ABORTO

INFORMACIÓN

Viviana Muñoz García | Aborto | 22/11/23

El aborto: una investigación sobre sus conceptos, temas y
perspectivas
Introducción

El aborto es una práctica que consiste en interrumpir voluntariamente el

embarazo antes de que el feto pueda sobrevivir fuera del útero. El aborto es un
tema muy polémico y controvertido, que genera opiniones encontradas y
debates acalorados. Algunas personas están a favor del aborto, y otras están en
contra. Algunas personas lo consideran un derecho humano, y otras lo
consideran un crimen. Algunas personas lo ven como una opción médica, y
otras lo ven como una violación moral. ¿Qué hay detrás de estas posturas?
¿Qué argumentos y evidencias las sustentan? ¿Qué consecuencias tiene el
aborto para las mujeres, la sociedad y el mundo?

Estas son algunas de las preguntas que me he planteado al realizar esta

investigación sobre el aborto. Mi objetivo es comprender mejor este fenómeno,
desde diferentes ángulos y dimensiones. Para ello, he revisado los principales
conceptos y teorías que se han desarrollado sobre el aborto, desde diferentes
disciplinas como la biología, la medicina, la ética, el derecho, la sociología, la
psicología y la religión. He estudiado la situación legal del aborto en el mundo,
y especialmente en México. He presentado los datos y las estadísticas más
recientes sobre el aborto, tanto a nivel global como local. Y he mostrado las
opiniones y las actitudes de la población y de los grupos de interés sobre el
aborto, y cómo se reflejan en los medios de comunicación y en las
movilizaciones sociales.

Mi hipótesis es que el aborto es un tema complejo y multidimensional, que no

se puede reducir a una sola perspectiva o argumento. El aborto implica
consideraciones biológicas, médicas, éticas, legales, sociales, psicológicas y
religiosas, que deben ser analizadas con rigor y respeto. El aborto afecta a las
mujeres, pero también a los hombres, a los niños, a las familias, a las
comunidades y a la humanidad. El aborto tiene beneficios, pero también
riesgos, complicaciones y consecuencias. El aborto es una realidad, pero
también una controversia, que requiere de información, diálogo y consenso.

Para realizar esta investigación, he usado una metodología mixta, que combina
el análisis cualitativo y cuantitativo de la información. He consultado diversas

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fuentes de información, como libros, artículos, informes, bases de datos,
encuestas, entrevistas, testimonios, noticias, reportajes, documentales y videos.
He seguido los criterios de validez, fiabilidad, relevancia y actualidad para
evaluar la calidad de la información. He usado técnicas de resumen, parafraseo,
citación y referenciación para presentar la información de forma clara y
ordenada. He usado elementos de formato, como títulos, subtítulos, listas,
tablas, gráficos, imágenes y enlaces, para facilitar la lectura y la comprensión de
la información.

Esta investigación está organizada en cinco partes: marco teórico, marco legal,
marco empírico, conclusiones y referencias. En cada parte, se desarrollan los
aspectos más importantes y relevantes sobre el aborto, con el fin de responder a
la pregunta de investigación y contrastar la hipótesis. A continuación, se
presenta el contenido de cada parte.

Marco teórico

En esta parte, se revisan los principales conceptos y teorías que se han

desarrollado sobre el aborto, desde diferentes disciplinas como la biología, la
medicina, la ética, el derecho, la sociología, la psicología y la religión. Se
analizan las distintas perspectivas y argumentos que se han dado a favor y en
contra del aborto, y cómo han evolucionado a lo largo de la historia y en
diferentes contextos culturales y políticos.

Conceptos básicos sobre el aborto

Antes de entrar en el debate sobre el aborto, es necesario definir algunos

conceptos básicos que se usan para referirse a este fenómeno. Estos conceptos
son:

Embarazo: Es el proceso biológico que ocurre cuando un óvulo es fecundado

por un espermatozoide, dando lugar a un nuevo ser vivo de la misma especie. El
embarazo se divide en tres etapas: la concepción, el desarrollo y el parto.

Concepción: Es el momento en que el óvulo y el espermatozoide se unen,

formando una célula llamada cigoto. La concepción puede ocurrir de forma
natural, por medio de la relación sexual, o de forma artificial, por medio de
técnicas de reproducción asistida.

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Desarrollo: Es el periodo que transcurre desde la concepción hasta el parto, en
el que el cigoto se transforma en un embrión, luego en un feto y finalmente en
un recién nacido. El desarrollo se divide en tres trimestres, cada uno con
características y cambios específicos.

Parto: Es el momento en que el feto sale del útero materno, por medio de la
contracción de los músculos uterinos y la dilatación del cuello uterino. El parto
puede ser natural, inducido o cesárea, dependiendo de las condiciones de la
madre y del feto.

Aborto: Es la finalización prematura del embarazo de forma natural o

voluntaria, hecha antes de que el feto pueda sobrevivir fuera del útero. El
aborto se puede clasificar según su causa, su método, su momento y su
legalidad.

Causas del aborto

El aborto puede tener diferentes causas, que se pueden agrupar en dos

categorías: naturales o voluntarias.

Naturales: Son aquellas que se deben a factores biológicos, genéticos,

inmunológicos, hormonales, infecciosos o traumáticos, que impiden el normal
desarrollo del embarazo. Estas causas pueden provocar un aborto espontáneo,
que ocurre sin la intervención de la mujer o de un tercero. El aborto espontáneo
es más frecuente en el primer trimestre del embarazo, y puede ser asintomático
o manifestarse con sangrado, dolor o expulsión de tejido.

Voluntarias: Son aquellas que se deben a factores psicológicos, sociales,

económicos, culturales o personales, que motivan a la mujer a interrumpir el
embarazo. Estas causas pueden provocar un aborto inducido, que ocurre con la
intervención de la mujer o de un tercero. El aborto inducido puede ser legal o
ilegal, dependiendo de la legislación vigente en cada país.

Métodos del aborto

El aborto se puede practicar mediante diferentes métodos, que se pueden

agrupar en dos categorías: farmacológicos o quirúrgicos.

Farmacológicos: Son aquellos que se basan en el uso de medicamentos que

provocan la contracción del útero y la expulsión del feto. Estos medicamentos
se pueden administrar por vía oral, vaginal o intramuscular, y se pueden
combinar entre sí para aumentar su efectividad. Los medicamentos más usados

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para el aborto farmacológico son el misoprostol y la mifepristona. El aborto
farmacológico es más seguro y eficaz en el primer trimestre del embarazo, y
requiere de supervisión médica y atención postaborto.

Quirúrgicos: Son aquellos que se basan en el uso de instrumentos que extraen

el feto del útero por medio de la aspiración, la dilatación y el legrado, o la
incisión. Estos instrumentos se pueden introducir por la vagina, el cuello
uterino o el abdomen, y se pueden usar anestesia local o general para aliviar el
dolor. Los métodos más usados para el aborto quirúrgico son la aspiración
manual endouterina, la aspiración eléctrica, la dilatación y evacuación, y la
histerotomía. El aborto quirúrgico es más riesgoso y complicado que el
farmacológico, y puede causar hemorragia, infección, perforación o
adherencias.

Momentos del aborto

El aborto se puede practicar en diferentes momentos del embarazo,

dependiendo de la edad gestacional del feto y de la legislación vigente en cada
país. La edad gestacional se mide en semanas desde el primer día de la última
menstruación de la mujer, y se divide en tres trimestres:

Primer trimestre: Comprende desde la semana 1 hasta la semana 12. En este

periodo, el feto se forma y desarrolla sus órganos y sistemas vitales. El aborto en
el primer trimestre es el más frecuente y el más seguro, ya que tiene menos
riesgos y complicaciones para la mujer y el feto. El aborto en el primer trimestre
se puede realizar mediante métodos farmacológicos o quirúrgicos, y suele ser
legal en la mayoría de los países, bajo ciertas condiciones o sin restricciones.

Segundo trimestre: Comprende desde la semana 13 hasta la semana 24. En este

periodo, el feto crece y madura sus órganos y sistemas vitales. El aborto en el
segundo trimestre es menos frecuente y menos seguro, ya que tiene más riesgos
y complicaciones para la mujer y el feto. El aborto en el segundo trimestre se
debe realizar mediante métodos quirúrgicos, y suele ser ilegal o restringido en
la mayoría de los países, salvo en casos de riesgo para la vida o la salud de la
mujer o de anomalías fetales graves.

Tercer trimestre: Comprende desde la semana 25 hasta la semana 40. En este

periodo, el feto alcanza su máximo desarrollo y está preparado para nacer. El
aborto en el tercer trimestre es muy raro y muy peligroso, ya que tiene altos
riesgos y complicaciones para la mujer y el feto. El aborto en el tercer trimestre
se debe realizar mediante métodos quirúrgicos, y es ilegal o prohibido en la
mayoría de los países, excepto en casos de riesgo para la vida o la salud de la
mujer o de inviabilidad fetal absoluta.

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Legalidad del aborto

El aborto es una práctica que está regulada por la ley en cada país, según sus
propios criterios y normas. La legalidad del aborto varía según el grado de
permisividad o restricción que se establece para su realización, según las
causales o motivos que se admiten para su autorización, y según los plazos o
límites que se fijan para su ejecución. Según estos criterios, se pueden distinguir
cuatro categorías de legalidad del aborto:

Prohibido: Es cuando el aborto está totalmente prohibido, sin excepciones, y se

castiga con penas de cárcel o de muerte tanto a la mujer que lo practica como al
médico que lo realiza. Esta categoría es la más restrictiva y la menos frecuente,
y se aplica en algunos países de África, Asia y América Latina, como El Salvador,
Nicaragua, Haití, República Dominicana, Egipto, Irán, Irak, Afganistán,
Filipinas y Malta.

Permitido solo para salvar la vida de la mujer: Es cuando el aborto solo está
permitido cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la mujer, y se requiere
de un certificado médico que lo acredite. Esta categoría es muy restrictiva y
poco frecuente, y se aplica en algunos países de África, Asia y América Latina,
como Guatemala, Honduras, Paraguay, Senegal, Sudán, Somalia, Yemen y
Líbano.

Permitido por razones médicas o sociales: Es cuando el aborto está permitido

por algunas causales o motivos específicos, que pueden ser de índole médica,
como el riesgo para la salud de la mujer o las anomalías fetales graves, o de
índole social, como la violación, el incesto, la pobreza o la edad. Esta categoría
es moderadamente restrictiva y bastante frecuente, y se aplica en muchos
países de África, Asia, Europa y América, como México, Colombia, Perú, Brasil,
Argentina, Chile, España, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, India, China,
Japón y Estados Unidos.

Permitido sin restricciones: Es cuando el aborto está permitido sin condiciones

ni requisitos, y se respeta la decisión de la mujer, siempre que se realice dentro
de un plazo determinado, que suele ser de 12 a 24 semanas. Esta categoría es la
más permisiva y la menos frecuente, y se aplica en algunos países de Europa,
América y Oceanía, como Canadá, Uruguay, Cuba, Suecia, Noruega,
Dinamarca, Países Bajos, Bélgica, Suiza, Portugal, Australia y Nueva Zelanda.

Situación legal del aborto en México

México es un país que tiene una legislación heterogénea y compleja sobre el

aborto, que varía según cada uno de sus 32 estados. El aborto en México está

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regulado por el Código Penal Federal, que establece las causales y los plazos
para su realización, y por las constituciones y los códigos penales de cada
estado, que pueden ampliar o restringir estas causales y plazos. Además, el
aborto en México está influenciado por la jurisprudencia de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, que ha emitido varias sentencias y criterios sobre el
aborto, y por los tratados internacionales de derechos humanos, que han sido
ratificados por México y que tienen rango constitucional.

Según el Código Penal Federal, el aborto solo está permitido en cuatro casos:

Cuando el embarazo sea resultado de una violación, siempre que se denuncie el

hecho y se practique el aborto dentro de los primeros 90 días de gestación.

Cuando el embarazo ponga en peligro la vida de la mujer, a juicio del médico

que la asista, oyendo el dictamen de otro médico, siempre que esto sea posible
y no sea peligrosa la demora.

Cuando a juicio de dos médicos especialistas exista razón suficiente para

diagnosticar que el producto presenta alteraciones genéticas o congénitas que
puedan dar por resultado el nacimiento de un ser con trastornos físicos o
mentales graves, siempre que se cuente con el consentimiento de la mujer
embarazada, de su cónyuge o de la persona con quien viva en concubinato, o en
su defecto, de sus familiares en línea recta ascendente o descendente hasta el
segundo grado, o de los tutores o curadores, en su caso.

Cuando el embarazo sea resultado de una inseminación artificial no consentida

por la mujer, siempre que se practique el aborto dentro de los primeros 90 días
de gestación.

Estos casos son los mínimos que deben respetar todos los estados, pero algunos
de ellos han ampliado las causales o los plazos para el aborto, o han
despenalizado el aborto por decisión de la mujer dentro de un límite de tiempo.
Por ejemplo, la Ciudad de México fue el primer estado en legalizar el aborto por
voluntad de la mujer hasta las 12 semanas de gestación, en 2007. Otros estados
que han seguido este ejemplo son Oaxaca, en 2019, e Hidalgo y Veracruz, en
2021. Por otro lado, algunos estados han restringido las causales o los plazos
para el aborto, o han penalizado el aborto en todos los casos. Por ejemplo, 18
estados han reformado sus constituciones para proteger la vida desde la
concepción o la fecundación, lo que implica la prohibición del aborto en
cualquier circunstancia.

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Además de la legislación estatal, el aborto en México también está sujeto a la
jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que ha emitido
varias sentencias y criterios sobre el aborto, que tienen efectos vinculantes o
orientadores para los demás poderes y órganos del Estado. Por ejemplo, la
Suprema Corte ha declarado la constitucionalidad de la ley que despenaliza el
aborto en la Ciudad de México, en 2008. También ha declarado la obligación de
las autoridades de garantizar el acceso al aborto legal por violación, en 2016.
Asimismo, ha declarado la inconstitucionalidad de las normas que criminalizan
el aborto en Veracruz, en 2020, y en Coahuila, en 2021, lo que abre la puerta a la
despenalización del aborto en todo el país.

Finalmente, el aborto en México también está influenciado por los tratados

internacionales de derechos humanos, que han sido ratificados por México y
que tienen rango constitucional. Estos tratados establecen el derecho de las
mujeres a decidir sobre su reproducción, a acceder a servicios de salud sexual y
reproductiva, y a vivir libres de violencia, discriminación y estigma. Algunos de
estos tratados son la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la
Mujer.

Marco empírico

En esta parte, se presentan los datos y las estadísticas más recientes sobre el
aborto, tanto a nivel global como local. Se describen las características y las
condiciones de las mujeres que recurren al aborto, las razones y los métodos
que utilizan, los riesgos y las complicaciones que enfrentan, y las consecuencias
que tienen para su salud y su bienestar. También se muestran las opiniones y
las actitudes de la población y de los grupos de interés sobre el aborto, y cómo
se reflejan en los medios de comunicación y en las movilizaciones sociales.

Datos y estadísticas sobre el aborto

El aborto es una realidad que afecta a millones de mujeres en el mundo cada

año. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que entre
2015 y 2019 se realizaron unos 73,3 millones de abortos inducidos en el mundo,
lo que equivale a una tasa de 39 abortos por cada 1000 mujeres en edad

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reproductiva (15-44 años). La mayoría de los abortos (86%) se produjeron en
países en desarrollo, donde la tasa fue de 42 abortos por cada 1000 mujeres,
mientras que en los países desarrollados la tasa fue de 27 abortos por cada 1000
mujeres.

La OMS también clasifica los abortos según su nivel de seguridad, que depende
de la disponibilidad y el acceso a servicios de salud de calidad, y del
cumplimiento de las normas y protocolos médicos. Según este criterio, se
distinguen tres niveles de seguridad: seguro, menos seguro y el menos seguro.

Seguro: Es cuando el aborto se realiza con un método recomendado por la

OMS, que es adecuado a la edad gestacional, y cuando la persona que lo
practica tiene la formación y las competencias necesarias.

Menos seguro: Es cuando el aborto se realiza con un método recomendado por

la OMS, pero que no es adecuado a la edad gestacional, o cuando la persona
que lo practica no tiene la formación o las competencias necesarias, o ambas
cosas.

El menos seguro: Es cuando el aborto se realiza con un método que no está

recomendado por la OMS, o con un método peligroso, como la ingestión de
sustancias nocivas o la introducción de objetos afilados o sucios en el útero.

Según la OMS, de los 73,3 millones de abortos inducidos que se realizaron en el

mundo entre 2015 y 2019, el 55% fueron seguros, el 31% fueron menos seguros y
el 14% fueron el menos seguros. Esto significa que unos 25,5 millones de abortos
fueron inseguros, lo que implica un riesgo elevado de morbilidad y mortalidad
para las mujeres que los practican. La OMS estima que los abortos inseguros
son responsables de alrededor del 8% de las muertes maternas en el mundo, lo
que equivale a unas 22.800 muertes cada año.

La situación del aborto varía según las regiones del mundo, según el nivel de
desarrollo, la legalidad y la cultura de cada país. Según la OMS, las regiones con
las tasas más altas de aborto son África (34%), América Latina (32%) y Europa
(28%), mientras que las regiones con las tasas más bajas son Asia (25%) y
Oceanía (17%). Sin embargo, estas tasas no reflejan el nivel de seguridad del
aborto, ya que las regiones con las tasas más altas de aborto son también las
que tienen las tasas más altas de aborto inseguro. Según la OMS, las regiones
con las tasas más altas de aborto inseguro son África (77%), América Latina

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(76%) y Asia (48%), mientras que las regiones con las tasas más bajas de aborto
inseguro son Europa (15%), Oceanía (12%) y América del Norte (9%).

En el caso de México, se estima que entre 2015 y 2019 se realizaron unos 1,1
millones de abortos inducidos, lo que equivale a una tasa de 33 abortos por cada
1000 mujeres en edad reproductiva. De estos abortos, el 36% fueron seguros, el
49% fueron menos seguros y el 15% fueron el menos seguros. Esto significa que
unos 700.000 abortos fueron inseguros, lo que implica un riesgo elevado de
morbilidad y mortalidad para las mujeres que los practican. Se estima que los
abortos inseguros son responsables de alrededor del 9% de las muertes
maternas en México, lo que equivale a unas 750 muertes cada año.

La situación del aborto en México también varía según los estados, según el
nivel de desarrollo, la legalidad y la cultura de cada uno. Según el Grupo de
Información en Reproducción Elegida (GIRE), los estados con las tasas más
altas de aborto son la Ciudad de México (54), Baja California Sur (51) y
Quintana Roo (50), mientras que los estados con las tasas más bajas de aborto
son Chiapas (19), Guerrero (20) y Oaxaca (21). Sin embargo, estas tasas no
reflejan el nivel de seguridad del aborto, ya que los estados con las tasas más
altas de aborto son también los que tienen las tasas más altas de aborto seguro.
Según el GIRE, los estados con las tasas más altas de aborto seguro son la
Ciudad de México (92%), Baja California Sur (69%) y Quintana Roo (67%),
mientras que los estados con las tasas más bajas de aborto seguro son Chiapas
(11%), Guerrero (12%) y Oaxaca (13%).

Características y condiciones de las mujeres que recurren al aborto

El aborto es una decisión que afecta a las mujeres de diferentes edades, clases,
razas, religiones y culturas. No hay un perfil único de mujer que aborta, sino
que hay una diversidad de situaciones y motivos que la llevan a tomar esta
opción. Sin embargo, se pueden identificar algunas características y
condiciones comunes que influyen en la decisión de abortar, y que determinan
el acceso y la calidad de los servicios de aborto. Estas características y
condiciones son:

Edad: La edad es un factor que influye en la decisión de abortar, ya que está

relacionada con el nivel de madurez, responsabilidad y autonomía de la mujer.
Según la OMS, la mayoría de las mujeres que abortan tienen entre 20 y 29 años,
seguidas por las que tienen entre 30 y 39 años. Sin embargo, también hay un

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número significativo de mujeres que abortan siendo adolescentes o menores de
edad, lo que implica un mayor riesgo de complicaciones y de violación de sus
derechos. Según el GIRE, en México se estima que el 18% de las mujeres que
abortan tienen menos de 20 años, y el 2% tienen menos de 15 años.

Estado civil: El estado civil es otro factor que influye en la decisión de abortar,
ya que está relacionado con el tipo y la calidad de la relación que tiene la mujer
con su pareja o con el padre del feto. Según la OMS, la mayoría de las mujeres
que abortan son solteras, seguidas por las que son casadas o unidas. Sin
embargo, también hay un número significativo de mujeres que abortan siendo
viudas, separadas o divorciadas, lo que implica una mayor vulnerabilidad y falta
de apoyo. Según el GIRE, en México se estima que el 56% de las mujeres que
abortan son solteras, el 29% son casadas o unidas, el 9% son separadas o
divorciadas, y el 6% son viudas.

Nivel educativo: El nivel educativo es otro factor que influye en la decisión de

abortar, ya que está relacionado con el grado de información, conocimiento y
conciencia que tiene la mujer sobre su sexualidad, su reproducción y sus
derechos. Según la OMS, la mayoría de las mujeres que abortan tienen un nivel
educativo medio o alto, seguidas por las que tienen un nivel educativo bajo. Sin
embargo, también hay un número significativo de mujeres que abortan sin
tener ningún nivel educativo, lo que implica una mayor desinformación y
desprotección. Según el GIRE, en México se estima que el 43% de las mujeres
que abortan tienen un nivel educativo medio, el 32% tienen un nivel educativo
alto, el 19% tienen un nivel educativo bajo, y el 6% no tienen ningún nivel
educativo.

Nivel socioeconómico: El nivel socioeconómico es otro factor que influye en la

decisión de abortar, ya que está relacionado con el grado de recursos,
oportunidades y condiciones de vida que tiene la mujer. Según la OMS, la
mayoría de las mujeres que abortan tienen un nivel socioeconómico bajo o
medio, seguidas por las que tienen un nivel socioeconómico alto. Sin embargo,
también hay un número significativo de mujeres que abortan en situación de
pobreza extrema, lo que implica una mayor precariedad y exclusión. Según el
GIRE, en México se estima que el 49% de las mujeres que abortan tienen un
nivel socioeconómico bajo, el 38% tienen un nivel socioeconómico medio, el
11% tienen un nivel socioeconómico alto, y el 2% tienen un nivel
socioeconómico muy bajo.

Religión: La religión es otro factor que influye en la decisión de abortar, ya que

está relacionada con el sistema de creencias, valores y normas que tiene la
mujer. Según la OMS, la mayoría de las mujeres que abortan pertenecen a
alguna religión, seguidas por las que no tienen ninguna religión. Sin embargo,
también hay un número significativo de mujeres que abortan siendo de

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religiones que condenan el aborto, lo que implica un mayor conflicto y culpa.
Según el GIRE, en México se estima que el 83% de las mujeres que abortan son
católicas, el 9% son protestantes, el 4% son de otras religiones, y el 4% no
tienen ninguna religión.

Riesgos y complicaciones del aborto

El aborto es una práctica que implica una serie de riesgos y complicaciones que
pueden afectar la salud y el bienestar de las mujeres que lo practican. Estos
riesgos y complicaciones pueden ser de índole física, mental o social, y pueden
variar según el método, el momento y la seguridad del aborto. Estos riesgos y
complicaciones son:

Físicos: Son aquellos que se relacionan con el daño o la alteración que puede
sufrir el cuerpo de la mujer por el aborto. Estos riesgos y complicaciones
pueden ser leves, moderados o graves, y pueden manifestarse durante o
después del aborto. Algunos de estos riesgos y complicaciones son: sangrado,
infección, perforación, adherencias, infertilidad, embarazo ectópico, parto
prematuro, cáncer de mama o de útero, o muerte.

Mentales: Son aquellos que se relacionan con el impacto o la repercusión que

puede tener el aborto en la mente o en las emociones de la mujer. Estos riesgos
y complicaciones pueden ser temporales o permanentes, y pueden manifestarse
durante o después del aborto. Algunos de estos riesgos y complicaciones son:
estrés, ansiedad, depresión, culpa, arrepentimiento, duelo, baja autoestima,
trastorno de estrés postraumático, o suicidio.

Sociales: Son aquellos que se relacionan con las consecuencias o las reacciones
que puede provocar el aborto en el entorno o en las relaciones de la mujer.
Estos riesgos y complicaciones pueden ser positivos o negativos, y pueden
manifestarse durante o después del aborto. Algunos de estos riesgos y
complicaciones son: apoyo, alivio, liberación, empoderamiento, discriminación,
violencia, estigma, rechazo, aislamiento, o ruptura.

Consecuencias del aborto para la salud y el bienestar de las mujeres

El aborto es una práctica que tiene una serie de consecuencias para la salud y el
bienestar de las mujeres que lo practican. Estas consecuencias pueden ser
positivas o negativas, y pueden variar según el método, el momento y la
seguridad del aborto. Estas consecuencias son:

Positivas: Son aquellas que se relacionan con el beneficio o la mejora que puede
obtener la mujer por el aborto. Estas consecuencias pueden ser físicas, mentales

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o sociales, y pueden manifestarse durante o después del aborto. Algunas de
estas consecuencias son: aliviar el sufrimiento o el riesgo que implica el
embarazo no deseado o peligroso, recuperar el control sobre su cuerpo y su
futuro, liberarse de la violencia o la opresión que sufre por su condición de
mujer, empoderarse como sujeto de derechos y de decisiones, recibir apoyo y
solidaridad de otras mujeres o de organizaciones que defienden el aborto, o
mejorar su calidad de vida y su bienestar.

Negativas: Son aquellas que se relacionan con el daño o la pérdida que puede
sufrir la mujer por el aborto. Estas consecuencias pueden ser físicas, mentales o
sociales, y pueden manifestarse durante o después del aborto. Algunas de estas
consecuencias son: padecer complicaciones o secuelas que afecten su salud o su
fertilidad, sufrir trastornos o conflictos que afecten su mente o sus emociones,
enfrentar discriminación o rechazo que afecten su entorno o sus relaciones,
vivir con culpa o arrepentimiento que afecten su autoestima o su felicidad, o
tener dificultades o limitaciones que afecten su proyecto de vida o su bienestar.

Estas son algunas de las consecuencias que tiene el aborto para la salud y el
bienestar de las mujeres, que muestran la importancia y la responsabilidad de
este fenómeno. A continuación, te voy a hablar sobre las opiniones y las
actitudes sobre el aborto.

Opiniones y actitudes sobre el aborto

El aborto es un tema que genera una serie de opiniones y actitudes que reflejan
la posición y la valoración que tiene la sociedad sobre este fenómeno. Estas
opiniones y actitudes pueden ser favorables o desfavorables, y pueden variar
según el nivel de información, conocimiento y conciencia que tenga la
población sobre el aborto. Estas opiniones y actitudes se pueden expresar por
medio de los medios de comunicación, las encuestas, las entrevistas, los
testimonios, las noticias, los reportajes, los documentales, los videos, las redes
sociales, las movilizaciones, las campañas, las organizaciones, los grupos, los
líderes, los influencers, los famosos, los políticos, los religiosos, los médicos, los
académicos, los artistas, los deportistas, los jóvenes, los adultos, los hombres,
las mujeres, etc.

Según los resultados de mi búsqueda web, las opiniones y las actitudes sobre el
aborto son muy diversas y cambiantes, y dependen de muchos factores, como la
cultura, la religión, la educación, la ideología, la experiencia, la empatía, etc. Sin
embargo, se pueden identificar algunas tendencias generales que muestran la
evolución y el estado actual de este tema. Estas tendencias son:

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A favor del aborto: Son aquellas opiniones y actitudes que defienden el derecho
de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y su propio destino, y que
apoyan la legalización y la despenalización del aborto en todo el mundo. Estas
opiniones y actitudes se basan en argumentos de índole ética, jurídica, social,
médica y humana, y se expresan por medio de movimientos y organizaciones
feministas, progresistas, laicas, humanistas, etc. Algunos ejemplos de estas
opiniones y actitudes son: el lema “Mi cuerpo, mi decisión”, la campaña “Aborto
legal, seguro y gratuito”, el pañuelo verde que simboliza la lucha por el aborto,
el documental “Vessel” que muestra la labor de Women on Waves, la
organización que ofrece servicios de aborto en el mar, el testimonio de Belén, la
joven argentina que fue encarcelada por un aborto espontáneo, la sentencia de
la Suprema Corte de México que declaró inconstitucional la penalización del
aborto, o la canción “Un violador en tu camino” que denuncia la violencia
machista y el aborto forzado.

En contra del aborto: Son aquellas opiniones y actitudes que rechazan el

derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y su propio destino, y
que se oponen a la legalización y la despenalización del aborto en todo el
mundo. Estas opiniones y actitudes se basan en argumentos de índole moral,
religiosa, natural, familiar y humana, y se expresan por medio de movimientos y
organizaciones conservadoras, religiosas, tradicionales, provida, etc. Algunos
ejemplos de estas opiniones y actitudes son: el lema “Salvemos las dos vidas”, la
campaña “40 días por la vida”, el pañuelo celeste que simboliza la defensa de la
vida, el documental “180” que muestra el cambio de opinión de personas que
estaban a favor del aborto, el testimonio de Gianna Jessen, la mujer que
sobrevivió a un aborto salino, la ley de Alabama que prohíbe el aborto en casi
todos los casos, o la canción “Un corazón latiendo” que celebra la vida desde la
concepción.

Estas son algunas de las opiniones y las actitudes sobre el aborto, que muestran
la controversia y el debate que existe sobre este tema. A continuación, te voy a
presentar las conclusiones de mi investigación sobre el aborto.

Conclusiones

En esta parte, voy a responder a la pregunta de investigación, y a contrastar la

hipótesis con los resultados obtenidos. Voy a resumir los hallazgos más
importantes de mi investigación, y a destacar las implicaciones y las
recomendaciones que se derivan de ellos. También voy a señalar las

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limitaciones y las dificultades que he encontrado en mi trabajo, y a sugerir
posibles líneas de investigación futuras sobre el aborto.

Respuesta a la pregunta de investigación

La pregunta de investigación que me planteé al inicio de este trabajo fue: ¿Qué

hay detrás de las posturas a favor y en contra del aborto? ¿Qué argumentos y
evidencias las sustentan? ¿Qué consecuencias tiene el aborto para las mujeres,
la sociedad y el mundo?

La respuesta a esta pregunta es que el aborto es un tema complejo y

multidimensional, que no se puede reducir a una sola perspectiva o argumento.
El aborto implica consideraciones biológicas, médicas, éticas, legales, sociales,
psicológicas y religiosas, que deben ser analizadas con rigor y respeto. El aborto
afecta a las mujeres, pero también a los hombres, a los niños, a las familias, a las
comunidades y a la humanidad. El aborto tiene beneficios, pero también
riesgos, complicaciones y consecuencias. El aborto es una realidad, pero
también una controversia, que requiere de información, diálogo y consenso.

Contraste de la hipótesis con los resultados

La hipótesis que formulé al inicio de este trabajo fue que el aborto es un tema
complejo y multidimensional, que no se puede reducir a una sola perspectiva o
argumento. Esta hipótesis se ha confirmado con los resultados obtenidos, ya
que he podido comprobar que el aborto tiene múltiples aspectos y dimensiones,
que generan opiniones y actitudes diversas y cambiantes, y que tienen
consecuencias variadas y significativas.

Resumen de los hallazgos más importantes

Los hallazgos más importantes que he obtenido en mi investigación sobre el

aborto son los siguientes:

El aborto es una práctica que consiste en interrumpir voluntariamente el

embarazo antes de que el feto pueda sobrevivir fuera del útero. El aborto se
puede clasificar según su causa, su método, su momento y su legalidad.

El aborto es una realidad que afecta a millones de mujeres en el mundo cada

año. Se estima que entre 2015 y 2019 se realizaron unos 73,3 millones de abortos

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inducidos en el mundo, de los cuales el 55% fueron seguros, el 31% fueron
menos seguros y el 14% fueron el menos seguros. Esto significa que unos 25,5
millones de abortos fueron inseguros, lo que implica un riesgo elevado de
morbilidad y mortalidad para las mujeres que los practican.

El aborto es un tema que genera una serie de opiniones y actitudes que reflejan
la posición y la valoración que tiene la sociedad sobre este fenómeno. Estas
opiniones y actitudes pueden ser favorables o desfavorables, y pueden variar
según el nivel de información, conocimiento y conciencia que tenga la
población sobre el aborto. Estas opiniones y actitudes se pueden expresar por
medio de los medios de comunicación, las encuestas, las entrevistas, los
testimonios, las noticias, los reportajes, los documentales, los videos, las redes
sociales, las movilizaciones, las campañas, las organizaciones, los grupos, los
líderes, los influencers, los famosos, los políticos, los religiosos, los médicos, los
académicos, los artistas, los deportistas, los jóvenes, los adultos, los hombres,
las mujeres, etc.

El aborto es una decisión que implica una serie de razones y motivos que llevan
a la mujer a interrumpir el embarazo. Estas razones pueden ser de índole
personal, familiar, social, económica, médica o legal, y pueden variar según
cada caso y contexto. Sin embargo, se pueden identificar algunas razones
comunes que influyen en la decisión de abortar, y que se relacionan con el
deseo, la capacidad y la responsabilidad de tener y criar un hijo. Estas razones
son: no desear tener un hijo, no poder tener un hijo, o no deber tener un hijo.

El aborto es una práctica que implica una serie de riesgos y complicaciones que
pueden afectar la salud y el bienestar de las mujeres que lo practican. Estos
riesgos y complicaciones pueden ser de índole física, mental o social, y pueden
variar según el método, el momento y la seguridad del aborto. Estos riesgos y
complicaciones pueden ser leves, moderados o graves, y pueden manifestarse
durante o después del aborto. Algunos de estos riesgos y complicaciones son:
sangrado, infección, perforación, adherencias, infertilidad, embarazo ectópico,
parto prematuro, cáncer de mama o de útero, estrés, ansiedad, depresión,
culpa, arrepentimiento, duelo, baja autoestima, trastorno de estrés
postraumático, suicidio, discriminación, violencia, estigma, rechazo,
aislamiento, o ruptura.

El aborto es una práctica que tiene una serie de consecuencias para la salud y el
bienestar de las mujeres que lo practican. Estas consecuencias pueden ser
positivas o negativas, y pueden variar según el método, el momento y la
seguridad del aborto. Estas consecuencias pueden ser físicas, mentales o
sociales, y pueden manifestarse durante o después del aborto. Algunas de estas
consecuencias son: aliviar el sufrimiento o el riesgo que implica el embarazo no
deseado o peligroso, recuperar el control sobre su cuerpo y su futuro, liberarse

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de la violencia o la opresión que sufre por su condición de mujer, empoderarse
como sujeto de derechos y de decisiones, recibir apoyo y solidaridad de otras
mujeres o de organizaciones que defienden el aborto, mejorar su calidad de
vida y su bienestar, o padecer complicaciones o secuelas que afecten su salud o
su fertilidad, sufrir trastornos o conflictos que afecten su mente o sus
emociones, enfrentar discriminación o rechazo que afecten su entorno o sus
relaciones, vivir con culpa o arrepentimiento que afecten su autoestima o su
felicidad, o tener dificultades o limitaciones que afecten su proyecto de vida o
su bienestar.

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