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Todos los dinosaurios compartían una característica que los diferenciaba de sus
antecesores, los arcosaurios: la posición erguida. Sus extremidades estaban
situadas debajo del cuerpo; esto posibilitaba que el peso del animal se sostuviera
desde abajo y en consecuencia su locomoción resultase más eficaz que la del
animal de patas abiertas, en la que el peso del cuerpo se soportaba desde los
costados. Además, los dinosaurios eran digitígrados: caminaban sobre las
puntas de los dedos; sus antecesores reptantes eran plantígrados: se
desplazaban pesadamente sobre las plantas de los pies.
Los científicos dividen los dinosaurios en dos grandes grupos. Tienen en cuenta,
fundamentalmente, la estructura de los huesos de la cadera. Los Saurisquios
son el grupo cuya cadera es similar a la de los lagartos, mientras que los
Ornitisquios poseen la cadera similar a la de los pájaros. Si bien no hay acuerdo
unánime acerca de su origen, se cree que ambos grupos derivan de un
antepasado común: un grupo de reptiles primitivos, los tecodontes, del cual
provienen también los cocodrilos, los reptiles voladores y las aves.
Ornitisquios
Los dinosaurios del orden de los Ornitisquios poseían una pelvis similar a la de
las aves modernas, con una disposición rectangular. El pubis estaba rotado y
apuntaba hacia atrás, en paralelo con el hueso isquion y por debajo de él.
Además, exceptuando las especies más primitivas, todos los Ornitisquios tenían
una boca no dentada cubierta por un pico córneo. Curiosamente, las aves no
derivan de este grupo de dinosaurios, sino del de los Saurisquios. Esto implica
que la disposición rectangular de la cadera surge independientemente en el
curso de la evolución tanto de las aves como de los Ornitisquios, en un claro
ejemplo de evolución convergente.
Los Ornitisquios se dividen en cuatro subórdenes. Los ornitópodos (bípedos), los
estegosaurios, anquilosaurios y ceratosaurios (estos tres últimos, cuadrúpedos).
Ornitópodo: iguanodonte.
Estegosaurio: estegosaurio.
Anquilosaurio: anquilosaurio.
Los anquilosaurios eran animales bajos y de patas cortas y fuertes. Tenían una
suerte de armadura rígida y resistente de placas óseas que cubría sus patas y
su espalda. El anquilosaurio era un ejemplar típico de este grupo, con una cola
gruesa y robusta que terminaba en forma de mazo óseo y podía tener un efecto
mortífero sobre sus posibles atacantes.
Ceratosaurio: triceratops.
Saurisquios
Saurópodo: apatosaurio.
Cadera
Reconstrucción de un argentinosaurio.
En cuanto al tipo de piel, los fósiles muestran una textura escamosa y ausencia
de plumas y pelo, lo que hace suponer a los paleontólogos que los dinosaurios
tenían una piel seca y resistente.
Excavación de fósiles
Los dinosaurios eran reptiles y, como tales, siempre se los ha supuesto animales
de sangre fría. No mantenían una temperatura corporal constante (como los
mamíferos) sino que la regulaban a partir del calor del entorno. Los biólogos
denominan a este tipo de animales poiquilotermos, en contraposición con
los homeotermos. Sin embargo, en los últimos años, se han encontrado
evidencias de que esto podría no ser así. Las aves derivan de un grupo de
dinosaurios pequeños, los celurosaurios, pertenecientes a los saurópodos, y son
animales de sangre caliente,
Muchos de los dinosaurios, a juzgar por los huesos que se han encontrado,
tenían una vida muy activa que requería de un metabolismo alto, característica
asociada a los animales homeotermos. Estos reptiles, además, caminaban
erguidos sobre sus patas, posición que compartían también con animales de
sangre caliente. Se han encontrado fósiles de dinosaurios en zonas muy frías
para ser habitadas por animales que no fueran capaces de mantener su
temperatura interna constante (aunque los detractores de esta teoría sostienen
que dichas zonas no eran tan frías en la época de los dinosaurios). Por otra
parte, los huesos de estos animales poseen pequeños canalículos por los que se
supone que pasaban vasos sanguíneos, con una estructura muy similar a la de
los de animales de sangre caliente.
Durante muchos años se pensó que sólo las aves y los mamíferos se ocupaban
de sus crías, y que los reptiles ponían sus huevos y los dejaban librados a su
suerte. Estudios posteriores demuestraron que incluso algunos reptiles
modernos, como los cocodrilos, ayudan a sus hijos a salir del cascarón y los
acompañan hasta el agua. Junto a los nidos de dinosaurios fosilizados que se
han encontrado suelen aparecer esqueletos de ejemplares jóvenes que se cree
que se encontraban cuidando los huevos. Por otra parte, se ha descubierto que
muchos dinosaurios volvían cada año al mismo sitio a desovar, se cree que
cubrían sus huevos con arena y que algunos, incluso, alimentaban a sus crías al
salir del cascarón.
No está claro si dicha extinción fue gradual u ocurrió de manera repentina debido
a una catástrofe. Una de las teorías más aceptadas (que responde a la hipótesis
del cambio brusco) es que, hace alrededor de 65 millones de años, un asteroide
de entre 6 y 15 km de diámetro colisionó contra la Tierra. La enorme nube de
polvo que se elevó eclipsó la luz solar durante años. Esto destruyó gran parte
de la vida vegetal y causó la completa extinción de los dinosaurios. La hipótesis
se basa en el hallazgo de niveles elevados de iridio en una capa que coincide con
el estrato correspondiente a la época de la extinción. El iridio es un metal raro
en la superficie terrestre pero relativamente habitual en cuerpos del espacio
exterior, como los asteroides.
Hay muchas otras teorías que intentan explicar por qué los dinosaurios
perecieron. Una de ellas postula que tenían un gusto poco desarrollado y se
envenenaron con los alcaloides de las nuevas plantas con flor (angiospermas)
que surgieron en la época. Otra afirma que los dinosaurios carnívoros se
comieron a todos los herbívoros y luego ellos mismos murieron de hambre. Otra,
incluso, adjudica la causa de la extinción a explosiones volcánicas.
Lo más razonable es que la extinción haya sido por una suma de factores
adversos entre los que podrían encontrarse algunos de los mencionados. Por
ahora, el interrogante sigue sin resolverse.
Era mesozoica