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Muchas veces con excelentes recursos forrajeros y en abundancia, los terneros de recría en
crecimiento o engorde no logran buenas ganancias diarias de peso vivo, esto suele ocurrir en
otoño, y principios de invierno en avenas raigrás o pasturas de alta calidad. Esto es debido al
exceso de amonio en el rumen, producto del alto valor proteico de estos forrajes en ese
momento del año, y al alto nivel de nitrógeno en el suelo, lo que logra que la alimentación sea
desbalanceada (mucha proteína, pocos carbohidratos) y por ende provoque pocas ganancias y
en algunos casos intoxicación.
Esto se puede revertir con una dieta balanceada, es decir, aportando en este caso la energía
necesaria para captar ese nitrógeno, lográndolo a través de la suplementación con
concentrados energéticos (maíz, trigo, cebada), alimentos balanceados para tal fin, o silajes de
buena calidad. Además, se puede complementar con manejos, como la entrada a la nueva
parcela en horas de la tarde, o luego del medio día, donde el forraje tiene mas energía, por
causa de la fotosíntesis.
Muchas de las pasturas que emplean son cultivadas en esta zona, por lo tanto, puede llegar a
ser viable.
Asimismo, un aspecto a tener en cuenta es el horario en que se realiza. Para este tipo de
forrajes y en esta época del año, lo más conveniente es realizarlo a primeras horas de la tarde,
ya que de esta manera se obtendrá la mejor relación energía/proteína diaria, que varía según
el momento del día.
Se podría realizar en nuestra zona, empleando las pasturas que se cultivan en esa época del
año
Este método puede llegar a ser muy eficiente en nuestra región, ya que no se necesita
una gran instalación, siendo así que puede ser muy útil para pequeños productores