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40 / 2014
ALBA HORTENCIA GONZÁLEZ REYES cera definición se utiliza para decir acer-
LA CREATIVIDAD DE ca de una enfermedad de las plantas
MUJERES EN EL ARTE causada por virus, que generalmente se
POPULAR, ESTUDIO DESDE presenta como manchas irregulares de
EL FEMINISMO las hojas, de color verde claro, verde
oscuro y amarillento. Puede haber mo-
Eli Bartra Mosaico de creatividades saico de madera, o mosaico vegetal.
experiencias del arte popular Colec- Y mosaico cabe también para el
ción Abate Fría 12, Universidad Au- engarce que Eli Bartra realiza entre los
tónoma Metropolitana, México, estudios feministas, la teoría e histo-
2013. 191 pp. ria del arte en relación a la existencia
de la creatividad femenina. Pero yo
RECEPCIÓN: 10 DE NOVIEMBRE DE 2013. agregaría a ese mosaico otro teórico,
ACEPTACIÓN: 11 DE JULIO DE 2014. con ese ejercicio de escritura de des-
cripción densa a la manera de Clifford
Mosaico de creatividades. Experiencias Geertz, además de la cercanía a las his-
del arte popular es en sí misma una torias de vida y, sumando además, una
experiencia estética multiforme, tanto narrativa cambiante entre una y otra
como el significado de la palabra que de las diferentes experiencias sobre el
según el diccionario de la Real Acade- arte popular que se fueron hilvanando
mia Española, mosaico es la obra entre 2005 y 2010, en comunidades
taraceada (entarimado) de piedras o de diferentes países del mundo, a de-
vidrios, generalmente de varios colo- cir: Brasil, Japón, Nueva Zelanda y
res. También se dice de un organismo México.
formado por dos o más clases de teji- Esas experiencias de trabajo de cam-
dos genéticamente distintos. Una ter- po conforman los cuatro capítulos del
tensos faldones coloridos como si po- maorís. En este apartado nos acerca-
saran y/o bailaran. Pues la muerte tam- mos a las mujeres tejedoras de bol-
bién baila, tiene movimiento, sonrisas sas. Con interés antropológico la autora
y colores. nos acerca a los mitos maorís en rela-
Como el movimiento de los holanes ción con la preparación de las fibras y
de la falda de las muertes bailarinas, el proceso de elaboracion de las ca-
Bartra nos lleva de la descripción nastas.
etnográfica a la narrativa estética y de Con el apoyo de la voz narradora
ahí al relato acerca de la transforma- de Judy su informante maorí, Bartra
ción de las mujeres que de la depre- escribe acerca de las creencias sobre
sión fueron al empoderamiento. En el la menstruación, esa potencial energía
árbol se secan troncos para dar paso a que puede, incluso, secar y matar las
nuevas ramas y en la vida de esas plantas de lino. El relato continúa di-
artesanas de Isucar algunas experien- ciéndonos de las prohibiciones para las
cias las encaminaron a la decisión de mujeres jóvenes al ejercicio de tejer,
cambiar su historia, dieron muerte a contrario a las ancianas mujeres sabias,
la subordinación para dar oportunidad las mejores en el tejer. La menopausia
a la decisión de ser pequeñas empre- como generadora de creatividad para
sarias. la confección de la cestería que servía
Y con la fórmula del cuento de ha- para acarrear y guardar alimentos.
bía una vez en un lejano país, Eli nos Cabalgando entre la tradición y la
lleva hasta Nueva Zelanda, el país in- modernidad las mujeres maorís hablan
sular de Oceanía que se localiza en al de recuperar las técnicas tradicionales
suroeste del Océano Pacífico para del tejido. Esta tarea de recuperación
mostrarnos los tejidos de fibra de lino les permite mantener un elemento de
bolsas-canastas que elaboran mujeres saebres ancestrales de la cultura maorí,
pero sobre todo para colocar en el cen- inició su relato como un cuento ter-
tro los tejidos taonga (como algo muy mina con palabras de ilusión, mencio-
preciado) para honrar a los y las tipuna nando a una de las abuelas de la
o ancestros. antropología Margaret Mead
Nos dice Eli Bartra Raranga no sig-
nifica tejeduría, más bien es un sím- “Donde ahora tenemos unas pautas
bolo de conducta para hombres y otras
para mujeres, solo tendríamos las
“que evoca memorias tribales que expresan los intereses de indivi-
ancestrales; es también un símbolo duos dotados de muchos tipos de cua-
de la sobrevivencia de la cultura lidades. Existirían normas éticas y
maorí y evoca sentimientos de uni- simbolismos sociales, un arte y una
dad y fraternidad o sororidad. Para forma de vida compatibles con cada
entender verdaderamente el espíritu conjunto de cualidades”. (p. 92)
de tejer, la tauira o aprendiz, necesi-
ta trabajar con una tejedora que en- De cuentos e ilusiones, nos vamos
tienda estos principios y esté yendo atrás en el tiempo. Durante su
preparada para compartir su conoci- estancia en Japón en el 2006, Bartra
miento”. (2013: 88) nos introduce a más conocimiento del
arte popular y en específico de las
Las kete o cestas bolsas maorís le su- artesanías tradicionales. En el tercer
man al tejido del lino, significado y valor capítulo ella nos presenta las lacas
con las narrativas que amarran al obje- shunkei del pueblo Hida Takayama de
to con sus orígenes, de esta manera el origen rural y las raquetas decoradas o
valor simbólico y espiritual le da un plus hagoitia de Tokio de origen urbano. Y
a este objeto de arte popular. Si Batra dos elementos se recuperan de esta
experiencia etnográfica. Por una par- La autora vincula esta receta de ela-
te, la autora nos muestra que de la boración de las lacas con el velo cul-
necesidad puede surgir la cohesión. La tural que cubre a las mujeres y las
organización de gremios artesanos para vuelve invisibles. Por su curiosidad
defenderse de la ferocidad del mundo investigativa la Bartra las descubre ar-
neoliberal competitivo y de mercanti- tistas y en esa historia de vida tam-
lización, a través de cooperativas, pero bién administradoras del negocio de la
también de una Ley de protección de artesanía, amas de casa y cuidadoras
las propiedades culturales o patrimo- del marido. Nos confirma historias de
nio tangible e intangible. vida cotidiana con trabajo de doble jor-
La Asociación para la Promoción nada; entre las líneas surge el relato
Industrial de Artesanías Tradicionales de la exclusión en el reconocimiento
en el Japón promueve el Reconocimien- de la creatividad, de la imposición por
to Oficia de Maestro en Artesanías. De parte de algún suegro para que la nue-
4592 Master Crafsmen, 520 son muje- ra trabaje en el negocio.
res; sin embargo, ellas parecen estar Cuando pareciera que la narración
invisibles en este mundo de las arte- se va a convertir en un análisis socio-
sanía, aunque no de la creatividad. De lógico, la autora con destreza nos in-
nuevo, Eli Bartra nos conduce a un viaje troduce en la historia de cómo surgen
con un recorrido por el tiempo cuando los personajes hagoita, cuyos gestos
nos cuenta el origen de la Takayama- están determinados por el rango so-
shikei, su proceso de creación y los ri- cial, porque “no es lo mismo una geisha
tuales que los artesanos tenían que que un ama de casa, una princesa o
seguir para el proceso de creación de una criada” (p. 148). Los gestos en los
las lacas, por cierto todo un reto a la personajes femeninos son inmutables,
paciencia.
tal como el teatro kabuki en el que, mo capítulo, cuyo título vuelve a atra-
quienes actuaban, eran mujeres. par al lector: “La sonrisa de la luna.
Este antiguo performance del siglo Arte popular de Brasil y el proyecto
XVI resulta por más interesante dentro Abayomi” y nos regresa al paisaje fa-
del relato de la sobriedad de las miliar de trópico, pero brasileño.
artesanías Hagoita de Japón que de Y si bien no existen libros en el que
cultura popular se hizo cultura visual. se hable sobre las mujeres y el arte
Y siguiendo las palabra de la autora popular en ese país, Eli Bartra lo expo-
quien escribe que “en virtud de la ne como esa posibilidad que ella apro-
invisibilidad constante y persistente vechó para escribir al respecto. Con esa
aplicada a las mujeres y su trabajo, forma segura, directa y animosa que
resulta imprescindible enfocarse en tiene para escribir, Eli Bartra encontró
ellas para sacarlas a la superficie. En la gran oportunidad para plantear lo que
los libros japoneses sobre artesanado nadie más ha escrito. Porque hay tra-
las mujeres se hallan prácticamente bajos convenientes en los que las mu-
ausentes”. jeres pueden salir a la luz y empezar a
Con esa imagen no se puede dejar visibilizarse.
de comparar y pensar en las mujeres Dos claras explicaciones nos pre-
indígenas de México: ya nahuas, senta la autora para conocimiento del
otomíes o totonacas que aparecen en lector: una, la diferencia entre artesanía
fotografías e ilustraciones de libros de y arte popular en Brasil. Artesanía con
arte, pero que de ninguna manera han una función utilitaria y el arte popular
alcanzado un mínimo de ese discurso tiene demás de lo ornamental, una fun-
acerca de empoderamiento. Y con esa ción mágico religiosa o lúdica. Esa fun-
sensación de desazón, cambiamos la ción estética y para el goce, para la
página para encontrarnos con el últi- sensibilidad, las emociones, la risa, la