LOS DELITOS AMBIENTALES EN LA LEGISLACIÓN PARAGUAYA

Apuntes sobre los Delitos Ambientales en la Legislación paraguaya

Hugo Enrique Cañiza1

SUMARIO: Introducción. 1. La Protección Ambiental en la Constitución Paraguaya.

1.1. El Derecho de la Persona a un Ambiente Saludable. 1.2. La Protección
Ambiental. 2. La Normativa Penal Ambiental en el Paraguay. 2.1. La Ley 716/96
“Que sanciona los Delitos contra el Medio Ambiente”. 2.2. Los Delitos
Ambientales en el Código Penal. 3. La Persecución de los Delitos Ambientales en el
régimen paraguayo. 4. Reflexiones respecto de la regulación penal ambiental en
Paraguay. Referencias Bibliograficas

Introducción

Con el grado de deterioro ambiental que se ha experimentado en los últimos años,

la tutela ambiental se ha transformado en acontecimiento de primera magnitud en el
ámbito del derecho punitivo.

En la actualidad no hay duda de que las libertades humanas, así como la vida
misma peligran a causa del agotamiento de los recursos naturales y es a partir de ahí que
para el ordenamiento jurídico surge el problema de asegurar al mismo tiempo el

1
Abogado, Notario y Escribano Público por la Universidad Nacional de Asunción (UNA), con
Especialización y Maestría en “Derecho Ambiental” por la Universidad del Norte de Paraguay.
Magister en “Políticas, Legislación y Gestión Ambiental” por la Universidad Paulo Freire de Managua
(Nicaragua). Máster en “Derecho de la Administración del Estado” por la Universidad de Salamanca
(España) y con Maestría culminada en “Ciencias Penales” por la Facultad de Derecho UNA.
Egresado de la Escuela Judicial del Consejo de la Magistratura de Paraguay; con Posgrado en “Política
y Legislación Ambiental” por la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad Católica Nuestra
Señora de la Asunción (UCA). Diplomado en “Derecho Administrativo” por el Centro de Investigación
en Ciencias Sociales y Derechos Humanos e Instituto Técnico Superior René Cassin y la Universidad
Comunera (UCOM); y Diplomado en “Políticas, Gestión y Legislación Ambiental” por el Instituto
Superior de Postgrado Vía Pro-Desarrollo.
Docente Universitario en cursos de Grado, Postgrado, Especialización y Maestría. Docente por
concurso de la Academia de Policía Nacional del Paraguay y Docente por concurso de méritos de la
Escuela de Estrategia Policial de la Policía Nacional de Paraguay, en la Maestría en Ciencias Policiales.
Disertante en varios seminarios y eventos de capacitación. Con varias publicaciones realizadas en la
materia de su especialidad. Docente Encargado de la Cátedra de Derecho Agrario y Ambiental, Facultad
de Derecho UNA, Filial San Pedro de Ycuamandyju.
Es Miembro de la Liga Mundial de Abogados Ambientalistas (LIMAA), Miembro de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Miembro de la Asociación
Latinoamericana de Gestión Ambiental (AMCLA), Fundado en Osaka – Japón en marzo de 2009,
Miembro del Colegio de Abogados del Paraguay. Es Fundador de la Red Legal Latinoamericana de
Gestión Ambiental Pública (fundado en Panamá), y Fundador y Miembro del Centro Interdisciplinario
de Estudios en Derecho Público (CIDEP) de Asunción.
Ha desempeñado funciones en distintos ámbitos de su especialidad, en la Unidad Penal Especializada
Ambiental del Ministerio Público, Director General de Gestión Ambiental de la Municipalidad de
Asunción, Director de la Dirección de Asesoría Jurídica de la Secretaría del Ambiente (SEAM),
Director Jurídico del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible de Paraguay (MADES), Asesor
de la Superintendencia de Gestión Ambiental de la Dirección Coordinación de ITAIPU Binacional.
Actualmente es Asesor del Departamento de Derecho Ambiental de la Dirección Jurídica de ITAIPU
Binacional.

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desarrollo económico y la conservación del equilibrio con el ambiente. Los gobiernos

han reaccionado ante esta situación, con la sanción de leyes penales ambientales.

En ordenamiento jurídico del Paraguay, se ha sancionado una Ley específica que

castiga a los delitos ecológicos, y posteriormente se ha incluido en el Código Penal una
sección especial de hechos punibles que atentan contra los bienes jurídicos ambientales.
Ello se concreta en la Ley 716/96 “Que sanciona los delitos contra el medio ambiente” y
dentro del cual se halla el Capítulo I del Título III con el título de “Hechos Punibles
contra las bases naturales de la vida humana”, del Código Penal donde se establecen los
delitos que, afectando al ambiente, ponen en peligro la vida humana (Arts. 197 al 202),
complementando a las previsiones contenidas en la Constitución Nacional paraguaya de
1992.

Las vulneraciones al derecho a un ambiente sano revisten una gravedad que las
hace merecedoras de la más fuerte de las reacciones estatales. Pero justamente por la
gravedad que reviste el ejercicio del ius puniendi, el derecho penal se ha munido de una
serie de garantías jurídicas, para asegurar que los derechos procesales de la persona
investigada no sean violados. Si sumamos esta tendencia garantista del derecho penal, a
la complejidad técnico-jurídica que traen consigo las ciencias ambientales, tenemos
como resultado una rama merecedora del más profundo y detallado análisis si queremos
lograr efectividad en la aplicación de sus normas.

El derecho penal ambiental en el Paraguay ha tenido un notable desarrollo en los

últimos años. No obstante, las dificultades que se presentan al aplicar esta normativa
son aún muy numerosas. Por ello, resulta necesario conocer cómo se desarrolla este tipo
de responsabilidad y principalmente cuando se tratan de operadores encargados del
cumplimiento.

La estricta atención que merece el principio de legalidad en el derecho penal, la

excesiva criminalización de las infracciones ambientales que se ha dado en los últimos
tiempos, y la constante injerencia del derecho administrativo en el derecho penal
ambiental, son puntos que merecen una delicada investigación, y de los cuales nos
ocuparemos en el presente artículo.

Sobre la base de lo mencionado, en este material, se realiza una exposición del

marco jurídico de la legislación penal en el Paraguay, con la descripción de cada uno de
los artículos que castigan los ilícitos ambientales.

1. La Protección Ambiental en la Constitución Paraguaya

En la República del Paraguay, para el año 1992 la Constitución Nacional paraguaya

insertó dentro de sus preceptos y como uno de los derechos fundamentales de los
ciudadanos, el derecho al ambiente saludable y ecológicamente equilibrado, el cual
posteriormente estaba llamado a generar procesos de regulación ambiental en el sistema
jurídico nacional y detalló la necesidad de la protección ambiental.

Esta Constitución (1992) se refiere al ambiente directa e indirectamente en varias

de sus normas, a saber:
⎯ Art. 6°, de la calidad de vida,

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⎯ Art. 7°, del derecho al ambiente adecuado,

⎯ Art. 8°, de la protección ambiental,
⎯ Art. 38°, de la defensa de los intereses difusos,
⎯ Art. 112°, del dominio de Estado,
⎯ Art. 176°, de la Política económica y de la promoción del desarrollo2.

De los mencionados, cada uno contribuye a incluir como temática la cuestión

ambiental, sin embargo, dos son los considerados fundamentales a efectos de la gestión
ambiental, el 7° y 8° respectivamente3.

Como resultado de estas disposiciones constitucionales, se ha desarrollado una

importante cantidad de legislación ambiental en el Sistema Legal paraguayo,
adoptándose leyes sobre agua, aire, suelo, fauna y flora (biodiversidad), y que
constituyen cimiento para la aplicación de las normas penales de carácter ambiental.

1.1. El Derecho de la Persona a un Ambiente Saludable

El artículo 7º de la Constitución, eleva al rango de derecho fundamental el derecho

de las personas a vivir en un ambiente saludable y ecológicamente equilibrado, cuando
establece que:
“Toda persona tiene derecho a habitar en un ambiente saludable y
ecológicamente equilibrado… Constituyen objetivos prioritarios de interés
social la preservación, la conservación, la recomposición y el mejoramiento
del ambiente, así como su conciliación con el desarrollo humano integral.
Estos propósitos orientarán la legislación y la política gubernamental
pertinente”.

Para determinar la tutela ambiental, el sentido de la inclusión del ambiente en el

sistema de los derechos fundamentales y examinar su relevancia jurídica, conviene
precisar algunos términos utilizados en la norma constitucional.
⎯ Ambiente saludable: ambiente libre de contaminación
⎯ Ambiente ecológicamente equilibrado: Equilibrio ecológico manteniendo las
bases naturales para el desarrollo humano. Armonía con el ambiente4.

Al respecto, nos indica RAMÍREZ CANDIA que, la necesidad de la calificación del

ambiente como sano, saludable, equilibrado o adecuado para el desarrollo de la persona,
surge de la tutela jurídica del ambiente no tanto del ambiente en sus elementos
constitutivos. El derecho busca proteger la calidad del ambiente en función de la calidad
de vida. Se puede decir, que existen dos objetos tutelados: uno inmediato, que es la
calidad del ambiente, y otro mediato, que es la salud, el bienestar y la seguridad de las
personas que se sintetizan en la expresión calidad de vida5.

2
CAÑIZA, Hugo Enrique. Defensa Civil y Protección Ambiental. Edit. Litocolor. Asunción, Paraguay.
Año 2010. Pág. 22.-
3
CAÑIZA, Defensa Civil y Protección Ambiental…, Ob. Cit., Pág. 22.-
4
CAÑIZA, Defensa Civil y Protección Ambiental…, Ob. Cit., Pág. 23.-
5
RAMÍREZ CANDIA, Manuel. Derecho Constitucional Paraguayo. Edit. Litocolor. Asunción, Paraguay.
Año 2000. Pág. 292.-

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Y, según nos señala la Constitución en esta parte, los objetivos prioritarios de son
de interés social y que deben orientar la legislación y la política del Gobierno Nacional
respecto del ambiente corresponden a la preservación, la conservación, la
recomposición y el mejoramiento del ambiente, así como su conciliación con el
desarrollo humano integral.

1.2. La Protección Ambiental

También la Constitución Nacional en el artículo 8º se refiere a la Protección

ambiental, y expresa que:
“Las actividades susceptibles de producir alteración ambiental serán
reguladas por la ley. Asimismo, ésta podrá restringir o prohibir aquellas que
califique peligrosas… Se prohíbe la fabricación, el montaje, la importación, la
comercialización, la posesión o el uso de armas nucleares, químicas y
biológicas, así como la introducción al país de residuos tóxicos. La ley podrá
extender ésta prohibición a otros elementos peligrosos; asimismo, regulará el
tráfico de recursos genéticos y de su tecnología, precautelando los intereses
nacionales… El delito ecológico será definido y sancionado por la ley. Todo
daño al ambiente importará la obligación de recomponer e indemnizar”.

En este artículo se establece la potestad de los organismos del Estado de restringir

las actividades e imponer límites o procedimientos en las diferentes actividades
consideradas riesgosas por ser capaces de generar impactos ambientales negativos en el
medio, buscando con ello evitar que generen afectación a los bienes ambientales.

También contempla dos aspectos fundamentales para la operatividad de la

protección: a-) la obligatoriedad de la sanción penal, que debe ser definida en la Ley, así
como; b-) la obligación de recomponer el ambiente afectado, si fuere posible y de
indemnizar los daños cuando no fuere posible recomponerla.

Como consecuencia de esta última parte, hoy día en la legislación del Paraguay se
regulan los delitos ambientales.

2. La Normativa Penal Ambiental en el Paraguay

Como vimos, con la Constitución de 1992 se estableció el mandato de regular los

delitos ecológicos (o ambientales), que más tarde se harían patentes con la sanción de la
Ley N° 716/1996 “Que sanciona los delitos contra el medio ambiente” y
posteriormente complementada con el Nuevo Código Penal sancionado por Ley Nº
1.160/1997.

Seguidamente pasaremos a verificar las cuestiones básicas que tratan éstas dos
principales normativas penales que castigan los delitos contra el ambiente y que se
encuentran en el ordenamiento jurídico del Paraguay y que se integran a la protección
ambiental.

2.1. La Ley 716/96 “Que sanciona los Delitos contra el Medio Ambiente”

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Esta Ley tiene por finalidad proteger el ambiente y la calidad de vida humana
contra aquellos que ordenen, ejecuten o, en razón de sus atribuciones, permitan o
autoricen actividades atentatorias contra el equilibrio del ecosistema, la sustentabilidad
de los recursos naturales y la calidad de vida humana.

La misma establece como bienes jurídicos objeto de tutela, al ambiente y a la

calidad de vida humana.

Se dirige a castigar hechos que son considerados “graves” o sea que no cualquier
impacto en el ambiente será considerado como delito ambiental sino solo aquellos casos
que sean “atentatorias” contra el equilibrio del ecosistema, la sustentabilidad de los
recursos naturales y la calidad de vida humana.

La misma determina las conductas consideradas punibles y que afectan los distintos
procesos de gestión ambiental y los componentes de los ecosistemas, incorporando una
diversidad de conductas que se ocupan desde deforestaciones con grave daño al
ecosistema, hasta algunas cuyo ámbito de sanción es más propio del ámbito
administrativo donde las sanciones previstas son la de penitenciaría y la de multa fija,
medida en jornales mínimos.

Entre las conductas reguladas en esta normativa y que son castigadas con privación
de libertad (cárcel) o multa, se encuentran las referentes a:
 La fabricación, montaje, importación, comercialización, posesión o el uso de
armas nucleares, químicas o biológicas6, que puede ser sancionado con cinco a
diez años de penitenciaría, comiso de la mercadería y multa equivalente al
cuádruplo de su valor
 La introducción de residuos tóxicos o desechos peligrosos, que puede ser
sancionado con cinco a diez años de penitenciaría.

6
La Ley Nº 42/1990 “Que Prohíbe la Importación, Deposito, Utilización de Productos calificados como
Residuos Industriales Peligrosos o Basuras Toxicas y establece las penas correspondientes por su
incumplimiento” se presenta como el antecedente inmediato del citado precepto, cuando en el primer
artículo de la misma prohíbe a toda persona física o jurídica importar productos calificados como
residuos o desechos industriales peligrosos o basuras tóxicas; o facilitar por cualquier medio su ingreso,
recepción, depósito, utilización o distribución en cualquier lugar del territorio nacional. -
Esta normativa administrativa prohíbe a toda persona física o jurídica importar productos calificados
como residuos o desechos industriales peligrosos o basuras tóxicas o facilitar por cualquier medio su
ingreso, recepción, depósito, utilización o distribución en cualquier lugar del territorio nacional.
También el tráfico fronterizo de residuos industriales considerados peligrosos o tóxicos, ya sea por vía
terrestre, fluvial o aérea. -
Las prohibiciones establecidas en esta Ley no admiten excepción alguna, por cuanto los productos
mencionados representan riesgos presentes o futuros para la calidad de vida de las personas; o afectan al
suelo, la flora, la fauna o contaminar el aire o las aguas de una manera tal que dañe la salud humana o
ambiental en el territorio paraguayo. -
En el Decreto N° 18.969/1997 que reglamenta a la Ley citada, se detalla la nómina de los residuos
industriales considerados peligrosos o tóxicos, las Instituciones intervinientes y el procedimiento a
seguir en cuanto a medidas de control y seguridad. -

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 La realización de tala o quema de bosques o formaciones vegetales que

perjudiquen gravemente el ecosistema7, en cuyo caso el responsable puede ser
sancionado con penitenciaría de tres a ocho años y multa de 500 a 2000 jornales
mínimos legales.
 La explotación forestal de bosques declarados especiales o protectores8, cuyos
responsables pueden ser sancionados con penitenciaría de tres a ocho años y
multa de 500 a 2000 jornales mínimos legales para actividades diversas no
especificadas.
 El tráfico o la comercialización ilegal rollos de madera o sus derivados9, cuyos
responsables pueden ser sancionados con penitenciaría de tres a ocho años y
multa de 500 a 2000 jornales mínimos legales para actividades diversas no
especificadas.
Esta norma derogó a la Ley Nº 515/94 “Que Prohíbe la Exportación y Tráfico de
Rollos, Trozos y Vigas de Madera”, que estableció la prohibición de la
exportación y el tráfico internacional de maderas en rollos, trozos y vigas de
cualquier especie, cantidad, peso o volumen. Esta Ley previó en su momento

7
A efectos de la complementación de la norma con disposiciones administrativas, este artículo conduce a
lo dispuesto en la Ley N° 422/1973 “Forestal” que prohíbe las devastaciones de bosques como
asimismo la utilización irracional de los productos forestales. -
Asimismo, en lo que respecta a la quema, la normativa complementaria se encuentra contenida en la
Ley N° 4.014/2010 “De prevención y Control de Incendios” que establece las normas aptas para
prevenir y controlar incendios rurales, forestales, de vegetación y de interface; y que prohíbe la quema
no controlada de pastizales, bosques, matorrales, barbechos, campos naturales, aserrín o cualquier otro
cereal, de leguminosas o tipo de material orgánico inflamable que pudiera generar incendios. -
8
Las definiciones de “bosques especiales” y “protectores” se encuentran en la Ley Nº 422/1973. La
misma define a los Bosques Protectores como aquellos que por su ubicación cumplen fines de interés
para: regularizar el régimen de aguas, proteger el suelo, cultivos agrícolas, explotación ganadera,
caminos, orillas de los ríos, arroyos, lagos, islas, canales y embalses; prevenir la erosión y acción de
aludes e inundaciones y desviar los efectos desecantes de los vientos; proteger la salubridad pública, y
asegurar la defensa nacional. –
Estas zonas también se hallan bajo restricción establecida en la Ley N° 3.239/2007 “De Recursos
Hídricos” donde se establece que las márgenes de los cauces hídricos bajo dominio privado adyacentes
a los cauces hídricos estarán sujetas, en toda su extensión, a las siguientes restricciones: “…Una zona de
protección de fuentes de agua de un ancho de cien metros a ambas márgenes, en la que se condicionará
el uso del suelo y las actividades que allí se realicen, conforme a lo que establezcan las normas jurídicas
ambientales. La zona de policía no incluirá a la zona de uso público y estará adyacente a ésta”. -
A su vez, según la normativa administrativa son Bosques Especiales aquellos que, por razones de orden
científico, educacional, histórico, turístico, experimental o recreativo, deben conservarse como tales. -
9
El “Tráfico” se refiere al traslado de un lugar a otro de los objetos y la “comercialización” a la compra o
venta de los objetos protegidos por la norma. En este sentido, se encuentra protegida, tanto la madera en
bruto (rollos) como cualquier producido que resulte de las mismas. Elemento objetivo del tipo es que el
comercio o el tráfico sea realizado de manera ilegal, esto es, violando las normas administrativas
previstas. Lo que nos obliga nuevamente a remitirse a otras legislaciones como la Ley Forestal que
determina las condiciones en que ha de realizarse aquellas actividades que se orienten al
aprovechamiento de la madera. -
Así por ejemplo, la Legislación forestal determina que el transporte y la comercialización de las
maderas y otros productos forestales, no podrá realizarse sin las correspondientes guías extendidas por
la Autoridad Forestal (Instituto Forestal Nacional), las cuales especificarán cantidad, especie, peso o
volumen, procedencia y destino del producto transportado. Al respecto, el Decreto Nº 11.681/1975
reglamentario de la Ley Nº 422/1973, establece que “el transporte de los productos forestales a las
plantas industriales, almacenes, centros de consumo en general y para la exportación deberá ampararse
con las respectivas guías forestales”. -

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que los que realicen estas conductas serán sancionados con la pena de prisión de
12 (doce) a 36 (treinta y seis) meses, más el decomiso de los rollos, trozos y
vigas de maderas, y de los vehículos o elementos utilizados para su transporte.
 La realización de obras hidráulicas que alteren el régimen natural de las
fuentes o cursos de agua de los humedales10, así como el atentado o destrucción
de mecanismos de control de aguas, que puede ser objeto de sanción penal con
penitenciaría de tres a ocho años y multa de 500 a 2000 jornales mínimos
legales.
 La destrucción y tráfico de especies de animales en vías de extinción11, las
manipulaciones genéticas sin la autorización expresa de la autoridad, difusión
de epidemias, epizootias o plagas, introducción de especies o plagas bajo
restricción fitosanitaria12, cuya previsión de castigo es de penitenciaría de 1 a 5
años y multa de 500 (quinientos) a 1500 (mil quinientos) jornales mínimos.
 El falseamiento de datos en estudios y evaluaciones de impacto ambiental,
eludir las obligaciones legales referentes a medidas de mitigación ambiental o
la ejecución deficientemente de las mismas13, hechos que se castigan con
penitenciaría de 1 a 5 años y multa de 500 (quinientos) a 1500 (mil quinientos)
jornales mínimos.
 La infracción a normas y reglamentos de caza14, pesca15, recolección y
preservación del hábitat de especies endémicas, que puede ser sancionado con

10
A los efectos de la instrumentación de la norma, para saber cuándo nos encontramos en presencia de un
humedal, podemos remitirnos a la definición otorgada por la Convención relativa a los Humedales de
importancia internacional, más conocida como “Convención RAMSAR”. La misma fue ratificada en el
Paraguay por Ley Nº 350/1994, y establece que: “Son humedales las extensiones de marismas, pantanos
y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o
temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina
cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros. -
11
La lista de especies de animales silvestres que se encuentran en peligro de extinción, se encuentra en el
Apéndice I de la Convención sobre el “Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y
Flora Silvestres” (CITES). Este Convenio fue ratificado en Paraguay por Ley Nº 583/1973. -
12
La Autoridad con competencia para regular y prevenir todo lo referente a plagas y enfermedades que
puedan afectar la calidad y salud animal, es el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal
(SENACSA), según lo establecido en su ley de creación Nº 2426/2004. También la Ley Nº 123/1991
“Que Adopta Nuevas Formas de Protección Fitosanitarias”, establece restricciones y medidas de control
y prevención contra plagas que puedan ser dañinas para las plantas y productos vegetales. La autoridad
de aplicación de esta Ley es el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas
(SENAVE), que fue creado por Ley Nº 2459 en el año 2004. -
13
A efectos de la norma penal, la Ley N° 294/1993 “De Evaluación de Impacto Ambiental”, y su Decreto
Reglamentario Nº 453/2013, regulan todo lo referente a los Estudios y Evaluaciones de Impacto
Ambiental. La autoridad de aplicación de estas leyes es el Ministerio del Ambiente y Desarrollo
Sostenible (MADES). Ante esta Institución se presentan las evaluaciones y estudios de impacto
ambiental, que deben ser elaborados por consultores debidamente habilitados para estas tareas, y
contratados por los titulares de los proyectos a efectos de adecuar las instalaciones de las actividades y
obras capaces de generar impactos ambientales. -
En cuanto a las medidas de mitigación de impactos ambientales, las mismas están contenidas dentro del
Plan de Gestión Ambiental, el cual es una parte del Estudio de Impacto Ambiental. Una vez aprobado
este estudio, la Autoridad Ambiental (MADES) expide una licencia, que autoriza la ejecución del
proyecto y contiene la obligación de cumplir con el Plan de Gestión Ambiental. -
14
La Ley que regula en forma genérica la conservación, utilización, control y fiscalización del recurso
vida silveste es la Ley N° 96/1992 “Vida Silvestre”. -

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pena de uno a cinco años de penitenciaría, el comiso de los elementos utilizados

para el efecto y multa de 500 (quinientos) a 1.000 (mil) jornales mínimos legales
para actividades diversas no especificadas.
Esta norma, a la fecha, ha sido objeto de modificación. La Ley N 2.717/2005,
modifica el Articulo 6 de la Ley N 716/1996 disponiendo que aquel que
infrinja las normas y reglamentos que regulan la caza, la recolección o la
preservación del hábitat de especies declaradas endémicas o en peligro de
extinción es castigado con pena privativa de libertad de uno a cinco años o con
multa de quinientos a mil jornales mínimos legales para actividades diversas no
especificadas, además del comiso de los elementos utilizados para el efecto.

Asimismo, prevé la normativa modificadora, que, con la misma pena indicada,

serán castigadas las siguientes conductas en infracción de normas y reglamentos
que regulan la pesca:
o Captura de especies de la fauna íctica en época de veda o de prohibiciones.
o Captura de especies de la fauna íctica en cantidades no autorizadas.
o Captura de especies de la fauna íctica en zonas prohibidas o restringidas.
o Captura de especies de la fauna íctica utilizando procedimientos de pesca
prohibidos y artes de pesca no permitidos.
o La realización de actividades que impidan o dificulten la reproducción o
migración de las especies ícticas.
o La utilización de explosivos como métodos de pesca.
o Los “actos previos” y “posteriores” a la extracción de los recursos
pesqueros, las operaciones de apoyo para la extracción, la recolección o el
acopio después de la captura a los fines de su comercialización,
procesamiento o tráfico sin la licencia previa de la autoridad administrativa
o fuera de los límites permitidos para el aprovechamiento de los recursos,
castigándose en todos los casos también la tentativa.
 La realización de obras civiles en áreas excluidas, restringidas o protegidas16,
donde los responsables pueden ser castigados con seis meses a dos años de
penitenciaría y multa de 200 a 800 jornales mínimos legales para actividades
diversas no especificadas.

15
Las Leyes que regulan la conservación, explotación, control y fiscalización del recurso pesquero son:
1- La Ley N° 3.556/2008 “De pesca y acuicultura”, en la cual, entre otras cosas se establece las
modalidades para adquirir el derecho de ejercer la actividad pesquera, las infracciones y sanciones para
aquellas personas físicas o jurídicas que violasen dicha Ley; reglamentada en el Decreto N° 6523/2011,
y; 2- La Ley N° 1074/1997 “Que aprueba el convenio sobre conservación y desarrollo de los recursos
ícticos en los tramos limítrofes de los Ríos Paraná y Paraguay”, que dispone el control, la preservación
y el desarrollo de fauna íctica, así como la regularización de las artes y métodos de pesca a ser tenidos
en cuenta en los tramos limítrofes de la República del Paraguay y la República Argentina”. -
16
Lo que se sanciona en esta norma no es tan solo la construcción de una obra civil, sino que se lo haga
en un lugar prohibido por alguna norma en particular. Por ejemplo, la Ley N° 352/1994 “De Áreas
Silvestres Protegidas”, establece lo que podrá o no hacerse en las áreas de protección. Asimismo, la Ley
N° 422/1973 “Forestal” dispone ciertas obras prohibidas en los bosques de protección, entre otras. -

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 La generación de ruidos, vibraciones u ondas expansivas, radiación lumínica,

calórica, ionizante o radiológica17, con efecto de campos electromagnéticos o de
fenómenos de cualquier otra naturaleza, fuera de los límites establecidos en la
reglamentación correspondiente. La violación de las vedas18, pausas ecológicas
o cuarentenas sanitarias19 y la omisión injustificada de cooperación tutelar20.
Los responsables de estos hechos pueden ser sancionados con penitenciaría de
seis a dieciocho meses y multa de 100 a 500 jornales mínimos legales para
actividades diversas no especificadas.
 La Emisión de gases o ruidos de vehículos automotores cuyos escapes de
gases21 o de niveles de ruido excedan los límites autorizados, donde los

17
En cuanto a las Radiaciones “Ionizantes” la normativa se complementa en el Decreto Nº 10.754/2000
que adopta el “Reglamento Nacional para la Protección contra las radiaciones ionizantes y para la
Seguridad de las Fuentes de Radiación” aplicable a todas las prácticas que involucren fuentes de
radiación ionizante, en todo el territorio de la República y establece los requisitos y criterios que deben
cumplir las prácticas y el personal relacionado con las mismas, las instalaciones y las fuentes de
radiación ionizante. -
Por su parte, respecto de las Radiaciones “No Ionizantes” a través del Decreto Nº 10.071/07, se aprueba
la norma “que fija los Límites Máximos Permisibles (LMP) para la exposición de las personas a las
Radiaciones No Ionizantes (RNI)” producidas por actividades que generen campos eléctricos,
magnéticos y electromagnéticos en la gama de frecuencias de 0Hz a 300 GHz, cuya observancia puede
proporcionar un elevado nivel de protección contra los efectos nocivos para la salud de las personas que
puedan resultar de la exposición a dichos campos. -
18
La Ley Nº 3.556/2008 “De Pesca y Acuicultura” regula la pesca, la acuicultura y las actividades
conexas a las mismas, en cuerpos de aguas naturales, modificados y estanques que se encuentran bajo
dominio público o privado, a través de disposiciones que permitan al Estado establecer los principios y
las normas para la aplicación de prácticas responsables que aseguren la gestión y el aprovechamiento
eficaz de los recursos acuáticos vivos, respetando el ecosistema, la diversidad biológica y el patrimonio
genético de la Nación. Del mismo modo busca proteger la biodiversidad íctica y los procesos
ecológicos, asegurando un ambiente acuático sano. -
Respecto al “Periodo de veda”, es la época durante el cual los peces en edad de reproducción realizan
sus correspondientes desoves, si las condiciones ambientales así lo ameritan. Por ser un periodo
reporductivo, es impresindible para mantener la perpetuidad de las especies con el tiempo, razón por la
cual la pesca en esta época está totalmente prohibida, a exección de la pesca de subsistencia practicada
desde la costa y con liñada, no permitiendose ningún arte de pesca que no sea la mencionada
anteriormente. Estos periodos se establecen a través de normas administrativas de rango nacional
conforme a los criterios establecidos en la Ley Nº 3.556/2008 en cada periodo determinado por la
Autoridad en la materia (MADES). -
19
Las “Cuarentenas Sanitarias” se refieren a la fijación administrativa de un plazo previsto para el
aislamiento e isolación de determinada persona o grupo de personas, o de cualquier especie del género
animal por motivos de prevención de la salud pública. A efectos de acompañar esta noción, también la
Ley de Protección Fitosanitaria (123/1991) nos da una idea sobre qué se entiende por cuarentena, a
prescribir que se refiere a la retención temporal en aislamiento para el control legal de productos
vegetales con el fin de prevenir la diseminación de enfermedades patógenas u otras plagas, al cual habrá
de recurrir para la aplicación de la norma penal. -
20
En cuanto al tercer Inciso del Art. 10 de la Ley N° 716/1996, este artículo ubica en posición de garante
a los ciudadanos al tener conocimiento de una violación a regulaciones ambientales, atentados,
accidentes imponiendo la obligación de cooperar en impedir o prevenir éstos hechos, lo cual implica la
obligación mínima de dar aviso a las autoridades. En su caso, también el agente creador del riesgo una
vez avisado o en su caso notificado por la autoridad administrativa, de las medidas a ser implementadas
para impedir o prevenir los hechos citados en el inciso en estudio, si no lo hicieren, podría darse la
posibilidad de incursar sus conductas en este tipo penal. -
21
A efectos de la operatividad de la norma, a través de la Resolución N° 78/2018 la Autoridad Ambiental
Nacional paraguaya (MADES) fijó los valores límites de emisión de los contaminantes del aire
provenientes de fuentes móviles. La misma surge en el marco de lo establecido en el Art. 7° Inciso f) de

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responsables pueden ser sancionados con multa de 100 a 200 jornales mínimos
legales para actividades diversas no especificadas y la prohibición para circular
hasta su rehabilitación una vez comprobada su adecuación a los niveles
autorizados.

2.2. Los Delitos Ambientales en el Código Penal

La Ley Nº 1.160/1997, Código Penal del Paraguay, castiga los hechos que afectan a
la seguridad de la vida y la integridad física de las personas, el cual se halla dividido en
cuatro capítulos, según los bienes jurídicos tutelados, dentro de los cuales se halla el
Capítulo I del Título III referido a los “Hechos Punibles contra las bases naturales de la
vida humana”, estableciéndose los hechos punibles que, afectando al ambiente, ponen
en peligro la vida humana.

Este Código aborda la protección penal del ambiente en los artículos que van del
197 al 202, a través de los cuales reprime aquellas conductas que puedan afectar las
bases naturales de la vida humana (agua, aire, suelo).

La técnica de tipificación opta por tipificar, por un lado, conductas en atención al

objeto medioambiental que tales conductas afectan, aguas, aire, suelo, reservas naturales
en los artículos 197, 198 199 y 202 respectivamente, y por otro, conductas de
tratamiento ilícito de sustancias peligrosas, en los artículos 200 y 201.

Entre las características resaltantes de dichas normas, puede mencionarse que los
hechos punibles según el marco de las penas aplicables son delitos, cualquier persona
puede ser sujeto activo del delito, las personas jurídicas también pueden ser perseguidas
por la comisión de hechos punibles regulados en éstas normas y todos los tipos penales
se describen como hechos de peligro puesto que la tipicidad requiere solamente que el
bien jurídico tutelado se haya puesto en peligro; en su redacción incorporan tipos
penales en blanco donde el tipo penal necesariamente debe ser completado a través de
otro texto legal o administrativo, pues se remiten a alguna otra disposición legal o
decisión administrativa.

Asimismo, contempla de nuevo como hecho punible el ingreso de sustancias

nocivas en el Territorio Nacional, sancionando la contaminación producida por petróleo
y sus derivados como delito autónomo, e incluyendo la sanción para actividades como
alteración de hidrosistemas en áreas de parques y la utilización de abonos fertilizantes y
pesticidas fuera de las normativas de carácter administrativo.

3. La Persecución de los Delitos Ambientales en el régimen paraguayo

La Constitución Nacional paraguaya en su artículo 38° que se refiere al “Derecho a

la defensa de los Intereses Difusos”, dispone que toda persona individual o
colectivamente, tiene derecho a reclamar a las autoridades públicas, medidas para la
defensa del ambiente.

la Ley N° 5211/12 “De Calidad del Aire”, que faculta a la SEAM a fijar los valores límites de emisión
de los contaminantes del aire y de la atmósfera que puedan ser emitidos por Fuentes Fijas y Fuentes
Móviles. -

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De ello se desprende claramente la posibilidad que tiene cualquier ciudadano para

reclamar, a todas las autoridades, la defensa de su hábitat, de su ambiente, de su
patrimonio natural, y en base a ello, de formular denuncias cuando tengamos
conocimiento de la comisión de delitos ambientales en cualquier parte del territorio
nacional, siempre y cuando se traten de hechos considerados graves y que se encuentren
enmarcados dentro de los presupuestos de la Ley N° 716/1996 y del Código Penal, que
se han referenciado en este material.

Según la Constitución Nacional paraguaya, el Ministerio Público tiene como una de

sus funciones específicas, proteger el ambiente y otros intereses difusos, a partir del cual
se encuentra con la facultad y obligación de llevar adelante tareas de persecución de los
delitos ambientales22.

De acuerdo a su Ley Orgánica, el Ministerio Público “es un órgano con autonomía

funcional y administrativa, que representa a la sociedad ante los órganos
jurisdiccionales para velar por el respeto de los derechos y de las garantías
constitucionales, promover la acción penal pública en defensa del patrimonio público y
social, del medio ambiente y de otros intereses difusos y de los derechos de los pueblos
indígenas, y ejercer la acción penal en los casos en que para iniciarla o proseguirla no
fuese necesaria instancia de parte”23.

Desde el año 2000, el Ministerio Público cuenta con fiscalías encargadas de la

persecución de los delitos contra el medio ambiente, las cuales recepcionaban las
denuncias e iniciaban las investigaciones.

En el año 2007, fue conformada la Unidad Fiscal Especializada en Delitos contra el

Ambiente (UFEDA), teniendo a su cargo en forma exclusiva la persecución penal de los
hechos punibles que afecten al ambiente en todo el territorio nacional, conformada por
agentes fiscales especializados, más un fiscal delegado (coordinador) y un Fiscal
Adjunto (como superior).

Cuenta también con una Dirección de Medio Ambiente, que se conforma de

técnicos que tiene como tarea orientar en investigación y realizar peritajes con el fin de
determinar si existen méritos como para llevar a cabo la intervención penal. En otras
palabras, analizan la existencia de daños graves a los componentes naturales pues caso
contrario, no estaríamos ante delitos ambientales y el caso se derivaría a la sede
administrativa (Secretaría del Ambiente, Municipios u otros entes que regulan la
materia)24.

En la actualidad, dicha Dirección, se ha estructurado en una Dirección

Especializada en Delitos Ambientales (DEDA).

La Fiscalía Penal Ambiental del Ministerio Público tiene por misión representar a la
Sociedad, promoviendo la acción penal pública en defensa del medio ambiente, velando
por el respeto de los derechos y garantías relativos al mismo y coordinar acciones con

22
Ídem …, Ob. Cit. Pág. 29.-
23
CAÑIZA, Nociones de Legislación Agraria y Ambiental…, Ob. Cit., Pág. 209.-
24
CAÑIZA, Manual Didáctico Educación Ambiental – Delitos Ambientales…, Ob. Cit. Pág. 30.-

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otras Instituciones competentes en la ejecución de una Política Ambiental Nacional.

Dentro de sus objetivos se encuentran las de:
⎯ Velar por el cumplimiento de la legislación ambiental penal y la recomposición
de los recursos naturales e indemnización daños ambientales
⎯ Implementar las políticas de persecución ambiental penal establecidas.

4. Reflexiones respecto de la regulación penal ambiental en Paraguay

Proteger el ambiente con responsabilidades penales es necesario, no sólo porque en

muchos casos se da respuesta a un mandato constitucional sino también por la notable
relevancia que este bien jurídico tiene en la actualidad.

El Derecho Penal también está llamado a cumplir con una misión global de
protección del ambiente, integrándose con las demás ramas del Derecho, buscando que
la tutela de los recursos naturales y los bienes ambientales no conduzca a radicalizar la
protección del entorno natural en demérito del ejercicio de otros derechos (como el
económico) o viceversa, sino buscar el desarrollo sustentable.

En este marco, en este apartado, se ha procurado ilustrar aspectos de la regulación

de la responsabilidad penal por daños al ambiente en el sistema legal del Paraguay de
forma a que los lectores puedan conocer que existen conductas reguladas en las leyes y
que buscan por un lado proteger el ambiente y sus componentes, y por otro, castigar a
los responsables de los desequilibrios importantes en el entorno natural.

En la actualidad no hay duda de que las libertades humanas, así como la vida
misma peligran a causa del agotamiento de los recursos naturales y es a partir de ahí que
para el ordenamiento jurídico surge el problema de asegurar al mismo tiempo el
desarrollo económico y la conservación del equilibrio con el ambiente.

Con la inclusión en la legislación de los delitos que atentan contra este valor, el
Estado reacciona a la realidad de que las vulneraciones al derecho a un ambiente
adecuado.

Es así, que se puede señalar sin lugar a dudas que en la legislación paraguaya se
cuentan con argumentos jurídicos para la protección penal del ambiente.

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