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AL AMIGO QUE SE FUE

Para el inolvidable Miguelazo, Padre, Hermano, Amigo.

Amigo de la noche
tomaste ya el camino de la nada
y te alejaste silente y sin reproche
de esta vida tan cruel y despiadada.

Se llenó de silencio tu palabra,


tu palabra gentil, amiga, hermana
y en la partida final triste y macabra
se quedó tu sonrisa amortajada. A

Se perdió tu mirada entre las sombras


o quizás amaneció a un nuevo día,
tu mirada serena, visionaria
marchó en punta, como siempre, siendo guía.

Tu espíritu habita ya otros mundos


y compartes Con tu Dios su Reino y Mesa,
pero el no tenerte es un dolor profundo
y es algo que no entiende mi tristeza.

Es algo que se escapa de mis manos


impotentes cerrándose al vacío,
sin encontrar tu brazo amigo,
tu abrazo protector, tu gran cariño.

Y ya que acudiste a la cita


y cumpliste fielmente tu destino,
donde quiera que estés querido amigo
descansa, descansa en paz ¡Hermano mío!

Octubre 10 de 1994

M. LEON M.

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