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EL MANTEL CELESTE
HISTORIA Y RECETARIO DE LA COCINA URUGUAYA
Impreso en Uruguay
A mis alumnos
HGR.
La edad del cuero
La dieta del jinete
cho resuelve su alimento junto a las brasas donde la "pava" calienta el agua del
mate y. un p>oco más allá, el asado se cumple con el mismo recurso del fuego
improvisado donde acampa o desensilla.
El cubierto es el mismo facón de todos los usos, arma, herramienta, instrumento
múltiple que prolonga brazo y lleva en su hoja escrito el mandato de defender el
el
honor de quien lo empuña. Es capaz del tajo paralelo a la "jeta" que corta el
bocado de carne y siempre listo ("las armas son necesarias / pero nadie sabe
cuándo") para asestar su golpe con destino de carne: de res o humana.
La técnica de asar tiene su arquetipo maestro, no importa en cotejo con sus
émulos de cualquier lugar y tiempo, en el asado con cuero. El cuero de la res. con
los campos de cardos que Larrañaga encuentra en los alrededores del arroyo del
Colorado y cuya presencia asocia a alcauciles europeos que por falta de cultivo se
hacen silvestres "y se erizan de largas espinas".
El desayuno en la Villa de Canelones es de generosa estirpe hispana y consistió
en "una buena fuente de huevos con tomates y un buen trago de vino", que
fritos
consumen en una pulpería. Antes había hecho referencia al consumo de las bebidas
espirituosas, señalando el activo comercio en tomo a ellas, acotando su preocupación,
que el propio Larrañaga define como "política y cristiana". En todo caso, las pulperías
eran lugar clásico de consumo de alcohol, caña y ginebra, porque el hombre del
campo era amigo de los destilados, por una comprensible necesidad de calorías
que es típica de las clases populares del mundo. Sin embargo, el trago de vino del
desayuno proviene de una pulpería, con lo cual el abastecimiento de esos verdaderos
almacenes de ramos generales incluían el fruto de la vid, herencia española
indudable.
Después de dejar atrás la Villa de Canelones llegan al Pueblo Villa de San
Juan Bautista (actual Santa Lucía) y allí el Regidor de Menores se preocupa de
auxiliar a los viajeros con una buena cena. Dice textualmente Larrañaga: "no faltaron
buenos pollos asados y guisados con el mayor primor, buen caldo, hervido, pan,
vino y café, con cubiertos de plata. Para los peones y escolta se hizo carnear una
res, y así nada faltó, no sólo de lo necesario sino aun del regalo".
Al día siguiente, 2 de junio, los viajeros se levantan temprano y el desayuno
reitera el recurso de los productos del corral, porque el "desayunamos
texto explicita:
una buena tortilla de huevos".
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Este mismo día, ya llegados a Cagancha, la cena se cumple a las ocho y
media, con "buenos patos y pollos bien sazonados, caldo y hervido; no faltó pan,
manteles ni cucharas de hierro estañadas, platos de loza y jarros de lo mismo.
Nosotros pusimos el vino y así nada nos faltó. Para los peones y escolta se mató
una res y comieron sus asados y churrascos, que son unas tiras de carne largas,
tiradas sobre las brasas, sin más condimento que sal".
Este pasaje es particularmente interesante porque describe el "asado de tira"
y la más pura versión criolla que no lleva más aderezo que la sal, sea en salmuera
o simplemente dejada caer sobre la carne sin disolver en agua. Pero ni asomo de
adobo o "chimichurri", variables sin duda posteriores y heterodoxas.
Sorprendentemente el desayuno del 3 de junio muestra al naturalista tomando
mate con azúcar, es decir, esquivando el cimarrón, mate amargo, acotando que el
azúcar viajaba con ellos, lo cual permite deducir que a Larrañaga o a parte de su
compañía el ingrediente para endulzar era fuente de cuidado o preocupación. Pero
si mate dulce es el desayuno suyo, no deja de anotar que la gente que lo
el
acompañaba había elegido dormir al aire libre con un gran fogón de leña y allí
estaban tomando ya "su Paraguay y sus asados".
té del
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La cocina de la estancia
dieta criolla se reduce a poco más que la mención del asado y la carbonada. Sin
olvidar la definitoria referencia al Viejo Vizcacha, escupiendo el asado. Una fuente
que asoma algunos de los detalles que conciernen a la cocina y a la obtención de
alimentos son las cartas de los hermanos John P. y William P. Robertson. Una
selección de esos textos, prologada y anotada por Heber Raviolo ("Los Artigúenos",
Banda Oriental, 2000) recoge interesante información. Al margen de su mirada
sobre la figura de Artigas registra los gauchos en la tarea de carnear y faenar la
versión curada como "charque". Algunas escenas que recogen las cartas son de
la provincia de Entre Ríos y en ellas se cita el "asado con cuero" de vaquillona y la
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preparación, puchero, asado, guiso. Un vaso daba la vuelta a la mesa para servirse
elagua de un gran botellón que estaba sobre ella. El patrón ocupaba la cabecera,
llamaba a la familia e invitados, pasaba su puñal a la esposa para que cortara el pan
para todos. El cuchillo regresaba a las manos del patrón, quien cortaba un trozo del
pan. se persignaba y rezaba un Padre Nuestro en coro con los presentes. Terminada
la oración decía: "Sírvanse". El cuchillo propio en la cintura de los presentes era
esgrimido de inmediato, ya que los que había en la mesa eran para las mujeres.
Los postres eran los conocidos arroz con leche con canela en polvo, mazamorra
mojada con la leche ordeñada en la propia estancia, el "apoyo" que era un festival
de crema gorda lista para ser batida y conseguir la manteca. A veces la cuajada se
servía como una variante elemental del queso y era también postre.
El aporte de la inmigración
sustento. Por otra parte, fueron precisamente en un primer momento los inmigrantes
cocina criolla fuera mestiza con escasos rasgos autóctonos. Los criollos perfilaron
de todos modos una original vía cultural que se expresó no sólo en las artesanías
del cuero, para citar una, también en el desarrollo de algunas especies alimentarias
que reflejan la realidad americana con profunda impronta. El mate es. quizá, el
Resultará sorprendente saber cuántos platos que los criollos han consumido
desde siempre son también de raíz europea. Ya no el asado que llegó con la ganadería
introducida por los colonizadores. También el popular Martín Fierro, el queso y
dulce, que es de origen vasco, hecho con Idiazábal, el delicioso queso de oveja y
"carne de membrillo", es decir, el dulce consolidado en compacta presentación que
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requiere el cuchillo para ser\'¡rlo y no la cuchara como las mermeladas. Exactamente
como el dulce rioplatense. En
bodas de Camacho. Cervantes incluye en el
las
festín el novillo entero en un espetón con un monte de leña para arder que no es
nada desatinado asociar con el "asado con cuero".
La herencia hispánica
Escapa a toda impugnación la lógica inevitable que pone en la cultura americana
como nota europea dominante la de los descubridores y colonizadores. En el norte
del continente la influencia inglesa en la zona de New England dura todavía en el
consumo de "chow'ders", pescados y frutos del mar. Sin perder de vista que la
fusión con los ingredientes americanos son claros en un plato tan representativo
como los porotos en la fórmula de los "Boston Beans".
En lo que se llama genéricamente Hispanoamérica, el acento ibérico, incluido
el de Portugal en Brasil, es un inevitable punto de partida. En Uruguay
y el Río de
la Plata la sola incorporación de la ganadería marca con fuerte impronta esa
aportación, a pesar de que el intercambio cultural alimentario no se reduce a esta
vertiente. Pero la explotación de la ganadería con la figura consular del gaucho
engendra la dieta del jinete, del comensal que carnea y hace fuego para
itinerante
asar donde lo sorprende la hora de comer. Esta circunstancia y el propio estadio
cultural semi-nómada determina ya la técnica de cocción que serán las brasas o
las llamas del fuego encendido en el momento. La institución de la parrilla criolla
nace de esta doble circunstancia: del ingrediente y del estadio cultural del cocinero
V comensal.
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Quizá el puchero sea un buen ejemplo de la herencia hispana, a pesar de que
lagran olla ecuménica que lodo lo abarca tiene variantes en toda Europa. El bollito
italiano no es sino su réplica, con las variantes del caso ('"testina" incluida, que es
la cabeza de ternera incorporada al repertorio de bocados). La versión que se
desarrolló entre nosotros con el nombre andaluz que alude a la olla donde se prepara,
tieneque ver con su abundancia y variedad excepcional de ingredientes más que
con podrida, la misma que en el "Quijote" elogiaba Sancho al acotar que
la olla
peninsular se mide en la presencia del maíz en los infaltables choclos, el zapallo, las
papas y boniatos que por cierto no son exclusivo patrimonio rioplatense. Los
"her\ idos" de Venezuela son en definitiva tributarios del mismo concepto. También
las variantes del cocido en la propia península permiten matices diferenciales
importantes.
Las paellas y arroces levantinos son un capítulo que ha ganado terreno entre
los aficionados a los frutos del mar. Si bien la paella como tal admite una larga serie
de variantes, los arroces con mariscos y tratados a la manera hispana, que significa
el arroz sin pasar, el grano intacto, es un plato prestigioso que se ve en los restaurantes
con la herencia española a p>esar de que en las numerosas variantes de esos platos
las fusiones y confusiones de los diversos aportes europeos se suman en una maraña
de difícil análisis.
En la cocina de los guisados el mondongo, que son los "callos" según la tradición
hispana, se encuentra en compañía de las cazuelas de lentejas, las patas de cerdo
y las fabadas que, en general, entre los uruguayos se encaminan hacia los guisos
de porotos con cerdo, de irresistible atracción. Toda esta amplia gama de platos
que responden a la cocina del invierno es una de las constantes más firmes de la
cocina nacional y popular. No es fácil imaginar un hogar uruguayo que en los días
fríos no ponga en su mesa un plato humeante con granos. Y una vez más la mezcla
IS
de aceite" de Castilleja de la Cuesta, en la provincia de Sevilla, que el autor encontró
importadas de allí en un supermercado alemán de la ciudad de Colonia (Koln).
En cuanto a las empanadas y pasteles, no es preciso sino contemplar el
universo de la "empanada gallega" para rastrear fuentes. Por cierto en este sector
elacento catalán es reconocible en las empanadas de acelga y pasas, que son las
mismas "empanadillas" que deleitan a los barceloneses. Pero no es posible silenciar
que la elaboración más criolla para estos bocados populares empleaba originalmente
grasa vacuna, tanto para preparar la masa como en la fritura, aunque luego se ha
hecho fácilmente utilizable la manteca o grasa de cerdo. La utilización de la grasa
vacuna, que supone un laborioso proceso, permite luego el aprovechamiento de los
"chicharrones" en combinación sabrosa con el pan.
Sin duda que la impronta uruguaya está en los pasteles de dulce de membrillo,
clásicos con su relleno tratado de tal modo que el dulce es ablandado con agua
caliente para convertirlo no en un trozo firme sino cambiando su textura hacia una
pasta tierna, cercana a la mermelada sin serlo. En el caso de los que se rellenan de
dulce de leche, el sello americano definitivamente se impone porque, como enseñaba
el maestro Lauro Ayestarán, los grandes centros lecheros europeos no producen
dulce de leche: es una invención rioplatense.
El repertorio de los postres y dulces es de muy fuerte predominancia española
gracias a los flanes, natillas, tocino del cielo, torrejas o torrijas y el inevitable arroz
con leche con su toque de canela molida. Una fórmula muy popular es el llamado
budín de pan que bajo el nombre de pudin diplomático se ve hasta en las cartas de
restaurantes caraqueños. Encama de manera ejemplar lo que llama Xavier Domingo
la cocina de "las sobras", sin duda una de las vertientes más interesantes de la
cocina popular. Aquella que saca partido de lo que ha quedado sobre la mesa sin
El aporte italiano
incidencia que ha conquistado su cocina en los hábitos del mundo. Hace ya décadas
que la pizza y la pasta son patrimonio de todas las mesas y que en lugares de fuerte
y calificada tradición gastronómica propia, como Francia y España, la cocina italiana
ha logrado instalarse como hábitos cotidianos.
En Uruguay, donde la incidencia de la inmigración de Italia ha sido tan alta,
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familia.
propia, por lo menos en la llamada salsa Caroso, que habría nacido en el restauran!
"Mario y Alberto" en los años que rondan 950. Por otra parte, la idea de consumir
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pastas por lo menos dos veces por semana, jueves y domingos que era lo clásico,
ha crecido a una frecuencia mayor. Entre otras razones porque se trata de un plato
de relativo bajo costo y con una capacidad absolutamente incomparable de
variación. La mera sustitución de la salsa puede convertir el plato de spaghelti en
cosas totalmente diferentes si se sirven a la carbonara, al pesto o a la boloñesa.
También hay originalidad en algunas de las denominaciones que bajo la etiqueta de
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La fabricación nacional y la importación de pastas han enriquecido todavía
más la gama disponible. Por otra parte, la aparición del trigo de grano duro, que es
el empleado en Italia, hasta hace poco tiempo ausente de la producción nacional,
ha venido a sumar otro dato renovador. El trigo de grano duro todavía no se pro-
duce en Uruguay pero se importa. En muchos lugares donde la pasta se elabora
diariamente, restaurantes en especial, la pasta recurre a esta harina. Ello ha aportado
a la mesa de la pasta una mayor consideración hacia el punto de cocción "al
dente", respetado relativamente entre nosotros. El uruguayo ha sido poco vigilante
de este punto tanto en la pasta como en el arroz. Pero lo cierto es que las pastas
han venido ganando terreno en la dieta diaria nacional, tonificando viejas tendencias
al impulso de la búsqueda de comida atractiva, sana y de costo accesible. No es
raro encontrar hoy, en la oferta de los restaurantes exitosos, aquellos que centran
su carta y hasta su nombre en las pastas italianas.
duda ajivia el trabajo del ama de casa que en pocos minutos dispone del cereal, listo
para ser preparado con la salsa deseada, sin el largo remar en la olla que la versión
antigua implicaba. También, sin duda, esa facilidad tiene un costo adicional en el sabor.
La polenta hasta los años del 40 era un alimento habitual, tanto como la pasta,
en versiones muy distintas. Podía ser parte del desayuno, cocida en leche,
remontando otra vez la raíz romana del "puls", o bien el delicioso plato que una vez
cocida se viste, como la pasta, con la salsa de tomate, con brócoli o no, con "pajaritos"
que era la fórmula de agregar pequeñas aves guisadas. También funcionaba como
acompañamiento y el guiso de liebre, de herencia italiana, era ritualmente servido
con polenta.
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El otro clásico de inspiración itálica que se ha instalado en el Río de la Plata
es la milanesa. Una versión modificada de la original italiana pero que no falta en
la carta de ningún lugar de ambas orillas del río y tampoco en la cocina doméstica
de cada hogar uruguayo.
La manera original es la "cotolelta milanesa"; se trata de las chuletas que se
rebozan con hue\o batido y pan rallado, conservando el hueso y friéndolas en
manteca y no en aceite. En realidad, la N'ersión ríoplatense utiliza escalopes, delgadas
tajadas de carne, preferentemente tiernas o golpeadas para alcanzar el espesor
deseado, con cortes de carnes que van desde el lomo hasta la nalga. También la
versión rioplaiense puede mejorar el sabor del rebozo dejando caer en el huevo
batido,además de la indispensable sal. ajo y perejil picados.
En el dominio de las sopas el "minestrone", con su contundente naturaleza de
verduras y pasta corta, perfumado con albahaca. es la gran sopa invernal poiinsu-
lar al seno de la familia uruguaya para quedarse.
que ha llegado
Los dulces y postres italianos, que son legión, se han incorporado a las
iiKÜnaciones golosas nacicnales. La "pasta trolla", con sus variantes de diferentes
frutas y por supuesto con un soporte de pasta que puede adoptar diversas maneras.
es quizá la más difundida de las fórmulas del nutrido arsoial de la repostería italiana.
Pero también la torta de ricotta. los "sfogliatelli" y el "haba al ron" se dejan ver en
confiterías y panaderías. Por su parte, el "zabaglicxie", traducido en sambayón.
ocupa a veces el repertcxio de los postres de restaurantes italianos y sin lugar a
dudas es una de las cremas que a la hora de los helados está siempre presente, con
su preparación que a falta del Marsala esencial se sirve de otros vinos dulces, no
siempre nobles.
El aporte de Inglaterra
La cocina inglesa arrastra una mala fama que muchas veces incurre en
exageraciones adversas injustas. Hace mucho que la lengua acida de TallejTand
definió a Gran Bretaña como un país de cien religiones y una sola salsa, que no es
descabellado suponer es la "mint sauce" del cordero. Pero más allá de las Invasiones
La hora del propio consumo de esta infusión son hijos de los ingleses.
té y el
Durante mucho tiempo fue una costumbre viva que originó numerosos salones de
té que las últimas generaciones han ido abandonando. Aunque todavía el té es una
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noble manera de disfrutar a la hora de la tarde el trozo de tarta preferida, tostadas
luego varias tapas, muchos ingredientes más (jamón, queso, aceitunas, tomate,
etc.) y cambió el triángulo clásico del corte en rectángulos que corresponden a la
El aporte alemán
En los tiempos que corren se hace difícil ver cervecerías atendidas por
alemanes y mucho menos desarrollar la ciencia y el arte de "tirar" un "chopp".
Pero sería inevitable comentar la presencia alemana comenzando por la cerveza,
bebida universal de muy vieja data en el mundo y que ha ganado terreno en el
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consumo de los jóvenes por doquier. La cerveza se instaló en Uruguay después
que vino y comenzó a producirse en envases de cerámica que han originado la
el
café estilo vienes que conjuga la crema de leche con el aroma y sabor de la infusión,
en una asociación sin reproches. En la versión uruguaya se suele utilizar Chantilly.
es decir, la crema de leche batida, que es un despropósito en la medida que se
destruye el trabajo realizado apenas entra en contacto con el café.
El prestigio de Francia
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La mayonesa y la bechamel. con sus derivaciones: tártara, golf o rosada, momay.
El otro ejemplo evidente es la función múltiple de las crepés, que en Uruguay se
fusionan con la cocina italiana a la hora de preparar canelones, en un verdadero
sincretismo ítalo-francés. Sin duda que no es tarea fácil distinguir, sobre todo en el
plemento inevitable de un desayuno clásico. Y por esta arista del desayuno con
influencia francesa -entre los uruguayos el "breakfast" con panceta y huevos
nunca prosperó-, es preciso anotar que el pan con manteca, la "tartine". se inscri-
be entre los recursos clásicos heredados de Francia, tanto a la hora del desayuno
como en la merienda de la tarde.
costo no siempre permite el producto genuino pero todos piensan en Epemay aunque
brinden con espumantes de otro origen.
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La parrilla: el plato nacional
A pesar de que los aportes ajenos han sido definitivos en torno de mesa la
uruguaya, la dieta del jinete y la pasión de las brasas como medio de cocción, no
han retrocedido un milímetro ante ninguna de las aportaciones que esquivan la
preponderancia de ese reino.
La parrilla o parrillada, como se le llama también renunciando al modo de
nombrar el plato con el mismo utensilio que lo prepara (tal como sucede en el caso
de la paella, del "pot au feu" o del puchero), es el eje de la vida festiva cuando de
comer se trata. De norte a sur, todos los encuentros amistosos, que si el clima y el
A esta lista seguramente más larga de variables, habría que sumar los
Provolones nacionales, que traen a la mesa el atractivo manjar del queso fundido
y los morrones, papas, boniatos y calabacines se ven cada vez con mayor frecuencia.
Además, la parrilla uruguaya suele incorporar el cerdo, en diversos cortes como
el carré y más recientemente el matambrito que, al margen de las pamplonas de la
misma fuente, ensanchan todavía más el ya inabarcable horizonte del plato nacional.
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El reino del chivito y del "fast food"
nombre actual mantiene sus referencias alemanas intactas. Como una curiosidad
doméstica, especie de albóndiga aplanada, que freída permitía en un país de carne
excepcionalmente tierna una variante curiosa. Mientras que en la Europa de sus
orígenes, la carne tratada así aseguraba un mordisco sin resistencia, en el Río de la
Plata era una curiosidad, aunque la historieta de Popeye, en la prensa de los años
30. junto al marinero forzudo a fuerza de espinaca mostraba al gordito Pilón
devorando hamburguesas sin cesar.
solicitó un sandwich de chivito. Ante la ausencia de los chivitos en un país sin las
alturas de Córdoba, el anfitrión habría improvisado la delgada escalopa de lomo,
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asada a la plancha, la hoja de lechuga y la tajada de tomate, entre dos tapas de un
crocante panecillo abierto en dos mitades, untadas con manteca.
De acuerdo con la historia bocado que es el único
narrada, la edad del típico
producto uruguayo en comida rápida o informal que compite con las
el reino de la
cita allí, levantando una montaña en un país que apenas puede hablar de cuchillas.
El chivito está aquí y, como los sandwiches, no parece tener intenciones de
desaparecer.
Si la mirada se dirige hacia el pasado, son de origen europeo todas las bebidas
que la historia registra. Es preciso distinguir como la gran excepción el mate, la
infusión que con sus raíces indígenas americanas no tiene relación con ninguna
fórmula importada.
El té, el café y aun el chocolate llegan por la vía de la colonización o la
consumo. El ron llegaba como consecuencia del intercambio comercial con Cuba,
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gran consumidora de tasajo uruguayo. Esta relación creó tal consumo regular de
ambos productos que los campesinos cubanos pedían una lata de "Montevideo",
para pedir tasajo, por la leyenda impresa en el envase que identificaba a la capital
ensalada de papas o rusa, competían con las milanesas, los churrascos y entrecotes,
escoltados por las clásicas papas fritas, con huevos fritos también. De todos estos
aspectos se ha dicho algo antes, pero el tema reaparece toda vez que se revisa la
bebida en Uruguay.
Aludir siquiera al universo de los refrescos que bajo marcas generalmente
internacionales del tipo cola y de otro estilo se consumen en Uruguay, es anotar
que en este sentido el país no se diferencia del resto del mundo.
No sería justo en este inventario de las bebidas que consumen los uruguayos,
omitir dos palabras en homenaje a la calidad del agua potable que es un bien que no
poseen todos ciudadanos del continente y del mundo. Al margen del agua po-
los
table común, atendida en general por los servicios del Estado, las aguas llamadas
minerales son, en muchos casos, de una excepcional condición. No sólo desde el
punto de vista sanitario, también por su sabor. Alguna vez el uruguayo fuera de su
tierra habrá valorado esta virtud de las aguas nativas, por el camino más doloroso
y eficaz: por su ausencia.
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El arte del café
esquina de Maldonado y Jackson, donde Pepe sirve sus cafés con la coloración y
la espuma del producto genuino.
Muchas son las maneras de hacer un buen café en la propia casa. Ahora
existen máquinas para lograrlo de todo tipo: desde las de tipo expresso, con el
portafiltro a la manera de las que funcionan en las cafeterías y bares, hasta las de
émbolo, que son de las mejores aunque el café es del tipo "colado", sin la densidad
cremosa que es la gracia del expresso. La recomendación básica de utilizar el
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El mate se ha mantenido y hasta ha crecido en el entorno urbano. En
Montevideo el empleo de la "matera", es decir, el estuche de cuero con su correa
para suspenderlo del hombro, ha llegado para ampliar el utilaje que comporta el
por primera vez. Requisito que conoce distintas maneras, desde el simple llenado
con la yerba, mojarla con agua y dejarlo así, sin servirse de él, por 24 horas.
Resulta evidente que, así como en la operación de asar, la componente social
de la ceremonia que convoca a la rueda es manifiesta, otro tanto subyace en la
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Los libros de cocina
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El libro lleva el sello de Barreiro y Ramos y la fecha que indica la portadilla es
1921. aunque la portada declara "Montevideo, 1923". Después de enumerar los
utensilios que una cocina requiere siguen las recetas ordenadas bajo los capítulos
Fiambres, Sopas, Pescados, Entradas, Croquetas, Embutidos, Pastas. Salsas, Aves.
Legumbres. Huevos, Especialidades, mientras que una segunda parte bajo la
indicación de Repostería, comprende Tortas, Bizcochos, Bizcochuelos, Masas fritas.
Budines, Cremas y sambayones, Dulces y confituras. Gelatinas, Bombones, Turrones
y mazapanes. Helados. Bebidas y licores. El volumen se cierra con los menús
sencillos para todos los días de la semana, seguido de un índice alfabético de recetas.
El diccionario de la mujer
Publicado en 1 938, bajo una explicación que decía "Libro de consulta para la
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El Gorro Blanco
Editado por Barreiro & Ramos en la década de los años 30, logró en 1947 su
12' edición, anunciada en la portadilla como corregida y ampliada. lí\ autor se
identifica como M. Dumont, "ex - chefdel restaurante Lapcrousc, de París". El
texto de la portadilla agrega que es traducción al castellano, ampliado con numerosos
platos de cocina americana. No se indica la fuente del libro original, ni tampoco
quién es el responsable de la traducción ni de las recetas de los platos americanos
incorporados.
La 12" edición alcanza las 318 páginas y se muestra dividida en numerosas
secciones: fiambres, sopas, salsas, huevos, tortillas, croquetas y bocadillos, pescados
y mariscos, legumbres, pastas, carnes en general, aves y caza, repostería, dulces y
licores y helados.
de las preparaciones, platos que fueron hitos de las mesas con intención de celebrar
fechas importantes o de convite. Por ejemplo, los tomates rellenos de atún, entrada
clásica en la cocina doméstica de la década de 1950.
Ana M. Armand-Ugón de Tron firma este libro de largo título que editó
Americalee, la conocida editorial de inspiración anarquista que dejó su huella en la
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conocimiento y rigor excepcionales en un libro de divulgación destinado al ama de
casa.
Es probable que el llamado "libro del Crandon" sea el que ha ganado una
permanencia estable en el repertorio de los libros de cocina empleados a nivel
doméstico, como guía insustituible de las amas de casa.
Desde 957, año en
1 el primera edición del "Manual de Cocina",
cual aparece la
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Pero no cabe duda de que gozó de predicamento y muy alta popularidad que
se advertía hasta en la frecuencia con la cual su nombre era empleado en los
programas radiofónicos de humor, cuando era preciso referirse al dominio culinario.
Ella misma llegó a hacer radio y su imagen apareció en la televisión.
Sus recetas muchas veces se apoyan en las tradiciones de su provincia, con
lo cual el sector criollo de su libro se beneficia de la tradición. En las recetas damos
el locro de mamita Cíeme y un original helado de mate que le pertenecen.
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Recetario
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Antipasti
no sólo por la variedad de esos bocados, que suman decenas y que ilustran la
invención y el refinamiento de la cultura que los vio nacer. En "Le due torri" de
Giovanni y Francesco Anderlini, los boloñeses propietarios del estupendo "ristorante"
de la ciudad de Santiago de Chile, los "antipasti" suman más de 70 posibilidades.
Los que damos a continuación son una mínima muestra de los que prepara
Marcelo Banchieri en "Da Pentella", en Montevideo.
Berenjenas asadas
Calamaretes rebozados
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Filete de salmón en crosta
Salmón en lomo entero. Aceite de oliva, jugo de limón, sal, pimienta, perejil,
ajo picado pequeños y pan de campo.
Marine el salmón en aceite de oliva, sal, pimienta y jugo de limón.
Aparte ralle elpan de campo en molienda gruesa y mézclelo con el ajo, perejil
y aceite de oliva. Cubra con este pan el salmón y lleve a horno fuerte 10 minutos.
Corte en trozos pequeños y tóquelos con oliva y limón.
Involtini de peperoni
filet de anchoa. Disponga en una fuente y vierta un hilo de aceite de oliva por
encima.
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L
Entradas
Tomate caprese
8 tomares medianos que no sean "perita " / 50 g de atún en lata, sin aceite /
12 aceitunas negras / algunas alcaparras / media manzana Granny Smith,
sin piel ni semillas, picada pequeña /I pepinillo en vinagre / 1 huevo duro
cortado en discos / mayonesa /sal.
haga un corte de una tajada muy tina en la cara opuesta para que se sostengan en
equilibrio firme. Vacíelos con ayuda de una cucharita. con cuidado de no
la
perforarlos. Quite bien las semillas y el agua de vegetación que suele ser abundante.
Sale el interior y colóquelos con el hueco logrado hacia abajo media hora para que
drenen el resto del agua.
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Aparte mezcle el atún con la mayonesa, la manzana, las alcaparras, el pepinillo
picado, las aceitunas sin carozo y picadas también, reservando 8 mitades para
adorno. Con el puré resultante rellene los tomates, cubra el orificio una vez rellenos
con una tajada de huevo duro y adorne con media aceituna negra. Sírvalos colocando
dos en cada plato, con alguna hoja de lechuga como soporte y contraste verde.
Elija las verduras que pueden ser ramitos de bróccoli. rodajas de remolacha
cocida, tajadas de zucchini. lo mismo de berenjenas, tallos de apio cortos, bastoncitos
de zanahoria, etc. Rebócelas con la fórmula que se indica a continuación:
Rebozo
Harina, agua, levadura Fleischmann. sal y pimienta.
En un bol diluya con agua libia la levadura, mézclela con la harina y trabájela
con la mano hasta formar una pasteta no muy líquida. Deje reposar un par de
horas. Pase las verduras por esta pasta y fría en aceite caliente. Escurra las
verduras y déjelas sobre un papel absorbente para que pierdan el aceite sobrante.
Sírvalas calientes.
Aspic
Aspic de atún
Mezcle el atún con las alcaparras, la cebolla picada, las aceitunas verdes
picadas, jugo de limón y la mayonesa. Tiene que lograr una pasta uniforme.
el
Aparte prepare la gelatina sin sabor según las instrucciones del envase y
arme los aspics en moldes adecuados por su forma y tamaño. Corte el huevo duro
en rodajas con el utensilio indicado y el pepino en tajadas fmas en diagonal. Con la
gelatina todavía tibia, deje caer una pequeña cantidad en el fondo de los moldes.
41
para que al cuajar su escaso espesor deje trasparentar el relleno. Llévelos al
refrigerador por una hora o hasta que cuaje la Disponga entonces una
gelatina.
rodaja de huevo y una tajada de pepino para que el juego de colores anime la vista
del aspic. Rellene con la pasta de atún y con el resto de la gelatina. Lleve al
refrigerador por unas cuatro horas. Desmóldelos en el momento de servir, colocando
los moldes por unos instantes en agua caliente, invertirlo en cada plato, sacudir y
42
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Sopas y caldos
200 g de la parte blanca del puerro/ 300 g de papas /medio litro de crema de
leche que puede sustituirse por un cuarto de leche y un cuarto de crema / Vi
litro de agua, 30 g de manteca / 1 cucharada de harina / perejil para
adorno / sal, pimienta negra molida y opcionalmente Cayena.
Caliente la manteca y dore sin quemar los puerros picados fmamente. Agregue
lacucharada de harina y mezcle siempre a fuego moderado. Vuelque medio litro
de agua y lleve a ebullición. Incorpore entonces las papas cortadas en dados
pequeños. Sale y cubra la olla y baje el fuego para cocinar durante 5 minutos.
Verifique que las papas están tiernas. Pase entonces la cocción por una licuadora
para lograr una crema a la cual sumará la crema de leche o la combinación de
leche y crema para reducir el contenido graso. Rectifique el punto de sal,
seguramente atenuado por los lácteos, agregue la pimienta negra y con cuidado
una pizca de pimienta de Cayena. Caliente sin hervir y sírvala de inmediato en
tazas. Cabe la posibilidad de agregar "croutons", es decir, cuadraditos de pan tostado
o frito.
43
Sopa crema de zapallo de la familia De Frutos
Hierva el zapallo cortado en trozos en el agua hasta que esté tierno. Retire
del fuego y páselo por la licuadora para obtener una crema. Páselo entonces a una
cacerola, agregue la leche con la fécula, manteca, sal, nuez moscada, pimienta y
las hierbas aromáticas a gusto. A
fuego lento y con cuchara de madera mueva la
crema suavemente, hasta que logre el espesor deseable. Rectifique sal y sabores.
Sírvala bien caliente.
Opcionalmente puede sumarse pan frito en aceite de oliva, o pan tostado,
trozos de queso o el queso rallado habitual.
El vino indicado es un tinto suave, ligero y joven (Merlot, Cabemet Sau vignon)
o bien un rosado seco.
Sopas licuadas
Vino tinto es el ideal, el que se prefiera, para acompañar las sopas licuadas.
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Sopa de puchero
Sopa de lentejas
La sopa clásica para el invierno que abuela preparaba y que era en sí misma
un plato único y completo. La recuerdo inclinada sobre el mortero, con el gesto del
esfuerzo que en ella era morderse el labio inferior. La receta por cierto es casi la
misma que da Escoffier, nada menos, en su "Cuide Culinaire". La cantidad, por
supuesto, desborda esta vez las cuatro personas.
45
Cabe la posibilidad de cocinarlos separadamente y agregarlos después al
minestrone. Cuando la sopa esté lista, lo cual supone en olla abierta una hora
y media por lo menos (en olla a presión se reduce a una tercera parte), agregue
la pasta.
Ponga un vino tinto a su elección y verá que el frío invernal retrocede derrotado
por el minestrone de la abuela.
En la dura vida marinera de los pescadores vascos, existe una sopa llamada
marmitako, que los sostiene en pesada faena. Es un plato delicioso y pleno de
la
Limpie el atún de espinas y piel, que conserva aparte para hacer con ellas un
caldo. Corte el atún en cuadraditos pequeños, de unos dos o tres centímetros de
lado. Pique la cebolla muy fina y fríala en aceite junto con los ajos. Use para ello la
misma olla donde hará la sopa. Cuando la cebolla está dorada, añada el tomate
picado. Déjelo sofreír unos dos minutos. Rompa las papas de manera irregular,
metiendo el cuchillo y haciendo palanca, porque de ese modo, dicen los cocineros
vascos, sueltan más almidón y engordan el caldo. Se sofríe todo lo que está en la
olla, se le añade el caldo que se preparó con los despojos del pescado y se deja
hervir hasta que las papas están a punto de estar listas. En ese momento se suma
el atún y en pocos minutos, menos de diez, el marmitako está listo. Salpimenté
entonces, puede utilizar no sólo la pimienta molida directamente del molinillo, también
una guindilla o "peperoncino", o bien una pizca muy medida de pimienta de Cayena.
La sopa debe quedar con una nota picante, sírvala caliente. Es un plato único que
requiere después un postre para formar una suculenta comida.
El vino que lo acompaña es, sin duda, un tinto: Tannat, Merlot, Cabernet
Sauvignon, Syrah o un corte de estas variedades.
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Entremeses
Lave bien las berenjenas. Séquelas para librarlas del agua con cuidado, de lo
aderezo no las moje y les haga perder la consistencia crocante que se logra con la
fritura atenta.
El vino indicado puede ser tinto ligero, blanco seco o rosado seco.
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Berenjenas rellenas de carne
Buñuelos
pasta, la cual será frita luego con su contenido preferido. Es siempre bueno,
cualquiera sea la fórmula de esa pasta, dejarla reposar después de preparada, un
buen rato. El otro punto es la temperatura del aceite para freírlos: ni muy caliente
ni poco caliente. Lo mejor es dejar caer en el aceite un poco de la pasta de los
buñuelos; si sube a la superficie de inmediato y tarda unos tres minutos en dorarse,
esa es la temperatura adecuada.
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Buñuelos de lechuga
(De Angelita Buonomi)
Crepés
Pero se emplea en numerosos países de Europa y del resto del mundo, con su
la
versátil capacidad de contener rellenos dulces o salados. Por las calles de París los
paseantes consumen las crepés que, bien de jamón, queso o confitura, son un
bocado delicioso y cómodo.
Como todo plato popular tiene detrás supersticiones y ritos. Se debe pedir un
deseoal dar vuelta la crepé y la manera en que se cumple esa operación se considera
de buen o mal augurio. Se afirma que Napoleón consultó a una crépe sobre la
suerte de la invasión a Rusia y no hizo caso de la advertencia que recibió porque la
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vuelva a batir. Puede usar un batidor de mano o eléctrico. Debe resultar suave y
sin grumos. Lleve al refrigerador por una hora o dos, antes de usar. Luego verifique
la densidad y corrija con un poco de leche si es necesario.
Para cocinarlas, existen diferentes tipos de sartenes especiales para crepés,
algunos eléctricos muy prácticos. Unte el utensilio elegido con un poco de manteca
o aceite y cueza crepés a fuego fuerte por un minuto por un lado y luego al
las
dai"la vuelta, con un color ligeramente marrón, déjela unos segundos por la otra
cara.
Deposítelas una sobre otra, en un plato. Están listas para ser rellenadas con
distintas preparaciones.
Crepés de queso
rellene las crepés, en la forma de pliegue que prefiera. Cúbralas con un poco de
bechamel sola y gratine. Sirva de inmediato.
Crepés de espinacas
Hongos
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Lactario Delicioso, que los catalanes llaman "rovcllon'" y los castellanos níscalos,
de alta calidad gastronómica. Al final del verano y en el otoño se dan con abundancia
Lave con agua fría los hongos varias veces para librarlos de arena y tierra.
zanahorias, picados pequeños, las zanahorias en nxiajas y los ajos enteros en camisa.
Déjelos rehogar durante I O minutos, hasta que tome color sin quemar. Agregue los
hongos hasta que estén ligeramente tiernos e incorpore aceite y vinagre para cubrir,
en una proporción de una parte de vinagre por tres de aceite y los granos de
pimienta. Lleve todo a punto de ebullición por 5 minutos y retire del fuego. Una vez
frío, consérvelos en frasco de vidrio tapado, con la única preocupación de que el
nivel del aceite, que sobrenada la superficie, cubra los hongos. Puede dejarlos
fuera del refrigerador con esta precaución o bien guardarlos en el estante menos
frío.
SI
Hongos secos y otros
y portobelo, todos ellos excelentes. Se puede preparar exactamente igual que los
boletus u hongos del pino y además es posible mezclarlos sin problema en la misma
elaboración.
La otra oferta es la de los hongos secos que generalmente son de dos fuentes.
En primer lugar los porcini italianos, caros y deliciosos, ideales a la hora de encarar
un risotto con funghi. Luego los chilenos, de buena calidad pero de consistencia
más correosa que obligan a una hidratación (remojo) prolongada y ser quizás
precocidos salvo que ingresen a un plato de larga cocción, que entonces domestica
la dureza que los caracteriza. Tienen un sabor agradable y provienen del ahumado
en la mayoría de los tipos disponibles.
las cocciones lentas en medio líquido y de allí sus posibilidades tanto en salsas para
pastas como en los estofados. En los casos más simples, una vez salteados en la
sarténcon un poco de ajo y perejil picado, se los acomoda sobre un trozo de carne
asada o a la plancha, entrecot, cuadril o lomo y resultan irresistibles. Lo mismo
para pescados horneados o aves tratadas de la misma manera. Quizá una única
recomendación: si la salsa es ligera o láctea como una Alfredo o cremosa, le van
mejor los champiñones de París, blancos y de gusto sutil. Si estamos frente a un
estofado o una salsa donde el vino ha estado presente, los ahumados chilenos y los
portobelo son indicados. El sabor más o menos intenso del hongo y el carácter y
hasta el color de la salsa, ayuda a elegir el hongo más apropiado.
Lengua a la vinagreta
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bien, sobre las tajadas de lengua, alternándolas con el aderezo. Cubra el recipiente
y guárdelo en el refrigerador, parte baja, por un par de días. Mejorará su gusto.
Puede servirlo como entrada y sin duda rinde para varias ocasiones.
Como entrada ligera que es, acepta un vino blanco seco, Sauvignon o Viognier,
oun tintolisero.
Sandwich
tapas, resaltando el sabor del jamón, queso, etc., que no se ve opacado por la
cantidad de miga.
Este detalle es fundamental y además obliga a tener la manteca en un punto
"pomada" impecable, para que al untar el pan no lo rompa.
No exagere el relleno. El olímpico nació como jamón y una hoja de lechuga,
con mayonesa en las dos tapas de pan, en lugar de la manteca de siempre.
Corte el tomate muy delgado si lo piensa utilizar en un sandwich, déjelo perder
el jugo para que no moje el pan, y sálelo.
53
Plato único
55
Los comensales toman los vegetales, los sumergen en la salsa caliente y los
llevan hasta el plato que cada uno tiene delante o directamente a la boca. Los
grisines también semojan en la salsa.
Se recomienda un vino tinto que puede bien ser un Tannat criado o un corte,
pero se impone un caldo de cuerpo, poderoso.
Carbonada
Plato campesino por excelencia que tuvo amplia difusión popular sin duda
disminuida en la actualidad.
Corte una tapa en el zapallo, quítele las semillas, llénelo con leche y las 2
cucharadas de manteca. Lleve al homo el zapallo entero y la tapa separada. Cuide
que se mantenga húmedo en el horno, pincelando a menudo la cascara del zapallo
con aceite y manteca. La pulpa debe quedar tierna. Rellene entonces con la siguiente
preparación:
Dore los ingredientes comenzando por la cebolla y agregue en el orden citado
los restantes. Dore la carne con la panceta y el chorizo, agregue el caldo y el vino,
la pimienta y la sal. Rellene el zapallo con este preparado y sírvalo caliente.
56
sino que además conoce, por haber sido alfabetizada en Brasil, el paladar genuino
de este manjar poderoso.
Nota: estas cantidades son para una mesa generosa de unas diez personas,
recórtelas si se trata de un número menor de comensales o bien congele lo que
sobre.
cosecha. Si los porotos son viejos, se tornan más duros. Deben estar bien cocidos
para poder agregar la carne y los chorizos enteros.
Mientras tanto, en otra olla, dore la cebolla picada, los ajos, la panceta picada
y el charque ya cocido en trozos. Vuelva a la olla de los porotos y vuelque en ella
Arroz: Fría 3 dientes de ajo con dos tazas de arroz grano largo, moviendo
antes de agregar tres y media tazas de agua fría. Tapar y no tocar hasta que esté
cocido, unos 8 minutos.
otro medio verde, todo picado bien menudo, hasta dorar. Agregue una taza de
fariña de mandioca, sal y condimentos a gusto, revolviendo hasta tostar un poco.
Se sirve así, seca, sin caldo.
Couve: (vegetal parecido a una col, que Uruguay no produce) Dore una cebolla
picada, agregue 2 ó 3 hojas de couve cortadas en juliana. Condimente a gusto,
apenas cocido.
57
Postre para después de la Feijoada:
plato principal es rico en lípidos, las naranjas con su ácido cítrico son el postre
ideal.Quien escribe recuerda todavía el mejor lechón asado de su vida, que no fue
en Segovia, donde también los comió buenos, sino en Portugal, con papas horneadas
en finas rodajas (estilo "panadera") y admirables y doradas naranjas enteras y sin
la cascara, listas para ser comidas. Por eso el postre para la feijoada, siempre
con 3 cucharadas de maizena. Cocine hasta que parezca una crema espesa.
Distribuyala en moldecitos del tipo flan, húmedos, y déjelos enfriar en el refrigerador
por varias horas. Desmóldelos, pasándolos por agua caliente, en copas altas, de pie
con buen diámetro, de las que se usaban antes para Champagne. Cubra cada
flancito con el almíbar de clavo de olor que se prepara aparte así:
Un cuarto litro de agua que debe poner a hervir con 3 cucharadas de azúcar
y 4 clavos de olor. Espere que espese un poco y retírelo del fuego. Déjelo enfriar
y agregue un vaso de vino tinto de buena calidad. Este almíbar es el que se vierte
sobre cada moldecito del dulce de naranja, adornado con un clavo de olor clavado.
Fondue
déjelos caer dentro del recipiente. Llévelo al fuego, vierta el vino, exactamente
hasta que cubra los trozos de queso. Agregue un toque de las pimientas, con cuidado
de no pasarse particularmente la de Cayena. Ponga sobre el fuego hasta que los
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quesos se fundan, removiendo con una espátula de madera. Cuando la mezcla es
homogénea, con la apariencia de una crema densa, agregue la maizena disuella en
un poco de Kirsch. La maizena tiene la función de estabilizar la emulsión del vino
y el queso. Emplee la necesaria.
Lleve entonces el recipiente a la mesa, donde debe estar sobre la llama de un
"rechaud" que mantiene el queso fundido. Corte el pan en cubos de dos centímetros
de lado, aproximadamente. Los comensales con los largos pinchos de la fondue
sumergen los cubos de pan en el queso, los envuelven con habilidad en la crema
fundida y se sirven.
Mazamorra
Remoje durante toda una noche el maíz y luego hiérvalo hasta que esté
tierno. Aparte, en una olla dore la carne corlada en trozos, previamente salada.
Agregue la cebolla y los ajos, dórelos sin que se quemen por pocos minutos. Pizca
de pimienta. Agregue el maíz ya cocido y déjelo a fuego medio, hasta lograr un
punto cremoso. Sirva caliente.
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Acompañe con un vino tinto de su preferencia, Tanant, Merlot, Cabernet
SauvignonoSyrah.
Puchero
En una olla grande hasta la mitad de agua coloque la cebolla con los clavos de
olor y la carne cortada en cuatro trozos. Cuando hierva espume para retirar la
agregue los chorizos y al cabo de quince minutos verifique con un tenedor la cocción
de zapallo y el resto de los vegetales. Apague el fuego, con un cucharón extraiga
suficiente caldoy en cacerola aparte cocine en él los garbanzos que han sido
remojados durante toda la noche anterior. Generalmente requieren no menos de
cuarenta y cinco minutos. En ese momento verifique que estén tiernos.
Sirva el puchero en fuentes separando las carnes de los vegetales y los gar-
banzos, aunque opcionalmente puede servirlos acompañando el caldo del puchero.
En consecuencia, una sugerencia para el orden del servicio es: primero los
vegetales, después las carnes y finalmente la sopa. Es lo que los españoles llaman
cocido de tres vuelcos o de "sota, caballo y rey".
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La cocina de las sobras
Ropa vieja
Los ingredientes son los que provienen del puchero que, como se sabe, es
imposible prepararlo sin que sobren diversos tramos de ese plato ecuménico. Con
esos restos se prepara la "ropa vieja".
cocción agregue los restos del puchero. Bata los huevos, agregue un poco de
orégano y vuelqúelos moviendo sobre los ingredientes citados. Si han sobrado gar-
banzos, van también en el revuelto. Se sirve bien caliente y para Xavier Domingo,
por bueno que haya sido el cocido, la "ropa vieja" es siempre mejor.
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Ropa vieja sobrante / repollo hervido y picado / ajos / pimentón molido /
harina /grasa de cerdo.
Saltee en aceite el repollo con dos o tres dientes de ajo y un poco de pimentón.
Prepare con la harina y la grasa una masa común. Forre con una hoja de esa masa
una tartera, coloque encima una capa de repollo y sobre esta una capa de la "ropa
vieja", así hasta recubrir con otra capa de masa. Va al horno hasta que esté dorada.
Salpicón de ave
Corte en trozos menudos toda la carne que haya quedado en el pollo que
sobró de la parrilla, del horno o del spiedo. Colóquela en una ensaladera o bol de
buen tamaño. Pique cebollas, muy chico, que no se encuentre, tomate y lechuga,
como para una ensalada. Corte los pimientos de los dos colores, en hebras finas.
Mezcle todos los vegetales con el pollo y aderécelo con una vinagreta donde haya
además de aceite y vinagre, una pizca de mostaza y de pimienta. No se indican
cantidades porque todo depende de cuanta carne del ave se dispone.
Una variante interesante consiste en aderezar la mezcla no con una vinagreta
sino con mayonesa.
Resulta un plato ideal para una comida ligera, entrada en invierno y plato
único en verano, regado con un blanco Sauvignon o con un tinto ligero. Merlot o
Cabernet Franc.
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Salpicón de carne
La misma fórmula que para el salpicón de ave, pero utilizando la carne vacuna
fría que sobra de un asado, a la parrilla o al horno.
El vino para el salpicón de carne, debería ser un tinto ligero o un rosado seco.
Tortilla de tallarines
baten huevos con queso rallado, una pizca de pimienta y se arma una tortilla con la
mezcla la pasta en el recipiente donde están los huevos batidos y de allí se trasladan
a la sartén con un poco de aceite caliente para terminar el plato.
63
^^^^.^
Guisos y cazuelas
Cazuela
Muchos son los platos que llevan el nombre del utensilio con el cual se cocinan.
Se llama puchero el popular plato de olla porque así se llama el caldero en Andalucía.
Paella es el nombre del exquisito arroz y de la especie de sartén, de poca altura,
Cazuela de lentejas
cebolla esté tierna sin quemar los chorizos en rodajas gruesas y la panceta en
64
dados pequeños. Mueva en la cazuela los ingredientes para que se amalgamen los
sabores y déjelos unos 10 minutos a fuego suave.
Aparte habrá dejado en remojo por un par de horas las lentejas aunque en
general ya no requieren, hoy, el tiempo prolongado de contacto con el agua.
Incorpórelas a la cazuela, disuelva el concentrado de tomate en agua caliente,
viértalo en la cazuela y trate de que cubra el contenido. Agregue una cucharadita
de té de pimentón dulce, aunque si ama el picante puede mezclarlo con éste.
Mantenga el fuego suave y vigile la cocción para que no se deshagan las lentejas.
Cada paquete suele indicar este tiempo, que ronda los 45 minutos a hora. Pero es I
preciso verificar probando el punto de cocción que debe ser el de las lentejas
tiernas, pero enteras. Al conseguir éste, rectifique la sal que, normalmente con la
Cazuela de mondongo
65
de ancho y cuatro o cinco de largo. Colóquelas en una olla a presión, con agua que
cubra el mondongo, la hoja de laurel y un poco de sal. Cuente 40 minutos desde el
momento que la válvula comienza a girar. Deje enfriar la olla y destápela. Retire
los callos y conserve el agua donde hirvieron, porque es rica en gelatina y la usaremos
en la salsa.
Aparte, salte en un poco de aceite las cebollas picadas muy pequeñas, los
puerros picados, la zanahorias cortadas en rodajas, los chorizos en trozos de unos
tres centímetros de largo, todo en la misma olla que servirá para preparar el
Cazuela de porotos
66
y cocine a fuego muy moderado, para que se mantengan enteros, unos 40 a 45
minutos. Controle a partir de ios 30 minutos la cocción de los porotos. Deben
quedar muy tiernos sin romperse.
Este plato contundente, típico del campo y alimento preferido del peón rural,
se ha difundido por el interior del Uruguay y el sur del Brasil, no menos gaucho que
trozos / 2 choclos en rodajas / 600 g de carne ovina en trozos {puede ser una
pierna de cordero) / sal, orégano, tomillo y pimienta negra molida, a gusto.
que la carne esté cocida, lo que significa unos 25 minutos. Incorpore luego los 200
gramos de pasta corta, tipo penne o rigattoni y en los pocos minutos que indique el
envase, cuezala sin que se pase. Debe quedar un plato de carácter caldoso espeso.
Sírvalo caliente.
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Lengua estofada con pasas Elcano
No
se trata de patentar la invención de un plato, pero un día quien describe
recordó con placer un plato catalán: patas (que en Cataluña llaman manos) de
cerdo con Moscatel. No tenía en ese momento las patitas de cerdo, pero sí una
lengua. Se dijo que no quedaría mal la textura tierna de la lengua, algo semejante a
los cueritos de las patas de cerdo con un vino Moscatel seco. Se le ocurrió que con
el Moscatel pasas no irían mal y así nació esta fórmula que luego ha sido
las
ensayada siempre con éxito, aprobada hasta por chefs como Olivier y Phillip,
cambiando solamente el vino porque no siempre se encuentra a mano un Moscatel
seco de buena calidad.
Hierva la lengua con el bouquet garni (apio, perejil, laurel) en abundante agua
con algo de sal. En olla a presión se realiza en unos 35 minutos. Déjela enfriar en
el caldo resultante, que conviene guardar para usar en diferentes ocasiones y pélela
cuando está tibia. Si la deja enfriar del todo le costará mucho más trabajo de modo
que debería calentarla otra vez. Una vez pelada, envuélvala en film de polietileno
para que no oscurezca en contacto con el aire y guárdela en el refrigerador.
Pique las cebollas finas, lo mismo el tocino, y dórelos en una cacerola de
fondo grueso y diámetro capaz de albergar la lengua. Agregue el concentrado de
tomate disuelto en agua tibia. Déjelo a fuego suave durante 1 5 minutos para que se
ligue en una salsa. Aparte ha puesto en remojo en agua tibia las pasas, cortando
previamente en tres trozos las de ciruela. Una vez blandas, una hora
aproximadamente, incorpórelas a la cacerola. Agregue una pizca de nuez moscada,
pimienta y verifique el punto de sal. No debe ser alto porque con la incorporación
de la lengua y la reducción se salará.
Saque la lengua del refrigerador y córtela en tajadas de unos tres milímetros
de espesor, como escalopas delgadas. Pase las tajadas a la cacerola, agregue la
copa de vino tinto y a fuego muy suave déjelas por unos 45 minutos, con la cacerola
semicubierta. Como todo está cocido, el tiempo éste solamente sirve para redondear
la salsa y que la lengua se impregne de sabor. Verifique al cabo de este tiempo la
sazón.
Sírvala caliente, acompañada de puré de papas o, mejor, de un copo de polenta
hervida en leche.
El vino digno de este excelente plato es un tinto medianamente estructurado,
Syrah, Cabernet Sauvignon o Merlot, aunque la nota agridulce de la salsa admite
un rosado seco Tannat. Recuerde que es aconsejable llevar a la mesa el mismo
vino que empleó en la preparación del plato.
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Mondongo con papas o con garbanzos
presión, un poco de sal y cuente 30 minutos desde que la válvula gira. Deje enfriar
la olla e incorpórelos a la salsa, cuidando que no se pasen de cocción. Para ello,
verifique si están muy tiernos y regule en función de ello el momento de agregarlos
a la salsa.
En el caso de las papas, simplemente pélelas, córtelas en trozos semejantes
para que todas cocinen en el mismo tiempo. Agregúelas a la salsa que en la media
hora prevista se pondrán tiernas y enteras. De todas maneras contrólelas con un
tenedor antes de retirar el mondongo del fuego.
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Pastas, arroces y polenta
Arroz
Arroz blanco
grano. Agregue el arroz y mézclelo durante unos minutos para que tome aceite y el
sabor del ajo. Ponga el agua con sal a gusto, en recipiente aparte sobre el fuego
hasta que hierva. Viértala sobre el arroz. Si se trata de arroz que se cocina en 10
minutos, que son la mayoría, mantenga el fuego medio, para que hierva, sin tapar,
unos 8 minutos. Apagúelo entonces y tápelo para que repose 10 minutos. Quedará
suelto, grano a grano.
Preparado así es ideal como acompañamiento de platos salseados,
complemento de ensaladas con vegetales y atún, apto para rellenos de aves con
otros ingredientes incorporados.
71
Arroz con langostinos o camarones
/sal.
sobre el arroz. Déjelo hervir a fuego moderado durante 8 minutos de los 10 que se
señala como tiempo de cocción en el envase, con la paella sin tapar. A los 8
minutos, apague fuego y cubra la paella con una tapa o con papeles de periódico,
el
durante 10 minutos de reposo. Sírvalo desde la propia paella que puede ir sin problema
a la mesa, como utensilio de servicio.
judías verdes o "ferrara". De allí se comprende por qué las versiones criollas de la
paella llevan nuestras chauchas que intentan suplir las judías verdes y tiernas diversas
de Valencia. Además a menudo se incorporan caracoles de la clase llamada
"vaquetes" y cuando no los hay, se suplantan con una ramita de romero fresco.
La paella lleva muchos ingredientes cárnicos diversos, del mar y la tierra,
pero la más sencilla y pobre de las versiones posibles es la que se prepara solamente
con conejo.
En España la paella es un plato del mediodía, como el cocido, jamás se come
de noche y es probable que no se pueda encontrar un lugar que la prepare fuera de
ese tiempo, que es el almuerzo y nunca la cena.
que antecede veamos una receta de paella que proviene de Lourdes
Dicho lo
March, cocinera autora de varios libros, que conocimos en Barcelona, experta en
los platos del Levante y a quien hemos visto dirigir la preparación de paellas
gigantescas para cientos de invitados.
En la receta que sigue, corregimos las judías valencianas que no existen en
Uruguay y las sustituimos con chauchas y arvejas, de manera casi criminal.
72
3/4 kg de pollo / Medio conejo / 400 g de arroz / 250 g de chauchas / 125
g de arvejas (se recomiendan las frescas o las congeladas, nunca de
lata, que sufren mucho en ese método de conservación) / 1 ramita de
romero fresco / 100 g de tomates / 150 ce de aceite de buena calidad, es
decir, una tacita y media (oliva) / Azafrán, sal, pimentón molido dulce / 2
litros de agua o caldo de pollo o pescado / 1 paella de 45 cm de diáme-
tro.
que sea ligero, pero nada impide beber un rosado o un blanco secos.
Si durante la cocción del arroz advierte que está quedándose muy falto de
líquido, incorpore caldo o agua caliente en muy pequeña cantidad. El arroz no debe
quedar caldoso.
73
los mejillones y eventualmente almejas, solamente las que se han abierto en el
corto hervor que basta para prepararlas, integrando al arroz solamente lamedia
valva que tiene el molusco, desechando la vacía. Esta es la recomendación de
Mari, la recordada pescadera de Barcelona, del Centre d'Alimentació de la calle
Los aficionados al cine, dotados de buena memoria y edad para haberla visto,
recordarán un filme donde Silvana Mangano lucía sus espléndidas pantorillas,
sumergidas en las aguas del Po, en las plantaciones de arroz. La película retrataba
la dura vida de esos trabajadores y el título, expresivo por cierto, era "Arroz amargo"
("Riso amaro").
En todo caso el arroz en Italia tiene una larga tradición de siglos y la manera
de prepararlo ofrece originalidad que lo separa de los arroces españoles y de
Oriente. La presencia del arroz en la península se remonta a los tiempos medievales.
A fines del siglo XIII los Duques Visconti de Milán se interesaron en su cultivo.
Aunque es justo reconocer que el verdadero despliegue y crecimiento del cereal
se debe a los hermanos Sforza, que lo cultivaban en el valle del Po, en particular
en la zona del delta. Galeano y Ludovico el Moro fueron los artífices de ese esfuerzo.
74
el mismo Ludovico para quien Leonardo intentó tecnificar su cocina con resultados
catastróficos.
El tipo de arroz de grano corto y redondeado, ideal para los "risotti", es el que
se produce en Italia bajo las variedades Arborio o Camaroii. Sus granos logran
mantener el punto "al dente", con un corazón firme y cocción más prolongada que
otras variedades.
En una gama de mar como en los del
sabores que se apoyan en los frutos del
huerto, el "risotto" puede ser de camarones, hongos, espárragos o guisantes, siempre
delicioso y con el clásico tacto untuoso que lo distingue.
Caliente el aceite en una cazuela de buen diámetro. Dore los ajos, sin quemarlos.
Pele los tomates y rállelos, incorporándolos enseguida a la cazuela. Déjelos unos
10 minutos, removiendo un poco para que se cocinen algo y tomen el sabor del
aceite y el ajo. Agregue después el arroz. Vierta el caldo hirviendo y mantenga el
fuego a un nivel medio para que el hervor persista. Cuente desde el momento del
hervor 8 minutos. Apague entonces el fuego. Haga cuatro nidos en el arroz y
rompa en cada uno un huevo. Cubra la cazuela por 5 minutos. Sirva luego colocando
en cada plato la porción de arroz con el huevo escalfado. Es opcional agregar un
poco de queso rallado.
pequeña picada.
arroz y durante un minuto a fuego vivo muévalo con una cuchara de madera para
que tome el aspecto nacarado del contacto con la manteca caliente. Moje con el
vino blanco y deje evaporar, moviendo siempre. Agregue un poco del caldo hirviendo
y cada vez que desaparezca, absorbido por el arroz, agregue, poco a poco, más
caldo. Mueva el arroz, de tanto en tanto, con la cuchara de madera. A los 15
minutos sume la manteca restante en pequeños copos y deje cocinar algunos minutos
75
más, según los plazos del arroz empleado que, generalmente, los Arborio o Camaroli,
van de 17 a 20 minutos para su cocción. Retire el arroz del fuego y recién entonces
incorpore el queso rallado, mezclando bien para que resulte cremoso.
mitad de la manteca, deje caer el arroz, hasta que blanquee, un par de minutos y
agregue vino blanco. Déjelo evaporar a fuego vivo y moje el arroz con un poco
el
del caldo. Agregue más cada vez que se consume y muévalo de tanto en tanto, con
una cuchara de madera. Cuando el tiempo de cocción según el arroz empleado
llegue, retírelo del fuego. Debe quedar untuoso y suave.
Aparte caliente en un cazo el resto de la manteca y allí dore la cebolla picada
fina, hasta que se torne transparente, sin dorar. Agregue allí los hongos y déjelos
cocinar unos minutos a fuego vivo, moviéndolos. Incorpore el perejil picado y
vuelque todo en el arroz. Mezcle bien, de modo que la manteca empleada se
confunda con el caldo del arroz y resulte una consistencia cremosa. Rectifique de
sal y opcionalmente una vuelta del molinillo de pimienta.
:»»
Otros "risotti'
76
Pasta
un litro cada 100 gramos de pasta, sal y el respeto del tiempo de cocción. Si se
trata de pasta elaborada en la casa o no se dispone del tiempo de cocción, es
preciso vigilar con la mirada puesta en la pasta y probándola si es preciso. La pasta
se coloca en la olla cuando el agua ha comenzado a hervir. Las pastas frescas al
huevo se cocinan en menor tiempo que las de grano duro. Basta para ellas poco
más de tres minutos de agua hirviendo. Los envases indican el tiempo de cocción
que es preciso respetar para lograr el punto "al dente".
77
Alfredo
Boloñesa
leche y un toque de nuez moscada. Sume entonces los tomates y deje largo tiempo,
una hora, a fuego muy bajo vigilando que no se seque y en ese caso agregar un
poco de caldo.
Esta salsa se utiliza con distintos tipos de pasta, en general de la familia de los
spaghetti, pero también sobre otras, rellenas o no.
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Carbonara
Salsa que se las entiende con los spaghetti y trcnettc, aunque como siempre,
el gusto del comensal puede decidir otra pasta.
mesa.
Se acompaña, al paladar de cada quien, con un blanco seco, con un tinto
Cuatro quesos
las salsas de mariscos y frutos del mar. Pero como contraposición a este límite
existe la salsa cuatro quesos que suma diversas calidades del lácteo con un resultado
que tiene adeptos que, no obstante los cuatro, suelen no renunciar al queso rallado
final sobre la pasta.
cocine la pasta y mézclela bien con la salsa, sírvala de inmediato y lleve a la mesa,
79
Salsa de puerros Elcano
mienta rosada, pimienta negra del molinillo, sal y queso rallado tipo
Parmesano.
Pique la parte blanca de los puerros y un poco de la parte verde más tierna.
En una cacerola caliente el aceite y la manteca, salte los puerros y agregue los
champiñones cortados en cuartos. Déjelos durante unos 10 minutos, incorpore la
crema de leche y un poco de la leche para que la salsa no resulte excesivamente
rica en grasas. Sazone con una pizca de nuez moscada, pimienta negra opcional y
verifique la sal. Sume unas tres cucharadas de queso rallado.
Sírvala con la pasta que desee y corone el plato con algunas bayas rosadas
que perfuman y dan color. Lleve a la mesa el queso rallado y el molinillo de pimienta
para quienes deseen realzar más los sabores.
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Puttanesca
Salsa clásica con nombre sugerente que se puede usar sobre pasta rellena o
no, aunque la intensidad de su resultado quizá sugiera el uso de pasta simple, de la
Caliente el aceite a fuego moderado, añada el ajo, déjelo por un par de minutos,
agregue el tomate, las alcaparras, las aceitunas, las anchoas, el orégano, el perejil
y una pizca de pimienta. Cocine la salsa resultante durante unos 5 minutos. Verifique 1
la sal, aunque es probable que no la necesite, por las anchoas y las aceitunas.
Cocine la pasta, llévela a la mesa con la salsa caliente aparte, en una salsera,
para que cada comensal se sirva a gusto. No hace falta queso rallado.
Vongole
Los frutos del mar. como los calamares con su tinta, suelen hacer muy buenas
migas con la pasta. Entre ellos, la salsa de vongole, palabra del dialecto napolitano,
que significa almeja, aunque en la versión rioplatense el molusco que se usa es el
berberecho.
La pasta adecuada se inscribe en el reino de los spaghetti o tagliatelle.
perejil, con algo de pimienta y sal. Baje la temperatura y deje cocinar durante unos
10 minutos, con la sartén tapada.
Cocine la pasta al dente y lleve a la mesa con la salsa aparte. Esta fórmula no
lleva queso rallado, aunque por supuesto habrá quien lo desee igual.
Abuela Josefma Nicoli de Robles no sólo era el ser más bondadoso, trabajador
y honesto, sino que ejercitaba su capacidad de amor en cada acto de su vida,
también -¡y de qué modo!- en la cocina. La vimos llevar todos los días comida
sana y nutritiva, sobre todo sopas, a un vecinito enfermo de tuberculosis, sin que
nadie se lo pidiera hasta que enfermedad pudo más. Las Navidades de la
la
Cuando amasaba la pasta para los ravioles, su nieto admiraba en silencio esas
mantas perfectamente circulares que desembarcaban en la mesa de la cocina
como cortadas con un compás. Sobre estas mantas disponía el relleno, lo cubría
con otra manta igual y el palote marcaba los ravioles que la rueda de bronce
cortaba, con abundante harina para que no se pegaran mientras se oreaban a la
espera de la olla de agua hirviente que sobre la una de la tarde los cocinaba.
82
El pcsto:
Acompañe el pesto con un vino tinto vigoroso, un Tannat criado puede ser
una buena opción.
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Comentarios:
La albahaca debe limpiarse hoja por hoja, luego dejarlas secar (evitando
apretarla) y eliminándole las nervaduras más importantes.
Al queso Parmigiano, en algunas partes de la Liguria, se le agrega también
una cucharada de Pecorino sardo. Al no poder contar con él deberá trabajarse con
el Parmigiano.
Con respecto al ajo, las preferencias son varias. Me parece más sutil un solo
ajo. Debo decir que a veces hay variedades de pesto a los que se les pone más de
un ajo. Asimismo, al pesto que se elabora en Umbría no se le adiciona, por lo
común, el ajo.
Por supuesto para esta salsa, un vino tinto estructurado, como un Tannat
Roble, criado por tres años.
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Capelletti a la Caruso de Mimma
Los capelletti a la Caruso son una invención uruguaya cuyo origen se adjudica,
erróneamente, a un homenaje al famoso tenor cuando cantó en Montevideo.
activo y muy bien conceptuado entre 1940 y 1965. Era integrante de la firma.
Mario Monzeglio, el padre de Remo, que ha narrado a quien escribe, como testigo
presencial del nacimiento del plato, complementa y no corrige lo
la versión que
que siempre supimos. Remo narra que en una tarde del año 1955, Raymundo
Monti, otro de los responsables del restaurante, estaba ensayando preparaciones a
las cuales Remo, aficionado ya entonces, asistía siempre.
Esa tarde había terminado el servicio del almuerzo y Monti se encontraba
trabajando con algunos ingredientes que Remo asocia a los orígenes piamonteses
del cocinero. Jamón en juliana, champiñones salteados en manteca a los que agregó
crema de leche, que estaba reduciendo. Tenía a mano un pote del extracto de
carne Frigonal e incorporó una cucharadita de este producto típicamente uruguayo,
transformando la salsa. Unos capelletti "marcados" se sumaron a la salsa en un
matrimonio perfecto que cumple este año las bodas de oro, medio siglo. Continúa
Remo narrando que al interrogarlo sobre el nombre que daría a la salsa Raymundo
"Como el gran maestro Caruso".
contestó:
Curiosamente, bajo el nombre de Caruso se conoce en Venezuela otra salsa
para pasta, totalmente distinta, que también se dice fue creada en homenaje al
terremoto que arrasó la ciudad el 16 de abril. Caruso ha contado que esa noche
durmió en la calle. Víctor Arroyo, en su libro "Cien gloriosas salsas para su pasta",
narra la anécdota y reseña la receta que lleva camarones y champiñones.
La receta de la versión uruguaya que damos pertenece a Mimma, un ama de
casa esclarecida, nacida en Italia pero residente en Uruguay desde muy pequeña.
No perdió nunca los vínculos con la cocina de su tierra, ama el arte culinario y
como actividad que cultiva con esmero, suele ayudar a los amigos que desean
perfeccionar su cocina con verdaderas clases magistrales. Quien escribe ha sido
feliz comensal de sus pastas, risotti y platos deliciosos, tan peculiares como las
"chiacchere": repostería de finas láminas, tocadas por el azúcar, crocantes e
85
Derrita la manteca en una ollita, agregue los champiñones fileteados y el
jamón. Deje cocinar unos cinco minutos, agregue la crema de leche y el extracto
de carne. Caliéntelo solamente, no deje hervir para no perjudicar la crema de
leche.
Aparte ponga en una olla grande agua con sal gruesa y cuando hierva incorpore
los capeletti. Cocine hasta que estén "al dente", y en un recipiente, hondo, salséelos
con la Caruso caliente.
El queso rallado habitual es opcional.
Nada impide que esta salsa se emplee con otra pasta rellena, como ravioles
de ricotta o equivalentes.
Canelones
Crepés:
(Pasta para las crepés y modo de prepararlas, ver Crepés dulces, p. 168)
Canelones de verdura
Hierva en poca agua y por corto tiempo la verdura. Una vez fría, píquela para
convertirla en relleno. Caliente dos cucharadas de aceite en una sartén y saltee la
cebolla picada bien pequeña, sin que se queme. Agregue la verdura, previamente
bien escurrida para librarla de agua. Muévala con la cebolla para que tome gusto,
sazone con nuez moscada, y pimienta del molinillo.
sal
Tome las crepés y rellénelas con la verdura y elija el tipo de plegado que
usará. Arrollada para que tome forma de huso o en cuatro como un pañuelito.
Dispóngalas en una fuente para homo, cúbralas con salsa bechamel (salsa
blanca) y por encima, coronándolas, salsa de tomate y queso rallado tipo semiduro
o Parmesano. Gratine y sirva bien caliente, de inmediato.
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Canelones de jamón y choclo
Una fórmula clásica que casa el maíz americano con los canelones, que al ser
preparados con crepés se constituye en un sincretismo ítalo-franco-americano.
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Polenta
El maíz americano, uno de los aportes del continente a la dieta europea, fue
llamado en Italia "grano turco", porque todo lo exótico se refería entonces a Turquía.
En Italia suplantó los granos que formaban el viejo "puls" romano, ración de las
Siga las instrucciones del envase porque las harinas de maíz permiten distintos
tiempos según sean precocidas o no. En una olla hierva el agua o la leche, con la
sal. Mezcle poco a poco con la polenta, revolviendo continuamente y cuidando que
el hervor se mantenga suave pero sin detenerse. Respete los tiempos que indica el
Polenta frita
que se usan para pan o budín inglés, rectangular, mójelo con agua fría y vierta allí
la polenta caliente para que cuaje. Déjela enfriar y luego desmóldela. Córtela
entonces en rodajas que se fríen en la sartén con un poco de cebolla de verdeo,
salteada antes. Debe quedar dorada por todos sus lados. Sírvala de inmediato con
queso rallado del tipo Parmesano que llevará a la mesa.
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Polenta con brócoli
Hierva los brócoli en poca agua, sal y algo de leche. Debe quedar "al dente".
Hierva la polenta en mitad agua y mitad leche. Una vez cocida según los tiempos
que indica el envase, agregue una cucharada de manteca y mezcle bien. En una
sartén caliente aceite y salte un diente de ajo picado muy pequeño, con un poco de
cebolla también picada mínima. Agregue los brócoli divididos en ramos pequeños.
Sirva la polenta y corone con los brócoli y queso rallado.
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Pan
Pan de Prato
(según Marcelo Banchieri)
tiempo. Agregue luego la pizca de sal y 4 de las 5 tazas de harina, poco a poco,
mezclando siempre con la masa con un paño de
cuchara de madera. Cubra la
90
Pan plano de salvia (focaccia alia salvia)
a 180 grados o hasta que la superficie esté dorada. Se emplea como pan.
acompañando los otros panes posibles en el servicio de la mesa.
Pan de queso
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Pizzas y fainas
Tartas y empanadas
Faina
mano izquierda. Montaba su mesa portátil en cualquier lugar, al pedido del transeúnte
y cortaba con un cuchillo pequeño y en rápido movimiento curvo, el trozo de faina.
La pizza estaba ya dividida en porciones, lista para ser consumida. Fría, deliciosa
de todos modos, al igual que el faina. El mismo personaje, cargaba en invierno la
bolsa con los maníes y la lata infaltable que era la medida de su oferta.
La
faina es de origen genovés y piamontés. Su nombre es dialectal por
"farinata", plato que existe en dos versiones, de harina de garbanzos que es el
difundido ampliamente en el Río de la Plata y el de harina de castañas que no
conocemos.
El chef argentino Francis Mallmann elogia la "faina" uruguaya que él con-
sume desde pequeño por su parentesco con la familia Sánchez Rogé. Contó a
quien escribe que recuerda siempre los trozos de "faina" que comía, erguidos,
rígidos, deliciosos.
Artigas y San Martín, hemos visto dar vuelta el trozo de "faina", dejando la cara
crocante contra el plato.
deje un velo ligerísimo. Agregue una media cucharada de sal. Luego tome una
fuente para horno y vuelque el aceite de modo que al agregar luego la harina de
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garbanzos se mezcle bien, moviéndola para ello con una espátula. Introdúzcala en
el horno que debe estar muy caliente, precalentado. Retírela cuando esté bien
tostada. Es fundamental que la superficie externa, la que está a la vista, se vea
tostada y descascarada.
Es preciso agregar que en los hornos del hogar no se alcanza la temperatura
muy elevada que se logra en los hornos clásicos de leña de las pizzerías comunes,
hornos que son los mismos pan y que permiten preparar en unos siete minutos
del
las grandes bandejas de "faina", de hierro, ennegrecidas por el uso y que sirven,
Pizza de Aldo
del esposo con tanto fervor que por momentos se la ve como expresión voraz de la
Harina /un pancito de levadura/ agua tibia con un poco de azúcar / pulpa de
tomates enlatada o tomates frescos maduros / ajos picados / albahaca fresca
/ mozzarella / sal.
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Coloque en un bol el agua tibia con un poco de azúcar y disuelva allí el pan de
levadura. Espere una media hora hasta que la espuma en la superficie avise que
está despierta y activa la levadura. Mézclela con la cantidad de harina que prevé
para las pizzas. Con unos 300 gramos de harina se logran no menos de cuatro
pizzas delgadas de buen tamaño. Deje reposar la harina con la levadura en lugar
cálido para que al leudar aumente de tamaño. Amásela otra vez y si tiene tiempo y
ganas, déjela reposar todavía un par de horas en la nevera.
Extiéndala luego con las manos aceitadas sobre la asadera elegida, coloque
sobre la masa, pulpa de tomate y los ajos picados pequeños, todo en crudo.
la
Lleve al horno para que se cueza algo y luego que esté dorada pálida, retírela si
desea cubrirla de mozzarella y devuélvala al homo hasta que funda el queso y se
dore con algo de piso en la masa.
Si emplea tomates frescos, que es deseable, deben ser muy maduros. Píquelos
respetando la piel para dar color a la salsa y quite antes las semillas. Los tomates
llamados "perita", que son la variedad italiana San Marzano, están especialmente
recomendados. Deben ser picados muy chicos, para que la salsa resulte untuosa y
no contenga trozos de tomate enteros. El puré o la pulpa de tomates enlatada no es
mala fórmula, eligiendo la calidad.
tomate. La sal se incorpora al final porque si usa puré de tomate enlatado suele
estar salado. Verifique el sabor por el punto de la sal y azúcar. Sírvala siempre en
salsera aparte, para que cada comensal decida la cantidad en su plato. Es deseable
preparar cantidad suficiente para guardarla con destino a otras ocasiones. En ese
caso, congele en un frasco de vidrio que será el depósito ideal de la salsa, en el
94
de su hija Adelina Mercedes Santiviago Buonomi, esposa de Hugo García Robles
y de Sebastián Elcano, por lo tanto bígama. Los nietos añoran en las reuniones de
familia, sus buñuelos de lechuga, la faina de queso y otras delicadezas hijas del
amor y del hogar.
Empanada de bacalao
En una sartén profunda caliente el aceite. Saltee las cebollas y los morrones
bien picados. Cuando están cocidos, blandos sin quemar, agregue el bacalao y con
una cuchara de madera, mezcle bien, incorporando también el pimentón y una
pizca de pimienta. Una vez que lo ha mezclado con cuidado, verifique el sabor y si
Forre la tartera elegida con la masa, la del fondo debe ser un poco más
gruesa que la destinada a cubrir la empanada. Coloque el relleno, distribuyalo bien,
de manera uniforme y cubra con una tapa de masa más fina. Haga un orificio en
el centro de la empanada para que el vapor de la cocción en el horno tenga salida.
Hornee hasta que el color dorado, a horno de temperatura media, le indique que
está lista.
Sírvala tibia y también fría. Acompañe con vino tinto ligero, rosado o un blanco
seco de cuerpo como un Chardonnay pasado por roble.
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Torta pascualina
Lave bien las hojas de acelga. Hierva por corto tiempo la acelga en poca
agua. Sáquela de la olla y escúrrala bien, prensando para extraer el agua. Es
preferible desechar los tallos que pueden usarse en otras preparaciones. Pique
bien las hojas, pique cebolla y saltee en una sartén cebolla y panceta, hasta que
la
tener. Agregue queso rallado en un huevo batido y una pizca de nuez moscada,
mezclando bien con la acelga.
Disponga una hoja de la masa (puede ser hojaldrada si lo desea), y sobre ella
el relleno. Haga cinco huecos y coloque en cada uno un huevo crudo. Cubra con la
otra tapa, píntela con un poco de huevo o manteca y lleve al horno moderado hasta
que se dore.
La receta incluye algo de panceta, que contraría el uso de Semana Santa
pero mejora sensiblemente su sabor. Los huevos crudos cuajan en el horno y la
Empanadillas de acelga
Pique bien la acelga una vez cocida y saltéela en una sartén con una cucharada
de aceite y la cebolla picada. Sazone con sal y nuez moscada e incorpore las pasas
remojadas mezclándolas bien.
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Estire la masa hasta un espesor de dos milímetros y córtela en cuadrados de
diez centímetros de lado. Coloque en el centro una cucharada del relleno preparado
y pliegue la masa sellándola cerca del borde con un poco de agua. Caliente en una
sartén el aceite restante y fría paulatinamente, no más de dos por vez, las
empanadillas resultantes. Se procede así para no enfriar el aceite y evitar de este
modo que las empanadillas se embeban en él. Retírelas y déjelas escurrir en papel
absorbente. Sírvalas calientes, tibias o frías espolvoreadas con azúcar impalpable.
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Carnes
Albóndigas
Las albóndigas exigen un tinto que debe ser ligero, en la medida que la carne
ha sido tratada alejándola de la gran pieza asada, entrecote, vacío, pulpón o picana.
comensales.
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El asado al homo, que es totalmente otra cosa, por cierto nada desdeñable, es
la versión citadina y doméstica del plato gaucho.
Coloque el asado en una fuente para horno, después de haberlo librado del
exceso de grasa y vigilado que el corte no ofrece tramos de muy diferente espesor,
para lograr que el punto de cocción elegido sea parejo. Si emplea el adobo, deje el
asado marinado en él durante un par de horas, por los menos.
La carne no debe estar salada y el horno es preciso precalentarlo a 180
grados. Vigile la cocción y a partir de los 20 minutos tenga en cuenta si desea la
carne muy jugosa, como debe ser, o más cocida. Dé vuelta la carne y sálela en
este momento. Al margen de la experiencia, no hay otro modo de lograr el punto
de cocción preferido, que pincharla y observar el color del jugo que pierde. Cuando
este es blanco la carne está cocida y no quedará sangrante. Pero es decisión de
cada uno el punto de cocción que siempre es preferible jugoso, rojo.
En una fuente aparte coloque las papas y los boniatos, pelados y cortados si
son muy grandes en trozos semejantes para que la cocción sea equivalente en
todos. Deberá hornearlos al mismo tiempo que el asado y a partir de los 1 5 minutos
dar vuelta papas y los boniatos. Los boniatos suelen estar cocidos antes que las
las
forma regular, con lados paralelos para evitar que haya tramos de un diáme-
tro menor y por lo tanto la cocción no resulte uniforme.
Coloque la pieza, sin salarla, sobre una rejilla, en una asadera o fuente para
horno, con la eventual grasa apoyada en la rejilla. De este modo separa la carne de
la grasa fundida que se desprende al asar. Desde este punto de vista, el horno debe
funcionar como un "spiedo".
Utilice el homo a 200 grados, previamente calentado durante 10 minutos. La
cocción al punto rojo del rosbif ronda los 30 a 35 minutos por kilogramo de carne,
100
pero es la experiencia y el uso del tenedor lo que ayuda a vigilar que no se exceda.
Dé vuelta la carne a los 15 minutos, para que la pieza alcance un punto uniforme.
Una vez asado es agradable llevar la pieza entera, junto a la mesa, en una
mesa auxiliar, colocada en una bandeja o fuente, o en una tabla de madera con
sangría para que el jugo, al trincharla, no se desborde.
Se corta en rodajas de unos dos centímetros de espesor y se sirve acompañado
de puré de papas, o papas salteadas, o vegetales cocidos y sazonados con aceite
de oliva (pimientos, berenjenas, cebollas, espinacas o acelgas). Tampoco es
descabellado emplear como guarnición papas fritas, que en Francia son el
Papas a la crema
cubra con la leche y la crema. Sobre la última capa de papas, deje caer un poco
101
de pan rallado y copos de manteca. Lleve a horno y gratine. Retírelas cuando
pinchándolas con el tenedor las papas están tiernas, lo que puede llevar unos 25
minutos. Acompaña muy bien la carne asada.
Envuelva las papas y los boniatos, con la piel bien lavada a cepillo, en papel
de aluminio. Llévelos a la parrilla o al horno. Espere unos 25 a 30 minutos,
pinchándolos con un tenedor para verificar que están cocidos. Córtelos por la
mitad, déjelos en el papel de aluminio que conserva el calor y sirva con la manteca
sola o preparada con queso azul.
Cebollas asadas
Bifes a la portuguesa
102
Caliente el aceite en una cacerola capaz de contener luego los bifes. Cuando
esté caliente, vierta la cebolla y el pimiento picados y muévalos con una cuchara
de madera, sin que se quemen. Agregue los bifes con un poco de sal que serán
salteados por unos minutos y enseguida incorpore la pulpa de tomate, las aceitunas
y las alcaparras (si decide usarlas). Si la salsa no cubre los bifes, agregue un poco
de caldo de carne, para que llegue al nivel. Cocine a fuego lento, hasta que la carne
El vino tiene que ser un tinto no muy poderoso, más bien ligero o del estilo del
Merlot.
103
Cordero
"Del mar el mero y de la tierra el cordero", dictamina sin error el sabio refrán
español. En Uruguay, donde durante mucho tiempo el cordero gozó de mala prensa,
ya que se le imputaba ser indigesto, entre otros defectos, se ha venido recuperando
y hoy nadie duda de las bondades de su carne. En diferentes edades, no llegamos
a la extrema delicia del "lechal" hispano, que de Sepúlveda o de otra comarca,
brinda una pata que no es siquiera la de un pavo, asado con el único aderezo del
romero, resuelto en un manjar principesco.
El asado se puede cumplir en el homo o en la parrilla. La técnica de asar a las
brasas de manera prolongada para que la carne pierda el exceso de grasa sobre la
parrilla, puede modificarse desgrasando antes el cordero. En la versión domiciliaria,
lejos de la parrilla de de semana y sobre todo del tiempo veraniego,
los fines el
horno sirve a las mil maravillas. El otro tema que queda por tratar se refiere al
Cordero al homo
y pierna de cordero o el "rack" (costillar con las chuletas sin separar) de no
menos de 1,250 kg /jugo de limón / romero o salvia / sal.
mismo tiempo.
Los vinos que le asisten bien son los tintos de la estirpe de los Tannat criados
y pulidos, los Merlot o Cabemet Sauvignon y, por supuesto, los de la cepa Tempranillo
que genera en España los Rioja.
104
Cordero guisado al curry
El conjunto de especias que los hindúes han creado y que los ingleses
difundieron por el mundo occidental, de diferentes intensidades y grado de picor, se
las entiende muy bien con el cordero. A pesar de que no es un plato habitual en la
cocina nacional, es difícil resistir la tentación de incorporarlo a las recetas para que
su elaboración, nada difícil, se expanda.
El vino adecuado para este plato puede ser un tinto ligero, un rosado seco o
un blanco Gewürztraminer. Con esta última opción se conecta el sabor y el aroma
del plato con los valores equivalentes del vino.
105
cocción agregue las arvejas. Rectifique sal y pimienta. Sirva bien caliente, con un
timbal de arroz blanco opcional.
el que comió en su infancia el autor de estas líneas, preparado por su madre Aída
Robles de García, es francamente superior. No se trata del comprensible apego
filial comida materna. Sebastián Elcano, que no es un teórico, hizo probar
por la
este matambre según doña Aída a Philip Berzins y a Olivier Horion, los famosos
chefs y ambos aplaudieron, repitiendo el plato.
relleno no escape. Una vez limpio, sálelo moderadamente, por la cara opuesta a la
zanahoria y las arvejas. Evite que se quemen los vegetales. Retire del fuego.
106
el exterior cuando hierva en la olla. Una vez cocido, átelo con lazos de hilo de
algodón blanco, que es el ideal para coser el matambre. Con esas lazadas a lo largo
del matambre éste toma consistencia y puede ser manejado con mayor facilidad,
como si fuera un salame o fiambre semejante.
En una olla grande, ponga agua, la suficiente para cubrir el matambre, no se
exceda. Agregue un ramillete de hierbas (laurel, apio, perejil, tomillo, orégano), una
cebolla, algo de sal y unos granos de pimienta. Hierva a fuego constante hasta que
el matambre esté tierno. En olla abierta ello implica poco más de una hora. En olla
El vino adecuado para este plato puede ser un tinto ligero, un blanco o un
rosado secos.
pimienta y queso rallado. Átelo con hilo de algodón y colóquelo en una olla con
agua a hervir. Debe cocinar hasta que esté tierno, aproximadamente unas 3 horas,
aunque naturalmente depende del matambre en cada caso.
Déjelo enfriar en el propio caldo resultante. Envuélvalo luego en film de
polietileno para que no se oscurezca en contacto con el aire y enfríelo en el
107
refrigerador. Córtelo en tajadas de medio centímetro de espesor y acompáñelo con
ensalada, rusa o de otro tipo.
El vino indicado depende del gusto del comensal, aunque puede ser un blanco
Sauvignon, un tinto o un rosado secos.
parte, lafórmula vienesa es mucho más delgada y sin hueso, es realmente una
escalopa. Todavía habría que añadir que en la descripción habitual de la wiener
schnitzel, se dice "mit panier", con un neologismo para pan que no se corresponde
para nada con el vocablo alemán que es "brot". Todo ello y la presencia austríaca
en Italia hasta las victorias del Risorgimento, que expulsan a los austríacos fuera
del territorio italiano.
Pase las escalopas, por ambos lados, por el pan rallado, comprimiéndolo con
las manos para que se adhiera bien. Páselas luego por el huevo batido y nuevamente
por el pan rallado. Caliente bien el aceite en una sartén honda, y fría las milanesas
una por vez, para no disminuir la temperatura del aceite. De este modo no se
empapan en aceite y las milanesas lucen escurridas de todo resto de la fritura.
Cuide el dorado deseable para que no se quemen. Déjelas escurrir el exceso de
aceite en papel absorbente. Sírvalas bien calientes, con un gajo de limón en el
plato.
La guarnición para las milanesas puede ser el clásico puré de papas, papas
fritas o una ensalada que siempre debe servirse en plato aparte para que el aderezo
108
Niños envueltos
maduros o 250 g de puré de tomate enlatado, una cebolla picada fina, sal y
azúcar.
Saltee el tocino picado en una sartén, retírelo luego del fuego y agregue la
miga de pan escurrida, los dos huevos batidos, el ajo picado, mezclando bien este
relleno que debe ser cremoso. Sazone con sal y pimienta y coloque una cantidad
de este relleno en cada escalopa, arrollándola y fijándola con un mondadientes o
con una vuelta con hilo de coser. Páselos por harina y dórelos en una cacerola a
fuego lento.
Aparte prepare la salsa: caliente el aceite en una cacerola pequeña, agregue
primero la cebolla hasta que esté tierna sin quemar y luego el tomate picado o el
puré. Cocine por media hora para lograr una salsa. Sazone con sal y una pizca de
azúcar si es preciso.
En esta salsa coloque los niños envueltos y caliéntelos a fuego suave, por
media hora para que el sabor les alcance, y sírvalos. Puede acompañar con un
poco de puré de papas o pasta corta.
El vino para este plato es sin duda un tinto elegante y con poco cuerpo.
Pescetto frío
La ¡dea es preparar un plato de carne que, una vez frío, se convierte con
distintas salsas, en una entrada versátil y muy agradable.
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Ponga en una olla agua y un puñado de sal gruesa y con el agua fría coloque
la pieza de pescetto entera. Déjelo en ebullición durante 30 ó 40 minutos, a fuego
bajo una vez que aparezcan las burbujas que indican el hervor. El proceso deja un
caldo aprovechable.
Para estar ciertos del punto de cocción es recomendable pinchar la carne: no
debe salir jugo rojizo sino blanco. Se deja enfriar en el agua de cocción.
Una vez fría, se envuelve en film de poiietileno para que no se oscurezca en
contacto con el aire y se lleva al refrigerador. Al cabo de dos o
tres horas de frío
puede servirse. Se recomienda disponerlo en una fuente con algunas hojas verdes
y remolachas cocidas, para colorear la presentación. Puede cortarse en rodajas
finas una parte de la pieza y se mantiene el resto entero en la misma fuente.
Se acompaña con salsas frías: mayonesa, tártara, mostaza, horseradish.
Ríñones a la provenzal
Ríñones al Jerez
el aceite de una cacerola, dore sin quemar los ajos cortados en filetes grandes y
dore allí los ríñones, a fuego bajo, moviéndolos con cuchara de madera. Salpimenté
y con el recipiente tapado déjelos unos 10 minutos. Agregue entonces el Jerez o el
vino oloroso seco elegido y las hierbas. En 5 minutos más retírelos del fuego y
sírvalos. Opcionalmente puede acompañar con arroz blanco o puré de papas.
110
Strogonoff (Boeuf Strogonoff)
Corte la carne en tiras como juliana. En una sartén de fondo grueso, sin
aceite, se cocina por unos 10 minutos, hasta que pierda el agua de su eventual
congelación. Pásela entonces a una cacerola, en la cual previamente ha salteado
la cebolla picada pequeña. Sazone con sal y pimienta. Agregue los champiñones
que se cocinan en ese momento y luego incorpore la crema de leche. Caliente bien
111
Vitello Tonnato
thoné", es de fuente italiana y se dice que forma parte de los aportes culinarios que
llevó Catalina de Medici a la corte real francesa.
12
Cerdo
700 g de carré de cerdo sin hueso /jugo de limón / pimienta del molinillo
/ azúcar morena, sal.
Unte la pieza de cerdo con sal y dispóngala en una fuente para tal fm a horno
moderado, a 160 grados. El tiempo ronda la hora y pocos minutos más, para que
esté cocido pero con algo de jugo blanco que se verifica pinchando la pieza. Mójela
periódicamente con el jugo de limón. Cuando al pincharla el jugo que brota es
blanco, úntela con azúcar morena. Lleve al homo nuevamente y ahora con fuego
vivo, unos 200 grados, gratínelo, hasta que el azúcar se funda y dore la superficie
del lado de la grasa del carré.
Sírvalo en rodajas de medio centímetro, escoltado con puré de manzanas o
manzanas enteras horneadas.
Como todos los platos de curry se prepara con participación de frutas, según
el estilo hindú de donde provienen.
1 13
Divida el cerdo en dados de 3 centímetros. Caliente el aceite en una cacerola
y dore el cerdo. Retírelo y agregue en la misma cacerola la cebolla bien picada.
Mueva la cebolla para que no se queme. Incorpore las manzanas peladas y limpias,
cortadas en rodajas delgadas. Déjelas cinco minutos. Diluya el concentrado de
tomate en agua caliente y agregúelo a la cacerola. Vierta una cucharadita de curry
por persona y las uvas pasas. Mantenga a fuego bajo durante cuarenta minutos,
rectifique sal, curry y pimienta. Sirva caliente con acompañamiento de arroz blanco.
114
Costillitas de cordero Villeroy
recuerdan. Fáciles de preparar aunque exigen cierto cuidado para que el rebozo
quede firme en su lugar, envolviendo la carne del cordero.
tanto, reducida en el fuego por encima de lo habitual y con dos yemas de huevo
incorporadas. Bata los huevos con un poco de sal y pimienta molida. Pase las
chuletas frías por la bechamel cuidando que las cubra por todos lados. Páselas por
pan rallado y luego por el huevo batido y pan rallado otra vez. Fríalas con abundante
manteca y aceite en una sartén, para que cubiertas no haya que darlas vuelta,
salvando así el rebozo de accidentes.
Sírvalas calientes con un acompañamiento de arvejas salteadas con manteca.
115
Aves
el aceite.Condimente bien y revuelva todo. Una vez rellena con esto la gallina,
cósala bien, envuélvala en una servilleta y se pone a hervir en agua caliente, con
algunas verduras y sal. Debe ser colocada cuando el agua no ha hervido y dejarla
cocinar despacio durante una hora y media.
Retírela una vez cocida, déjela enfriar un poco en la misma cacerola con el
agua y sáquela antes de que se enfríe del todo. Prénsela con peso liviano, dejándola
así hasta el día siguiente.
17
Pollo a la portuguesa
Pollo al homo
que se llama en italiano, al "spiedo" y en Barcelona "al ast". Pero no todos los
hornos domésticos disponen de "spiedo", de modo que la fuente para horno, con la
precaución de colocar el pollo sobre una rejilla para que no se fría en la grasa que
se desprende durante la cocción, es una solución buena. Ni que hablar que si se
dispone de una parrilla de leña, el resultado puede ser inmejorable.
Conviene untar el pollo con limón o con hierbas que pueden ser salvia o
tomillo. Colocarlo en la rejilla y asar a homo medio, controlando su cocción pinchando
con una aguja que debe dejar salir jugo blanco y no rojo. Cuando el jugo dejó de
tener señas de sangre, el pollo estará pronto. Es preciso no secarlo por exceso de
cocción.
Preparado así, el acompañamiento puede ser papas horneadas o vegetales
salteados con manteca y perfumado con unas gotas de aceite de oliva.
El vino para el pollo horneado o al "spiedo" debe ser un blanco fresco y frutal,
como un Sauvignon, un rosado seco o un tinto ligero del tipo Merlot.
Las aves se las entienden muy bien con las frutas. Una deliciosa manera de
preparar el pollo es en compañía de manzanas verdes Granny Smith y algo de
banana o ananá.
das de aceite bueno para freír (maíz o arroz) / 4 manzanas verdes (Granny
118
Sntith) / 1 banana pequeña / 'A litro de leche / 100 ce de crema de leche /
nuez moscada, pimienta, sal.
piezas de pollo. Baje a fuego lento, sazone con pimienta y nuez moscada. Al cabo
de 25 minutos de lenta cocción, pruebe la salsa y rectifique el punto de sal. Incorpore
entonces crema de leche y no permita que hierva.
la
119
Pollo al curry
Caliente un par de cucharadas de aceite en una cacerola. Dore bien los trozos
de pollo, ligeramente salados, con un poco de curry cubriéndolos y retírelos luego,
conservándolos calientes. En ese mismo aceite saltee la cebolla picada muy pequeña,
limpiando con una cuchara de madera los restos que ha dejado el pollo. De este
modo se comienza a constituir el fondo de la salsa. Incorpore luego la manzana
pelada y dividida en finas tajadas. Cocine durante 15 minutos siempre a fuego
moderado, cuidando que la cebolla no se queme. Mientras, deje en remojo las
ciruelas pasas, cortadas por la mitad junto con las pasas de uva. Diluya en agua
caliente el sobre con el concentrado de tomate. Viértalo en la cacerola, agregue
ios trozos de pollo, a fuego muy bajo cocine durante 20 minutos. Verifique sabor,
agregue más curry si su paladar lo pide y un poco de pimienta molida directamente
del molinillo.
120
Carnes no tradicionales
de "caza de pelo" ("gibier a poile", como la llaman los franceses, siempre precisos
en asuntos del paladar).
121
Civet de liebre de "Casa de amigos"
Lave bien la liebre y córtela en trozos que por su tamaño se requieran dos
para servir un plato. Caliente aceite y manteca en una cacerola y dore los trozos y
retírela. En el mismo aceite dore las cebollas sin quemarlas y agregue luego el
perejil y el ajo picados, las cucharadas de harina y muévalo todo bien. Incorpore
entonces mitad del vino Tannat y medio litro de agua.
la
pimienta. Cocine a fuego lento por 3 horas agregando una mezcla de vino Tannat
restante y agua a medida que sea necesario.
122
Conejo a la provenzal
si fuera En una cacerola con abundante aceite dore el conejo y retírelo luego.
sal.
En ese mismo aceite dore la cebolla sin quemarla, a fuego bajo. Aparte pique bien
elhígado del conejo y agregúelo a la cacerola cuando la cebolla se haya dorado,
moviéndolo para que se ligue con la salsa que se está gestando. Incorpore el vaso
de vino blanco, aguarde 10 minutos a fuego bajo y deje caer los tomates picados
muy chico, con la piel que le dará color. Sazone con orégano, perejil y tomillo.
Déjelo cocinar a fuego medio hasta que la salsa espese y el conejo esté tierno,
Sírvalo con puré de papas o papas cocidas enteras, con un vino tinto ligero.
Faisán
Goza de fama por sus virtudes culinarias desde la antigüedad, ya que los
griegos y los romanos lo consumieron y los vikingos lo llevaron a Inglaterra. Hay
no menos de 50 especies de faisán que se han cruzado para lograr la llamada "de
collar" que es la preferida en la mesa.
Faisán al Champagne
123
de crema de leche. Condimente con sal, la la Cayena
pimienta y tenga cuidado con
que es feroz. Vierta la salsa sobre el faisán y acompañe con croquetas de papa.
Jabalí
Importado de Rusia, por Aarón Anchorena a principios del siglo XX, el jabalí
Deje marinar la carne del jabalí durante 24 horas, bien cubierta por los
ingredientes detallados. Escúrrala luego de ese tiempo y llévela al homo precalentado
124
durante un par de horas, rociándolo a menudo con la marinada. Cuando esté dorado
prepare la salsa de este modo: someta cascaras de naranja durante 3 minutos y
las
Cubra con
marinada durante 12 horas. Retírelo y séquelo bien,
el jabalí la
córtelo en trozos de 2.5 centímetros de lado. Sálelo y dórelo en manteca en una olla
o cazuela. Retírelo. En misma manteca saltee la cebolla hasta que esté
la
hasta que la carne se sienta tierna al pincharla con un tenedor. Retire la carne de
la cacerola y manténgala caliente. Aparte cuele la marinada sobre la cacerola y
lleve a ebullición, redúzcala a la mitad. Coloque la carne nuevamente en la olla y
sírvala caliente con la salsa resultante. Opcionalmente acompañe con puré de
papas o papas cocidas enteras.
12S
Nutria (según "Casa de amigos")
Nutria en "blanquette"
El vino indicado para este plato puede ser el mismo blanco utilizado en la
preparación o bien un rosado seco de Tannat, sin descartar un Merlot o un Syrah.
Ñandú
El ñandú es el ave de mayor tamaño de América del Sur. Mide entre 1 .30 y
1.50 metros de altura. Son corredoras, lo que otorga a su carne una serie de
características importantes: roja, magra, muy bajo nivel de colesterol y calorías.
Contiene menos del 1% de lípidos y los que posee son de ácidos grasos del tipo
polisaturados (Omega 3) favorables a la disminución de la presión arterial y otros
beneficios en el sistema circulatorio.
126
Carpaccio de ñandú
Enfríe la carne y córtela en tajadas muy delgadas. Es ideal usar una máquina
cortadora de fiambre. Disponga la carne en una fuente amplia, marínela con el
127
Pescados y mariscos
Pescado
Bata los huevos, agregue el agua y mezcle. Incorpore la harina poco a poco,
con una media cucharadita de café de sal y un poco de pimienta y el aceite. Bata
el resultado para que quede cremoso y uniforme. Pase el pescado por esta pasta y
fríalo en una sartén con aceite bien caliente, un par de filetes por vez. Déjelos
escurrir en papel absorbente de cocina para que pierdan el exceso de aceite y
sírvalos escoltados con limón en gajos. Opcionalmente, papas cocidas, con perejil
picado.
Se procede igual que para los rebozados, pero el rebozo es huevo batido y pan
rallado. Pase los filetes por el huevo, por el pan rallado, por huevo nuevamente
el
Para los pescados fritos, rebozados o no, nada mejor que un blanco seco frío
129
Pescado al homo
mitad. Pique los ajos y el perejil, mézclelos con tres cucharadas de pan rallado.
Deje caer esta amalgama de sabores sobre el pescado y rocíe con aceite de oliva.
Llévelo al homo, con temperatura media, previamente calentado y a los diez minutos
de cocción báñelo con la copa de vino blanco. Déjelo durante 10 minutos más.
bañándolo de tanto en tanto con el jugo que se ha formado con el vino y el pescado.
Sírvalo en la propia fuente, que lleva a la mesa y adome cada plato con gajos de
limón y las rodajas del pescado cortadas perpendiculares a la espina
Atún en escabeche
En una olla grande de acero inoxidable dore apenas, con un poco del aceite,
los ajos y reser\'e. Saltee la cebolla y reserve. Saltee la zanahoria, cocínela un
poco y reserve.
Salpimenté los trozos de atún, páselos por harina y dórelos por todos sus
lados. Reserve y baje el fuego. Agregue el resto del aceite frío, el vinagre, el vino,
desglase. Incorpore el laurel, tomillo, romero, etc. Ajuste la sal y agregue los
trozos de atún. Incorpore los ajos, cebolla, zanahorias reservadas. Mezcle
suavemente. Tape y cocine a fuego suave. Cuando comience a hervir, baje el
130
Es posible conservarlo, si el nivel de líquido lo cubre, durante un buen tiempo.
Nunca llega a ser mucho porque se come rápidamente: es delicioso.
Bacalao
procedimiento de desalado.
En todo caso, uruguayo al fin, el autor de estas líneas recuerda el salobre
sabor de los remotos platos de bacalao religiosamente consumidos en la Semana
Santa y que desataban un universo sediento en el paladar del niño y adolescente.
Fueron los maestros de la cocina vasca en Caracas, Blanca del "Bar Baske",
Txema del "Jai Alai", José Echegoyen del "Costa Vasca" y Pedro Hernández,
donde quiera sentara su cátedra culinaria, quienes resucitaron al pez, restituyéndolo
intacto, desde su mortaja de sal.
131
Desalado del bacalao
que la última pasada no se haga con agua sino con leche. En efecto, le va bien al
pescado algo de la sustancia grasa de la leche, después de meses de salazón, con
efectos beneficiosos varios.
Una vez desalado, se coloca en una olla con agua que lo cubra y se le da
fuego moderado. Cuando comienza a aparecer en la superficie una ligera espuma,
se apaga y está listo para ser preparado. Este procedimiento se llama "templar el
piel y las espinas cuidando no desarmar los trozos. Aparte pique el perejil, la cebolla
y los ajos, separadamente.
En una sartén con aceite caliente dore la cebolla picada y una vez dorada, sin
quemarla, agregue los ajos y el perejil. A los 10 minutos de fuego suave, agregue el
laurely dos cucharadas de harina y el vaso de vinagre. Remueva durante cinco
minutos más para que el conjunto ligue.
En una cazuela disponga los trozos de bacalao, cúbralos con la preparación
anterior. Verifique la sal y deje en fuego lento unos cinco minutos. Sume entonces
los garbanzos que, cocidos en agua, están tiernos y enteros. Deje la cazuela siempre
a fuego lento unos cinco o diez minutos más. Sírvalo llevando a la mesa la cazuela.
Acompañe con un vino tinto vigoroso, un Tannat criado puede ser la botella
adecuada o un monovarietal equivalente (Syrah, Cabernet Sauvignon o Merlot).
132
Brandada según Martha
Una vez desalado y templado el bacalao, escúrralo bien, quítele piel y espinas,
desmenuzando la carne hasta obtener migas.
En una olla caliente 2 cucharadas de aceite de oliva, agregue el bacalao y
trabájelo con una cuchara de madera, a fuego suave. Incorpore los ajos triturados,
agregue poco a poco el resto del aceite, trabajando siempre con la cuchara y
estirando la mezcla con un poco de leche cuando sea necesario. AI final del trabajo
debe semejar un puré. Sazone entonces con la pimienta y el jugo de limón. Sírvalo
bien caliente en un plato o en bols individuales, decorando con perejil y aceitunas
negras sin hueso, en compañía de las tostadas de pan.
133
Croquetas de bacalao
sal, dejando cocinar la mezcla unos cinco minutos más, moviendo siempre con una
cuchara de madera. Retire luego del fuego pero antes agregue los dos huevos
duros picaditos y mézclelos con la preparación. Vuelque la salsa bechamel en una
fuente honda para que se enfríe. Tome la precaución de cubrir la superficie con un
poco de manteca líquida o aceite para evitar que se forme una cascara o costra.
Luego, sobre una tabla de mármol o madera, dele forma de croquetas que pasará
por huevo batido y después por pan rallado. Fríalas en aceite bien caliente. Una
vez doradas, se escurren bien y se dejan en un papel absorbente para que pierdan
todo rastro de aceite.
En caso de usar los piñones, terminadas las croquetas, antes de pasarlas por
huevo y pan rallado, hinque en cada una un par de piñones y luego fríalas.
134
solamente tragos y las deliciosas tapas que deja preparadas Blanca, incluida la
monumental tortilla de papas, alta como de diez centímetros y tierna como el corazón
de Juanito.
Nota: Una variante más sencilla y de buen resultado es realizar las croquetas
de bacalao con puré de papas. Se mezclan las migas de bacalao libre de espinas y
piel con el puré, trabajándolo bien para que quede liso, sin grumos y mezclado a
fondo el pescado con la papa. Se le puede incorporar filetes de almendras o mejor
todavía, piñones. Se rebozan con huevo y pan rallado, como se hace con las croquetas
tradicionales y se fríen en abundante aceite bien caliente. Se dejan escurrir en
papel absorbente y se sirven.
Alberto Fynn es una de las referencias culinarias más entrañables para quien
escribe. Lo conoció como amigo de cuando era maTtre en el venerable
su padre
restaurante "Stradella", en la calle Colonia casi Florida. Después fue su comensal
cuando era un camarero estrella en el restaurante "El Águila", en el momento de
esplendor de este lugar mítico. En las cenas y almuerzos de "El Águila", Hugo
García Robles aprendió muchísimo. El peso promedio de alimento que puede albergar
un estómago, que el picante facilita la digestión y que por lo tanto quien ha usado
pimienta tiene menos posibilidades de sufrir intoxicación por comida en mal estado
porque su paso por las vías digestivas está acelerado, y tantas cosas más. Entre
ellas, el chupín de pescado, plato del cual Fynn señalaba la importancia de poner en
el fondo de la cazuela las cabezas y colas para que el sabor y untuosidad de la
135
Ciupin de pescado
(según Marcelo Banchieri)
filetes en trozos grandes y lávelos en agua fría. Séquelos con papel absorbente.
Caliente el aceite en una cacerola grande apta para contener la sopa. Rehogue la
cebolla unos 5 minutos a fuego lento. Añada el apio, la zanahoria por 5 minutos
más. Luego el perejil. Agregue el vino, suba el fuego y reduzca el contenido a la
mitad. Añada entonces los tomates y el ajo. Cocine por 3 ó 4 minutos, moviendo de
tanto en tanto. Agregue el caldo o el agua y hágalo hervir durante 15 minutos, a
fuego mediano.
Incorpore el pescado, déjelo a fuego lento unos 15 minutos y salpimenté.
Retire el pescado de la cacerola con una espumadera y quítele las pieles y las
espinas. Páselo por un pasapurés o una picadora. Reincorpórelo entonces a la
cacerola y mézclelo bien con la sopa. Caliéntela hasta que comiencen las burbujas.
Tueste rodajas de pan, rocíelas con aceite de oliva y coloque un par de ellas en
cada plato hondo y vierta la sopa por encima.
sopa hasta reducirla y acercarla a una consistencia densa,
Si se cocina esta
es estupenda para servirla como salsa de una pasta.
Acompañar con vino blanco Chardonnay Roble, rosado seco o tinto ligero.
136
Pescados de río
El atractivo que puede prestar al paladar un pescado de río puede ser una
sorpresa inesperada. El sabor de esas carnes, generalmente grasas y densas, ofrece
ecos inusuales que asocian el pescado al cerdo.
En la casa de Arotxa. que es bueno con el lápiz y lo mismo con las ollas y
cucharones, hemos degustado patíes y surubíes para la historia de las papilas.
Rodolfo siempre se las ingenia para obtener ingredientes formidables para su muy
buena cocina. La familia entera, Magda, Juan y Andrés, disfrutan de esa culinaria.
Los chicos, que ya muestran la huella genética en la estatura y en la selectividad
de su ingesta, colaboran con papila atenta y mandíbulas sólidas. Damos de ese
amplio chaleco, un botón de muestra.
Limpie la tararira sin sacarle la cabeza ni la cola, como debe ser. Llévela al
homo, en una fuente apta, con el cuero para abajo, durante 45 minutos a fuego
moderado para que se desgrase. Déjela enfriar y con un tenedor retire la carne de
las espinas. Mezcle en un bol la carne desmenuzada, con mayonesa, la cebolla
picada bien pequeña, los tronquitos de apio, las aceitunas picadas, un poco de sal y
el morrón rojo si lo desea, también picado. Mezcle bien, únalo y dele forma de
terrina, puede ser si le gusta forma de pez, llévelo al refrigerador durante unas 6
horas. Sírvalo cortado en rebanadas con una ensalada verde a gusto.
137
Mariscos
Bajo el nombre genérico de mariscos se entienden popularmente un grupo
diverso de frutos marinos donde se mezclan moluscos como los mejillones y pulpo,
crustáceos como los langostinos, que el uruguayo, que suele ser remiso a la hora
del pescado, consume con mayor entusiasmo.
Mejillones a la provenzal
Caliente agua en una olla donde quepa el pulpo. Cuando rompa el hervor
sumerja el pulpo, tomándolo de la cabeza para que ingresen al agua los tentáculos
139
El pulpo tiene una estructura muscular muy firme y se suele golpear para ablan-
darlo, antes de hervirlo para romper las fibras. Un recurso eficaz y menos folclórico
es congelar al pulpo, ya que el frío provoca mismo efecto que
el los golpes. Una
vez descongelado se procede a cocinarlo como se ha indicado.
Tortillas y huevos
Huevos fritos
calentada. Por el contrario, los huevos fritos a la francesa llevan la clara apenas
velando yema, con el huevo en la forma regular que adopta en la sartén,
la
Elija el vino que prefiera, los huevos fritos los aceptan todos.
otrohuevo para que estén parejamente cocidos. Tres minutos de ebullición constante
bastan para coagular la clara conservando líquida la yema, en el tamaño mediano
de un huevo (entre 50 y 60 g). De todos modos el gusto de cada uno juega su papel
141
en el punto. Se sirven de inmediato y en caso contrario es necesario enfriarlos con
agua helada porque si se pretende mantenerlos calientes envueltos en una servilleta,
la cocción continuará.
Huevos duros
Proceda como se indica para los huevos pasados por agua pero manteniéndolos
10 minutos en el hervor. No es conveniente sobrepasar los 12 minutos porque los
huevos duros muy cocidos no saben bien y son menos digeribles (según Raymond
Oliver).
Huevos poché
142
Huevos rellenos
Corte los huevos cocidos y pelados a lo largo o al medio. Quite las yemas y
mézclelas con la manteca y las anchoas, trabajándolas bien hasta formar una pasta
homogénea que es el relleno. Sazone con unas gotas de limón y agregue si lo desea
las alcaparras que son opcionales. Con una cucharita de café rellene las claras y
disponga los huevos rellenos sobre un lecho de lechuga o escarola, escoltados con
los cuartos de tomate y rodajas de limón.
Corte los huevos en la dirección que prefiera. Quite las yemas y trabájelas
con la mayonesa y una espátula hasta lograr una pasta uniforme. Rellene las
claras vacías con una sardina en cada una y cubra con la pasta de las yemas.
Disponga las tostadas en los platos y sobre cada tostada hojas verdes. Sobre este
zócalo coloque cada medio huevo relleno y adorne con la ensalada elegida cada
plato.
Huevos revueltos
(oeufs V brouillés á la créme)
según Pedro Subijana
Una vez más Carlos Monestier, excelente cocinero aficionado y devoto como
debe ser del gran chef vasco Pedro Subijana, nos ha acercado esta receta. Con la
143
anotación siguiente: lo que en estas latitudes se llama "revuelto", en la fina cocina
vasca es "tortilla rota". La receta del verdadero revuelto que se detalla a continuación
Prepare un "baño María" con agua caliente, pero no hir\'iendo y una cacerolita
con mango. Rompa los huevos en un plato hondo. Salpimenté y bátalos, pero no
demasiado. Coloque la manteca en la cacerola. Derrítala en el "baño María",
moviendo con un batidor de alambre. Incorpore los huevos, revolviendo
permanentemente. Si nota la formación de la más mínima coagulación de la clara,
salga del "baño María" y revuelva más rápido para que desaparezca. Entre y salga
del ""baño María". Poco a poco se va espesando bajo la forma de una crema lisa.
Salga del "baño María" y agregue la crema de leche. Revuelva para mezclar.
Sír\aIo, según la versión elegida, con tintos ligeros, rosados o blancos de cuerpo
como un Chardonnay Roble.
Omelette
en la sartén con aceite caliente y cuajarla en un punto que tiene que decidir el gusto
144
de cada uno. Más o menos hecha. Más o menos "baveuse" como se suele decir en
Francia.
El tamaño ideal de una omelette es la que resulta de 5 huevos, que está
destinada a dos personas. Si se desea hacer para un solo comensal la medida es de
dos huevos y uno para la sartén. No es recomendable pasar de 9 huevos y para la
Todos los hongos frescos son aptos para preparar una omelette. Los secos no
son indicados por razones obvias, aun hidratados deberían cocinarse en medio
líquido antes de ser incorporados a una omelette.
Omelette de hongos
Es preciso saltear los hongos elegidos en aceite, con un poco de sal y pimienta,
para que estén cocidos y tiernos, desprendiendo, además, el agua que poseen en
abundancia. Luego se procede mezclándolos con los huevos batidos, cuidando no
exagerar en la cantidad de hongos para que queden envueltos en el huevo cuajado.
Basta con una cuchara sopera de los champiñones cortados en juliana o en dados,
por persona; por lo tanto, con dos o tres cucharadas de hongos basta para una
omelette de 5 huevos.
Recuerde el punto de cocción, más o menos hecha, que se mide por la condición
más o menos líquida de la omelette en la sartén. El fuego debe ser \ivo. pero no
demasiado.
Acompañe la omelette con un vino rosado, un tinto ligero o un blanco Sauvignon
Blanc.
Omelette de queso
145
Omelette de jamón
Utilice jamón cocido o crudo, a su gusto y tenga en cuenta que el crudo suele
tener un punto de sal alto. Pique el jamón en juliana, en cantidad de 50 gramos para
la omelette de 5 huevos. Proceda del mismo modo que los ejemplos previos.
Omelette de camarones
Los camarones deben estar limpios sin cabeza ni cola y hervidos por unos 5
minutos. Enfríelos en agua helada apenas retirados del hervor. Aparte bata los
huevos, agregue una pizca de sal y un poco de leche, una vuelta del molinillo de
pimienta. Mezcle los camarones con los huevos batidos y vierta todo en la sartén
con aceite caliente, a fuego vivo. Proceda a armar la omelette en pliegue de un
tercio oa la mitad.
Sirva la omelette con un vino Chardonnay Roble.
española lleva algo más que papas, cebolla y huevo, pero es pura invención local.
Según Xavier Domingo, en la primera de las Guerras Carlistas ( 833- 840) el 1 1
General Zumalacárregui llegó con apetito a un caserío navarro. Según esta versión
que figura en el libro de Domingo '"De la olla al mole", la aldeana que recibió al
general sólo tenía papas cocidas y huevos, y confeccionó con este menguado
repertorio de ingredientes la tortilla inicial, la edición príncipe de un manjar
emblemático.
146
Agrega Domingo que se le puede sumar la boina roja de unos pimientos
asados o de un tomate frito. Con el resultado militar de reunir en el plato los colores
rojo y amarillo, que eran los de los batallones de Zumalacárregui. Pero obsérvese
que habla de "boina", es decir, el pimiento rojo, o el tomate de igual color, corona la
buenísimas".
Pele las papas y córtelas como quiera, no importa que los trozos sean irregulares
sino que tamaño sea equivalente para que la cocción los alcance a todos
el
parejamente. Pele y pique las cebollas en pequeño tamaño. Caliente cuatro o cinco
cucharadas soperas de aceite en una sartén de fondo grueso, del tamaño que
permita armar la tortilla, y vuelque las papas y cebollas. Fría a temperatura moderada,
con la sartén tapada. De este modo no se queman las cebollas y las papas quedan
tiernas, estofadas en el aceite y no fritas crocantes. Con ese estilo de fritura se
puede luego armar la tortilla.
cebolla, regréselo a la sartén. Colóquela sobre fuego moderado, para que cuaje.
Cubra la sartén con una tapa para que la tortilla reciba la temperatura parejamente,
de manera que poco a poco los huevos al cuajarse la consolidan. Con la tapa dé
vuelta la tortilla para que se dore un poco por el otro lado. Vigile el punto de
cocción, que no se seque demasiado.
Sírvala bien caliente, acepta de buen grado una ensalada de hojas verdes a su
lado, que no tenga tomate, salvo que sea picado muy pequeño y escurridas las
semillas para que su jugo no empape la tortilla.
Acompaña bien este manjar sencillo, el vino que prefiera, blanco, tinto o rosado.
Si sobra algo, fría, al día siguiente es igualmente buena.
147
El arte de la ensalada
Normas generales
acento poderoso de la cebolla mientras que el tomate, por su pulpa y jugo, funciona
como el nexo que concilla la mezcla. Una recomendación es cortar el tomate en
trozos semejantes a gajos porque las tajadas finas terminan perdiendo semilla y
jugo y adoptan la apariencia de un encaje, dominado por los vacíos de lo que falta.
Lo cual no solamente no es bonito de ver sino que complica la tarea del tenedor al
servirse.
La combinación de hojas verdes es unbuen camino. Reunir lechugas, ya que
existen de varios tipos (romana, criolla, crespa, morada) con escarola, rúcula y
endibias, por ejemplo, con el agregado de un tallo de "ciboulette" que da sabor y
permite levantar en el plato la presentación.
Pero nada impide que además intervengan tropiezos de pequeño tamaño, de
diferente origen. En general, debe considerarse como un principio que solamente
149
el tenedor debe intervenir para que el comensal coma la ensalada. Ello da una idea
del tamaño que deben tener los distintos componentes. Si se agregan, por ejemplo,
trozos de pollo, generalmente del blanco del ave o tropiezos semejantes de carne
vacuna fría, es importante respetar tamaño pequeño.
el
El aderezo
ensalada. El gusto debe manejar las proporciones, pero se recomienda que el aceite
triplique a la nota acida sea del vinagre o del jugo de limón. El aderezo debe
prepararse siempre separado de la ensalada que va a saborizar. La peor manera
es volcar sobre la ensalada, sucesivamente, los ingredientes del aderezo. Nunca,
por lo tanto, regar la ensalada con aceite, vinagre y sal, uno después del otro y
mezclar luego la ensalada. El procedimiento correcto es preparar el aderezo en
una taza o en la salsera destinada a ese fin. Primero el elemento ácido, vinagre o
jugo de limón, luego la sal, que .se mezcla bien para luego sumar el aceite. Es tarea
imposible disolver sal en aceite, de modo que en este caso, el orden de los factores
importa.
A esta fórmula madre, por así decirlo, se le puede hacer retoques y mutaciones.
Gotas de salsa de soya, alguna vuelta del molinillo de pimienta, o gotas de salsa
inglesa (Worcestershire Sauce más conocida por el nombre del fabricante, Perry).
150
Tiempo de aderezo y consumo
simple. Salvo que se aderece la ensalada con vino. Hemos hecho la prueba y, por
supuesto, funciona.
Hemos ensayado dos vinos uruguayos: el Sauvignon Blanc y el Chardonnay.
Como el vino contiene evidentemente acidez, puede sin mayor escándalo suplantar
al vinagre. En consecuencia, con ambos vinos blancos, con aceite y sal, mostaza
optativa, se prepara un aderezo para ensalada que permite luego beber vino sin
conflictos.
Con el aderezo preparado con Sauvignon Blanc aderezamos una ensalada
que era prácticamente un salpicón de ave. Tropiezos de la pechuga de un pollo
hervido, apio, lechuga, escarola y un poco de cebolla pasada por agua caliente para
domesticarla. Con ella bebimos el Sauvignon Blanc.
Con el aderezo preparado con Chardonnay vestimos una ensalada de atún.
Atún en migas, del que viene enlatado, lechuga, escarola, endibias, cebolla muy
fma y en pequeña cantidad, algo de remolacha. Con esta ensalada ensayamos con
éxito el Chardonnay, vino que se entiende muy bien con los frutos del mar.
Por último, sugerimos probar una ensalada donde además de los vegetales
(lechugas, pepino, apio) se incorporen algunos camarones o langostinos pequeños
151
o picados si son muy grandes, con gajos de pomelo en trozos y lo mismo de manzana
verde. El aderezo para esta ensalada es perfecto con Riesling. aceite, mostaza
optativa y sal.
Ensalada César
22 años era el chef más joven de Europa, discípulo favorito del gran Escoffier.
Murió en 1974, después de una vida intensa, y como se ve, de múltiples aristas.
Xavier Domingo, en su libro "Cuando sólo nos queda la comida" narra estos
datos obtenidos en Madrid de boca de Alex Cardini, hijo. La ensalada César, agrega
Domingo, obtuvo en 1951 el Gran Premio del Club de Epicúreos de París y la
crítica de la capital de Francia la saludó como "la creación culinaria más
revolucionaria de los últimos cincuenta años".
Da además, la receta para prepararla, tal como la cuenta Domingo:
"Se hace con lechuga de tipo romana, o sea, de hoja larga, con el corazón o
cogollo de esa lechuga. Se cortarán el rabo y las puntas de eso es todo y
las hojas,
se colocarán éstas, boca arriba, o sea, como barcas, en el fondo de una ensaladera
previamente aceitada que tendrá que ser forzosamente de madera. Ah!, ¡
la lechuga
habrá sido limpiada hoja por hoja, pero no lavada. Se sazona con sal y pimienta
recién molida y se aliña con aceite, mitad de oliva, mitad de otro de menos grado y
luego se espolvorea todo con queso parmesano rallado fresco. Se le añaden
cuadraditos de pan, previamente dorados al horno y luego ajados y a cada uno de
ellos se le aplica un poquito de pasta de anchoa. Y finalmente, el gran secreto: se
añade un huevo pasado por agua durante un minuto, unas gotas de salsa inglesa de
tipo Worcestershire y zumo de limón, siendo el ideal el limoncito verde o lima. Y se
revuelve con un instrumento de madera, siempre en la misma dirección".
Y Alex Cardini lanza tres advertencias: "Aquí sí que el orden de los factores
altera el producto, laensalada César debe ser comida con los dedos y jamás con
un cuchillo y tenedor metálicos y hay que hacerla en la mesa y segundos antes de
que vaya a ser consumida, porque una buena lechuga, señores, una vez aliñada,
tiene apenas cinco minutos de vida".
Hasta aquí la explicación completa de Domingo sobre la ensalada César.
152
Ensalada rusa
Sin duda una de las fórmulas con vegetales más difundidas en Uruguay es la
Hierva las papas, las zanahorias, previamente peladas y las arvejas, hasta
que estén tiernas y enteras. Recuerde que las zanahorias requieren más tiempo
que las papas. No se debe sorbrepasar el punto de cocción de las papas porque en
ese caso agregan a la ensalada un eco de puré de papas que arruina a la mayonesa,
empastándola. Pique luego las papas y las zanahorias del tamaño de cubos de unos
4 milímetros de lado.
La otra posibilidad es picar las papas y las zanahorias y cocinarlas ya cortadas
en tamaño deseado para la ensalada. Mézclelas con las arvejas y agregue
el
mayonesa hasta que todos los vegetales estén bien revestidos por la salsa. Disponga
la ensalada en una fuente, arreglándola en forma de cúpula, cubra con más
153
Si desea que la ensalada rusa tenga remolacha, cuezalas separadas de los
otros vegetales para que éstos no se manchen. Calcule 150 g de remolachas.
Pélelas una vez cocidas, déjalas enfriar bien y córtelas en cubos del mismo tamaiio
que papas y zanahorias. Agregue
las la mayonesa, reuniendo todos los vegetales y
adorne como se indicó previamente.
La ensalada rusa acompaña carnes blancas de ave, salchichas alemanas al
plato y sin duda las entradas clásicas: jamón cocido, matambre arrollado o lechón
frío. Con palmitos y hojas de lechuga luce atractiva en colorido y, en general,
resulta buena escolta de diversos entremeses fríos.
Ensalada waldorf
Pele y limpie de semillas las manzanas, póngales unas gotas de jugo de limón
para que no se oscurezcan. Píquelas en dados pequeños. Pique también pequeños
los tallos de apio. Mezcle las manzanas, los apios y las nueces picadas, agregue la
crema de leche y remuévalo todo para que se ligue bien y tome la consistencia de
una salsa densa, gracias a los ingredientes sólidos.
ensalada de muy
suave y untuoso sabor.
Sírvala sobre hojas de lechuga o en un abanico de hojas de endibias.
Rompa las hojas de lechuga con la mano, de manera irregular. Corte los
tomates en gajos para evitar que cortados en rodajas se conviertan en un encaje de
difícil manejo para el tenedor. Deposite la lechuga y los tomates en una ensaladera.
Prepare aparte el aderezo, vinagreta clásica: aceite y vinagre en la proporción de
emplea limón, mida bien y emplee menos, porque su acidez suele sobrepasar el
154
vinagre). Mezcle la vinagreta y vuelqúela sobre la ensalada, justo antes de servirla,
porque en pocos minutos se marchita. Muévalas con cucharas de servir para que
se impregne del aderezo y sírvala en plato aparte y lejos por lo tanto de todo
Ensalada de lentejas
Coloque las lentejas en agua con sal y cuezalas hasta que estén tiernas pero
intactas. Déjelas enfriar en esa agua, colándolas luego muy bien. Mézclelas con la
cebolla picada en una ensaladera o en un bol, aderece con aceite y limón o vinagre,
al gusto. Si lo prefiere agregue un toque de pimienta molida y/o comino. Sírvalo
como ensalada de entrada o bien acompañando carnes y aves asadas.
spaghetti, etcétera.
Damos una muestra para que la imaginación de cada uno vuele por sí misma
luego.
155
Aderezo: 6 cucharadas de aceite de oliva, 3 de vinagre de vino, sal, una
cucharadita de mostaza y pimienta.
Cocine la pasta en agua con sal, el tiempo que indique el paquete (preferible
la pasta de grano duro), cuele y pase por agua fría. Pique los ingredientes y
mézclelos con la pasta. Prepare el aderezo y bátalo con un tenedor para que
emulsione. Mézclelo con la ensalada y sirva como entrada importante y excelente
plato único para una comida ligera de verano.
156
Comodines escolta
Puré de papas
de muchos platos.
Hierva las papas peladas hasta que estén tiernas. Sin dejarlas enfriar prepare
el puré con una puretera o pasapuré. Mezcle con la manteca y la leche caliente.
Conviene utilizar un recipiente amplio, como un bol o ensaladera, para poder batir
el puré con una cuchara de madera y lograr una consistencia cremosa pero firme,
según el uso y gusto personal. Se sazona solamente con sal aunque tanto la nuez
Puré de espinacas
colores.
157
Postres y dulces
I
Hierva la leche con el azúcar, tres o cuatro clavos de olor y una rama de
canela. Aparte bata las claras ligeramente, hasta que espumen y agregúeles las
yemas revolviendo bien. Una vez mezcladas suavemente, vierta la leche hirviendo
y baje el fuego. La leche cortada con las yemas tiene que reducir hasta convertirse
en dorados grumos. Sírvalo frío en compoteras, sin exagerar la cantidad porque es
muy dulce.
159
de las cosas. De modo que puede emplear horas en resolver el rebozo de una
milanesa para que no se separe de la carne y luego trasmite a quien le interese la
fórmula correcta para que el plato elegido sea perfecto. Lo he visto agotar el tema
de la oxidación en los patés y terrinas, el punto del "risotto" o la sopa crema de
mariscos, plato éste que es uno de sus "capo lavoro".
Carlos sigue a los maestros y su preferencia por Subijana, el gran "chef
1 de leche fresca {no larga vida) / 250 ce de crema de leche fresca (no
litro
Revuelva con una cuchara de madera, con fuego fuerte hasta que hierva.
azúcar.
Reduzca entonces el fuego a medio bajo. Revuelva con frecuencia y déjelo alrededor
de 40 minutos. Poco antes de este plazo incorpore el azúcar, disolviéndolo bien.
Deje enfriar con la canela y las cascaras de limón dentro. Si lo desea puede vestirlo
con merengue dorado en el gratinador (o con soplete), por encima de cada porción
servida o bien en el recipiente completo que llevará en ese caso a la mesa.
160
Bizcochuelo
o duraznos en almíbar.
Separe las yemas de las claras cuidadosamente. Bata las 5 yemas muy bien
y agregue 00 g de azúcar, sin dejar de batir hasta que quede uniforme. Incorpore
1
enseguida el resto del azúcar previamente mezclado con la harina cernida. Aparte,
bata las 5 claras con el crémor tártaro, la pizca de sal y la vainilla, hasta que
comience a tomar el punto de nieve. Incorpore con cuidado las yemas batidas a las
claras. Una vez lograda la mezcla viértalo en un molde con chimenea, de unos 20
cm de diámetro y 10 de alto, sin enmantecar. Llévelo a horno de 140 grados por
poco más de una hora. Verifique la cocción con una aguja que debe retirarse
limpia, sin restos de masa. Déjelo enfriar en el molde para desmoldar luego.
El uso de este bizcochuelo es múltiple. Cortado en capas permite el relleno
con mermeladas, dulce de leche, chantilly y frutas almibaradas distintas y aun
frescas como las frutillas bien maduras.
Boniatos asados
161
Boniatos en almíbar
Caliente el agua a punto de hervor y coloque allí los boniatos pelados. Vigile la
cocción para que se pongan algo tiernos pero sin cocinarlos del todo. En esa misma
agua agregue poco a poco el azúcar, removiendo siempre para que se forme
lentamente el almíbar. Incorpore los clavos de olor y continúe agregando el azúcar,
lentamente. Baje la temperatura para que el almíbar se mantenga hirviendo pero
no a borbotones. Vigile densidad del almíbar que debe ser espeso pero líquido y
la
si es necesario agregue agua caliente, poco a poco. Cuando los boniatos están
tiernos y el almíbar en su punto, puede retirar del fuego. Se sirven fríos y son un
excelente postre de mesa.
Boniatos rellenos
Cocine en el horno a 160 grados los boniatos con la cascara que ha sido
lavada previamente. Cuando
estén tiernos, quíteles la cascara y pise la pulpa
mezclándola con la manteca, las yemas de los huevos (reserve las claras), la mitad
del azúcar, las pasas, la piel rallada del limón y unas gotas de vainilla. Coloque la
pasta resultante en moldes y lleve al horno fuerte por 20 minutos. Bata las claras a
punto de nieve con el azúcar restante y cubra los moldes en los 5 minutos finales.
162
1 litro de leche / 250 g de azúcar / 13 yemas y un huevo entero batidos lige-
Hierva la leche con los 250 g de azúcar, a fuego lento, hasta que reduzca a la
cocción con una aguja, que debe salir limpia. Aproximadamente una hora.
Budín inglés
163
Budín de pan
400 g de miga de pan / '/i litro de leche caliente / 100 g de azúcar / 2 huevos
/ 50 gde manteca / 1 cucharadita de esencia de vainilla /pizca de saL
Reoiqíe bien la miga de pan en la ledie caJiente. evite que el pan conserve
corteza. Agn^ue d azúcar, la manteca denetída, los dos huevos batidas lignanienle.
la sal y la vainilla. Mezdc bien para lograr una masa unifonne. Caben a partir de
ese momento dos posibilidades. Una, hacer caramelo en una budinera y vertCT la
mezcla, llevándola al homo a unos 150 grados durante una hora, verificando con
una aguja que está listo. Dos, simplemente emnantecar la budinera y llevar al
homo en el tienqm y teni pa atura precedentemente indicados. En este caso, puede
servirse con una salsa inglesa o chantilly aparte.
La otra variante que oniquece mucho el budúi de pan es agregarle antes de
bornear fruta seca y cascaras de cftricos glaseados, picados.
Compota de frutas
164
Compota de ciruelas y orejones
Deje los orejones y ciruelas en remojo por un par de horas en agua caliente.
Deseche esa agua y colóquelos en una olla o cacerola con agua nueva que los
cubra. Déjelos hervir alrededor de media hora a fuego moderado. Verifique que
están tiernos. Endulce entonces a voluntad con azúcar o con edulcorante. Si desea
espesar el agua de la cocción, puede reducirla en el fuego retirando antes la fruta
ya cocida.
Compota de manzanas
Pele las manzanas, quíteles las semillas y córtelas en cuartos. Reserve las
cascaras y las semillas. Caliente agua para que cubra los trozos de manzanas y
agregue la cascara de limón y las cascaras y las semillas de las manzanas, que
aportan pectina (gelatina de la fruta).
cuide que los trozos de manzana no se pasen. Retire las cascaras y semillas, deje
enfriar los trozos de manzana y sírvalo.
165
ñ'
n
Chantilly
166
Cheese cake
Pasta de la torta:
Relleno de queso:
1 kg de queso crema a temperatura ambiente / 400 g de azúcar / 3 cucha-
radas de harina / 1 y '/i cucharadita de cascara de naranja rallada / 1 y
167
Retire la tortera del horno y libere con cuidado la torta, colocándola sobre una
rejilla metálica para que enfríe, por lo menos durante dos horas, antes de retirar los
costados del molde desmontable para que quede intacta. Una vez fría puede cubrirse
con mermelada o confitura de frutas acidas (ciruela, frambuesa o frutilla).
Dulce de higo
Dulce de leche
168
Deje caer una gota del dulce en un plato, cuando la gota conserva la redondez, está
Espere que enfríe y consérvelo en frasco de vidrio tapado en
listo. el refrigerador.
Dulce de tomate
Pele los tomates pasándolos por agua hirviendo. Córtelos en cuartos y escurra
las semillas. Colóquelos en una olla de fondo grueso y mezcle con el azúcar y los
clavos de olor. Caliente y mantenga el fuego suave hasta que los tomates estén
fundidos en una mermelada uniforme. Deje enfriar y guarde en frasco de vidrio en
el refriserador.
Ensalada de frutas
Flanes
Postre de mesa clásico, que consiste en una emulsión de huevos y leche que
cuajan admirablemente por la presencia de la albúmina y de la yema como espesante
natural. Acepta variantes diversas.
169
Flan clásico
cucharadita de té de vainilla.
la leche mezclando con los huevos batidos. Prepare un molde para horno,
caramelizándolo con azúcar y vuelque la preparación dentro. Lleve al homo con
baño María, es decir, el molde en un recipiente mayor con agua caliente. El homo
debe estar a 1 80 grados y el tiempo estimado es 50 minutos. Pero el mondadientes
es la mejor manera de verificar que está listo: debe salir limpio. Déjelo enfriar y
desmolde después.
De manzana
Proceder como en el flan clásico pero cortar manzana verde (Granny Smith)
en finas láminas. Déjelas caer en el molde después de preparar el caramelo y
termine el flan como siempre, al "baño María".
De ananá
En Venezuela el flan de pina es un bocado tradicional dentro de la estupenda
dulcería del país. Se puede hacer con ananá fresco o enlatado. Lo importante es
cortar las rodajas delgadas y pequeñas para que no perturben la estructura del
flan. Proceda como en el de manzana.
Uno de los enclaves clásicos de la cocina del mar, desde los tiempos de su
instalación en La Coronilla hasta su traslado a Punta del Este, con el magisterio sin
pausa de María Antonia.
El flan de coco del lugar es uno de los postres sin reproches, salvo las calorías
que conlleva.
170
Para diez porciones:
500 g de azúcar / 1,5 tazos de agua / 300 g de coco rallado/ 10 huevos
/ 2 tazas de leche / 1 cucharada de esencia de vainilla.
Corte las frutillas a la mitad y cúbralas con el azúcar por una media hora.
Colóquelas en cuencos individuales, con el almíbar que se forma gracias al azúcar
y cubra con un copo generoso de Chantilly.
Coloque las guayabas en un recipiente con el hueco hacia arriba. Deje caer
sobre ellas el azúcar y déjelas de un día para el siguiente. Al otro día disponga en
una olla de fondo grueso las guayabas con el líquido que ha brotado durante la
maceración. Si no cubre a las frutas agregue agua hasta alcanzar ese nivel. Hierva
hasta que el almíbar espese y el punto se alcanza cuando la gota deja de caer de la
cuchara. Déjelo entonces enfriar y sírvalo. Acepta ser combinado con queso, como
el Martín Fierro.
171
Helados y sorbetes
La distinción elemental separa a los helados de los sorbetes porque los primeros
incluyen leche y crema mientras que los segundos se elaboran con agua. Los
sorbetes suelen ser, por su naturaleza más ligera, utilizados para cambiar de sabor
en la sucesión de platos de un menú importante. Los sabores recurren a las frutas
ya las hierbas: limón, frutilla, menta, cedrón.
El secreto de los helados y sorbetes es el requerimiento de enfriarlos mientras
se baten. Las viejas heladeras suecas, de balde de madera con un cilindro central
estañado o metálico, donde se colocaba la crema a convertir en helado, disponían
dato para detectar la marcha del helado y cuando costaba un gran esfuerzo moverla,
el helado estaba pronto. Hoy se dispone de heladeras domésticas eléctricas, algunas
asociadas al congelador de la refrigeradora que simplifica la tarea. De modo que
todo se reduce a elaborar la crema base elegida (vainilla, chocolate, sambayón,
etc.) y proceder.
Helado de vainilla
Helado de chocolate
173
Isla flotante
girándola para que se cocine por todos lados. Proceda así cucharada por cucharada,
durante dos minutos por cada vez y déjelas escurrir en un paño.
Sírvalos después de que se hayan enfriado completamente, en una copa alta
sobre un fondo de crema inglesa.
Crema inglesa
Bata el azúcar con las yemas en un bol y páselo luego a una cacerola. Hierva
la leche con la vainilla o la cascara de limón. Vierta poco a poco sobre el azúcar
batido, moviendo sin cesar con un batidor de alambre. Lleve luego al fuego muy
bajo la mantenga a punto de ebullición durante 5 minutos, batiendo siempre.
cacerola,
Cuando crema se adhiera a una cuchara está lista. Pásela por un chino para que
la
no haya grumos. Déjela enfriar en un recipiente rodeado de agua helada con cubos
de hielo. Una vez completamente fría, llévela al refrigerador por 12 horas. Después
dispóngala en las copas altas y sirva sobre la crema inglesa las islas flotantes.
Lemon pie
fría.
con los dedos hasta lograr grumos pequeños. Agregue las almendras molidas, el
azúcar, la yema de huevo y el agua fría. Cuide el agua porque la masa no debe
174
quedar pegajosa, si no saldrá Jura. Trabájela con las puntas de los dedos y las
manos hasta que quede uniforme y ligada. Envuelva masa en film de polietileno
la
y lleve al refrigerador por treinta minutos. Luego extienda la masa en una superficie
enharinada y con un círculo de unos 20 centímetros forre un molde para tartas.
Pinche un poco la masa, coloque sobre ella una hoja de papel de aluminio, encima
del aluminio porotos y lleve al horno por 15 minutos. Retire del homo, saque la
hoja de aluminio y los porotos. Hornee por 5 minutos más, sáquela y déjela
enfriar.
alcanza a unos 150 mi, es decir, tres cuartos de taza. Mezcle la fécula de maíz con
un poco del jugo y sinque se agrume añada, poco a poco, moviendo siempre el
agua. Llévelo al fuego, hasta ebullición, removiendo hasta lograr que espese. Re-
tirey agregue el azúcar, las yemas de huevo, batiéndolo, luego la manteca. Debe
quedar denso y uniforme. Vierta ese resultado en la masa. Aparte bata las claras
a nieve, añada el azúcar cucharada a cucharada, hasta que esté bien espeso y
cremoso. Cubra con este merengue la tartera y llévela al horno, a 150 grados,
En términos generales este postre, que es en rigor una variante del flan de
vainilla, leche y huevos, se encuentra en los restaurantes populares. Se lo ve con
frecuencia en las cartas de los lugares de carnes y "Don Koto" (Colonia y Gaboto)
lo prepara con especial esmero. Consultado Gerardo, quien está siempre muy cerca
de la cocina de ese lugar, afirma que la única recomendación que él haría es el uso
de leche larga vida, entera, en busca de un buen tenor graso. Luego, la lenta
175
Martín Fierro
juntos, en el plato de cada comensal, sin montarlos, uno junto al otro. Una forma
elegante de presentarlos es la que realiza Arzak, disponiendo el queso en cilindros
envueltos en el membrillo que naturalmente para esa disposición debe ser ablandado
y pisado con unas gotas de agua para lograr modelarlo en torno de los "canutillos"
de queso. En realidad esta manera evoca a los barquillos que en la península se
sirven con nata montada o Chantilly.
Mazamorra dulce
>^-; íf^Er^c—--
176
Mousse de chocolate
Bata las tres yemas con el azúcar, mezcle con el dulce de leche. Aparte bata
la crema de leche e incorpórela a la preparación anterior. Bata a nieve las claras y
agregúelas cuidadosamente, con movimientos suaves para mantener el aporte de
aire que efectúan las claras. Coloque en bols de tamaño adecuado, lleve al
refrigerador por lo menos durante tres horas.
Puede servirse con nueces picadas.
Amase todos los ingredientes menos la fruta hasta obtener una masa uniforme,
lisa y suave. Deje reposaren lugar templado hasta que duplique su volumen. Amasar
luego para quitar el aire de la fermentación y agregar las frutas, cortando la masa
y distribuyéndolas bien. Colocar en el molde alto para pan dulce y dejar que leude
otra vez. Pinte con huevo y agua, o con manteca derretida, la superficie del pan y
hornee a 200 grados durante una hora, vigilando que esté dorado y cocido mediante
aguja o tenedor.
Desmoldar una vez frío.
177
Pasta froUa de Mimma Colciago
De Mimma ya dijimos que es una italiana que llegó a Uruguay muy pequeña.
Es una cocinera admirable que atesora las maneras de su tierra natal y que ha
Ponga en un bols grande la harina, haga un cráter y agregue las dos yemas, la
punta de los dedos hasta que todo quede amalgamado. Forme una pelota, envuélvala
en un repasador y déjela reposar en la parte baja del refrigerador, durante al menos
una hora. Extiéndala rápidamente en una tortera enmantecada y enharinada,
conservando un trocito de pasta para decorar. No importa si se parte, se junta con
los dedos y luego en el horno se amalgama bien, es una masa muy friable.
Se le pone encima dulce de membrillo pisado con un poco de agua caliente o,
si se desea distinta, con dulce de cerezas o ciruelas. También se puede hacer con
restos de dulce conservados en el refrigerador o con dulce de leche.
Se decora con tiritas de la masa que se reservó y se pone en el horno medio
(unos 180 grados) hasta que la masa se dore, unos 35 ó 40 minutos. Se sirve fría.
178
Pasteles de dulce de membrillo
Amase la harina con la manteca o la grasa, hasta lograr una masa lisa,
uniforme. Estire bien fina, pinte con manteca o grasa derretida, espolvoree con
harina y doble. Estire nuevamente y repita la operación 5 veces. Corte luego la
centro de cada cuadrado de masa, doble y una los bordes mojando con agua la
masa alrededor del relleno y deje los bordes sueltos sin presionar para que se
abran en hojaldre. Fría en aceite o grasa abundante y escúrralos en papel absorbente.
Puede, opcionalmente, espolvorearlos con azúcar impalpable.
Bata la crema con dos cucharadas de azúcar impalpable con unas gotas de
vainilla. Divida el bizcochuelo en capas, mójelas con un poco de vino dulce y
El vino adecuado para este postre debe ser un espumante natural seco o bien
un vino abocado del estilo del Jerez, un Cosecha Tardía o el Lahusen de Los
Cerros de San Juan.
179
Quindim
1 coco rallado / 200 ce ele leche del coco / 12 yemas / 3 claras / 'A kg de
azúcar / 2 cucharadas de manteca derretida.
Bata todos los ingredientes, bien batidos. Unte con manteca el molde destinado
y cubra con azúcar. Deje descansar por una hora y hornee por unos 10 a 15
minutos, cuidando que no se pase de cocción. Cuando se advierte la superficie
cuajada, está listo.
Sambayón (Zabaglione)
Bata "baño María" las yemas con el azúcar, hasta que espese. Agregue
al
180
El mismo procedimiento para el de frambuesa, pero se incorporan mientras
está al"baño María" 3 cucharadas de licuado de frambuesas, batiendo siempre.
Se sirve caliente o frío y puede adornarlo con un detalle del fruto fresco.
Scones
Precaliente el horno a 220 grados. Unte una bandeja para horno con algo de
manteca. Aparte, tamice en un bol la harina y el polvo de hornear, agregando
enseguida manteca en dados. Mezcle todo con los dedos. Haga un hoyo en la
la
mezcla y añada el huevo batido, trabájelo con los dedos hasta lograr una masa
suave. Coloque la masa en una tabla de madera enharinada, llévela con un rodillo
a un espesor de 2 cm. Corte círculos de 5 cm de diámetro y llévelos a la bandeja
para horno. Píntelos con huevo y bornéelos por unos 8 minutos. Deben crecer en
altura y quedar dorados. Déjelos enfriar sobre una rejilla. Sírvalos con manteca y
mermelada para tomar el té.
Soufflé de cacao
181
Aparte bata las claras a nieve. Mezcle bien un tercio de ellas con la
preparación del chocolate. Luego agregue el resto de las claras con movimientos
suaves y envolventes, con cuchara de metal sin mezclar en exceso porque es
importante mantener la mayor cantidad de aire que contienen las claras a nieve.
182
Torrejas (también torrijas) de Borja Blázquez
Clásico postre que saca partido del pan viejo o "rassis", como dicen con su
característica elegancia y precisión los franceses, que ha desaparecido en la
elaboración diaria porque la dueña de casa ya no cocina con la frecuencia, paciencia
y tiempo de las abuelas. De todos modos están vivas en la tradición hispana y más
concretamente en el País Vasco, de modo que damos la fórmula dedicada a Naly,
la esposa de Sebastián Elcano, por el chef vasco de "La trainera" de Maldonado,
Borja Blázquez.
Procedimiento:
Hierva la leche con el azúcar y la canela, corte las rodajas de pan de campo
por la mitad, vierta la leche sobre los panes que deben estar estirados en una placa
(sin superponerlos entre si"). Dar un rato de reposo con el objeto de que se embeban
bien y se enfríen.
Una vez que estén las rebanadas firmes, enharine ligeramente, pase por huevo
batido y fría hasta obtener un bonito color dorado. Escurra el aceite sobrante y
reboce de nuevo pero esta vez en la mezcla de azúcar y canela en polvo.
183
Crema de canela
300 ce de erema / 50 g de azúcar / canela en polvo.
Torta de ricotta
leche, el vino y la ralladura de limón. No amase, mezcle todo con un tenedor hasta
que obtenga una masa homogénea que se despega del bol. Deje en el refrigerador
una media hora y luego extienda la masa con un rodillo, hasta que tenga un espesor
de 1,5 cm o con las manos enharinadas, colocándola en una tartera de 25 cm de
diámetro y 3 cm de alto.
Revuelva con cuchara de madera y agregue las 4 claras a nieve. Vierta todo en el
molde sobre masa cruda y lleve a horno moderado por 20 minutos. Cuando el
la
desmolde, llévela luego al refrigerador por un par de horas. Sírvala desde la tartera.
184
Tortas fritas
común. El agujero central, que es ritual para algunos, faltaba en las que preparaba
doña Aída. Pero, enteras y sin el sacramental detalle del orificio que las convertía
en aros, constituyen uno de los recuerdos culinarios más entrañables de un uruguayo
de la tercera edad.
A pesar de la "piqueta fatal del progreso", todavía se ven asiduamente, y en
las ferias callejeras es muy común que se instale, en una esquina, la señora
emprendedora que las prepara a la vista de los que pasan y las vende con éxito
siempre, como las crepés en París.
cucharadita de té de sal.
Mezcle la harina tamizada con la sal, trabajándola con la grasa que debe estar
blanda, hasta lograr una masa suave y uniforme. Forme un bollo. Déjela reposar
una hora, cubierta con un paño. Forme las tortas dándoles un diámetro de unos 15
centímetros, con el agujero o no en el centro, de acuerdo con su gusto. Fríalas en
la grasa de cerdo, la misma que interviene en la masa, hasta que estén doradas. No
permita que la temperatura de la fritura baje, de modo que conviene freirías sin
acumularlas en la sartén, una por vez. Déjelas, luego de fritas, escurrir el exceso
de grasa en un papel absorbente de cocina. A gusto espolvoréele azúcar o no.
Sírvalas tibias, aunque frías no son desagradables.
185
Zapallo en almíbar
186
La mesa del convite
187
alcohol destilado, de cualquier tipo, un aperitivo. En cambio, los vinos son el aperitivo
ideal. Entre otras razones porque el vino será servido durante la comida y. en
consecuencia, no habrá conílicto de grados de alcohol o de naturaleza de las bebidas
empleadas. Todo vino puede ser elegido como aperitivo. Son ideales ios espumantes
naturales, los blancos y los licorosos como el Jerez o el Oporto. Pero el vino tinto o
el primer vino que se haya decidido servir durante la comida, puede ser la copa del
aperitivo.
Para acompañar esa copa, algunas aceitunas, unas tostadas con un poco de
paté, deben bastar. No exageremos el volumen de esos bocados porque no es
prudente que compitan con el menú que sigue.
La copa y el plato
calidad en ascenso del vino uruguayo permite resolver sin dificultades el sector de
los vinos en una cena o almuerzo formal.
comida.
188
Aperitivos
Las otras posibilidades de vinos aptos como aperitivo son los generosos, es
decir, vinos del estilo del Jerez y el Oporto. En ambos casos, se trata de una
verdadera familia de vinos que incluyen distintos tipos, secos, abocados, ligeros y
pesados. En la ocasión, se puede elegir uno de estos vinos que son flexibles y muy
capaces de convertirse en la primera copa de una comida importante.
Se ha dicho que ya no reza la recomendación que ataba los vinos tintos a las
carnes rojas y los blancos a las carnes blancas. Nunca fue así en realidad y siempre
hubo en las cocinas del mundo ejemplos que contrarían ese falso principio.
Ejemplo clásico de carne de ave (blanca) es el gallo al vino de Borgoña ("coq
au vin") que se guisa lentamente con una botella de Gevrey Chambertin tinto en la
olla y otra igual en la mesa. Los españoles, con toda razón, le ponen a la blanca
fibra del bacalao, vino tinto. Si el plato de pasta lleva frutos del mar, como la salsa
plato invernal, se come con cerveza o, por supuesto, con uno de los estupendos
blancos de la región. Generalmente un Riesiing. Vino de estilo frutal, aromas y
sabores cítricos, se asocia al cerdo sobre el mismo principio que acerca al carré el
puré de manzana o las ciruelas pasas mechadas.
189
Si se procede con sensatez en la elección del menú los vinos no tienen
necesariamente que ser numerosos en variedad y se hace perfectamente posible
resolver la entrada y el principal de una cena o almuerzo, con el mismo y único
vino.
Imaginemos una entrada de frutos del mar: tomate relleno de atún, seguido
como principal por un carré de cerdo horneado con puré de manzana. El vino
puede ser un blanco seco Sauvignon Blanc, Chardonnay o Viognier.
En otra variante, una entrada de jamón crudo o una sopa crema si el clima lo
admite, seguido de un plato de pasta con salsa clásica de tomate o pesto. Una
botella de tinto o dos, según el número de comensales, resuelve el tema. ¿Qué
tinto? Uno ligero como el Merlot o el Cabernet Franc o bien, si el pesto reclama
con su ajo y frutos secos (piñones o nueces) algo más poderoso, queda el recurso
del noble Tannat, criado como debe ser para domesticar sus taninos.
El arte de elegir el vino para una comida es siempre asunto de gusto personal,
pero también de conocimiento del vino y de las condiciones de sabor del plato. En
general, esta elección responde a ese conocimiento y sensibilidad imaginativa, pero
debe tenerse en cuenta que no todo es sensato en esta libertad de elegir el vino.
Por ejemplo, resultaría por menos extravagante que un asado se sirviera con
lo
vetas azules del queso. Pero, jugando con el contraste, también les acompaña bien
un vino licoroso, dulce. Los ingleses ponen con el Stilton un Oporto y en la
combinación posible, un cosecha tardía o un Sauternes, irá de maravillas con un
azul cualquiera.
El recurso de un vino tinto para los quesos debe flexibilizarse, ya que los
blancos y los blancos espumantes (Champagne y equivalentes) se acomodan muy
bien a los quesos de cabra y los cremosos como el Brie o el Camembert.
190
Los excelentes quesos uruguayos ofrecen la misma gama de combinaciones.
Por ejemplo, un Dambo o un Cuartirolo, de tan densa naturaleza en su gorda pasta,
no rechazan a un blanco Sauvignon Blanc o un Gewürztraminer, sobre todo en
verano, cuando acompañados de una ensalada de hojas duras como endibias o
escarolas, los quesos conforman con un poco de pan campesino, una comida
perfecta. Los mismos quesos, por supuesto, aceptan un tinto, que puede ser un
Tannat criado o un Cabernet Franc o un Merlot.
Los semiduros. que cuando han sido estacionados (afinados) debidamente, se
acercan al glorioso Parmesano, exigen sin duda tintos. Un Tannat estructurado y
Los cremosos del estilo Dambo y Cuartirolo crudo se asocian también a los
que protesten demasiado si la copa se colma de un Cabernet
tintos jóvenes, sin
Sauvignon Roble o de un Syrah, todos vinos que se distancian del poderoso Tannat.
Pero es preciso estar atento porque poder no significa prepotencia y, por lo tanto,
uno de espléndidos Tannat criados y pasados por barrica hará buenas migas
los
191
El menú de las fiestas
que la cocina deba revestir cierto brillo y solemnidad que satisfagan la costumbre
de celebrar comiendo. Como dice Larra: si hay misterio que celebrar, aludiendo a
las fiestas religiosas, comamos doble. Y agrega: "argumento terrible a favor del
alma".
Por muy diversas razones que son por una parte prácticas y también de costo,
es decir, económicas, es deseable organizarse de tal modo que los anfitriones que
reciban a parientes y amigos en esas fechas señaladas, preparen un menú
satisfactorio que, a la vez, les permita compartir la alegría. No es sensato que los
momento de servirlos.
Desde este punto de vista y teniendo en cuenta que las fiestas tradicionales
tienen lugar con el clima cálido del verano, se sugiere organizar el menú, del cual
daremos varios ejemplos, sobre este principio de razonable comodidad.
Por ello se insiste en la fórmula del "buffet", que dispone en una mesa los
platos sucesivos y los propios invitados pueden disponer de ellos, salvo alguno en
especial que por edad o pedido, es servido por los anfitriones.
193
Menú navideño o Noche de fin de año
Ensalada de frutas.
Helados.
Cola de cuadril horneada fría, con ensalada rusa. Conviene trinchar una parte
de la carne, en tajadas delgadas (3 milímetros de espesor), dejando el resto de la
cola de cuadril sin cortar en la propia mesa "buffet" por si es preciso cortar más.
194
Vinos blancos y rosados y espumantes naturales nacionales.
Torta pascualina.
Carré de cerdo frío con ensalada waldorf.
Aspic de atún.
Lechón frío con ensaladas variadas.
Nota: los sandwiches de varios lugares de Monte\ ideo pueden funcionar como
un excelente entremés, popular pero para nada desdeñable. La empanada de
bacalao le otorga a este menú un giro exigente para compensar la entrada.
Mousse de chocolate.
195
índice general alfabético
Albóndigas 99
Arroz a la marinera casi paella 72
Arrozal modo italiano (risotto) 74
Arroz blanco 71
Arroz con langostinos o camarones 72
Arroz con tomates y huevos 75
Asado al homo 99
Asado en pieza entera (rosbiO 100
Asado, acompañamientos para el 101
Aspic de atún 41
Atún en escabeche 130
Bacalao 131,132
Bacalao con garbanzos 132
Bacalao con papas 133
Bacalao, croquetas de 134
Bagna Cauda de Umberto 55
Berenjenas asadas 38
Berenjenas rebozadas (a la milanesa) 47
Berenjenas rellenas de carne 48
Bifes a la portuguesa 102
Boniatos y papas asados enteros 102
Brandada según Martha (bacalao) 133
Buñuelos de lechuga (de Angelita Buonomi) 49
Calamaretes rebozados 38
Canelones de choclo y jamón 87
Canelones de verdura 86
Capeletti a la Caruso de Mimma 85
Carbonada 56
Carré asado al horno 113
Cazuela de lentejas 64
Cazuela de mondongo 65
Cazuela de porotos 66
Cerdo guisado al curry 113
197
Ciupín de pescado (según Marcelo Banchieri) 136
Civet de liebre de "Casa de amigos" 122
Conejo a la provenzal 123
Cordero al horno 104
Cordero guisado (con arvejas según doña Aída) 105
Cordero guisado al curry 105
Costillitas de cordero Villeroy 115
Crepés 49
Crepés de espinacas 50
Crepés de jamón, queso o ambos 50
Crepés de queso 50
Empanada de bacalao 95
Empanadillas de acelga 96
Ensalada de lentejas 155
Ensalada ditalini con jamón y aceitunas 155
Ensalada mixta (lechuga y tomate) 154
Ensalada waldorf 154
Ensalada, aderezos para 151
Ensalada César 152
Ensalada rusa 153
Ensopado campero de la "fazendeira" Odila 67
Faina 92
Faisán al Champagne 123
Feijoada 56-58
Feijoada, acompañamientos de la 57
Filete de salmón en crosta 39
Filetes al dorado (milanesa) 129
Filetes de pescado rebozados 129
Fondue 58
Gallina deshuesada al buen tiempo 117
Hongos en escabeche según Gerardo (Don Koto) 50-51
Hongos secos y otros 52
Huevos duros 142
Huevos fritos 141
Huevos pasados por agua 141
Huevos poché 142
Huevos rellenos de anchoa 143
Huevos rellenos de sardina 143
Huevos revueltos (oeufs y brouillés á la créme) según Pedro Subijana 143
Huevos revueltos, Algunos tropiezos para 141
Involtini de peperoni 39
Jabalí asado con salsa de naranja 124
Jabalí asado en su jugo (braseado) 125
i98
Jamón de carpincho de "Casa de amigos" 122
Lengua a la vinagreta 52
Lengua estofada con pasas Elcano 68
Matambre arrollado tradicional de Don Koto 107
Matambre arrollado de doña Aída 106
Mayonesa de tararira (Arotxa dixit) 137
Mazamorra 59
Mejillones a la provenzal 139
Milanesas según Naly 108
Mondongo con papas y garbanzos 69
Niños envueltos 109
Nutria (según "Casa de amigos") 126
Nutria en "blanquette" 126
Ñandú, Carpaccio de 126-127
Omelette 144
Omelette de camarones 146
Omelette de hongos 145
Omelette de jamón 146
Omelette de jamón y queso 146
Omelette de queso 145
Pan de Prato (según Marcelo Banchieri) 90
Pan de queso 91
Pan plano de salvia (focaccia alia salvia) 91
Papas a la crema 101
Pescado al horno 130
Pescetto frío 109
Pesto de abuela Josefina 82
Pesto de Ricardo Paséale 83
PizzadeAldo 93
Polenta clásica con salsa 88
Polenta con brócoli 89
Polenta frita 88
Pollo a la portuguesa 118
Pollo al curry 120
Pollo al horno 118
Pollo en escabeche (según Subijana, vía Monestier) 120
Pollo guisado con manzana 118
Pomarola de doña Angelita Buonomi 94
Puchero 60
Pulpo a la gallega o pulpo a "feira" 139
Puré de espinacas 157
Puré de papas 157
Ríñones a la provenzal 110
199
Ríñones al Jerez 110
Risotto Parmesano (receta de Gualterio Marchesi)
al 75
Risotto con hongos (receta de Gualterio Marchesi) 76
Ropa vieja 61
Salpicón de ave 62
Salpicón de carne 63
Salsa Alfredo 78
Salsa boloñesa ^ 78
Salsa carbonara 79
Salsa cuatro quesos 79
Salsa de puerros Elcano 80
Salsa puttanesca 81
Salsa vongole 81
Sandwich 53
Sopa crema de puerros 43
Sopa crema de zapallo de la familia de Frutos 44
Sopa de atún o bonito (marmitako) 46
Sopa de lentejas 45
Sopa de puchero 45
Sopa minestrone de doña Josefina 45
Sopas licuadas 44
Strogonoff (Boeuf Strogonoff) 111
Tomates caprese 40
Tomates rellenos de atún 40
Torta pascual ina 96
Tortilla de tallarines 63
Tortilla de papas de Itziar 146
Verduras fritas ("fritelli") 41
VitelloTonnato 112
Dulces y postres
200
Chantilly 166
Cheese cake 167
Compota de frutas 164-165
Crema inglesa 174
Crepés dulces 168
Dulce de higo 168
Dulce de leche 168
Dulce de tomate 169
Ensalada de frutas 169
Flan clásico 169-170
Flan de ananá 170
Flan de coco de "Gure-Etxe" 170
Flan de manzana 170
Frutillas al Chantilly 171
Guayabas en almíbar de doña Leocadia 171
Helado de chocolate 173
Helado de vainilla 173
Isla flotante 174
Lemonpie 174
Manjar del cielo 175
Martín Fierro 176
Mazamorra dulce 176
Mousse de chocolate 177
Mousse de dulce de leche 177
Pan dulce (Panettone) 177
Pastra frolla de Mimma Colciago 178
Pasteles de dulce de membrillo 179
Postre de merengue y frutas de Mabel 179
Quindim 180
Sambayón (Zabaglione) 180
Scones 181
Soufflé de cacao 181
Tocino del cielo según Arotxa 182
Torrejas (también torrijas) de Borja Blázquez 183
Torta de ricotta 184
Tortas fritas 185
Zapallo en almíbar 186
201
índice general
Introducción 7
La edad del cuero. La dieta del jinete 9
La cocina uruguaya hacia 1815 10
La cocina de la estancia 12
El aporte de la inmigración 13
La herencia hispánica 14
El aporte italiano 16
El aporte de Inglaterra 19
El aporte alemán 20
El prestigio de Francia 22
La parrilla:el plato nacional 24
El reino del chivito y del "fast food" 25
Las bebidas de los uruguayos 26
El arte del café 28
La ciencia del mate 28
Recetario 37
Antipasti 38
Entradas 40
Sopas y caldos 43
Entremeses 47
Plato único 55
La cocina de las sobras 61
Guisos, cazuelas 64
Pastas, arroces y polenta 71
Pan 90
Pizzas y faina. Tartas y empanadas 92
Carnes 99
Aves 117
Carnes no tradicionales 121
Pescados y mariscos 129
Huevos y tortillas 141
Ensaladas 149
Comodines escolta 157
Dulces y postres 159
203
La mesa del convite 187
Los pasos sobre el mantel 187
La copa y el plato 188
Aieritivos 189
El vino para los platos principales 189
El vino de los postres 190
El menú de las fiestas 193
204
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