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INTRODUCCIÓN
Se puede entender a la ecofisiología vegetal como una ciencia de síntesis entre la
morfología, fisiología, bioquímica y genética que trata de entender las respuestas de un
organismo frente a un ambiente determinado. Se debe tomar en cuenta que al hablar de
ambiente nos referimos a aquellos con temperaturas día/noche contrastantes, radiación
distinta a lo largo del día, fluctuación de la humedad en los suelos, diferente calidad de los
suelos, etc., es decir, fenómenos a veces difíciles de analizar, por lo que muchas veces es
necesario recurrir a modelos matemáticos y físicos.
Las plantas son los principales organismos responsables de que la Tierra contenga vida tal
y como la conocemos. La fisiología vegetal es una disciplina que pretende describir los
mecanismos del funcionamiento de las plantas que subyacen a las observaciones
ecológicas. En otras palabras, los ecofisiólogos estudian las bases del control del
crecimiento, la reproducción, la supervivencia, abundancia, distribución geográfica de las
plantas y, además, cómo estos aspectos son condicionados por el ambiente físico y químico
y por la interrelación con los distintos tipos de organismos vivos que rodean a las plantas.
Desde el momento en que una planta comienza su vida y hasta su muerte existen diferentes
procesos organizados que la hacen crecer, incrementar su complejidad e iniciar cambios
cualitativos en su crecimiento, como pueden ser la formación de flores o frutos en una época
del año y el desprendimiento de las hojas en otros.
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influencia desfavorable en la planta. En la mayoría de los casos, el estrés se mide en
relación a las tasas de supervivencia, el rendimiento y el crecimiento de la especie de
interés.
Algunos de los factores ambientales, tales como la temperatura del aire, pueden llegar a
generar estrés en pocos minutos; otros, como el contenido de agua del suelo pueden tardar
días o semanas, y factores tales como la falta de nutrientes en el suelo pueden tardar
meses.
Las acciones de los distintos factores ambientales generadores de estrés juegan así un
papel importante en determinar o limitar la distribución y las tasas de crecimiento y
supervivencia de las especies de plantas en un cierto ambiente.
Entender los procesos por los cuales se generan daños por estrés y los mecanismos de
respuesta de las plantas al estrés ambiental es de inmensa importancia para la agricultura
y el medio ambiente en general.
Existen numerosas motivaciones para estudiar la fisiología de las plantas bajo estrés
(ecofisiología), de las cuales nombraremos aquí las que se consideran más importantes:
a) En primer lugar, el conocimiento de los factores de estrés en los vegetales puede resultar
crucial para la elaboración de modelos que permitan predecir o explicar la respuesta de las
plantas ante un determinado factor de estrés. Por ejemplo, predecir posibles efectos de las
sequías o cambios marcados de temperatura y su efecto sobre las tasas de supervivencia
y crecimiento de las especies vegetales. A este concepto de “desarrollo de modelos
predictivos” se suma también el de “toma de decisiones”, pudiendo por ejemplo utilizarse
esta información para la selección de unas u otras especies para un determinado sitio de
plantación, densidades y pautas de manejo en función de minimizar el efecto de daño de
un determinado factor de estrés.
b) desde una perspectiva ecofisiológica, el análisis de la interacción de las plantas con los
factores ambientales es fundamental para comprender la distribución de las especies en
los diferentes ecosistemas. Es decir que es necesario poder contestar la pregunta ¿por qué
está aquí esta especie y no otra?
Para cada factor ambiental es posible dividir los organismos en dos categorías: aquellos
que presentan una tolerancia amplia (organismos estenoicos) y aquellos que presentan una
tolerancia baja frente a un determinado factor ambiental (organismos eurioicos).
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El crecimiento y productividad de las plantas se ven afectados por el estrés hídrico, las
bajas o altas temperaturas, altos niveles de radiación y otros factores. La cuantificación de
estos efectos a través de estudios ecofisiológicos permite el diseño de normas de manejo
que mejoren el repoblamiento y la recuperación de los ecosistemas degradados o la
utilización de especies con fines productivos. Por otro lado, la ecofisiología puede ser una
herramienta básica en los programas de mejoramiento genético para el desarrollo de
criterios de selección.
La ecofisiología está así contribuyendo con información valiosa que nos permite cada vez
más entender el funcionamiento de especies vegetales económicamente relevantes. Este
entendimiento es clave para llevar a la práctica la potencialidad productiva que conllevan,
haciendo un aporte cierto al desarrollo en general.
Se conoce la teoría de los sistemas del físico Ludwig von Bertalanffy (1979), tiene muchas
aplicaciones en la biología. Según esta teoría existen tres clases de sistemas: los aislados,
los cerrados y los abiertos. Un sistema aislado sólo intercambia energía con el medio, por
ejemplo, la Tierra; uno cerrado no intercambia ni materia ni energía, por ejemplo, un cilindro
con gas a temperatura uniforme es un caso ideal; y uno abierto intercambia materia y
energía con el ambiente, por ejemplo, una planta.
Las plantas en su relación con el ambiente en que se desarrollan pueden ser analizadas
mediante la teoría de los sistemas abiertos, es decir sistemas orgánicos complejos que
intercambian materia y energía con su ambiente inmediato. Una planta de quinua
fotosintetizada intercambia materia, nutrientes del suelo, agua, y energía solar, y a su vez
elimina hacia el ambiente oxígeno, materia orgánica en forma de hojas y exudados
orgánicos (Ver figura 1) es decir, cumple con la definición de un sistema abierto. Este
sistema abierto está influenciado por el medio que lo rodea, por lo que todas sus funciones
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se ven afectadas de una u otra manera por la temperatura, humedad, disponibilidad
de agua, radiación, presión atmosférica, etc. Esto quiere decir que las condiciones
que lo rodean afectan el funcionamiento de este sistema abierto, de manera que
una especie cualquiera, natural o cultivada en un ambiente determinado deberá
ajustar sus mecanismos fisiológicos y morfológicos ante un ambiente cambiante,
exhibiendo una respuesta o comportamiento que se traduce morfológica (altura,
tamaño de hoja, productividad, etc.) y fisiológicamente (respiración y fotosíntesis a
ciertos niveles, producción de ciertos compuestos orgánicos, etc.) que podemos
estudiar o investigar con métodos adecuados para conocer la mejor situación para
la producción o productividad.
Los ecosistemas que se desarrollan en gradientes altitudinales están expuestos a
cambios en las condiciones ambientales. Estas gradientes son muy útiles para
estudiar las estrategias que una misma especie utiliza para afrontar estos cambios
(ver tabla 1).
VARIABLE TENDENCIA
Temperatura Disminuye
Presión atmosférica Disminuye
Radiación visible Aumenta
Radiación UV-B Aumenta
Humedad relativa Aumenta
Humedad del suelo Aumenta
Figura 1. Una
planta como
sistema abierto
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Es necesario tener en cuenta que la especie puede exhibir varias respuestas al
cambio de condiciones ambientales. Por lo tanto, se debe hablar de posibles
respuestas de la planta frente a un ambiente determinado. No hay que olvidar que
existe toda una plasticidad genética que permitirá a la especie expresarse, dentro
de ciertos límites, fenotípicamente, es decir, expresiones morfológicas que están
fuertemente influenciadas por efectos ambientales tales como la disponibilidad de
agua, nutrientes, condiciones de radiación, temperatura, y otros factores que la
llevan en definitiva a obtener una morfología y fisiología adaptadas a su ambiente
(ver figura 2).
Examinemos algunos ejemplos: Una planta creciendo en un clima de mucha
radiación solar, noches frías, suelo caliente durante el día, bajas precipitaciones y
frecuentes heladas nocturnas, además de crecer en altura, ajustará sus
mecanismos ante estos ambientes y microambientes. En consecuencia, tendrá una
morfología y fisiología determinadas para esas condiciones ambientales.
Factores
Ambientales
a
b
Dotación Expresión c
Especie
Genética Fenotípica d
e
Figura 2. Factores ambientales.
Se podría hacer el mismo análisis en el caso de una especie cualquiera que crece
en la gradiente altitudinal, desde los 4,200 m hasta los 5,200 m sobre el nivel del
mar. Esta especie cambia su tamaño y sus hojas con la altura y en general, su
bioquímica es distinta. Se trata de la misma especie que ajustó sus mecanismos
morfológicos y fisiológicos para enfrentarse a un ambiente particular.
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LOS FACTORES AMBIENTALES Y LAS PLANTAS
Es ampliamente aceptado que los factores ecológicos o ambientales se relacionan
con los procesos fisiológicos de las plantas para incidir en su crecimiento, desarrollo
y producción. Los factores climáticos que más influyen sobre la fisiología de las
plantas son la temperatura y la lluvia, y le siguen en importancia la luz solar, la
humedad relativa y el viento. En cuanto a los factores edáficos son importantes las
características físicas y químicas del suelo, y en el aspecto biológico es básica la
composición genética del material de siembra. A esos factores se agrega el manejo
agronómico que proporciona el hombre.
La mayoría de los procesos biológicos se acelerarán con temperaturas altas, lo cual
puede ser tanto positivo como negativo. Un rápido crecimiento o producción de
frutos es un beneficio en la mayoría de los casos, sin embargo, la excesiva
respiración que se produce es desfavorable porque implica que quedará menos
energía disponible para el desarrollo de los frutos, resultando en unos frutos más
pequeños. Algunos efectos se manifiestan a corto plazo mientras que otros lo harán
a largo plazo. El equilibrio de asimilación de la planta, por ejemplo, se ve
influenciado rápidamente por la temperatura, sin embargo, la inducción floral
requerirá más tiempo.
ATMÓSFERA
La atmósfera es una capa de aire delgada que rodea la tierra. Alrededor de 80% de
la capa inferior está en la tropósfera, que se extiende desde la superficie de la tierra
hacia arriba unos 17 Km, en los trópicos y subtrópicos, pero solo 10 Km en latitudes
más altas. La mayor parte de la circulación global ocurre en la tropósfera, y allí se
localiza casi todo el vapor de agua de la atmósfera. En esa capa, la presión
atmosférica disminuye hacia arriba, así como la temperatura, que alcanza un
mínimo en la tropopausa. La estratósfera, que se extiende hacia arriba desde el
límite de la tropósfera hasta unos 50 Km por encima de la superficie terrestre,
contiene cerca del 99% de la masa remanente de la atmósfera, pero es
extremadamente seca. El ozono (O3) de la estratosfera absorbe la mayor parte
de la radiación ultravioleta de onda corta que proviene del sol, generando un
escudo protector que permite la vida en la tierra.
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azucares a partir de CO2, agua y energía solar; así mismo se libera oxígeno a la
atmósfera. La respiración de los organismos terrestres y la combustión consume
oxígeno, que es reemplazado por la actividad del fitoplancton y de otros organismos
fotosintéticos.
HIDRÓSFERA
De todos los recursos que las especies vegetales necesitan para crecer y
desarrollarse el agua es el más abundante y puede ser, también, el más limitante
por el gran volumen que una planta debe absorber durante todo su ciclo de vida. No
obstante, las plantas sólo conservan aproximadamente el 3% del volumen total del
agua que absorben, cantidad que usan en la fotosíntesis y otros procesos
metabólicos. El 97% del agua restante, cuya principal función es el transporte de
nutrimentos disueltos a través de la planta, asciende desde la raíz hasta la superficie
de las hojas, donde es evaporada en forma de transpiración.
La cantidad de agua que fluye a través de la planta o circula por unidad de superficie
de cultivo depende de la oferta de agua del suelo, de las características
estructurales y funcionales de la planta o el cultivo, y de las condiciones
atmosféricas. En cada momento de su vida, el estado hídrico de la planta depende
del balance entre el agua que la planta absorbe del suelo y la que pierde por
transpiración. Un exceso de transpiración con respecto a la absorción determina un
balance hídrico negativo, generándose así una situación de déficit cuyas
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consecuencias dependerán de su magnitud y duración. El estado de déficit hídrico
puede influir poderosamente sobre el crecimiento y la producción de materia seca
por las plantas, y por ende sobre el rendimiento de grano, forraje, madera, etc. Las
plantas poseen mecanismos capaces, dentro de ciertos límites, de regular la tasa
de absorción y transpiración, y consecuentemente, el balance hídrico. Los controles
más importantes en este sentido residen en el grado de apertura del poro estomático
(estomas con poros reducidos restringen la pérdida de agua), la modulación de la
expansión foliar (hojas más pequeñas reducen el tamaño del aparato transpiratorio),
variaciones en el ángulo de inserción foliar (la carga de radiación se reduce si las
hojas se orientan en paralelo a los rayos solares), en la senescencia y abscisión de
una parte de las hojas (reduce el tamaño del aparato transpiratorio) y cambios en la
relación área foliar/extensión de raíces (lo que modifica el balance absorción-
transpiración). En las plantas superiores existe una gran variación en lo que
respecta a la capacidad de extracción de agua del suelo, a la regulación del ritmo
transpiratorio y a la influencia de los déficits hídricos sobre el crecimiento y el
rendimiento. Depende del hombre y de su conocimiento de la cuestión, el
aprovechamiento de la diversidad que la naturaleza ofrece.
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La importancia del agua para las plantas
El agua es vital para la vida vegetal. Para sobrevivir, las plantas necesitan agua,
así como nutrientes que son absorbidos por las raíces del suelo. Las plantas son un
90% agua. El agua es transportada por toda la planta de manera casi continua para
mantener sus procesos vitales funcionando.
Sistema de raíces. Las raíces absorben agua del suelo, que luego es llevada a
través de la planta. Gran parte del agua se recoge a través de los filamentos de las
raíces, que son pequeñas raicillas que hay alrededor de las raíces y penetran en el
suelo, aumentando el área de la superficie de la raíz. El agua es un disolvente que
mueve minerales del suelo a través de la planta. Cuando el suelo se seca, el
crecimiento de las raíces disminuye. Mientras que, si el suelo está saturado con
agua, las raíces podrían ahogarse.
Fotosíntesis. El agua se utiliza para los procesos químicos y bioquímicos que
apoyan el metabolismo de la planta. La planta utiliza la luz del sol para separar el
agua en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno luego utiliza dióxido de carbono en el
aire para formar azúcar, mientras que el oxígeno se desecha a la atmósfera y forma
vapor de agua. Las plantas utilizan el oxígeno para quemar el azúcar y producir
energía para los procesos vitales. El único propósito de las hojas es recoger la luz
y hacer azúcar. Las hojas sacan agua de las raíces y el aire entra en las hojas a
través de pequeños orificios llamados estomas. Las estomas abiertas no solo dejan
entrar el aire, sino también hacen que la planta pierda agua por evaporación. Sin
estos agujeros para conservar el agua, la fotosíntesis y la producción de azúcar se
detendrían.
Crecimiento. La división celular y la expansión de las células son las dos formas
en que crecen las plantas. Las células crecen tomando agua. La división celular
crea células adicionales, mientras que la expansión de células crea un aumento en
el tamaño de cada célula. Si el agua está limitada durante los períodos de
crecimiento de una planta, el tamaño final de las células disminuirá, lo que conduce
a menos hojas y de menor tamaño, frutas más pequeñas, tallos más cortos y
gruesos y un sistema radicular más pequeño. La falta de agua produce plantas más
pequeñas y débiles. Para los frutales, por ejemplo, un momento crítico en cuanto a
requerimiento de agua es después de la floración, cuando el fruto comienza a
crecer. Las frutas, los brotes y las hojas nuevas requieren mucha agua y casi todo
el azúcar que las hojas producen. La falta de agua reduce el crecimiento de nuevos
brotes y hojas, lo que significa menos azúcar disponible para el crecimiento del fruto.
El crecimiento del sistema radicular se hace más lento y se podría necesitar mayor
riego para mantener las raíces húmedas.
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RADIACIÓN Y CLIMA
La causa principal del clima es la energía radiante del sol recibida por la tierra. La
radiación está compuesta de ondas electromagnéticas que viajan a la velocidad de
la luz (300.000 Km/seg).
La energía radiante procedente del Sol es recibida por la Tierra en forma de ondas
electromagnéticas (figura), las cuál es varían en longitud de onda desde alrededor
de 290 nanómetros hasta 5000 nm (1 nm = 10-9 m), según Colón y Rodríguez. La
radiación electromagnética se clasifica según su longitud de onda: Radiación
ultravioleta (390 nm o menos); Luz visible (400-750 nm); Radiación infrarroja (750
nm o más); Radiación infrarroja cercana (3000 nm); Radiación infrarroja lejana
(3000 nm o más).
Radiación ultravioleta (390 nm o menos)
Bajo condiciones naturales, radíación UV es absorbida principalmente, por las
moléculas de ozono (03) y oxígeno (O2) en la atmósfera. Esta radíación es
absorbida por los ácidos nucleicos de los organismos vivos y por consiguiente en
los mamíferos puede ocasionar cáncer de piel.
Luz visible (400-750 nm)
La luz visible es capaz de pasar a través de la atmósfera de la tierra con poca
pérdida de energía, aunque puede ocurrir que una parte se refleja debido al vapor
de agua y a las partículas del aire. El término "LUZ" se refiere sólo a la parte visible
del espectro electromagnético [entre 380 a 780 nm], mientras que a todas las otras
regiones como: la ultravioleta e infrarrojo, son radiaciones electromagnéticas. Esta
porción de la radíación solar es la que juega un papel importante en la fotosíntesis.
Radiación infrarroja (750 nm o más)
Esta radiación es responsable de producir el calor. No tiene efecto directo sobre el
proceso de fotosíntesis.
Radiación infrarroja cercana (3000 nm)
La mayor parte de esta radiación es absorbida por las moléculas de dióxido de
carbono [CO2] y vapor de agua en la atmósfera. Esta es una radiación que juega
un papel importante en el efecto invernadero al calentar la atmósfera.
Radiación infrarroja lejana (3000 nm o más)
Esta se refleja de nuevo al espacio por medio de la atmósfera. Se emplea para
transmitir señales de radar, televisión y radio.
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FIGURA. ESPECTRO ELECTROMAGNÉTICO
Toda la vida sobre la tierra es mantenida por el flujo de energía radiante proveniente
del sol, que penetra la biosfera. Mediante la fotosíntesis esta energía se fija en forma
de energía química latente, que se moviliza hacia todos los componentes de una
cadena alimenticia. Para las plantas la radiación no es solamente una fuente de
energía (efecto foto energético), es también un estímulo que dirige el
desarrollo (efecto foto cibernético), y ocasionalmente puede actuar como un
factor estresante (efecto foto destructivo). Cada uno de estos procesos es
activado por la absorción de cuantos de luz, cuya respuesta es mediada por foto
receptores, con un espectro de absorción que corresponde a un efecto foto
biológico. En este tipo de respuesta son importantes el tiempo de duración del
estímulo, la dirección de la radiación incidente, y la composición espectral de la
radiación absorbida.
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(ciclosis de los cloroplastos), fotomorfogénesis, síntesis de antocianinas, visión,
fotosíntesis y movimientos de orientación de los cloroplastos.
La radiación solar y sus flujos son altamente variables, tanto en el tiempo como en
el espacio, el clima, la estación y otros factores. La distribución de los organismos y
plantas responde acorde con estos cambios.
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esta forma de energía exhibe ambas propiedades, eléctricas y magnéticas.
Mediante variados estudios se diferenció efectos térmicos, fotosintéticos y
fotomorfogénicos de la radiación (incluyendo fotoperiodismo) en los cultivos según
la tabla, que se observa a continuación.
a. Las radiaciones que están por encima de 1.0 micra, no presentan efectos
específicos sobre las plantas, esta radiación es absorbida y transformada en calor
y empleada en procesos bioquímicos.
b. La radiación entre 1.0 y 0.71 micras, tiene efectos específicos de elongación en
las plantas, el infrarrojo lejano es también importante para el fotoperiodismo,
germinación de las semillas, control de la floración y coloración de los frutos.
c. La radiación entre 0.72 y 0.61 micras, es una banda fuertemente absorbida por
la clorofila b. Tiene fuertes efectos en la actividad fotosintética, y en muchos casos
presenta gran influencia en el fotoperiodo.
d. La radiación entre 0.61 y 0.51 micras, esta región tiene bajos efectos
fotosintéticos en el verde, y débil actividad formativa.
e. La radiación entre 0.51 y 0.40 micras es esencialmente la región fuerte de la
clorofila b,
y la absorción por pigmentos amarillos. Es una región de fuerte actividad
fotosintética en el azul-violeta, y de fuertes efectos formativos.
f. La radiación entre 0.40 y 0.315 micras es una banda de efectos formativos, las
hojas se vuelven delgadas y las plantas cortas.
g. La radiación entre 0.315 y 0.28 micras es una zona detrimental para muchas
plantas
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h. La radiación por debajo de 0.28 micras es una radiación que rápidamente mata
las plantas. La energía incidente en la estratosfera se modifica durante el paso a
través de la atmósfera por los siguientes procesos:
a. La Reflexión de las nubes, es la proporción de la energía reflejada y se conoce
como albedo, es la fracción de energía reflejada con respecto a la energía incidente;
para la tierra tiene un valor medio próximo al 35%.
c. El Albedo es la capacidad de reflexión que tiene una planta, está relacionado con
la naturaleza del cuerpo, es el indicador de la mayor o menor eficiencia que puede
tener un cultivo para absorber energía, y en consecuencia la mayor o menor
acumulación de materia seca. En la siguiente tabla, se presenta el valor del albedo
para algunos cultivos de importancia económica.
La Temperatura
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de estado del agua (hielo - líquido– vapor), cambios en la estructura y actividad de
las macro moléculas, las funciones asociadas a la membrana y la actividad
enzimática.
LA LITOSFERA Y EL SUELO
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La aireación varía de acuerdo a las condiciones del suelo, por ejemplo, un suelo
encharcado o saturado de agua tiene poca aireación. El suelo proporciona sostén
mecánico para las plantas terrestres y alberga microorganismos del ciclo del
nitrógeno o que realizan la descomposición de la materia orgánica, liberando los
elementos químicos que requiere la planta para crecer. Así mismo, en el suelo se
encuentran hongos que forman asociaciones con las raíces, micorrizas y
organismos patógenos que les causan daños a las plantas.
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