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Este documento discute la mayordomía cristiana del dinero y las bases bíblicas para el diezmo y las ofrendas. Explica que los cristianos deben dar el diezmo, que es el 10% de sus ingresos, a la iglesia local para apoyar el ministerio. También deben dar ofrendas voluntarias. El documento analiza pasajes bíblicos como Génesis 14 y 28, Levítico 27, y Mateo 23 que apoyan la práctica del diezmo. Concluye enfatizando la importancia de dar con
Este documento discute la mayordomía cristiana del dinero y las bases bíblicas para el diezmo y las ofrendas. Explica que los cristianos deben dar el diezmo, que es el 10% de sus ingresos, a la iglesia local para apoyar el ministerio. También deben dar ofrendas voluntarias. El documento analiza pasajes bíblicos como Génesis 14 y 28, Levítico 27, y Mateo 23 que apoyan la práctica del diezmo. Concluye enfatizando la importancia de dar con
Este documento discute la mayordomía cristiana del dinero y las bases bíblicas para el diezmo y las ofrendas. Explica que los cristianos deben dar el diezmo, que es el 10% de sus ingresos, a la iglesia local para apoyar el ministerio. También deben dar ofrendas voluntarias. El documento analiza pasajes bíblicos como Génesis 14 y 28, Levítico 27, y Mateo 23 que apoyan la práctica del diezmo. Concluye enfatizando la importancia de dar con
La actitud del cristiano hacia el dinero lo enseña Jesús en Lucas 12:15. Los hijos de Dios no debemos tratar de acumular solo para nosotros, sino vivir sosteniendo la obra de Dios. Debemos tomar en cuenta lo siguiente a.- Cuánto debo dar? De acuerdo a la medida en que Dios me prospere (1 Co. 16:2) y hacerlo con generosidad (2 Co. 9:6). Jesús dijo: Mas bienaventurado es dar que recibir (Hch. 20:35). También debemos dar proporcionalmente, es decir que debe ser de acuerdo a la cantidad que recibimos. Si somos fieles en lo poco o en lo mucho siempre seremos bendecidos b.- A Quien debo dar? El creyente sincero no tendrá problemas en saber a quién debe dar. Sentirá que es su responsabilidad dar a la iglesia local porque allí es donde se alimenta espiritualmente y se sostienen los ministros de la palabra de Dios que trabajan en evangelizar al no creyente y consolidar a los creyentes (1 Corintios 9:13, 14; Fil. 4:10, 11; Hebreos 13:7). c. ¿Qué es el Diezmo? Es la porción de nuestro ingreso que le pertenece a Dios. En el Antiguo Testamento muchas veces daban en ganado, comida, ropa, joyas o dinero. Hoy generalmente damos en forma de dinero. El diez por ciento de todo lo que ganamos es el diezmo del Señor. La Palabra claramente nos indica que debemos llevar diezmos al alfolí (iglesia). No damos el diezmo porque Dios tenga necesidad de nuestro dinero, todo lo que tenemos le pertenece a Dios y damos los diezmos porque le pertenecen y en agradecimiento por su misericordia y bondad. 2.- BASES BIBLICAS SOBRE EL DIEZMO Abraham conocido como el padre de la fe, amaba a Dios, obedeció sus reglas con un corazón dispuesto. Aprendió que la obediencia a Dios trae gran bendición (Génesis 14:18-20). Jacob también prometió diezmar a Dios de todo lo que obtuviera (Génesis 28:22). La ley de Moisés señalaba que el diezmo sería consagrado a Jehová (Levítico 27:30-33). En Malaquías 3:8-10, se señala las bendiciones y maldiciones con relación a dar o no el diezmo. Jesús exhorta a diezmar con justicia, misericordia y fe (Mateo 23:23). Así como en el A.T. y N.T. el Señor lo ordena para sostener a sus predicadores y la extensión de su reino (1 Co. 9:13.14). Qué son la ofrendas? Es un don que se ofrece y se dedica a Dios voluntariamente. La biblia cuenta que Abel trajo ofrenda al Señor, Génesis 4:4), y dio lo mejor del rebaño. A Dios le complació, porque la dio con gozo, fe y obediencia. Salomón dijo “honra a Jehová con tus bienes y las primicias de todos tus frutos” (Proverbios 3:9). 3.- NUESTRA ACTITUD AL DIEZMAR Y OFRENDAR Cada uno tiene una responsabilidad hacia Dios, no importa cuán grande o pequeño sea nuestro diezmo, pero sí importa que le demos a Dios lo que es legítimamente de Él. Siempre dar con un corazón sincero, nunca con resentimiento o mezquindad. Es importante ser constantes en ofrendar y diezmar; si retenemos los diezmos para compensarlos en otra oportunidad, tal actitud nos puede llevar a no diezmar y debemos hacerlo con gozo y rectitud de corazón voluntariamente, no por exigencia ni con tristeza ni por necesidad porque Dios ama dador alegre, 2 Corintios 9:7. Un gran ejemplo nos enseña la viuda pobre, quien con amor echó su ofrenda (Lucas 21:1-4). Un ejemplo negativo lo vemos en Hechos 5, con Ananías y Safira.