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Dios vive en todas las cosas y en todos los seres, desde las flores y ríos hasta los niños y animales, así como en la tristeza, la soledad, la luz y la oscuridad. Dios también vive en la belleza y la fealdad, la paz y el ajetreo, y en todo ser humano sin excepción, porque el amor que Dios representa abarca toda dualidad.
Dios vive en todas las cosas y en todos los seres, desde las flores y ríos hasta los niños y animales, así como en la tristeza, la soledad, la luz y la oscuridad. Dios también vive en la belleza y la fealdad, la paz y el ajetreo, y en todo ser humano sin excepción, porque el amor que Dios representa abarca toda dualidad.
Dios vive en todas las cosas y en todos los seres, desde las flores y ríos hasta los niños y animales, así como en la tristeza, la soledad, la luz y la oscuridad. Dios también vive en la belleza y la fealdad, la paz y el ajetreo, y en todo ser humano sin excepción, porque el amor que Dios representa abarca toda dualidad.
sus pétalos al sol En un río que lleva su fluir sin cesar En la risa de los niños, en sus sueños, en su emoción por indagar Dios vive en la sombra, en la tristeza y en la soledad Vive en lo más bajo y en lo más alto Vive en todo sin cesar Dios vive en cada animalito felíz y lastimado Vive en las tinieblas de aquellos que se creen abandonados Vive en el silencio más profundo y en el vibrar de un nuevo despertar Dios vive en cada lágrima y sonrisa en la luz y oscuridad En el amigo más sincero y en aquél que se desvía sin necesidad Dios vive en la belleza y en la fealdad en el ajetreo y en la paz Vive en todos sin más ¡Porque el Amor ES dualidad!