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Autobiografía

Mi nombre es Martina, tengo 16 años y nací el 1 de marzo del 2006 en


la ciudad de Victoria, viví hasta los 5 años en Curacautín, ya que es un
pueblo pequeño, no existían oportunidades de trabajo ni estudios
universitarios para mis hermanos, así que mi familia y yo decidimos
mudarnos a la ciudad de Temuco. Mis padres siempre fueron personas
creyentes en Dios, a lo largo de sus vidas conformaron dos Iglesias; una
en Curacautín y luego otra en Temuco. Quizá hasta ahora parezca
irrelevante, pero la forma en que la religión repercutió en mí, marcó
gran parte de mi vida, esto porque mis padres tenían una forma de
pensar muy cerrada, conservadora e imperativa, con imperativo me
refiero a que no estaba permitido escuchar música secular o que no
fueran alabanzas, no podíamos oponernos a asistir a la iglesia o
faltarnos las oraciones, debíamos vestirnos de forma recatada y nunca
contradecirlos. Esto son solo algunos ejemplos que terminaron por
cansarme y fastidiarme. Yo no quería ser obligada a creer en Dios ni
actuar según la biblia, menos siendo yo una niña. Siempre me gustó
hacer lo que yo quería, tenía tendencias un poco rebeldes que
aumentaron al sentirme sometida. Hace más de dos años que mis
padres terminaron su pastorado y desde entonces siento un gran peso
aliviado.

Podría decir que mis peores traumas o pesadumbres son debido a la


relación con mi padre. Es contradictorio que cuando pequeña adoraba
estar con mi papá, por lo menos hasta los 11 años era muy apegada a
él, luego fueron aconteciendo sucesos que me colmaron de rencor.
Discusiones entre mis padres, actitudes abusivas de mi papa, los
castigos que recibía y el daño que causó en mi madre y hermanos me
nublaron. Me duele sentir que no es un papá para mí, me gustaría creer
que un día el realmente intentará ser un papá, que me apoye, que
pueda confiar en él, que no tenga miedo de él, que pregunte cómo
estuvo mi día y pueda hablar cómodamente. Ya perdí esperanzas de que
algún día cambien las cosas entre él y yo.

En el año 2019 llegue a la escuela, donde fui bien recibida y formé un


grupo de amigas. A fin de ese mismo año, recuerdo haber visto a mis
amigas fumar cigarro, por lo que me ofrecieron y yo no accedí. Con el
tiempo cada una fue integrándose en el ambiente de fumar y beber, solo
quedaba yo, que por querer ser parte de un grupo acepté unirme. Yo no
me sentía cómoda, pero persistí hasta que actitudes de envidia e
hipocresía de parte de mis amigas hicieron que me alejara. Después de
esto, empezó la pandemia y ya que había cortado todas mis amistades,
me sentí sola durante todo ese periodo. Al entrar a clases el 2021 a final
de año, logré formar otro grupo de amigas donde si me sentía cómoda y
podía ser yo misma, pensaba que ellas nunca podrían hacerme daño
como el que me habían hecho. Este año al entrar a clases, el lazo con
mis amigas fue fortaleciéndose, hasta que actualmente, pude enterarme
que una amiga criticaba y comentaba de mí a mis espaldas. Aunque
intente minimizarlo, realmente me hizo daño y surgieron nuevamente
sentimientos e inseguridades por las que ya había pasado.

Aunque no han transcurrido solo experiencias relativamente negativas,


decidí contar estas experiencias, ya que el último tiempo han estado
estos recuerdos y emociones muy marcados, por lo que en cierta forma
pude desahogarme escribiéndolas.

Entrevista
Esta entrevista va dirigida a mi pareja.

¿Qué opinas de mí?

“Opino que eres buena persona, simpática, que trata de ayudar a los
demás, buen sentido del humor y distinto al resto, Físicamente tienes
muchas habilidades y condiciones, mejoras fácilmente en los deportes
aunque ni siquiera te des cuenta y aprendes rápido. Te estresas fácil,
pero al mismo tiempo puedo lograr que tu ánimo mejore rápidamente.
Encuentro que eres una persona en quién se puede confiar, que se
preocupa por el resto y está dispuesta a ayudar a los demás. Cada vez
que te equivocas, intentas mejorar y lo haces rápidamente. Te gusta
probar cosas nuevas, eres apañadora y una persona fiel que valora el
esfuerzo del resto. Eres alguien muy expresiva, se notan fácilmente tus
cambios de ánimos o si es que te pasa algo, se nota por tu cara y tu
actitud. A veces te cierras mucho con las personas, no dejas que
conozcan de ti o no confías en el resto.”

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