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Ofrendas
Éxodo 25:2. «Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda
(tabernáculo); de todo varón - que la diere - de su voluntad, de corazón,
tomaréis mi ofrenda» , ofrenda para construir el tabernáculo - materiales de
acuerdo al diseño dado por Dios
2 Corintios 9:7-8 Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón,
no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. Y
Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre,
en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en
ustedes.
La ofrenda nace de la Fë
El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma,
aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de
justicia. Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión
puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de
ustedes resulte en acciones de gracias a Dios.
(2 Corintios 9:10-11)
Ya he recibido todo lo que necesito y aún más; tengo hasta de sobra ahora que
he recibido de Epafrodito lo que me enviaron. Es una ofrenda fragante, un
sacrificio que Dios acepta con agrado. Así que mi Dios les proveerá de todo lo
que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:18-19)
Los ancianos que dirigen bien los asuntos de la iglesia son dignos de doble
honor, especialmente los que dedican sus esfuerzos a la predicación y a la
enseñanza. Pues la Escritura dice: «No le pongas bozal al buey mientras esté
trillando», y «El trabajador merece que se le pague su salario».
(1 Timoteo 5:17-18)
Por ahora, voy a Jerusalén para llevar ayuda a los hermanos, ya que Macedonia
y Acaya tuvieron a bien hacer una colecta para los hermanos pobres de
Jerusalén. Lo hicieron de buena voluntad, aunque en realidad era su obligación
hacerlo. Porque, si los gentiles han participado de las bendiciones espirituales de
los judíos, están en deuda con ellos para servirles con las bendiciones
materiales.
(Romanos 15:25-27)
Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya
ninguna de sus posesiones, sino que las compartían. Los apóstoles, a su vez, con
gran poder seguían dando testimonio de la resurrección del Señor Jesús. La
gracia de Dios se derramaba abundantemente sobre todos ellos, pues no había
ningún necesitado en la comunidad.
(Hechos 4:32-34a)
Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.
(Gálatas 6:2)
4. A Dios le agrada que seamos generosos
Ofrendar también muestra nuestro deseo de agradar a Dios. Él nos llama a ser
generosos y se alegra cuando vivimos con un corazón dador usando los recursos
que él nos provee para bendecir a otros. Al enfocarnos en las necesidades de los
demás podemos ver con más claridad la provisión de Dios en nuestras vidas y
crecemos en agradecimiento para con Dios.
Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada,
sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá
a ustedes.
(Lucas 6:38)
“La generosidad de Dios está relacionada con el gozo divino, como el que se
evoca cuando Sus hijos guardan Sus mandamientos. Él es presto para bendecir y
se deleita en honrar a los que son fieles.
1 Crónicas 29:14 Pero ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos
darte estas ofrendas voluntarias? En verdad, tú eres el dueño de todo, y lo que
te hemos dado, de ti lo hemos recibido.