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LOS 170 MANDAMIENTOS

DE JESUCRISTO

Las enseñanzas del Señor dadas a la


Iglesia

CARLOS MONTENEGRO SUSA

"Escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS ® (LBLA)


Copyright © 1986, 1995, 1997 por TheLockmanFoundation usado con
permiso. www.LBLA.com"
CONTENIDO

INTRODUCCION
SECCION I MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO
SECCION II CLASIFICACION TEMATICA COMENTADA
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA PERSONA DE DIOS
PADRE:
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL PECADO
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL PROJIMO
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA IGLESIA
MANDAMIENTOS PERSONALES
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL MATRIMONIO
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA ORACIÓN
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LAS MISIONES,
EVANGELIZACION
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LOS TIEMPOS FINALES
INTRODUCCION
Heb 1, 1. Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas
ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas,
Heb 1, 2 en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien
constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el
universo.

Hace 22 años que soy creyente del evangelio y en éste largo camino de
estudios y lecturas, me ha llamado la atención que a través de la historia de
la iglesia no se hayan recopilado todas las ordenanzas de Jesucristo
enumerándolas al estilo de las judaicas. En la tarea de buscar cada una de
éstas ordenanzas, encontré 170 mandatos de Jesús y los quise catalogar
como tal, en consideración a que El Señor se refiere a su palabra como
mandamientos: Juan 14, 15 “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos”.
Este libro, es el resultado de un largo trabajo para recopilar los
mandamientos del Señor Jesucristo con un breve comentario de cada uno.
Los lectores, a su vez, pueden profundizar más en ellos a través de los
textos especiales de comentarios bíblicos. Tal vez puedan ser menos
mandamientos, quizás algunos de estos no sean considerados como tales
por parte de lectores legos en la materia, o es posible que otras personas
encuentren algunos más. En los 170 mandamientos descritos se incluyen los
10 más populares que nos han enseñado y que El Señor ratifica en su
doctrina.

Para hacer más fácil la lectura, he dividido el libro en dos secciones; En la


primera se coloca la lista de todos los mandamientos del Señor, en el orden
en que se encuentran a través de los diferentes evangelios, algunas cartas
apostólicas y apocalipsis. En la segunda sección clasifico por temas los
diferentes mandamientos, con la posibilidad que algunos se encuentren
repetidos en ambas listas.

La lectura diaria de los mandamientos del Señor es crucial en nuestra vida


de fe. La Biblia nos invita a que la palabra de Cristo more en abundancia en
nuestros corazones (Col 3, 16). De esta forma si diariamente leemos todos
los mandamientos estaremos renovando nuestra mente, nos estimularemos a
la oración, a apartarnos del pecado, a tener una vida de santidad y a estar
siempre llenos del Espíritu Santo. En últimas a lo más trascendental en
nuestro proceso de perfección, a vivir en el Espíritu y no satisfacer los
deseos de la carne.

De ésta forma, Le invito a que lea con detenimiento los mandamientos del
Señor, a que pueda aplicarlos en su vida diaria y también compartirlos con
otras personas, tanto a aquellas que conocen o no el mensaje de salvación.
SECCION I
MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO

A continuación enumero la lista de los 170 mandamientos. Se describen en


el orden que aparecen en los evangelios y no de forma jerárquica. Algunos
hacen parte del sermón del monte, otros son tomados de los momentos en
que El Señor predicaba en las sinagogas, en la barca, en el templo o en otros
lugares. En la sección de clasificación temática se coloca el versículo
completo o los versículos que tienen relación con el mandamiento en
cuestión.

NO TENTAR A DIOS, Mt 4, 7

ADORAR A DIOS, Mt 4, 10

ARREPENTIRNOS. Mt 4, 17, Apo 2, 5.3, 3.3, 19

SEGUIRLO, Mt 4, 19, Mt 8, 22.9, 9.19, 21, Jn 8, 12

SER MANSO. Mt 5, 5

SER JUSTO. Mt 5:6, Mt 5.20

SER MISERICORDIOSO. Mt 5, 7.9, 13; Lc 6, 36

SER PACIFICADOR. Mt 5:9

TENER BUENA CONDUCTA ANTE LOS DEMÁS. Mt 5, 16

NO SUPRIMIR UNO O MÁS MANDAMIENTOS DEL SEÑOR, Mt 5, 19; Apo 22,


19

NO ENSEÑAR LA PALABRA DEL SEÑOR SUPRIMIÉNDOLE PARTE DE


ELLA, Mt 5, 19

ENSEÑAR LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO A LOS NUEVOS


CREYENTES, Mt5, 19. 28, 20
NO ENOJARSE CONTRA EL HERMANO, Mt 5, 22

NO INSULTAR O INJURIAR AL HERMANO, Mt 5:22

OFRENDAR EN LA IGLESIA, Mt 5, 23

RECONCILIARNOS CON LOS QUE TIENEN ALGO EN CONTRA DE


NOSOTROS, Mt 5, 24

NO ADULTERAR MENTALMENTE, Mt 5, 28

NO PERMITIR QUE LAS CIRCUNSTANCIAS EXTERNAS ME INDUZCAN AL


PECADO, EVITARLAS, Mt 5, 29-30.18, 8-9.

DIVORCIO SOLO EN CASO DE FORNICACIÓN. Mt 5, 32

NO CASARSE CON UNA PERSONA DIVORCIADA, Mt 5, 32

NO JURAR, Mt 5, 33-36

NO RESISTIR A LOS QUE NOS HACEN EL MAL, Mt 5, 38-39

NO ENTRAR EN PLEITOS, Mt 5, 40

SERVIR SIN OBJECIONES, Mt 5, 41

DAR AL QUE PIDE, Mt 5, 42, Lc 6, 38

PRESTAR AL QUE NOS LO SOLICITA, Mt 5, 42

AMAR A NUESTROS ENEMIGOS, Mt 5, 44

ORAR POR LOS QUE NOS PERSIGUEN, Mt 5, 44

BUSCAR LA PERFECCIÓN, Mt 5, 48.10, 24-25.19, 21


DAR LIMOSNA EN SECRETO, Mt 6, 1-4

ORAR EN SECRETO. Mt 6, 5-6

ORAR SIN HACER VANAS REPETICIONES, Mt 6, 7

ORAR CONFORME A LA ORACIÓN MODELO DEL PADRE NUESTRO, Mt 6,


9-13

PERDONAR A LAS PERSONAS. Mt 6, 14.18:21-22.35

PEDIR PERDON A DIOS, Mt 6, 12

AYUNAR, Mt 6, 16-18, Mt 9, 14-17

NO ACUMULAR TESOROS EN LA TIERRA, Mt 6, 19

ACUMULAR TESOROS EN EL CIELO, Mt 6, 20

NO SERVIR A LAS RIQUEZAS, Mt 6, 24

NO AFANARSE POR LAS NECESIDADES DE LA VIDA, Mt 6, 25-32.34; Lc 12,


22-30

BUSCAR EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, Mt 6, 33

NO JUZGAR SIN DISCERNIR, Mt 7, 1-5; Lc 6, 37; Jn 7, 24

NO DAR LAS COSAS SAGRADAS DE DIOS A QUIENES NO SABEN


APRECIARLAS, Mt 7, 6

PEDIR, Mt 7, 7.21, 22

BUSCAR, Mt 7, 7
LLAMAR, Mt 7, 7

TRATAR A LOS DEMÁS COMO QUERAMOS SER TRATADOS POR ELLOS,


MT 7, 12

RECONOCER Y GUARDARNOS DE LOS FALSOS PROFETAS, Mt 7, 15-23.24,


23-26

TENER FE EN EL PODER SANADOR DE DIOS, Mt 8:13.9, 28

ORAR POR LA EVANGELIZACIÓN, POR LAS MISIONES, Mt 9, 38.Lc 10, 2

PREDICAR EL EVANGELIO, Mt 10, 7

SANAR ENFERMOS, (ENFERMEDAD FÍSICA Y ESPIRITUAL) Mt 10, 8

RESUCITAR MUERTOS, (MUERTE FÍSICA Y ESPIRITUAL) Mt 10, 8

LIMPIAR LEPROSOS, (CONTAMINACIÓN ESPIRITUAL) Mt 10, 8

ECHAR FUERA DEMONIOS, (LIBERACIÓN) Mt 10, 8

CONFIAR EN QUE DIOS PROVEE PARA LAS NECESIDADES DE SUS


ENVIADOS, Mt 10, 9-10

SUPLIR PARA LAS NECESIDADES DE LOS MISIONEROS, Mt 10, 9-10

EL MISIONERO DEBE ESCOGER UN HOGAR CRISTIANO DE BUEN


TESTIMONIO PARA HOSPEDARSE, Mt 10, 11

SALUDAR A NUESTROS ANFITRIONES CUANDO NOS ALOJEMOS EN LAS


MISIONES, TENER BUENOS MODALES PARA CON ELLOS, Mt 10, 12

NO INSISTIR EN LA EVANGELIZACIÓN A QUIENES RECHAZAN


ABIERTAMENTE LA PALABRA DE DIOS, Mt 10, 14
SER ASTUTOS AL EVANGELIZAR, Mt 10, 16

SER INOCENTES AL EVANGELIZAR, Mt 10, 16

AL EVANGELIZAR CUIDARNOS DE LA MALDAD DE LOS HOMBRES, Mt


10, 17

NO PREOCUPARNOS POR TENER ARGUMENTOS DE DEFENSA SI LAS


AUTORIDADES SE OPONEN A LA EVANGELIZACIÓN, Mt 10, 19-20

PERSEVERAR CÓMO EVIDENCIA DE SER SALVO, Mt 10, 22.24, 13

EL DISCÍPULO DEBE EMULAR E IGUALAR A SU MAESTRO, Mt 10, 24-25

NO TENER MIEDO DE PROCLAMAR EL EVANGELIO, Mt 10, 26-27

NO TEMER A LOS HOMICIDAS, Mt 10, 28

TEMER A DIOS, Mt 10, 28

CONFESAR A CRISTO DELANTE DE LOS HOMBRES, Mt 10, 32

NO NEGAR A CRISTO DELANTE DE LOS HOMBRES, Mt 10, 33

AMAR A JESÚS POR ENCIMA DE NUESTRA FAMILIA, POR ENCIMA DE


NUESTROS INTERESES PERSONALES, Mt 10, 37.19, 29

CRUCIFICAR LA CARNE, Mt 10, 38.16, 24

RECIBIR A LOS ENVIADOS DEL SEÑOR, Mt 10, 40

OFRENDAR A LOS MISIONEROS, PREDICADORES, Mt 10, 41-42

DESCANSAR EN CRISTO DE TODAS NUESTRAS CARGAS Y


DIFICULTADES, Mt 11, 28
PERMANECER EN CRISTO, Mt 11, 29.Jn 15, 4

NO HABLAR OCIOSIDADES, Mt 12, 36

BENDECIR Y DAR GRACIAS POR LOS ALIMENTOS, Mt 14, 19.15, 36

NEGARNOS A NOSOTROS MISMOS, Mt 16, 24

ORAR PARA LIBERACION DE ENDEMONIADOS, Mt 17, 19-21.Mc 9, 25-29

PAGAR LOS IMPUESTOS, Mt 17, 24-27; Luc 20, 21-25

SER COMO NIÑOS, Mt 18, 3

NO INCITAR AL PECADO A OTROS CRISTIANOS, Mt 18, 6-7

REPRENDER EL PECADO EN LAS OTRAS PERSONAS CON DISCRECIÓN,


Mt 18, 15

REPRENDER AL HERMANO QUE ESTÁ EN PECADO, CON DOS O TRES


TESTIGOS, EN CASO QUE NO QUIERA ESCUCHAR LA REPRENSIÓN A
SOLAS, Mt 18-16

REPRENDER AL HERMANO EN PECADO DELANTE DE TODA LA IGLESIA


CUANDO SE REHÚSA A ESCUCHAR A 2 O 3 TESTIGOS, Mt 18, 17

TRATAR AL HERMANO EN PECADO COMO A UN IMPÍO, CUANDO


REHÚSA TODO TIPO DE REPRENSIÓN, Mt 18, 17

ORAR EN COMPAÑÍA DE OTROS CRISTIANOS, Mt 18, 19-20

NO TENER DIOSES AJENOS, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18, 20; Ex 20, 3

NO HACERSE ÍDOLOS QUE REPRESENTEN A DIOS, NO ADORAR


IMÁGENES QUE REPRESENTEN A DIOS, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18, 20;
Ex 20, 4
NO TOMAR EL NOMBRE DE DIOS EN VANO, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18,
20; Ex 20, 4; Ex 20, 7

GUARDAR EL DÍA DE REPOSO, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18, 20; Ex 20, 8-9

HONRAR A LOS PADRES, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18, 20; Ex 20, 20:12

NO MATAR, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18, 20; Ex 20, 13

NO COMETER ADULTERIO, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18, 20; Ex 20, 14

NO ROBAR, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18, 20; Ex 20, 15

NO LEVANTAR FALSO TESTIMONIO CONTRA EL PRÓJIMO, Mt 19, 17-19;


Mc 10, 19; Lc 18, 20; Ex 20, 16

NO CODICIAR, Mt 19, 17-19; Mc 10, 19; Lc 18, 20; Ex 20, 17

AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO, Mt 19, 19.22, 39; Mc 12, 31; Jn


15, 17

SER SOLIDARIO CON LOS POBRES, Mt 19, 21; Mc 10, 21; Lc 18, 22

SER SERVIDOR DE LOS DEMÁS, Mt 20, 26-27; Lc 22, 26-27

DECLARAR NUESTRAS PETICIONES CON FE, Mt 21, 21; Mc 11, 23-24

AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS, CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA TU


ALMA, CON TODA TU MENTE Y CON TODAS TUS FUERZAS, Mt 22.37: Mc
12, 30

NO IMITEMOS LAS OBRAS DE LOS FALSOS MAESTROS, Mt 23, 3

NO PERMITIR QUE SEAMOS LLAMADOS MAESTROS, Mt 23, 8

NO LLAMAR A NADIE PADRE, Mt 23, 9


NO PERMITIR QUE SEAMOS LLAMADOS PRECEPTORES, LIDERES, Mt,
23, 10

EN LA GRAN TRIBULACION HUIR A LOS MONTES Y CAMPOS, Mt 24:15-


18.21

EN LA GRAN TRIBULACION ORAR PARA QUE LA HUIDA NO SEA EN


INVIERNO NI EN DIA DE REPOSO, Mt 24, 20

VELAR ESPERANDO LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR, Mt 24, 42.25, 13;


Mc 13, 33-37; Lc 21, 34-36; Ap 16, 15

DAR DE COMER AL HERMANO HAMBRIENTO, Mt 25, 35

DAR DE BEBER AL HERMANO SEDIENTO, Mt 25, 35

HOSPEDAR AL FORASTERO HERMANO, Mt 25, 35

VESTIR AL HERMANO DESNUDO, Mt 25, 36

VISITAR A LOS HERMANOS ENFERMOS, Mt 25, 36

VISITAR A LOS HERMANOS RECLUSOS EN LAS CÁRCELES, Mt 25, 36

RECORDAR LA MUERTE DEL SEÑOR CON EL PAN Y EL VINO, Mt 26, 26-


27; Mc 14, 22-23; Lc 22, 17-19

VELAR Y ORAR PARA NO SER VENCIDOS POR LAS TENTACIONES, Mt 26,


41; Mc 14, 38; Lc 22, 40.46

HACER DISCÍPULOS, Mt 28, 19, Mc 16, 15

SER BAUTIZADO, Mt 28, 19

BAUTIZAR A LOS DISCÍPULOS, Mt 28, 19, Mc 16, 16

PROCLAMAR LAS GRANDES COSAS QUE DIOS HACE EN NUESTRAS


VIDAS, Mc 5, 19; Lc 8, 39
EL MATRIMONIO SOLO ENTRE HOMBRE Y MUJER, Mc 10, 6-9

EL DIVORCIADO NO SE PUEDE VOLVER A CASAR SI LA EX – ESPOSA (O)


ESTÁ VIVA (O), Mc 10, 11-12

PRESENTAR LOS NIÑOS AL SEÑOR, Mc 10, 13-16

NO DEFRAUDAR, Mc 10, 19

BENDECIR A LOS QUE NOS MALDICEN, Lc 6, 28

NO CONDENAR A NADIE, Lc 6, 37

NO SER HIPÓCRITA, Lc 6, 42

NO AVERGONZARNOS DEL SEÑOR, Lc 9, 26

NO IMPEDIR LAS OBRAS DE OTROS GRUPOS CRISTIANOS DIFERENTES


A MI CONGREGACIÓN, Lc 9, 49-50

ENTERRAR A LOS MUERTOS, Lc 9, 60

NO AMAR AL MUNDO, Lc 9, 61-62; Jn 12, 25

NO BLASFEMAR CONTRA EL ESPIRITU SANTO, Lc 12, 10

GUARDARNOS DE TODA FORMA DE AVARICIA, Lc 12, 15

HACER CARIDAD Y EL BIEN SIN INTERÉS ALGUNO, Lc 14, 12-13

RENUNCIAR A NUESTRAS POSESIONES MATERIALES ENTENDIENDO


QUE TODO LE PERTENECE A DIOS, Lc 14, 33

BENDECIR A LOS AMIGOS CRISTIANOS POR MEDIO DE LAS RIQUEZAS,


Lc 16, 9
DAR LA GLORIA A DIOS POR SUS BONDADES, Lc 17, 18

CLAMAR EN ORACIÓN POR LA JUSTICIA, DÍA Y NOCHE, Lc 18, 7

NO CONFIAR EN NUESTRA PROPIA JUSTICIA, Lc 18, 9

NO DESPRECIAR A LOS DEMÁS, Lc 18, 9

NO SER GLOTÓN, Lc 21, 34

NO EMBRIAGARSE, Lc 21, 34

ORAR PARA FORTALECERNOS Y ESCAPAR DE LA GRAN TRIBULACION,


Lc 21, 36

FORTALECER A NUESTROS HERMANOS EN LA FE, Lc 22, 31-32

NO HACER COMERCIO CON LAS COSAS DE DIOS, Jn 2, 16

ADORAR A DIOS EN ESPÍRITU Y EN VERDAD, Jn 4, 24

HONRAR AL PADRE CELESTIAL, Jn 5, 23

HONRAR AL SEÑOR JESUCRISTO, Jn 5, 23

NO MURMURAR, Jn 6, 43

LAVAR LOS PIES LOS UNOS A LOS OTROS COMO SÍMBOLO DE


HUMILDAD Y SERVICIO, Jn 13, 14

NO TURBARNOS EN NUESTRO CORAZÓN, NO ALTERARNOS, NO TENER


TEMOR Jn 14, 1, Mt 8, 26

CREER EN DIOS, Jn 14, 1

CREER EN CRISTO, Jn 14, 1.6, 29.12, 36


PEDIR AL PADRE EN EL NOMBRE DE JESÚS, Jn 14, 13-14

AMAR AL SEÑOR JESUCRISTO, Jn 14, 15.14, 21

TENER LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO, Jn 14, 21

GUARDAR LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO, Jn 14, 21

DAR FRUTOS, Jn 15, 5.16

DAR TESTIMONIO DEL SEÑOR, Jn 15, 27

CONFIAR EN JESÚS, Jn 16, 33

APACENTAR A LOS CREYENTES, Jn 21, 15

PASTOREAR A LOS CREYENTES, Jn 21, 16

RECIBIR OFRENDAS POR PREDICAR EL EVANGELIO, 1 Cor 9, 14; 1 Te 5, 12

NO TENER YUGO DESIGUAL CON LOS INCREDULOS

NO SER TIBIO ESPIRITUALMENTE, Ap 3, 15-16

NO PRACTICAR LA HECHICERÍA, Ap 9, 21.21:8


SECCION II
CLASIFICACION TEMATICA
COMENTADA

En esta sección vamos a analizar todos los mandamientos agrupados en


temas afines. Tal vez puedan haber otros temas no tenidos en cuenta pero
creo que están los principales.

MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA PERSONA DE DIOS PADRE

MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON JESUCRISTO

MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL PECADO

MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL PROJIMO

MANDAMIENTOS PERSONALES

MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL MATRIMONIO

MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA ORACIÓN

MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LAS MISIONES

MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA IGLESIA

MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LOS TIEMPOS FINALES


MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA
PERSONA DE DIOS PADRE:
Jesucristo se refirió a Dios como su Padre. En el nuevo testamento teniendo
en cuenta las versiones bíblicas diversas no se menciona el nombre de
Jehová ni Elohim ni otro término descrito en el antiguo testamento.
En las enseñanzas del Señor hay 9 mandamientos relacionados con El Padre
celestial.

1. AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS, CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA TU


ALMA, CON TODA TU MENTE Y CON TODAS TUS FUERZAS, Mt 22, 37; Mc
12, 30

Mt 22, 37 Y El le dijo: “amaras al señor tu dios con todo tu corazón, y con


toda tu alma, y con toda tu mente”.
Mc 12, 30 “y amaras al señor tu dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza”.

Este es el mandamiento supremo, el que está en primer lugar. Cuando


amamos a Dios con todas nuestras fuerzas, alma, mente y corazón entonces
tendremos la motivación para guardar el resto de los mandamientos. Como
lo dice el profeta Isaías “tu guardarás en completa paz a aquel cuyo
pensamiento en ti persevera” (Is 26, 3). Tener nuestra mente y corazón
siempre en Dios inobjetablemente nos llevará a hacer su voluntad en todas
las áreas de nuestra vida.

2. NO TENTAR A DIOS, Mt 4, 7

Mt 4, 7 Jesús le dijo: También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios”


El término tentar viene del griego Peirasmos, relacionado con peirazo,
tentar de probar o retar a Dios, por parte de hombres.
Este mandamiento entonces nos enseña a no desafiar a Dios para que
demuestre su poder con milagros, sanidades, etc. No hay nada imposible
para Dios pero no debemos caer en el pecado de tentarlo a que nos
demuestre su poder, Él es soberano.
Al quebrantar este mandamiento se asocia también parte de orgullo
espiritual, cuando queremos demostrar a los demás que tenemos el poder de
Dios a nuestra disposición para sanar enfermos, echar fuera demonios,
hablar nuevas lenguas, obtener logros materiales, etc.
Dios se agrada más en que vivamos por fe y no por vista. La Biblia nos
enseña que sin fe es imposible agradar a Dios y El Señor dijo
“bienaventurados los que no han visto y creyeron”.

3. ADORAR A DIOS, Mt 4, 10, Jn 4, 24

Mt 4, 10 Porque escrito está: "al Señor tu Dios adorarás, y solo a él


servirás".
Jn 4, 24 “Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y
en verdad”.

El término adoración viene del griego proskuneo que significa hacer


reverencia, es decir la acción de inclinar nuestra cabeza o la mitad del
cuerpo hacia el suelo o postrarse totalmente en señal de obediencia, respeto,
sumisión.
Hasta el tiempo en que Jesús comenzó su ministerio la forma de adorar era
externa, era reconocer a Dios postrando el cuerpo en el suelo. Se hacía en
un altar, en una ciudad, en un tiempo en especial.
En apocalipsis tenemos un ejemplo notorio:

Ap 22, 8 Y yo, Juan, soy el que oí y vi estas cosas. Y cuando las hube oído
y visto, caí para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas
cosas.
Ap 22, 9 Pero me dice: ¡Mira, no! Soy consiervo tuyo, y de tus hermanos
los profetas, y de los que guardan las palabras de este rollo. ¡Adora a Dios!

A partir de la revelación de Jesucristo, El Maestro nos enseña que la


verdadera adoración no está atada a una postura del cuerpo, a un lugar o a
un día específico como tal. Dios es Espíritu y no está limitado a un espacio
concreto, puede ser adorado en cualquier lugar y en cualquier momento y
como tal debemos estar unidos siempre con El, debemos andar en el
Espíritu y expresar nuestro reconocimiento a Él a través de la fe en Cristo
que representa la verdad. No significa que no debamos seguir mostrando
reverencia, se debe hacer pero ahora con el verdadero sentido que enseña
Cristo.
4. PEDIR PERDON AL PADRE, Mt 6, 12

Mt 6, 12 “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos


perdonado a nuestros deudores”.

El pedir perdón a Dios Padre debería ser casi que el primero de todos los
mandamientos. Es diferente al arrepentimiento porque en este trazamos un
cambio total de rumbo en nuestras vidas respecto al pecado. En el pedir
perdón reconocemos que le hemos fallado al Señor y restablecemos nuestra
comunión con El. Es tan crucial, que Jesús lo incluye, como parte de
nuestro tiempo de oración diario.

5. HONRAR AL PADRE, Jn 5, 23

Jn 5, 23 “para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no
honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”.

Honrar viene del griego time, significa valorar. Denota dar la gloria a Dios,
implica un reconocimiento de todo su poder, de su majestad. A través de
nuestra obediencia a sus mandamientos le estamos honrando
continuamente, la verdadera honra es similar a la adoración, en espíritu y en
verdad, que sea del corazón y no solo con palabras.
Mt 15, 8 “Este pueblo con los labios me honra, pero su corazón está muy
lejos de mi”.

6. NO SUPRIMIR UNO O MÁS MANDAMIENTOS DE DIOS, Mt 5, 19; Ap 22, 19

Mt 5, 19 “Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun


de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en
el reino de los cielos…”
Ap 22, 19 “y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios
quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa descritos en este
libro”.

Este mandamiento implica responsabilidad en el conocimiento de la palabra


de Dios. Entre más conozcamos los mandamientos más debemos
defenderlos y por ende obedecerlos. El suprimir parte de ellos es advertido
en la Biblia. Dios en su gran sabiduría ya anticipaba que a través de la
historia de la iglesia parte de sus mandatos iban a ser suprimidos. Se deja de
guardar este mandamiento cuando voluntariamente suprimimos parte de su
palabra y nos complacemos en pecar.

7. NO ENSEÑAR LA PALABRA DE DIOS SUPRIMIÉNDOLE PARTE DE ELLA,


Mt 5, 19

Mt 5, 19 “Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun


de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en
el reino de los cielos…”

Este mandamiento es una continuación del anterior. Debemos enseñar la


palabra completa tal como la escribieron los evangelistas. Indiscutiblemente
que existen muchas versiones de la Biblia, con diferencias entre ellas, y es
posible que algunos mandamientos no estén en algunas versiones. En este
caso el que enseña la palabra no tiene la responsabilidad como tal pero si
debe profundizar y comparar versiones bíblicas diferentes para dar la mejor
enseñanza.

8. CREER EN DIOS, Jn 14, 1

Jua 14:1 “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en
mí”.

Creer del griego pisteuo implica tener confianza o ser totalmente


persuadido. El mandamiento como tal no es una mera suposición de la
existencia de Dios, sino el convencimiento en nuestra mente de que Dios es
real y tener la confianza completa en Él. De allí a que si tenemos la
confianza total en Dios no tiene por qué turbarse nuestro corazón. Tenemos
en este mandamiento la solución para curar las fobias, los miedos, las
ansiedades, las angustias.
Cuando leemos la Biblia y oramos, unimos nuestra mente y nuestro corazón
al Señor y estamos totalmente convencidos que Dios es real, que Él tiene el
control absoluto del universo.

9. PEDIR AL PADRE EN EL NOMBRE DE JESÚS, Jn 14, 13

Jn 14, 13 “Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo”.

Uno de los mandamientos nuevos para los discípulos. Hasta ese momento
se hacían oraciones o súplicas directamente a Dios. Incluso las oraciones en
su mayoría eran realizadas por sacerdotes o profetas o por el patriarca.
Ahora en este momento Jesucristo introduce una novedad, pedir a Dios
como Padre y pedirle en su nombre, en el nombre de Jesús. Todo cristiano
tiene la facultad de pedir directamente al Padre a través de la fé en su hijo
Jesucristo. Con el sacrificio en la cruz estamos justificados ante Dios Padre
y podemos acercarnos al trono de la gracia, ¡Bendito Sea El Señor!
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

El Señor ordena 11 mandamientos que tienen relación con su persona.


Algunos de estos mandamientos son iguales a los ordenados en relación con
El Padre.

1. SEGUIRLO, Mt 4, 19.8, 22.9, 9.19, 21; Jn 8, 12

Mt 4, 19 Y les dijo: “Seguidme, y yo os haré pescadores de hombres”.


Mt 8, 22 Pero Jesús le dijo: “Sígueme, y deja que los muertos entierren a
sus muertos”.
Mt 9:9 Cuando Jesús se fue de allí, vio a un hombre llamado Mateo,
sentado en la oficina de los tributos, y le dijo: “¡Sígueme!” Y levantándose,
le siguió.
Mt 19, 21 Jesús le dijo: “Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees y
da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme”.
Jn 8, 12 Jesús les habló otra vez, diciendo: “Yo soy la luz del mundo; el que
me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.

Dios está llamando a todos los hombres a la salvación. Es un sentir que toca
los corazones de todos los seres humanos. En los tiempos del ministerio de
Jesús muchos escucharon la orden directa del Señor para que le siguieran.
Hoy El Espíritu Santo llama espiritualmente a todas las criaturas, de una u
otra forma, para seguir a Cristo.
Ser seguidor del Señor implica llevar una vida semejante a Él. Seguir viene
del griego akoloutheo, del prefijo a, expresando aquí unión, semejanza, y
keleuthos, camino. Es decir, uno que va por el mismo camino.
2. ENSEÑAR LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO A LOS NUEVOS
CREYENTES, Mt 5, 19.28, 20

Mt 5, 19 “Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun


de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en
el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, éste será
llamado grande en el reino de los cielos”.
Mt 28, 20 “enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí,
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.

Un mandamiento que es muy sencillo de obedecer. Dios pone en nuestros


corazones el deseo de enseñar. Es necesario primero aprender, ser instruido
para poder impartir la enseñanza de la palabra a los que empiezan en el
evangelio.
En los tiempos modernos enseñar el evangelio se ha facilitado con el auge
de las comunicaciones y ahora con la tecnología no siempre es necesario
hacer la enseñanza personalmente.

3. PERMANECER EN CRISTO Mt 11, 29. Jn 15, 4

Mt 11, 29 “Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy


manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas”.
Jn 15, 4 “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede
dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no
permanecéis en mí”.

Considero que el pasaje de Mateo también implica sentido de permanencia.


El yugo une a dos bueyes por el cuello para que sumen sus fuerzas en el
trabajo del campo. Permanecer en Cristo es un mandamiento supremo, es en
si el resultado de obedecer toda su palabra (Jn 8, 31) y se manifiesta por el
testimonio en el andar tal como El Maestro (1Jn 2, 6).
4. NO AVERGONZARNOS DEL SEÑOR, Lc 9, 26

Lc 9, 26 “Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras, de éste se


avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y la del Padre, y
la de los santos ángeles”.

Un sentimiento de vergüenza denota falta de fe, temor de hacer el ridículo


por confesar al Señor; demuestra que no se ha conocido al Maestro y
demuestra también desconocimiento de las escrituras (Ro 1, 16. 1Pe 2, 6).
Avergonzarnos de las enseñanzas de Jesús es avergonzarnos de El mismo
también. Cuando un falso creyente siente vergüenza por uno o más
mandamientos del Señor, en realidad se está avergonzando del mismo
Señor.
Como creyentes debemos sentirnos gozosos del Señor y de sus palabras.

5. HONRAR AL SEÑOR JESUCRISTO, Jn 5, 23

Jn 5, 23 “para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no
honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”.

Recordemos que honrar viene del griego time, que significa valorar. Denota
dar la gloria a Dios, implica un reconocimiento de todo su poder, de su
majestad. A través de nuestra obediencia a sus mandamientos le estamos
honrando continuamente, la verdadera honra es similar a la adoración, en
espíritu y en verdad, que sea del corazón y no solo con palabras.
Este mandamiento nos enseña que debemos honrar al Padre Celestial y a
Jesucristo.

6. CREER EN CRISTO, Jn 14, 1, .6, 29.12, 36

Jn 14, 1 “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí”.
Este mandamiento se comparte con creer también en Dios Padre. Acá se
muestra igualmente la Deidad de Cristo.
Creer viene del término griego pisteuo que implica tener confianza o ser
totalmente persuadido de algo. El mandamiento como tal no es una mera
suposición de la existencia de Cristo, sino el convencimiento en nuestra
mente de que Cristo es real, que murió y resucitó. La confianza total en
Dios debe quitar toda turbación o temor de nuestro corazón.

7. AMAR AL SEÑOR JESUCRISTO, Jn 14, 15.14, 21

Jn 14, 15 “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos”.


Jn 14, 21 “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me
ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me
manifestaré a él”.

La expresión del Señor Jesucristo acerca de que lo amen lleva implícito el


mandamiento de amarlo. Al igual que el mandamiento de Amar al Señor tu
Dios con todo tu corazón, en este caso también amar a Jesucristo implica
tener nuestra mente, alma y corazón en El. Observemos que amar al Señor
implica guardar su palabra, obedecerla.

8. TENER LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO, Jn 14, 21

Jua 14:21 “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me
ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me
manifestaré a él”.

Para guardar los mandamientos es necesario tenerlos, es decir saber cuáles


son y poder recordarlos con agilidad.
Sabemos que el nuevo nacimiento nos transforma de ser una criatura de
Dios a ser un hijo de Dios y por consiguiente somos guiados por el Espíritu
Santo a hacersu voluntad aun sin haber leído nunca la Biblia. Sin embargo
también se entiende que si Jesucristo en su ministerio enseñó, profetizó, dio
revelación, es entonces un privilegio poder conocer todo eso y lógicamente
aplicarlo a nuestras vidas. Por lo tanto tener esa información es un
mandamiento como tal.

9. GUARDAR LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO, Jn 14, 21

Jn 14, 21 “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me
ama; y el que me ama será amado por mi Padre”…

Guardar los mandamientos del Señor es una orden no una opción. Guardar
los mandamientos son el resultado de amarlo y no lo contrario. Si
guardamos su palabra por imposición, para mostrarle nuestro amor, estamos
mostrando un falso amor. El sentir amor hacia El Señor trae como resultado
que guardemos su palabra.

10. DAR TESTIMONIO DEL SEÑOR, Jn 15, 27; He 1, 8

Jn 15, 27 “y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado


conmigo desde el principio”.
He 1, 8 “pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre
vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta
los confines de la tierra”.

Dar testimonio es la declaración que hace una persona para demostrar o


asegurar la veracidad de un hecho por haber sido testigo de él.
En principio este mandamiento era solo exclusivo de los apóstoles y los
discípulos directos del Señor. En el contexto del pasaje se deduce que solo
ellos podían dar testimonio porque habían estado con Él desde el principio
y posteriormente en su muerte y resurrección.
Hoy en día el Espíritu Santo obra en la iglesia y nos transforma y somos
testimonio de la presencia de Jesucristo.
Por lo tanto el mandamiento tiene que ver con mostrar al mundo lo que
Jesucristo ha hecho en nuestras vidas, las viejas cosas pasaron he aquí todas
son hechas nuevas. Somos la luz del mundo lo señala El mismo Maestro.

11. CONFIAR EN JESÚS, Jn 16, 33

Jn 1, 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el


mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo”.

La confianza es sinónimo de fe. Confiar en El Señor es estar totalmente


convencido de su doctrina, de sus enseñanzas, de su poder. La confianza en
Jesús se prueba en medio de las dificultades, de las tribulaciones.
Circunstancias apremiantes van a presentarse en nuestra vida de fe, pero
con la ayuda del Señor las podemos soportar, como lo dice el apóstol Pablo
“todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, Flp 4, 13.
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL
PECADO

En este grupo de mandamientos se enumera la lista relacionada con el


pecado. Siendo el pecado la infracción de la ley de Dios me parece
oportuno ubicar este grupo posterior a los mandamientos relacionados con
El Padre y El Señor Jesucristo.

1. ARREPENTIRNOS. Mt 4, 17. Ap 2, 5.3, 3.3, 19

Mt 4, 17 “Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: Arrepentíos,


porque el reino de los cielos se ha acercado”.
Ap 2, 5 “Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete, y haz las
obras que hiciste al principio; si no, vendré a ti y quitaré tu candelabro de su
lugar, si no te arrepientes”.
Ap 3, 3 “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; guárdalo y
arrepiéntete……”
Ap 3, 19 “Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y
arrepiéntete”.

El arrepentimiento significa un cambio de parecer al pecado, no volver a


caer en él, implica apartarse del pecado y acercarse a Dios. Viene del
término griego metanoia.
Juan Bautista predicó acerca del arrepentimiento y Jesucristo al iniciar su
ministerio lo hizo igualmente. Es un mandamiento que tiene vigencia toda
la vida del cristiano y va de la mano con la misericordia de Dios. El Espíritu
Santo convence del pecado y lleva al arrepentimiento, Juan 16:8.

2. NO INCITAR AL PECADO A OTROS CRISTIANOS, Mt 18, 6-7.


Mt 18, 6 “Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en
mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que
mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar”.
Mt 18:7 “¡Ay del mundo por sus piedras de tropiezo! Porque es inevitable
que vengan piedras de tropiezo; pero ¡ay de aquel hombre por quien viene
el tropiezo!”

Hacer tropezar significa inducir al pecado a un creyente. Los pequeñitos ,


de los que habla el pasaje, se refiere a los que comienzan en el evangelio,
personas recién convertidas que no conocen fielmente la palabra de verdad
y que pueden ser más susceptibles de engaño.
Observemos el castigo que Dios tiene para esos personajes engañadores. No
podemos permitir que nuestra carne tome posesión de nuestra voluntad e
incitemos al pecado a otro hermano en la fe. Debemos aún vigilar que las
personas no sigan siendo engañadas en la sana doctrina y llevadas al
pecado.

3. REPRENDER EL PECADO EN LAS OTRAS PERSONAS CON DISCRECIÓN.


Mt 18, 15

Mt 18, 15 “Y si tú hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has


ganado a tu hermano”.

Este mandamiento se refiere a ofensas personales entre hermanos en la


iglesia, lleva implícito que no podemos callar o dejar pasar por alto un
pecado cometido por un hermano en la fe, no para castigarlo, sino para
llevarlo a la reconciliación.
Notemos que la iniciativa la debe tomar el ofendido, suena coherente ya que
el ofensor piensa que está actuando tal vez razonablemente.
Sin embargo debemos hacerlo en forma discreta, personal. Mostrar a esa
persona, conforme a la palabra de Dios, su falla, su pecado y llevarlo al
arrepentimiento. Bien sea pecado de adulterio, de robo, de mentira, etc.
El pecado o la falla también se puede referir a un pecado no personal pero
que solamente lo conoce otro hermano y este le reprende, como por ejemplo
practicar algún tipo de agüero, hechicería, doctrina de error, relación sexual
ilícita, etc.
Si con esta reprensión personal se soluciona todo, el asunto acaba ahí y no
es correcto hacerlo saber a nadie más.

4. REPRENDER AL HERMANO QUE ESTÁ EN PECADO, CON DOS O TRES


TESTIGOS, EN CASO QUE NO QUIERA ESCUCHAR LA REPRENSIÓN A
SOLAS. Mt 18, 16

Mt 18, 16 Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que
toda palabra sea confirmada por boca de dos o tres testigos.

En el caso del hermano en la fe, que no quiere escuchar la reprensión ya


que persiste en su pecado, debemos solicitar la ayuda de dos o tres testigos
y hacer la amonestación. Los consejos de dos o tres personas pueden influir
más en esta persona para que deje de practicar el pecado en cuestión.

5. REPRENDER AL HERMANO EN PECADO DELANTE DE TODA LA IGLESIA


CUANDO SE REHÚSA A ESCUCHAR A 2 O 3 TESTIGOS. Mt 18, 17

Mt 18, 17 “Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia…”

Cuando no es suficiente la amonestación a solas de dos o tres personas,


entonces, ya siendo advertido previamente, se lleva el caso a la asamblea, al
culto en la iglesia y se expone la situación. Se espera que el hermano ante
esta última reprensión pública acepte su error y enmiende sus pasos.

6. TRATAR AL HERMANO EN PECADO COMO A UN IMPÍO, CUANDO


REHÚSA TODO TIPO DE REPRENSIÓN. Mt 18, 17
Mt 18, 17 “… y si también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el
gentil y el recaudador de impuestos”.

Cuando ya todos los recursos se agotan entonces la iglesia debe tomar la


decisión de apartar al hermano de la iglesia. No implica esto que dejemos al
hermano a la deriva y quedar albergando algún tipo de resentimiento hacia
él. Debemos seguir interesándonos por su testimonio, orar para que Dios le
lleve al arrepentimiento.
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL
PRÓJIMO
En esta lista vamos a tener en cuenta todas las ordenanzas que tienen
relación con la sociedad, con las personas en general. Es una sección muy
importante porque vamos a aprender a tener unas buenas relaciones
humanas conforme a la voluntad de Dios.

1. SER MANSO. Mt 5, 5

Mt 5, 5 Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.

Las bienaventuranzas se pueden tomar en parte como mandamientos. El


hecho de que el Señor elogie o estimule a un estilo de vida, con una
recompensa de por medio, indica la condición de mandamiento.
Manso viene del griego praus o praos, denota amabilidad, tranquilidad,
persona no agresiva. Con disposición a la obediencia, no cuestionador.

2. SER JUSTO. Mt 5, 6.20

Mt 5, 6 “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos


serán saciados”.
Mt 5, 20 “Porque os digo que si vuestra justicia no supera la de los escribas
y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”.

El término justicia viene del griego dikaiosune, es el carácter o cualidad de


ser recto o justo. Implica el deseo sincero de que todas las cosas se hagan
conforme a la voluntad revelada de Dios.
El mandamiento se interpreta como la disposición a hacer bien todo lo que
está a nuestra mano sin hacer daño al prójimo.
3. SER MISERICORDIOSO. Mt 5, 7.9, 13; Lc 6, 36

Mt 5, 7 “Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán


misericordia”.
Mt 9, 13 “¡Id y aprended qué significa: Misericordia quiero y no sacrificio!,
porque no vine a llamar a justos sino a pecadores”.
Lc 6, 36 “Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso”.

Misericordia viene del griego eleos, se concibe como los actos que se hacen
producto de la compasión por el sufrimiento de otros; da por sentado la
necesidad en aquel que la recibe y los recursos del que la da o en su lugar
las acciones para conseguir la ayuda. Hay personas que son pobres pero
tienen misericordia de los demás y comparten lo poco que tienen o pueden
organizar una campaña de solidaridad consiguiendo fondos para solventar
las necesidades de los menos favorecidos.

4. SER PACIFICADOR. Mt 5, 9

Mat 5, 9 Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán


llamados hijos de Dios.

Pacificador viene del griego eirenopoios, adjetivo que significa hacedor de


paz (eirene, paz; poieo, hacer).
Se puede comprender que El Señor hablara primero de ser manso, justo y
misericordioso. Lo anterior trae como consecuencia la paz.
Primero debemos estar en paz con Dios para poder estar en paz con los
hombres.
El término paz del griego Eirene no se debe confundir con el término que
viene del hebreo Shalom. El primero denota un estado de armonía, de
tranquilidad, de no violencia, de buenas relaciones entre personas. El
segundo, Shalom, denota lo mismo pero con un sentido más amplio donde
entra la integridad, la rectitud de la persona.

5. TENER BUENA CONDUCTA ANTE LOS DEMÁS. Mt 5, 16

Mt 5, 16 “Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean
vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos”.

En este mandamiento Jesús nos ordena que el mundo sea impactado por
nuestras buenas acciones y a su vez las personas impactadas den la gloria a
Dios. Es muy importante que no tengamos soberbia al mostrarnos como
ejemplo a los demás, siempre toda la gloria debe ser para Dios. Para que el
mundo vea nuestras acciones no implica que tengamos que tocar trompeta o
publicar lo que hacemos. Simplemente tenemos que actuar conforme a la
voluntad de Dios y El mismo Señor hará el resto, nuestra vida cristiana es
de obras y no de intenciones.

6. NO ENOJARSE CONTRA EL HERMANO, Mt 5, 22

Mat 5, 22 “Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano
será culpable ante la corte”

El término hermano viene del griego adelfos, que además de hermano


significa pariente cercano y en forma plural una comunidad basada en una
identidad de origen o vida. El mandamiento abarca entonces no solo
guardarnos del enojo hacia los hermanos carnales o hermanos en la fe sino
también a todas las personas que tienen un interés común como lo es el
vecindario, el ambiente laboral, académico, etc.
El enojo descrito en el pasaje viene del griego orgizo, implica un estado de
ira, o sea un enojo más fuerte que lo usual. Es un enojo que puede provocar
que se haga algo violento en contra de la otra persona.
7. NO INSULTAR O INJURIAR AL HERMANO, Mt 5, 22

Mt 5, 22 “…y cualquiera que diga: "Raca" a su hermano, será culpable


delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: "Idiota", será reo del
infierno de fuego”.

En este mandamiento se prohíbe que con nuestras palabras menospreciemos


a los demás. Acá el Señor trae solo dos ejemplos relacionados con el
intelecto y moral del ofendido.
Raka , es una palabra aramea relacionada con el heb. req, vacío . Era una
palabra de sumo menosprecio, significando vacío en la esfera intelectual,
sin inteligencia.
Idiota es el término empleado en la versión Biblia de las Américas, en otras
versiones colocan fatuo que viene del término griego Moré o Moros. En
este pasaje significa una persona moralmente indigna, engañadora,
calificándola de idiota y ataca la mente y la conducta, por eso El Señor lo
condena con mayor severidad.
Observemos lo grave que en medio del enojo insultemos a alguien o a los
demás. Acá hay que tener en cuenta varios puntos:
El término hermano no se refiere exclusivamente a hermanos en la fe o a
hermanos carnales. Viene del griego Adelfo que significa en este contexto,
cualquier persona, un vecino, un hombre lejano. Por lo tanto acá el pecado
se relaciona con el insulto a cualquier persona, cónyuge, familiar, hermano
en la fe, vecinos, autoridades, desconocidos, etc.
Este pecado es de los pocos donde El Señor señala el castigo merecido. En
el insulto menos grave hay un juicio de culpabilidad ante la corte suprema,
en el insulto más grave hay un juicio directo al infierno. Acá podemos
apreciar lo importante del perdón, de la reconciliación y especialmente de la
gracia de Dios. También podemos ahora entender por qué no tenemos el
crecimiento espiritual esperado si estamos insultando a personas o entidades
como si fuera algo normal cotidianamente.
El enojo va generando cada vez una consecuencia más grave. En el
versículo anterior se peca solo con enojarse en contra de otra persona. En
este versículo vemos que si el enojo no se controla puede generar insultos y
puede terminar en la agresión física.

8. RECONCILIARNOS CON LOS QUE TIENEN ALGO EN CONTRA DE


NOSOTROS, Mt 5, 24

Mt 5, 24 “…deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero


con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”.

El término reconciliación empleado acá viene del griego dialasso que tiene
relación con el sentido de efectuar una alteración o un intercambio y por
ende de reconciliar. Se aplica cuando hay casos de mutua hostilidad en los
que se llega a concesiones de ambas partes.
Esta reconciliación entre personas es diferente a la reconciliación entre Dios
y el hombre donde solo Dios es el ofendido, en este caso el término griego
es katalasso.

9. NO RESISTIR A LOS QUE NOS HACEN EL MAL, Mt 5, 38-39

Mt 5, 38 “Habéis oído que se dijo: “ojo por ojo y diente por diente””
Mt 5, 39 “Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; antes, a cualquiera
que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.

Resistir viene del griego anthistemi, significa enfrentarse, oponerse.


En este mandamiento, por el contexto, vemos que se refiere a una agresión
directa física o verbal. También puede ser una ofensa en la carretera a través
de una maniobra vehicular, o a través de las redes sociales. Todo tipo de
ofensa que pueda ocurrir, donde se sienta la agresión del ofensor, la orden
del Señor es que en esas circunstancias debemos ser pasivos. Incluso
debemos responder de una forma en que el ofensor no se sienta atacado, es
lo que da a entender el poner la otra mejilla.

10. NO ENTRAR EN PLEITOS, Mt 5, 40

Mt 5, 40 “Y al que quiera ponerte pleito y quitarte la túnica, déjale también


la capa”.

El pleito implica disputa, enfrentamiento. Viene del griego krinoque


significa juzgar, es decir llevar a juicio la situación. El Señor enseña que
nunca debemos llegar a ese extremo, debemos ceder también.
Nuestra fe en Dios nos enseña que Él tiene control de todas las cosas y hará
justicia en su tiempo.

11. SERVIR SIN OBJECIONES, Mt 5, 41

Mt 5, 41 “Y cualquiera que te obligue a ir una milla, ve con él dos”.

La milla romana equivalía a 1.536 metros. Aún en momentos en que se


obliga, tal vez injustamente, a un cristiano, a realizar trabajos o faenas
extenuantes, no por eso debemos objetar la injusticia sino obedecer mucho
más de lo que se nos ordena.

12. DAR AL QUE PIDE, Mt 5, 42, Lc 6, 38

Mt 5, 42 “Al que te pida, dale…”


Lc 6, 38 “Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y
rebosante, vaciarán en vuestro regazo. Porque con la medida con que
midáis, se os volverá a medir.”
Este mandamiento es de los que identifican al cristiano genuino. En el
contexto se refiere al dinero pero también podemos dar de nuestro tiempo,
de nuestros conocimientos, de nuestra compañía. Dar tiene mucha relación
con la misericordia, el dar es una de las expresiones del amor.
Este mandamiento tiene recompensa, en la medida en que damos, así
mismo nos darán.
En algunas circunstancias personas falsamente piden para no trabajar pero
Dios nos dará el discernimiento oportuno. Sin embargo no podemos negar
la ayuda del que la solicita porque creamos que nos está engañando, hasta
no tener la certeza del engaño debemos dar si nos es posible.

13. PRESTAR AL QUE NOS LO SOLICITA, Mt 5, 42

Mt 5, 42 “… y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda”.

Prestar viene del griego daneizo o danizo, implica prestar dinero a alguien.
En uno o muchos momentos de la vida podemos tener esa experiencia de
que alguien nos solicite un préstamo. El mandamiento es que no podemos
negarnos. El prestar tiene relación también con la misericordia. Al igual que
al dar, en el prestar debemos tener sabiduría del uso que se le va a dar al
dinero. También cabe la posibilidad de que el dinero no lo puedan llegar a
devolver y entonces tenemos que actuar sabiamente hasta que monto de
dinero se puede prestar.

14. AMAR A NUESTROS ENEMIGOS, Mt 5, 43-44

Mt 5, 43 “Habéis oído que se dijo: “amarás a tu prójimo y odiarás a tu


enemigo.”
Mt 5, 44 “Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos…”

El amor hacia los enemigos no es el amor de los afectos, los sentimientos,


el cariño. El amor hacia los enemigos se refiere más a buscar el bien de
ellos a pesar de las diferencias. En el primer caso, el amor de los
sentimientos viene del término griego fileo, y en el segundo caso viene del
griego agapao.
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA
IGLESIA

Es un área fundamental en nuestra vida cristiana lo que El Señor ordena en


relación con la Iglesia, con nuestros hermanos en la fe. Como cristianos
debemos hacer parte de una iglesia local y ponernos a disposición del pastor
conforme a la voluntad de Dios.

1. OFRENDAR EN LA IGLESIA, Mt 5.23

Mt 5:23 “Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te


acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti…”

El Señor aprueba las ofrendas en la iglesia. En este pasaje se describe una


ofrenda realizada en el templo en su momento. En los tiempos de la ley de
Moisés las ofrendas se daban en especie o en dinero. Después de la muerte
y resurrección del Señor las ofrendas de animales cesaron pero se siguen
haciendo todavía, bien sea en especie o en dinero, para el sostenimiento del
templo y ministros del evangelio además de la ayuda de los hermanos en
necesidad.

2. REPRENDER AL HERMANO EN PECADO DELANTE DE TODA LA IGLESIA


CUANDO SE REHÚSA A ESCUCHAR A 2 O 3 TESTIGOS, Mt 18, 17

Mt 18, 17 “Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia…”

El término iglesia viene del griego ekklesia .Entendemos por iglesia una
asamblea de personas. Se usaba entre los griegos de un cuerpo de
ciudadanos reunidos para considerar asuntos de estado.
Este mandamiento se refiere a la necesidad de exponer un pecado en la
iglesia cuando el miembro de esta no ha aceptado la reprensión personal. Se
debe comprender que se refiere a un pecado que lesiona a toda la iglesia y
daña la imagen de esta. No se refiere a una diferencia personal entre
hermanos.

3. PRESENTAR LOS NIÑOS AL SEÑOR, Mc 10, 13

Mc 10, 13 “Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los
reprendieron.”

Es costumbre cristiana presentar los niños en la iglesia cuando están en los


primeros meses de nacidos. Aunque no es un mandamiento literal, si
tenemos el ejemplo escritural de que la gente llevaba los niños a Jesús para
que los bendijera. Como la Biblia no da ejemplo de bautismo de infantes
entonces se acostumbra que los padres lleven o presenten a los niños en la
iglesia para que el pastor de la bendición en el nombre del Señor y de esta
forma adquirir un compromiso público ante Dios y la iglesia de guiar al
niño en la fe cristiana.

4. APACENTAR A LOS CREYENTES, Jn 21, 15

Jn 21, 15 Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús dijo a


Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?” Pedro le
dijo: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis
corderos”.

Este mandamiento está dirigido especialmente al grupo de ministros del


evangelio.
Apacentar viene del griego bosko. Se usa principalmente de un pastor que
alimenta a su rebaño. En el sentido espiritual tiene que ver con la
responsabilidad de enseñar adecuadamente las escrituras a la iglesia, de
impartir una enseñanza acorde a como enseñó Jesucristo.

5. PASTOREAR A LOS CREYENTES, Jn 21, 16

Jn 21, 16 Y volvió a decirle por segunda vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me
amas?” Pedro le dijo: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo:
“Pastorea mis ovejas”.

Pastorear como verbo viene del término griego poimaino . Tiene un


significado más amplio que apacentar. Implicar cuidar el rebaño. Cuidar las
ovejas de las doctrinas de error, de ataques espirituales. El pastor también
vela por ayudar en las necesidades de la iglesia, conflictos familiares,
dificultades conyugales y cuidar de todo lo que puede influir en que un
miembro de la iglesia pueda retroceder en su fe.
MANDAMIENTOS PERSONALES
Este grupo de mandamientos es el más amplio y algunos de estos
mandamientos personales pueden hacer parte de los relacionados con el
prójimo.

1. SER DE LIMPIO CORAZÓN. Mt 5, 8

Mt 5, 8 “Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios”.

Siguiendo con el sentido de que algunas bienaventuranzas son estilos de


vida que El Señor recomienda, podemos entonces tomar el de ser limpio de
corazón como un mandamiento. Limpio viene del griego katharos que
significa libre de mezclas impuras, sin tacha. Éticamente implica estar libre
de deseos corrompidos. Este mandamiento se puede tomar como la máxima
expresión de santidad y se puede asumir como una utopía llegar a ese
estado. Sin embargo es el la orden que El Señor da, que seamos limpios de
corazón. El término corazón no se refiere al órgano físico sino al interior del
hombre, donde asientan los deseos, en últimas a la mente.

2. NO ADULTERAR MENTALMENTE. Mt 5, 28

Mt 5, 28 “Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla
ya cometió adulterio con ella en su corazón”.

Este pecado se comete solo con los deseos de la mente. Codiciar viene del
griegoepithumeo que significa fijar el deseo intenso sobre alguna cosa, sea
esta buena o mala. Se interpreta como anhelar o ansiar algo. Siempre se ha
asociado con el dinero o cosas materiales. Acá El Señor lo asocia con el
deseo o el anhelo de tener o poseer a una mujer. Este mandamiento se
comete con los ojos y lógicamente se debe interpretar también en ambos
sentidos, tanto del hombre hacia la mujer y viceversa. Abarca los deseos
codiciosos de los ojos hacia cualquier persona que no sea el cónyuge y se
puede cometer viendo fotografías, revistas, documentos, televisión,
computadores, etc. En los tiempos antiguos solo se podía pecar al mirar
codiciosamente directamente o en forma oculta a través de una ventana por
ejemplo. Hoy en día con el auge de la tecnología la pornografía es un
negocio que mueve millones de dólares e incluso en algunas culturas ya se
interpreta como algo indispensable en la vida sexual del joven o del adulto e
incluso hasta del anciano.
Cuando El Señor tocó este mandamiento estaba reprendiendo a la multitud
acerca del adulterio físico como tal. Más adelante en el análisis de los 10
mandamientos definiremos ampliamente este pecado.

3. NO PERMITIR QUE LAS CIRCUNSTANCIAS EXTERNAS ME INDUZCAN AL


PECADO, EVITARLAS, Mt 5, 29-30.18, 8-9.

Mt 5, 29 “Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar, arráncalo y échalo de


ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu
cuerpo sea arrojado al infierno”.
Mt 5, 30 “Y si tu mano derecha te es ocasión de pecar, córtala y échala de
ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu
cuerpo vaya al infierno”.
Mt 18, 8 “Y si tu mano o tu pie te es ocasión de pecar, córtatelo y échalo de
ti; te es mejor entrar en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos
pies, ser echado en el fuego eterno”.
Mt 18, 9 “Y si tu ojo te es ocasión de pecar, arráncatelo y échalo de ti. Te es
mejor entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos, ser echado
en el infierno de fuego”.

Es un mandamiento muy propicio que El Señor da para no caer en el


pecado anterior. Digamos que es una estrategia que nos enseña El Señor en
forma de mandamiento. Si no podemos evitar que el ojo nos haga pecar
entonces debemos evitar que este órgano sea utilizado para caer en el
pecado en cuestión. Acá se nos ordena arrancar el ojo del cuerpo, es la
forma siempre metafórica que El Señor utiliza para enseñar algo de tal
forma que se nos grabe en la mente. Lo que Jesucristo quiere que hagamos
es que evitemos que el ojo se pueda saciar. Para ello entonces debemos
evitar que se den las circunstancias en que el ojo pueda mirar y cometer el
adulterio mental. Este razonamiento también es válido para las manos y los
pies.
En el crecimiento espiritual llega un momento en que la llenura del Espíritu
Santo de por si es todo lo necesario para que nuestros ojos o miembros del
cuerpo busquen lo bueno y no lo malo. Mientras no se de esta llenura hay
que tener este mandamiento presente de evitar que las circunstancias
externas me induzcan a pecar.

4. NO JURAR, Mt 5, 33-36

Mt 5, 33 “También habéis oído que se dijo a los antepasados: No jurarás


falsamente, sino que cumplirás tus juramentos al Señor”.
Mt 5, 34 “Pero yo os digo: no juréis de ninguna manera; ni por el cielo,
porque es el trono de Dios; ”
Mt 5, 35 “ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén,
porque es la ciudad del gran Rey”.
Mt 5, 36 “Ni jurarás por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro
ni un solo cabello”.

Jurar implica afirmar o negar algo poniendo como testigo a Dios, los padres
o cualquier otra cosa como lo señala el pasaje. El apóstol Santiago ratifica
este mandamiento, ver Sant 5, 12.
Cuando no se conocen las escrituras es muy común ver como muchas
personas juran por cualquier cosa.

5. BUSCAR LA PERFECCIÓN, Mt 5:48, Mt 19:21


Mt 5, 48 “Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es
perfecto”.
Mt 19, 21 “Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees y
da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme”.

Perfección viene del término griego teleiosis, denota un fin cumplido como
efecto de un proceso.
Lo que Jesús quiere enseñarnos es que en nuestra vida diaria, en nuestro
campo de acción, debemos aplicar y poner en práctica su palabra para
imitarlo y llegar a la madurez espiritual tal como lo explica el apóstol Pablo
(efesios 4:13). Nosotros tenemos que buscar la perfección espiritual, no que
lleguemos a ser perfectos en este mundo, eso solo lo pudo cumplir Jesús.

6. DAR LIMOSNA EN SECRETO, Mt 6, 1-4

Mt 6, 1 “Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para


ser vistos por ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro
Padre que está en los cielos”.
Mt 6, 2 “Por eso, cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti,
como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados
por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa”.
Mt 6, 3 “Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que
hace tu derecha, ”
Mt 6, 4 “para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará”.

En este mandamiento observamos la orden de dar la limosna en secreto y


también observamos que hay una recompensa por parte del Padre, la
recompensa en público.
No debemos tener en nuestro corazón tampoco el deseo de ser
recompensados en público, dejemos que siga siendo todo en secreto.
Nuestra mayor recompensa debe ser la satisfacción primero de hacer la
voluntad de Dios y segundo de que se haya podido solventar la necesidad
de otras personas.
Limosna viene del término griego eleemosune, relacionado con eleemon,
misericordioso. La limosna se refiere entonces al acto de misericordia, no al
dinero u objeto que se está dando al necesitado.

7. PERDONAR A LAS PERSONAS. Mt 6:14, Mt 18, 21-22; Mc 11, 25-26, Lc 6, 37

Mt 6, 14 “Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también


vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros”.
Mt 6, 15 “Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre
perdonará vuestras transgresiones”.
Mt 18, 21 Entonces se le acercó Pedro, y le dijo: “Señor, ¿cuántas veces
pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete
veces?”
Mt 18, 22 Jesús le dijo: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta
veces siete”.
Mc 11, 25 “Y cuando estéis orando, perdonad si tenéis algo contra alguien,
para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone vuestras
transgresiones”.
Mc 11, 26 “Pero si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está
en los cielos perdonará vuestras transgresiones”.
Lc 6, 37 “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis
condenados; perdonad, y seréis perdonados”.

Este mandamiento es crucial en nuestra vida cristiana. El perdonar es


mencionado en la oración modelo del Padre Nuestro.
Perdonar viene del término griego afiemi que significa, primariamente,
enviar afuera, despedir. Denota, además de sus otros significados, remitir o
perdonar deudas o transgresiones.
El perdón equivale a liberar al ofensor de la culpa y restaurar la relación
entre el ofendido y el ofensor.
En este mandamiento notamos varias cosas:
Si perdonamos, también El Padre nos perdonará. No podemos pedir perdón
a Dios por nuestros pecados y nosotros no perdonar a alguien que nos ha
ofendido y se acerca a restaurar la relación.
El acto de perdonar no tiene límites. 70 veces siete denota ilimitadamente.
No podemos tener una vida de oración si no hemos perdonado a nuestros
deudores.
Es importante que el perdón sea tanto externamente como internamente. Si
no hay un verdadero perdón en nuestro interior entonces no se ha
perdonado a la persona realmente ante los ojos de Dios.

8. AYUNAR, Mt 6, 16-18

Mt 6, 16 “Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas;


porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están
ayunando. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa”.
Mt 6, 17 “Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, ”
Mt 6, 18 “para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que
está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.
Ayunar viene del término griego nesteuo, abstenerse de comer.
El pueblo judío tenía el mandamiento de ayunar en el día de la expiación
como lo señala levítico 23:26-31. Ayunar se asociaba con un acto de tristeza
de aflicción.
También tenemos los ejemplos de ayunos largos de Moisés y de nuestro
Señor, ayunos de 40 días. Estos ayunos no eran de tristeza, eran en el caso
de Moisés, una exigencia del mismo Dios para estar ante su presencia y en
el caso de Jesús por iniciativa del Espíritu Santo en el inicio de su
ministerio cuando fue llevado al desierto para ser tentado por Satanás.

Cristo enseñó la necesidad de ser simples en el ayunar:


No poner un semblante triste.
El ayuno debe ser en secreto
El Padre recompensará en público.
El Señor además explica que sus discípulos no deben abstenerse de comer
mientras El esté con ellos. Al referirse que habrá días en que el novio será
quitado y ayunaran, estaba indicando los tres días de su muerte física.
De igual forma hoy el cristiano puede tener el sentir de buscar un tiempo
para estar a solas con el Señor, por el espacio de varias horas o incluso días
y abstenerse de comer siempre que sea dirigido por el mismo Espíritu
Santo.

9. NO ACUMULAR TESOROS EN LA TIERRA, Mt 6, 19

Mt 6, 19 “No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la


herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; ”

Tesoro viene del griego thesauros, es el lugar para guardar algo bien seguro.
El mandamiento no desestima el ahorrar dinero para sufragar gastos o hacer
inversiones. Implica más un significado de tener posesiones en abundancia
para satisfacer nuestra codicia y al mismo tiempo vanagloriarnos ante los
demás. El Señor señala que las cosas materiales por mucho que las
queramos guardar en lugar muy seguro pueden ser o robadas o se van
deteriorando con el paso de los años. Acumular dinero en abundancia se
asocia al pecado de la avaricia.

10. ACUMULAR TESOROS EN EL CIELO. Mt 6, 20

Mt 6, 20 “sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la


herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; ”

Si tomamos el término tesoro como el lugar para guardar algo bien seguro
entonces los mismos cielos donde está la presencia del Señor es el sitio más
seguro para acumular cosas. Los tesoros en el cielo se refieren a todas las
cosas buenas que hacemos en este mundo en el nombre de Jesús,
consecuencia en últimas de ser dirigidos por El Espíritu de Dios.

11. NO SERVIR A LAS RIQUEZAS, Mt 6, 24

Mt 6, 24 “Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y


amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a
Dios y a las riquezas.”

En nuestra vida cristiana debemos tener siempre los ojos puestos en Dios
(Heb 12.2) y no fluctuar en dos caminos. La Biblia nos enseña que el
príncipe de este mundo es Satanás y este mundo se centra en gran parte en
las cosas materiales cuyo eje es el dinero. Por consiguiente cuando tenemos
en primer lugar nuestros ojos puestos en las riquezas estamos sirviendo en
el fondo es a Satanás. No es que el dinero o las cosas materiales sean malos
puesto que son necesarias para vivir, es la codicia en el fondo el pecado que
se esconde detrás de este mandamiento. Cuando nuestra vida se centra en
conseguir dinero para poder vivir y desplazamos el tiempo de ir al templo,
de leer las escrituras, de orar y de expresar el amor a los demás, estamos
cometiendo este pecado de servir a las riquezas.

12. NO AFANARSE POR LAS NECESIDADES DE LA VIDA, Mt 6, 25

Mt 6, 25 “Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis


o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que
el alimento y el cuerpo más que la ropa?”

Preocuparse o afanarse viene del término griego merimna que se relaciona


con la ansiedad que denota fijar el deseo sobre algo, tanto si es de cosas
buenas como malas.
Este mandamiento es crucial para nuestra vida en general. El afán y la
ansiedad nos quitan la tranquilidad, entorpecen nuestra devoción cristiana y
dificultan la buena toma de decisiones. Además en el área de la salud los
estados de ansiedad, de preocupación, son causa de muchas enfermedades
que no responden a veces a los mejores tratamientos médicos.
En Flp 4, 6 el apóstol Pablo nos estimula a la oración cuando tengamos esos
momentos de afanes, de ansiedad.

13. BUSCAR EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, Mt 6, 33

Mt 6, 33 “Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os


serán añadidas”.

Este mandamiento hace parte también de la solución a las preocupaciones


de nuestra vida diaria. Lo tomé como mandamiento porque implica una
orden del Señor, de buscar su reino y su justicia.
El buscar lo antes señalado va a traer como consecuencia que ocupemos
más tiempo en las cosas del Señor. Una de las formas de eliminar las
preocupaciones es ocuparnos en otras cosas. Así que acá tenemos una
respuesta sabia de parte del Señor para no tener nuestra mente en los afanes.
Ocupémonos de las cosas del Señor y dejemos que Él tome el control de
todo.
No significa entonces que tenemos que pasar todo el día en la iglesia o en
oración. Todo depende de nuestro llamado y de nuestra profesión, pero si
todo lo que hacemos lo realizamos conforme a la justicia divina entonces
vamos a tener el respaldo del Señor.

14. NO JUZGAR SIN DISCERNIR, Mt 7, 1; Lc 6, 37; Jn 7, 24

Mt 7:1 “No juzguéis para que no seáis juzgados”.


Lc 6, 37 “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis
condenados; perdonad, y seréis perdonados”.
Jn 7, 24 “No juzguéis por la apariencia, sino juzgad con juicio justo”.
Juzgar viene del término griego krima, denota una decisión que se asume
respecto a las faltas que observamos en otras personas.
El juzgar es muy delicado porque estamos señalando defectos o pecados en
los demás sin tal vez conocer los motivos que tuvo la persona para cometer
esa falta.

15. NO CONDENAR A NADIE, Lc 6, 37

Lc 6, 37 “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis


condenados; perdonad, y seréis perdonados”.

Condenar viene del término griego katadikazo(kata, abajo, o en contra;


dike, justicia) significa emitir un juicio en contra de alguien. Condenar es
un estado mayor de juzgar. Al condenar estamos dando ya por sentado que
es totalmente cierto lo que se está juzgando.

16. NO DAR LAS COSAS SAGRADAS DE DIOS A QUIENES NO SABEN


APRECIARLAS, Mt 7, 6

Mt 7, 6 “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de


los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os
despedacen”.

Este mandamiento implica que no podemos enseñar las escrituras ni los


misterios de Dios a las personas escépticas, ateas o inconversas. Hacer esto
podría generar una reacción por parte de ellos en el sentido de crítica
destructiva, de burla o de agresión verbal o incluso física. En algunos países
hasta evangelizar puede traer como consecuencia el ser asesinado. Así que
tenemos que ser sabios en guardar este mandamiento, no que el cristianismo
sea elitista o exclusivista, sino que tenemos que ser prudentes y astutos en
la evangelización. En el campo misionero a veces se tiene que evangelizar
más con el estilo de vida cristiana que con las palabras.
17. PEDIR Y SE OS DARÁ, Mt 7, 7.21, 22

Mt 7:7 “Pedid, y se os dará; …”


Mt 21:22 “Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis”

No es difícil guardar este mandamiento. Acá El Señor nos enseña que no


podemos nunca depender totalmente de nuestras propias fuerzas ni nuestros
logros. El mismo ser humano cuando nace pide alimento con el llanto. En
nuestro andar diario tenemos que solicitar favores o la ayuda de otras
personas. Pero en este mandamiento se refiere más al acto de pedir en
nuestro tiempo de oración. Siempre debe tener prelación pedir al Señor por
las necesidad o dificultades de las demás personas y posteriormente las
nuestras.

18. BUSCAR Y HALLARÉIS, Mt 7, 7

Mt 7, 7 “…buscad, y hallaréis”.

El término buscar viene del griego zeteo, significa ir en pos de. En este caso
ir en pos de Dios, de buscar de El (ro 10, 20).
Hermoso mandamiento por la recompensa implícita de que Dios puede ser
hallado. Is 65, 10 nos previene que de nada sirve invocar el nombre de Dios
y durar toda nuestra vida buscándolo si nuestros actos e intenciones del
corazón no guardan coherencia con la voluntad de Él.

19. LLAMAD Y SE OS ABRIRÁ, Mt 7, 7

Mt 7:7 “…… llamad, y se os abrirá”.


Llamar viene del término griego kaleo derivado de la raíz kal-, de donde se
deriva «clamar», y «clamor». En este mandamiento se nos estimula a ser
más vehementes en nuestras oraciones. Hay tiempos de oración en que
debemos levantar un poco más el volumen de la voz. Tenemos el ejemplo
del profeta Elías (Sant 5, 17).
Cuando Jesús da este mandamiento pone el ejemplo de llamar para que nos
abran la puerta, todos sabemos que al estar fuera y llamar para que nos
abran la puerta debemos levantar un poco la voz o incluso hablar fuerte para
que nos escuchen y nos puedan abrir.

20. TRATAR A LOS DEMÁS COMO QUERAMOS SER TRATADOS POR ELLOS,
Mt 7, 12

Mt 7, 12 “Por eso, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así
también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas”.

En este mandamiento se resume casi todo el sermón del monte,


especialmente desde Mateo 5, 38-48. Se conoce popularmente como la
regla de oro. Algunos erróneamente expresan que no hay que hacerles a los
demás lo que no quieran que ellos hagan con uno mismo. Pero la cita
bíblica en vez de exhortarnos a una actitud pasiva nos estimula a ser
activos, a tener un trato justo con las demás persona para que ellos obren de
igual manera.

21. RECONOCER Y GUARDARNOS DE LOS FALSOS PROFETAS, Mt 7:15

Mt 7, 15 “Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con


vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”

Es responsabilidad del creyente eludir a los falsos pastores, falsos maestros,


falsos misioneros, falsos profetas, falsos evangelistas. También es
responsabilidad del pastor de la iglesia de no permitir que falsos maestros
suban al púlpito a dar falsas enseñanzas.
Con mayor razón no creer en impostores que se hacen pasar por el mismo
Señor Jesucristo o los que practican el espiritismo y dicen tener contacto
con El Señor. Si leemos los evangelios estaremos prevenidos acerca de todo
esto.

22. TENER FE EN EL PODER SANADOR DE DIOS, Mt 8, 13.9, 28

Mt 8, 13 “Entonces Jesús dijo al centurión: Vete; así como has creído, te


sea hecho. Y el criado fue sanado en esa misma hora”.
Mt 9, 28 “Y después de haber entrado en la casa, se acercaron a Él los
ciegos, y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos le
respondieron: Sí, Señor”.
Mat 9:29 “Entonces les tocó los ojos, diciendo: Hágase en vosotros según
vuestra fe”.

Nunca debemos perder la fe de que Dios puede sanar las enfermedades.


Siempre, a pesar de que la sanidad no se manifieste, tenemos que creer que
El Señor sana. Hoy en día, a pesar de los adelantos de la ciencia, las
enfermedades siguen azotando a la humanidad y en los evangelios se relata
que Jesucristo en su ministerio daba vista a los ciegos, curaba a los
paralíticos, sordomudos, flujos de sangre y muchas otras enfermedades.
Todo esto lo puede hacer todavía ya que Él es el mismo ayer, hoy y
siempre, Heb 13:8.
Que no se de la sanidad siempre a través de la oración o de la ciencia es una
clara muestra de que Dios en últimas es quién tiene el poder sobre la vida y
la muerte, y por tanto no podemos vanagloriarnos de que todos los
enfermos tienen que ser sanos porque la última palabra siempre la va a tener
nuestro Padre celestial.
Aún en medio de la enfermedad o de la muerte Dios se glorifica tocando los
corazones de inconversos.
23. PERSEVERAR CÓMO EVIDENCIA DE SER SALVO, Mt 10, 22.24, 13

Mt 10, 22 “Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que


persevere hasta el fin, ése será salvo”.
Mt 24, 13 “Pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo”.

Perseverar viene del término griego meno, morar, permanecer. Morar en un


sitio en vez de abandonarlo, o permanecer en el. Es uno de los frutos más
evidentes de la fe en Cristo, especialmente cuando hay serias dificultades.
Este mandamiento El Señor lo señala relatando la persecución de los
cristianos por causa de su nombre. Igualmente hoy en día, cuando confesar
nuestra fe públicamente trae persecución o ser motivo de odio por parte de
la sociedad o la familia misma, es cuando no podemos retroceder sino
perseverar, ver Heb 10:39.

24. EL DISCÍPULO DEBE EMULAR A SU MAESTRO, Mt 10, 24-25

Mt 10, 24 “Un discípulo no está por encima del maestro, ni un siervo por
encima de su señor.”
Mt 10, 25 “Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo
como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más
a los de su casa!”

Discípulo viene del término griego mathetes, que significa aprendiz (de una
raíz math̑, indicativa de pensamiento acompañado de esfuerzo), denota a
uno que sigue la enseñanza de otro que en este caso sería su maestro.
Este mandamiento es interpretado por muchos eruditos como una forma de
identificarnos con El Señor en sus sufrimientos, y es correcta esta
interpretación teniendo en cuenta el contexto del relato anterior de las
persecuciones.
Dando la razón a la interpretación anterior también se puede sacar de estos
versículos el mandamiento de emular e igualar al Señor, el apóstol Juan lo
dice en su primera carta, I de Juan 2, 16, al igual que Pablo en la carta a los
efesios 4, 13. Jesús tuvo la misión más importante de un hombre en este
mundo, obrar como salvador de la humanidad, pero igualmente su estilo de
vida y su personalidad deben ser imitados por nosotros los creyentes.

25. NO TEMER A LOS HOMICIDAS, Mt 10, 28

Mt 10, 28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el


alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como
el cuerpo en el infierno”.

Debemos tener cuidado en la interpretación de este mandamiento. La Biblia


nos enseña a ser prudentes y a apartarnos del peligro y de la maldad de este
mundo. Incluso podríamos caer en el pecado de tentar al mismo Dios
cuando desafiamos a los homicidas porque creemos que Dios debe
guardarnos siempre de todo mal.
Temor viene del griego fobos, evoca el sentido de huida por el hecho de
tener miedo. El que no tengamos temor de los homicidas no implica que no
debamos tener prudencia en muchas circunstancias en que puedan atentar
contra nuestra vida.

26. TEMER A DIOS, Mt 10, 28

Mt 10, 28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el


alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como
el cuerpo en el infierno”.
En este versículo El Señor revela que el verdadero temor solo se debe tener
hacia el mismo Dios, creador del universo. Él es quién tiene el poder para
marcar nuestro destino final, la morada final de nuestra alma, en el cielo o
en el infierno. Por eso los mártires de la fe, en medio de las persecuciones,
no tenían temor de proclamar el mensaje del evangelio a sabiendas de que
podían ser ejecutados, ellos sabían que su vida estaba escondida con Cristo
en Dios, Col 3:3.

27. CONFESAR A CRISTO DELANTE DE LOS HOMBRES, Mt 10, 32

Mt 10, 32 “Por tanto, todo el que me confiese delante de los hombres, yo


también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos”.

Confesar significa tener el convencimiento de algo ocurrido y expresarlo


abiertamente, el término viene del griego jomologeo. Expresar
públicamente con nuestros labios la existencia de Jesucristo, de su
ministerio, de sus milagros y especialmente de su muerte y resurrección, es
una muestra de nuestra fe y además hay una recompensa de que el mismo
Señor también nos confesará delante del Padre Celestial.

28. NO NEGAR A CRISTO DELANTE DE LOS HOMBRES, Mt 10, 33

Mt 10, 33 “Pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo


también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos”.

En este mandamiento se nos previene de no negar a nuestro Señor. Un


ejemplo lo tenemos en el apóstol Pedro cuando negó al Señor al ser
cuestionado acerca de si era un discípulo de Él. Negar a Jesucristo es lo
opuesto a confesarlo. No podemos tener una posición neutral ni negativa en
nuestra fe, debemos tener una posición abierta respecto a nuestra vida en
Cristo.

Ú
29. AMAR A JESÚS POR ENCIMA DE NUESTRA FAMILIA, Mt 10, 37.19, 29

Mt 10, 37 “El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de
mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí”.
Mt 19, 29 “Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o
padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y
heredará la vida eterna”.

En este mandamiento debemos comprender que amar al Señor incluye amar


al prójimo y por ende a nuestra familia. No pretende este mandamiento que
un hijo único abandone a su madre viuda para entregarse a las misiones, en
este ejemplo estaría actuando en contra de la misma palabra de honrar a la
madre. Pero si este mandamiento es importante cuando entendemos que el
tiempo para hacer la obra del Señor prima por encima de eventos familiares
o cuando se encubre un pecado para no perjudicar los intereses de los
padres, hijos o parientes. También se entiende este mandamiento cuando la
familia hace oposición a que sigamos al Señor y por ende debemos seguir
adelante y continuar en nuestra fe.

30. CRUCIFICAR LA CARNE, Mt 10, 38

Mt 10, 38 “Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de


mí”.

La cruz era un instrumento de muerte. En la cruz se daba muerte a los


delincuentes en los tiempos antiguos por parte de los romanos. La cruz
implica entonces en este contexto dar muerte a las pasiones carnales, lo cual
es crucial para avanzar o seguir al Señor. Entendemos mejor este
mandamiento si leemos al apóstol Pablo:
Ga 5, 24 “Pues los que son del Mesías crucificaron la carne con las pasiones
y deseos”.
31. NO HABLAR OCIOSIDADES, Mt 12, 36

Mt 12, 36 “Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres,
darán cuenta de ella en el día del juicio”.

Palabra vana es sinónimo de palabra ociosa que es el término empleado en


otras versiones diferentes a la versión bíblica de las Américas. Ocioso viene
del griego argos que significa infértil, sin provecho alguno, debido a
inactividad.
La recomendación o mandamiento del Señor es a tener mucho cuidado en
nuestras expresiones, especialmente cuando se refieren a asuntos de la fe,
ya que en el contexto Jesús recrimina a los fariseos cuando le decían que El
echaba fuera a los demonios por el poder de Satanás.

32. BENDECIR Y DAR GRACIAS POR LOS ALIMENTOS, Mt 14, 19.15, 36

Mt 14, 19 “Y ordenando a la muchedumbre que se recostara sobre la hierba,


tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo
los alimentos, y partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los
discípulos a la multitud”.
Mt 15, 36 “y tomó los siete panes y los peces; y después de dar gracias, los
partió y empezó a darlos a los discípulos, y los discípulos a las multitudes”.

Este mandamiento no es expresado por El Señor pero sabemos que


debemos imitarlo. Por consiguiente debemos actuar de igual forma al
momento de consumir los alimentos, dando gracias a Dios y haciendo un
acto de bendición por la provisión. Esta bendición y agradecimiento debe
ser corta y sencilla especialmente si estamos ante un grupo de personas con
mucho apetito.

33. NEGARNOS A NOSOTROS MISMOS, Mt 16, 24


Mt 16, 24 “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”.

Este mandamiento es muy directo. Nuestros intereses personales no deben


primar por encima de la voluntad de Dios. El negarnos a nosotros mismos
se asocia con crucificar la carne. Muchas de las cosas que queremos hacer
tienen relación con los deseos de la carne. Negarnos a nosotros mismos es
básicamente no hacer las cosas que Dios no quiere que hagamos.

34. PAGAR LOS IMPUESTOS, Mt 17, 24-27; Lc 20, 21-25

Mt 17, 24 Cuando llegaron a Capernaúm, se acercaron a Pedro los que


cobraban el impuesto de dos dracmas y dijeron: “¿No paga vuestro maestro
las dos dracmas?”
Mt 17, 25 Él dijo: “Sí”. Y cuando él llegó a casa, Jesús se le anticipó,
diciendo: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes cobran tributos o impuestos
los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?”.
Mt 17, 26 Y cuando respondió: “De los extraños”, Jesús le dijo: “Entonces
los hijos están exentos”.
Mt 17:27 “Sin embargo, para que no los escandalicemos, ve al mar, echa el
anzuelo, y toma el primer pez que salga; y cuando le abras la boca hallarás
un estáter; tómalo y dáselo por ti y por mí”.
Lc 20, 21 Y le preguntaron, diciendo: “Maestro, sabemos que hablas y
enseñas rectamente, y no te guías por las apariencias, sino que enseñas con
verdad el camino de Dios”.
Lc 20:22 “¿Nos es lícito pagar impuesto al César, o no?”
Lc 20:23 Pero El, percibiendo su astucia, les dijo:
Lc 20:24 “Mostradme un denario. ¿De quién es la imagen y la inscripción
que lleva?” Y ellos le dijeron: “Del César”.
Lc 20, 25 Entonces El les dijo: “Pues dad al César lo que es del César, y a
Dios lo que es de Dios”.

Otro mandamiento no expresado formalmente por El Señor pero si


recomendado por su proceder cuando fue interrogado respecto al pagar los
impuestos. El no pagar los impuestos también es un acto de robo en contra
del estado, se asocia con la codicia en el sentido de no querer desprendernos
de esa suma de dinero que toca pagar.
Los impuestos siempre han existido a través de la historia y de una u otra
forma los gobernantes han exigido tributo a sus gobernados. Nosotros los
creyentes en vez de criticar al estado asumiendo que parte de esos dineros
son mal utilizados, debemos es ver la parte positiva de que gran parte de
esos dineros son utilizados para la seguridad, educación, salud y el
sostenimiento de muchas organizaciones gubernamentales que van a ayudar
a que la sociedad tenga una mejor calidad de vida.

35. SER COMO NIÑOS, Mt 18, 3

Mt 18, 3 “y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como


niños, no entraréis en el reino de los cielos”.

Un mandamiento algo curioso pero muy sabio. El ser como niños es


necesario para poder entrar al cielo. En el contexto del mandamiento vemos
que El Señor identifica al niño con el acto de ser humilde. Es la humildad
una condición crucial para servir al Señor, implica tener el sentir de servir,
de no creer que seamos más que los demás. Los niños tienen muchas otras
virtudes que debemos admirar, entre ellas que por lo regular casi siempre
dicen la verdad y no obran con hipocresía.

36. NO TENER DIOSES AJENOS, Mt 19:, 7-19; Ex 20, 3


Mt 19, 17 Y Él le dijo: “¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo
Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 3 “No tendrás otros dioses delante de mí”.

Los 10 mandamientos entregados a Moisés son ratificados en el dialogo que


tiene El Señor con el joven rico. Jesús le recuerda al joven los 5
mandamientos relacionados con el trato hacia las personas, incluyendo el
honrar a los padres. Solo le faltó mencionar la codicia para completar los
seis que se refieren al trato hacia nuestros semejantes. Los primeros cuatro
mandamientos no los menciona pero se infiere que El Señor le estaba
diciendo una parte de los 10 mandamientos asumiendo que el joven conocía
el resto.
Algo similar ocurrió cuando Jesús en la cruz mencionó parte del salmo 22,
dando a entender a los que estaban presentes que mencionaba todo el salmo.
Igualmente en el diálogo con el joven rico El Señor solo menciona 5
mandamientos dando a entender al muchacho que se refería a todos los
mandamientos.
En los mandamientos de Jesucristo se incluyen entonces los famosos 10
mandamientos de la ley mosaica. Entendiendo que el amar a Dios se resume
en los primeros 4 mandamientos y el amor al prójimo en los últimos 6.
Los mandamientos fueron dados por Dios a Moisés en el monte Sinaí, ver
éxodo 20, 3-17 y Deuteronomio 5, 3-21.
El primer mandamiento se refiere a no tener Dios ajenos. En esos tiempos
era costumbre mundana, por causa de las entidades espirituales demoniacas,
de creer en muchos dioses. El tener muchos dioses implicaba o implica a
quienes lo hacen todavía, el tener una relación espiritual con esas entidades,
con sus consecuencias peligrosas. Por eso el primer mandamiento, muy
relacionado con el segundo, se refiere a reconocer exclusivamente la
existencia de Dios como el único creador de todo lo visible e invisible.

37. NO HACERSE ÍDOLOS QUE REPRESENTEN A DIOS, NO ADORAR


IMÁGENES QUE REPRESENTEN A DIOS, Mt 19, 17-19; Ex 20, 4-5
Mt 19, 17 Y Él le dijo: “¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo
Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 4 “No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el
cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”.
Ex 20, 5 “No los adorarás ni los servirás; porque yo, el Señor tu Dios, soy
Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la
tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”.

El segundo mandamiento nos ordena a no hacer imágenes ni esculturas que


representen a Dios ni de otros dioses. En los tiempos antiguos por parte de
algunas culturas se asociaba a los dioses con los astros, con las fuerzas de la
naturaleza, las cosechas, el fuego, etc. Conforme a esto suponían que detrás
de estas cosas estaba un dios y se postraban delante de ellos, es decir los
adoraban.
Este pecado se comete hoy en día al hacer una imagen o un ídolo bien sea
de Dios o de Jesucristo o de una persona considerada santa y al mismo
tiempo adorarla. El apóstol Pablo enseña en I de Corintios 10, 20 que quién
sacrifica algo a un ídolo lo está haciendo realmente a un demonio que se
esconde detrás de este ídolo.

38. NO TOMAR EL NOMBRE DE DIOS EN VANO, Mt 19, 17; Ex 20, 7

Mt 19, 17 Y Él le dijo: “¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo


Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 7 “No tomarás el nombre del SEÑOR tu Dios en vano, porque el
SEÑOR no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano”.

Vano viene del término griego kenos con el sentido de vacío, con especial
referencia a la calidad de lo descrito. Este mandamiento se incumple cada
vez que se toma el nombre de Dios como parte de un juramento o cuando se
le invoca estando la persona en un estado pecaminoso, 2 de Timoteo 2, 19.
Por esto último es tal vez por lo cual los judíos no escriben ni pronuncian el
nombre de Dios, sino que mejor escriben o dicen atributos de Dios, como
por ejemplo Adonay que significa “mi amo”.

39. GUARDAR EL DÍA DE REPOSO, Mt 19, 17; Ex 20, 8-9

Mt 19, 17 Y Él le dijo: “¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo


Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 9 “Seis días trabajarás y harás toda tu obra…”

El significado del cuarto mandamiento es muy diferente para la iglesia que


para el pueblo judío. Históricamente el día de reposo fue instituido por Dios
al pueblo de Israel como un recuerdo de haberlos sacado de la esclavitud en
la tierra de Egipto. Se prohibía hacer cualquier tipo de trabajo ese día,
incluso prender fuego y cocinar los alimentos. Al mismo Señor le criticaron
y aún lo condenaron por no guardar este día cuando realizaba curaciones.
Para la iglesia, Jesús revela (ver Marcos 2, 27-28) que este día se hizo para
el hombre y no el hombre para el día de reposo. El mismo Jesucristo es
Señor del día de reposo. El apóstol Pablo nos da la revelación en romanos
14, 5-6 de considerar que todos los días son importantes de guardarlos y no
hacer acepción de ellos.
Cuando consideramos que un solo día de la semana es el que debemos
guardar para Dios entonces nos estamos identificando con el pueblo de
Israel en la necesidad de recordar la liberación histórica en Egipto. Ahora la
iglesia entiende que todos los días se deben de guardar y recordar la
liberación diaria que Jesús realizó al sacarnos del reino de las tinieblas y
llevarnos al reino de su luz admirable.

40. HONRAR A LOS PADRES, Mt 15, 4.19, 17; Ex 20, 12

Mt 15:4 “Porque Dios dijo: "honra a tu padre y a tu madre, " y: "quien hable
mal de su padre o de su madre, que muera."
Mt 19, 17 Y Él le dijo: ¿”Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo
Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 12 “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean
prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da”.

Un mandamiento que es innato en el individuo. Toda persona sin distingo


de razas, culturas o creencias tiene el sentir de amar a sus progenitores, de
obedecerlos, de ayudarlos, de acompañarlos, de proveer en sus necesidades.
Este sentir es puesto por El mismo Dios en toda criatura y es la forma de
guardar la familia. Sin embargo en la medida en que el individuo crece
puede desviarse de este mandamiento y caer en pecado. Por tanto también a
la iglesia se le ratifica honrar a los padres.
Jesús advierte de no inventar excusas para no dar a los padres lo que les
corresponde en cuanto al apoyo económico. En esos tiempos las pensiones
por trabajar 20 o 25 años no existían y el sostenimiento de los ancianos
corría por cuenta de los hijos. Honrar a los padres también implica
visitarlos, dar parte de nuestro tiempo en estar con ellos, manifestarles
nuestro amor con palabras, con caricias, con actitudes. Además el honrar a
nuestros padres implica el respeto, la obediencia y las buenas relaciones
para con ellos. Todo lo anterior debe producir gozo al realizarlo y además
tenemos la recompensa de larga vida y bendición en nuestros trabajos,
efesios 6, 2-3.

41. NO MATAR, Mt 19, 17; Ex 20, 13

Mt 19, 17 Y Él le dijo: ¿”Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo


Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 13 “No matarás”.
Este mandamiento es trascendental para el mantenimiento de la
humanidad. La vida es creada por Dios y no tenemos el derecho de poder
matar a nadie. El apóstol Juan nos revela que el odio es comparado con el
homicidio, I de Juan 3, 15.
El evangelio del Señor respeta la vida del ser humano. Todas las guerras o
asesinatos hechos en el nombre de Jesús no han sido su voluntad.
Históricamente los primeros cristianos daban sus vidas por causa del
evangelio, pero no inmolándose, sino cuando eran objeto del escarnio por
parte de los opositores en el campo misionero y llevados a la muerte.
Todavía en los tiempos modernos se escucha de asesinatos a misioneros en
países donde se prohíbe la fe cristiana o en países donde grupos alzados en
armas confunden a los misioneros con espías extranjeros.
El pueblo cristiano tiene como orden respetar la vida de sus semejantes a
menos que medie el instinto de conservación.

42. NO COMETER ADULTERIO, Mt 5, 27.19, 17; Ex 20, 14

Mt 5, 27 “Habéis oído que se dijo: no cometerás adulterio”.


Mt 19, 17 Y Él le dijo: ¿”Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo
Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 14 “No cometerás adulterio”.

Adulterio viene del griego moicos que significa tener relaciones sexuales
ilegitimas con la esposa de otro o el esposo de otra. Ya en Mateo 5.27-28 El
Señor advierte que hay adulterio intencional, cometido al desear a una
mujer y codiciarla. Ahora se advierte sobre el adulterio físico, de obra. Los
dos son pecaminosos, entendiendo que el que se hace con los pensamientos
está preparando el camino para que se haga materialmente.
Este pecado es muy grave porque se atenta contra la integridad de la
familia. Además el adulterio puede ser causa de enfermedades venéreas,
hijos no deseados, detrimento del patrimonio y el mal testimonio ante la
sociedad.
43. NO ROBAR, Mt 19:17; Ex 20, 15

Mt 19, 17 Y Él le dijo: ¿”Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo


Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 15 “No hurtarás”.

El término robar, de hurtar, viene del griego klepto que significa ladrón.
Robar tiene un sentido muy específico de despojar de las pertenencias a otra
persona. Se puede robar en forma de atraco, con un arma o utilizando la
violencia física. También se puede robar en forma de estafa, engañando a la
otra persona. Otra forma de robo es eludiendo el pago legal de las empresas
de televisión, internet, energía eléctrica, agua, gas, etc. También se roba al
no querer pagar derechos de autor y se hace piratería en internet. Otro tipo
de robo es no pagar los impuestos en su totalidad. En fin hay muchas
formas en que despojamos a otras personas de lo que les pertenece y nos
hacemos ladrones.

44. NO LEVANTAR FALSO TESTIMONIO, Mt 19, 17; Ex 20, 16.

Mt 19, 17 Y Él le dijo: ¿”Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo


Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 16 “No darás falso testimonio contra tu prójimo”.

La mentira es un pecado muy frecuentemente cometido. La mentira más


delicada es la que se practica cuando se levanta un falso testimonio en
contra otra persona. Solo Dios sabe cuántos falsos testimonios se han hecho
en contra de personas inocentes y esto ha traído como consecuencia que se
hayan enviado injustamente hombres o mujeres a la cárcel, destruido
matrimonios, despedido a empleados, se hayan disuelto empresas o
sociedades, se hayan dividido iglesias, etc. La mentira es un pecado que
tenemos que evitar en nuestra vida cristiana.

45. NO CODICIAR, Mt 5, 28.19, 17-19, Ex 20, 17

Mt 5, 28 Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla
ya cometió adulterio con ella en su corazón.
Mt 19, 17 Y Él le dijo: ¿”Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo
Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos”.
Ex 20, 17 “No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu
prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de
tu prójimo”.

Ya hemos analizado que codiciar viene del griego epithumeo que significa
fijar el deseo intenso sobre alguna cosa, sea esta buena o mala. Se interpreta
como anhelar o ansiar algo. Lo analizamos anteriormente con el
mandamiento de no adulterar con los pensamientos.
Ahora la codicia se prohíbe con no desear o anhelar los bienes de otras
personas. Se asocia o tiene mucha relación con la envidia que es el
sentimiento de disgusto producido al ser testigo u oír de la prosperidad de
otros. El envidioso desea privar o quitar al otro de lo que tiene.
Satisfacer la codicia puede dar lugar al robo, a la mentira e incluso al
homicidio para llegar a obtener las cosas que se desean.
Vale aclarar que es diferente cuando nos agrada ver la prosperidad de otras
personas y tenemos un deseo sano de imitarlos con el trabajo honesto.

46. AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO, Mt 19, 19.22:39

Mt 19, 19 “…… y amaras a tu prójimo como a ti mismo”.


Mt 22, 39 “Y el segundo es semejante a éste: amaras a tu prójimo como a ti
mismo”.
Este mandamiento es señalado por Jesucristo como el segundo
mandamiento más importante, después de amar a Dios. Tiene mucho
sentido que sea en este orden, en primer lugar porque Dios merece toda la
honra y toda la gloria y en segundo lugar porque el hombre es hecho a
imagen de Dios.
Amar al prójimo implica tener buenas intenciones, buena voluntad para con
las personas, buenas acciones a favor de los demás.
Amar a las personas incluye entonces no solo sentimientos y palabras sino
hechos concretos .

47. SER SOLIDARIO CON LOS POBRES, Mt 19, 21

Mt 19, 21 “Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees y


da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme”

La solidaridad y ayuda mutua es una ordenanza de Dios. No podemos


cuestionar a Dios por la pobreza que existe en gran parte de este mundo. Es
responsabilidad del ser humano ser solidario. Gracias a Dios existen
instituciones filantrópicas y hay personas que ayudan a los pobres. Dios
quiere que todos los seres humanos tengamos ese sentir de ayudar a las
personas menos favorecidas.
La fe cristiana no es solo orar e ir a la iglesia, nuestra fe se evidencia por los
frutos y entre estos uno de los más importantes es la solidaridad con las
personas pobres a pesar de que no seamos ricos ni estemos en la opulencia.
De lo mucho o poco que tenemos debemos ayudar a otras personas que
estén pasando por situaciones difíciles referentes al alimento, vestido,
alojamiento, salud, etc.

48. SER SERVIDOR DE LOS DEMÁS, Mt 20, 26-27


Mt 20, 26 “No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera entre
vosotros llegar a ser grande, será vuestro servidor”
Mt 20, 27 “y el que quiera entre vosotros ser el primero, será vuestro
siervo”

El servir a los demás debe cubrir muchas áreas. Servir en el hogar, en el


vecindario, en la calle, en el trabajo, en la iglesia. En el trabajo debemos
hacer lo que nos compete y aún más incluso de lo que nos corresponde sin
exigir más paga. Cuando servimos a los demás estamos agradando a Dios y
estamos moldeando nuestra personalidad a ser más humildes. El servir a
otras personas tampoco debe ser motivo de vanagloria ni de exigencias.

49. NO IMITAR LAS OBRAS DE LOS FALSOS MAESTROS, Mt 23, 3

Mt 23, 3 “De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no
hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen”.

Es muy posible que algunos predicadores no apliquen en su vida lo que


enseñan. Un predicador puede enseñar fielmente acerca de no adulterar y
caer en el adulterio, puede enseñar acerca de no tener deudas y el mismo
deber dinero a los bancos u otras personas. Al cristiano le compete obrar
conforme enseña el predicador, si la enseñanza es correcta. Dios juzgará a
cada cual por sus obras.

50. NO PERMITIR QUE SEAMOS LLAMADOS MAESTROS, Mt 23, 8

Mat 23:8 Pero vosotros no dejéis que os llamen Rabí; porque uno es
vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos.

Hay dos términos griegos de la palabra maestro:


didaskalos (de didasko, enseñar). Usado por los discípulos como titulo para
dirigirse a Jesús.
epistates, denota jefe, comandante, supervisor. Lo usaban los discípulos
para dirigirse al Señor, más en reconocimiento de su autoridad que de su
instrucción.
También existe la palabra rabino que viene de rabbei, era un término
arameo que significaba «mi maestro», título respetuoso para dirigirse a
maestros judíos.
Las formas griegas de maestro están incluidas en el término rabbei, es decir
un rabino es el que enseña y tiene autoridad.
El mandamiento aquí tiene el significado de que no pretendamos ser
llamados maestros en el sentido espiritual de pretender igualar al Señor o
hacerse pasar por El. Los falsos Cristos han aparecido y siguen apareciendo
todavía.
Desde luego que hay maestros de la palabra como parte del grupo
ministerial en las iglesias lo cual implica que si se puede emplear la palabra
maestro en ese contexto.

51. NO LLAMAR A NADIE PADRE, Mt 23, 9

Mt 23, 9 “Y no llaméis a nadie padre vuestro en la tierra, porque uno es


vuestro Padre, el que está en los cielos”.

Padre viene del griego pater, de una raíz que significa nutridor, protector,
sustentador.
El mandamiento se refiere a no utilizar el término Padre para señalar a
alguien como un título de honor en la iglesia.
En 1 de corintios 4, 15 el apóstol Pablo emplea el término padre de alguien
que como predicador y maestro es empleado por Dios para evangelizar y
dar lugar al nuevo nacimiento espiritual de las personas que escuchan.
En 1 de Juan 2, 13 el término padre se refiere de alguien que está avanzado
en el conocimiento del Señor Jesucristo.

52. NO PERMITIR QUE SEAMOS LLAMADOS PRECEPTORES, Mt, 23, 10


Mt 23, 10 “Ni dejéis que os llamen preceptores; porque uno es vuestro
Preceptor, Cristo”.

Preceptor es la persona que enseña u ordena un precepto, término que viene


del griego dogmatizo del cual viene dogma. El dogma es una enseñanza que
implica la verdad absoluta acerca de algo y tiene como fin el sometimiento
del enseñado. Los dogmas son buenos cuando tienen como origen al mismo
Señor Jesucristo.

53. DAR DE COMER AL HERMANO HAMBRIENTO, Mt 25, 35

Mat 25:35 "Porque tuve hambre, y me disteis de comer”…

Se describen ahora una serie de 6 mandamientos de misericordia.


Recordemos que la misericordia es sentir compasión por las personas dando
una ayuda objetiva que solucione en parte o totalmente la necesidad del
sufriente.
Aunque la Biblia enseña a dar ayuda a todo el que lo necesite, creyentes y
no creyentes (gálatas 6, 10), en este mandamiento se especifica la ayuda a
los hermanos de la iglesia. Y estos mandamientos de misericordia muestran
en el fondo si realmente amamos a Cristo. El verdadero amor a Dios se
evidencia a través del amor que mostramos hacia los demás.
El primero de estos mandamientos de misericordia se relaciona con tal vez
la primera necesidad básica en este mundo: el alimento. Cuando
compartimos el pan con personas que no tienen la provisión diaria, estamos
haciendo la voluntad de Dios. No podemos actuar con hipocresía cuando
somos solidarios con los hermanos en la iglesia y descuidamos la ayuda
hacia nuestros padres, hacia nuestros parientes más cercanos.

54. DAR DE BEBER AL HERMANO SEDIENTO, Mt 25, 35


Mt 25, 35 "… tuve sed, y me disteis de beber”

El alimento es una necesidad básica para vivir. El agua es también


fundamental para la existencia. Es entonces también mandamiento del
Señor no negar el agua a nadie y especialmente a los hermanos en la fe.
Estos mandamientos de misericordia tienen muchísimo más valor ante los
ojos de Dios cuando los hacemos de corazón y mucho más si nos
desprendemos del alimento o agua que tenemos reservado para nuestro
sustento pero lo damos por amor hacia el hermano.

55. HOSPEDAR AL FORASTERO HERMANO, Mt 25, 35

Mt 25, 35 "… fui forastero, y me recibisteis; ”

El techo, la morada, es otra necesidad básica del ser humano.


Forastero significa extraño, viene del griego xenos. Siempre en este
mandamiento hay que tener la dirección del Espíritu Santo para no ser
engañados por forasteros maleantes. Por ese motivo es pertinente, si es
posible, pedir recomendaciones de los forasteros que necesiten alojamiento.
Sobra indicar que ante la solicitud de hospedar a un hermano en la fe,
conocido, también debemos hacerlo.

56. VESTIR AL HERMANO DESNUDO, Mt 25, 36

Mt 25, 36 “estaba desnudo, y me vestisteis…"

El vestido es otra necesidad básica. A veces se tiene por costumbre de dar la


ropa que ya no utilizamos o la ropa que está en mal estado. Esto se puede
seguir haciendo y el que recibe no debe poner objeciones. Sin embargo, de
estar a nuestro alcance, también podemos hacer el sacrificio y dar ropa
nueva a personas en necesidad.
Un detalle en estos mandamientos de misericordia es que no debemos
esperar a que las personas nos pidan la ayuda, debemos dar esta ayuda
cuando nos percatemos de la necesidad de las personas.

57. VISITAR A LOS HERMANOS ENFERMOS, MT 25, 36

Mt 25, 36 “ enfermo, y me visitasteis…"

La enfermedad es casi que inevitable en la mayoría de las personas. Dar el


apoyo en estos momentos, hacer la visita, orar por el enfermo, acompañarle,
animarle, son cosas que van a ayudar mucho en el restablecimiento del
doliente. Nosotros los cristianos tenemos ese deber, ese mandamiento de
visitar a los enfermos. En los tiempos modernos los medios de transporte
han aumentado y las comunicaciones incluso a través del teléfono o internet
también permiten que podamos dar ese apoyo a la persona enferma que
mucho lo necesita.

58. VISITAR A LOS HERMANOS RECLUSOS EN LAS CÁRCELES, MT 25, 36

Mt 25, 36 “ en la cárcel, y vinisteis a mí."

Este último mandamiento de misericordia es también muy importante.


Ponernos en el lugar de la persona que se encuentra en una cárcel tiene que
motivarnos a visitarlo. Esta visita va a reconfortar a esa persona y le va a
animar a seguir en la fe.

59. RECORDAR LA MUERTE DEL SEÑOR CON EL PAN Y EL VINO, Mt 26, 26-27
Mt 26, 26 “Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo
partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo”.
Mt 26, 27 “Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio,
diciendo: Bebed todos de ella; ”

El partimiento del pan y el vino fue instituido por nuestro Señor la noche en
que fue traicionado. En ese día se celebraba la cena pascual. El Señor tomó
el pan, lo bendijo dando gracias a Dios y lo partió para repartirlo a los
discípulos. Igual hizo con la copa de vino. En 1 de Corintios 11, 23-26 el
apóstol Pablo nos revela que la copa de vino simboliza la sangre del Señor.
Por consiguiente el partimiento del pan y el vino tradicionalmente llamado
como la santa cena es un mandamiento que no debemos dejar de lado y por
ser instituido directamente por El Señor tenemos que cumplirlo.
Este mandamiento es dado a la iglesia, por lo tanto no se debe celebrar con
personas no convertidas. E igualmente el estado de comunión con El Señor
debe ser el mejor, el apóstol Pablo previene al respecto (I de Corintios 10,
21, 11, 28-30).
Jesucristo no da un tiempo o frecuencia especial para cumplir el
mandamiento. Sin embargo en Hechos 20, 7 la iglesia se reunía el primer
día de la semana para partir el pan y en I de Corintios 16, 1-2 era costumbre
congregarse el primer día de la semana. Esto nos pone como ejemplo a
seguir que entonces todos los domingos al congregarnos bien podemos
celebrar la santa cena. Esto implicaría que durante el transcurso de la
semana toda la congregación tendría mayor responsabilidad en su estado
espiritual para poder participar del pan y el vino.

60. SER BAUTIZADO, Mt 28, 19

Mt 28, 19 “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos


en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
El bautismo es un acto ceremonial que debe ser cumplido por el creyente
conforme a como lo ordena El Señor. Se sumerge el nuevo creyente en las
aguas.
En los tiempos de la iglesia primitiva se practicaba el bautismo en una
fuente de agua. Ahora en muchas iglesias hay pilas bautismales adecuadas
para la ceremonia. En casos especiales se puede practicar el bautismo por
aspersión, como por ejemplo una persona en un lecho, en una cárcel

61. NO DEFRAUDAR, Mc 10, 19

Mc 10, 19 “Tú sabes los mandamientos: no defraudes".

Este mandamiento solo lo encuentro en el evangelio de Marcos. Defraudar


viene del griego apostereo que tiene un significado asociado al robo, el
despojo, el engaño, el no pagar a tiempo las deudas, a la estafa, a la relación
conyugal. El defraudar genera decepción por parte de la persona
defraudada.

62. BENDECIR A LOS QUE NOS MALDICEN, Lc 6, 28

Lc 6, 28 “bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan”.

Es fácil bendecir a nuestros amigos, familiares y hermanos de las iglesias.


Pero bendecir al enemigo o a quién nos maldice no es algo placentero, sin
embargo no debemos seguirnos por nuestros sentimientos sino por lo que
ordena El Señor. El da el ejemplo en los momentos previos a su muerte en
la cruz, I de Pedro 2, 23.
La respuesta a una maldición no es reprenderla sino enviar una bendición al
maldiciente. Tal como enseña la misma palabra, hay que vencer el mal con
el bien, romanos 12, 21.

Ó
63. NO SER HIPÓCRITA, Lc 6, 42

Luc 6, 42 “¿O cómo puedes decir a tu hermano: "Hermano, déjame sacarte


la mota que está en tu ojo", cuando tú mismo no ves la viga que está en tu
ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo y entonces verás con
claridad para sacar la mota que está en el ojo de tu hermano”.

Hipocresía viene del término griego jupokrisis relacionado con fingimiento.


La hipocresía se asocia con la mentira y es un pecado que debemos quitar
totalmente de nuestras vidas.

64. NO AVERGONZARNOS DEL SEÑOR, Lc 9, 26

Lc 9, 26 “Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras, de éste se


avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y la del Padre, y
la de los santos ángeles”.

La vergüenza aquí señalada viene del término griego aiscos, que denota el
temor de hacer el ridículo en público. Se evidencia en la práctica cuando se
le pregunta en público a alguien si es cristiano y si va a la iglesia los
domingos. En el caso de que la persona se avergüence estaría cometiendo el
pecado. El solo hecho de esconder nuestra fe dentro de una comunidad,
bien sea en el trabajo o vecindario, es una muestra de vergüenza también.

65. NO AVERGONZARNOS DE LAS PALABRAS DEL SEÑOR, Lc 9, 26

Lc 9:26 “Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras, de éste se


avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y la del Padre, y
la de los santos ángeles”.

En este mandamiento la vergüenza se experimenta con el defender la


palabra del Señor en público. Cuando nos cuestionan las palabras del Señor
debemos en vez de avergonzarnos proclamar el evangelio con firmeza.

66. NO IMPEDIR LAS OBRAS DE OTROS GRUPOS CRISTIANOS DIFERENTES A


MI CONGREGACIÓN, Lc 9, 49-50

Lc 9:49 Y respondiendo Juan, dijo: “Maestro, vimos a uno echando fuera


demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo porque no anda con
nosotros”.
Lc 9:50 Pero Jesús le dijo: “No se lo impidáis; porque el que no está contra
vosotros, está con vosotros”.

Este mandamiento se podría llamar ser tolerante. Tolerante en lo que


concierne a no poner trabas o impedir las obras de cristianos que no anden
en nuestro grupo. Esto en últimas tiene que ver con la formación de otros
grupos cristianos o iglesias. El mandamiento se refiere a ser tolerantes con
todos los grupos cristianos nuevos que prediquen la sana doctrina, entre esta
sana doctrina está el echar fuera demonios y todos los mandamientos
descritos en este libro.

67. ENTERRAR A LOS MUERTOS, Lc 9, 60

Lc 9, 60 Más Él le dijo: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero
tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios”.

En este pasaje El Señor le dice a alguien que le siguiese pero este le dio
como excusa que primero tenía que enterrar a su padre. Jesús entonces le
confirma la costumbre de enterrar a los muertos. No era tradición la
cremación, lo habitual era enterrar a los muertos. El Señor entonces señala
que a los muertos hay que enterrarlos y por eso se debe tomar como un
mandamiento para los cristianos.

68. NO AMAR AL MUNDO, Lc 9, 61-62, Jn 12, 25


Lc 9, 61 También otro dijo: “Te seguiré, Señor; pero primero permíteme
despedirme de los de mi casa”.
Lc 9:62 Pero Jesús le dijo: “Nadie, que después de poner la mano en el
arado mira atrás, es apto para el reino de Dios”.
Jn 12, 25 “El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este
mundo, la conservará para vida eterna”.

En estos versículos se muestra lo primordial que es Jesucristo en nuestras


vidas. No podemos negar que si se puede ser feliz en este mundo, gozar de
las maravillas que Dios ha creado, pero siempre y cuando tengamos como
el centro de nuestras vidas al Señor. Con base en los mandamientos de
Jesucristo es que podemos disfrutar de la creación. Llevar una vida
desenfrenada complaciendo los apetitos de la carne es lo que la Biblia llama
amar al mundo. Ver I de Juan 2, 15-17.

69. NO BLASFEMAR CONTRA EL ESPIRITU SANTO, Lc 12, 10

Lc 12, 10 “Y a todo el que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le
perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le
perdonará”.

Blasfemia viene del griego blax, lento, estúpido; o, probablemente, de


blapto, dañar, y feme, habla. Denota toda palabra maldiciente, ofensiva,
injuriosa contra Dios.
La blasfemia contra el Espíritu Santo es atribuir las maravillas de Dios a
Satanás. En este contexto vemos que los fariseos acusaban al Señor de
echar fuera los demonios por el poder del diablo. En realidad las
liberaciones que Jesucristo hizo en su ministerio fueron hechas porque
estaba lleno del Espíritu Santo.
Debemos tener mucho cuidado cuando atribuimos sanidades y liberaciones
al poder de Satanás.
70. GUARDARNOS DE TODA FORMA DE AVARICIA, Lc 12, 15

Lc 12, 15 Y les dijo: “Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia;


porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus
bienes”.

Avaricia es el deseo de tener cada vez más posesiones, siempre en mal


sentido, se usa de posesiones materiales o de la sensualidad. Viene del
término griego pleonexia.
La persona avara no disfruta sus bienes por el deseo de acumular, idolatra el
dinero y si lo invierte es con el fin de ser cada vez más rico. Siente disgusto
cuando tiene que gastarlo.

71. HACER CARIDAD Y EL BIEN SIN INTERÉS ALGUNO, Lc 14, 12-13

Lc 14, 12 “Y dijo también al que le había convidado: Cuando ofrezcas una


comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus
parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te
conviden y tengas ya tu recompensa”.
Lc 14, 13 “Antes bien, cuando ofrezcas un banquete, llama a pobres,
mancos, cojos, ciegos, ”.

Este mandamiento se podría llamar “no querer ser recompensado por


ayudar”. Se ilustra con un banquete que se ofrece a otras personas. Este tipo
de eventos es muy usual y lo normal es invitar a parientes y amigos. Creo
que esto no es pecado y se debe seguir haciendo. Sin embargo El Señor
toma esta figura para ilustrar que de igual forma cuando tengamos la
oportunidad de hacer el bien lo hagamos con personas que no tengan las
condiciones de poder devolvernos el favor.
72. RENUNCIAR A NUESTRAS POSESIONES MATERIALES COMO CONDICION
PARA SER DISCIPULO DEL SEÑOR, Lc 14, 33

Lc 14, 33 “Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todas sus


posesiones, no puede ser mi discípulo”.

Este mandamiento ordena nuevamente que deba primar más el amor hacia
El Señor que hacía nuestras prioridades personales. El renunciar a nuestras
posesiones no se debe interpretar literalmente porque implicaría que todos
los cristianos seríamos materialmente pobres al ser seguidores del Señor.
Entonces en este mandamiento lo que debemos considerar es que todo lo
que tenemos y nos da El Padre Celestial sigue siendo de Él, que nuestra
vida es transitoria en este mundo y por ende no podemos pretender ser
discípulos del Señor cuando condicionamos nuestra fé a los logros
materiales de esta vida.

73. BENDECIR A LOS AMIGOS CRISTIANOS POR MEDIO DE LAS RIQUEZAS,


Lc 16:9

Lc 16, 9 “Y yo os digo: Haceos amigos por medio de las riquezas injustas,


para que cuando falten, os reciban en las moradas eternas”.

El buen uso del dinero tiene primordial importancia en la ayuda que se


pueda hacer a otras personas en necesidad. Este mandamiento nos estimula
a utilizar parte de nuestras posesiones para solventar las necesidades de
otras personas, especialmente si son hermanos en la fe. Las riquezas son
espejismos, son transitorias. Debemos entonces seguir siendo humildes y
ayudar en cuanto nos sea posible a los hermanos en la fe y también aún a
aquellos no creyentes o incluso enemigos nuestros como lo enseña El
mismo Señor en otro mandamiento.

74. DAR LA GLORIA DIOS POR SUS BONDADES, Lc 17, 18


Lc 17, 15 Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió
glorificando a Dios en alta voz.
Lc 17, 16 Y cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole gracias; y éste
era samaritano.
Lc 17, 17 Respondiendo Jesús, dijo: “¿No fueron diez los que quedaron
limpios? Y los otros nueve… ¿dónde están?”
Lc 17, 18 “¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto
este extranjero?”.

Se ilustra en este pasaje como un grupo de diez leprosos recibieron un


milagro de sanidad por parte del Señor. De estos diez solo uno al verse sano
regreso donde El Señor glorificando a Dios en voz alta y dándole gracias.
Este mandamiento se toma porque Jesús cuestiona que solo uno de los diez
sanados regresó a dar la gloria al Padre Celestial.
Todos los días debemos poner en práctica este mandamiento de dar la gloria
a Dios si entendemos que toda buena dadiva y todo don perfecto proviene
de lo alto. Todas las bendiciones que recibimos del Padre son dignas de
glorificarle tanto en nuestra intimidad como en público. Recordemos
también el pasaje de Mateo 5:16 “así alumbre vuestra luz delante de los
hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro
Padre que está en los cielos”.

75. NO ALABARNOS POR NUESTRA JUSTICIA, Lc 18, 9-14

Lc 18, 9 Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos


como justos, y despreciaban a los demás:
Lc 18:10 “Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro
recaudador de impuestos.”
Lc 18, 11 “El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: Dios, te
doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos,
adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos”.
Lc 18, 12 "Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que
gano."
Lc 18, 13 “Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no
quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho,
diciendo: Dios, ten piedad de mí, pecador."
Lc 18, 14 “Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no;
porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será
ensalzado”.

Este mandamiento El Señor lo ilustra contrastando la oración de dos


personajes. El primero un fariseo y el segundo un recaudador de impuestos.
El fariseo, conocedor de la ley y con respeto por parte de la comunidad, se
alaba a si mismo comparándose con el recaudador de impuestos y con los
pecadores. Por su parte el recaudador confesaba su condición de pecador.
En este pasaje bíblico se aprecia el mandamiento de no alabarnos a nosotros
mismos como justos, como bien lo dice el proverbio 27, 2 “Que te alabe el
extraño, y no tu boca; el forastero, y no tus labios”.
El alabarse a sí mismo es sinónimo de vanagloria o un orgullo exagerado de
nuestros logros. El pecado tiene que ver en el sentido de alabarnos por
nuestra vida moral, por nuestros logros espirituales. Dios condena más
cuando nos vanagloriamos por nuestros logros espirituales que por los
mismos logros materiales.

76. NO DESPRECIAR A LOS DEMÁS POR SU JUSTICIA, Lc 18, 9-14

Lc 18, 9 Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos


como justos, y despreciaban a los demás:
Lc 18:10 “Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro
recaudador de impuestos”.
Lc 18, 11 “El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: Dios, te
doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos,
adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos”.
Lc 18, 12 "Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que
gano."
Lc 18, 13 “Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no
quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho,
diciendo: Dios, ten piedad de mí, pecador."
Lc 18, 14 “Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no;
porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será
ensalzado”.

El mismo pasaje del anterior mandamiento pero en este se resalta el


desprecio hacia el prójimo cuando lo consideramos inferior a nosotros en el
ámbito espiritual, en la calidad de persona injusta. El mandamiento es no
hacer comparaciones con las demás personas en el sentido de despreciarlas.

77. NO SER GLOTÓN, Lc 21.34

Lc 21:34 “Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación
y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga
súbitamente sobre vosotros como un lazo”.

Disipación es sinónimo de glotonería (kraipale). El mandamiento se ordena


en el contexto de la segunda venida del Señor. Los cristianos a través de la
historia han tenido la esperanza de que El Señor regrese tal como Él lo
prometió.
El mismo apóstol Pablo decía que se iba a ir en vida con Cristo. Con base
en esta promesa se estimula la santidad en nosotros los creyentes. La
glotonería, los banquetes y festines nos pueden hacer olvidar los asuntos
espirituales. Así entendemos como el corazón o mente se carga con el
exceso de comida y nuestra memoria se debilita en lo que concierne a tener
nuestros pensamientos en Jesucristo. Is 26:3 Tú guardarás en completa paz
a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, Porque en ti ha confiado.
Este mandamiento no implica que en circunstancias especiales no se pueda
hacer algún tipo de celebración. Lo que se condena es llevar un estilo de
vida donde regularmente se da un espacio grande a la glotonería.

78. NO EMBRIAGARSE, Lc 21, 34

Lc 21, 34 “Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con


disipación y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día
venga súbitamente sobre vosotros como un lazo”.

La embriaguez significa el consumo de vino en exceso. En este pasaje se


refiere a un estado habitual en la persona.
El mandamiento es claro, si debemos estar vigilando la llegada de nuestro
Señor entonces no debemos llevar una vida con la mente entorpecida por el
consumo de alcohol. En nuestros tiempos modernos el vino que señala el
pasaje representa ahora cualquier tipo de licor.
El apóstol Pablo en efesios 5:18 nos dice “Y no os embriaguéis con vino, en
lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu”. Disolución viene del
término griego aselgia que denota lascivia, libertinaje. Entonces el
embriagarse estimula el deseo sexual y los deseos de la carne en general.
Todos sabemos que la persona embriagada se puede tornar violenta,
agresiva;Puede hacer cosas ridículas y lo más frecuente dormirse
profundamente. El estado de una persona borracha no es el adecuado en el
cristiano que debe estar en santidad.

79. FORTALECER A NUESTROS HERMANOS EN LA FE, Lc 22, 31-32

Lc 22, 31 “Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para


zarandearos como a trigo; ”
Lc 22, 32 “pero yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que
hayas regresado, fortalece a tus hermanos”.

Hay situaciones diversas en que la fe decae. Dificultades económicas,


enfermedades, robos, conflictos sentimentales, muerte de seres queridos,
etc. El mandamiento es apoyar a esas personas para que su fe no falle como
bien lo recomienda El Señor. Fortalecer a los hermanos se hace en primer
lugar con la visita personal, las palabras de ánimo, una ofrenda si es
necesaria y especialmente con el tiempo de oración.

80. NO HACER COMERCIO EN EL TEMPLO, Jn 2, 16

Jn 2, 16 “y dijo a los que vendían palomas: Quitad esto de aquí; no hagáis


de la casa de mi Padre una casa de comercio”.

En esos tiempos era conveniente para las personas que residían muy lejos
de Jerusalén, y que viajaban a esta ciudad a ofrecer ofrendas en el templo,
comprar los animales en su llegada para evitar cargar mucho peso desde su
ciudad de origen. Los comerciantes con el paso de los años fueron
estableciendo sus puntos de venta dentro del mismo templo lo cual se
convirtió en algo normal incluso para las autoridades religiosas en ese
entonces.
El mandamiento declarado por El Señor es no hacer de los lugares de
congregación un lugar para comprar o vender cosas.

81. NO MURMURAR, Jn 6, 43

Jn 6, 43 “Respondió Jesús y les dijo: No murmuréis entre vosotros”.

El término griego diagonguzo significa o denota la queja de desagrado de


una multitud empleando un tono bajo. La murmuración siempre expresa un
disgusto en contra de alguien.
El mandamiento para nosotros los creyentes es abandonar esta mala
práctica. Es de muy mal gusto hablar en secreto a distancia de alguna
persona que está dando una conferencia, un sermón, una charla, etc. No es
el momento apropiado para expresar nuestra inconformidad. Debemos
esperar a que la persona termine de comunicar todas sus ideas y lo correcto
sería decirle a ella directamente lo que consideramos que no es apropiado.

82. LAVAR LOS PIES LOS UNOS A LOS OTROS COMO SÍMBOLO DE
HUMILDAD Y SERVICIO, Jn 13, 14

Jn 13, 14 “Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros


también debéis lavaros los pies unos a otros”.

Este mandamiento es ceremonial, implica o simboliza la actitud de siervo


que debemos tener para con las personas. Lavar los pies de otra persona en
ese entonces era un acto que hacían los esclavos o siervos al recibir a los
visitantes. Por eso en nuestro andar diario aunque pueden haber muchas
funciones que no nos corresponde hacer, no se nos debe quitar nada si las
hacemos por servir.
Ejemplos prácticos: el lavar los platos después de cenar en una invitación
que nos haga un hermano de la iglesia, o cargar bolsas de familiares o
amigos cuando estamos de compras, o pasar una noche cuidando un
enfermo si los familiares no pueden hacerlo. Es la actitud de humildad o
sencillez en el servir y ser solidario para con las demás personas lo que El
Señor nos quiere enseñar con el acto de lavar los pies. Que se haga
literalmente el mandamiento como recordatorio me parece correcto. Bien se
puede hacer el lavamiento de los pies por lo menos una vez al año.

83. NO TURBARNOS EN NUESTRO CORAZÓN, NO ALTERARNOS, NO TENER


TEMOR, Mt 8, 16; Jn 14:1

Mt 8, 26 Y Él les dijo: “¿Por qué estáis amedrentados, hombres de poca fe?


Entonces se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran
calma”.
Jn 14, 1 “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí”.
Bien difícil que es cumplir este mandato. El temor y la ansiedad son estados
emocionales que se presentan en nosotros por muchos motivos. Desde niños
podemos turbarnos y sentir temores. Sin embargo el mandamiento tiene que
ver con el control de nuestras emociones en situaciones que generen
preocupación, temor por el futuro, temor por nuestra salud, temores de
malas noticias. No se refiere a los estados normales de temor por el
estallido cercano de una bomba o hechos de violencia cerca de nosotros.

84. DAR FRUTOS, Jn 15, 5.16

Jn 15, 5 “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y


yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer”.
Jn 15, 16 “Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a
vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto
permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo
conceda”.

Este mandamiento es interpretado con base en el pasaje de Mateo 7:15-20,


donde El Señor dice “por sus frutos los conoceréis”. Los frutos son los
actos de bondad que realiza el creyente. En la carta de Gálatas capítulos 5 el
apóstol Pablo muestra las características del hombre carnal y del espiritual,
describiendo los frutos del Espíritu: Amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio.

85. NO TENER YUGO DESIGUAL CON LOS INCREDULOS, 2 Cor 6, 14

2 Cor 6, 14 “No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues
¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz
con las tinieblas?”

El yugo es una pieza de madera al cual se unen o atan los bueyes a nivel del
cuello. Esto obliga a que caminen juntos por el mismo camino. El tener un
yugo con una persona incrédula implica tener un lazo de amistad muy
profundo donde podemos llegar a tomar decisiones en común que pueden ir
en contra de la voluntad del Padre Celestial. No podemos tomar este
mandamiento tampoco como excusa para negar la cortesía a los incrédulos
o hacer transacciones comerciales con personas no cristianas.

86. NO SER TIBIO ESPIRITUALMENTE, Ap 3, 15-16

Ap 3, 15 “¡'Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente!. ¡Ojalá fueras
frío o caliente!
Ap 3, 16 “Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi
boca”.

En el libro de apocalipsis recordemos que quién habla es El Señor. En la


carta a la iglesia en Laodicea aparece este mandamiento referente a no ser
tibio espiritualmente.
El cristiano tibio tiene un poco de calor, se congrega con cierta regularidad
pero tiene un pie en el mundo y otro en la iglesia. Su vida no está plena en
el espíritu y se complace en los deseos de la carne.

87. NO PRACTICAR LA HECHICERÍA, Ap 9, 21.21, 8

Ap 9, 21 “y no se arrepintieron de sus homicidios ni de sus hechicerías ni


de su inmoralidad ni de sus robos”.
Ap 21, 8 “Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales,
hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago
que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.

La hechicería se define popularmente como el conjunto de conocimientos,


prácticas y técnicas empleadas para dominar la voluntad de las personas o
modificar el curso de los acontecimientos. La palabra hechicería viene del
griego farmakia lo cual significa que primariamente se utilizaban drogas o
fármacos extraídos de plantas diversas que eran aplicadas con
encantaciones o invocaciones a los demonios. Aun hoy en día hay
costumbres de atribuir propiedades mágicas a plantas como la sábila o la
Ruda. Los maleantes utilizan preparados a base de escopolamina para
inhibir la voluntad de las personas que van a atracar o abusar sexualmente.
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON EL
MATRIMONIO
Este grupo de mandamientos relacionados con el matrimonio hay que
entenderlos en el contexto de la sociedad judía en cuanto a sus costumbres
concernientes a la relación de pareja y lo que enseñaba la ley de Moisés. Tal
vez sean duros los conceptos que enseña Jesucristo acerca del divorcio pero
es lo que dice la Biblia.

1. DIVORCIO SOLO EN CASO DE INFIDELIDAD. Mt 5, 32

Mt 5, 32 “Pero yo os digo que todo el que se divorcia de su mujer, a no ser


por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa
con una mujer divorciada, comete adulterio”.

El divorcio solo en caso de infidelidad indica que el vínculo matrimonial


debe ser sólido y soportar muchas otras cosas que pueden ser remediadas.
Cuando uno de los dos es infiel está demostrando que su amor hacia su
cónyuge no es lo suficientemente fuerte y además ya ha creado una nueva
relación con otra persona, es decir se ha hecho una sola carne con el otro y
esto trae contaminación física y espiritual lo cual va a traer consecuencias
similares con el esposo o esposa. Por lo anterior es que el afectado puede
divorciarse sin caer en pecado. Sin embargo todavía puede perdonar al
cónyuge y seguir la relación.

2. NO CASARSE CON UNA PERSONA DIVORCIADA, Mt 5, 32

Mt 5, 32 “Pero yo os digo que todo el que se divorcia de su mujer, a no ser


por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa
con una mujer divorciada, comete adulterio”.
El pasaje enseña lo sagrado que es el vínculo matrimonial el cual debe ser
para toda la existencia terrenal. El divorcio implica la imposibilidad de
volverse a casar para el ofensor porque de volverse a casar estaría
cometiendo adulterio él y su nueva pareja.
Es decir el ofendido, el cónyuge que no fue adúltero, tiene causal válida
para separarse y si se puede casar sin caer en pecado ya que quién rompió el
vínculo matrimonial fue su pareja adúltera.
Cuando la separación no es por fornicación entonces cualquiera de los dos
que se case cae en adulterio.

3. EL MATRIMONIO SOLO ENTRE HOMBRE Y MUJER, Mc 10, 6-9

Mc 10, 6 “Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y


hembra”.
Mc 10, 7 “por esta razón el hombre dejara a su padre y a su madre, ”
Mc 10, 8 “y los dos serán una sola carne; por consiguiente, ya no son dos,
sino una sola carne”.
Mar 10:9 “Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe”.

El matrimonio entre parejas del mismo sexo no está aprobado por la Biblia.
Nuestro Señor ratifica que el varón dejará a sus padres y se unirá a la
hembra siendo una sola carne con ella. Tan claro lo enseña la escritura que
no puede existir la posibilidad de casamiento entre varón con varón o
hembra con hembra.

4. EL DIVORCIADO NO SE PUEDE VOLVER A CASAR SI LA EX – ESPOSA (O)


ESTÁ VIVA (O), Mc 10, 11-12

Mc 10, 11 Y Él les dijo*: Cualquiera que se divorcie de su mujer y se case


con otra, comete adulterio contra ella;
Mc 10, 12 y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete
adulterio.
Este pasaje se entiende cuando consideramos al divorciado por una causa
diferente a la fornicación o infidelidad, en cuyo caso no se puede volver a
casar. Hacerlo sería estar en adulterio.
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON LA
ORACIÓN
En cuanto a la oración tenemos instrucciones muy precisas al respecto que
nos van a ser muy útiles en nuestros tiempos diarios para orar. Recomiendo
al lector que tenga una agenda de oración la cual con el transcurso de los
días ya no será necesaria leerla porque va a memorizarla conforme la utilice
cotidianamente.
Jesucristo nos enseñó como orar, nos indica las peticiones primordiales y la
Biblia nos da ejemplos de cómo y cuándo oraba El Señor. Sabemos que la
oración es primordial en nuestra vida cristiana y por ende es muy
importante saber cuáles son los mandamientos que enseña nuestro Señor al
respecto.

1. ORAR POR LOS QUE NOS PERSIGUEN, Mt 5, 44

Mt 5, 44 “pero yo os digo: … orad por los que os persiguen”

Gran mandamiento el de orar por los enemigos o los que nos persiguen. Es
a través de la oración que podemos luchar contra los enemigos. Entregar esa
persecución al Padre celestial para que sea Él quien haga justicia, para que
transforme el corazón de nuestros perseguidores. Las oraciones por los que
nos persiguen no pueden ser de odio ni desear la muerte o el mal hacia
ellos.

2. ORAR EN SECRETO, Mt 6, 5-6

Mt 6, 5 “Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les


gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles,
para ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su
recompensa”.
Mt 6, 6 “Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado
la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto,
te recompensará”.

El orar en secreto es una parte vital en nuestro tiempo de oración. El mismo


Señor se apartaba para orar al Padre: Lc 5, 16 Pero con frecuencia Él se
retiraba a lugares solitarios y oraba.
Es en secreto donde podemos abrir nuestro corazón, confesar pecados,
relatar cosas íntimas a nuestro Dios, exponer proyectos personales,
peticiones y muchas otras cosas que tal vez si tuviésemos testigos no sería
prudente expresarlas en voz alta. Como nuestras oraciones no son mentales
ni balbuceadas debemos pues tener un lugar o sitio donde tengamos
intimidad con El Padre y podamos hablar libremente y relatar con detalles
las peticiones o el pedir perdón o interceder por otras personas. Hacer esto
en público va a reducir notoriamente el contenido de nuestras oraciones.
La oración en público también es aprobada por la Biblia pero esta tiene su
lugar y momento.

3. ORAR SIN HACER VANAS REPETICIONES, Mt 6, 7

Mt 6, 7 “Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles,


porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería”.

Este mandamiento requiere entender que hacer repeticiones realmente no se


prohíbe. El Señor enseña es que las repeticiones que se hagan tengan
sentido o que sean sinceras, siempre que repitamos una y otra vez lo mismo
debemos creer realmente lo que estamos expresando.
Si en nuestras oraciones, un ejemplo, le pedimos al Padre que nos de
sabiduría de lo alto y se lo pedimos repitiéndoselo varias veces para afirmar
nuestra oración entonces ese tipo de repetición si tiene sentido. Igual vale
para una petición por sanidad, necesidades vitales en nuestro hogar o
trabajo, intercesión por problemas graves de otras personas. Pero si las
repeticiones son vanas, como por ejemplo mencionar una y otra vez algunos
pasajes de salmos que no vienen al caso, decir constantemente que la sangre
de Cristo tiene poder sin que sea acorde a lo que estamos orando o en medio
de la oración comenzar a pedir una y otra vez lo mismo por espacio de
varios minutos y de repente intercalar otras cosas no relacionadas con la
oración,entonces estaríamos orando con repeticiones sin sentido.

4. ORAR CONFORME A LA ORACIÓN MODELO DEL PADRE NUESTRO, Mt 6,


9-13

Mt 6, 9 “Vosotros, pues, orad de esta manera: “Padre nuestro que estás en


los cielos, santificado sea tu nombre”
Mt 6, 10 “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el
cielo”
Mt 6, 11 “Danos hoy el pan nuestro de cada día”
Mt 6, 12 “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos
perdonado a nuestros deudores”
Mt 6, 13 “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo
es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén”.

Jesucristo enseñó a sus discípulos un modelo de como orar como respuesta


a la petición de ellos.
En el Padre nuestro observamos que hay varias secciones:
Dirigida hacia El Padre
Se indica al cielo donde mora El Padre
Se santifica el nombre del Padre
Se pide el establecimiento del reino del Padre en la tierra
Se pide que se haga la voluntad del Padre acá en la tierra
Se pide el pan diario que simboliza todas nuestras necesidades
Se pide el perdón de nuestros pecados condicionado a que también nosotros
perdonemos.
Se pide que no seamos tentados
Se pide la protección del mal
Se declara que todo le pertenece a El

5. ORAR POR LA EVANGELIZACIÓN, POR LAS MISIONES, Mt 9, 38, Lc 10, 2

Mt 9, 38 “Por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”.


Lc 10, 2 “Y les decía: La mies es mucha, pero los obreros pocos; rogad, por
tanto, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”.

Orar por la evangelización debe hacer parte también de nuestras oraciones


diarias.
La mies es sinónimo de cosecha de cereales, simboliza a la humanidad
objeto de la evangelización. Implica para nosotros una responsabilidad
diaria de orar para que El Padre envíe los obreros o misioneros a llevar la
palabra. El campo para evangelizar incluye nuestra familia, nuestros
parientes, vecinos, compañeros de trabajo, gente de la calle y otras ciudades
si es posible.

6. ORAR PARA LIBERACION DE ENDEMONIADOS, Mt 17, 19-21, Mc 9, 25-29

Mt 17, 19 Entonces los discípulos, llegándose a Jesús en privado, dijeron:


“¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?”
Mt 17, 20 Y Él les dijo: “Por vuestra poca fe; porque en verdad os digo que
si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: "Pásate de aquí
allá", y se pasará; y nada os será imposible”.
Mt 17, 21 “Pero esta clase no sale sino con oración y ayuno”.
Mc 9, 25 Cuando Jesús vio que se agolpaba una multitud, reprendió al
espíritu inmundo, diciéndole: “Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno: Sal de
él y no vuelvas a entrar en él”.
Mc 9, 26 Y después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones,
salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos
decían: ¡Está muerto!
Mc 9, 27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie.
Mc 9, 28 Cuando entró Jesús en la casa, sus discípulos le preguntaban en
privado: “¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?”
Mc 9, 29 Y Él les dijo: “Esta clase con nada puede salir, sino con oración”.

En este mandamiento aprendemos que los demonios tienen jerarquías. Hay


unos demonios que se echan fuera solo al reprenderlos en el nombre de
Jesús. Sin embargo, hay otros demonios más fuertes en los se requiere un
tiempo previo de oración para poder hacer completa la liberación. Ahora
entendemos porque hay manifestaciones demoníacas en que las personas a
pesar de haber sido llevadas a varias iglesias no han sido libres totalmente.
El mandamiento fundamental es orar previamente a la liberación en
cuestión. En el mismo pasaje de Marcos se omite el ayuno. Creo que el
ayuno, si se quiere hacer junto con la oración, está bien y el cristiano que
quiera pasar por lo menos un día en ayuno y oración sería mucho mejor.
Algunos comentaristas interpretan que el género o clase que no puede salir
se refiere a la incredulidad o falta de fe de los apóstoles. Opino que no sería
coherente con el pasaje donde se describe a un endemoniado con
manifestaciones muy diferentes a los que los apóstoles tal vez habían visto
antes. Por eso al referirse El Señor a “esta clase con nada puede salir” está
describiendo un tipo de liberación más compleja.

7. ORAR EN COMPAÑÍA DE OTROS CRISTIANOS, Mt 18, 19-20

Mt 18, 19 “Además os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo


sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre
que está en los cielos”.
Mt 18, 20 “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy
yo en medio de ellos”.
Este mandamiento nos ilustra el poder de la oración cuando se hace en
compañía de otros creyentes. Es indispensable que en el tiempo de oración
las peticiones sean las mismas en forma unánime por parte del grupo de
personas. La ordenanza es buscar por lo menos otra persona, que puede ser
el cónyuge, otro pariente o un hermano en la fe.

8. DECLARAR NUESTRAS PETICIONES CON FE, Mt 21, 21, Mc 11, 23-24

Mt 21, 21 Respondiendo Jesús, les dijo: “En verdad os digo que si tenéis fe
y no dudáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que aun si decís a este
monte: "Quítate y échate al mar", así sucederá”.
Mc 11, 23 “En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte:
"Quítate y arrójate al mar", y no dude en su corazón, sino crea que lo que
dice va a suceder, le será concedido”.
Mc 11:24 “Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis,
creed que ya las habéis recibido, y os serán concedidas”.

La fe es definida como la certeza de lo que se espera, la convicción de lo


que no se ve:
Heb 11, 1 Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción
de lo que no se ve.
Y precisamente es lo que enseña El Señor. En nuestras oraciones debemos
tener esa certeza de que lo que se pide ya ha sido concedido, que ya es una
realidad. El orar con la seguridad de que ya tenemos la respuesta favorable
por parte del Padre nunca nos puede hacer perder la humildad y siempre
debemos aceptar que se haga la voluntad de Dios y no la de nosotros.

9. VELAR Y ORAR PARA NO SER VENCIDOS POR LAS TENTACIONES, Mt


26:41

Mt 26, 41 “Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está


dispuesto, pero la carne es débil”.
Las tentaciones nos inducen a pecar. Nuestro Señor nos enseña claramente
que velar y orar es la solución para no caer en tentación. Velar es un
término griego que significa vigilar. Las vigilias de la noche se hacían por
tiempos de tres horas. De 6 a 9 pm, 9 a 12 pm, 12 a 3 am y de 3 a 6 am. De
igual forma el mandamiento nos enseña a estar vigilando toda circunstancia
que pueda inducirnos al pecado y evitarla. También podemos interpretar el
mandamiento como tomar un tiempo regular de oración entre las 6am – 6
pm donde vamos a estar orando por todas las tentaciones que batallan
contra nuestra alma.

10. CLAMAR EN ORACIÓN POR LA JUSTICIA, DÍA Y NOCHE, Lc 18, 7

Lc 18:7 “¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a El día y
noche? ¿Se tardar, mucho en responderles?”

Clamar viene del término griego boao que significa hablar en voz alta
pidiendo ayuda, es decir gritar. Es el clamor un estado de la oración donde
levantamos la voz pidiendo al Señor que haga justicia en medio de
circunstancias injustas. Un ejemplo en las escrituras lo observamos en
éxodo:
Ex 2:23 Y aconteció que pasado mucho tiempo, murió el rey de Egipto. Y
los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y su
clamor, a causa de su servidumbre, subió a Dios.

11. ORAR PARA FORTALECERNOS Y ESCAPAR DE LA GRAN TRIBULACION,


Lc 21, 36

Lc 21, 36 “Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para
escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie
delante del Hijo del Hombre”.
Es un mandamiento recomendado en medio de la gran tribulación que va a
presentarse antes de la venida del Señor. El capítulo 21 de Lucas describe
las persecuciones, terremotos, guerras y fenómenos celestiales previos a
esta gran venida de Jesucristo. El mandamiento es orar para ser fortalecidos
y escapar de todas estas cosas.
La Biblia dice que El Señor vendrá después de la gran tribulación:
Mat 24:29 Pero inmediatamente después de la tribulación de esos días, el
sol se oscurecerá, la luna no dará su luz, las estrellas caerán del cielo y las
potencias de los cielos serán sacudidas.
Mat 24:30 Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y
entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al hijo del hombre
que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON
LAS MISIONES, EVANGELIZACION
Estos mandamientos son más indicados para los hermanos llamados al
campo misionero. Se dan instrucciones muy precisas al respecto.

1. PREDICAR EL EVANGELIO, Mt 10, 7

Mt 10, 7 “Y cuando vayáis, predicad diciendo: "El reino de los cielos se ha


acercado."

Predicar viene del término griego kerusso que significa ser heraldo o
mensajero, proclamador. Este es un mandamiento dirigido a toda la iglesia.
El centro de toda predicación es mostrar a Jesucristo, predicar el evangelio
es anunciar que el reino de los cielos se ha acercado con la encarnación del
verbo de Dios.

2. SANAR ENFERMOS, (ENFERMEDAD FÍSICA Y ESPIRITUAL) Mt 10, 8

Mt 10, 8 “Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad


demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”.

La orden del Señor a sus enviados también incluía sanar a los enfermos. Las
sanidades se presentaban como señal de que los apóstoles eran enviados con
la autoridad del Señor. La sanación del alma o sanidad interior, era y sigue
siendo, la más importante pero no siempre es la que impacta al mundo. Es
más importante restaurar nuestra vida espiritual y al morir partir con El
Señor que ser sanados de un cáncer, vivir otros años más y al morir no
partir con El Señor. Esto no siempre se acepta por parte de la misma iglesia
y reclamamos que todas las enfermedades Dios tiene que sanarlas a través
de milagros y prodigios y de no presentarse la sanidad puede en ocasiones
el creyente retroceder en la fe.

3. RESUCITAR MUERTOS, (MUERTE FÍSICA Y ESPIRITUAL) Mt 10, 8

Mt 10, 8 “Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad


demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”.

Resucitar muertos, creo que el milagro más espectacular que pueda existir.
También es una evidencia del poder de Dios el cual fue delegado por El
Señor a los apóstoles.
Hay dos muertos resucitados por parte de los apóstoles de los de los cuales
da evidencia la biblia, el primero por Pedro:
He 9, 40 Mas Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró, y
volviéndose al cadáver, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver
a Pedro, se incorporó.
El otro, un muchacho resucitado por parte de Pablo:
He 20, 9 y estaba sentado en la ventana un joven llamado Eutico; y como
Pablo continuaba hablando, Eutico fue cayendo en un profundo sueño hasta
que, vencido por el sueño, cayó desde el tercer piso y lo levantaron muerto.
He 20, 10 Pero Pablo bajó y se tendió sobre él, y después de abrazarlo, dijo:
No os alarméis, porque está vivo.

Hay testimonios de muertos resucitados a través de la historia de la iglesia.


Sin embargo realmente lo más impresionante no debe ser la resurrección
física sino la espiritual. De todos modos el cuerpo físico tarde o temprano
va a morir pero el cuerpo espiritual si ha sido regenerado va a partir con El
Señor.

4. LIMPIAR LEPROSOS, (CONTAMINACIÓN ESPIRITUAL) Mt 10, 8


Mt 10, 8 “Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad
demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”.

El mandamiento de limpiar leprosos tiene una relación directa con la


enfermedad. Los leprosos eran considerados unos enfermos especiales en
atención a que la enfermedad era contagiosa y por tanto eran excluidos del
campamento. Se temía que entrar en contacto con un leproso transmitía la
enfermedad.
La lepra es una enfermedad producida por un tipo de bacteria y para su
contagio se requiere un contacto íntimo y prolongado. Se considera que la
lepra que menciona la Biblia también incluye otros tipos de enfermedades
cutáneas como las tiñas, piodermias y posiblemente hasta el temible
pénfigo.
El sentido espiritual de limpiar leprosos hay que considerarlo también con
la limpieza de contaminaciones en el alma. Somos en sentido figurado
leprosos espirituales, el pecado nos ha contaminado, y al llegar a los pies de
Cristo somos limpiados con su preciosa sangre.

5. ECHAR FUERA DEMONIOS, (LIBERACIÓN) Mt 10, 8

Mt 10, 8 “Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad


demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”.

El expulsar fuera demonios es una muestra maravillosa del poder de Dios


sobre el reino de las tinieblas. Todo cristiano tiene la autoridad para echar
fuera demonios. Todos los demonios salen en el nombre de Jesús. Se
requiere tener fe y una muy buena vida de oración, de comunión con Dios.

6. SUPLIR PARA LAS NECESIDADES DE LOS MISIONEROS, Mt 10, 9-10


Mt 10, 9 “No os proveáis de oro, ni de plata, ni de cobre para llevar en
vuestros cintos, ”
Mt 10, 10 “ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de sandalias, ni
de bordón; porque el obrero es digno de su sostén”.

El misionero o evangelista, en su labor de llevar el mensaje, debe tener la


confianza de que Dios suplirá para todas sus necesidades. En este
mandamiento El Señor ordena que el sostenimiento de los misioneros y
ministros del evangelio deba ser suplido por cuenta de quienes reciben el
mensaje. El recibir ofrendas debe ser tenido por algo digno y no como una
carga hacia los evangelizados.

7. EL MISIONERO DEBE ESCOGER UN HOGAR CRISTIANO DE BUEN


TESTIMONIO PARA HOSPEDARSE, Mt 10, 11

Mt 10, 11 “Y en cualquier ciudad o aldea donde entréis, averiguad quién es


digno en ella, y quedaos allí hasta que os marchéis”.

Se entiende este mandamiento como una responsabilidad del misionero de


indagar la casa donde se pueda alojar. No viene por revelación divina sino
que es necesario averiguar un sitio u hogar donde los anfitriones tengan
buen testimonio ante la comunidad. Indudablemente hay que orar
previamente para que sea El Señor quién nos muestre la casa adecuada.

8. SALUDAR A NUESTROS ANFITRIONES CUANDO NOS ALOJEMOS EN LAS


MISIONES, TENER BUENOS MODALES PARA CON ELLOS, Mt 10, 12

Mt 10, 12 “Al entrar en la casa, dadle vuestro saludo de paz”.

Las normas de cortesía y buena educación no se deben dejar de lado. Como


cristianos tenemos que saludar a nuestros anfitriones, expresar palabras de
gratitud y bendecirlos por el hospedaje. Durante la estancia debemos de
ayudar en las labores propias del hogar, orar con ellos, compartir
enseñanzas bíblicas y ser muy amables en todo momento.

9. NO INSISTIR EN LA EVANGELIZACIÓN A QUIENES RECHAZAN


ABIERTAMENTE LA PALABRA DE DIOS, Mt 10, 14

Mt 10, 14 “Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir


de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies”.

Este mandamiento implica tener la dirección del Señor para saber a quién
predicarle, en el lugar y momento adecuado. Si se dan las condiciones
apropiadas para predicar el evangelio y aún así la palabra es abiertamente
rechazada, entonces no debemos insistir. El Señor da una exageración en el
sentido de sacudir el polvo de nuestros pies, dando a entender que ni aun el
polvo de esa ciudad es tenido por digno debido al rechazo de la palabra.

10. SER ASTUTOS AL EVANGELIZAR, Mt 10, 16

Mt 10, 16 “Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto,


sed astutos como las serpientes…”

Predicar el evangelio implica riesgos. El rechazo al evangelio puede traer


consecuencias violentas dependiendo del lugar y el auditorio que recibe el
mensaje, por eso El Señor nos indica que debemos ser astutos. No una
astucia maliciosa sino más bien un tipo de astucia a la defensiva para poder
eludir el peligro y saber la forma en que debemos llegar a las almas
inconversas.

11. SER INOCENTES AL EVANGELIZAR, Mt 10, 16

Mt 10, 16 “Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto,


sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas”.
Al mismo tiempo de tener una astucia defensiva debemos mostrar una
forma de actuar inocente similar a las palomas. Tenemos que mostrar un
carácter cristiano de tranquilidad, de calma, de docilidad sin perder la
noción del peligro. Por eso se requiere al mismo tiempo tener un tipo de
astucia defensiva.

12. AL EVANGELIZAR CUIDARNOS DE LA MALDAD DE LOS HOMBRES, Mt 10,


17

Mat 10, 17 “Pero cuidaos de los hombres, porque os entregarán a los


tribunales y os azotarán en sus sinagogas; ”

Acá apreciamos que en ese entonces los apóstoles iban a tener persecución
con efectos legales de llegar a los tribunales y ser azotados en la sinagoga.
El libro de Hechos relata que todo esto aconteció. En la historia de la iglesia
se han presentado persecuciones y por eso El Señor previene al respecto. Es
importante prevenir antes que lamentar y no pensar que llegar a las cárceles
o ser azotado por causa del evangelio es la voluntad de Dios. Vemos en el
mandamiento que debemos de tener cuidado para no llegar a sufrir de esa
forma.

13. NO PREOCUPARNOS POR TENER ARGUMENTOS DE DEFENSA SI LAS


AUTORIDADES SE OPONEN A LA EVANGELIZACIÓN Mt 10, 19-20

Mt 10, 19 “Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué


hablaréis; porque a esa hora se os dará lo que habréis de hablar”.
Mt 10, 20 “Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de
vuestro Padre que habla en vosotros”.

Las preocupaciones son estados emocionales propios del ser humano. En


este mandamiento la orden es tener fe en que El mismo Espíritu Santo nos
dará palabras para argumentar ante las autoridades que se opongan a la
predicación del evangelio. Para poder cumplir este mandamiento se
requiere tener una muy buena comunión con El Señor y estar siempre llenos
del Espíritu Santo.

14. NO TENER MIEDO DE PROCLAMAR EL EVANGELIO, Mt 10, 26-27

Mt 10, 26 “Así que no les temáis, porque nada hay encubierto que no haya
de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse”.
Mt 10, 27 “Lo que os digo en la oscuridad, habladlo en la luz; y lo que oís
al oído, proclamadlo desde las azoteas”.

El término temor en este mandamiento viene del griego fobos que implica
un sentido de huir provocado por el estar atemorizado debido a la
intimidación o amenazas de los enemigos. El mandamiento es a no dejarnos
vencer por ese temor, que es normal sentirlo por el instinto de conservación.
Es pertinente tener un tiempo previo aceptable de oración antes de salir a
predicar, de lo contrario el temor carnal va a vencer y aparece el temor de
predicar.

15. RECIBIR A LOS ENVIADOS DEL SEÑOR, Mt 10, 40

Mt 10, 40 “El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a


mí, recibe al que me envió”.

Recibir a misioneros en nuestras casas es otro mandamiento que en algún


momento se puede presentar. Puede ser un alojamiento por uno o varios
días,o puede ser solamente una invitación a comer o tener una tertulia por
espacio de algunos momentos o varias horas.
El mandamiento implica no rechazar a los enviados del Señor y antes por el
contrario recibirlos. Debemos tener el discernimiento de verdaderamente
estar recibiendo enviados del Señor. Para esto se requiere verificar las
recomendaciones que estos misioneros traigan.
16. OFRENDAR A LOS MISIONEROS, PREDICADORES, Mt 10, 41-42

Mt 10, 41 “El que recibe a un profeta como profeta, recibirá recompensa de


profeta; y el que recibe a un justo como justo, recibirá recompensa de
justo”.
Mt 10, 42 “Y cualquiera que como discípulo dé de beber aunque sólo sea un
vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad os digo que no perderá
su recompensa”.

En este mandamiento vemos que no solo se debe recibir al enviado por El


Señor. También debemos darle u ofrendar para sus necesidades. La dadiva
puede ser pequeña pero debemos darla, se compara con tan solo un vaso de
agua. Igual que al recibirlo, en el dar ofrenda debemos tener discernimiento
porque no podemos tampoco tener alojado a un misionero o grupo de
misioneros por espacio de varios días o semanas, dándoles alimentación y
otras elementos en detrimento de nuestro propio patrimonio y después
lamentar que eran falsos enviados del Señor.

17. HACER DISCÍPULOS, Mt 28, 19

Mt 28:19 “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones”.

Este es un mandamiento clave en nuestra fe cristiana. Creo que el


cumplirlo es fundamental para que la iglesia se mantenga firme y tengamos
miembros maduros en la fe.
El hacer discípulos le concierne al cristiano ya maduro en la fe, bien
cimentado en la palabra y con un buen testimonio ante la comunidad.
Tenemos que diferenciar entre el creyente y el discípulo. El primero es el
que solamente cree en Jesucristo como el mesías, el salvador del mundo, el
hijo de Dios; El segundo es el que además de creer profundiza su relación
con El Señor y es enseñado en su palabra llegando a tener un conocimiento
del Señor y de su doctrina y lo más importante, es un hacedor de la palabra.
Ver Juan 8, 33.

18. BAUTIZAR A LOS DISCÍPULOS, Mt 28, 19

Mt 28, 19 “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos


en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

El mandamiento puede ser realizado por cualquier cristiano cimentado en la


palabra dependiendo de las circunstancias. Sin embargo por cuestiones de
orden eclesiástico el bautizar es un acto delegado al equipo pastoral de la
iglesia.

19. PROCLAMAR LAS GRANDES COSAS QUE DIOS HACE EN NUESTRAS


VIDAS, Mc 5, 19, Lc 8, 9

Mc 5, 19 “Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los


tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo
misericordia de ti”.
Lc 8, 39 “Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por
ti. Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús
había hecho por él”.

Este mandamiento es más una satisfacción personal, mostrar ante los demás
lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. Especialmente lo que el evangelio
ha hecho en la transformación de la personalidad, en el apartarnos de los
deseos pecaminosos de la carne, del pecado. Secundariamente vienen las
sanidades, las liberaciones demoníacas, los logros materiales.

20. RECIBIR OFRENDAS POR PREDICAR EL EVANGELIO, 1 Cor 9, 14; 1 Te 5, 12


1 Co 9, 14 “Así también ordenó el Señor que los que proclaman el
evangelio, vivan del evangelio”.
1Ts 5, 12 “Pero os rogamos hermanos, que reconozcáis a los que con
diligencia trabajan entre vosotros, y os dirigen en el Señor y os instruyen”.

El apóstol Pablo transmite un mandamiento que recibió del Señor.


Los predicadores del evangelio tienen derecho a vivir del evangelio. Esto
incluye a los pastores, a los evangelistas, a los misioneros, a los maestros y
a los que profetizan respecto a la palabra del Señor. Igualmente hay un
grupo de personas, según el tamaño de la iglesia, que trabajan en apoyar al
equipo pastoral. También estas últimas personas deben recibir
proporcionalmente en dinero o en especie, una ayuda económica para su
sostenimiento de ser necesario.
MANDAMIENTOS RELACIONADOS CON
LOS TIEMPOS FINALES
En los tiempos finales también El Señor da instrucciones precisas de cómo
debemos proceder. Como cristianos también debemos tener conocimiento
de lo que El Señor aconseja tengamos en cuenta en esos momentos de
tribulación y angustia.

1. EN LA GRAN TRIBULACION HUIR A LOS MONTES Y CAMPOS, Mt 24, 15-18

Mt 24, 15 “Por tanto, cuando veáis la abominación de la desolación, de que


se habló por medio del profeta Daniel, colocada en el lugar santo (el que
lea, que entienda);”
Mt 24, 16 “entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; ”
Mt 24, 17 “el que esté en la azotea, no baje a sacar las cosas de su casa; ”
Mt 24, 18 “y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa.”

Un mandamiento a tener en cuenta para los últimos tiempos. Los sitios más
seguros van a ser los campos, los montes. El conflicto y las persecuciones
se van a presentar en las ciudades, en los poblados. Vemos como nuestro
Señor da instrucciones desde el punto de vista humano para que las
tengamos en cuenta para quienes lleguen a esos últimos tiempos.

2. EN LA GRAN TRIBULACION ORAR PARA QUE LA HUIDA NO SEA EN


INVIERNO NI EN DIA DE REPOSO, Mt 24, 20

Mt 24, 20 “Orad para que vuestra huida no suceda en invierno, ni en día de


reposo”.

Este mandamiento lo ubiqué en esta sección, a pesar de que tiene que ver
con la oración, porque tiene que ser cumplido en los últimos tiempos y
vemos que El Señor lo ordena en medio de la gran tribulación. Es
interesante como la oración puede lograr que la gran tribulación sea en
determinadas estaciones a pesar de que Dios ya ha destinado el día y la
hora.

3. VELAR ESPERANDO LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR, Mt 24, 42.25, 13,

Mt 24, 42 “Por tanto, velad, porque no sabéis en qué día vuestro Señor
viene”.
Mt 25, 13 “Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora”.

Gran mandamiento. Nos estimula a estar atentos a la venida del Señor. Esto
significa que día a día nuestra vida de santidad debe ser lo primordial. Si
tenemos siempre en mente la venida del Señor estamos entonces en la
obligación de tener todo en orden para poder rendir cuentas de lo que
hemos hecho en este mundo.

4. ORAR PARA FORTALECERNOS Y ESCAPAR DE LA GRAN TRIBULACION,


Lc 21, 36

Lc 21, 36 “Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para
escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie
delante del Hijo del Hombre”

También un mandamiento relacionado con la oración y ubicado en esta


sección por tener relación con los tiempos finales. La oración fundamental
para tener fuerzas, tanto físicas como mentales y tener la fe viva, en esos
momentos cruciales en que se van a presentar persecuciones, guerras,
hambres, pestes, fenómenos en el cielo y demás cosas que describe el libro
de revelaciones.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Diccionario expositivo de palabras del nuevo y antiguo testamento de Vine
1998

CONTACTO CON EL AUTOR:


carlosmontenegrosusa@gmail.com

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