos, un estudio calculó que su fuerza de mordida fue, por
mucho, la más poderosa estimada o registrada de cualquier animal terrestre, siendo
capaces de ejercer una fuerza de presión de 3,6 a 5,8 toneladas.217 Un pliosaurio,
Pliosaurus funkei, un depredador marino encontrado en 2009 en el Ártico podría
haber ejercido una presión cuatro veces mayor con su mordida, siendo uno de los
pocos depredadores (si no el único) que pudieron superar en este ámbito a T.
rex.218219 La mayoría de los paleontólogos aceptan que Tyrannosaurus era tanto un
depredador activo como un carroñero, como la mayoría de los grandes carnívoros.220
Por mucho el carnívoro más grande en su entorno, T. rex era probablemente un
depredador ápice, que se alimentaba de hadrosáuridos, herbívoros acorazados como
ceratopsianos y anquilosaurianos, y posiblemente saurópodos.221 Un estudio
realizado en 2012 por Karl Bates y Peter Falkingham encontró que Tyrannosaurus
tenía la mordida más poderosa de cualquier animal terrestre que jamás haya vivido,
encontrando un adulto Tyrannosaurus que podría haber ejercido de 35.000 a 57.000 N
de fuerza en los dientes posteriores.222223224 Mason B. Meers hizo estimaciones aún
más altas en 2003.32 Esto le permitió aplastar huesos durante mordidas repetitivas
y consumir por completo los cadáveres de grandes dinosaurios.70 Stephan
Lautenschlager y sus colegas calcularon que Tyrannosaurus era capaz de abrir la
mandíbula como máximo alrededor de 80 grados, una adaptación necesaria para una
amplia gama de ángulos de mandíbula para impulsar la fuerte mordida de la
criatura.225226 Tyrannosaurus, y la mayoría de los otros terópodos, probablemente
procesaron principalmente cadáveres con sacudidas laterales de la cabeza, como los
cocodrilos. La cabeza no era tan maniobrable como los cráneos de los alosauroideos,
debido a las articulaciones planas de las vértebras del cuello.227
Los carnívoros modernos raras veces son estrictos depredadores o carroñeros. Los
leones, por ejemplo, a veces comen hienas muertas y viceversa. El comportamiento
depende de la disponibilidad de la presa, entre otros factores. Si los
tiranosaurios eran carroñeros que practicaban cleptoparasitismo, robo de las presas
cazadas por auténticos depredadores, su masa corporal habría sido un factor
intimidante para ahuyentar a los depredadores; los depredadores coetáneos
indiscutibles, por ejemplo los raptores, eran mucho más pequeños y veloces, por lo
que la presencia de un carroñero gigante dotado de grandes dientes les habría hecho
huir o retroceder.
Canibalismo
La evidencia también sugiere fuertemente que los tiranosaurios eran al menos
ocasionalmente caníbales. En 2010 se publicaron pruebas de canibalismo en el género
Tyrannosaurus.249 Se analizaron varios ejemplares de Tyrannosaurus que presentan en
los huesos marcas de dentelladas atribuibles a otros tiranosaurios. Las marcas de
dientes se hallan en el húmero, huesos del pie y metatarsos, y esto se consideró
una prueba de comportamiento carroñero oportunista, y no de heridas causadas en
combate intraespecífico, entre miembros de una misma especie. En una pelea, es de
suponer que sería difícil para un T. rex inclinarse tanto como para llegar a morder
en los pies a su rival, por lo que lo más probable es que las marcas de dientes se
hicieran en un cadáver. El que las marcas aparezcan en partes del cuerpo con
cantidades de carne relativamente escasas sugiere que Tyrannosaurus se estaba
alimentando del cadáver de un congénere cuyas partes más carnosas ya habían sido
devoradas.249 Fósiles de la Formación Fruitland, la Formación Kirtland, ambas de
edad Campaniense, y la Formación Ojo Álamo de edad Maastichtiense, sugieren que el
canibalismo estaba presente en varios géneros de tiranosáuridos de la cuenca de San
Juan. La evidencia recopilada de los especímenes sugiere un comportamiento de
alimentación oportunista en los tiranosáuridos que canibalizaron a miembros de su
propia especie.250 Como las marcas de mordedura se hicieron en partes del cuerpo
con cantidades relativamente escasas de carne, se sugiere que el Tyrannosaurus se
alimentaba de un cadáver en el que las partes más carnosas ya se habían consumido.
También estaban abiertos a la posibilidad de que otros tiranosáuridos practicaran
el canibalismo.249
Saliva infecciosa
Se ha sugerido que la saliva de Tyrannosaurus podría haber resultado patógena para
sus presas. Esta idea fue propuesta por primera vez por William Abler.251 Al
examinar los dientes de los tiranosáuridos entre cada dentículo del borde aserrado
de los dientes notó un espacio que podría haber retenido fibras de carne que
entrarían en estado de putrefacción debido a colonias de bacterias, dando a
Tyrannosaurus una mordedura infecciosa mortal, como también se ha sugerido en el
caso del dragón de Komodo. Sin embargo, Jack Horner indica que en Tyrannosaurus los
bordes de las sierras del diente tenían más bien forma de cubo mientras que en los
dientes del dragón de Komodo son redondeadas.252 Horner ha señalado además que el
diente de T. rex es sólido, mientras que los dientes del dragón de Komodo son
acanalados.252
Cuidado parental
Si bien no hay evidencia directa de que Tyrannosaurus cuidase a sus crías, la
rareza de los fósiles de tiranosaurios juveniles y de nidos ha dejado a los
investigadores especulando; algunos han sugerido que, al igual que sus parientes
vivos más cercanos, los arcosaurios modernos, aves y cocodrilos Tyrannosaurus
pueden haber protegido y alimentado a sus crías. Algunos paleontólogos a menudo
sugieren que los cocodrilos y las aves son análogos modernos para la crianza de los
dinosaurios.253 Existe evidencia directa del comportamiento de los padres en otros
dinosaurios como Maiasaura peeblesorum, el primer dinosaurio descubierto que
cuidaba a sus crías, así como en oviraptóridos más estrechamente relacionados, este
último sugiere un comportamiento de los padres en los terópodos.254255256257258
Patologías
En 2001, Bruce Rothschild y otros publicaron un estudio que examinaba la evidencia
de fracturas por estrés y avulsiones de tendones en dinosaurios terópodos y las
implicaciones en su comportamiento. Dado que las fracturas por estrés son causadas
por traumas repetidos en lugar de eventos singulares, es más probable que sean
causadas por un comportamiento regular que por otros tipos de lesiones. De los 81
huesos del pie de Tyrannosaurus examinados en el estudio, se encontró que uno tenía
una fractura por estrés, mientras que ninguno de los diez huesos de la mano tenía
fracturas por estrés. Los investigadores encontraron avulsiones de tendones solo
entre Tyrannosaurus y Allosaurus. Una lesión por avulsión dejó un hoyo en el húmero
de Sue, Tyrannosaurus rex, aparentemente ubicado en el origen de los músculos
deltoides o redondo mayor. La presencia de lesiones por avulsión que se limitan a
la extremidad anterior y el hombro tanto en Tyrannosaurus como en Allosaurus
sugiere que los terópodos pueden haber tenido una musculatura más compleja y
funcionalmente diferente a la de las aves. Los investigadores concluyeron que la
avulsión del tendón de Sue probablemente se produjo por una presa que luchaba. La
presencia de fracturas por estrés y avulsiones de tendones, en general, proporciona
evidencia de una dieta basada en la depredación "muy activa" en lugar de un
carroñero obligado.259
Paleoecología
Antigua representación de T. rex (con una postura incorrecta, ver más abajo) en su
hábitat natural. Dibujo de Charles R. Knight.
Tyrannosaurus vivía en todo el occidente de Norteamérica, desde Alberta (Canadá)
hasta Coahuila en México,263 justo antes de que los dinosaurios se extinguieran.
Normalmente T. rex habitaba en planicies de inundación y bosques subtropicales
donde acechaba a sus presas, en zonas demarcadas por ríos, lagos y bosques
exuberantes llenos de cicadáceas, helechos, plantas florecidas y árboles como las
coníferas, sicomoros y araucarias. Vivió durante lo que se conoce como la etapa
faunística de Lanciano, edad Maastrichtiana, al final del Cretácico Superior.
Tyrannosaurus ocupó desde Canadá en el norte hasta al menos Nuevo México en el sur
de Laramidia.45 Durante este tiempo, Triceratops fue el principal herbívoro en la
parte norte de su rango, mientras que el saurópodo titanosauriano Alamosaurus
"dominó" su rango sur. Se han descubierto restos de Tyrannosaurus en diferentes
ecosistemas, incluidos los subtropicales interiores y costeros, y las llanuras
semiáridas. Se cree que Tyrannosaurus necesitaba extensos radios de acción para su
alimentación, debido a la retirada de la Vía Marítima Interior Occidental de
Norteamérica, hace 69 millones de años, lo cual incrementó el tamaño del rango de
alimento.264