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ISAAC NEWTON

Isaac Newton nació en Woolsthorpe, Lincolnshire, 150 kilómetros al


Norte de Londres, Inglaterra el 25 de Diciembre 1642 (fecha
correspondiente al antiguo calendario, siendo en el actual
calendario gregoriano el día 4 de enero de 1643), año en que moría
Galileo.
Newton frecuentó la escuela del lugar y, siendo muy niño,
manifestó un comportamiento completamente normal, con un interés marcado por los
juguetes mecánicos.

Isaac Newton considerado como el más grande de los astrónomos ingleses; se destacó
también como gran físico, matemático, teólogo y filósofo.. Fue en realidad un genio al
cual debemos el descubrimiento de la Ley de Gravitación universal, que es una de las
piedras angulares de la ciencia moderna.
Fue uno de los inventores del cálculo diferencial e integral. Estableció las leyes de la
mecánica clásica, y partiendo de la ley de gravitación universal dedujo las leyes de
Kepler en forma más general.
Sus obras más importantes publicadas son la Óptica, en la que explica sus teorías
sobre la luz, y la obra monumental Philosophiae Naturalis Principia Mathematica,
comúnmente conocida como Principia, en la cual expone los fundamentos
matemáticos del universo.
Desde el momento de su nacimiento prematuro la vida de Newton estuvo presidida
por la agitación. Su padre, que era granjero, había muerto de neumonía unos meses
antes, y su madre luchó por sacar adelante la granja de la familia. Eran tiempos
difíciles en el país. Una sangrienta guerra civil que trastornaría Inglaterra durante seis
años había empezado en 1642 en Nottingham, no lejos de Woolsthorpe. Los ejércitos
contendientes del rebelde parlamentario Oliver Cromwell y los realistas de Carlos I
avanzaban y se retiraban regularmente por entre los pequeños pueblos.
Cuando Isaac tenía tres años su madre volvió a casarse, dejando a su hijo al cuidado
de sus abuelos. Su primera educación la recibió en las escuelas de los pueblos
cercanos. A los doce años fue inscrito en la escuela primaria de Grantham, una ciudad
a diez kilómetros de su hogar. Allá estudió latín el idioma de la gente instruida en
Europa y la Biblia, pero tuvo poco contacto con las matemáticas o las ciencias.
Newton construyó un pequeño molino de viento de madera. Hizo un carrito que podía
propulsar haciendo girar un torno mientras se sentaba en él. Incluso diseñó una
linterna plegable de papel que utilizaba para iluminar su camino a la escuela las
mañanas oscuras.
Cautivado por el principio de los relojes de sol, aprendió a calcular no sólo la hora sino
también el día del mes, y a predecir acontecimientos como los solsticios y los
equinoccios. Incluso el viento lo fascinaba.
Un día, cuando Newton tenía dieciséis años, se alzó una gran tormenta. Mientras la
gente prudente buscaba refugio del viento, el joven realizó lo que más tarde
recordaría como su primer experimento científico. Primero saltó con el viento, luego
contra él. Comparando las distancias de los dos saltos, fue capaz de estimar la fuerza
del ventarrón.
Poco después, Newton fue llamado de la escuela para ocuparse de la granja de la
familia. Un viejo sirviente de confianza recibió la tarea de enseñarle todas las
habilidades necesarias, pero Newton nunca puso su corazón en el trabajo. Construía
un molino de agua en el arroyo -completo con presas y compuertas- mientras sus
ovejas sin vigilar invadían los campos de maíz del vecino. Los días de mercado
sobornaba a un sirviente para que se ocupara de las compras y las ventas a fin de
poder pasar el tiempo trasteando con nuevos artilugios o leyendo. Su curiosidad,
virtualmente ilimitada en asuntos de ciencias e invenciones, tenía evidentemente un
límite: no se extendía hasta la agricultura.
Después de sólo nueve meses, la familia decidió que tal vez aquel curioso manipulador
estuviera mejor en la escuela. El maestro de Grantham, que insistía en que los
talentos de Newton se estaban desperdiciando en la granja, se ofreció a alejarlo en su
propia casa.
Así, en otoño de 1660, Newton regresó a Grantham a fin de prepararse para la
universidad. En junio del año siguiente estaba listo para ir a Cambridge. Deseaba ya
convertirse en profesor.
Newton se pagó su estancia en Cambridge realizando trabajos serviles para los
estudiantes más ricos. También puede que sacara algunos beneficios prestando la
pequeña cantidad que recibía de su madre.
Como en Grantham, era incapaz de ocultar su inteligencia; más aún, había adoptado
una actitud puritana muy poco común en aquellos tiempos, en los que la mayoría de
los académicos habían descubierto las delicias de los cafés y las cervecerías. No
satisfecho con abstenerse de estos placeres, Newton inició incluso una lista codificada
de sus propios pecados, que incluían ofensas tales como «tener pensamientos y
palabras y acciones y sueños sucios».
En Cambridge, Newton llenó su soledad con el estudio de una amplia variedad de
temas, que iban desde la astrología hasta la historia. Al final de su etapa de no
graduado en 1664, había descubierto también las matemáticas y la filosofía natural,
un campo que abarcaba los temas hoy conocidos como ciencias físicas.
Newton se estaba preparando para empezar el trabajo de posgraduado cuando su vida
dio otro brusco giro. Inglaterra fue golpeada por la peste bubónica, que se llevó
consigo miles de vidas, sobre todo en ciudades como Londres y Cambridge, cuyos
sucios y atestados arrabales proporcionaban un caldo de cultivo ideal para la
enfermedad transmitida por las ratas.
La universidad cerró temporalmente mientras sus estudiantes huían a regiones rurales
menos afectadas. Newton regresó a Woolsthorpe, visitando Cambridge de tanto en
tanto para usar su biblioteca. Tranquilo al calor de Lincolnshire, puso a trabajar su
poderoso intelecto en una amplia gama de problemas científicos y matemáticos,
sentando las bases a toda una vida de logros.
Construyó la primera versión funcional de un nuevo instrumento astronómico, el
telescopio de reflexión, que usaba un espejo curvo en vez de lentes para enfocar la
luz. Desarrolló una nueva y poderosa rama de las matemáticas llamada cálculo. Y
efectuó el trabajo fundamental de su Teoría de la Gravitación.
El relato popular del origen de esa teoría -que Newton la concibió en el verano de
1666 tras ver caer una manzana de un árbol- es imposible de confirmar, pero la
tradición ha señalado un árbol de la granja familiar como aquel del que cayó la
manzana. Cuando el árbol murió en 1820, fue cortado a trozos, que fueron
cuidadosamente conservados. En cualquier caso, algo durante este período dirigió los
pensamientos de Newton hacia la idea de la ley universal de la gravitación.
Su gran tratado Principios Matemáticos de Filosofía Natural, publicado en 1687
presenta los estudios de Newton durante más de veinte años en relación a la mecánica
terrestre y celeste. Allí enuncia la ley de gravitación: dos cuerpos se atraen con una
fuerza proporcional a sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la
distancia que las separa. Además presenta en su gran libro los tres principios de la
mecánica:
1.Todo cuerpo permanece en reposo o continúa su movimiento en línea recta con
velocidad constante si no está sometido a una fuerza exterior.2. El cambio de
movimiento de un cuerpo es proporcional a la fuerza exterior, inversamente
proporcional a la masa del cuerpo, y tiene lugar en la dirección de la fuerza.3. A toda
acción se opone una reacción, igual y de sentido contrario.
Las leyes de Kepler del movimiento planetario se refieren al conjunto, son integrales.
La ley de Newton de la gravitación universal, por el contrario es diferencial, permite
deducir el estado que tendrá un sistema a partir del que tenía un instante anterior;
por definición satisface la causalidad. Antes de Newton no había ningún sistema de
causalidad física.
Con Newton el peso de un cuerpo sobre la superficie terrestre se identifica con la
fuerza de atracción entre los dos astros, el movimiento de los proyectiles con el curso
de los satélites; las mareas se explican por la atracción luni-solar; se calculan las
perturbaciones entre los planetas; se calculan las órbitas de los cometas; se predice el
achatamiento del globo terrestre; se explica la precesión de los equinoccios por la
atracción del Sol sobre el abultamiento ecuatorial terrestre.
Después de Newton los grandes matemáticos pudieron extender los dominios de la
razón a todos los rincones del sistema solar.
Newton en su camino a la cima intelectual que representa los Principia inventó el
cálculo de fluxiones (nuestro moderno cálculo diferencial e integral) que hubiese sido
por sí solo mérito suficiente para situarlo entre los grandes intelectuales de la
humanidad. Gracias a su rigor analítico extraordinario y a su nueva y poderosa arma
matemática, Newton logró resultados donde muchos intelectuales de su época
caminaban en las tinieblas.
Descubrió que la luz blanca puede ser descompuesta en todos los colores del arcoiris
al hacerla pasar por un prisma, iniciando con ello el análisis espectral, base de la
astrofísica contemporánea.Además Newton construyó un telescopio reflector.
Sus estudios sobre la luz lo llevaron a publicar en 1704 su Tratado sobre óptica, donde
además detalla su teoría corpuscular para la naturaleza de la luz.
Los últimos años de su vida los destino a profundas meditaciones teológicas, alejado
casi totalmente de aquellos quehaceres intelectuales para los cuales no tuvo rival.
Un hombre de Fe
A su muerte, Newton dejó una muy cuantiosa colección de manuscritos personales
que llegó, con el tiempo, a conocerse con el nombre de «Colección Portsrmouth» por
ser esta familia -descendientes de Newton- la poseedora de la misma. Cuando los
investigadores tuvieron acceso a estos manuscritos, hallaron miles de folios escritos
por Sir Isaac conteniendo además de estudios de alquimia, comentarios e
interpretaciones de textos bíblicos, especialmente los proféticos, así como cálculos
herméticos completamente oscuros e ininteligibles para ellos.
Debido quizá a ello es que se menciona que Newton era un hombre creyente de los
llamados fundamentalistas; esto es, de los que creían en la revelación de la Biblia y la
entendían al pie de la letra.
Así pues, Newton pensaba que en la Biblia había una segunda revelación que
completaba la primera. En ésta se halla la ciencia divina hecha en la creación,
expresada en forma de leyes físicas a cuyo conocimiento había llegado Newton por
primera vez; con lo que había llegado casi a los mismos confines de la divinidad.
Se dice por ello que Newton no se daba por satisfecho con haber logrado desentrañar
el complicado sistema mecánico de los astros del sistema solar -y eventualmente de
cualquier otro- sino que creía que eso era sólo un subsistema del sistema total, una
pequeña parte del enigma -"...una piedra más pulida o más brillante hallada en la
playa del inmenso océano de la verdad"- y se planteó el desaforado desafío de tratar
de alcanzar el fondo del océano, desafío propio de un espíritu titánico y universal.Esto
podría dar una pista de lo que debió ser el Newton filósofo, metafísico, creyente y
hasta un poco renacentista y otro poco medieval. Un Newton que no es la clara y
rutilante estrella de la Ilustración, como a veces se ha pensado sólo en función de que
su "Sistema del Mundo"

La noche del 20 de marzo de 1727, a los 84 años, fallece, luego de sufrir graves
molestias físicas provenientes de problemas renales. Descansa en la abadía de
Westminster junto a algunos de aquellos en los que según el propio Isaac Newton,
prestaron sus hombros para que él viera más lejos.

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