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Tan, en carne viva

Gabriela Sosa - José Ernesto Schulman


Raúl Rodríguez - Yu’í Páez
Ana Boulán - Guillermo Ginessi Miró - Colectivo Churrinche

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Tan, en carne viva

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COLECCIÓN: Ciencias Sociales - Tercera Época

“TAN, EN CARNE VIVA” Gabriela Sosa, José Ernesto


Schulman, Raúl Rodríguez, Yu’í Páez, Ana Boulán,
Guillermo Ginessi Miró, Colectivo Churrinche.

Ilustradores: Ana Boulán, Guillermo Ginessi Miró,


Colectivo Churrinche.

Editores: Gaby Sosa - Yu’i Páez


Editorial Kañy.- Ciencias Sociales.
Edición Digital - Distribución y descarga gratuita.
https://drive.google.com/drive/folders/1ELIe8GYWxmlG
9BMb0KfDnIvy7l46UC4x?usp=sharing

EOS - Escuela de Oficios y Saberes - Argentina


Facebook: Editorial Kañy
E-mail: editorialkany@gmail.com

Copyright © 2024 Gabriela Sosa, José Ernesto


Schulman, Raúl Rodríguez, Yu’í Páez, Ana Boulán,
Guillermo Ginessi Miró, Colectivo Churrinche.
Todos los derechos reservados.

Primera Edición: Julio 2023 – Desterro – Brasil.


Segunda Edición: Enero 2024 – Desterro – Brasil
Primera Edición Digital: Enero 2024

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Tan, en carne viva

Gabriela Sosa
José Ernesto Schulman
Raúl Rodríguez
Yu’í Páez
Ana Boulán
Guillermo Ginessi Miró
Colectivo Churrinche

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A los que luchan todos los días

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PROLOGO O CARTA
Vera Jarach 1

Ante todo: un honor y una responsabilidad


asumida al recibir de José la invitación a abrir la puerta
de lectura de vuestro libro. Algo que aún no sé, si es
realmente un prólogo o bien una carta.
El hecho que sean escritos de santafesinos, agrega
para mi algo que tiene que ver con afectos y con algunas
hermosas vivencias que tuve en Santa Fé y en Rosario en
pasados años. Tuvieron que ver con libros y con
testimonios de Memoria. También tiene que ver con el
recuerdo de una compañera de Madres, Lola Rubino, con
quien tuve una fuerte amistad y compartimos, mientras
vivió, ideas e ideales de nuestros recorridos.
Está siempre presente en mi corazón.
En estos tiempos de cuarentenas y tanto encierro
bien disciplinado y aunque mis jornadas sigan repletas de
compromisos, a veces agotadores para una persona de mi
edad, hay pausas que llevan a reflexiones sobre el sentido

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Madre de Plaza de Mayo

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de la vida, sobre el porvenir tan incierto de la humanidad,
sobre qué aportar…
Es ahí, que entra el tema de la Historia y del
posible rol de la Poesía para Cantarla, en épicos poemas
o en narraciones y dramatizaciones también poéticas.
Todo suma a la proyección del relato histórico y
vuestro libro trae un valioso aporte en este sentido. El
contenido da cuenta y comenta. Recuerda y hace
recordar, hechos y personajes. Hay también, desde luego,
un rol directamente ético. No sé cómo reaccionarán los
lectores, pero seguramente habrá un fuerte impacto sobre
ellos. Les contaré qué sentí yo, pero antes va un relato de
algo personal y el encuentro con un ser extraordinario.

“Vera, la historia la escriben los vencedores”: me


lo dijo Primo Levi y tuve el atrevimiento de refutarle:
“no siempre es así, a veces los vencedores son derrotados
y entonces habrá otra historia, o bien subsistirán de
alguna manera dos versiones de una misma realidad, de
los mismos hechos, de lo realmente sucedido.”
Yo estaba en Torino y un amigo común, Giorgio
Menghi, nos había juntado a cenar en su casa. Era el año
1980 y yo seguía recorriendo lugares y apelando a la

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ayuda de personas para saber el destino final de mi hija
Franca. Ya casi todos los familiares de “desaparecidos”
habíamos perdido la esperanza de que estuvieran aún
vivos y poder salvarlos, pero no nos rendíamos en cuanto
a exigir saber toda la verdad y se acabara ese infierno de
silencio que la dictadura había sumado a todas sus
perversiones.

Fue grande la emoción de conocer a Primo Levi, a


quien admirábamos por su voluntad de memoria y la
clara fuerza de sus escritos. Que la historia y las tragedias
humanas se repiten, lo sabíamos todos, también
conocíamos una de sus aseveraciones de sobreviviente de
Auschwitz de que no se podía hacer poesía de aquellas
vivencias, aunque se había contradicho a sí mismo con
aquella “se questo é un uomo… una poesía escalofriante,
una tremenda acusatoria… que no se puede olvidar.
Pienso que en este momento es bueno subrayar el valor
de la poesía que se suma a la historia, que da fuerza a la
lucha y la defensa de la dignidad del hombre. Poesía e
historia es lo que conmueve e impacta en el contenido de
este libro. Sacuden mente y corazón estos poemas o

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narraciones poéticas, en algunos casos. Este es el
contenido coral de este libro.
Esa humana suma de poesía, de sentimientos y
crono historias existe desde la antigüedad clásica, existe,
además, en todas las etnias, en todas las culturas. Baste
el ejemplo que tengo siempre en mi memoria de las
viejas lecturas de mi adolescencia, cuando estaba en la
casa de mis padres y con una madre que enseñaba
italiano y literatura, leí la Ilíada. Lo que conservo, tras el
mucho olvido de los tantos años, es cómo comienza ese
formidable testimonio de Homero. En italiano, porque el
libro que estaba ahí en la biblioteca paterna, era en la
versión italiana, dice: “Cantami o Diva del pelide
Achille, l’ ira funesta che infiniti addusse lutti agli
AChei”. Canto, coro o rapsodia, poesía por cierto y en
esas pocas palabras la enorme carga histórica, la memoria
de esa guerra de Troya, con las iras y los lutos, la
invocación a los dioses, todo. Entre lo que recuerdo del
libro hay inclusive una peste que vivían amas partes en
conflicto en los respectivos campamentos, lo que de
nuevo hace constatar como todo se repite.

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Y ahora el libro está aquí. Sugiero al lector que
abra su corazón y se prepare a recibir desde los
sentimientos toda la carga que traen estos poemas, relatos
poéticos y testimonios junto con el empeño, la voluntad
de seguir luchando por los propios ideales y las comunes
metas de justicia para todos y en todo el mundo. Está
todo ahí, en cantos y odas que van componiendo un coro
de distintas voces que se integran armoniosamente. Hay
una energía especial en ese tomar parte, una energía que
se transmite, que contagia positivamente. Algo aparece
en el índice para subrayar, me parece, justamente lo
coral. Solamente están los títulos de cada capítulo y no
están los nombres de cada autor. Luego aparecen, claro
está, encabezando cada escrito. Lo que me pasó al iniciar
la lectura es darme cuenta de que estaba cargando mi
propia mochila ya bastante pesada de recuerdos
dolorosos y de ausencias que se sienten cada vez más,
porque vienen de heridas que no cierran, que siguen
sangrando. De repente algo reparador da un brinco al
alma: es la evocación de gestas heroicas, de luchas y de
resistencias que queremos que no se olviden jamás. Los
obreros manifestando y luchando en las calles de Villa
Constitución. También otras militancias antes y después

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del golpe de 1976. Y la guerra por Malvinas fruto de los
últimos intentos de la dictadura cívico militar de
conservar su poder apelando al patriotismo. En su
contexto, la tragedia del hundimiento de uno de los
buques. Junto a la evocación de los 30 mil
“desaparecidos”, el enjuiciamiento de los genocidas.
Nada se escatima: los silencios y las complicidades, el
terrorismo de Estado, las indiferencias, los miedos, los
huesos también. Lo épico rescata a los grandes
personajes, modelos para siempre de coraje y solidaridad
cuyas historias se inscriben en la de la Patria Grande
latinoamericana.
Santa Fe puede sentirse orgullosa de esta obra y
yo me siento muy agradecida de poder acompañar con
afecto y admiración a sus poetas.

Vera Jarach

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Ilustración
De Dolores y Poetas
Guillermo Ginessi Miró

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DE DOLORES Y POETAS
José Ernesto Schulman

me despierto y soy como Frida Kalo


me duelen los huesos de la columna vertebral
justo allí donde tengo dos fierros para sostenerme

tomo café con tostadas sin sal


y soy como Ernest Hemingway
aquel norteamericano
residente en La Habana
que buscaba en la escritura
escaparse del alcohol
y los fantasmas
de la guerra civil española
que lo perseguían

al mediodía
cuando el pie derecho
se me queda trabado
ya me siento cerca
de Julius Fucik, el comunista checo

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que legó aquello de por la alegría he vivido
por la alegría he ido al combate y por la alegría muero.
que la tristeza no sea nunca unida a mi nombre

y ya por la tarde
en medio de debates y proclamas
pienso en nuestros poetas mayores
en Armando, en Hamlet y en Raúl
los que para escribir tomaban vino o whiskey
y pasaban largas temporadas
en los bares de putas
de los puertos del Plata y el Paraná

vuelvo a casa,
siguiendo la ruta
del subte cargado hasta los huevos
y el 92, al que me subo casi sin fuerza,
como si me faltara el aire
para pensar en el turco Nazim Hikmet

Si la mitad de mi corazón está aquí doctor,


la otra mitad está en China,
con el ejército que baja hacia el río amarillo.

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Además, doctor, cada mañana,
cada mañana al amanecer,
mi corazón es fusilado en Grecia.
Además, cuando los presos se hunden en el sueño,
cuando los últimos pasos se alejan de la enfermería,
mi corazón, doctor, se va…
se va hasta una vieja casa de madera en Estambul
Es por todo eso, doctor,
y no por la arterioesclerosis, la nicotina, la prisión,
por lo que tengo esta angina de pecho.
pero al final del día
no puedo dejar de soñar
con Roque
aquel salvadoreño
que para ser comunista abandono su partido
y por ser comunista lo asesinaron los guerrilleros
de la división, el macartismo
y la pelotudez infinita

de todo lo que Roque nos dejó me gusta su irónico


optimismo histórico

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Es bello ser comunista, aunque cause muchos dolores de
cabeza.
Y es que el dolor de cabeza de los comunistas se supone
histórico,
es decir que no cede ante las tabletas analgésicas
sino sólo ante la realización del Paraíso en la tierra….
El comunismo será, entre otras cosas, una aspirina del
tamaño del sol.

porque cuando ni polvo quede


de los huesos de macri la bullrich y la legarde
un niño correrá por una calle polvorienta
de alguna villa miseria
con un Che grandote en la remera
y un barrilete de sueños en sus dedos.

Septiembre, 2018

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Ilustración
Marzo en Villa Constitución
Ana Boulán

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MARZO EN VILLA
CONSTITUCION2
Prof. Gabriela Sosa

Villa Constitución, marzo de 1994.-

Querido Amigo:
Marzo es un mes muy especial para
Villa Constitución (Provincia de Santa Fe – Argentina).
Hay dos fechas claves que nos han marcado “16 de
marzo de 1974” y “20 de marzo de 1975”. Pero, como
decía Rodolfo Walsh, en febrero del ´70:
“…Nuestras clases dominantes han
procurado siempre que los trabajadores no tengan
historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni
mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada
de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se
pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así
como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de
todas las otras cosas…”

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Texto en ANALISIS Revista de Opinión y Crítica – Año VI – II
Época – N° 5 –enero-febrero-marzo 1994.- pág. 37 y 38.-

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Sabiendo de la presión que se ejerció


contra nuestro pueblo, para hacer desaparecer hombres,
organizaciones y sobre todo nuestra conciencia
histórica, dividiendo las generaciones; es que nos
sentimos obligados a resaltar la importancia de buscar
información en la memoria colectiva del pueblo,
ampliarla y difundirla para salvar el corte entre los
viejos luchadores con los hechos y sapiencia, y los
jóvenes que deben asir ahora, las responsabilidades de
lucha. Estos jóvenes, a los que no se les ha informado,

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Mural en el patio de local histórico Unión Obrera Metalúrgica.
Calle San Martín Villa Constitución Marzo 2011 - Colectivo
Churrinche.

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porque el miedo caló hondo en la mayoría de la gente y
prefieren callar, ocultar.

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Ilustración: Mural Colectivo Churrinche

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Es nuestra obligación recuperar, contar,
unir. Debemos decirles que en esta ciudad hubo un
pueblo que luchó combatiendo a la burocracia sindical
en las fábricas, con paros, tomas; y en la calle, en cada
barrio, con las mujeres levantando la bandera de “No
ceder hasta alcanzar el triunfo” y otros gremios y otros
pueblos solidarizándose. Que se ganó. Que el
entusiasmo de este primer triunfo se volcó el mismo
sábado 16 de marzo de 1974 a la tarde, en una marcha
desde las fábricas hasta la plaza principal, donde
participaron 12000 personas en un acto y que esa lucha
triunfal es conocida como “EL VILLAZO”.

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Mural en calle San Martín al 1500
a quince años del Villazo, marzo 1989
Comisión de Derechos Humanos Villa Constitución
Comisión de Derechos Humanos U.O.M.

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A pesar de las amenazas, las bombas
indiscriminadas, se democratizó la U.O.M.
La labor desarrollada excedió los marcos sindicales
comunes, e incluso la participación en los problemas
generales de la población, como la reapertura del
puerto, el matadero. Se crearon subcomisiones de
solidaridad, se formó la C.G.T. Regional que levantó un
programa reivindicatorio y de lucha contra el
acaparamiento y el desabastecimiento con reparto de
comestibles a precio de costo; con incesante
participación de toda la población.
Pero, esta rica experiencia de los
trabajadores y el pueblo todo representaba una
preocupación para otros intereses y cayó la represión
sobre Villa (como una prueba piloto de lo que sería en
todo el país, luego, el golpe de Estado del ´76), el
tristemente recordado 20 de marzo del ´75. Entraron una
madrugada allanando, saqueando, encarcelando a más
de 300 trabajadores. La ciudad fue ocupada
militarmente y continuaron las persecuciones,
detenciones y desaparecidos-
El pueblo respondió con La Huelga Larga
(54 días), hasta el Paro General del 22 de abril de 1975,
donde se reprime brutalmente.

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La resistencia del pueblo fue logrando arrancar
de las cárceles uno a uno a los luchadores, desde ese 20
de marzo hasta los años ´80.
Recuperemos la memoria histórica de
nuestro pueblo. Démosle a nuestros jóvenes la parte que
les falta en el proceso, para que comprendan que las
luchas no son en vano; forman parte del gran trabajo de
cambiar este mundo para felicidad de los hombres y
deben servirles a ellos para construir un mañana mejor.
Prof. Gabriela Sosa

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Ilustración Concatenando – Canto a la memoria
Obra basada en un grabado de Carpani
Guillermo Ginessi Miró

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CONCATENANDO
Gabriela Sosa

“Rara constelación terrestre de seres humanos.


Rara tristeza mía entre la gente perdida.”
Aztul Urquiaga (h)

CANTO A LA MEMORIA

Arde el carbón en los huesos de marzo


y la hora exacta se precipita en la puerta de los obreros
5 menos 5.

Solamente nosotros, no los esperábamos


porque la infamia corría de boca en boca.

Semillas que sembró el hierro


y germinó el acero en la forja de las horas
para fraguar el sudor en el yunque vacío de la muerte.

Latigazos de alambrón en la agonía del fuego


abriéndonos las espaldas como espejos de escarcha

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La vida yace al costado del camino
como un sueño.

Zanjas que hablan tartamudeando muertos.

Todavía se quejan las voces


en el martirio de lo humano.

¿Sabrán los jóvenes, que las plazas que caminan


estuvieron cubiertas de baldosas humanas,
amalgama de utopías,
fortaleza de esperanzas,
sublevando quimeras
por la vida?

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Ilustración
Concatenando – Canto a la esperanza
Ana Boulán

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II

CANTO A LA ESPERANZA

He visto
monumentos anónimos
que lloran su algarabía de estar
en las lágrimas del otoño.

libros que huelen a mutilaciones


de espanto
negando la historia de Villa.

Sentí
sus corazones
retumbando en la plaza
como un eco golpeando
en mi alma.

Están aquí,
Vos sos
el tallo y el fruto
de la raíz que averió la derrota
en tu sangre que hoy camina
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estas calles
en donde debemos
levantar los durmientes,
juntar los granos,
hacer las aulas en las plazas,
fundirnos
y transformar
las ausencias.

Gabriela Sosa.-

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Ilustración
A pared rasguñada
Guillermo Ginessi Miró

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A PARED RASGUÑADA
José Ernesto Schulman

¿Querés saber lo que pensaba Walsh


en esa mañana de Entre Ríos y San Juan,
apresado por los chacales de la Marina?

¿Acaso te conmueve lo que cruzaba


por los ojos de Cafaratti
cuando Menéndez lo fusiló?

¿Te preocupan los niños sin sexo


que la dictadura
aniquiló antes del vuelo?

Mirá esta foto


y entenderás todo

Allí,
en el último escalón del infierno
donde Dios maneja la picana
y todo parece perdido

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Allí,
donde la esperanza
quedaba colgada en la reja
sin ventana

Alguien
estampó bajo su nombre
dos letras de una historia

NO
escribió te quiero
ni muero extrañándote

NO
grabó el nombre
de la amada ni el de los niños

Tiró a la mierda
la estética burguesa
y la tradición de siglos

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NO
pensó en sus pecados
ni en sus placeres

NO
añoró aquel beso
ni lloró por el atardecer melancólico

Solo puso dos letras bajo su nombre


y resistió

Solo el que tiene confianza en la victoria


cuando todo está perdido
graba P C en una sucia pared clandestina
y sueña que los compañeros la encuentren
maggio puso maggio
y de marco puso p c

Y yo estoy aquí
con esta foto en la mano
llorando sin piedad por mí
porque ahora

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no tendré descanso
ni derecho al vino

Solo tendré en mis ojos


los ojos de Walsh en esa esquina
la mirada del Caffa frente al pelotón
y las dos letras en la pared
que me hablan de mi padre
y de ti.

14 Agosto, 2008

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Ilustración
Aquella música rota
Ana Boulán

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AQUELLA MÚSICA ROTA
Yu’í Páez

El disco saltaba justo en el mismo lugar, una y otra vez.


"....... no quiero enamorarme más" "...... arme más" " ......
arme más".

Pensó irse a la cama con el viejo tocadiscos puesto y


cambió de idea. No podría resistir el recuerdo de Marta
en su cama vacía, con aquella música mutilada
recorriendo el cuartucho. Quiso pensarla como siempre,
sonriendo en la pecera de la radio, encantadoramente
mala; hermosa, seductora, como las exóticas y coloridas
flores de las plantas carnívoras.

Apagó el Winco.

La buscaría en la cama vacía con el silencio de la


madrugada.

¿Por qué ella lo había amado?

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Marta lo rescató de sus días grises, de sus incansables
horas de trabajo para la radio. Ella había sazonado con su
piel, su perfume, con su majestuosa desnudez, el mundo
miserable y oscuro de aquel escribiente de lo cotidiano.
¿Por qué lo había elegido? Ella que despreciaba
invitaciones de las estrellas de la radio. Que siempre
estuvo allí, como en un nicho, fuera de las garras de los
productores, de las figuritas más fulgentes del
periodismo.

Quizás porque él no se hubiese animado nunca a invitarla


a salir, ella utilizó aquel gastado artilugio de conocer el
departamento para seducirlo, para llenar sus noches de
murmullos, risitas y suspiros.

¿Crees en el periodismo de compromiso? Le había


preguntado un noche después de haber recorrido juntos
un universo de voluptuosidades. Le gustaba hacer
círculos de humo de cigarrillos con la bocanada
ascendente, en esa posición en que Morfeo acuna a los
enamorados empalagados de plenitud.

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Otra noche en que le repitió la pregunta, la recordó
inquieta, sin la soltura que no la abandonaba nunca. No
pudo recordar qué le había contestado. La primera vez,
directamente se desentendió de la pregunta. El
compromiso para él era un sin sentido. ¿Tienen que
comprometerse los seres humanos para hablar de sus
desgracias, de las de muchos?

No pudo dormirse hasta mucho después, y tuvo una


pesadilla que no recordaría al día siguiente. Una marcha
militar había tomado por asalto su sueño. Vio que con
armas largas ocuparon los pasillos, las oficinas de la
radio, y en la pecera; con imágenes temblorosas, un
hombre de impecable traje gris, rayando los discos de
vinilo con una llave de candado; incluso ese que Marta le
había regalado, y que ella ponía como señal secreta,
invitándolo a pasar la noche juntos.

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Ilustración
Un poema para los huesos de Pedrito
Guillermo Ginessi Miró

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UN POEMA PARA LOS
HUESOS DE PEDRITO
José Ernesto Schulman

A Marco y Rosa
dignos sobrevivientes
del naufragio

Dicen que debajo de esa bandera,


dentro de ese pequeño cajón,
están los huesos de Pedro.

Dicen
que su hija menor,
que creció sin conocer la historia
tomó la bandera de su padre
y la puso sobre la caja de madera
donde reposan
los huesos de Pedro.

Dicen
que cuando lo atraparon

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manoteó su 38 y opuso resistencia
cumpliendo con aquel grito
de una tarde de nieve,
cerca de la Plaza Roja,
doce años antes de aquel instante

Entonces,
gritó seremos como el Che
o al menos
como el Che quiere
que seamos, señalé.

Dicen
que lo mataron
a los veinticuatro días:
o sea el 29 de marzo de1984.
Así escribieron los militares guatemaltecos
tan prolijos como todo
militar latinoamericano
en eso de asesinar.

Dicen y dicen

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porque yo no lo vi más
desde aquella tarde de nieve

No lo vi
cuando cruzaba fronteras
con nombre falso
y bigote recortado

No lo vi
cuando entró
a su Guatemala
y se puso a pelear
justo cuando aquí
caían dictadores y volaban
Allendes por el cielo

No lo vi
cuando volvió
a cambiar de nombre tantas veces
que ni él se acordaba quien era.

Pero ahora recuerdo

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que aquel 29 de marzo de 1984
yo estaba en Villa Constitución,
celebrando que un día el pueblo
se puso el uniforme de pueblo
y salió a la calle.

Pero ahora recuerdo


que aquel 29 de marzo de 1984
me tomé un par de vinos
con el Tito, el Carlos y el Tato
que eran buenos
en eso de ponerle al pueblo
uniforme de pueblo,
y salir a pasear con las banderas
en alto.

Banderas como esas


que la niña de Guatemala,
criada en el país de los gringos,
dobló con amor
para poner sobre la caja
de los huesos de su padre.

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Mi amigo guatemalteco
perdido en la noche,
que recuerda mi culpa de estar vivo
y no ser, como vos,
un puñado de huesos
dentro de una caja
bajo una bandera

12 Abril 2012

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Ilustración
El paseo de los muertos de “El Pozo”
Ana Boulán

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EL PASEO DE LOS
MUERTOS DE “EL POZO”
Yu´í Páez

Volví a tu ciudad, a su peatonal y busqué tu risa,


nuestro primer beso; a esperarte frente a la “Buena
Medida”. Encontré nuestro banco en la Plaza 25 de Mayo
y el León que te regalé: el de la izquierda que todavía
cuida el Palacio Municipal.
Pensé que un sábado luminoso en la peatonal
puede ser el pretexto justo para volvernos a encontrar,
cuando de pronto recordé que los muertos de “El Pozo”,
veinte años atrás, eran traídos por sus secuestradores a
caminar por la peatonal, esperando que algún conocido lo
salude. Como una carnada humana que con su simple
saludo condene a un amigo, a un pariente, a un amor
imposible.
Empecé a sudar en blanco y negro. Sentí que las
bestias que orinaban prójimos en los chupaderos, me
habían puesto a caminar una mañana de mundial, para
condenar a la desaparición, a la pasión y muerte de un
amor imposible.
Caminaba inexpresivo, esperaba el más absoluto
desconocimiento de todo, de las flores del florista, de las
gentes del gentío, de los carteles, de los kioscos, de la
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rubia platino de anteojos negros con su chupetín, del
poeta lustrador de botas, del “Canalla” lustrador de botas.
En grises desconocí las cosas quietas y las que se
movían.
Dejé de ver los rostros y sus movimientos, hasta
que tu sonrisa victoriosa se dibujó en la multitud y
reprimí un brinco en el corazón, un suspiro y toda una
descarga de sensaciones pasadas en mi cuerpo. Recordé
las campanadas de la catedral partiendo nuestras noches
eternas. Intenté no ver tu mano en movimiento hacía mí.
Esperaba que los inciviles no se dieran cuenta de tu
rostro, de tu expresión; no condenarte a desaparecer en el
pozo, a que rompieran tus manos suaves, a que
mancillaran tu vientre, a que machucaran tus partes.
Traté de caminar con más indiferencia, casi con altanería,
asqueado.
Cuando volvieron los colores y mucho después,
no sé si nos reencontramos, o te salvé de morir en alguna
parrilla eléctrica o en un vuelo de la muerte.
1998

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Ilustración
Conjuro para encontrar a Floreal Avellaneda
Guillermo Ginessi Miró

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CONJURO PARA
ENCONTRAR A FLOREAL
AVELLANEDA
José Ernesto Schulman

In memorian

Dos veces
(dos noches)
he cruzado el río buscando tus huesos.

Dos veces
(dos rayos)
creí encontrarte,
pero no eras tu
el compañero desaparecido.

Dos ojos
(tu mirada)
me han sostenido
Pero, te pido,
no exageres la espera.

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Ya no soporto
tu quieta exigencia inalterable.

¿Por qué me miras niño sonriente?


Para poder dormir
es que huelo aguardiente.
Para poder vengarte
es que sueño despierto.

¿Por qué me miras niño doliente?


¿Estás viniendo a mi lado?
Para poder encontrarte
daremos vuelta el suelo y el cielo.
¿Por qué me miras niño sangrante?
¿Ves tu madre a mi lado?
Para poder acunarte
ha esperado dos siglos
en estos años duros.

Solo una cosa te pido ahora:


No me mires más.
Vuelve a casa de una vez
Para plantar bandera y empuñar la espada.

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Es hora de barrer la mierda del río
dos veces.
De aquí para allá
y de allá para acá.
Para volverte y borrarte,
para borrarte y tenerte.

Colonia del Sacramento. a mitad de camino entre Buenos


Aires y Montevideo a las 3 de la nada, al final de 2005.
24 Diciembre, 2005

55
Ilustración
El sepulturero que mentía a los muertos
Ana Boulán

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EL SEPULTURERO QUE
MENTIA A LOS MUERTOS
Yu’í Páez

Durante años, acompañó a las ánimas en su último paseo


por el pueblo y después en el cementerio, con las noticias
que les llevaba por las mañanas.

-Don Fermín, ya tuvo familia su nieta- contaba el viejo


Diego, para que los muertos, en su eterna vigilia,
esperando el día del Juicio Final, se sintieran menos
solos.

Al principio, no mentía dentro del cementerio, pero al


fin, tuvo que comenzar con las mentiras piadosas, cuando
los tiempos se pusieron difíciles; cuando los jóvenes del
pueblo tuvieron que irse, porque en el campo, los miles
de cosecheros fueron reemplazados por máquinas.
Así empezó la mentira y la usó con los muertos que una
noche trajo el Ejército, para dejarlos en una fosa común,
donde no supo cuántas almas había y le quedó prohibido
prenderles una vela o marcarlos con alguna cruz.

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En su cementerio, todos los muertos tenían parientes,
amigos y le brotó como una llaga viva, el sector de las
tumbas NN. Le costaba llegarse allí, intentar una
conversación de desconocidos. Empezar por el tiempo, la
humedad, hasta que los muertos de allí, empezaron a
contestarle y pudo mantener con ellos, una relación
difícil. Incluso cuando por todas partes, empezaron a
exhumarse tumbas sin nombres, fosas comunes, él tuvo
miedo y siguió callado. Les dijo que pronto vendrían por
ellos.

Les quería hacer la muerte más fácil. En el cementerio


plantó árboles que dieron sombra y cultivó flores que
esperanzaban las primaveras. No le contó al padre de
Ramón, cuando de la fábrica lo llevaron preso junto a los
otros delegados, en las grandes luchas. No les recriminó a
los patrones la pobreza harapienta de sus peones, pero los
trató igualitariamente; los castigó a su manera. El viejo
Diego sentía la inutilidad del trabajo de uniformar lo ya
igualado, pero no se amedrentó por eso. Blanqueó las
tumbas de los pobres con la cal que le traían los ricos
para sus familiares y les prendió velas en la capilla a los

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desconocidos. Incluso, un lunes de enero, trajo un cura
joven de otro pueblo, para que les diera una misa.

Con los años, no le quedaban fuerzas para seguir


callando y le faltaba el valor para señalar la fosa de los
desconocidos. Sentía que el gobierno militar nunca se
había ido, porque ni mucho después, le permitieron poner
las cruces que le faltaban a su cementerio y una tarde en
que millones de chicharras aturdían las copas de los
árboles, vino a despedirse de sus muertos.
Se sorprendió al llegar al cementerio; donde encontró a
todos sus amigos, recibiéndolo en el portón.

59
60
EL PUNAL DEL MARINO
Raúl Rodríguez

" ....y que no había aún mapa que ayudara a navegar en


aquellos mares.
La Cruz del Sur, el Puñal del Marino, ni todas las
constelaciones significaban nada...."
Yu’í Páez

En las profundidades del mar


caía rabiosa la Cruz del Sur sobre
las dunas de agua que arrastraban
restos de naufragios y dolores.

Yo me debatía entre ahogarme


o nadar hasta las orillas de mi
isla remota clavando mi puñal
desesperado en las coralinas
nacaradas de aquel océano insondable.

Las constelaciones se habían precipitado


a tierra por enojo de los altos dioses.
Eran saetas en llamas apagándose detrás
del horizonte que comenzaba

61
a descifrar los oráculos negros de la noche.

Hundía mi puñal certero en las


rocas acuosas del delirio.
Hasta que el albatros, me indicó con sus señales
de alas, que más lejos aún; saltando en las corrientes,
había un timón arropado en algas,
una arboladura arrebujada por el viento,
un mástil sosteniendo un pedazo de trapo
transparente, el mascarón más amado de Pablo,
y una brújula enloquecida apuntando hacia el Sur.

Saqué fuerza de lo más


débil de mis cansados músculos
y nadé sabiendo que algunos
de esos trozos me salvarían.

(Las sales arteras cerraban mis ojos.


Quimeras feroces me perseguían.
Bocanadas glaciales enracimaban mis manos.
Yo me aferraba a mí.)

Al amanecer,

62
los sueños y las fabulas
se extraviaron en los
pámpanos de la memoria.

Me toqué,
respiré anhelante las arterias del sol,
y pensé en el futuro y que por primera vez
tenía la vida.

(Aunque mi puñal
quedara erguido como
un blasón de victoria y
derrota en las islas perdidas
que hoy recuerda el marino.)

63
Ilustración
Mural en Villa Constitución Marzo 2011
Colectivo Churrinche

64
PERIPLO DE VICTOR, EL
MARINERO
Raúl Rodríguez

A la memoria de V.D.P
I

Zarpamos cuando el mar, encrespado, acarreaba


tormentas de
corales y peces muertos.
Mayo, 1982.
La brújula rompía marejadas dejando tras de sí a la Rosa
de los Vientos.
Mientras E1 Capitán descansaba, apacible en su
duermevela,
sobre el salobre sollado.
Anduvimos perdidos bajo los negros nubarrones hasta
que la
Cruz del Sur apareció, pertinente, encima de nuestras
cabezas
indicándonos e1 rumbo.
Entonces volvieron las toninas, danzantes, locas, tomadas

65
de la mano con algún hipocampo o de alguna sirena
ululante
que Ulises no vio.

II
Yo...yo estaba apoyado contra el pretil insomne mirando
a lo lejos por entre la niebla que lo cubría todo: y era una
larga, incomprensible metáfora la isla.
Solo el mascarón de proa divisaba mis ojos.
Solamente eso.
En popa. Nada.
Cuando los arrecifes silentes, asomaron amenazantes su
cola
de marfil. Viramos en barlovento, en tanto la nave
zangoloteaba,
impertérrita, desafiando a las olas que habían tomado ya
proporciones pavorosas.
E1 Capitán, entonces, empezó a escribir en su cuaderno
de bitácora:
"Tempestades e incertidumbres de los novatos
marineros."

66
III
Pero pronto volvió la calma.
Trayéndonos nuevos anhelos de esperanza que se iban
disipando,
escurridizas, en las corrientes marinas.
A1 fin, me relevaron.
Y fui a dormir Arriba de la Santabárbara cargada de
muerte.

IV
Nuestro navío no había pasado la línea divisoria.
- Lo juro -
Veíamos, con José Luis, desde la cabina del timonel.
Las destartaladas embarcaciones que sin embargo con sus
portentosas quillas, se abrían paso y llevaban el casco
teñido de musgos y líquenes, como sabrosos dátiles.
Imaginé a las algas sumiéndose en el fondo.
A Alfonsina guareciéndose en la paz del silencio.
A los peces escudándose de las garras del hombre.
Y me sentí feliz de que fuese así.
Pero, en realidad, no sé si lo soñé o lo viví.
Porque al rato, me despertó la alarma.
Subí a cubierta y vi al contramaestre que gritaba

67
inficionado
de terror: "Hombre a1 agua" "Hombre al agua" y nadie
sin
poder hacer nada en la baraúnda.
Salvo la barbarie
- O la civilización -
E1 periplo, así, tocaba a su fin con su concierto de
guerra.
Los que pudieron,
se hicieron al agua gélida del sur.
Porque mi nave escoró a los 90 grados. Llevándose a
muchos,
acaso también mi vida, junto con la memoria.

San Nicolás, julio de 1990.


Raúl Rodríguez.

68
69
Ilustración
Hermanos en armas
Ana Boulán

70
HERMANOS EN ARMAS
Raúl Rodríguez

El doctor Fuentes pegó la radiografía en la pantalla


radiante y la comenzó a estudiar. Mariano se había
parado frente al esqueleto didáctico, mirándolo con un
rictus burlón. “Yo”, pensó, mordiéndose el labio inferior
y abriendo el botiquín. Sacó unas aspirinas de la tableta
ya en uso y las masticó hasta que se volvió una pasta
agria. Al tragarlas sintió que un líquido ardiente le abría
un hueco en el estómago. Puso el bastón en la camilla y
buscó en el almanaque una fecha con el dedo. El doctor,
abstraído en el estudio de la placa, reflejaba un semblante
de preocupación; como un juez que tuviera que
dictaminar una sentencia mortal. Recién cuando Mariano
le dio un sopapo al esqueleto, el doctor pareció volver en
sí. Su cuerpo se estremeció por la sorpresa, pero no soltó
una sola palabra. Mariano arrastró una silla, la hizo girar
por una de sus patas, y se sentó a caballo; encendiendo
un cigarrillo. Acompañando la primera bocanada de
humo, estiró la pierna y entonces se vio el agujero que
tenía en la suela de la zapatilla, espejeada en la lámina de

71
acero inoxidable del esterilizador de instrumentos. Se
encogió de la vergüenza.
-Por tu rodilla te rechazaron en la fábrica- dijo el doctor
Fuentes.
-No es por eso. Pasa que a nosotros nos creen locos-
contestó Mariano, sin dramatismo.
Al levantarle la botamanga del pantalón el doctor se
asombró al ver que la rodilla era como un higo maduro a
punto de explotar. Presionó con suave cuidado la rótula
anegada de un acero violáceo y dijo: “Hay que volver a
operar”. Mariano aplastó el atado de cigarrillos vacío y lo
tiró arriba del escritorio. Los cafés que había servido el
doctor Fuentes, quedaron humeando, sin tocar. De un
cajón del escritorio extrajo una petaca de whisky, y llenó
dos vasos, que chocaron por encima de sus cabezas.
-¡Entonces brindemos por los locos!- propuso el doctor
Fuentes, pasándole el otro casco de papel de diario que
Mariano había fabricado en el primer encuentro.
-El mismo que tomaba Galtieri- dijo irónico, Mariano.
Fue en Pradera del Ganso. Durante la estrategia de
movimiento de pinzas del ejército enemigo, que ya había
consolidado su cabecera de playa, el soldado Jerónimo
Fuentes, había sido alcanzado por una bala trazadora en

72
una mano; que se la arrancó de un soplo de fuego,
cuando se dirigía a un nido de ametralladoras con el
objetivo de neutralizarlas, abriéndose paso a través de
una cortina de humo a causa de los proyectiles de fósforo
blanco. Mariano, que integraba el pelotón logístico de la
misión, sin dudarlo, cortó una tira de su camperón de
campaña con la bayoneta, y se lo enrolló en el muñón. A
pesar que fue alcanzado por un esparcimiento de
esquirlas de granada que lo arrodilló, logró meterlo en
una trinchera en medio del fuego cruzado. Había cascos
junto a cartas que conservaban intactas las estampillas.
-¿Qué hago con esta mierda?
-Antibióticos. Y nada de tabaco ni de alcohol.
-Un vaso de vino dicen que hace bien al corazón.
-El problema es cuando te pasás de un vaso.
-El problema del vino es cuando se acaba.
El paso del tren llenó el consultorio de un temblor
espantoso que rebotaba por las paredes. El cuadro del
diploma se descolgó del clavo, cayendo con un estrépito
de vidrios rotos sobre el tocadiscos. Esta vez el doctor
Fuentes no esperó que le pidiera Hermanos en armas.
Sopló la púa y hasta las frituras sonaron a música.
Cuando escuchó la apertura, como un melodioso aleteo

73
de mariposa nocturna, para Mariano fue salir de esta
realidad de pesadilla, para entrar a esa otra que nos
mantiene vivos que es la realidad de los sueños.
-Hermanos en armas- dijo Mariano.
-Nosotros- dijo el doctor Fuentes.
-Claro, nosotros. “Qué absurdo es estar aquí,
hablándonos por la boca del fusil…”
-Sigo insistiendo que…
-Che, doctor. ¿Cómo hiciste para estudiar con una mano
menos?
Era la pregunta inevitable de todos los sábados cuando se
encontraban por la mañana en el consultorio. El doctor
Fuentes entonces volvía la púa al inicio del disco; y
contestaba con la no menos inevitable respuesta:
-Estudié con la cabeza.
-¿Y cómo hiciste?
-¡Atención!- gritó el doctor con severidad marcial.
Rígido en su posición de firme, a Mariano del fondo de
las tripas le salió un gritó que superó al del doctor
Fuentes.
-¡A sus órdenes, Sargento!-
Fuentes ni siquiera insinuó una sonrisa.
-Sos un héroe. Nunca voy a olvidar tu coraje-

74
-¿Héroe? Dejáte de bolacear. Si estaba cagado en las
patas-
Se quedaron callados, inmóviles. Después del abrazo se
miraron a los ojos y el doctor Fuentes disparó a
quemarropa algo que Mariano ya no quería oír más.
-Te conviene operarte, hermano-
-Bah. Las esquirlas piratas me van a perseguir toda mi
podrida vida- dijo Mariano, dirigiéndose a la puerta de
calle, tratando de disimular los masajes que se hacía en la
rodilla.
-Hasta el próximo sábado-
-El sábado que viene no puedo-
-Eh, che. ¿Por qué?-
Mariano colgó el casco de papel en el perchero de
entrada y volviéndose, le dijo al oído con una
vehemencia de tormenta tardía.
-Tengo que desfilar. Es 2 de abril-

75
Ilustración
Unas fotos de la casa
Ana Boulán

76
UNAS FOTOS DE LA CASA
Yu´i Páez

-Pase, pase, lo estaba esperando- dijo la anciana a un


jovencito con cara de impaciente que atravesaba la
puerta.
-Siéntese…. quiere un té?- Agregó.
-No, gracias, saco las fotos y me voy- dijo el muchacho
abriendo su caja de cuero.
-Aaaaa….. las fotos- recordó la mujer. -Sí, quiero una
foto de todos los ambientes….. son para mis hijos ¿Sabe?
Ellos no conocieron esta casa- afirmó entrando en un
monólogo ensayado infinitas veces.
-Empecemos por el jardín, trate que no salgan tantos
yuyos; desde que murió mi esposo, mi marido, el jardín
no está bien cuidado. Con el jardinero no es lo mismo.
¿Vio?-
-Ya está. ¿Qué más?- respondió el joven mostrándose
visiblemente apurado.
-Sí, el comedor, el living, la cocina. No, la cocina no-
recapacitó la anciana, que con bastante dificultad
arrastraba los pies. -Mis hijos son varones, la cocina
estoy segura, no les interesa. ¿Cuántos años tiene?-
77
El muchacho no escuchó o no quiso responder.
-Serían de su edad- dijo la mujer como si hubiese
escuchado una respuesta -Uno tenía veinte y el otro
dieciocho. Pero esta casa no la conocen- recalcó.
-¿Ahora qué?- preguntó el fotógrafo que en cada
intervalo jugaba con la cámara, como ajustándola.
-¿Sabe? Hace años, mantengo esto intacto- continuó la
mujer, acariciando las paredes.
-Esta es la habitación de Javier. Aquí están todas sus
cosas de la otra casa- prosiguió mientras acomodaba un
zapato de hombre exageradamente lustrado junto a la
mesa de luz.
-Ya está- murmuró entre dientes el muchacho, saliendo
rápidamente.
-Ahora ya estoy muy vieja, no puedo con tanta casa.
Quiero las fotos para cuando esté en el asilo de ancianos.
Cuando vuelvan mis hijos se las voy a mostrar- agregó al
tiempo que abría la última puerta.
-Este es el cuarto de Luis- dijo la vieja, sumergiéndose de
nuevo en su monólogo. -Él está en la marina. ¿Sabe? Él
navegaba en el Belgrano. Dicen que su barco se hundió,
pero los chicos están en los botes salvavidas y ya los
fueron a buscar. ¿Sabe? En cambio Javier está en tierra.

78
No es soldado, no. A él, una noche lo fueron a buscar de
la otra casa varios hombres armados-
-Sí, sí, creo que todo fue en un mismo año-
-Muy bien, ya está todo- dijo el muchacho, mientras
buscaba la salida.
-Sí- replicó la mujer -Ya está todo- agregó, sin saber
exactamente a qué se refería el joven.

79
Ilustración
La piedad de la Villa
Guillermo Ginessi Miró

80
Y SI HUBIERA UN CIELO?
José Ernesto Schulman

Digo,
y si hubiera nomás un cielo
un lugar donde están los que no están
los treintamil y los que murieron peleando

contra la impunidad en estos treintaypico de años,


cuatrocientos y nosecuantos meses
y un montonazo de días, horas y segundos
de la puta impunidad
Digo,
ya se que es difícil
pero si al final de cuentas
hubiera un cielo
donde estén el Roby y Agustín
el Paco y Rodolfo y el Negrito
y la Adriana y el viejo Floreal
Digo,
yo no creo que lo haya
porque quinientos años de ciencia

81
y los telescopios y eso del
materialismo dialéctico y el antidhüring
pero, si por las putas hubiera un cielo,
que fiesta que tendrán los compañeros!
que pedo de vino barato! como el clandestino
que alegría que tendrán los que vencieron la
muerte
viendo al muerto de Videla temblar ante la sentencia
después de tanto alardear y amenazar
mostrándose al fin en su desnuda imagen asesina
Digo,
como decía Armando, si no existe el cielo
al menos
debería haber un cielo para los compañeros,
puta, que les cuesta,
al menos para que esta noche brindemos juntos
y soñemos que estamos allá y que están acá
que no se fueron nunca o que no nos salvamos
que seguimos juntos
y juntos derrotamos….
Digo,
ya se que no del todo ni integralmente
y todo eso que bien lo se

82
que mariano y formosa y la villa de soldatti
y el Julio y todo lo demás
pero Videla se fue para la cárcel
y nosotros estamos aquí y en el cielo
de los compañeros
celebrando
y eso merecería que hubiera un cielo

23 diciembre 2010

83
84
DE LOS PROTAGONISTAS

La pandemia nos unió para seguir haciendo arte.


Como dicen las Madres de Plaza de Mayo,
“Resistir es combatir”

Gabriela Sosa

Militante social y política, desde la adolescencia.


Su principal profesión: Docente, enseñar y
aprender, transmitir y recibir conocimientos, con el dicho
“todos podemos enseñar algo, todos podemos
aprehender saberes de otros”. Profesora y Licenciada,
apasionada por la siderurgia y las ciencias sociales.
Co-Directora de ANALISIS, Revista de Opinión
y Crítica; Directora del C.E.U.S. Centro de Estudios
Universitarios del Sur; Co-Fundadora de Gramscianos
del Paraná; Co-Fundadora de E.O.S Escuela de Oficios y
Saberes. Co-Directora de Editorial Kañy Ciencias
Sociales.
Militante por los Derechos Humanos en la Liga
Argentina por los Derechos Humanos, Comisión de
Derechos Humanos Villa Constitución y Memoria
Verdad y Justicia X el Villazo.

Amante apasionada en la lucha por un mundo


mejor, más justo y solidario.

85
José Ernesto Schulman

Coordinador general de la Coordinadora


Americana por los Derechos de los Pueblos y Víctimas
de la prisión política. Fue Presidente de la Liga
Argentina por los Derechos Humanos, Militante popular,
parte de la generación del Cordobazo, estuvo preso bajo
la Dictadura. Escribe.

Raúl Rodríguez

Prontuarius escrituralis

(Extracto del libro "Tiembla la noche en su boca")


(….) tuve la suerte de nacer en San Nicolás de los
Arroyos. Fue el 23 de julio de 1963. Mi arrabalito
planetario. Yo vivo en ella y ella en mí. Nos habitamos.
Cuando era pibe quería escribir canciones de
amor, y una chacarera a mis abuelos santiagueños que
hablaban quichua. A los 12 años leí Las medias de los
flamencos de Cuentos de la selva de Horacio Quiroga,
que tuvo un efecto mágico sobre mí, inaugurando mi rito
iniciático de la lectura.

86
El oficio de leer me ha enseñado que uno escribe
con lo que ha leído. Con pasión de lectórpata se arropan
de palabras, las historias. (…..) La violencia, la crueldad
y el absurdo, la eterna lucha de la memoria contra el
olvido; marcan sus huellas…”
“…He participado en antologías. Las más
recientes son: Cantares de la incordura (cuentos)
Editorial Dunken, 2009. Más allá de la Medida (cuentos)
Museo de la Palabra, España 2010. Firmas de poetas
(poesía) Editorial Dunken, 2011. Les propongo este
Cuentario (Tiembla en su boca la noche), (aquí un cuento
y una poesía) como quien arroja hojas al viento.
El juicio final es de ustedes, y el viento
también….”

Yu’í Páez

Yu'i Páez. 1955, Ype Cua, Paraguay. Obtuvo la


ciudadanía Argentina y vive actualmente en Villa
Constitución, Santa Fe, Argentina. Docente, periodista,
editor. Licenciado en Educación, Magister en Educación
y Doctorando en Educación. Responsable de la Editorial
Kañy; Eos Villa; Jóco y Laia. Ha editado revistas y
periódicos locales. Premiado y mencionado en varias
organizaciones literarias de Argentina.
De bebe, Kiko Camareta lo revolcó donde antes lo había
hecho una mula, para adquirir su tranco y tozudez.
87
Finalista del concurso de novela Clarin-Aguilar 1988 con
"Las Historias de Yta Pyta Punta que jamás contará la
Historia", inédita. Finalista del concurso de novela de la
Librería Liberarte de Argentina con la novela "Ensayo
General de un Robo Famélico" inédita. Tiene publicado
en BGR España, una novela corta: Cecili@ 32.
Ha publicado varios cuadernillos narrativos y los libros
de cuentos: Cuentos Indignos, Cuentos de monstruos y
doncellas, La Máquina Jaryi (Best Seller en literatura
infantil).
Tiene libros de cuentos en formato digital: Antología
Inútil y Cuentos no retornables.

Ana Boulán

Nació en Villa Constitución y estudió Artes


Visuales en Rosario. Egresó de la Universidad Nacional
de Rosario en 1985 como Licenciada Nacional en Artes
Visuales.
En 1992 se presentó por primera vez en un Salón
Nacional de Artes Plásticas recibiendo la mención a la
artista local, distinción que recibiría nuevamente en 1994
y 1996.
En cuanto a su nombre artístico, Ana siempre
firmó sus obras sólo con su apellido.
Un cambio importante en su carrera artística llegó
con el nacimiento de una agrupación que llamaron
88
Villencias, integrada por ocho artistas que durante varios
años trabajó en forma desinteresada plasmando obras en
la ciudad, con dos ejes temáticos. Lo local y la memoria.
Fueron proyectos innovadores para lo que se venía
desarrollando artísticamente en Villa Constitución.
“En cuanto a mi producción individual, que nunca
abandoné a pesar del intenso trabajo grupal, fue el tema
de la tierra, el eje temático principal. Lo aborde desde lo
matérico (la arcilla, las gredas, el barro), pero también
pensando en la tierra en su aspecto planetario (cósmico) y
como suelo, lugar que pisamos y del que nos nutrimos,
no sólo para alimentar nuestros cuerpos sino del que
nuestro espíritu toma saberes ancestrales, entrando así en
una iconografía indigenista característica en toda mi
obra.”

Guillermo Ginessi Miró

El compromiso del artista

Nacido en Villa Constitución, donde desarrolla


toda su obra. Lo inspiran artistas como Bacon y Dalí.
Dentro de su formación artística, destaca como la
“más importante” a la dictada en la Escuela Normal Nº
205, con un programa “excepcionalmente creativo y
progresista en todas las materias”.

89
“Todo artista termina siendo una antena receptora
de aquello que puede sentir cualquier individuo o su
sociedad. Si la obra conlleva, además, una “denuncia” es
mucho más valedera. Lo más importante que puede tener
el arte es su valor cognoscitivo y si una obra nos educa,
podría darme por bien pagado, pues de esta forma
cerraría el círculo virtuoso de lo que es el arte”.
“El arte no debe ser propiedad privada de un
grupo de iluminados, es todo lo contrario. El artista tiene
la posibilidad de ir pasando por distintos tamices
personales, tales como su historia, sus pensamientos, sus
vivencias y que cuando lo vuelque a la obra además de
darle su impronta, tenga el sello de la sociedad que lo
nutre.
Hay gente que sufre muchísimo, pasa hambre, o
sufre grandes males intelectuales o espirituales; el artista
en su afán de encontrar un mundo mejor para todos, trata
de recomponer eso que está faltando. En algunos casos,
como el de Vincent Van Gogh, la lucha es cuerpo a
cuerpo y hasta su fin. El artista casi siempre está
comprometido con el pueblo, con su tiempo, su lugar y
creo que además es su fuente de inspiración”.

Colectivo Cultural Churrinche

Hacemos cultura, hacemos comunidad.

90
ÍNDICE

PROLOGO O CARTA.................................................. 6
Vera Jarach
DE DOLORES Y POETAS ........................................ 13
José Ernesto Schulman
MARZO EN VILLA CONSTITUCION..................... 19
Prof. Gabriela Sosa
CONCATENANDO.................................................... 27
Gabriela Sosa
CANTO A LA MEMORIA......................................... 27
CANTO A LA ESPERANZA ..................................... 30
A PARED RASGUÑADA .......................................... 33
José Ernesto Schulman
AQUELLA MÚSICA ROTA...................................... 39
Yu’í Páez
UN POEMA PARA LOS HUESOS DE PEDRITO ... 43
José Ernesto Schulman
EL PASEO DE LOS MUERTOS DE “EL POZO” .... 49
Yu´í Páez
CONJURO PARA ENCONTRAR A FLOREAL
AVELLANEDA .......................................................... 53
José Ernesto Schulman
EL SEPULTURERO QUE MENTIA A LOS MUERTOS 57
Yu’í Páez
EL PUNAL DEL MARINO ........................................ 61
Raúl Rodríguez
PERIPLO DE VICTOR, EL MARINERO ................. 65
91
Raúl Rodríguez
HERMANOS EN ARMAS ......................................... 71
Raúl Rodríguez
UNAS FOTOS DE LA CASA .................................... 77
Yu´i Páez
Y SI HUBIERA UN CIELO? ..................................... 81
José Ernesto Schulman

DE LOS PROTAGONISTAS
Gabriela Sosa............................................................... 85
José Ernesto Schulman ................................................ 86
Raúl Rodríguez ............................................................ 86
Yu’í Páez ..................................................................... 87
Ana Boulán .................................................................. 88
Guillermo Ginessi Miró .............................................. 89
Colectivo Cultural Churrinche .................................... 90

92
93

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