Está en la página 1de 5

Revista electrónica mensual del Instituto Universitario Virtual Santo Tomás

e-aquinas
Año 1 - Número 7 Julio 2003 ISSN 1695-6362

Este mes... LA MÍSTICA EN SANTO TOMÁS DE AQUINO


(Cátedra de Estudios Tomistas del IUVST)

Aula Magna:
IGNACIO ANDEREGGEN, Fortaleza y mística en Santo Tomás y
en la misión de sus discípulos 2-28

Documento:
MARTÍN ECHAVARRÍA, La vida mística, perfección del hombre
según Santo Tomás 29-55

Publicación:
IGNACIO ANDEREGGEN, Contemplación filosófica y
contemplación mística 56-59

Noticia:
ABELARDO LOBATO, Presentación del Congreso Tomista
Internacional (Roma, 21-25 septiembre 2003) 60-65

Foro:
¿Es la mística la perfección de la vida cristiana, según Santo Tomás? 66

© Copyright 2003 INSTITUTO UNIVERSITARIO VIRTUAL SANTO TOMÁS


Fundación Balmesiana – Universidad Abat Oliba CEU
IGNACIO ANDEREGGEN, Contemplación filosófica y contemplación mística

Contemplación filosófica y
contemplación mística.
Desde las grandes autoridades del siglo
XIII a Dionisio Cartujano
Ignacio Andereggen
Buenos Aires, Editorial de la Universidad Católica Argentina, 2002, pp.598

El P. Ignacio Andereggen es profesor de teología dogmática y de filosofía


en la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma), en el Ateneo Pontificio Regina
Apostolorum (Roma) y en la Pontificia Universidad Católica Argentina (Buenos
Aires), además de socio correspondiente de la Pontificia Academia de Santo
Tomás de Aquino y de la Religión Católica. El libro que presentamos es su Tesis
de Doctorado en Teología por la Gregoriana -ya era Doctor en Filosofía por la
misma universidad con su estudio sobre La metafísica de Santo Tomás en la
Exposición al De Divinis Nominibus de Dionisio Areopagita, Editorial de la
Universidad Católica Argentina, Buenos Aires 1989. Entre sus numerosas
publicaciones se cuentan también los libros: Introducción a la Teología de Tomás de
Aquino, Editorial de la Universidad Católica Argentina, Buenos Aires 1992 [trad.
italiana, Dehoniane, Roma 1996]; Hegel y el Catolicismo, Editorial de la
Universidad Católica Argentina, Buenos Aires 1995; La psicología ante la gracia,
Ediciones de la Universidad Católica Argentina, Buenos Aires 1997, 1999;
Sacerdozio e pienezza di vita. Teologia e spiritualità sacerdotale nel Concilio Vaticano II
e in San Tommaso d'Aquino, Edizioni Dionysius, Roma 2003; además de
numerosos artículos en publicaciones periódicas especializadas, y de su
colaboración en la obra colectiva Storia della Teologia (Dehoniane) con artículos
sobre san Alberto Magno y santo Tomás.

La obra que nos ocupa se debe englobar en un proyecto más amplio de


investigación teológica y filosófica que intenta comprender el proceso que va
desde las grandes figuras de la mística de la era patrística y escolástica, con
especial interés en la obra del Pseudo-Dionisio Areopagita y de su inmensa
herencia espiritual, que pasa a través de autores a veces no tan conocidos -como
Thomas Gallus-, hasta san Alberto, san Buenaventura y santo Tomás, para
culminar en los grandes autores espirituales de inicios de la modernidad,
especialmente en san Juan de la Cruz; y, por el contrario, causando una reacción
de sentido opuesto, pero de raíces también espirituales, en la modernidad,

p. 56
e-aquinas 1 (2003) 7

culminando en el sistema de Hegel, con sus consecuencias después en la cultura


y en la praxis de la vida cristiana.

En este contexto, Contemplación Filosófica y contemplación mística ocupa un


puesto clave, pues se trata de comprender la transición desde las grandes
autoridades de la escolástica, especialmente san Buenaventura y santo Tomás
de Aquino, a la espiritualidad moderna, a través de la síntesis que de la misma
ha sido elaborada por el Doctor Extático, Dionisio el Cartujo. No se trata sólo de
un estudio histórico sobre este autor tan prolífico como poco estudiado, en
especial de su De Contemplatione, sino en el fondo de lograr una comprensión
teológica y espiritual de aquello que de más genuino y perenne hay en la gran
mística medieval.

Una de las cosas más llamativas del estudio es la perspectiva en que el


Cartujano asimila las fuentes, según Andereggen. Mientras que la
interpretación posterior -y aún la contemporánea a este autor- tenderá a ver en
santo Tomás principalmente un autor de teología dogmática y de filosofía, y en
san Buenaventura un autor espiritual, Dionisio el Cartujo sigue a santo Tomás
sobre todo en su doctrina mística (en cambio, suele ser recordado por los
tomistas por su negación de la distinción real entre ser y esencia, defendida en
su juventud); mientras que muchas veces sigue al Doctor Seráfico en temas de
dogmática y filosofía (en cambio sólo hace referencias a Duns Scoto para
criticarlo).

Andereggen critica la separación artificial entre mística y dogmática, y


defiende en modo decidido y convincente el carácter radicalmente místico de la
teología de santo Tomás. Dice en las conclusiones del libro (p. 409):

"El hecho de considerar, como hemos hecho a partir de los textos, a Santo Tomás
de Aquino como un autor espiritual es tal vez sorprendente, en el contexto de las
actuales circunstancias del pensamiento teológico. Que un autor indudablemente
versado en la más genuina experiencia mística como Dionisio Cartujano así lo haya
considerado -como por otra parte lo habían hecho Meister Eckhart y sus seguidores-debe
hacer reflexionar acerca del significado de la misma filosofía y teología del Doctor
Angélico, así como acerca de la historia de la interpretación de su pensamiento.

Era algo indudable, para la gran corriente tradicional que surgía del corazón de
la Edad Media, que Santo Tomás es un autor espiritual. En nuestro contexto teológico-
cultural y filosófico, es necesario realizar un esfuerzo especial, desde el punto de vista
hermenéutico, para captar realmente esa condición en el Aquinate. Los textos en los que
manifiesta Santo Tomás una profunda connaturalidad con la vida sobrenatural más
profunda son muy numerosos. Podemos recordar solamente los referidos a los grados de

p. 57
IGNACIO ANDEREGGEN, Contemplación filosófica y contemplación mística

la Caridad, los que se refieren a la explicación del conocimiento por connaturalidad, los
que explican el don de Sabiduría del Espíritu Santo, muchos pasajes de los Comentarios
a las Sagradas Escrituras y muchas observaciones referidas a la vida moral."

Pero sin intentar reducir la riqueza infinita de la vida espiritual a cuanto


ha dicho el Doctor Angélico, por excelente que ello sea, Andereggen resalta
también la originalidad de la mística, de la teología y de la filosofía de san
Buenaventura. Desde el punto de vista espiritual, un aporte no menor es la
comprensión de la "triple vía" (purgativa, iluminativa y unitiva) en modo
simultáneo en vez de evolutivo (como en Hugo de Balma y san Juan de la Cruz)
-lo que según el autor permite comprender, por ejemplo, que los Ejercicios de
san Ignacio de Loyola se puedan repetir en diversos momentos de la evolución
espiritual, sin suponer que en cuatro semanas se llegará a la unión perfecta con
Dios-. Ambas perspectivas son, en realidad, compatibles.

Sin caer en concordismos simplistas, Andereggen demuestra como, más


allá de detalles técnicos y lingüísticos, el acuerdo espiritual de fondo entre san
Buenaventura y santo Tomás es muy profundo, y que un desarrollo equilibrado
de la teología debe fundarse en ambos grandes autores. Más atrás aún, muestra
también la riqueza de combinar -como hacen todos estos autores, en especial
Alejandro de Hales- Dionisio el Areopagita (autor preferido del Cartujano) con
san Agustín, que son las dos grandes autoridades de las que bebe toda la
tradición mística. Según Andereggen, en el Cartujano se da también un influjo
armónico de Gerson y de Ruysbroeck (como se sabe, muy criticado por el
Canciller parisino). Todos estos autores se encontrarían reunidos en la
experiencia mística, única y personal, pero coincidente en la Unidad infinita de
Dios. E incluso en la expresión sistemática de la misma. Dionisio el Cartujo, más
allá de algunas imprecisiones de su filosofía o del carácter "apresurado" de
algunas de sus síntesis teológicas -que según nuestro autor no reflejarían
siempre la riqueza de las "grandes autoridades" en las que se funda- permitiría
comprender este acuerdo y este nivel de profundidad.

La estructura de la obra es la siguiente: Introducción; dos partes y ocho


capítulos (cinco de la primera y tres de la segunda); conclusión. La Primera
parte trata sobre: "La teología de la contemplación: estudio histórico y
teológico-espiritual". Partiendo del De Contemplatione del Cartujo y de su
concepción sobre la relación entre filosofía y contemplación (c. I y II) se
retrocede hacia el s. XIII para encontrar las raíces de la síntesis del Doctor
Extático. Así se trata sobre los fundamentos de la contemplación en san Alberto
Magno -que no influyó directamente en el De Contemplatione, pero sí en las
obras posteriores de Dionisio- (c. III), y en Alejandro de Hales y san
Buenaventura (c. IV), para concluir con la doctrina sobre la Teología Mística del
Cartujano, de Gerson y de Ruysbroeck (c. V). En la Segunda parte, se trata sobre

p. 58
e-aquinas 1 (2003) 7

"La realización y las formas de ejercicio de la contemplación en la vida


humana". Comienza con el estudio de la vida contemplativa y la vida activa
según santo Tomás (c. VI). A continuación estudia el tema de "las tres vías y los
tres ejercicios" según san Buenaventura (en este contexto se señala la
originalidad que antes mencionamos), Hugo de Balma y Dionisio Cartujano (c.
VII). En el último capítulo (VIII) se trata sobre "las especies y el itinerario de la
contemplación según san Buenaventura y Dionisio Cartujano". Sería prolijo
entrar en el desarrollo concreto del contenido de cada uno de los capítulos, por
la densa doctrina contenida en ellos.

La lectura de la obra es amena por su profundidad espiritual pero difícil


porque evita el simplismo de hacer una síntesis de las doctrinas, sino que nos
pone delante de los riquísimos pero densos textos de los autores -recordemos
que no se trata de una obra de divulgación, sino de una tesis de doctorado-.
Esto podría dar la impresión de dispersión al lector superficial que no siguiera
la lógica espiritual profunda de la obra. Esta coherencia de fondo queda
claramente patente en las conclusiones, en las que en modo unitario y preciso se
ponen de manifiesto los resultados de la investigación que, sin pretenderlo, es
de una inmensa originalidad (sin insistir en que ya el mismo ocuparse de estos
temas y autores es hoy en día original).

Para terminar, el libro posee un importante aparato crítico. Para facilitar


la lectura, la mayoría de las citas en latín se han colocado al final de la obra en
un apéndice. Hay también un índice de autores y una amplia bibliografía.

Martín F. Echavarría

p. 59

También podría gustarte