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PALABRAS DE HASHEM

EL QUE HABLA VERDAD


SALMOS
2
6 Yo empero he puesto mi rey Sobre Sión, monte de mi santidad. 7 Yo publicaré el decreto:
HaShem me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. 8 Pídeme, y te daré por heredad
las gentes, Y por posesión tuya los términos de la tierra. 9 Quebrantarlos has con vara de
hierro: Como vaso de alfarero los desmenuzarás.
12
5 Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, Ahora me levantaré,
dice HaShem: Pondrélos en salvo del que contra ellos se engríe.
32
8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis
ojos. 9 No seáis como el caballo, ó como el mulo, sin entendimiento: Con cabestro y con
freno su boca ha de ser reprimida, Para que no lleguen á ti.
46
10 Estad quietos, y conoced que yo soy HaShem: Ensalzado he de ser entre las gentes,
ensalzado seré en la tierra.
50
5 Juntadme mis santos; Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio. 6 Y denunciarán los
cielos su justicia; Porque HaShem es el juez. 7 Oye, pueblo mío, y hablaré: Escucha, Israel,
y testificaré contra ti: Yo soy HaShem, el HaShem tuyo. 8 No te reprenderé sobre tus
sacrificios, Ni por tus holocaustos, que delante de mí están siempre. 9 No tomaré de tu casa
becerros, Ni machos cabríos de tus apriscos. 10 Porque mía es toda bestia del bosque, Y los
millares de animales en los collados. 11 Conozco todas las aves de los montes, Y en mi
poder están las fieras del campo. 12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría á ti: Porque mío es
el mundo y su plenitud. 13 ¿Tengo de comer yo carne de toros, O de beber sangre de
machos cabríos? 14 Sacrifica á HaShem alabanza, Y paga tus votos al Altísimo. 15 E
invócame en el día de la angustia: Te libraré, y tú me honrarás. 16 Pero al malo dijo
HaShem: ¿Qué tienes tú que enarrar mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca, 17 Pues
que tú aborreces el castigo, Y echas á tu espalda mis palabras? 18 Si veías al ladrón, tú
corrías con él; Y con los adúlteros era tu parte. 19 Tu boca metías en mal, Y tu lengua
componía engaño. 20 Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano: Contra el hijo de tu
madre ponías infamia. 21 Estas cosas hiciste, y yo he callado: Pensabas que de cierto sería
yo como tú: Yo te argüiré, y pondrélas delante de tus ojos. 22 Entended ahora esto, los que
os olvidáis de HaShem; No sea que arrebate, sin que nadie libre. 23 El que sacrifica
alabanza me honrará: Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salud de HaShem.
60
6 HaShem pronunció por su santuario; yo me alegraré; Partiré á Sichêm, y mediré el valle
de Succoth. 7 Mío es Galaad, y mío es Manasés; Y Ephraim es la fortaleza de mi cabeza;
Judá, mi legislador; 8 Moab, la vasija de mi lavatorio; Sobre Edom echaré mi zapato: Haz
júbilo sobre mí, oh Palestina.
68
13 Bien que fuiesteis echados entre los tiestos, Seréis como las alas de la paloma cubierta
de plata, Y sus plumas con amarillez de oro. 22 El Señor dijo: De Basán haré volver, Te
haré volver de los profundos de la mar: 23 Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus
enemigos, Y de ella la lengua de tus perros.
75
2 Cuando yo tuviere tiempo, Yo juzgaré rectamente. 3 Arruinábase la tierra y sus
moradores: Yo sostengo sus columnas. 4 Dije á los insensatos: No os infatuéis; Y á los
impíos: No levantéis el cuerno: 5 No levantéis en alto vuestro cuerno; No habléis con
cerviz erguida. 10 Y quebraré todos los cuernos de los pecadores: Los cuernos del justo
serán ensalzados.
81
6 Aparté su hombro de debajo de la carga; Sus manos se quitaron de vasijas de barro. 7 En
la calamidad clamaste, y yo te libré: Te respondí en el secreto del trueno; Te probé sobre las
aguas de Meriba. 8 Oye, pueblo mío y te protestaré. Israel, si me oyeres, 9 No habrá en ti
HaShem ajeno, Ni te encorvarás á HaShem extraño. 10 Yo soy HaShem tu HaShem, Que te
hice subir de la tierra de Egipto: Ensancha tu boca, y henchirla he. 11 Mas mi pueblo no
oyó mi voz, E Israel no me quiso á mí. 12 Dejélos por tanto á la dureza de su corazón:
Caminaron en sus consejos. 13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos
hubiera Israel andado! 14 En una nada habría yo derribado sus enemigos, Y vuelto mi mano
sobre sus adversarios. 15 Los aborrecedores de HaShem se le hubieran sometido; Y el
tiempo de ellos fuera para siempre. 16 Y HaShem lo hubiera mantenido de grosura de trigo:
Y de miel de la piedra te hubiera saciado.
82
2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos?
3 Defended al pobre y al huérfano: Haced justicia al afligido y al menesteroso. 4 Librad al
afligido y al necesitado: Libradlo de mano de los impíos. 5 No saben, no entienden, Andan
en tinieblas: Vacilan todos los cimientos de la tierra. 6 Yo dije: Vosotros sois HaShemes. E
hijos todos vosotros del Altísimo. 7 Empero como hombres moriréis. Y caeréis como
cualquiera de los tiranos.
87
4 Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen: He aquí Palestina, y
Tiro, con Etiopía: Este nació allá. 5 Y de Sión se dirá: Este y aquél han nacido en ella; Y
fortificarála el mismo Altísimo.
89
3 Hice alianza con mi escogido; Juré á David mi siervo, diciendo: 4 Para siempre
confirmaré tu simiente, Y edificaré tu trono por todas las generaciones. 19 Entonces
hablaste en visión á tu santo, Y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre valiente; He
ensalzado un escogido de mi pueblo. 20 Hallé á David mi siervo; Ungílo con el aceite de mi
santidad. 21 Mi mano será firme con él, Mi brazo también lo fortificará. 22 No lo avasallará
enemigo, Ni hijo de iniquidad lo quebrantará. 23 Mas yo quebrantaré delante de él á sus
enemigos, Y heriré á sus aborrecedores. 24 Y mi verdad y mi misericordia serán con él; Y
en mi nombre será ensalzado su cuerno. 25 Asimismo pondré su mano en la mar, Y en los
ríos su diestra. 26 Él me llamará: Mi padre eres tú, Mi HaShem, y la roca de mi
salud. 27 Yo también le pondré por primogénito, Alto sobre los reyes de la tierra. 28 Para
siempre le conservaré mi misericordia; Y mi alianza será firme con él. 29 Y pondré su
simiente para siempre, Y su trono como los días de los cielos. 30 Si dejaren sus hijos mi
ley, Y no anduvieren en mis juicios; 31 Si profanaren mis estatutos, Y no guardaren mis
mandamientos; 32 Entonces visitaré con vara su rebelión, Y con azotes sus
iniquidades. 33 Mas no quitaré de él mi misericordia, Ni falsearé mi verdad. 34 No olvidaré
mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios. 35 Una vez he jurado por mi santidad,
Que no mentiré á David. 36 Su simiente será para siempre, Y su trono como el sol delante
de mí. 37 Como la luna será firme para siempre, Y como un testigo fiel en el cielo.
90
3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.
91
14 Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré: Pondrélo en alto, por
cuanto ha conocido mi nombre.
5 Me invocará, y yo le responderé: Con él estare yo en la angustia: Lo libraré, y le
glorificaré. 16 Saciarélo de larga vida, Y mostraréle mi salud.
95
8 No endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, Como el día de Masa en el desierto; 9
Donde me tentaron vuestros padres, Probáronme, y vieron mi obra. 10 Cuarenta años
estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han
conocido mis caminos. 11 Por tanto juré en mi furor Que no entrarían en mi reposo.
105
11 Diciendo: á ti daré la tierra de Canaán Por cordel de vuestra heredad. 15 No toquéis,
dijo, á mis ungidos, Ni hagáis mal á mis profetas.
108
7 HaShem habló por su santuario: alegraréme, Repartiré á Sichêm, y mediré el valle de
Succoth.
8 Mío es Galaad, mío es Manasés; Y Ephraim es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi
legislador;
Sal 108:9 Moab, la vasija de mi lavatorio: Sobre Edom echaré mi calzado; Regocijaréme
sobre Palestina.
110
1 Salmo de David. HASHEM dijo á mi Señor: Siéntate á mi diestra, En tanto que pongo
tus enemigos por estrado de tus pies. 4 Juró HaShem, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote
para siempre Según el orden de Melchîsedech.
132
12 Si tus hijos guardaren mi alianza, Y mi testimonio que yo les enseñaré, Sus hijos
también se sentarán sobre tu trono para siempre. 14 Este es mi reposo para siempre: Aquí
habitaré, porque la he deseado. 15 A su mantenimiento daré bendición: Sus pobres saciaré
de pan. 16 Asimismo vestiré á sus sacerdotes de salud, Y sus santos darán voces de
júbilo. 17 Allí haré reverdecer el cuerno de David: He prevenido lámpara á mi ungido. 18 A
sus enemigos vestiré de confusión: Mas sobre él florecerá su corona.

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