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Mariana Gineme (30) mata a cinco de sus siete hijos, todos los varones, en medio de un brote

psicótico para “que dejen de sufrir” según manifiesta. La hija mayor vivía con los abuelos maternos,
la otra niña logra escapar dando aviso a su abuela y a su hermana Marianela, quienes alertan a la
policía.

Mariana no tiene antecedentes de una infancia difícil. A los 14 años se queda embarazada y esto la
pone muy triste porque quería estudiar. Abandona sus estudios por vergüenza, pese a que sus padres
le dijeron que podía continuar y que no había inconvenientes en el colegio. Se separa de su pareja,
quien no se hace cargo del bebé.
Cuando tenía 20 años conoce a Mario Gabino, de entonces 21 años, se ponen de novios y se mudan
de Río Viejo a San Antonio Oeste. Viven en San Antonio por aproximadamente 8 años.
En San Antonio Mariana se sentía mal porque pasaba la mayor parte del tiempo sola con sus hijos.
Extrañaba Río Viejo.
Tiene problemas con una vecina debido a que el esposo de la vecina contrató a Mario para algunos
trabajos como albañil y no le pagó. Así nació la enemistad, que fue transformándose en una
obsesiva preocupación. Luego de eso Mariana afirma que la vecina quería hacerle daño a ella y a
sus hijos.
El primer brote de Mariana, mencionado por lo padres de ésta, sucede en su cumpleaños número 29
el 21 de septiembre 2002. Sus padres viajan desde Río Viejo a visitarla. Mariana habla con su padre
pero no reconoce a su madre. Le dice que un hombre pasó en un auto y amenazó con matarlos y que
tiró un palo en el patio. Sus padres acuden a la policía, que no encuentra nada que respalde la
historia de Mariana. La policía les recomienda que lleven a su hija al hospital porque está muy
alterada.
El delirio de Mariana no se limitaba a sentirse hostigada por la vecina. Creía que había cámaras
ocultas que la filmaban y luego lo pasaban por internet. Sufría porque en la televisión los programas
cómicos hacían burlas sobre sus hijos. Además, no podía salir a la calle y sentía constante ansiedad
porque los venían a matar.
Antes del brote Mariana estuvo en cama y se quejaba de fuertes dolores de cabeza.
Así es llevada al Hospital de San Antonio Oeste. Es atendida por una pediatra porque el psicólogo
de Salud Mental no estaba. Ésta profesional la medica y la envía a su casa.
Los padres de Mariana deciden llevarla nuevamente a Río Viejo para cuidarla. Se lo informan a
Mario, quien renuncia a su trabajo para ir con ellos.

En el Hospital de Río Viejo pretenden darle turno varios meses después. Pero como Vilma trabajaba
en casa de un doctor, consigue por su intermedio que sea atendida de inmediato. Mariana comienza
un tratamiento con el psicólogo Alejandro Salmoiraghi y el psiquiatra Luis Reales. Es
adecuadamente medicada y tratada psicoterapéuticamente.
En el mes de noviembre el psicólogo toma licencia. Le informa a Mariana que no seguirá
visitándola pero que irán en su lugar dos psicólogas de su equipo.
Estas profesionales solo acudieron un par de veces según lo manifiestan los padres de Mariana,
Mario y la propia Mariana.
Posteriormente, el psiquiatra del equipo le retira la medicación aludiendo que ya no la necesita. Le
pide que la devuelva al hospital.

En el mes de diciembre Mariana se embaraza de Ariel.

Luego de un periodo de aparente mejoría, la los padres de Mariana comienzan a observar síntomas
de reaparición del cuadro psicopatológico y acuerdan con Mariana y con Mario la necesidad de
concurrir al hospital. Concurren el día anterior a los hechos y reciben un turno para cinco días más
tarde, teniendo constancia en la historia clínica de la gravedad de la patología de Mariana. La
madrugada siguiente Mariana mata a sus hijos.
En lo concerniente a su vínculo marital, Mariana menciona que Mario la agredió físicamente en al
menos dos oportunidades en las cuales le había pedido que se separaran. El le decía qué iba a hacer
ella con los chicos. Mariana quería a Mario pero estaba cansada de pasar tanto tiempo sola.
Mario no intervino en la detección y acompañamiento y omitió indicadores de peligrosidad (El día
anterior le pide que cuide a los chicos).
Mariana, sus hijos, su familia, son víctimas del sistema instituido para tratar enfermos mentales en
la provincia.

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