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DE JESUCRISTO
INTRODUCCION
SECCION I MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO
SECCION II CLASIFICACION TEMATICA COMENTADA
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA PERSONA DE DIOS
PADRE:
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL PECADO
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL PROJIMO
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA IGLESIA
MANDAMIENTOS PERSONALES
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL MATRIMONIO
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA ORACIÓN
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LAS MISIONES,
EVANGELIZACION
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LOS TIEMPOS FINALES
INTRODUCCION
Heb 1, 1. Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas
ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas,
Heb 1, 2 en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien
constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el
universo.
Hace 22 años que soy creyente del evangelio y en éste largo camino de
estudios y lecturas, me ha llamado la atención que a través de la historia de
la iglesia no se hayan recopilado todas las ordenanzas de Jesucristo
enumerándolas al estilo de las judaicas. En la tarea de buscar cada una de
éstas ordenanzas, encontré 170 mandatos de Jesús y los quise catalogar
como tal, en consideración a que El Señor se refiere a su palabra como
mandamientos: Juan 14, 15 “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos”.
Este libro, es el resultado de un largo trabajo para recopilar los
mandamientos del Señor Jesucristo con un breve comentario de cada uno.
Los lectores, a su vez, pueden profundizar más en ellos a través de los
textos especiales de comentarios bíblicos. Tal vez puedan ser menos
mandamientos, quizás algunos de estos no sean considerados como tales
por parte de lectores legos en la materia, o es posible que otras personas
encuentren algunos más. En los 170 mandamientos descritos se incluyen los
10 más populares que nos han enseñado y que El Señor ratifica en su
doctrina.
De ésta forma, Le invito a que lea con detenimiento los mandamientos del
Señor, a que pueda aplicarlos en su vida diaria y también compartirlos con
otras personas, tanto a aquellas que conocen o no el mensaje de salvación.
SECCION I
MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO
NO TENTAR A DIOS, Mt 4, 7
ADORAR A DIOS, Mt 4, 10
SER MANSO. Mt 5, 5
OFRENDAR EN LA IGLESIA, Mt 5, 23
NO ADULTERAR MENTALMENTE, Mt 5, 28
NO JURAR, Mt 5, 33-36
NO ENTRAR EN PLEITOS, Mt 5, 40
PEDIR, Mt 7, 7.21, 22
BUSCAR, Mt 7, 7
LLAMAR, Mt 7, 7
NO TENER DIOSES AJENOS, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18, 20; Ex 20, 3
GUARDAR EL DÍA DE REPOSO, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18, 20; Ex 20, 8-9
HONRAR A LOS PADRES, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18, 20; Ex 20, 20:12
SER SOLIDARIO CON LOS POBRES, Mt 19, 21; Mc 10, 21; Lc 18, 22
NO DEFRAUDAR, Mc 10, 19
NO CONDENAR A NADIE, Lc 6, 37
NO SER HIPÓCRITA, Lc 6, 42
NO EMBRIAGARSE, Lc 21, 34
NO MURMURAR, Jn 6, 43
MANDAMIENTOS PERSONALES
2. NO TENTAR A DIOS, Mt 4, 7
Ap 22, 8 Y yo, Juan, soy el que oí y vi estas cosas. Y cuando las hube oído
y visto, caí para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas
cosas.
Ap 22, 9 Pero me dice: ¡Mira, no! Soy consiervo tuyo, y de tus hermanos
los profetas, y de los que guardan las palabras de este rollo. ¡Adora a Dios!
El pedir perdón a Dios Padre debería ser casi que el primero de todos los
mandamientos. Es diferente al arrepentimiento porque en este trazamos un
cambio total de rumbo en nuestras vidas respecto al pecado. En el pedir
perdón reconocemos que le hemos fallado al Señor y restablecemos nuestra
comunión con El. Es tan crucial, que Jesús lo incluye, como parte de
nuestro tiempo de oración diario.
5. HONRAR AL PADRE, Jn 5, 23
Jn 5, 23 “para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no
honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”.
Honrar viene del griego time, significa valorar. Denota dar la gloria a Dios,
implica un reconocimiento de todo su poder, de su majestad. A través de
nuestra obediencia a sus mandamientos le estamos honrando
continuamente, la verdadera honra es similar a la adoración, en espíritu y en
verdad, que sea del corazón y no solo con palabras.
Mt 15, 8 “Este pueblo con los labios me honra, pero su corazón está muy
lejos de mi”.
Jua 14:1 “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en
mí”.
Jn 14, 13 “Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo”.
Uno de los mandamientos nuevos para los discípulos. Hasta ese momento
se hacían oraciones o súplicas directamente a Dios. Incluso las oraciones en
su mayoría eran realizadas por sacerdotes o profetas o por el patriarca.
Ahora en este momento Jesucristo introduce una novedad, pedir a Dios
como Padre y pedirle en su nombre, en el nombre de Jesús. Todo cristiano
tiene la facultad de pedir directamente al Padre a través de la fé en su hijo
Jesucristo. Con el sacrificio en la cruz estamos justificados ante Dios Padre
y podemos acercarnos al trono de la gracia, ¡Bendito Sea El Señor!
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Dios está llamando a todos los hombres a la salvación. Es un sentir que toca
los corazones de todos los seres humanos. En los tiempos del ministerio de
Jesús muchos escucharon la orden directa del Señor para que le siguieran.
Hoy El Espíritu Santo llama espiritualmente a todas las criaturas, de una u
otra forma, para seguir a Cristo.
Ser seguidor del Señor implica llevar una vida semejante a Él. Seguir viene
del griego akoloutheo, del prefijo a, expresando aquí unión, semejanza, y
keleuthos, camino. Es decir, uno que va por el mismo camino.
2. ENSEÑAR LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO A LOS NUEVOS
CREYENTES, Mt 5, 19.28, 20
Jn 5, 23 “para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no
honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”.
Recordemos que honrar viene del griego time, que significa valorar. Denota
dar la gloria a Dios, implica un reconocimiento de todo su poder, de su
majestad. A través de nuestra obediencia a sus mandamientos le estamos
honrando continuamente, la verdadera honra es similar a la adoración, en
espíritu y en verdad, que sea del corazón y no solo con palabras.
Este mandamiento nos enseña que debemos honrar al Padre Celestial y a
Jesucristo.
Jn 14, 1 “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí”.
Este mandamiento se comparte con creer también en Dios Padre. Acá se
muestra igualmente la Deidad de Cristo.
Creer viene del término griego pisteuo que implica tener confianza o ser
totalmente persuadido de algo. El mandamiento como tal no es una mera
suposición de la existencia de Cristo, sino el convencimiento en nuestra
mente de que Cristo es real, que murió y resucitó. La confianza total en
Dios debe quitar toda turbación o temor de nuestro corazón.
Jua 14:21 “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me
ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me
manifestaré a él”.
Jn 14, 21 “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me
ama; y el que me ama será amado por mi Padre”…
Guardar los mandamientos del Señor es una orden no una opción. Guardar
los mandamientos son el resultado de amarlo y no lo contrario. Si
guardamos su palabra por imposición, para mostrarle nuestro amor, estamos
mostrando un falso amor. El sentir amor hacia El Señor trae como resultado
que guardemos su palabra.
Mt 18, 16 Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que
toda palabra sea confirmada por boca de dos o tres testigos.
1. SER MANSO. Mt 5, 5
Misericordia viene del griego eleos, se concibe como los actos que se hacen
producto de la compasión por el sufrimiento de otros; da por sentado la
necesidad en aquel que la recibe y los recursos del que la da o en su lugar
las acciones para conseguir la ayuda. Hay personas que son pobres pero
tienen misericordia de los demás y comparten lo poco que tienen o pueden
organizar una campaña de solidaridad consiguiendo fondos para solventar
las necesidades de los menos favorecidos.
4. SER PACIFICADOR. Mt 5, 9
Mt 5, 16 “Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean
vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos”.
En este mandamiento Jesús nos ordena que el mundo sea impactado por
nuestras buenas acciones y a su vez las personas impactadas den la gloria a
Dios. Es muy importante que no tengamos soberbia al mostrarnos como
ejemplo a los demás, siempre toda la gloria debe ser para Dios. Para que el
mundo vea nuestras acciones no implica que tengamos que tocar trompeta o
publicar lo que hacemos. Simplemente tenemos que actuar conforme a la
voluntad de Dios y El mismo Señor hará el resto, nuestra vida cristiana es
de obras y no de intenciones.
Mat 5, 22 “Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano
será culpable ante la corte”
El término reconciliación empleado acá viene del griego dialasso que tiene
relación con el sentido de efectuar una alteración o un intercambio y por
ende de reconciliar. Se aplica cuando hay casos de mutua hostilidad en los
que se llega a concesiones de ambas partes.
Esta reconciliación entre personas es diferente a la reconciliación entre Dios
y el hombre donde solo Dios es el ofendido, en este caso el término griego
es katalasso.
Mt 5, 38 “Habéis oído que se dijo: “ojo por ojo y diente por diente””
Mt 5, 39 “Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; antes, a cualquiera
que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.
Prestar viene del griego daneizo o danizo, implica prestar dinero a alguien.
En uno o muchos momentos de la vida podemos tener esa experiencia de
que alguien nos solicite un préstamo. El mandamiento es que no podemos
negarnos. El prestar tiene relación también con la misericordia. Al igual que
al dar, en el prestar debemos tener sabiduría del uso que se le va a dar al
dinero. También cabe la posibilidad de que el dinero no lo puedan llegar a
devolver y entonces tenemos que actuar sabiamente hasta que monto de
dinero se puede prestar.
El término iglesia viene del griego ekklesia .Entendemos por iglesia una
asamblea de personas. Se usaba entre los griegos de un cuerpo de
ciudadanos reunidos para considerar asuntos de estado.
Este mandamiento se refiere a la necesidad de exponer un pecado en la
iglesia cuando el miembro de esta no ha aceptado la reprensión personal. Se
debe comprender que se refiere a un pecado que lesiona a toda la iglesia y
daña la imagen de esta. No se refiere a una diferencia personal entre
hermanos.
Mc 10, 13 “Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los
reprendieron.”
Jn 21, 16 Y volvió a decirle por segunda vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me
amas?” Pedro le dijo: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo:
“Pastorea mis ovejas”.
2. NO ADULTERAR MENTALMENTE. Mt 5, 28
Mt 5, 28 “Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla
ya cometió adulterio con ella en su corazón”.
Este pecado se comete solo con los deseos de la mente. Codiciar viene del
griegoepithumeo que significa fijar el deseo intenso sobre alguna cosa, sea
esta buena o mala. Se interpreta como anhelar o ansiar algo. Siempre se ha
asociado con el dinero o cosas materiales. Acá El Señor lo asocia con el
deseo o el anhelo de tener o poseer a una mujer. Este mandamiento se
comete con los ojos y lógicamente se debe interpretar también en ambos
sentidos, tanto del hombre hacia la mujer y viceversa. Abarca los deseos
codiciosos de los ojos hacia cualquier persona que no sea el cónyuge y se
puede cometer viendo fotografías, revistas, documentos, televisión,
computadores, etc. En los tiempos antiguos solo se podía pecar al mirar
codiciosamente directamente o en forma oculta a través de una ventana por
ejemplo. Hoy en día con el auge de la tecnología la pornografía es un
negocio que mueve millones de dólares e incluso en algunas culturas ya se
interpreta como algo indispensable en la vida sexual del joven o del adulto e
incluso hasta del anciano.
Cuando El Señor tocó este mandamiento estaba reprendiendo a la multitud
acerca del adulterio físico como tal. Más adelante en el análisis de los 10
mandamientos definiremos ampliamente este pecado.
4. NO JURAR, Mt 5, 33-36
Jurar implica afirmar o negar algo poniendo como testigo a Dios, los padres
o cualquier otra cosa como lo señala el pasaje. El apóstol Santiago ratifica
este mandamiento, ver Sant 5, 12.
Cuando no se conocen las escrituras es muy común ver como muchas
personas juran por cualquier cosa.
Perfección viene del término griego teleiosis, denota un fin cumplido como
efecto de un proceso.
Lo que Jesús quiere enseñarnos es que en nuestra vida diaria, en nuestro
campo de acción, debemos aplicar y poner en práctica su palabra para
imitarlo y llegar a la madurez espiritual tal como lo explica el apóstol Pablo
(efesios 4:13). Nosotros tenemos que buscar la perfección espiritual, no que
lleguemos a ser perfectos en este mundo, eso solo lo pudo cumplir Jesús.
8. AYUNAR, Mt 6, 16-18
Tesoro viene del griego thesauros, es el lugar para guardar algo bien seguro.
El mandamiento no desestima el ahorrar dinero para sufragar gastos o hacer
inversiones. Implica más un significado de tener posesiones en abundancia
para satisfacer nuestra codicia y al mismo tiempo vanagloriarnos ante los
demás. El Señor señala que las cosas materiales por mucho que las
queramos guardar en lugar muy seguro pueden ser o robadas o se van
deteriorando con el paso de los años. Acumular dinero en abundancia se
asocia al pecado de la avaricia.
Si tomamos el término tesoro como el lugar para guardar algo bien seguro
entonces los mismos cielos donde está la presencia del Señor es el sitio más
seguro para acumular cosas. Los tesoros en el cielo se refieren a todas las
cosas buenas que hacemos en este mundo en el nombre de Jesús,
consecuencia en últimas de ser dirigidos por El Espíritu de Dios.
En nuestra vida cristiana debemos tener siempre los ojos puestos en Dios
(Heb 12.2) y no fluctuar en dos caminos. La Biblia nos enseña que el
príncipe de este mundo es Satanás y este mundo se centra en gran parte en
las cosas materiales cuyo eje es el dinero. Por consiguiente cuando tenemos
en primer lugar nuestros ojos puestos en las riquezas estamos sirviendo en
el fondo es a Satanás. No es que el dinero o las cosas materiales sean malos
puesto que son necesarias para vivir, es la codicia en el fondo el pecado que
se esconde detrás de este mandamiento. Cuando nuestra vida se centra en
conseguir dinero para poder vivir y desplazamos el tiempo de ir al templo,
de leer las escrituras, de orar y de expresar el amor a los demás, estamos
cometiendo este pecado de servir a las riquezas.
Mt 7, 7 “…buscad, y hallaréis”.
El término buscar viene del griego zeteo, significa ir en pos de. En este caso
ir en pos de Dios, de buscar de El (ro 10, 20).
Hermoso mandamiento por la recompensa implícita de que Dios puede ser
hallado. Is 65, 10 nos previene que de nada sirve invocar el nombre de Dios
y durar toda nuestra vida buscándolo si nuestros actos e intenciones del
corazón no guardan coherencia con la voluntad de Él.
20. TRATAR A LOS DEMÁS COMO QUERAMOS SER TRATADOS POR ELLOS,
Mt 7, 12
Mt 7, 12 “Por eso, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así
también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas”.
Mt 10, 24 “Un discípulo no está por encima del maestro, ni un siervo por
encima de su señor.”
Mt 10, 25 “Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo
como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más
a los de su casa!”
Discípulo viene del término griego mathetes, que significa aprendiz (de una
raíz math̑, indicativa de pensamiento acompañado de esfuerzo), denota a
uno que sigue la enseñanza de otro que en este caso sería su maestro.
Este mandamiento es interpretado por muchos eruditos como una forma de
identificarnos con El Señor en sus sufrimientos, y es correcta esta
interpretación teniendo en cuenta el contexto del relato anterior de las
persecuciones.
Dando la razón a la interpretación anterior también se puede sacar de estos
versículos el mandamiento de emular e igualar al Señor, el apóstol Juan lo
dice en su primera carta, I de Juan 2, 16, al igual que Pablo en la carta a los
efesios 4, 13. Jesús tuvo la misión más importante de un hombre en este
mundo, obrar como salvador de la humanidad, pero igualmente su estilo de
vida y su personalidad deben ser imitados por nosotros los creyentes.
Ú
29. AMAR A JESÚS POR ENCIMA DE NUESTRA FAMILIA, Mt 10, 37.19, 29
Mt 10, 37 “El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de
mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí”.
Mt 19, 29 “Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o
padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y
heredará la vida eterna”.
Mt 12, 36 “Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres,
darán cuenta de ella en el día del juicio”.
Vano viene del término griego kenos con el sentido de vacío, con especial
referencia a la calidad de lo descrito. Este mandamiento se incumple cada
vez que se toma el nombre de Dios como parte de un juramento o cuando se
le invoca estando la persona en un estado pecaminoso, 2 de Timoteo 2, 19.
Por esto último es tal vez por lo cual los judíos no escriben ni pronuncian el
nombre de Dios, sino que mejor escriben o dicen atributos de Dios, como
por ejemplo Adonay que significa “mi amo”.
Mt 15:4 “Porque Dios dijo: "honra a tu padre y a tu madre, " y: "quien hable
mal de su padre o de su madre, que muera."
Mt 19, 17 Y Él le dijo: ¿”Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo
Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 12 “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean
prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da”.
Adulterio viene del griego moicos que significa tener relaciones sexuales
ilegitimas con la esposa de otro o el esposo de otra. Ya en Mateo 5.27-28 El
Señor advierte que hay adulterio intencional, cometido al desear a una
mujer y codiciarla. Ahora se advierte sobre el adulterio físico, de obra. Los
dos son pecaminosos, entendiendo que el que se hace con los pensamientos
está preparando el camino para que se haga materialmente.
Este pecado es muy grave porque se atenta contra la integridad de la
familia. Además el adulterio puede ser causa de enfermedades venéreas,
hijos no deseados, detrimento del patrimonio y el mal testimonio ante la
sociedad.
43. NO ROBAR, Mt 19:17; Ex 20, 15
El término robar, de hurtar, viene del griego klepto que significa ladrón.
Robar tiene un sentido muy específico de despojar de las pertenencias a otra
persona. Se puede robar en forma de atraco, con un arma o utilizando la
violencia física. También se puede robar en forma de estafa, engañando a la
otra persona. Otra forma de robo es eludiendo el pago legal de las empresas
de televisión, internet, energía eléctrica, agua, gas, etc. También se roba al
no querer pagar derechos de autor y se hace piratería en internet. Otro tipo
de robo es no pagar los impuestos en su totalidad. En fin hay muchas
formas en que despojamos a otras personas de lo que les pertenece y nos
hacemos ladrones.
Mt 5, 28 Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla
ya cometió adulterio con ella en su corazón.
Mt 19, 17 Y Él le dijo: ¿”Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo
Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 17 “No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu
prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de
tu prójimo”.
Ya hemos analizado que codiciar viene del griego epithumeo que significa
fijar el deseo intenso sobre alguna cosa, sea esta buena o mala. Se interpreta
como anhelar o ansiar algo. Lo analizamos anteriormente con el
mandamiento de no adulterar con los pensamientos.
Ahora la codicia se prohíbe con no desear o anhelar los bienes de otras
personas. Se asocia o tiene mucha relación con la envidia que es el
sentimiento de disgusto producido al ser testigo u oír de la prosperidad de
otros. El envidioso desea privar o quitar al otro de lo que tiene.
Satisfacer la codicia puede dar lugar al robo, a la mentira e incluso al
homicidio para llegar a obtener las cosas que se desean.
Vale aclarar que es diferente cuando nos agrada ver la prosperidad de otras
personas y tenemos un deseo sano de imitarlos con el trabajo honesto.
Mt 23, 3 “De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no
hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen”.
Mat 23:8 Pero vosotros no dejéis que os llamen Rabí; porque uno es
vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos.
Padre viene del griego pater, de una raíz que significa nutridor, protector,
sustentador.
El mandamiento se refiere a no utilizar el término Padre para señalar a
alguien como un título de honor en la iglesia.
En 1 de corintios 4, 15 el apóstol Pablo emplea el término padre de alguien
que como predicador y maestro es empleado por Dios para evangelizar y
dar lugar al nuevo nacimiento espiritual de las personas que escuchan.
En 1 de Juan 2, 13 el término padre se refiere de alguien que está avanzado
en el conocimiento del Señor Jesucristo.
59. RECORDAR LA MUERTE DEL SEÑOR CON EL PAN Y EL VINO, Mt 26, 26-27
Mt 26, 26 “Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo
partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo”.
Mt 26, 27 “Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio,
diciendo: Bebed todos de ella; ”
El partimiento del pan y el vino fue instituido por nuestro Señor la noche en
que fue traicionado. En ese día se celebraba la cena pascual. El Señor tomó
el pan, lo bendijo dando gracias a Dios y lo partió para repartirlo a los
discípulos. Igual hizo con la copa de vino. En 1 de Corintios 11, 23-26 el
apóstol Pablo nos revela que la copa de vino simboliza la sangre del Señor.
Por consiguiente el partimiento del pan y el vino tradicionalmente llamado
como la santa cena es un mandamiento que no debemos dejar de lado y por
ser instituido directamente por El Señor tenemos que cumplirlo.
Este mandamiento es dado a la iglesia, por lo tanto no se debe celebrar con
personas no convertidas. E igualmente el estado de comunión con El Señor
debe ser el mejor, el apóstol Pablo previene al respecto (I de Corintios 10,
21, 11, 28-30).
Jesucristo no da un tiempo o frecuencia especial para cumplir el
mandamiento. Sin embargo en Hechos 20, 7 la iglesia se reunía el primer
día de la semana para partir el pan y en I de Corintios 16, 1-2 era costumbre
congregarse el primer día de la semana. Esto nos pone como ejemplo a
seguir que entonces todos los domingos al congregarnos bien podemos
celebrar la santa cena. Esto implicaría que durante el transcurso de la
semana toda la congregación tendría mayor responsabilidad en su estado
espiritual para poder participar del pan y el vino.
Ó
63. NO SER HIPÓCRITA, Lc 6, 42
La vergüenza aquí señalada viene del término griego aiscos, que denota el
temor de hacer el ridículo en público. Se evidencia en la práctica cuando se
le pregunta en público a alguien si es cristiano y si va a la iglesia los
domingos. En el caso de que la persona se avergüence estaría cometiendo el
pecado. El solo hecho de esconder nuestra fe dentro de una comunidad,
bien sea en el trabajo o vecindario, es una muestra de vergüenza también.
Lc 9, 60 Más Él le dijo: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero
tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios”.
En este pasaje El Señor le dice a alguien que le siguiese pero este le dio
como excusa que primero tenía que enterrar a su padre. Jesús entonces le
confirma la costumbre de enterrar a los muertos. No era tradición la
cremación, lo habitual era enterrar a los muertos. El Señor entonces señala
que a los muertos hay que enterrarlos y por eso se debe tomar como un
mandamiento para los cristianos.
Lc 12, 10 “Y a todo el que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le
perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le
perdonará”.
Este mandamiento ordena nuevamente que deba primar más el amor hacia
El Señor que hacía nuestras prioridades personales. El renunciar a nuestras
posesiones no se debe interpretar literalmente porque implicaría que todos
los cristianos seríamos materialmente pobres al ser seguidores del Señor.
Entonces en este mandamiento lo que debemos considerar es que todo lo
que tenemos y nos da El Padre Celestial sigue siendo de Él, que nuestra
vida es transitoria en este mundo y por ende no podemos pretender ser
discípulos del Señor cuando condicionamos nuestra fé a los logros
materiales de esta vida.
Lc 21:34 “Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación
y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga
súbitamente sobre vosotros como un lazo”.
En esos tiempos era conveniente para las personas que residían muy lejos
de Jerusalén, y que viajaban a esta ciudad a ofrecer ofrendas en el templo,
comprar los animales en su llegada para evitar cargar mucho peso desde su
ciudad de origen. Los comerciantes con el paso de los años fueron
estableciendo sus puntos de venta dentro del mismo templo lo cual se
convirtió en algo normal incluso para las autoridades religiosas en ese
entonces.
El mandamiento declarado por El Señor es no hacer de los lugares de
congregación un lugar para comprar o vender cosas.
81. NO MURMURAR, Jn 6, 43
82. LAVAR LOS PIES LOS UNOS A LOS OTROS COMO SÍMBOLO DE
HUMILDAD Y SERVICIO, Jn 13, 14
2 Cor 6, 14 “No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues
¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz
con las tinieblas?”
El yugo es una pieza de madera al cual se unen o atan los bueyes a nivel del
cuello. Esto obliga a que caminen juntos por el mismo camino. El tener un
yugo con una persona incrédula implica tener un lazo de amistad muy
profundo donde podemos llegar a tomar decisiones en común que pueden ir
en contra de la voluntad del Padre Celestial. No podemos tomar este
mandamiento tampoco como excusa para negar la cortesía a los incrédulos
o hacer transacciones comerciales con personas no cristianas.
Ap 3, 15 “¡'Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente!. ¡Ojalá fueras
frío o caliente!
Ap 3, 16 “Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi
boca”.
El matrimonio entre parejas del mismo sexo no está aprobado por la Biblia.
Nuestro Señor ratifica que el varón dejará a sus padres y se unirá a la
hembra siendo una sola carne con ella. Tan claro lo enseña la escritura que
no puede existir la posibilidad de casamiento entre varón con varón o
hembra con hembra.
Gran mandamiento el de orar por los enemigos o los que nos persiguen. Es
a través de la oración que podemos luchar contra los enemigos. Entregar esa
persecución al Padre celestial para que sea Él quien haga justicia, para que
transforme el corazón de nuestros perseguidores. Las oraciones por los que
nos persiguen no pueden ser de odio ni desear la muerte o el mal hacia
ellos.
Mt 21, 21 Respondiendo Jesús, les dijo: “En verdad os digo que si tenéis fe
y no dudáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que aun si decís a este
monte: "Quítate y échate al mar", así sucederá”.
Mc 11, 23 “En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte:
"Quítate y arrójate al mar", y no dude en su corazón, sino crea que lo que
dice va a suceder, le será concedido”.
Mc 11:24 “Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis,
creed que ya las habéis recibido, y os serán concedidas”.
Lc 18:7 “¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a El día y
noche? ¿Se tardar, mucho en responderles?”
Clamar viene del término griego boao que significa hablar en voz alta
pidiendo ayuda, es decir gritar. Es el clamor un estado de la oración donde
levantamos la voz pidiendo al Señor que haga justicia en medio de
circunstancias injustas. Un ejemplo en las escrituras lo observamos en
éxodo:
Ex 2:23 Y aconteció que pasado mucho tiempo, murió el rey de Egipto. Y
los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y su
clamor, a causa de su servidumbre, subió a Dios.
Lc 21, 36 “Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para
escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie
delante del Hijo del Hombre”.
Es un mandamiento recomendado en medio de la gran tribulación que va a
presentarse antes de la venida del Señor. El capítulo 21 de Lucas describe
las persecuciones, terremotos, guerras y fenómenos celestiales previos a
esta gran venida de Jesucristo. El mandamiento es orar para ser fortalecidos
y escapar de todas estas cosas.
La Biblia dice que El Señor vendrá después de la gran tribulación:
Mat 24:29 Pero inmediatamente después de la tribulación de esos días, el
sol se oscurecerá, la luna no dará su luz, las estrellas caerán del cielo y las
potencias de los cielos serán sacudidas.
Mat 24:30 Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y
entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al hijo del hombre
que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON
LAS MISIONES, EVANGELIZACION
Estos mandamientos son más indicados para los hermanos llamados al
campo misionero. Se dan instrucciones muy precisas al respecto.
Predicar viene del término griego kerusso que significa ser heraldo o
mensajero, proclamador. Este es un mandamiento dirigido a toda la iglesia.
El centro de toda predicación es mostrar a Jesucristo, predicar el evangelio
es anunciar que el reino de los cielos se ha acercado con la encarnación del
verbo de Dios.
La orden del Señor a sus enviados también incluía sanar a los enfermos. Las
sanidades se presentaban como señal de que los apóstoles eran enviados con
la autoridad del Señor. La sanación del alma o sanidad interior, era y sigue
siendo, la más importante pero no siempre es la que impacta al mundo. Es
más importante restaurar nuestra vida espiritual y al morir partir con El
Señor que ser sanados de un cáncer, vivir otros años más y al morir no
partir con El Señor. Esto no siempre se acepta por parte de la misma iglesia
y reclamamos que todas las enfermedades Dios tiene que sanarlas a través
de milagros y prodigios y de no presentarse la sanidad puede en ocasiones
el creyente retroceder en la fe.
Resucitar muertos, creo que el milagro más espectacular que pueda existir.
También es una evidencia del poder de Dios el cual fue delegado por El
Señor a los apóstoles.
Hay dos muertos resucitados por parte de los apóstoles de los de los cuales
da evidencia la biblia, el primero por Pedro:
He 9, 40 Mas Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró, y
volviéndose al cadáver, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver
a Pedro, se incorporó.
El otro, un muchacho resucitado por parte de Pablo:
He 20, 9 y estaba sentado en la ventana un joven llamado Eutico; y como
Pablo continuaba hablando, Eutico fue cayendo en un profundo sueño hasta
que, vencido por el sueño, cayó desde el tercer piso y lo levantaron muerto.
He 20, 10 Pero Pablo bajó y se tendió sobre él, y después de abrazarlo, dijo:
No os alarméis, porque está vivo.
Este mandamiento implica tener la dirección del Señor para saber a quién
predicarle, en el lugar y momento adecuado. Si se dan las condiciones
apropiadas para predicar el evangelio y aún así la palabra es abiertamente
rechazada, entonces no debemos insistir. El Señor da una exageración en el
sentido de sacudir el polvo de nuestros pies, dando a entender que ni aun el
polvo de esa ciudad es tenido por digno debido al rechazo de la palabra.
Acá apreciamos que en ese entonces los apóstoles iban a tener persecución
con efectos legales de llegar a los tribunales y ser azotados en la sinagoga.
El libro de Hechos relata que todo esto aconteció. En la historia de la iglesia
se han presentado persecuciones y por eso El Señor previene al respecto. Es
importante prevenir antes que lamentar y no pensar que llegar a las cárceles
o ser azotado por causa del evangelio es la voluntad de Dios. Vemos en el
mandamiento que debemos de tener cuidado para no llegar a sufrir de esa
forma.
Mt 10, 26 “Así que no les temáis, porque nada hay encubierto que no haya
de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse”.
Mt 10, 27 “Lo que os digo en la oscuridad, habladlo en la luz; y lo que oís
al oído, proclamadlo desde las azoteas”.
El término temor en este mandamiento viene del griego fobos que implica
un sentido de huir provocado por el estar atemorizado debido a la
intimidación o amenazas de los enemigos. El mandamiento es a no dejarnos
vencer por ese temor, que es normal sentirlo por el instinto de conservación.
Es pertinente tener un tiempo previo aceptable de oración antes de salir a
predicar, de lo contrario el temor carnal va a vencer y aparece el temor de
predicar.
Este mandamiento es más una satisfacción personal, mostrar ante los demás
lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. Especialmente lo que el evangelio
ha hecho en la transformación de la personalidad, en el apartarnos de los
deseos pecaminosos de la carne, del pecado. Secundariamente vienen las
sanidades, las liberaciones demoníacas, los logros materiales.
Un mandamiento a tener en cuenta para los últimos tiempos. Los sitios más
seguros van a ser los campos, los montes. El conflicto y las persecuciones
se van a presentar en las ciudades, en los poblados. Vemos como nuestro
Señor da instrucciones desde el punto de vista humano para que las
tengamos en cuenta para quienes lleguen a esos últimos tiempos.
Este mandamiento lo ubiqué en esta sección, a pesar de que tiene que ver
con la oración, porque tiene que ser cumplido en los últimos tiempos y
vemos que El Señor lo ordena en medio de la gran tribulación. Es
interesante como la oración puede lograr que la gran tribulación sea en
determinadas estaciones a pesar de que Dios ya ha destinado el día y la
hora.
Mt 24, 42 “Por tanto, velad, porque no sabéis en qué día vuestro Señor
viene”.
Mt 25, 13 “Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora”.
Gran mandamiento. Nos estimula a estar atentos a la venida del Señor. Esto
significa que día a día nuestra vida de santidad debe ser lo primordial. Si
tenemos siempre en mente la venida del Señor estamos entonces en la
obligación de tener todo en orden para poder rendir cuentas de lo que
hemos hecho en este mundo.
Lc 21, 36 “Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para
escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie
delante del Hijo del Hombre”