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Idea principal El joven Newton descubrió que si meditaba minuciosamente y sin

distracciones sobre los detalles de su entorno, era capaz de escapar


de su miserable existencia y descubrir cosas interesantes en la
naturaleza.
La esfera de los intereses de Newton se ampliaría desde los molinos de
viento hasta el conjunto del universo. Pero en él habría una cosa que
no cambiaría: encontraría a otros antagonistas (u otras personas a
las que consideraría como tales) y en todas las ocasiones su obsesivo
deseo de revancha y de obtener aceptación le impulsaría a obtener una
comprensión sin precedentes del mundo natural.

Propósito Encontrar en el estudio de la filosofía natural una


comunidad de personas como él en el que se le
podía aceptar, apreciar e incluso querer.

Ganar ante sus adversarios y obtener aceptación.

Reflexionar acerca de todo aquello que había aprendido

Dar sentido a la manzana y a la Luna, para dar respuesta a


si la Luna podía sentir el tirón de la Tierra entonces
¿por qué no caía como una manzana?

Inventar un lenguaje matemático que les permitiera, por vez


primera en la historia, describir el mundo natural con
precisión infinitesimal.

Ampliar y refinar el trabajo seminal de Galileo con bolas


metálicas.

Acreditar que la que era inmutable y pura era la luz


coloreada, y no la luz blanca.

Newton había prometido no volver a publicar nunca


jamás ningún trabajo suyo.

Demostrar que la Luna no fuera un planeta pero si orbitaba


alrededor de la Tierra, entonces también ella podría
obedecer a la fórmula de Kepler.

Acreditar que el reino terrenal podía extenderse hasta


los últimos confines del universo, en un equilibrio
cosmico, en contradicción abierta con la creencia de
Aristóteles de que no pasaba de la Luna.
Dar respuesta a ¿Cuál es la causa del campo gravitatorio
de la Tierra?

Contexto, metodología En 1649, por añadidura, el jovencito empezó a ir a la


escuela.

Newton era excesivamente joven como para entender


nada de todo esto, pero viendo a su tío estudiar
pacíficamente en la biblioteca, oyéndole hablar dulcemente
a sus parroquianos, el joven Newton recibió el
condicionamiento de asociar un estilo de vida religioso y de
estudio a un ambiente de paz y seguridad.

El joven Newton adquirió la costumbre de alejarse del


caos que le rodeaba y sumirse en sus propios
pensamientos. Buscaba zonas apartadas en las que se
sentaba horas y horas, no tanto para observar el
mundo natural como para sumergirse en él.

Se dio cuenta, por ejemplo, de que los arcos iris


siempre llevaban los mismos colores, que Venus
siempre se movía en el cielo nocturno más deprisa que
Júpiter y que los niños que jugaban al corro de la patata se
echaban un poco hacia atrás como si los empujara una
fuerza invisible.

El chico de doce años acudiera a la escuela de gramática


de la ciudad de Grantham, a poco más de diez
kilómetros de distancia, En casa de la familia Clarke,
amigos de los Newton.

La mente de Newton se mantuvo bien nutrida de alimentos


intelectuales. Libros e invitados a cenar tuvieron el
saludable efecto de introducir a este jovencito solitario en
un mundo de espíritus que le eran semejantes.

En el estudio de la filosofía natural había encontrado un


hogar, una comunidad de personas como él en el que
se le podía aceptar, apreciar e incluso querer.

Gracias a la fuerza de las entusiastas recomendaciones


del reverendo Ayscough y del señor Stokes, por no
mencionar los méritos de sus propios logros, el joven
Newton fue aceptado de forma inmediata en el Trinity
College.

Era el verano de 1665 y mientras la histeria y la


muerte se adueñaban de las estrechas calles
londinenses, aquel hombre de veintidós años pasaba los
días en el jardín, desentrañando los detalles de una
nueva matemática que algún día se llamaría cálculo.

Un día de esos, el tiempo era tan agradable y Newton


estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se dio
cuenta de que se iba haciendo tarde. De repente, el golpe
de una manzana al caer de un árbol cercano arrancó al
joven de su profunda meditación. Si la Luna podía
sentir el tirón de la Tierra entonces ¿por qué no caía
como una manzana? Conjeturaba que, sin duda, se
debía a la fuerza centrífuga de Huygens que la
apartaba de la Tierra; y que si esa fuerza y el tirón
de la Tierra se equilibraban, entonces quizá eso explicara
cómo la Luna era capaz de quedarse en su órbita de corro
de la patata indefinidamente.

Lleno de nostalgia, Newton recordaba el momento


climático de aquella noche ominosa cuando no contaba
nada más que veintitrés años. Había llegado a la
conclusión de que, si estuviera en lo cierto acerca del
equilibrio, si las dos fuerzas oponentes fueran iguales,
eso significaría que obedecían a la misma ecuación
matemática.

En 1687 publicó en tres volúmenes la obra de su vida,


titulándola Philosophiae naturalis principia
mathematica (Principios matemáticos de la filosofía
natural).

En 1969 la ecuación de Newton tuvo que representar un


papel igualmente crucial en el envío de astronautas a la
Luna.

Lowell había predicho la localización probable de Plutón,


sin más armas que la ecuación gravitatoria de Newton
y su flamante telescopio.

El 20 de julio de 1969, el mundo veía a Neil Armstrong


dar su primer paso sobre la Luna.
Argumentos
Antecedentes de apoyo con algunos eruditos- Fuerza
centrigufa y …
Recomendacion de su maestro
Maestro y miembro de la Sociedad Real
Cuadernillos de notas
Renuncia de los monarcas
Muerte de Isaac Newtoon

Desgraciadamente para Hanna Newton-Smith pero


afortunadamente para la ciencia, su hijo demostró bien
pronto ser un inepto en la gestión de fincas.

Kepler había descubierto se reducía a esta sencilla


ecuación , el cuadrado del año planetario siempre era
un múltiplo del cubo de la distancia del planeta al Sol.
Es decir, los planetas alejados del Sol tenían años
largos mientras que los planetas próximos a él
presentaban años cortos.

En 1672, Newton recibió el reconocimiento del rey Carlos


II, siendo elegido a continuación miembro de la Real
Sociedad de Londres.

Newton había ampliado y refinado el trabajo seminal de


Galileo con bolas metálicas observando cómo se movían
los objetos en respuesta a la actuación de cualquier
fuerza y no únicamente de la fuerza de la gravedad,
había sido capaz de resumir el comportamiento de los
cuerpos en tres sencillos axiomas o leyes.

Kepler había argumentado que los planetas giran alrededor


del Sol en unas órbitas que obedecen una ley sencilla,
Newton recordaba haberse preocupado porque la Luna no
fuera un planeta pero si orbitaba alrededor de la Tierra,
como algunos decían, entonces también ella podría
obedecer a la fórmula de Kepler.

El tirón gravitatorio de la Tierra se debilitaba cuanto más


lejos se estaba de la Tierra... se debilitaba con el
cuadrado de la distancia (o lo que es lo mismo, la
fuerza se iba haciendo cada vez menor al dividir la m por
una creciente d2). Su fuerza nunca se desvanecería por
completo; sencillamente iría disminuyendo conforme nos
alejáramos de la Tierra hacia el infinito.
La ecuación de la gravitación de Newton, exigía alguna
ligera corrección, al reconocer que la gravedad es una
fuerza mutua, la ecuación necesitaba una referencia
explícita a la masa de la Tierra que el objeto atraía hacia sí.
Por tanto, junto con m, que se refería a la masa del objeto,
Newton añadió una M, que representaba la masa de la
Tierra.

La Tierra y cualquier otro objeto se atraían


mutuamente con una fuerza cuya intensidad dependía
de la distancia entre sus centros, sus respectivas masas y
cierto número constante.

En 1969 la ecuación de Newton tuvo que representar un


papel igualmente crucial en el envío de astronautas a la
Luna.
Consecuencias
Newton había demostrado que la gravedad de la Tierra se
extendía hasta la Luna y más allá; y que desde luego no
había lugar en el universo en el que no se sintiera su
influencia, por remoto que fuera. En consecuencia, no
había lugar en el universo que no estuviera corrompido y en
el cual pudiera morar Dios. Se le había excluido de
nuestra imagen del universo debido al alcance infinito
de la gravedad.

En 1688, a los pocos meses de la publicación


revolucionaria de Newton, los ingleses habían decidido
que ya habían tenido suficiente con su nuevo rey.

Se la llamó la revolución gloriosa porque, desde ese


momento, el Parlamento dispondría de una autoridad sin
discusiones para designar reyes y reinas.

El Estado se separó de la Iglesia; la ciencia se


divorció de la religión. Fueron desconexiones históricas
y duraderas.
Conclusión de 400 palabras sobre la lectura aplicado a la vida estudiantil/laboral.

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