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Unidad 1

La filosofía como pensar. El origen de la filosofía.

Comte-sponville: entrevista
Reduce la filosofía a “¿cómo he de vivir?”, ya que la usa como instrumento para vivir mejor y
hacer la vida mas llevadera. Filosofar no es un deber moral, sino una necesidad para que
nuestra inteligencia nos haga más llevadera la vida.

Filosofar es el esfuerzo por pensar, pensar para vivir mejor y por esto es una necesidad. Al
determinar la filosofía como la sabiduría, el amor a ella (filosofar) es intentar vivir de una forma
menos estúpida para ser felices.

La vida no es lo que nos gustaría que sea, si la filosofía enseña algo es que la vida no se
corresponde con nuestras esperanzas, sin ser culpa de la vida sino de nuestras expectativas sin
fundamentos. La filosofía busca que esperemos menos y actuemos más, siendo necesaria ya
que la esencia del hombre es el deseo.

Hay diferentes deseos, la esperanza, la voluntad y el amor. La voluntad y la esperanza se


diferencian en que la esperanza es un deseo cuya satisfacción no depende de nosotros,
mientras la voluntad si, habiendo mas felicidad al lograr lo que depende de nosotros porque se
basa en querer actuar, en lugar de esperar y temer porque no hay esperanza sin temor ni
viceversa siendo la clave desear lo que uno hace y hacer lo que uno desea, esperando un poco
menos y actuando un poco más. Entre la esperanza y el amor la diferencia es que la primera es
un deseo que dirige hacia algo que no existe mientras que el amor nos dirige a lo real, se
espera lo irreal y se ama lo real, por lo que hay mas felicidad en desear lo que existe. No se
busca prohibir la esperanza, sino en actuar y amar más.

Los tipos de amor son Eros (pasión amorosa), Philia (alegría de amar o amistad) y Agape (el
amor de caridad o al prójimo). La pasión amorosa es el deseo de lo que falta, es decir que estar
enamorado es descubrir que alguien nos hace falta terriblemente, no poder vivir sin ella, por lo
que al intentar seducir y no lograrlo la falta continua y si se consigue al vivir todos los días la
falta es cada vez menor, acabando con la pasión amorosa y siendo necesario que se reinvente
otra forma de amar por lo que ya no será Eros (Platón), sino Philia (Aristóteles) que no es un
amor por falta sino como alegría, la alegría de una existencia gozosa que es mejor que la
ausencia y no se trata de menos amor sino de más. Esto es definido como amor-acción, amar
no es sentir la falta, sino alegrarse por la existencia del otro que es mucho más difícil que amar
lo que nos hace falta.

El amor por los hijos no es Eros porque ellos están ahí, si nos alegra su existencia y es el único
amor incondicional, como el amor de caridad que es amar no por una cosa en determinado
sino sea quien sea, haga lo que haga. La diferencia del amor de caridad y el de los padres es
que el primero es incondicional condicionado, lo cual deja en duda que exista el amor de
caridad que es incondicional y no condicionado, siendo más un ideal que una experiencia. Los
hijos traen vida, que es mas valioso que la sabiduría y la serenidad, entonces el amor a la
sabiduría es la filosofía, la filosofía no es la sabiduría en sí porque esta sabiduría consiste en
amar la vida como es, lo que le da sabor a la vida es el amor.

La filosofía tampoco puede dar consuelo reemplazando a la religión, si puede ayudar a


prescindir de esta ultima que es la que consuela al punto de generar una ilusión al definir un
amor divino que responde y satisface a todos nuestros deseos como no morir, reencontrarnos
con nuestros seres queridos y ser amados. La ilusión es creencia derivada de los deseos, por lo
que las ilusiones surgen de lo grande que son nuestros deseos, a lo que responde la religión y
no la filosofía que busca la felicidad, pero a través de la verdad, no renunciar a esta para lograr
la felicidad. A su vez se opone la nada de la muerte con el sufrimiento de la vida, el sufrimiento
ni la vida son eternos.

Comte-sponville: Prologo “invitación a la filosofía” (TP 1)

Filosofar es pensar en uno mismo, pero nadie puede lograrlo sin apoyarse en el pensamiento
de otros. La filosofía es un trabajo que no puede llevarse a cabo sin esfuerzo, lectura y el uso de
herramientas.

La filosofía en sí no es una ciencia, es un saber entre otros, una reflexión sobre los saberes
disponibles. No se aprende, solo se puede aprender a filosofar (Kant), preguntándonos por
nuestro pensamiento, el de los demás, el mundo, la sociedad, lo que nos enseña la experiencia
y por lo que a su vez nos oculta. Al usar las obras de los grandes pensadores pensaremos
mejor, mas fuerte y profundo, no usándolo como elemento o modelo de juicio, sino aplicando
un juicio sobre el porque nadie puede filosofar por otro. Entonces, tampoco es una
especialidad, oficio ni disciplina, sino una dimensión constitutiva de la existencia humana, al
momento que somos dotados de vida a su vez de razón y es inevitable la tarea de fusionar
estas dos facultades. Es posible razonar sin filosofar, vivir sin filosofar (en la ignorancia o
pasión), pero no se puede pensar la vida ni vivir sin pensamiento, eso es la filosofía.

Al momento de reflexionar sobre una materia se la trasciende al alcanzar cierta profundidad,


se pone un pie en la filosofía, a diferencia de la reflexión sobre la filosofía, la cual no es
trascenderla sino entrar en ella. Entonces vivir con razón indica directamente hacia la filosofía,
el preguntar radical, la búsqueda de verdad, la creación de conceptos, reflexión, búsqueda de
coherencia, racionalidad y elaboración de argumentos o tesis, además de fundamentalmente
criticar las ilusiones, prejuicios y las ideologías predeterminadas mediante el uso de la razón y
las ciencias aplicadas a la totalidad, al hombre. Nada humano o real le es ajeno, por lo que
debe determinarse la importancia en base al que puedo saber, que debo hacer, que me esta
permitido esperar y que es el hombre, las cuales desembocan en ¿Cómo he de vivir?

La filosofía no se reduce a su auto justificación sino que filosofamos cuando nos preguntamos
por algo, el ser humano es un animal filosofante y solo puede renunciar a la filosofía
renunciando a una parte de su humanidad. Se filosofa tanto como se pueda para lograr una
vida mas humana, lucida, razonable y feliz mediante lo denominado sabiduría, una felicidad sin
ilusiones ni mentiras, la cual es imposible alcanzar por completo, pero podemos buscarla y
aproximarnos a ella.

¿Qué es la filosofía?

Hay tantas respuestas a la filosofía como filósofos, lo esencial es que es una actividad que
mediante razonamientos nos procura una vida feliz, definiendo la filosofía por su mayor logro,
la sabiduría. La felicidad es la meta y la filosofía el camino. La filosofía es un ejercicio del
pensamiento y la razón para llegar a una conclusión lógica.

Filosofía proviene del griego filia (amor/amistad) y sofía (sabiduría), por lo tanto, significa amor
por la sabiduría. En su inicio el filosofo no posee la sabiduría, pero la busca sabiendo que nunca
la obtendrá por completo y definiéndola como el mas perfecto de los modos de conocimiento,
por esto es que el filósofo busca la verdad o saber más profundo.
Los rasgos de la filosofía:

No es un arte ni técnica que busca dar resultado a un objetivo, de aquí su primer rasgo, es
teoría y no poesía, una ciencia en el sentido clásico o un saber que persigue un conocimiento
teórico por si mismo.

Se quiso limitar la filosofía a una sola cosa, pero no se limita a un objeto o grupo de estos, de
aquí el segundo rasgo, es una ciencia universal que busca esclarecer la realidad en su conjunto.
También se dijo que el objeto propio de la filosofía es el ser en general y tampoco se limita en
cuanto a métodos, buscando en base de la razón entender la realidad.

Por esto es que la filosofía llega a estudiar los mismos objetos que otras ciencias,
distinguiéndose en el punto de vista, ya que la filosofía indaga desde los fundamentos o raíces.
Entonces esta es una ciencia de fundamentos, ya que donde otras ciencias se paran o no
preguntan basándose en supuestos, la filosofía empieza a preguntar radicalmente para lograr
una profundidad que no logra otra ciencia, yendo más allá de donde estas se dan por hechas.
Es un saber radical, de los conceptos mas fundamentales que se dan por hechos o sabidos.

Además, es un saber crítico, que no se contenta fácilmente y busca justificación racional de las
cosas, es decir acerca de lo mas fundamental de todas las cosas (primeros principios y ultimas
causas junto con los presupuestos fundamentales de las disciplinas complementarias).

Hay que diferenciar problema, que es un obstáculo en el camino que se puede objetivar, definir
y con el tiempo resolver, de un misterio que es una pregunta o tema que por mucha
profundización no se puede agotar y hasta se escapa más o descoloca. Para la filosofía los
problemas son argumentos o tesis cuya falsedad es posible demostrar, pero a su vez existe el
encuentro con el misterio que da lugar a la actividad filosófica, ya que por muchas vueltas que
se les de siempre parece que hay más que lo que logramos desvelar, este es el objeto de la
filosofía el misterio mismo del ser que nos muestra nuestra ignorancia y a su vez el motor es el
asombro y la admiración.

Los orígenes de la filosofía

La filosofía es una forma de pensar diferente, una critica radical en un mundo de pensamientos
livianos alejados de las pretensiones críticas.

El asombro:

Es el sentimiento que da origen a la filosofía, lo que nos mueve a filosofar. La filosofía entonces
viene de una sensación de maravilla. No es productiva por tener este origen, busca el saber
solo por el saber y no por productividad, el asombro que surge por creer que se está ignorando
algo, asombrándose por lo más simple yendo hacia lo más complejo para escapar de la
ignorancia. Esto hace a la filosofía libre entre los saberes, existe para sí misma.

Aristóteles afirma de las necesidades satisfechas y el tiempo libre para dedicarlo a la


contemplación, por esto es que los hombres seniles suman al asombro la falta de necesidades
materiales y comenzaron a filosofar. Los griegos no creían que las ideas o verdades tuviesen
historia, la verdad era absoluta que no dependía del tiempo, espacio ni historia por lo que
definían al asombro como el origen y único motor de la filosofía.

Algunos siguen sin someter a discusión la autoridad de los griegos, pero el mundo económico,
social y político cambio, vivimos en un mundo global en donde empezó a cambiar de manera
progresiva el sexismo, las edades y posiciones sociales de la filosofía, por lo que los filósofos y
profesores ya no son aristócratas varones con necesidades cubiertas y tiempo libre.

Actualmente el asombro estimulado y valorado socialmente adquirió una fisionomía menos


pretenciosa, por ejemplo, en los medios de comunicación se expone asombro improductivo
que da lugar a una pasividad maravillada que es una actitud que dista de provocar la inquietud
indagadora que llevo a los griegos al pensamiento, sino de una débil curiosidad sencillamente
satisfecha y terminante. La saturación de eventos “maravillosos” y el avance tecnológico
globalizado transforma el asombro en rutina, por lo que la sorpresa se vuelve indiferencia y
aburrimiento. Así el asombro griego es doblemente inadecuado como concepto fundamental
para explicar los orígenes actuales de filosofar por todos estos cambios en la filosofía, el
mundo y el propio asombro que es esclavo del mercado y el consumo por lo que difícilmente
las personas se interesen por desarrollar posibilidades críticas y transformadoras.

El asombro sostiene y domina por completo la filosofía. El asombro es pathos, sufrir, tolerar,
soportar, sobrellevar, dejarse llevar.

La duda y situaciones limites:

Se señala a la duda como un segundo origen de la filosofía, la duda productiva del filosofo se
basa en la falibilidad de todo conocimiento y la desconfianza ante todo saber.

Una duda alcanzaba a toda forma de conocer y solo encontró su limite en la certeza del propio
pensar (el cogito), proclamándose la existencia de la subjetividad, enriqueciendo el
conocimiento y el dominio del mundo. La duda fue el comienzo de un camino que pretendía
apropiarse del mundo. Actualmente la duda no goza de gran prestigio porque se relaciona con
la vacilación, indecisión o ineficiencia. Se sostiene que cuando se manifiesta un problema o se
engendra una duda se debe responder de manera rápida y eficiente, encarándose bajo la
óptica del conflicto que lleva a una perdida de tiempo, producción, ganancia, etc. se busca
dejarlos de lado o resueltos en lugar de radicalizarlos o reelaborarlos profundamente.

Hay poco lugar en la sociedad para la duda creativa que dispara a filosofar ya que todas las
respuestas están dadas y los problemas pre resueltos, dudar es visto como irrelevante o
improductivo.

Por su parte las situaciones limites, el ser humano puesto frente a aconteceres o momentos
extremos para su existencia, se volcaría a filosofar. Al limitarse la expansión del hombre y lo
exponen al fracaso, al estar perdido se abre la posibilidad del reencuentro del hombre consigo
mismo y con el mundo a través de la filosofía. Al día de hoy bajo la presión de la eficiencia las
situaciones limite son reinterpretadas y le quita lugar a la imagen del hombre triunfador y
esperanzado, pero este conflicto lejos de llevar a lo reflexivo genera desesperanza o pasividad, .

Se debe repensar el asombro, la duda y las situaciones limite para que se impulse a filosofar
nuevamente.

Entonces, el origen o la fuente de impulso a filosofar es múltiple, de asombro surge la pregunta


y el conocimiento ya que se cobra el conocimiento de no saber y se busca la satisfacción de las
preguntas que surgen (sin que estas respuestas tengan utilidad en sí), de la duda el examen
critico y la certeza para intentar erradicar esta duda o encontrar la certeza que escape a toda
crítica porque sin una duda radical no hay un verdadero filosofar y de lo conmoción la cuestión
de si propio, percatarse de la propia debilidad e impotencia por encontrarnos siempre en
situaciones cambiantes y en algunos casos permanentes que solo puede alterarse su apariencia
de manera momentánea y de las que no podemos escapar, al ser conscientes de esto luego del
asombro y la duda y al enfrentarlas después de evitarlas constantemente por nuestros
intereses vitales y por no poder manejarlas es cuando con desesperación llegamos a ser
nosotros mismos en una transformación de la conciencia de nuestro ser.

Panorama actual:

Los tiempos cambiaron los escenarios de la filosofía en el mundo, por tanto, las fuentes y las
condiciones de esta. Hoy en día no terminamos de calmar nuestras inquietudes más profundas,
sino que se instala al menos una sospecha que genera descontento o molestia que se
encuentra entre la sorpresa y el escepticismo, así se origina una perturbación que genera
curiosidad, es decir que la filosofía aparece hoy en día como fruto del reconocimiento de esta
insatisfacción frente al orden o estado de las cosas. Se perciben fisuras en el orden e
interpretaciones predominantes del mundo y la filosofía como critica radical es la superación
de la inmovilidad o contemplación pasiva que lleva a estas interpretaciones. El punto en común
de las filosofías de otros tiempos y la de hoy en día como critica radical es la similitud de los
orígenes, algo anda y anduvo mal en toda poli, algo propio de vivir en una sin importar cual,
porque es propio de nuestra condición de seres sociales, la imposibilidad de satisfacción
completa que conlleva el establecimiento de un orden porque hay algo que habita en estos que
no puede ser nunca satisfecho y siempre genera molestia y el consiguiente cuestionamiento
filosófico.

No solo por asombro han filosofado los griegos sino también por reacción a las polis y las
molestias e insatisfacciones que llevaron a interrogar a personas para mostrar la fragilidad de
su saber o el orden degradante de las escalas de valores existentes (Sócrates o platón). Para
Sócrates una vida sin examen no merece la pena por no considerar aceptar en silencio el orden
de lo dado.

Polis define a la comunidad o marco social dador de sentido de las cosas, el ser humano es
inconcebible sin la polis u horizonte dador de sentido y toda filosofía es política en este sentido
porque se intenta superar la fijeza e inmovilidad del orden establecido que genera malestar por
su estado potencialmente inalterable. La filosofía busca plantear la provisoriedad de todo
estado de las cosas o cualquier construcción sociocultural. Como critica radical el papel de la
filosofía es una función destotalizadora de las cosas y potenciadora de nuevos sentidos, cuyo
disparador es la disconformidad natural ante lo dado.

Esta situación incomoda que lleva a filosofar es aplicable a todo estado de las cosas, desde la
realidad o el ser hasta un ámbito parcial (filosofía social), pero en todos los casos de la filosofía
hay sospecha y disconformidad que despierta por experiencia dentro de un orden social
compartido, es decir un contexto social del cual depende el origen de cada filosofía y los que
no son excluyentes, inéditos ni suficientes por sí mismos ya que son detonantes en un tiempo y
lugar. (el asombro, la duda, situaciones límites y la insatisfacción/descontento).

Algunos interrogantes iniciales que surgen del asombro y duda son el qué, cómo, es posible,
etc. complementados por insatisfacción y rebeldía como el por qué que debe preguntarse y
repreguntarse como resultado de la actitud radical. Lo principal no son las preguntas, sino la
actitud que las originan y con la que se enfrentan sus respuestas. Las preguntas adquieren su
sentido por el tipo de respuesta que espera quien interroga, si se espera una respuesta
filosófica es cuando la pregunta adquiere significación filosófica.
Frondizi

La filosofía no tiene deseos particulares ni es una especulación sobre un tema determinado y


cualquier materia es buena, el deseo se desvía, se desdobla, por lo que la respuesta a por qué
filosofar se encuentra en por qué desear, dando lugar al deseo particular del filosofo que se
amplia y se interroga a sí mismo. Filosofar es obedecer al movimiento del deseo, estar
comprendido en él y a su vez mantener el distanciamiento para poder juzgarla.

Lyotard

La necesidad de la filosofía aparece por la pérdida de relación entre las oposiciones y la


autonomía de las interacciones activas. Hay que filosofar por la perdida de la unidad, de uno, la
muerte del sentido. Aunque la unidad no se perdió totalmente, por el intercambio de razones,
pasiones y argumentos entre filósofos es la prueba de que la diversidad de los individuos forma
un conjunto por tener una continuidad, el deseo de unidad que falta, pero está presente.

Con la perdida de la unidad el deseo se reflexiona, siendo esta perdida lo que domina la
historia de la filosofía. Cualquier genealogía debe leerse al revés, el origen de la filosofía está
en el día de hoy.

Pero no es sinónimo de que no existe una historia entre hombres y el mundo, unidades
relacionadas que deben ser restablecidas porque la historia es la huella que deja detrás de si la
búsqueda y la espera que se abre ante ella.

Terán

La figura del filosofo se formo como funcionario de la totalidad, custodio del espíritu, policía
del lenguaje, guardián del ser e intelectual de la revolución, pero la filosofía persigue un fin
perdido como si fuera absoluto que en realidad nunca perdió porque nunca lo tuvo. En rigor lo
que busca es la falta que garantice que perdure el deseo y la dicha para seguir incluyendo la
“promesa de felicidad”.

La sabiduría

la sabiduría tiene mucho que ver con el pensamiento, con la inteligencia, con el conocimiento,
es decir con determinado tipo de saber muy particular, que ninguna ciencia expone,
comprueba ni expone. No se trata de pruebas sino de experiencias, es decir que no se trata de
ciencia sino de la vida.

Se opuso la sabiduría teórica o contemplativa a la práctica, pero estas son inseparables ya que
su unión forma la verdadera sabiduría. Entonces, la sabiduría es juzgar correctamente para
obrar correctamente, en donde unos pueden estar mejor capacitados para la contemplación y
otros para la acción. No basta para ser sabio ni la habilidad ni la inteligencia ni la cultura
porque la sabiduría no es una ciencia ni una técnica, es el saber vivir a diferencia de la filosofía
que es el saber pensar.

La filosofía encuentra sentido a medida que nos acerquemos a la sabiduría, filosofar


verdaderamente es pensar correctamente para vivir rectamente. La filosofía es la meta, la
sabiduría el camino.

Hay que vivir la vida de forma inteligente, es decir reflexionando, preguntando, razonando,
argumentando, preocupándonos y capacitándonos porque el fin de la filosofía es una vida
lucida, libre, feliz y sabia. Hay que filosofar porque nadie puede pensar ni vivir por nosotros,
entonces la sabiduría se reconoce en cierta felicidad o serenidad gozosa, para la cual es
necesaria un uso riguroso de la razón, es lo contrario a la angustia o la desdicha, así se aprende
a vivir.

La inteligencia solo se aproxima a la sabiduría porque transforma la existencia iluminándola y


guiándola, no basta con conceptos que son medios, el único fin de la sabiduría es pensar y vivir
mejor.

¿Como se ha de vivir? La sabiduría es la respuesta, en la medida que sea encarnada, vivida y en


acto. Complementa la moral del que debo hacer y responde a la ética que pregunta como he
de vivir, la moral dice no, ordena, mientras que la sabiduría da conocimiento y libertad.

No es una utopía porque ninguna utopía es sabia, no se debe soñar el mundo, se debe
transformarlo, siendo la sabiduría una relación con la verdad y la acción, no engañarse ni fingir.
No se puede transformar la realidad si no se la acepta o toma primero.

Entonces, la sabiduría es el máximo de felicidad en el máximo de lucidez, la buena vida,


responsable y digna. Gozar y alegrarse tanto como sea posible, pero no a cualquier precio ni
todo lo que da gozo es bueno o digno de búsqueda. Es la salvación en esta vida, la felicidad
vivida en la verdad. El sabio no ama mas la vida porque es feliz, sino que es feliz porque ama
más la vida.

Ética y moral.

Objeto de la ética

En situaciones en las que las acciones o decisiones de un individuo se plantean en relaciones


afectivas con otros, por lo que las consecuencias de estas afectaran a más de una persona, son
los problemas práctico-morales. Los individuos se ven en la necesidad de ajustar su conducta a
normas tenidas como más adecuadas o dignas de ser cumplidas, aceptadas íntimamente y
reconocidas como obligatorias por lo que se actúa en una u otra dirección; estos son los casos
en los que el hombre se comporta moralmente y es donde se diferencian rasgos ante otras
conductas humanas. El comportamiento es fruto de una reflexión, no es natural y los demás lo
juzgan de acuerdo a normas establecidas que son la base para formar juicios.

Así se diferencia los actos de los hombres ante problemas morales y los juicios que aprueban o
desaprueban estos actos, ambos según las normas que establecen lo que se debe hacer. Esta
es una conducta efectiva de individuos y grupos sociales, un comportamiento practico-moral
que estuvo presente desde los orígenes del hombre como ser social.

Luego del origen de este comportamiento se llegó a la reflexión sobre él, los hombres actúan
moralmente y reflexionan sobre el comportamiento y lo hacen objeto de su pensamiento,
dando lugar a la teoría moral o a la moral efectiva, vivida y reflexiva que a su vez trae consigo
los problemas teórico-morales o éticos.

Los problemas éticos se caracterizan por su generalidad, es decir que al individuo que se le
presente el problema de como actuar ante una situación deberá resolver por si mismo que es
lo bueno moralmente con ayuda de las normas que el reconoce y acepta íntimamente,
pudiendo recurrir a la ética que puede guiarlo a lo bueno en general.

El problema de la esencia del acto moral remite a la responsabilidad, solo cabe hablar de
comportamiento moral cuando el sujeto que se comporta es responsable de sus actos, que
pudo elegir entre alternativas y decidir cómo actuar, siendo esto un problema práctico-moral y
siendo el estudio de la relación de la responsabilidad con la moral un problema ético.

El sometimiento de los hombres a normas o reglas de acción toman forma de enunciados o


preposiciones, formando la metaética, que busca estudiar la naturaleza, función y justificación
de los juicios morales y las normas en que se apoyan.

El campo de la ética

Los problemas éticos se distinguen de la vida cotidiana (problemas morales) por su


generalidad, pero la solución dada a los primeros influye sobre la moral vivida, por lo que la
ética puede contribuir a fundamentar cierto comportamiento moral. La ética pone en su
verdadero lugar a la moral efectiva, por otro lado, si la ética trata de definir lo bueno influirá en
la moral práctica.

Se trato de ver a la ética como una disciplina normativa, señalando la mejor conducta en
sentido moral, pero esto hizo olvidar su carácter propiamente teórico. No dice a los hombres
que hacer ni dictar normas a las cual ajustar la conducta, la tarea fundamental es la de explicar
o esclarecer una realidad dada mediante conceptos correspondientes, como a la moral como
comportamiento efectivo humano que evoluciono a la justificación de una moral dada que
responde a las necesidades sociales por lo que representan principios universales. Entonces la
ética es teoría, investigación o explicación de la experiencia humana o forma de
comportamiento de los hombres, lo que ella diga sobre la naturaleza de las normas morales
será lo valido para la moral de la sociedad, asegurando su carácter teórico y que el valor surja
de lo que explica y no en la recomendación sobre el actuar en situaciones concretas. Por esto
se busca evitar definir lo bueno que es responsabilidad de la moral y la ética debe buscar las
razones en la reflexión sobre la practica moral de la humanidad en su conjunto sin emitir juicios
de valor sobre sociedades o tiempos en particular, sino buscar responder a lo absoluto y
universal.

La ética parte de la existencia de diversidad de morales en el tiempo, con sus valores, principios
y normas, sin identificarse con ninguna de ellas ni tampoco siendo indiferente, busca la
explicación de las diferencias y la comprensión del movimiento y desarrollo de estas. No tiene
principios objetivos y racionales, ya que se enfrenta a hechos humanos y analiza lo que estos
consideran valioso, obligatorio y debido. Da razón en un aspecto real y efectivo al
comportamiento de los hombres

Definición de la ética

Como se relacionan, pero diferenciándose los problemas éticos y los prácticos, no se debe
confundir la ética y la moral. La ética no crea la moral, toda moral supone principios o normas
generales de conducta, pero no es la ética la que las establece en una comunidad determinada,
sino que esta ética ya se encuentra con morales efectivas ya dadas históricamente y partiendo
de ellas trata de establecer la esencia de la moral, fuentes de valoración y naturaleza de los
juicios morales.

Le ética es la teoría o ciencia (responde a la necesidad del tratamiento científico a problemas


morales con las más plenas racionalidad y objetividad para proporcionar conocimientos
sistemáticos y hasta donde sea posible fiables) del comportamiento moral de los hombres en
sociedad, es decir de las formas especificas de la conducta humana. Entonces, el objeto de la
ética es propio, el sector de la realidad humana que llamamos moral, que esta formado por
hechos u actos humanos y como ciencia la ética busca descubrir sus principios generales, parte
de datos empíricos (comportamiento moral efectivo) y los trasciende con conceptos, hipótesis
y teorías.

El tratamiento científico de estos problemas morales no es satisfactorio y se beneficia de las


éticas especulativas y las de inspiración positivistas. Las proposiciones de la ética deben tener
el rigor y fundamentación de cualquier proposición científica, mientras que los principios y
normas de una moral no tienen este carácter, sino que muchas veces son incompatibles con los
conocimientos que aportan las ciencias naturales y sociales, por lo que hablamos de ética
científica y no así de la moral, lo que no quita que pueda haber un conocimiento de la moral
que sea científico y en este caso la ética puede fundamentar la moral sin ser normativa.

La ética no es moral, la moral no es ciencia sino objeto de esta y la ética como ciencia busca
explicar la moral efectiva (actos conscientes y voluntarios de los individuos), pudiendo influir
en ella.

Ética y filosofía

Al ser la ética el conjunto sistemático de conocimientos racionales y objetivos acerca del


comportamiento moral humano se contrasta con la concepción que la trataba como un
capítulo especulativo de la filosofía. Sosteniendo que no es una ciencia independiente se usan
razones como que no establece proposiciones objetivas, sino juicios de valor, pero esto es
aplicable solo a la ética normativista que busca recomendar y formular normas morales, estas
afirmaciones no alcanzan a la ética que trata de explicar la naturaleza y fundamentos de la
moral al relacionarla con las necesidades del hombre, esto es susceptible de análisis racional y
objetivo por tratarse de la realidad humana social. La negación de la relación de la ética con la
ciencia busca relacionarla exclusivamente a la filosofía, siendo una rama construida a espaldas
de la ciencia y la vida real, buscando la relación de la realidad moral con principios filosóficos
universales.

Hoy en día se puede afirmar que la ética no es puramente filosófica, ya que el estudio de los
hechos morales esta basado en la historia, antropología, psicología y demás ciencias sociales. A
medida que el tratamiento científico se expande a mas objetos o sectores de la realidad
diversas ramas del saber se van individualizando de la filosofía para constituir ciencias
especiales con tratamientos objetivos y racionales y con sus propias conclusiones, dejando de
lado el concepto de filosofía como un saber total, por ejemplo, la psicología que es una ciencia
natural y social a la vez, ya no una psicología filosófica.

La ética como objeto propio tratado científicamente no es autónoma absolutamente a otras


ramas del saber, es innegable la contribución filosófica en ella, por ejemplo, eliminando
factores extra mundanos e irracionales mediante la filosofía inmanentista y racionalista o
cuestiones fundamentales que deben ser abordadas a partir de supuestos filosóficos
cardinales, pero el apoyo es en una filosofía científica y no especulativa. A su vez el
comportamiento moral depende de la concepción filosófica del hombre, ya que no es producto
de una naturaleza humana eterna e inmutable, sino de una constante transformación, al ser la
moral inseparable de la actividad practica del hombre, la ética no puede dejar de tener de
fondo la concepción filosófica del hombre como ser social.

La ética y otras ciencias

Al estudiar formas específicas del comportamiento humano la ética se relaciona con otras
ciencias que estudian relaciones y comportamientos sociales de los hombres, proporcionando
información para esclarecer la conducta moral humana.
Los agentes morales son los individuos que forman una comunidad, los cuales tienen actos
morales en sus relaciones, pero que tienen un aspecto subjetivo interno constituido por
motivos, impulsos, conciencia, juicios y decisiones, de este aspecto también forma parte la
actividad subconsciente. El comportamiento moral responde a la necesidad social de regular
las relaciones de los individuos hacia cierta dirección, pero siempre esta actividad moral se vive
internamente de manera íntima y subjetiva.

Psicología: pone relieve a las leyes que motivan internamente las conductas del individuo,
estructurando el carácter y la personalidad. Aporta el examen de los actos voluntarios, la
formación de hábitos, la génesis de la conciencia moral y los juicios morales, es decir que
esclarece condiciones subjetivas de los actos morales. La ética se apoya en lo psíquico
consciente y en lo profundo o subconsciente, ya que ambos influyen en los comportamientos
de los individuos.

La explicación psicológica de las conductas permite comprender las condiciones subjetivas de


los actos, ayudando a entender la dimensión moral. Algunos actos humanos escapan de las
valoraciones o enjuiciamientos morales, por lo que la psicología analiza los impulsos
irresistibles. No debe sobreestimarse este aspecto subjetivo de la conducta humana olvidando
el objetivo y social, llegando a la ética psicológica reduciendo lo moral a lo psíquico, es decir la
ética a la psicología.

Sociología: estudian el comportamiento del hombre como ser social en el marco de las
relaciones dadas y la estructura en que se integran estas relaciones. Las relaciones,
instituciones y organizaciones sociales no se dan al margen de los individuos, a estas ciencias
les interesa las formas sociales en el marco en el que actúan los individuos.

El individuo es el sujeto del comportamiento moral, pero aunque no sea consciente es parte de
una estructura social y las consecuentes relaciones, por lo que su comportamiento no puede
tener un carácter totalmente individual, la moral efectiva rige en cada sociedad dada y no es
invención de los individuos en particular sino que es un hecho objetivo o social por lo que
responde a necesidades y exigencias de la vida en sociedad.

Los factores sociales en el comportamiento moral no determinan los actos morales individuales
ni estos se reducen a su forma social, aunque estén condicionados por estos factores. Para
hablar propiamente del comportamiento de un individuo es necesario que los factores sociales
que influyeron sean interiorizados y pasen por la conciencia, para que se pueda definir como
responsable de sus acciones al individuo, es decir que sin dejar de estar condicionado
socialmente disponga de un margen individual para decidir y actuar, es decir actuar
moralmente.

La ética no es reducible a la sociología por no poder agotar el estudio de los comportamientos


al aspecto social, sino se llegaría a la sociología ética reduciendo la ética a la sociología.

Antropología social e historia: a diferencia de la sociología, estudia en especial las sociedades


primitivas, sin interesarse en los cambios y sucesiones. Dentro de estos análisis se encuentra el
del aspecto moral, ya que sus resultados ayudan al estudio de los orígenes, fuentes y
naturaleza de la moral, además de establecer correlaciones entre la estructura social de las
comunidades con la moral que los rige según el modo de vida social. Sirvió como base para no
elevar a lo absoluto determinados principios y normas, ya que todas estas responden a la
forma concreta de vida social que se modifica por los destinos comportamientos humanos en
el tiempo, definiendo en la moral su carácter cambiante y sucesivo sin olvidar que algunos
conceptos son perdurables y enriquecibles. Todo esto da lugar a plantearse la existencia o no
de un progreso moral

Derecho: estudia el comportamiento humano sujeto a normas de obligatoriedad externa y


coercitiva, siendo la misma base de la ética solo que sus normas en la esfera moral son
obligatorias, pero no así coercitivas.

Economía: es la ciencia de las relaciones económicas entre individuos, teniendo como base la
relación efectiva de los fenómenos económicos con el mundo moral. Las relaciones
económicas influyen en la moral dominante de la sociedad, por ejemplo, un sistema
económico de máximo beneficio favorecerá una moral egoísta e individualista en búsqueda del
lucro y por otra parte los actos económicos no pueden dejar de lado la moral, ya que de estos
surgen problemas morales como la actividad del trabajador, la división social, la propiedad de
los medios de producción o la distribución social de lo producido.

Carácter histórico de la moral

Al entender por moral un conjunto de normas de acción que regulan las relaciones de los
individuos en una sociedad, el significado, funciones y validez de este conjunto varia
históricamente y según la sociedad. Las morales se suceden de la misma manera que lo hacen
las sociedades, desplazándose. Entonces, la moral es un hecho histórico y la ética como ciencia
de la moral no puede concebirla como algo dado una vez y permanente, sino que debe hacerlo
como un aspecto de la realidad humana que evoluciona con el tiempo, mientras que la moral
es histórica en sí porque es el modo de comportarse de un ser, la cual se caracteriza por
autoproducirse en el plano de su existencia.

La mayoría de las éticas tratan de explicar la moral en base a principios absolutos y a priori,
fijando su esencia desentendiéndose de las morales concretas según el momento de la
historia, cayendo en concepciones ahistóricas de la moral por no analizar lo que realmente fue
en determinado momento, al situar el origen de la moral fuera de la historia se lo sitúa fuera
del mismo hombre real. Como resultado de este ahistoricismo moral genera tres direcciones:

1. Dios como origen de la moral: las normas morales derivan de una potencia supra
humana, cuyos mandamientos son los principios morales fundamentales. Las raíces de
la moral están fuera o por encima del hombre.

2. La naturaleza como origen: la conducta moral de los humanos son un aspecto de la


conducta natural o biológica, el origen de las cualidades morales surgen de los
instintos, por lo que podrían encontrarse también en los animales.

3. El hombre como origen: pero un hombre dotado de una esencia eterna e inmutable
que es inherente al resto de los individuos, sin tener en cuenta el momento ni la
sociedad, la moral forma parte de este modo de ser.

La coincidencia de estos caminos es que el origen de la moral esta fuera del hombre concreto y
real, el ser social. Uno usa un ser transcendente al hombre, otro un mundo natural no
específicamente humano y el ultimo un hombre abstracto e irreal fuera de la sociedad y la
historia.

El comportamiento moral existe desde la existencia del hombre, pero la moral cambia y se
desarrolla junto con las sociedades concretas, desplazándose normas y principios por otros, el
reconocimiento de estos cambios causa dos problemas, la definición de los factores que
determinan los cambios (analizar los orígenes prehistóricos y los datos objetivos de la historia
real) y la dirección de estos (la existencia o no un progreso en las morales concretas y sus
cambios).

Orígenes de la moral

La razón solo surge cuando el hombre deja atrás su naturaleza plenamente instintiva y pasa a
tener una naturaleza social, cuando pasa a formar parte de una colectividad y además tenga
cierta conciencia de esta relación para poder conducirse de acuerdo a las normas que rigen en
estas relaciones sociales.

A su vez esta relación social es inseparable de la vinculación originaria del individuo con la
naturaleza que los rodea y a la cual se busca someter mediante el trabajo humano que
funciona como puente para satisfacer sus necesidades en base a poner a sus servicios a la
naturaleza, sobre la cual se tiene debilidad por ser extraña y hostil para los hombres. La propia
debilidad lleva a la agrupación de esfuerzos, el trabajo necesariamente pasa a tener un
carácter colectivo y el fortalecimiento de esta colectividad se convierte en vital. En base a esto
surgen normas o mandatos, que da lugar a la moral colectivista que debe asegurar la
concordancia de las conductas individuales con el fin común determinando lo que se considera
bueno y malo según los beneficios que provoquen las acciones en la unión de las personas,
generando obligaciones y deberes (trabajar, ayudarse, disciplinar a los hijos).

El carácter colectivo determina los vicios y virtudes de la vida social, por ejemplo, en la vida
primitiva de los hombres una gran virtud era la solidaridad o la valentía, mientras que un vicio
era la cobardía o el egoísmo.

El concepto de justicia responde al mismo concepto colectivista, en cuanto al carácter


distributivo implica la igualdad en la distribución de los recursos, en lo retributivo implica la
reparación colectiva de los daños que sufra cada miembro, ambos caracteres buscando
fortalecer los lazos de la comunidad. No se tenían en cuenta conceptos como propiedad
privada o división de clases, por lo que es una moral solo valida para esta era primitiva donde
no existen cualidades morales personales, por existir los individuos fundidos con la comunidad.

Así la colectividad limita la moral, no hay decisiones propias y lo colectivo absorbe lo individual,
surgiendo una moral mas elevada con la aparición de condiciones sociales que den lugar a una
nueva relación entre el individuo y la comunidad de la que forma parte. Los cambios en las
condiciones socioeconómicas posibilitaran el paso a nuevas formas de moral.

Cambios histórico sociales y cambios de moral

El aumento de la productividad del trabajo por el desarrollo de las técnicas y la aparición de


nuevas fuerzas de trabajo (esclavos) elevo la producción hasta la existencia de productos
sobrantes, es decir no necesarios en cuanto a necesidades inmediatas. Así surgió la
desigualdad de distribución y la apropiación privada de bienes, dando lugar a la división de
clases sociales.

Se convirtieron en necesidades sociales el respeto a la vida de los prisioneros que recaían en la


esclavitud en lugar de la muerte, la propiedad privada acentuó la diferencia entre libres y
prisioneros y libraba a los propietarios de esclavos de la necesidad de trabajar y convirtió al
trabajo físico en una ocupación indigna para los hombres libres. Así también se dividió la moral,
ya no era una unidad colectivista, sino que una era dominante que se tenía por verdadera,
siendo la efectiva y justificada éticamente en esa época y otra de los esclavos que
internamente rechazaban la primer moral dominante y consideraban lo correcto a la suya que
los elevaban a la conciencia de su libertad, pero la que nunca pudo alcanzar el nivel teórico que
la justifique.

Se consideraba la diferencia como un producto de la naturaleza y se la tenía como útil y justa.


No se consideraba inmoral el tratar humanos como un objeto, lo que lograba que los esclavos
sean influenciados por una moral servil que junto con sus pésimas condiciones de vida los
hacia creer que realmente eran cosas y por esto no hacían frente o superaban la moral
dominante.

Las luchas posteriores surgieron de cualidades morales que despertaron los esclavos, como
sacrificio, solidaridad, disciplina, etc. y la desaparición de la sociedad esclavista se llevo consigo
los rasgos de la moral relacionados con las clases, pero no la totalidad de sus rasgos porque no
todos eran esclavistas o perecederos, por ejemplo la vinculación moral a la política intentando
organizar las relaciones entre los miembros de la sociedad mediante bases racionales, las
virtudes morales cívicas (amor a la patria, valor en la guerra, superioridad de los asuntos
públicos) y la conciencia reflexiva sobre la propia individualidad desplazando la absorción que
sufría al ser parte de una comunidad. Se reconoce el dominio propio de los individuos que es
compatible e inseparable de la comunidad, pero se puede reconocer una responsabilidad
individual por actuar moralmente, con propias decisiones.

La próxima gran sociedad fue la feudal, que distinguió a dos clases sociales, los feudales que
poseían la tierra y los campesinos siervos que la trabajaban perteneciendo relativamente a sus
señores feudales, pero como contraprestación tenían la disposición de una parte de los frutos
de su trabajo, siendo reconocidos como personas y no objetos. Los hombres libres de las villas
también les debían prestaciones a los feudales por protección y a su vez cada señor feudal
voluntariamente dependía de otro mas poderoso, generando un sistema de dependencias, una
pirámide donde la punta era el rey y donde también participaba la Iglesia como instrumento
del señor supremo con poder espiritual indiscutido.

La moral de la sociedad feudal respondía a estas características sociales, económicas y


espirituales, la moral tenia contenido religioso el cual aseguraba cierta unidad moral por su
aceptación general, pero la división social generaba distintos códigos morales, para caballeros
(moral aristocrática, la que dominaba y se basaba en las supuestas cualidades morales que
disponían por su sangre, se caracterizó por el desprecio al trabajo físico y exaltación del ocio y
la guerra, entonces las virtudes eran montar, disparar, esgrimar, componer poesía, etc. y se veía
comúnmente la traición e hipocresía entre los señores), religiosos (moral monástica), gremios
(moral universitaria), etc. a excepción para siervos porque se sostenía que no podían llevar una
vida moral verdaderamente. Así los siervos fueron apreciando bienes y cualidades que no eran
conocidas por los señores, como la libertad personal, el amor al trabajo, la ayuda, solidaridad y
la vida feliz que la religión les prometía después de la muerte, es decir que tenían libertad e
igualdad en el plano espiritual ya que el mundo real se las negaba.

Por las diferentes formas de regular las relaciones sociales surgió la burguesía, la cual poseía
nuevos y fundamentales medios de producción (manufactura y fabricas) y trabajadores libres
que disponían de su fuerza de trabajo, los asalariados o el proletariado que se basaban en que
esta fuerza de trabajo produce un valor mayor al que se paga por usarla (plusvalía). Esto genero
la necesidad de mano de obra liberando a los siervos y la desaparición de la intervención
feudal para poder crear un mercado único y un Estado centralizado.

Entra en juego la ley de producción de plusvalía, basándose en asegurar beneficios por lo que
el hombre se considera sujeto o medio económico o de producción, la desposesión de estos
hombres sobre medios de producción lleva a que enajene su trabajo. Como sujeto de
producción da lugar a objetos que satisfacen necesidades humanas, pero no reconoce esta
actividad como propia, sino que los productos le resultan ajenos y hostiles.

En este sistema económico social la voluntad individual o las consideraciones morales no


pueden alterar las necesidades impuestas, es decir la relación de alquilar trabajo para obtener
plusvalías. La búsqueda del máximo beneficio genera una moral individualista y egoísta que es
un culto al dinero y acumulación de ganancias, floreciendo el egoísmo, cinismo e
individualismo extremo, se busca el bienestar individual, aunque se tenga que pasar por
encima del bienestar de los demás, se genera una batalla constante socialmente, aun cuando el
objeto inicial de la burguesía era mostrar superioridad moral ante el feudalismo por predicar
laboriosidad, honradez, libertad, etc., pero termino por generar parasitismo y pese al
desarrollo tecnológico y la evolución consecuente del capitalismo la medula se mantiene, es
decir la explotación al hombre por parte del propio hombre.

Las luchas de los trabajadores cambiaron la situación inicial, generándose en la época actual
más derechos y pasando de los métodos brutales a los científicos y racionalizados, pero
privando al trabajo de su carácter consciente y creador. Se paso al intento de la moralización
del trabajo, que los trabajadores sean parte de la empresa y se integre, las virtudes morales
son la solidaridad con los compañeros, conjugación de intereses, laboriosidad, etc.

Se inculca una moral común desprovista de todo contenido particular, justificando y reforzando
los intereses del sistema que busca la plusvalía, siendo ajena esta moral a los verdaderos
intereses humanos y de clase. Se busca cubrir estas cosas con un manto moral por la
resistencia social que mantienen los individuos con sus virtudes morales como honor, fidelidad,
sacrificio, etc.

La moral cambia históricamente de acuerdo a los fundamentos del desarrollo social, los
cambios de moral son resultado de las diferentes vidas en sociedad y los intereses antagónicos
que conviven en estas que a su vez diversifican la moral. Una moral verdaderamente humana
conllevara un desarrollo del espíritu colectivo extirpando el espíritu de tener (individualismo,
racismo, chauvinismo, etc.), la consideración del hombre como un fin y no un medio, la
transparencia de las relaciones y hacer frente a las dificultades y limites que se encontrara en la
larga rarea de generar nuevas cualidades morales.

El progreso moral

La sucesión de morales corresponde a las diferentes sociedades que suceden en el tiempo,


cambian los principios, normas morales, lo obligatorio y lo bueno o malo. Al comparar
sociedades podemos establecer objetivamente una relación entre sus morales y definir
superioridades de unas sobre otras en base a las virtudes morales que se tenían por validas.

El progreso moral se relaciona con los cambios sociales que forman la estructura socio
económica desarrollada en cada paso de sociedad a sociedad que también progresan
históricamente. No es tal que el progreso histórico por si mismo genere progreso moral ni
viceversa, por lo que deben caracterizarse ambos.

El hombre es un ser practico, por lo que la medición de su progreso económico, social y


espiritual (aspectos de las sociedades) se basa en la mejora de las actividades humanas y las
formas de relación u organización que se contraen en estas actividades. El hombre conoce y
conquista su naturaleza, la mantiene y la enriquece, expresando este dominio en la producción
o el desarrollo de las fuerzas productivas porque le genera mayor libertad ante la necesidad
natural. Además es un ser social que produce contrayendo relaciones con otros individuos y la
sociedad en sí, generando dominio sobre su propia naturaleza o las relaciones sociales lo cual
determina un grado de consciencia en la actividad practica social, es decir en la creación de su
propia vida social. Así también es creador e innovador espiritualmente. Tanto el grado de
participación social como el desarrollo de fuerzas productivas y la producción de bienes
culturales (enriquecimiento) pueden ser índices de desarrollo humano o de libertad sobre la
necesidad social siendo líneas progresivas relacionadas y condicionadas mutuamente por
compartir el sujeto de progreso.

Hay que decir que los progresos hasta ahora no fueron productos de actividades conscientes,
no son resultado de actividades intencionales sino de la actividad colectiva como seres
conscientes y no son iguales progresos para todas las sociedades ni sus individuos. Algunas
sociedades progresan manteniéndose al margen de determinados aspectos, otras lo hacen
retardando el progreso de otros pueblos, etc.

El progreso histórico crea las condiciones para el progreso moral y a su vez afecta positiva o
negativamente a los hombres de una sociedad desde el punto de vista moral. Solo se puede
juzgar moralmente los actos realizados libre y conscientemente, es decir que la responsabilidad
puede ser asumida por sus agentes, por lo que no puede juzgarse moralmente el progreso
histórico, no podemos aprobar o reprobarlo moralmente, es por esto que crea las condiciones
para el progreso moral pero no lo entraña como suyo, porque los hombres progresan por el
lado bueno y por el malo de la moral.

El progreso de la moral puede medirse por la ampliación de la esfera moral en la regulación de


la vida social, por ejemplo, la sustitución de estímulos materiales o recompensas económicas
por estímulos morales en el trabajo y en el estudio, por la elevación del carácter consciente y
libre de la conducta de los individuos o grupos sociales y la responsabilidad de estos por sus
comportamientos y decisiones (analizando las normas que los regulan) por lo que el desarrollo
moral es complementario a la libre personalidad, por el grado de concordancia de los intereses
personales con los colectivos sin absorberse el uno al otro y basándose en el libre
desenvolvimiento y por la ascensión en el terreno moral en cuanto a la incorporación de
nuevos o bien en la negación/eliminación o conservación/universalidad de elementos y
concepciones de virtudes de las morales anteriores para progresar o enriquecerse
respectivamente.

Libertad y responsabilidad moral

El sentido mas laxo de la moralidad es una libertad originaria del hombre sobre la factibilidad o
una indeterminación del ser humano, siendo una característica humana destacada por la
filosofía existencialista porque precede a la esencia, es decir que el pensamiento del hombre se
autoprograma, autodenomina y determina sus propios fines, lo cual lo diferencia de los objetos
construidos en base a determinadas teologías.

Es necesario determinar en que punto esto comporta la libertad moral que da lugar a la
responsabilidad y asignación de premios y castigos en base a las nociones de alabanza y
censura. Al solo preguntarse por la responsabilidad moral de los hombres se da de algún modo
por sentado que existe una forma moral medianamente aceptada universalmente y por la cual
son exigibles determinadas responsabilidades.
El problema histórico

Siempre hubo un acuerdo en que nuestras acciones están determinadas, es decir que son
causadas y que por otro lado también existe una libertad o capacidad de decisión personal y
real. La disputa entre la libre voluntad es resultado por la confusión de la necesidad derivada
de la naturaleza y la coacción de las leyes civiles. La obediencia de la voluntad de un hombre es
hacia las leyes psicológicas, obediencia que no tiene nada que ver con las leyes establecidas en
la sociedad, la libertad es el comportamiento de acuerdo con los deseos propios, es decir que
las leyes psicológicas surgen de la propia naturaleza del hombre y la coacción se da cuando se
le impide al hombre realizar lo que su naturaleza le demanda.

Surgió la noción pareja de la relación entre libertad y responsabilidad, basada en la


culpabilidad, las acciones son las causantes de los males, los hombres no son sobrepasados,
sino que cosecha lo que siembra. El determinismo y la fatalidad.

Se diría que desde siempre se supo que algunos o todos nuestros actos en alguna medida
escapan de la libertad de decisión y que existe una fuerza ciega o voluntad divina (hado) que lo
usa de instrumento o el subconsciente colectivo o social y que algunos de estos actos o todos
en alguna medida suponen algún tipo de autonomía decisoria por parte de los individuos.

La literatura universal recogió la confrontación dual del hombre con sus decisiones, es decir su
actuación. Se tiene en cuenta la responsabilidad o culpabilidad y la confabulación de un
destino inexorable o fuerzas que aniquilan la voluntad del hombre. El hombre es hechura y
hacedor, condición programada y programador, moldeador y moldeado, actores del mundo,
pero también podemos detener nuestros movimientos y darnos cuenta de la manipulación a la
que estamos expuestos, siendo esto el primer paso hacia la libertad.

La libertad de acción y de elección no es un hecho, ni una realidad, sino un valor. La moralidad


es el triunfo de la libertad sobre la factidad. Pero hemos sido niños, por lo que no fuimos
autónomos, nos encasillaron en roles determinados por la sociedad y sumisos a decretos de
una autoridad paterna, académica, estatal, etc. por lo que la sociedad nos ocupo y usurpo
nuestra libertad originaria, liberándonos de tomar decisiones personales y llevándonos al
estado de confort. Se demostró que la autoridad exterior (super yo) asumida por el ello no es
mas que una etapa de nuestro desarrollo moral, la que abre paso a la moral autónoma en la
adolescencia y la madurez, la cual nos libera de los lazos con las normas decretadas por el
super yo y nos convertimos en auto legisladores.

Desarrollando esta teoría se determinan dos estados para cada nivel (pre convencional,
convencional y post convencional) y por ende los seis estadios de desarrollo moral.

1. Pre convencional: temor al castigo físico y desaprobación social

2. Convencional: asunción del dictado k normas establecidos

3. Post convencional: prevalecen las normas que se elaboran cooperativamente no solo


con o para su grupo, sino que tiene como referencia el interés de todo individuo
humano y un ideal de justicia universal.

Aun con esta hipótesis se sabe que no todos son libres en el sentido estricto para alcanzar su
madurez moral y no suelen superar determinados límites. Es necesaria la reflexión sobre si
mismo y ser un observador informado y capacitado y no solo un individuo en el que se dé un
desarrollo mental y unas estructuras lógicas mínimas, para así convertirse en un ser autónomo,
libre y moral.
Al analizar si todos pueden poseer estructuras lógicas y un autodesarrollo se determina que el
inconsciente es el amo de todos los destinos y el capitán de todas las almas, todas las personas
enfermas o normales están sujetas a las fuerzas subconscientes. A veces somos libres para
llevar a cabo lo que deseamos, pero nunca enteramente libres para desear lo que queremos
desear como fruto de tensiones internas frutos de experiencias pasadas o condicionamientos
biológicos.

Hay aspectos no conocidos o reconocidos de los que el hombre es victima o prisionero de


presiones externas, aunque sea reputado como responsable por mas de no elegir sino estar
forzado a ejecutar. Son ejemplos el contacto físico y el lenguaje como persuasión, estos
aspectos se diferencian según la época y lugares, en los que existen discursos diversos y
actuaciones.

La buena voluntad

En la filosofía kantiana lo único verdaderamente valioso es una buena voluntad, mientras que,
para Mill, aunque no prescinde de la buena intención como un aspecto moral positivo pone
mayor énfasis en la ejecución de normas sociales que generasen una felicidad mayor a la
mayoría de los implicados. Es decir que en el primer caso no tiene en cuenta los beneficios
resultantes de los actos, sino la intención de estos y en el segundo lo que prima es el beneficio
social y no el tipo de individuos que produzcan estos beneficios mediante sus conductas. En
estas teorías se diferencian los dos componentes de toda actuación moral, los resultados
satisfactorios y que los motivos morales sean relevantes, si el individuo no está realmente
dispuesto a actuar moralmente la sociedad no contaría con la garantía de que los actos injustos
no sucedieran aun a falta de coerción.

Skinnerianamente la buena voluntad, la libertad y la dignidad no son socialmente relevantes, lo


único importante es producir las condiciones idóneas para que los hombres adopten
automáticamente el tipo de conducta socialmente mas beneficioso, olvidando los estados
mentales intermedios. Estas condiciones son importantes, pero existen personas con mayor
sensibilidad moral y más capacidad de decisión libre, lo cual es importante para una mejor
sociedad.

Muchas veces el elogio y la censura son aplicados sin tener en cuenta si los resultados fueron
producidos por decisiones personales o por condicionamientos sociales, sino que analizamos
los esfuerzos o las condiciones naturales que se buscan superar, es decir la voluntariedad que
es una base de lo que se califica como bueno o malo, no desde el punto moral sino desde el
éxito de su esfuerzo para lograr los resultados. Desde el punto de vista moral no se tiene
manejo de las decisiones, sino que los resultados surgen de rasgos inevitables, pero pueden
tratarse.

Los niños y las culturas poco desarrolladas son las que alaban o censuran las actitudes por la
magnitud de los resultados, generando una concepción objetiva de la responsabilidad, es decir
que captan los matices morales y las intenciones, pero los resultados son lo importante y se
analizan según su materialidad. En las sociedades avanzadas se les da importancia a las
conductas según la voluntariedad o libertad de las acciones que da lugar a los resultados, y es
lo que les da el sentido a estos en el análisis de elogio o censura, por ejemplo, en los delitos
frustrados en los que se ve mala voluntad y deben ser castigados (salvo en incapaces, menores
y los intimados por un mal mayor, además de que lo premeditado agrava la responsabilidad).

La justicia es altamente sensible a la libertad moral, muchas veces podemos hacer cosas que
beneficiaran a los demás, pero deliberadamente dejamos de hacerlas o hacemos cosas que
sabemos que lesionaran derechos e intereses ajenos, se puede decir que no somos en absoluto
libres porque respondemos a nuestra natural conducta, siendo mas enfermos o necios
naturalmente que malos.

El sueño de la libertad moral

En la cultura occidental se alienta la esperanza de encontrar el hombre dueño de sí y de su


destino, libre de elegir mediante el equilibrio psicológico que lo libere de estar dominado por el
inconsciente y las presiones sociales. Responsabilizar al hombre de sus actos tenia una carga
negativa, se arrastraba con su culpa y debía purgarla, lo que impedía el goce de la libertad
existencial.

La tradición griega y la cristiana entrañan una visión optimista del hombre que emerge de una
dolorosa confrontación de este con el estado de deficiencia natural en que se haya sumido y la
cual debe combatir.

Hospers expresa que la salvación del hombre que esta perdido en el id o ello, se basa en
recuperar su libertad en la medida que se independiza de su inconsciente. Es decir que se
deben respetar los grados de libertad, no existe ningún individuo totalmente sano sin ningún
tipo de neurosis, por lo que siempre es injusto responsabilizarlos de la totalidad de sus actos.

Protágoras representa la idea de que se debe confiar en las capacidades humanas para generar
posibilidades de que el hombre sea dueño de sus actos y su destino. Expresa que nadie se irrita
con los desfavorecidos por la fortuna, pero algunos actos son fruto de la voluntad y deben
estudiarse y en este caso si existe la irritabilidad, corrigiendo y castigando porque se cree que
se puede cambiar y ser la base de un efecto deseado.

Por otro lado, Brandt recomienda la no inhibición de nuestros sentimientos morales de


admiración o indignación porque son de las mas eficientes maneras de control informal de la
sociedad, porque así se puede evitar sentimientos antisociales y sin castigos y premios verbales
que son los soberanos más benévolos, porque a falta de estos se recurriría a los físicos o
materiales para evitar la destrucción de la especie.

El sueño no es individuos mas aptos, sino la libertad moral, es decir el individuo máximamente
desarrollado. Hay fe en la capacidad del hombre para superarse a sí mismo y precisa del
estimulo social para producir el mejor desarrollo, es decir que si se pide más de lo que el
individuo puede hacer nunca lograra hacer la totalidad posible y depende de la motivación
verbal. El hombre siempre puede mejorar y superar el miedo a la libertad.

Tampoco hay que negar la libertad moral y la totalidad de la responsabilidad eximiéndolo


benévolamente de toda culpa. Un bebe no es culpable de nada, pero tampoco merecedor de
elogios, nada se le carga ni nada se le adeuda, pero en la medida que en que pasa a existir la
libertad disponible la vida es propiamente moral y el máximo suelo es el sueño por la total
libertad moral.

Sartre expresa que en la vida no hay accidentes, al no sustraerse de una situación se la elige
consecuentemente, por cobardía o flaqueza se prefieren ciertos valores. Siempre se puede
hacer algo si lo queremos suficientemente, permitir la negación de la responsabilidad es incitar
a la deserción. El sueño de la libertad moral es una razón o llamado de atención para que los
individuos no deserten, no ser demasiado severos con los semejantes, pero si con sus
conductas, impedir a los demás y nosotros mismos desertar de la estima a nosotros propios y
sobre los demás. El mundo no puede arreglarse a latigazos, sino con el deber de censurar y
censurarnos, alabar y alabarnos, como si fuésemos libres para decidir y elegir nuestras
acciones. Al comportarnos como si los demás y nosotros fuésemos libres se logra expandir y
acrecentar la libertad moral.

El gobierno de las emociones

Victoria Camps entiende a la autoestima como equilibrio emotivo, es decir como conjunto de
emociones adecuadas desde el punto de vista del desarrollo moral y vincula a la formación del
carácter con la construcción social de la autoestima y las emociones. Busca expresar lo
necesario de la motivación en el comportamiento moral, motivación que hace uso de razones
instrumentales para motivas las emociones adecuadas y así formar el carácter o autoestima
moral.

Los sentimientos y la ética

Parte de que no hay razón practica sin sentimientos, se paso de rechazar los sentimientos por
ser perjudiciales para la moral a tomarlos como lo principal, todas las ciencias sociales parten
de que somos seres emotivos y no racionales. No todas las emociones son buenas y no todas
deben ser dejadas para que se expresen y desarrollen tal cual son y que el culto al yo es
equivoco porque no todo lo espontaneo del individuo es lo bueno.

Al saber que las emociones son los móviles de la acción, pero que a su vez pueden paralizarla,
el gobierno de las emociones será el cometido de la ética. Se debe vincular estrechamente la
razón y la emoción.

La ética no puede prescindir de la parte efectiva o emotiva del ser humana porque una de sus
funciones es organizarlas y dotarlas de sentido, no pretende reprimirla sino direccionarla para
la mejor vida posible. El componente emocional motiva tanto las acciones individuales como
políticas, por lo que se debe evitar los antagonismos, es decir que no se puede apostar solo por
las emociones ni solo por la racionalidad, es posible moderar y gobernar las emociones en base
a la razón y porque no son algo supuestamente natural, las condiciones sociales, económicas,
culturales, etc. en que se desarrollan las personas determina en gran parte sus sentimientos.

Heredamos una ética racionalista basada en normas y obligaciones y a la vez una ética de
consecuencias que toma como sinónimo de felicidad lo más útil para la mayoría en base a la
razón. Hay que recordar la ética de las virtudes porque es necesaria para complementar las
otras éticas.

Se defiende que por detrás de las emociones hay un conocimiento o creencia, una imagen del
mundo que son fundamentales para la producción de efectos que desarrollamos y que derivan
de nuestros deseos, si provienen de una imagen del mundo que se habita se determinan
objetivos o aspiraciones en base a esto. Las creencias se vinculan con el deseo mediante el
estado emotivo, los deseos son los que determinan si recorrer o evitar el mapa del mundo que
generan las creencias, las cuales también pueden ser prejuicios, creencias no formadas, mal
aprendidas, etc. lo cual hay que solucionar.

Las emociones se sustentan en una relación, creencias que producen efectos que nos llevan a
desear o no algo, provocando las actitudes. El interés sobre estas actualmente se basa en la
vulnerabilidad, a la cual no se le había dado importancia porque el pensamiento occidental era
individualista y tomaba como base la libertad del individuo y porque la filosofía moral
occidental ignoraba el cuerpo.

Algunos autores consideraron que razón y sentimientos se alimentan mutuamente, siendo


además los sentimientos los que motivan el comportamiento lo cual es crucial para la ética.
Aristóteles y la construcción del carácter

Construye una ética de virtudes en la que junto a la especulación convive una tarea práctica. El
carácter se construye adquiriendo una serie de virtudes ancladas tanto a la razón como al
sentimiento y el fin de es que el ser humano desarrolle su propia función, tomando la virtud
como la excelencia, es decir que la propia función es hacer lo necesario para lograr la virtud.

La naturaleza no nos hace buenos o malos, esto se determina según las costumbres que se
adquieren. Nadie nace sabiendo ser feliz y no existe disposición natural hacia lo bueno.
Entonces, para Aristóteles, el alma tiene una parte vegetativa, una sensitiva y una racional,
donde la sensitiva es el núcleo de emociones y sentimientos, sustentando lo llamado ética,
siendo la contraparte de la parte racional o dianoéticas. Ser morales tiene un soporte sensitivo
que complementa al intelectual, sin ser reglas de razón sino modulaciones del sentimiento que
aprendió a no reaccionar ciegamente sino correctamente.

En términos aristocráticos lo bueno siempre se sitúa en el punto o termino medio, donde esta
la virtud o moderación que escapa a los extremos. La moderación es resultado del cálculo
racional que evita que los sentimientos se desborden, pero este no será necesario cuando el
comportamiento virtuoso sea un habito y al convertirse en habito la virtud vuelve a pertenecer
al sentimiento, un sentimiento compasivo que siente que las cosas deben ser así.

Construir la ética sobre la base del conocimiento fue un error de las mayorías de las teorías
sobre la moral.

Spinoza y la fuerza de los afectos

Parte de que hay grandes bloques de afectos que son alegría y tristeza, los restantes pueden
agruparse en alguno de estos bloques, entonces lo que hay que conseguir es potenciar al
máximo los alegres y evitar los tristes aumentando la potencia de obrar del cuerpo. Un mismo
sujeto puede verse afectado de forma distinta según el contexto y la capacidad aprendida de
hacerse cargo de sus sentimientos y comprenderlos.

El equilibrio individual se logrará con el gobierno de las pasiones y la organización social que
prevenga y ordene los antagonismos afectivos. Así se entiende al orden social como una
prolongación de la necesidad afectiva humana que no rompe el Estado de naturaleza por no
ser solo un artificio ideado por la racionalidad.

Se toma a la razón como el instrumento que persigue lo más útil para todos de la forma mas
eficiente, que es no menospreciando el potencial afectivo de la condición humana. La meta de
los humanos debería ser adquirir una vida estable y serena mediante el conocimiento de las
causas de lo que les afecta, porque lo que evita que sean esclavos o los diferencian de los
animales es la capacidad de transformar los afectos que impiden actuar en afectos que
potencian la acción. El problema es la dificultad de guiarse por la razón por lo que es una
necesidad pragmática que el Estado conceda garantías de seguridad, pero sin hacer que los
humanos abandonen sus pasiones.

Hume y el sentido moral

La razón es esclava de las pasiones porque la pasión mueve el mundo. Se plantea que el vinculo
de lo que es con lo que debería ser parte de un sentimiento básico, la simpatía.
Entre las normas, la ley y el comportamiento debe existir un vínculo, el cual tiene que ser
sentimental. El ser humano es en principio sociable, con compasión hacia sus semejantes y con
sentimientos que fundamentan el sentido moral que todos poseemos.

No suscribe a la teoría del contrato social como justificación a la necesidad de la existencia de


un Estado, no solo duda de que el pensamiento racional puro sea posible, sino dice que
priorizar la razón en la valoración de acciones es contraproducente porque lo que mueve a
actuar son las pasiones y no la razón que es inactiva y sirve para otras cosas, no para motivar
las acciones.

La moral procede del sentimiento moral que nos acerca a la naturaleza porque nadie esta
desprovisto de él, aunque no siempre este bien empleada. Por esto hace falta la justicia que es
una virtud artificial o construida para determinar la dirección de las acciones por obligación o
por deber, obligar a lo justo en nombre del interés público porque la simpatía no siempre está
bien encauzada y no todas las pasiones son útiles para la vida en común. Al igual que para los
autores anteriores los sentimientos no son inmutables y es posible educarlos.

La falta de cohesión entre los seres que son tomados como aislados y se potencia su libertad se
basa en la falta del vinculo emocional, de sentirnos parte de una misma comunidad o proyecto.

Las pasiones en la moral son importantes al igual que el gobierno de estas para que sean el
camino de la ética y la vía para alcanzar la excelencia aristotélica, la alegría spinoziana o el
egoísmo/orgullo simpático.

Algunas emociones éticas

Para analizar las emociones hay que analizar el aspecto de ambivalencia de cualquier emoción,
ya que ninguna es por si buena ni mala y también pueden ser ambas cosas, pero lo ideal es
hablar de emociones adecuadas e inadecuadas según los objetivos que la ética se propone
(justicia, florecimiento de la humanidad, felicidad) y por otro lado hay que tener en cuenta que
las emociones reflejan lo más débil y vulnerable del ser humano, las sufrimos y no controlamos
hasta que tomamos conciencia de ellas, pero nunca somos autosuficientes, siempre
dependemos de algo y somos sociales y esta subjetividad o dependencia fue lo que le restó
importancia de la ética hacia las emociones.

Ambivalencia como vulnerabilidad manifiestan que podemos moldear las pasiones.

Vergüenza

Sentimiento derivado de la caída de la imagen que uno tiene de sí mismo, el descredito. No hay
vergüenza si no hay una parte que juzga, porque la propia imagen precede de las opiniones
ajenas sobre uno mismo. Una sociedad relajada y abierta en sus costumbres terminara por
desaparecer este sentimiento.

Es un sentimiento que en general sufren los excluidos, por avergonzarse de como son,
expresando vulnerabilidad o sentimiento de debilidad por lo que se debe combatir. Pero en el
caso de una vergüenza adecuada, esta se debe cultivar y combatir la desvergüenza, las fallas
surge de no poder forjar el carácter ciudadano por la desaparición de emociones como la
vergüenza o la culpa.
Compasión

La conciencia de lo que ocurre puede ocurrirle a uno mismo algún día, es un sentimiento de
sensatos e instruidos. Tendemos a imitar los afectos de los demás e incluso a contagiarnos,
cuando nos lleva a la tristeza se llama conmiseración (esfuerzo para librar de una miseria a una
cosa) y la que nos lleva a hacer el bien que es un efecto de la conmiseración se llama
benevolencia.

La piedad es la preocupación por otros y la malicia lo contrario el gozo por la miseria de otros,
ambos son pasiones propias del humano. La piedad se explica por la simpatía o compasión por
nuestra especie y la naturalidad consecuente de la compasión explica la necesidad de justicia
como elemento correctivo para asistir al que necesita ayuda más allá del sentimiento.

Hay una complementariedad entre compasión y justicia, la justicia siempre será imperfecta y
debe ser compensada con actitudes compasivas y la justicia por sí sola es insuficiente para
compensar los resultados de las desigualdades.

Indignación y compromiso

La falta de consideración o no reconocimiento de lo que uno es o merece, genera la


indignación, es decir que para indignarse hace falta un criterio.

Es de sabio discernir entre lo que merece ser objeto de indignación y lo que merece una
sonrisa o sarcasmo, las creencias solo son sagradas para quienes las comparten. El
resentimiento razonable del dañando es lo que incita a tomar represalias por los daños del
ofensor, es la base de la justicia, pero no es suficiente por sí solo.

Miedo

Siempre es parcial y limitado, la existencia esta llena de negatividad y cosas percibidas como
temibles, las cuales no nos permiten vivir con tranquilidad y sensatez, no hay nada que cercene
mas que el miedo. Se sustenta en creencias o sospechas que luego serán confirmadas o
refutadas, deriva de la incertidumbre y se explica por la vulnerabilidad del ser humano.

El miedo político y social la estrategia más fácil, una propuesta incapaz de atizar miedo no
prospera. Miedo y esperanza son dos pasiones parejas, la misma incertidumbre que acompaña
al miedo permite convertirlo en esperanza.

Confianza

La fe y la esperanza son dos virtudes que determinan el tipo de relación entre el ser infinito con
la divinidad. El que puedo o debo esperar es una angustia que solo desaparece con la
esperanza de que el bueno y el malo reciban lo que merecen.

Al apoyarse en las realidades lo que nutre la fe es el progreso, la creencia de que el mundo solo
puede ser mejor, que el mundo no puede ir peor, esto se mantuvo hasta el siglo XX.

En nuestros tiempos la falta de fe y confianza es casi unánime, la confianza tiene que ver con
otras dos virtudes que les dan credibilidad a las acciones, la coherencia y la integridad, se hace
digno de confianza quien exhibe los valores que su lugar le exige, pero también depende de su
deber cuando lo ideal sería que se haga por el placer de cumplir.
Confiar en los demás es dar por supuesto que son responsables y cumplirán nuestras
expectativas y por otro lado no tiene sentido rendir cuentas de lo hecho si quien las espera no
es sujeto de nuestra confianza. Esta es la relación de confianza y responsabilidad. También se
debe tener en cuenta las asimetrías de niveles y educar en base a esto, al ponerse al mismo
lugar en algunos casos se pierde la confianza y la autoridad por no distinguirse ningún límite.

La autoestima y su computo emotivo

La síntesis de todas las emociones, la expresión de equilibrio de todas las emociones


adecuadas. Aristóteles hablo de magnanimidad (grandeza del alma, de ánimo, la virtud de
quien posee todas las virtudes), Spinoza del contento de sí (aquello que siente el sabio por ser
capaz de conocer sus afectos y controlarlos, ser libre), Hume del orgullo o la propiedad
(libertad individual, el propietario y quien tiene una buena reputación o reconocimiento social
es libre), todos relacionándose con la confianza y el aprecio a uno mismo, quien se quiere a si
mismo mira para adelante y con optimismo o ganas de actuar. Home al no ser la mujer
propietaria no la toma como parte central de la sociedad, Aristóteles excluía a las mujeres,
esclavos y todos aquellos que debieran trabajar, el pensamiento masculino fue central en la
formación de la ética, mientras que el feminismo puso como complemento a la justicia el valor
del cuidado, la compasión, solidaridad y responsabilidad.

Rawls determina una teoría de la justicia donde la autoestima es uno de los bienes clásicos que
cualquier humano puede alcanzar y que es la base para que las políticas desaparezcan todo lo
que sea un obstáculo para su cultivo. No se consigue la excelencia humana desde la actividad
política, el ser puede ser excelente mientras no vulnere las normas básicas de justicia.

El autorrespeto consiste en la convicción de que el plan de vida que uno tiene merece la pena y
la confianza en la propia capacidad de conseguir lo que uno se propone en su plan de vida. Así
no lo pueden obtener quienes solo pueden acceder a la subsistencia sin cubrir la totalidad de
necesidades básicas por no poder generar un plan de vida que valga la pena o sea digno, el
individuo debe ser capaz de lograr lo que proyecta y no sentir vergüenza de sí mismo, que haya
un equilibrio de libertad e igualdad. La autoestima no debe derivar del lugar que ocupamos
sino de la libertad, de poder escoger que llevar a cabo como proyecto de vida.

En las sociedades liberales al buscar la equidad se le da mas valor al que mas tiene, por lo que
la autoestima se relaciona inevitablemente por las condiciones económicas, de los medios para
conseguir lo proyectado.

La autoestima tiene dos aspectos, uno político y otro moral. No toda autoestima es correcta,
toda persona debe ser capaz de adquirir una forma de ser o carácter moral, por lo tanto, no
solo se deben plantearse la satisfacción de necesidades básicas sino también que las personas
cultiven una autoestima moralmente aceptable. Entender la libertad como la simple capacidad
de elegir o decidir sin ponderar otros aspectos de la elección es menoscabar a la moral de la
libertad.

La formación del carácter moral

Como vencer a las limitaciones inherentes del humano y si el Estado debe preocuparse de
formar el carácter de las personas para lograr que este sea cívico son problemas básicos para el
correcto funcionamiento de la democracia y de un Estado de Derecho.

Algunos psicólogos mantienen que los humanos se mueven por el contexto y entorno, nadie
confiesa que es insolidario, corrupto o intolerante, pero lo son. Si la personalidad psíquica se
confunde con la moral se corre peligro de una personalidad narcisista y carente de capacidad
para trascender y criticar constructivamente a la sociedad y a uno mismo.

Conclusión Victoria Camps

La ética no puede prescindir de la parte emotiva del humano porque su tarea principal es
poner orden y sentido a lo que nos afecta, para vivir y convivir mejor, lograr una sociedad
autónoma desde el punto de vista moral.

La motivación hace uso de las razones instrumentales para potenciar las emociones adecuadas
y llegar así a la formación del carácter o autoestima moral, al elegir nos enaltecemos o nos
degradamos, porque es parte de la libertad humana. El gobierno de las emociones sirve para
saber que las pasiones tristes o inadecuadas pueden ser superadas, que los sentimientos son
educables, pero que hay que encontrar un clima propicio y no olvidar la ética.

Usar el cerebro - Manes

Ciencias morales

La moralidad es producto de las presiones evolutivas que formaron la mente humana, la


principal función el cerebro es producir respuestas adaptativas a demandas físicas y sociales
que impone el entorno. Aun sin saberlo realizamos juicios morales en forma diaria en
situaciones que presentan un dilema moral acerca de si debemos actuar según intereses
propios o ajenos.

Las áreas frontales son la clave para la conducta moral y la cognición social que es la función
cognitiva que busca entender y explicar como los pensamientos, sensaciones y
comportamientos individuales son influidos por la presencia real o imaginaria de otros. Los
psicópatas muestran déficits en sus emociones y en la capacidad de entender las de otros, hay
una convicción popular que expresa que los juicios humanos son producto del razonamiento
moral deliberado, pero esto esta escasamente evidenciado neuro científicamente, pero si hay
evidencia de que las emociones tienen un rol clave en el pensamiento moral.

El racionamiento moral tal vez deba explicarse como un intento de explicación de las causas y
efectos de nuestras intuiciones morales. La corteza frontal administra la cognición moral y
social porque controla las reacciones inmediatas ante estímulos y es fundamental para
prevenir consecuencias de un comportamiento inadecuado. Los componentes neurales y su
relación con aspectos psicológicos subyacentes a la moralidad humana nos ayudan a entender
las fortalezas y debilidades de nuestra naturaleza.

Cerebro en construcción

Los cambios cerebrales y la adaptación son inherentes a la vida, las fases tempranas de
maduración son más dramáticas e importantes, su crecimiento y especialización sucede de
acuerdo a un programa genético que se modifica por influencias del ambiente y el entorno.

Las grandes vulnerabilidades y potenciales del cerebro dependen de los primeros veinte años
de vida, lo primero en madurar son los procesamientos de sentidos y movimientos, luego la
orientación espacial y lenguaje, siguen los lóbulos frontales para la planificación, decisiones,
memoria de trabajo y control de impulsos. Este proceso debe ser tenida en cuenta para las
políticas publicas y comunitarias en su conjunto, actualmente se advierte que se estimulan las
respuestas rápidas de los jóvenes sacrificando estas ultimas habilidades (planificar, reflexionar
y predecir consecuencias) y eliminando la posibilidad de un pensamiento abstracto para
imaginar y consolidar la identidad, es decir ser un ser pleno socialmente.

El cerebro adolescente

En la adolescencia se transita por superficies inestables, hay modificaciones cruciales en el


cerebro humano en esta etapa. El proceso de maduración de varios circuitos neurales durante
la adolescencia aún está incompleto.

Esta etapa esta destinada al desarrollo emocional y mental en pos de la vida adulta, por lo que
importara la capacidad en la toma de decisiones, inhibir respuestas inapropiadas, planificar,
ejecutar planes, ponerse en el lugar de otro y discernir entre las pautas de la sociedad sobre lo
que esta bien o mal. En la adolescencia cambia el balance de las conexiones entre las áreas
frontales y las emocionales.

La mielinización aumenta en esta etapa, por lo que permite que las señales viajen más rápido y
puedan interconectarse entre sí. Por esto es que se le complejiza las demandas y el pedido de
atención. En estos primeros veinte años es cuando aumenta la estructura que conecta los
hemisferios cerebrales, el cuerpo calloso, por lo que se debe integrar más fiablemente los
estímulos exteriores.

Esta reorganización cerebral es mas marcada por las experiencias que por la transformación
biológica.

Regulación de impulsos

Tiene función fundamental en la convivencia humana, tenemos la capacidad de transformar


esta regulación en experiencia emocional al reinterpretar o al cambiar el significado que le
damos a la situación que da lugar a la respuesta emocional, resolviendo tensiones entre los
diferentes actores cerebrales en la experiencia emocional.

Se plantea un desarrollo y habilidad mental al poder transformar la reacción violenta e


intemperante en una actitud paciente y templada.

Violencia impulsiva y violencia premeditada

La violencia genera costo para la sociedad, por lo que se busco predecirla y entenderla. Puede
ser individual o colectiva, en especial la agresión impulsiva recién se está empezando a
comprender, parece responder a falta de autocontrol sobre emociones negativas o la falta de
comprensión sobre las consecuencias que causara el comportamiento violento.

Por otra parte, la violencia premeditada representa planificación que no responde a la


frustración o amenaza inmediata, esta agresividad impulsiva se puede convertir en patología si
las respuestas agresivas son exageradas en relación con la provocación, pasando a dejar de ser
defensiva y normal de la conducta humana.

La serotonina ejerce un control inhibitorio sobre la agresión impulsiva, la falta de esta en


algunos casos genera violencia e impulsividad, a su vez también pueden surgir de anomalías
genéticas y a las diferencias individuales obvias entre personas y los efectos de los entornos.
Un déficit en la corteza frontal generaría vulnerabilidad a la agresión impulsiva.
Emociones y razones en las decisiones

Hay teorías que determinan las decisiones como derivaciones de la evaluación costo beneficio
entre distintas alternativas y decidimos básicamente con las emociones o con la parte cerebral
que controlan las emociones. En las decisiones donde no hay tiempo para analizar los pros y
contras dependen de quien resulta victoriosa entre las regiones cerebrales emocionales y las
racionales.

Ser seres racionales es discutido porque áreas cerebrales se actúan antes de que una persona
sea consciente de una decisión particular, muchas veces la toma de decisiones es influenciada
por procesos que no alcanzan a la consciencia. Algunos también padecen miopía del futuro,
prefiriendo la recompensa inmediata, aunque repercuta negativamente en el futuro, lo que no
se explica con dificultad de racionalidad sino por disfunción emocional.

Neurobiología en la toma de decisiones

Se sugiere que el razonamiento guiado por la emoción facilita el proceso de la toma de


decisiones. La toma de decisiones es un mecanismo cognitivo complejo donde el estado de
ánimo influye muchísimo y no es posible definir si estas decisiones son resultado de búsqueda
de riesgo o consecuencia de padecer impulsividad.

Miopía del futuro

Los humanos nos basamos en la experiencia, intuición y aprendizaje para integrar la


información de un contexto que cambia permanentemente, esto es obra del lóbulo frontal, por
lo que si este se daña se cambia la personalidad o esencia humana. Este lóbulo establece
objetivos y crea planes de acción, lleva a cabo las funciones ejecutivas las cuales pueden
dividirse en metacognitivas que incluyen la resolución de problemas, el pensamiento abstracto,
planificación, estrategia e implementación de acciones y por otro lado en las emocionales o
motivacionales que coordinan la cognición y la emoción, encontrar estrategias aceptables para
los impulsos o la inhibición de los impulsos básicos. La lesión en esta área no afecta la
definición de lo que esta bien o mal, sino que afecta la ventaja de la toma de decisiones,
privilegiando recompensas inmediatas.

Las habilidades metacognitivas se desarrollaron con el paso del tiempo y el avance tecnológico,
permitiendo resolver problemas cotidianos, de desarrollo y de expectativas. Pero la existencia
de estos problemas aun en este tiempo expresa que toda cuestión social o metacognitiva tiene
un aspecto emocional.

El estado afectivo complementa la racionalidad en la toma de decisiones, el cerebro se


desarrollo en base a esto y no es fácil ser neutral cuando existe la participación de otras
personas y es lo que hace creer que las decisiones se rigen solo por la racionalidad, aunque no
sea así. Por eso es que tanto los individuos como las sociedades pueden padecer miopía del
futuro, afectando el destino común y generacional, lo cual se debe evitar mediante la
educación para poder proyectar a futuro.

El ultimátum

Surge la neuroeconomía que estudia la base de los procesos cognitivos y emocionales en la


toma de decisiones económicas. Hay una parte del cerebro, la ínsula anterior que se asocia a
emociones negativas y la región prefrontal está asociada más a tareas cognitivas o racionales
que emocionales, por lo que mientras mas actividad de la ínsula hay mas posibilidad de
rechazo de propuestas o acciones, es decir que a mayor emoción negativa o disgusto hay
mayor posibilidad de rechazo de ofertas injustas.

Unidad 2

Aristóteles y su visión de la ética de la economía

La virtud no es suficiente por si sola para para la vida feliz, necesita de los bienes del cuerpo y
los externos. Es decir que la buena vida no solo consiste en ser prudente, justo y moderado,
sino que se complementa con el uso de los bienes necesarios para que sea buena (así concibió
la economía).

La fabricación y comercio de los bienes se llamo crematística y se definió a la moneda como


instrumento que permitió mediante el precio comparar los bienes diversos y facilitar el
intercambio. El precio represento la demanda de un bien.

Pero la economía como tal solo usaba lo necesario para esta vida buena, para Aristóteles la
estimación de la demanda necesaria no debía ser arbitraria sino justa, porque parte de la
virtud es la justicia. Así Aristóteles supo que la riqueza también podía ser mal usada y que la
crematística se deviniera autónoma y buscara la riqueza ilimitada, al considerar el medio
(dinero) como el fin por una ilimitación del deseo, esta crematística se calificó como ilimitada,
no natural o censurada.

Cuando esta crematística ilimitada se instalaba en una sociedad se desnaturalizaba la totalidad


de las cosas por perseguir el placer excesivo usando todas las facultades de un modo
antinatural, algunos convertían en crematística todas sus facultades para producir dinero,
aunque este no fuese el fin de estas y que no todo debe encaminarse a ese fin. Todo se tiñe de
la intención de producir dinero, en nuestros tiempos se ve el objetivo de hacer dinero en todas
las actividades y la economía que trata de regular la vida de los hombres.

Luego de la crisis de 2007/08 se edificaron propuestas económicas en base a la noción


aristotélica de la vida buena, además de plantear la relación entre la economía y la ética, la
cual actualmente no tiene lugar por el modelo económico estándar. Otros autores analizaron el
capitalismo y su búsqueda de riqueza sin conformarse con lo necesario para una vida feliz y la
corriente happines economics además de los problemas ambientales.

En resumen, la sabiduría de los pensadores antiguos pueden ser una guía para la actualidad y
la base es que lo económico debe ser moral porque sino conduce a la decadencia personal y
social, es decir que las virtudes son indispensables para un buen funcionamiento económico.

El mundo de las substancias – Aristóteles

Personalidad

No se limito a repetir a Platón, creo su sistema de filosofía que abarco todas las ramas de esta
además de básicamente todos los sectores de las ciencias y el saber humano. Su obra fue
adaptada al pensamiento cristiano por Santo Tomas de Aquino, por lo que el pensamiento
aristotélico esta asimilado al pensar occidental y al contemporáneo por la extensión de la
escuela católica.

Se puede analizar a estos dos pensadores por contraposición, Platón representa al idealista que
tiene su pensamiento dirigido a otro mundo, que no es sensible sino perfecto, de idealidades
eternas, excelentes y bellas. Por su parte Aristóteles representa al realismo porque dice que el
verdadero ser no se encuentra en el mundo platónico, sino en el que vivimos todos los días.

Críticas a la teoría de las ideas

Aristóteles fijo su posición filosófica mediante criticas a Platón, su maestro. Afirmaba lo ideal o
la idea, lo universal y lo racional, sosteniendo que el único objeto posible de conocimiento
verdadero es la esencia, un ente inmutable que solo capta la razón humana. No comparte la
necesidad de establecer dos mundos separados segregando ideas o esencias (“formas” para él)
de las cosas sensibles, eso es lo que no admite del platonismo. Pero también tuvieron
coincidencias, como la concepción ideológica de la realidad o la valoración del concepto frente
a lo sensible y las críticas de Aristóteles pueden ser más dirigidas a discípulos platónicos que al
mismo Platón.

Entonces, para Aristóteles básicamente:

1. La duplicación de las cosas es innecesaria, porque al intentar determinar el


fundamento de todos los entes termina por complicarlo al pasar de la explicación de
un mundo a la explicación de dos, multiplicando innecesariamente las cosas. Genero
un principio implícito de la economía de pensamiento, el numero de entes no se
multiplicará sin necesidad, es decir que, si se puede resolver o explicar algo con ayuda
de un solo principio no hay necesidad de hacerlo con más, lo más sencillo siempre que
sea suficiente es preferible ante lo más complicado.

2. Platón intento explicar la relación entre dos mundos mediante la sensibilidad de las
cosas, las cuales son una copia o participan de una “idea”. Para Aristóteles estas no son
explicaciones reales, solo metáforas que no aclaran conceptualmente las cuestiones y
que lo ataban a un mundo anterior a lo racional y científico.

3. Las ideas son estáticas e inmutables y dadas estas no hay porque para la existencia de
cosas sensibles y cambiantes, es decir que las ideas no pueden ser causa de las cosas
sensibles (su generación y corrupción) porque lo permanentemente estático no puede
ser causa del devenir, por ejemplo, la idea de una casa no hará que esta surja.

4. Para Platón la semejanza entre las cosas es que participan de la misma idea, lo que
genera una serie infinita que no logra explicar nada y esta explicación se posterga y
mantiene abierto el problema.

Las categorías

La realidad es el mundo de cosas concretas en que vivimos, por lo que la metafísica (rama que
no bautizo él mismo, sino que su nombre surgió de una de sus obras más importantes) como
disciplina de la filosofía se ocupa de esta realidad.

Es un saber que se ocupa del ente de manera puramente contemplativa y de lo que le


compete, el ente tiene varios significados interrelacionados. El ente se dice de muchas
maneras, las cuales se resumen en el modo de ser “en sí/in se” o por sí mismo (una mesa que
existe) y “en otro/in alio” o estando en otros entes que se inhieren a él (color o tamaño de la
mesa).

“En sí” suele traducirse en substancia u ousia primera, es decir “esto que esta aquí”, un ente
individual y concreto, la cosa sensible. “En otro” suele denominarse como accidentes, son la
cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, posesión, acción y pasión. Estos 10
aspectos son maneras según cuales algo es y expresan las formas fundamentales de ser de ese
algo, esto es lo que se llamaron categorías, el modo fundamental de ser es el ser en sí mismo,
la substancia y los accidentes refieren a esta substancia, por ejemplo:

Estructura de la substancia. Forma y materia, acto y potencia

La substancia u ousia en su estructura es un compuesto o concreto, no es algo simple sino


constituido por dos factores o principios, la materia y la forma, los cuales nunca se dan
aislados, sino que solo se dan constituyendo un individuo.

La materia es “de que”, es decir aquello de lo cual algo está hecho, es lo indeterminado, pasivo,
el contenido o material que esta determinada por la forma, que es el “qué” de la cosa, no es la
forma de algo porque esto es un accidente, significa la esencia, lo determinante, activo y lo que
da carácter a la cosa. La materia es indeterminada y la forma le hace ser, le imprime una
esencia. Materia desde el punto de vista aristotélico no se refiere al materialismo, sino que es
un término puramente relativo a la forma, asemejándose al contenido, por ejemplo, un libro en
donde el contenido que se encuentra es la materia que trata.

Se ve la diferencia entre la idea de Platón que determinaba a la verdadera realidad como las
ideas, Aristóteles expresa que lo real reside en la forma, la cual no es la materia y se capta
mediante el intelecto. Para Aristóteles las formas son inmanentes a las cosas sensibles.

Al considerar las cosas en sus movimientos se observa que el equilibrio entre forma y materia
es inestable, donde siempre se da una preponderancia a una por sobre la otra. Por ejemplo, en
una mesa terminada predomina la forma, en tanto si se necesita destruirla para conseguir leña
pasara a ser más importante la materia. Para pensar en este dinamismo se introducen los
conceptos de potencia y acto, para considerar de manera mas plena que la anterior o menos
abstracta por no dejar de lado el movimiento, incluyendo los conceptos anteriores y
completándolos a su vez.

La potencia es la materia considerada dinámicamente, en sus posibilidades, por ejemplo, un


árbol es potencialmente una mesa. El acto es la forma dinámicamente considerada, es decir la
forma realizada en su perfección, por ejemplo, el árbol es un árbol en acto, es lo actual
oponiéndose a la posibilidad.

El cambio y las causas

La potencia y el acto responden al problema del movimiento o cambio, el movimiento es el


pasaje del no ser a ser, pero como no ser es un concepto contradictorio e impensable hacia
impensable el movimiento. Se logro pensar el movimiento en base a los conceptos
aristotélicos, ya que no toma en no ser y ser como absolutos, sino del ser en potencia y en
acto, por lo que el cambio es pasar del no ser en el acto, al ser en potencia y por último al ser
en acto.

El concepto general de movimiento es el cambio en general, del que se pueden distinguir


cuatro cambios particulares uno substancial y el resto accidentales:
1. Substancial: una sustancia aparece o nace y se destruye o muere, generación y
corrupción.

2. Cuantitativo: aumento o disminución, crecimiento

3. Cualitativo: alteración física

4. Local o de lugar: llamado comúnmente “movimiento”

Todo cambio tiene una causa, porque se conoce algo cuando se conoce su por qué o razón, su
causa primera. Hay cuatro causas:

1. Formal: es en la forma, esta a su vez es la causa de algo, lo que lo determina y lo hace


ser lo que es, entonces la causa formal es la forma específica del ente. Es el plan o
estructura considerando como informando un producto particular.

2. Final: la forma es una especie de meta que dirige todo el proceso del desarrollo
individual como objetivo que se busca lograr. Al considerarla de esta manera la forma
es la causa final, constituyendo un fin al que nos orientamos. Es el mismo plan
considerando en tanto todavía no incorporado a la cosa particular, sino como
aspiración natural, la perfección a la que se tiende.

3. Eficiente: el motor o estimulo que desencadena el proceso de desarrollo, no se


encuentra en el individuo sino en otro diferente. La forma tiene en su espíritu a la
causa eficiente y es relativamente exterior a la cosa en desarrollo.

4. Material: condición pasiva, pero necesaria como substrato que recibe la forma y se
mantiene a través del cambio. La materia es lo que hace que el mundo no sea de puras
formas sino sensible y cambiante, significa potencia o algo aun no realizado y por lo
tanto imperfecto.

Estas cuatro causas se reducen a la forma como principio de todas las determinaciones y la
materia como substrato indeterminado. En la actualidad hablamos de causa casi
exclusivamente en el sentido de causa eficiente, es decir como resultado de.

La escala de la naturaleza

Para Aristóteles la realidad esta constituida por las cosas individuales y concretas y en el
momento predominante, el cual les da realidad, la forma o el acto y la forma y la materia no
tienen una relación de equilibrio. Esto lleva a pensar al universo como una jerarquía de entes,
que va desde los que son predominados por la materia o potencia hasta los mas plenos o en
los que predomina la forma o acto. Se generan escalones o grados desde la pura materia hasta
el acto puro.

Empezando por la pura materia o materia prima sin nada de forma, pura potencia por lo que
no tendría existencia real porque la materia en si misma no es real ni inteligible, por lo que la
materia prima no puede ser mas que un supuesto lógico que surge de los grados de entes.

Entonces el primer peldaño lo componen los cuatro elementos sublunares, tierra agua, aire y
fuego. Son los menos formados que puede existir, donde lo material tiene mayor predominio,
son las cosas sensibles más simples que están constituidos por materia (la pura, solo
hipotética) y forma (característica propia que las distingue de las otras, sus cualidades propias
contrarias entre sí). Le siguen las substancias homeomericas, con partes homogéneas como
minerales o tejidos, la materia próxima son los elementos sublunares que se encuentran en
estos minerales o tejidos. El tercer peldaño son los cuerpos anomeomericos, los órganos, que
están constituidos por tejidos, pero son más complejas que las anteriores y su materia son los
tejidos. Luego el reino vegetal, cuya materia son los órganos por la necesidad de nutrición,
crecimiento y reproducción. Los animales cuya materia próxima son los vegetales y la forma
constituye el alma o vida sensitiva (sinónimos para Aristóteles) que tiene como función la
percepción dando lugar a los sentidos los cuales tienen distinto objeto según el fin de cada
uno. Por ultimo se encuentra el hombre cuya materia próxima es la vida sensitiva y su forma la
razón o capacidad de conocer las formas o esencia de las cosas, es decir que el entendimiento
humano tiene la potencialidad de captar las formas, el problema es determinar el como el
intelecto las capta, por lo que es necesario que este intelecto pasivo se complemente con un
intelecto activo que es quien ilumina al primero y nos da la posibilidad de pensar. Algunos
interpretes relacionaron este intelecto superior al humano y que viene de algo externo con
Dios por la oscuridad en este aspecto.

Dios

El humano es el ente mas complejo de la escala, el que contiene a todos los estratos anteriores
a él. Se platea el problema de determinar si sobre este existe alguna forma superior, ente que
sea puro acto, sin nada de potencia, algo plenamente perfecto.

Aristóteles sostiene que la existencia de este ente es necesaria para explicar el movimiento, lo
sensible o la materia siempre es algo en potencia que no puede moverse hasta que se actualice
su potencialidad mediante el acto o movimiento y este acto necesita algo que haya hecho
pasar de la potencia al acto, generando una serie sin termino y por ende sin causa, por lo que
necesariamente debe haber un motor inmóvil, algo que este siempre en acto sin residuo de
materia ni potencialidad, algo que es plenamente, algo contrario a la inexistente materia
prima, algo inminentemente real y bueno.

Es un acto puro e inmaterial por carecer de materia, espiritual, inmutable y suficiente, lo único
absolutamente real por ser puro acto, el cual equivale a realidad cuya actividad no es sino
pensar en lo mas divino y digno, se piensa a si mismo por ser lo mejor, su pensamiento es
pensamiento del pensamiento. No se ocupa de modo alguno sobre el mundo porque esto es
algo menos digno que él y le haría perder su perfección.

Todo el universo tiende hacia él como ultimo fin y de forma ultima de toda realidad.

La ética: medios y fines

Aristóteles piensa toda naturaleza de manera finalista o teleológica. Todo lo que sucede tiene
una meta o fin, esto se ve hasta en la escala natural que dicta al ir desde una materia menos
informada hacia grados superiores mediante continuo esfuerzo hasta llegar a la realización más
perfecta del hombre.

El hombre realiza continuamente acciones, guiándose por lo que considera un bien, no lo haría
por un mal, pero puede confundirse al considerar un mal como un bien. Además, existen
bienes que son solo medios para lograr otros, hay otros bienes que se consideran fines, es
decir que los buscamos por sí mismos, como el entretenimiento. Todos nuestros actos tienden
a dirigirse hacia un bien supremo que dé sentido a todos los demás medios y fines, porque si
buscamos una cosa por otra y esta por otra se generaría una serie infinita y carente de
significado, siendo en el fondo solo una serie de medios.
Las características de este bien supremo son que tiene que ser final, ser algo poseído por si
mismo y no por otra cosa y se tiene que bastar por si mismo, ser autárquico. Este bien supremo
es la felicidad, porque la elegimos siempre por sí misma.

Pero la felicidad puede encontrarse en cosas diversas, por ejemplo, en el placer (hedonismo).
Aristóteles rechaza esto porque en el hombre existen tres almas o vidas, la vegetativa, sensitiva
y racional donde el placer responde a la sensitiva, que es propia de los animales,
respondiéndose a placeres animales, por lo que no estaríamos viviendo en función de lo que
nos distingue como seres humanos, sino en función de la animalidad que hay en nosotros.
También se depende del objeto del placer, atándonos y esclavizándonos a este objeto, nos
quitaría la autarquía, por lo que el placer no se basta a sí mismo.

Por otra parte, están los honores, fama o carrera política. En este caso tampoco se alcanza la
autarquía porque estos no dependen de nosotros, sino de los demás que son quien nos los
otorgan o quitan, además por lo general quienes lo otorgan son las mayorías ignorantes. Se
busca la honradez como prueba del propio merito, que es en sí donde se encuentra el bien.

En cuanto a la riqueza, es evidente que el dinero no es un fin, sino un medio que es útil para
otras cosas.

No se niega el valor de lo antes mencionado, sino que los toma como encantos que puede
tener la existencia humana en todos sus aspectos.

Virtudes éticas y dianoéticas

Aristóteles expresa que la felicidad solo puede encontrarse en la virtud, es decir la excelencia o
perfección de la función propia de algo o alguien.

La virtud del hombre consiste en la perfección en el uso de su función propia, la razón, es decir
el desarrollo de alma o vida racional. El hombre también tiene una parte irracional los apetitos
o el deseo que a veces siguen lo que dicta la razón y otras veces no, por lo que surgen dos tipos
de virtudes, la de la razón considerada en sí misma (virtudes dianoéticas) y la de la razón
aplicada a la facultad de desear (virtudes éticas).

Las virtudes éticas se basan en un habito de elección, consistente y en una posición intermedia
determinada por la razón y en como lo haría un hombre prudente. La posición intermedia o
punto medio se encuentra entre los vicios, el exceso y el defecto.

Para que haya valor moral en una persona sus actos deben surgir de elecciones libres porque
de otra manera no puede clasificarse moralmente en bueno o malo. Se alaban y censuran las
acciones voluntarias. A su vez deben ser hábitos porque no basta con que una persona en un
caso dado elija lo debido para poder considerarlo virtuoso, una buena acción por sí sola no
revela virtud porque esta última es cuestión de practica y ejercicio. Por último, la posición
intermedia se basa en elegie el justo término medio, porque allí reside la virtud y este termino
esta establecido por la razón y la dotación de una buena moral, ya que este término no puede
ser siempre el mismo y depende de las circunstancias y personas de cada caso, por lo que el
término medio es relativo a cada persona en base a prudencia que debe tener un hombre que
ejercito su razón satisfactoriamente.

La máxima virtud ética es la justicia, siendo la virtud en si misma y la injusticia el vicio. Sin
embargo, no presenta autarquía plena porque requiere de otra persona respecto de la cual se
será justo, por lo que las virtudes éticas no son de por si completas ya que remiten a la
prudencia, una virtud intelectual.
Por su parte las virtudes dianoéticas o intelectuales se basan en el conocimiento, una es la
razón práctica, es decir contingencias que al estar en manos del hombre pueden ser de una u
otra manera, que son el arte que es el habito productivo acompañado de la razón verdadera y
la prudencia que es el arte practico verdadero, acompañado de la razón sobre las cosas buenas
y malas para el hombre y la otra es la razón teórica que concierne al conocimiento
contemplativo refiriéndose a la realidad y sus principios, a lo que es y no puede ser de otro
modo, es decir lo necesario, son la ciencia, intuición o intelecto y la sabiduría.

En estas virtudes de pensamiento, en la actividad contemplativa de la verdad, en la pura teoría


se encuentra la felicidad perfecta, la vida teorética se basta a si misma. El filosofo es quien mas
o mejor se basta a sí mismo por su vida de razón y contemplativa porque la sabiduría es la
virtud más alta, pero ningún hombre puede tener una vida puramente teorética ya que esta es
superior a la vida humana y estos tienen otras necesidades.

La moral de Kant

La moral de Kant se elaboró en los últimos años en que brillo la filosofía de las luces. Hazard
caracteriza esta época por un rechazo a las concepciones filosóficas, sociales, políticas y
religiosas del pasado y por una creencia entusiasta en la llegada de la felicidad humana
facilitada por las “luces”. El deber era ser felices, pero no se sabían los caminos.

Estas luces que abrirían los caminos fueron las ciencias de la naturaleza y del hombre. Se pone
en juego la razón calculadora al servicio de maximizar la felicidad, la cual estaba compuesta por
el máximo posible de placeres al precio de un mínimo posible de penas.

Por otro lado, algunos buscaron fundar una ciencia de objetos meta empíricos, objetos que
trascienden el espacio y el tiempo, una ciencia del ser en sí, el alma, Dios, las fuentes
ontológicas de la moral y la acción, las luces de un racionamiento dogmático.

Kant recibió estas luces de dogmatismo físico y metafísico, pero despertó al leer a Rousseau y a
Hume con la crítica al conocimiento de la causalidad, porque este juicio de causalidad no es
como se creía, es decir que no era analítico desplegado de la causa el efecto que se encontraría
en ella, sino que era sintético afirmando una conexión necesaria entre causa y efecto
heterogéneos entre sí. Esto comprometía las “luces” de la metafísica que pretendía conocer
realidades trascendentales y de la física que pretende conocer necesidades fenomenales, lo
que amenazaba con arruinar la moral.

Kant se pregunto si la moral no tiene un fundamento directamente racional y si la ley moral no


es una ley de la razón. Empezó un examen critico del valor de nuestra razón y sus poderes
legítimos, el cual se basaba en ¿qué puedo saber? (critica de la razón pura), ¿qué debo saber?
y ¿qué me está permitido esperar? (fundamentos metafísicos de la costumbre y critica de la
razón practica).

¿Qué podemos saber? Doctrina de la ciencia

Que nuestra razón tenga cierto poder de conocer esta sostenido por la existencia y el progreso
de la ciencia. Se distingue esencialmente la materia del conocimiento que se aporta al espíritu
de la forma del conocimiento que es portada por el espíritu, siendo el conocimiento posible
mediante este doble aporte.

La forma del conocimiento humano es racional y nuestra razón es una estructura de formas
que unifica el “yo pienso”, esta estructura comprende las formas:
1. Receptivas de la experiencia o trascendentales a priori de la sensibilidad: estas formas
de sensibilidad de la razón son el espacio y el tiempo, todo lo que nuestra razón
recibirá bajo estas formas tendrá forma espacio temporal.

2. Constituyentes, constructoras de los objetos de la percepción y de la ciencia:


categorías y principios del entendimiento puro.

3. Ideas trascendentales de la razón: ideas reguladoras, ideal de la unificación progresiva


de nuestros conocimientos, las que estimulan nuestra actividad racional hacia la
unidad del conocimiento. Las ideas de mundo, alma y dios.

Esta estructura racional esta unificada por la unidad del “yo pienso”, que debe poder
acompañar todas las representaciones.

La materia del conocimiento es sensible y esta dada en la intuición sensible, las del espacio
tiempo, que luego serán intuiciones empíricas aportadas por las sensaciones y recibidas por la
sensibilidad de la razón.

¿Qué debemos hacer? Doctrina de la moralidad

Esto no puede preguntarse a la ciencia, que solo pueden conocer fenómenos. Tampoco a la
metafísica que presenta como su objeto a lo trascendente. Una ciencia que responda esto seria
inaccesible para la razón formal que no encuentra para alimentarse mas que intuiciones
sensibles. Así se excluyen las morales científicas y teleológicas. Solo queda el camino que lleva
a la búsqueda del lado del sujeto trascendental.

Se establece una metafísica de las costumbres que busca fundar en la razón trascendental las
leyes de aquello que debe ser por libertad a diferencia de la metafísica de la naturaleza que
busca fundar en las leyes de aquello que es la experiencia.

Antes de aplicarse al hombre la moral deberá estar fundada universalmente para todo ser
racional, debe ser fundada en la pura razón para asegurar el imperio de la ley moral universal.

¿Qué nos esta permitido esperar? Doctrina del soberano bien

Implica un doble elemento, por una parte, el cumplimiento perfecto de la moralidad, esta
perfección es la santidad de la voluntad que consiste en su conformidad perfecta con la ley
moral. Una voluntad sana es aquella incapaz de oponerse a la ley moral. Por otra parte, una
síntesis final de la moralidad perfecta y de la felicidad, el soberano bien, que se basa en:

1. Inmortalidad del alma: conformidad entera de la voluntad a lo universal, este ideal de


perfección no es alcanzable por ningún ser razonable del mundo sensible porque su
voluntad siempre es tironeada por una sensibilidad subjetiva particular y la razón
universal, por lo que la santidad del alma necesita un progreso infinito y una
personalidad persistente indefinidamente, es decir inmortalidad.

2. Existencia de Dios: la felicidad debe estar unida a la moralidad y que la felicidad corone
la santidad. La virtud no consiste en buscar la felicidad, pero vuelve digno de ella a
quien la práctica. La conexión necesaria de la santidad y la felicidad exige una causa
suprema que trascienda la naturaleza, es requerida y postulada por la razón práctica.
¿Qué podemos saber? ¿Qué podemos hacer? ¿Qué podemos esperar? Nosotros podemos
saber el orden de los fenómenos en el espacio y en el tiempo. Nosotros debemos hacer
nuestro deber. Nosotros podemos esperar el Soberano Bien.

Kant – Navarro Cordón

Razón teórica y razón practica

La actividad racional no se limita al conocimiento de los objetos, el humano necesita saber


como ha de obrar y como será su conducta. La razón entonces posee también una función
moral, que responde al qué debo hacer. Esta dualidad puede expresarse al distinguir entre
razón práctica y teórica, siendo dos funciones de la misma razón que es una.

La razón teórica se ocupa de conocer como son las cosas, en tanto la práctica de saber como
debe ser la conducta humana (no como es), es decir que no le importa los motivos que
determinan empírica y psicológicamente a los hombres, sino los principios que lo mueven para
que su conducta sea racional y por lo tanto moral. La ciencia (razón moral) se ocupa del ser,
mientras que la moral (razón práctica) se ocupa del deber ser.

La diferencia entre ellas esta en la forma que una y otra expresan sus principios o leyes, la
teórica formula juicios, mientras que la práctica formula imperativos o mandamientos.

El formalismo moral

Para Kant la teoría moral no es menos original que su teoría del conocimiento científico, si
antes toda ética había sido material, la ética de Kant es formal.

Éticas materiales

Fijan un bien supremo para el ser humano como criterio de la bondad o maldad de sus
conductas, los actos serán buenos cuando nos ayuden a acercarnos a ese bien, mientras que
serán malos cuando nos alejen. Entonces los elementos son los bienes (cosas buenas para el
hombre) y una vez establecido el bien supremo se establecen normas o preceptos para
alcanzarlo.

Esta ética tiene contenido al establecer el bien supremo y en cuanto dice que hay que hacer
para alcanzarlo.

Criticas de Kant a las éticas materiales

1. Son empíricas, a posteriori, es decir que su contenido se extrae de la experiencia. Se


generaliza a partir de la experiencia y pretende formular imperativos universales, a lo
que Kant sostenía que de la experiencia no pueden extraerse estos principios
universales.

2. Los preceptos de estas éticas son hipotéticos o condicionales, no valen absolutamente,


sino que solo condicionalmente como remedios para conseguir un fin que no es
universal sino específicos de ciertas condiciones.

3. Estas éticas son heterónomas, lo contrario a autónomas. No se dan a sí mismas las


leyes, los sujetos no se determinan a sí mismos a obrar y las leyes se reciben por fuera
de la propia razón de los individuos. La voluntad es determinada a obrar por el deseo o
la inclinación.
Ética formal de Kant

A partir de la critica el razonamiento de Kant es sencillo y se expresa en que todas las éticas
materiales son empíricas y sus imperativos hipotéticos, por lo que una ética realmente
universal y racional no ha de ser empírica, sino a priori, sus imperativos no hipotéticos sino
absolutos y por último debe ser autónoma en donde los sujetos se determinen por sí mismos a
obrar y darse por si mismo la ley. Entonces una ética universal y racional debe ser formal.

La ética formal carece de contenido en lo que respecta a establecer bienes o fines a perseguir y
no dice que hemos de hacer, sino como debemos actuar o las formas de obrar.

Al señalar como se debe obrar un hombre actúa moralmente cuando actúa por deber, que es la
necesidad de una acción por respeto a la ley y no por la utilidad o satisfacción que nos pueda
proporcionar. Así se distinguen tres tipos de acciones: contrarias al deber, conformes al deber y
hechas por deber, siendo las ultimas las que tienen valor moral. Si una acción conforme al
deber es un instrumento o medio para lograr un fin no puede considerarse moral, ya que no se
hace por deber sino con un objetivo.

Por último, la exigencia de obrar moralmente se expresa en un imperativo que no puede ser
hipotético, sino categórico o absoluto. Esto es el imperativo categórico de Kant, el cual definió
como obrar según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley
universal, esta es la formula madre que muestrea el carácter formal de la ética porque no
establece una norma concreta, sino que la forma de las normas dependerá de la conducta de
cada uno, lo que se denominó máximas y puede surgir cualquiera de cualquier sujeto que
desee que algo se convierta en norma para todos los hombres, en ley universal. La existencia
de este imperativo categórico muestra la exigencia de universalidad que también existe en la
ética racional, pero en este caso no es hipotético.

También definió este imperativo categórico como obrar de tal modo que uses la humanidad,
tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin y nunca
meramente como un medio. En esta definición se incluye la idea de un fin, solo el hombre es
racional, por lo que es fin en sí mismo, nunca deberá ser utilizado como un simple medio.

Unidad 3

¿Qué es la ciencia?

La ciencia y la crisis de nuestra época

Sin la ciencia no solo nuestra vida material se modificaría, variaría nuestra visión del mundo y
de nosotros mismos (ideales, valores, costumbres, etc.), aumentaría la mortalidad y todo sería
más complicado, pero se evitarían las amenazas nucleares y se reestablecería el equilibrio
ecológico. Así la ciencia compromete la misma existencia del planeta.

Al comienzo de la modernidad (siglo XVII) se suele considerar el nacimiento de la ciencia


actual, luego de toda su gestación iniciada en el siglo VI a.C. en Grecia por el intento de los
griegos de dar explicaciones racionales, siendo la ciencia la que busca heredar esos esfuerzos y
desprenderse de lo mítico, religioso y metafísico.

Los cambios fueron y son permanentes hasta el día de hoy. Las formas de producción y
organización social llamada capitalismo constituyo parte del desarrollo de las ciencias, las
evoluciones de ambas fueron retroalimentadas mutuamente, las aplicaciones de la ciencia y
tecnología aportaron al proceso económico y lo orientaron, a su vez los problemas productivos
y comerciales plantearon cuestiones que llevaron a avances teóricos de las ciencias.

La ciencia pudo dar explicaciones y generar procedimientos para provocar grandes cambios,
entonces esta es eficaz para dar respuestas con consecuencias prácticas, siendo más eficaz que
sus antecesores en este aspecto (mito, religión, etc.). La ciencia no puede separarse del avance
y aplicación tecnológica.

Las explicaciones científicas posibilitan saber el cómo es la realidad junto con las condiciones y
relaciones a crear o cambiar para manejar determinados fenómenos y adaptar los
conocimientos a estos. Los científicos y técnicos no estudian el para qué o el fin para el que
realizan las cosas, aunque pueden estudiar las consecuencias posibles, sino que determinan los
medios para obtener un fin usando teorías que especifican el cómo de las cosas. El
conocimiento científico permite el dominio de los fenómenos.

Para entender la historia de avances, beneficios sociales, condiciones infrahumanas de trabajo,


desarrollo, creatividad, opresores, destrucción y demás conceptos contradictorios es necesario
analizar la relación del poder que entrega la ciencia y la organización social, política y
económica.

Algunos sostienen la posible solución de los problemas con mas avance científico y hasta que
una etapa de plenitud humana será la que sea dominada por la ciencia, es decir el estadio
positivo distinguido por la fe en el progreso (Comte), a día de hoy esta creencia solo perdura en
el valor de la metodología científica, el seguro avance de las ciencias y la necesidad de orden
científico en todos los ámbitos humanos.

Por otro lado, otros afirman que la ciencia es valiosa como herramienta para domar la
naturaleza y remodelar la sociedad, es valiosa en sí misma como clave para la inteligencia y
eficaz en la liberación de la mente (Mario Bunge), entonces el conocimiento científico nos
permite comprender las realidades interna y externas del hombre, por lo que su único perjuicio
es su posible mala aplicación. Todo avance científico beneficia, siendo la ciencia neutra y la
tecnología ambigua, ya que nos brinda instrumentos que pueden servir para el bien y el mal.
Lo inadecuado en la ciencia para estas personas es su instrumentalización, de lo cual son
responsables las personas (o políticos). Bunge sostiene que lo único que puede salvarnos de los
efectos nocivos de la tecnología es mas tecnología, la cual depende del desarrollo científico.

Para otra parte el proceso de desarrollo desde la modernidad es criticable porque nuestro
sistema social defiende concepciones derivadas de las practicas científicas y tecnológicas como
por ejemplo la búsqueda de eficacia, el culto a la productividad, la preocupación por la
racionalidad, la prioridad del hecho por sobre los fines, etc. todas estas concepciones sirven
como cobertura para las empresas dominantes (Ladriére). Estas concepciones positivistas o
cientificistas rigen en nuestra cultura y se olvidan o contrarrestan los valores del contacto,
comunicación, intuición, afectividad, creatividad, simplicidad y espontaneidad, es decir lo
autentico, por lo que sostienen que se los debe defender ante la ciencia a la cual se le critica su
supuesta neutralidad, se la toma como cómplice de la sociedad opresora e injusta por estar sus
desarrollos íntimamente vinculados. Entonces los problemas contemporáneos llevan a una
crisis provocada por el desarrollo científico, pero resulta ingenuo proponer eliminar la ciencia.

Feyerabend considera que un determinado proceso histórico en que la ciencia venció al mito,
religión y brujería muestra su poder, pero su éxito no hace que sea la mejor forma de
conocimiento, defiende la libertad y el respeto de las soluciones alternativas, es decir que se
debe eliminar la primacía de la ciencia y aceptar a su vez la no exclusión de otras formas de
resolución de los problemas humanos. Ladriére sostiene que se necesita una racionalidad
ampliada para reflexionar de nuestra crisis, ya que se confunde racionalidad general con
racionalidad científica, es decir que solo se cree racional lo que cumple con la ciencia y sus
metodologías, dando importancia a los medios científicos y sin darle importancia a los fines en
sí.

Para reflexionar acerca de la totalidad de la vida humana y su sentido hace falta una razón
ampliada y totalizadora.

El conocimiento científico

No hay una conciencia clara de que es la ciencia, de como se produce el conocimiento


científico ni de como se aplica a la tecnología las teorías científicas. Al hablar de ciencia se hace
referencia a un conocimiento, un cuerpo de ideas y a veces no es distinguible con precisión la
tarea necesaria para producir estos conocimientos, entonces se diferencia la investigación
científica que es la actividad productora del conocimiento científico que es el resultado de
cómo se efectúa la actividad anterior.

También es necesario distinguir la ciencia de sus aplicaciones, distingue a la ciencia que el


conocimiento científico puede ser aplicado a la realidad. Se denomina técnica a los
procedimientos usados para dominar fenómenos y cuando estas surgen de la aplicación de
conocimientos científicos es cuando se considera tecnología. La tecnología toma teorías o
conocimientos científicos y las adapta para determinados fines, las construcciones,
medicamentos, computadoras, etc. se obtienen de la tecnología.

Una tarea teórica como la producción de conocimiento científico tiene connotaciones practicas
mediante la tecnología, esto surge de analizar la totalidad que abarca lo que se denomina
ciencia. Así la ciencia contribuye y perjudica a la humanidad por su influencia en la sociedad.

La investigación científica produce conocimiento científico y la aplicación de estos genera


tecnología que influye en la sociedad.

En consecuencia, se puede definir un nivel teórico y uno practico en la ciencia, permitiendo


hablar de ciencia pura (investigación de problemas teóricos, independientemente de la
aplicación) y de ciencia aplicada (en base a la pura se estudian problemas prácticos).

Las posibilidades teórico practicas del conocimiento científico son muy amplias, esto por sus
características que se basan en el lenguaje y el conocimiento. La ciencia es una forma de
conocimiento que se formula en el lenguaje. En cada ciencia particular se busca formular
teorías que expliquen todos los fenómenos de su ámbito de estudio y a su vez integre teorías
más restringidas e históricas porque la ciencia es un conocimiento sistemático, un todo
relacionado que tiene la capacidad de desarrollarse, los nuevos conocimientos se integran al
sistema y se relacionan, a su vez es verificable y metódico por lo que resulta fundamentado.
Los resultados son provisorios por lo que la investigación puede reformularlos o reemplazarlos,
generando objetividad. A su vez la ciencia busca explicar la realidad mediante leyes que
posibilitan predicciones y aplicaciones practicas del conocimiento que es comunicado en un
lenguaje de reglas precisas y explicitas, evitando ambigüedad.

Características del conocimiento científico

Al ser una de las formas mediante la cual nos acercamos a la realidad, nos relacionamos con
ella, tratamos de describirla y explicarla, se puede decir que el conocimiento científico
describe, explica y predice, lo cual es común al conocimiento cotidiano no científico.

1. Describe: enuncia características de objetos, fenómenos, acontecimientos, procesos y


demás hechos.
2. Explica: busca causas.
3. Predice: es capaz de anticipar la producción de un hecho si se dan determinadas
condiciones.

Por otro lado, las características particulares del conocimiento científico son:

1. Critico analítico: separa los distintos elementos de una totalidad estudiada (analiza) y
los examina detenidamente mediante argumentos racionales (crítica). Es critico de si
mismo y se expone a su vez a la crítica externa.
2. Metódico sistemático: sigue una sucesión de instancias a cumplir para alcanzar su
objetivo mediante procedimientos que responden a una estructura lógica previa. Estos
procedimientos no son circunstanciales, porque el sistema científico se basa en un
sistema de relaciones entre hipótesis y derivaciones empíricas o experiencia, las cuales
son organizadas y clasificadas sobre la base de principios explicativos. Los métodos
científicos se articulan sistemáticamente en las estructuras de las teorías científicas,
dado que cumpliendo un orden se integran a la totalidad teórica de estas estructuras.
3. Controlable: establece parámetros que permiten verificar sus afirmaciones o refutarlas.
4. Unificado: busca principios generales que den cuenta de todas sus afirmaciones,
buscando unificación de conocimientos para explicar la mayor cantidad posible de
fenómenos con la menor cantidad de leyes posibles.
5. Lógicamente consistente: hay exigencia actualizada de rigor lógico, es decir que es
necesaria coherencia interna y validación empírica de las teorías.
6. Comunicable: por medio del lenguaje de forma precisa, sin vaguedades e
imprecisiones. Debe comunicar de forma inequívoca y en sentido neutro con el solo fin
de informar.
7. Provisorio: las leyes científicas son proposiciones de alcance universal, de las que
surgen consecuencias y pueden derivar enunciados de alcance singular que pueden ser
contrastados con la experiencia para determinar su valor de verdad.
8. Solido, fundamentado y confiable: es objetivamente probado, pero a su vez provisorio,
generando el progreso gracias a la prueba y error, conjeturas y refutaciones.
Sobreviven las teorías más aptas.
9. Forma parte de la ciencia: es la ciencia o parte de esta mas abarcativa porque
comprende varios sentidos.

Clasificación de las ciencias

Las ciencias se distinguen formales (lógica y matemática) y fácticas (naturales y sociales).

El objeto de estudio de las ciencias formales se caracteriza por tener existencia ideal, es decir
que sus signos no existen en la realidad espacio temporal, sino son vacíos de contenido.
Cuando se establecen correspondencias con los hechos y se los aplican a la realidad empírica
pueden ser “interpretados”. Los enunciados entonces son analíticos por constituir relaciones
entre signos vacíos de contenido, el método será la demostración lógica o deducir un
enunciado de otro por inferencias lógicas y la verdad será necesaria producto de la coherencia
del enunciado dado y del sistema de ideas admitidos previamente, además de la contradicción
e inferibilidad con las proposiciones.

Por su lado las ciencias fácticas o de hechos son las que informan sobre los entes materiales,
por lo que su objeto es la realidad empírica, sus enunciados son proposiciones sintéticas-
denotativas y su método es la constatación empírica. El objeto de las ciencias naturales es la
naturaleza y de las sociales es el hombre, pero la diferencia sustancial entre ellas es el tipo de
conocimiento.

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