Magnolia y la

primavera

Arantza Contreras Rodriguez

Érase una vez, en un reino encantado
donde las estaciones cambiaban como
por arte de magia, una princesa hada
llamada Magnolia. Ella era conocida
como la Hada de las Flores, y su
misión era traer la primavera cada
año al reino. Pero, un año, algo
extraño sucedió: la primavera no
llegó.
Ahora El reino permanecía cubierto de
nieve y hielo, y las flores no podían
florecer. Preocupada, Magnolia decidió
que debía hacer algo para restaurar el
equilibrio y traer de vuelta la
primavera.

Magnolia, con su vestido brillante y sus

alas de mariposa, inició su viaje para
encontrar la causa de este misterioso
cambio. Durante su búsqueda, se
encontró con sus amigos, el sabio Búho
Bartolomé, el valiente Zorro Zacarías,
y la alegre Ardilla Anita.
 Bartolomé, con su vasto conocimiento, sugirió
que debían buscar la Flor Mágica, que tenía el
poder de despertar a la primavera. Zacarías, con
su coraje, se ofreció para guiarlos a través del
peligroso Bosque Encantado. Y Anita, con su
entusiasmo, se encargó de recolectar los
elementos necesarios para el viaje.

Juntos, atravesaron bosques congelados y

montañas nevadas. En el camino, se enfrentaron a
varios desafíos: cruzaron ríos helados, sortearon
tormentas de nieve y evadieron hechizos de
invierno lanzados por criaturas misteriosas.
 Finalmente, llegaron a un claro en el corazón del
bosque, donde encontraron la Flor Mágica
protegida por un dragón de hielo. Magnolia,
mostrando una valentía que no sabía que tenía, se
acercó al dragón y le explicó su misión. El dragón,
conmovido por la determinación de Magnolia y sus
amigos, les permitió tomar la Flor Mágica.
 Con la flor en sus manos, Magnolia realizó un
antiguo hechizo que había aprendido de los libros
de hechizos de su reino. Poco a poco, el hielo
comenzó a derretirse, los árboles recuperaron
su color verde y las flores empezaron a
florecer por todo el reino.
La primavera finalmente había llegado, gracias a la
valentía y la amistad de Magnolia y sus amigos. El
reino entero celebró su regreso, y desde ese día,
Magnolia se convirtió en una leyenda, recordada
como la princesa hada que trajo la primavera de
vuelta con la ayuda de sus leales amigos.

Y así, cada año, cuando llegaba la primavera, el

reino se llenaba de colores y alegría, recordando
siempre la aventura de Magnolia y la importancia
de la amistad y el trabajo en equipo.