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Había una vez en un pequeñ o pueblo rodeado de bosques

encantados, una joven llamada Isabella. Un día, mientras exploraba el


bosque, descubrió una puerta má gica cubierta de enredaderas
doradas.

Al abrirla, se encontró en un reino de criaturas fantá sticas y paisajes


deslumbrantes. Pronto, conoció a un simpá tico dragó n llamado
Sparky y a un hada traviesa llamada Luna. Juntos, decidieron
emprender una bú squeda para encontrar el legendario cristal de los
sueñ os, capaz de conceder un deseo a quien lo poseyera.

Durante su viaje, enfrentaron desafíos emocionantes y se hicieron


amigos de seres má gicos, como los duendes risueñ os y las sirenas
cantarinas. Sin embargo, también tuvieron que superar obstá culos
oscuros, como el malvado hechicero que guardaba el cristal.

Con ingenio y valentía, Isabella, Sparky y Luna sortearon cada


prueba, demostrando que la verdadera magia radica en la amistad y
la solidaridad. Finalmente, llegaron al corazó n del bosque, donde el
cristal de los sueñ os brillaba con una luz resplandeciente.

Isabella cerró los ojos y formuló su deseo: "Que todos los corazones
encuentren la magia en su interior". Al instante, el reino se llenó de
luz y alegría, y las criaturas má gicas celebraron la realizació n del
deseo.
Con su misió n cumplida, Isabella regresó a su pueblo, llevando consigo la magia que
había descubierto en aquel reino encantado. Desde ese día, la gente del pueblo
aprendió a valorar la magia que existe en la amistad, la bondad y los sueñ os
compartidos. Y así, la historia de Isabella se convirtió en un cuento que se contaría
de generació n en generació n.

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