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FEBRERO 2024
ESCUELA DE FORMACIÓN DE AGENTES DE PASTORAL,
DIÓCOCESI DE LIMÓN
1. Justificación
La Escuela de Formación de Agentes de Pastoral es un servicio del Consejo Diocesano de Pastoral que
ofrece a los agentes de pastoral una formación integral para responder a los desafíos de nuestro
tiempo y avanzar juntos en la implementación del IV Plan Diocesano para lograr responder al
objetivo planteado desde el énfasis formación. De manera sistemática se ha organizado a partir
de un itinerario conformado por cuatro módulos aprobados a partir de Asamblea Diocesana
2018:
El itinerario del Módulo N1° comenzó a desarrollarse con los equipos de formación parroquial a
nivel diocesano desde el año 2022, avanzaremos hacia su conclusión durante el año 2024. La
clave que debe caracterizarnos como discípulos misioneros será “caminar juntos” para dar
testimonio de comunión y participación en nuestras parroquias. Los Obispos en el Sínodo de la
Iglesia realizado en octubre 2022, recuerdan la importancia de: “Preocuparse de la propia
formación como la respuesta que todo bautizado está llamado a dar a los dones del Señor, para
hacer fructificar los talentos recibidos y ponerlos al servicio de todos” (N°14). Además expresan
palabras de agradecimiento y de ánimo a todos aquellos que están comprometidos en este
ámbito y nos invitan a acoger los elementos de novedad que surgen del camino sinodal de la
Iglesia. El proceso formativo en nuestra Iglesia Diocesana lo iremos construyendo en clave
sinodal para poder participar activamente en la misión de la Iglesia según nuestros carismas y
vocación para: “Impulsar en la Diócesis de Limón la nueva evangelización, que desde el
encuentro personal y comunitario con Jesucristo vivo, forme discípulos misioneros…”.
Los destinatarios de este proceso formativo son todos los agentes de pastoral que sirven en
nuestras parroquias. Históricamente la Diócesis ha dedicado los primeros domingos de cada mes
a la formación general, por tanto, el itinerario que se aporta facilitará los procesos de formación
en las parroquias, de manera que juntos alcancemos el objetivo específico del IV PDP: Realizar un
proceso formativo integral, dirigido a toda la comunidad, desde la Palabra de Dios leída en la fe
de la Iglesia, a fin de que se asuma el compromiso bautismal, como respuesta a nuestra realidad
diocesana. En el Marco Inspirador el IV PDP encontramos actitudes que deben caracterizarnos en
el proceso formativo: Un discípulo misionero ha de caracterizarse por ser atento, perseverante en
su formación, por su capacidad de escucha y por la gratuidad de su vida. La vivencia permanente
de un camino de conversión en Jesucristo, brota de su apertura a la acción del Espíritu Santo, que
le moldea, como lo hace el alfarero con el barro; no se trata solamente de un esfuerzo humano,
sino de una Gracia con la que se responde. (N°17.1)
Es importante que los equipos de formación parroquial propicien el proceso a nivel personal y
parroquial, orientado a la autoformación. Cabe señalar que entre un tema y otro se asignarán
tareas para los agentes de pastoral, de manera que durante el proceso puedan ir fortaleciendo,
profundizando desde la comunión con sus hermanos personal los temas que se van vivenciando
mes a mes, en la formación general.
En continuidad con el proceso para el año 2024 se concluirá el Módulo N°1: “Los Amigos de
Jesús” el cual está conformado por 5 Áreas:
1- Liderazgo
2- Introducción a las Sagradas Escrituras
3- Historia de la Salvación
4- Antropología Cristiana
5- Desarrollo Humano
Para el 2024 desarrollaremos las Áreas pendientes del Módulo N°1 las cuales son: Historia de la
Salvación, Antropología Cristiana y Desarrollo Humano. Las áreas de Liderazgo e Introducción a la
Sagradas Escrituras se compartieron durante el 2022 y 2023.
Los temas se entregarán con sus debidos insumos de manera digital a todos los equipos de
formación, de manera que, en cada parroquia en coordinación con el Párroco, se busquen las
estrategias para socializarlo con los agentes de pastoral. Cada parroquia decide si lo manejan en
físico o en digital.
El itinerario de formación debe partir de la experiencia y de las vivencias previas de los agentes
de pastoral para que construyen su propio aprendizaje y se abran a nuevas experiencias y
aprendizajes en el seguimiento a Jesucristo como discípulos misioneros. Se propicia una
metodología que favorezca en el aprendizaje activo que tenga consecuencias concretas en la vida
de las personal, familiar y comunitaria facilitando la puesta la vivencia desde la coherencia entre
la fe y la vida.
Es importante que los facilitadores de cada tema utilicen un lenguaje adecuado a los agentes de
pastoral. La profundidad de los contenidos no es sinónimo de la oscuridad en el lenguaje, como a
veces pensamos. Los contenidos más complejos pueden y deben ser “traducidos” a un lenguaje
adecuado a sus destinatarios, utilizando para ello diversos lenguajes: hablado, escrito,
audiovisual o simbólico, de acuerdo con las características de los destinatarios.
3.6 Evaluación
Se sugiere a cada equipo parroquial alguna estrategia, actividad, instrumento para evaluar el
tema desarrollado. Es tomar conciencia de lo vivido en el encuentro de formación. Se trata de
verificar el grado de cumplimiento de los objetivos y la forma de asumir las responsabilidades, de
evaluar el proceso, de preguntarse por las consecuencias de las acciones que se están realizando
y de encontrar formas para afianzar los logros, superar las dificultades y continuar avanzando. La
evaluación valoriza las conquistas alcanzadas, permite experimentar alegría por el camino
recorrido, hace consciente el crecimiento de las personas y pone en común las experiencias
vividas por los agentes de pastoral que compartieron el mismo compromiso.
Este es un momento muy importante, muchas veces olvidado o dejado de lado. Sin él no se
pueden alcanzar los frutos esperados. Sin evaluación, la acción deja de ser transformadora, no se
valoran los logros ni se aprende de los errores, no se estimulan nuevas acciones, el proceso se
detiene y muere.