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FILIPENSES 2: 1-4
Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del
Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo,
teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3 Nada hagáis por contienda o por
vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él
mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
INTRODUCCIÓN
En un mundo donde la rivalidad y la vanidad son comunes, incluso al interior de las iglesias sucede.
Que estamos haciendo frente a esta conducta y accionar?; ESTAMOS LLAMADOS A SER luces que
brillen con el amor de Cristo, sirviendo con humildad y considerando a otros como superiores a
nosotros mismos. Que este pasaje sea nuestra guía para una vida cristiana auténtica y
transformadora.
DESARROLLO
Pablo deja de lado la persecución externa, y se centra en las fricciones y divisiones internas, ambas
igual de dañinas y destructivas en el seno de la Iglesia, como se ha demostrado a lo largo de la
historia; siendo, tal vez, peor la interna.
Pablo une ambos párrafos con las palabras «Por tanto», para recalcar y enfatizar que la unidad
interna es imprescindible para resistir las fuerzas y ataques de agentes externos.
Empezaban a vislumbrarse pequeñas disensiones en el modo de pensar de algunos, y eso
preocupaba, y no poco, al Apóstol Pablo, de ahí que les pidiese que tuvieran el mismo pensamiento
y el mismo sentimiento, es decir, un único pensamiento para así completar más aún el gozo de un
arrestado Pablo.
Pablo escribe en estos primeros 4 versículos cómo quiere que los filipenses (y nosotros) vivan (y
vivamos) los unos con los otros. Si ellos quieren participar con él en su lucha por y para el evangelio,
tienen que tener el mismo pensamiento, el mismo amor, el mismo espíritu, y todo hacerlo de forma
humilde, poniendo y anteponiendo los intereses de los hermanos en Cristo aún por encima de los
suyos propios, evitando el egoísmo y la vanagloria personal.
Los versículos 3-4 nos describe, en varios pasos, cómo alcanzar y practicar la unidad que expuso en
el versículo 2.
Gálatas 5:19-21 «Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales
os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino
de Dios.»
Los filipenses necesitaban tener el mismo sentir que hubo en Cristo, quien es el perfecto y supremo
cumplimiento es estos versículos (3-4), y es por eso que en los versículos siguientes (5-11) lo va a
demostrar de una manera inigualable, sublime y espectacular, en uno de los conjuntos de versículos
más bellos de toda la escritura, uno de los pasajes más grandiosos escritos jamás por mano humana
CONCLUSIÓN
Este pasaje no solo nos ofrece principios teóricos, sino que nos desafía a encarnar estos valores en
nuestra vida cotidiana. Al adoptar la misma mente y amor de Cristo, buscando la unidad y el
bienestar de los demás por encima de nuestros propios intereses, nos convertimos en testimonios
vivos de la gracia transformadora de Dios. Que Filipenses 2:1-4 sea más que palabras en una
página, que sea un mapa que guíe nuestra jornada diaria hacia una vida cristiana auténtica y
fructífera. En esta llamada a la humildad y al servicio, encontramos el camino hacia una comunidad
arraigada en el amor de Cristo, una comunidad que brilla como luz en un mundo que anhela la
verdadera unidad y compasión. Que este pasaje inspire y guíe nuestras acciones, permitiéndonos
vivir vidas que glorifiquen a Dios y bendigan a aquellos que nos rodean.
1. En el trabajo:
En lugar de buscar el reconocimiento personal, reconoce y celebra los logros del
equipo.
Colabora activamente con tus colegas para lograr objetivos comunes, mostrando
humildad al reconocer las habilidades y contribuciones de los demás.
2. En la familia:
Ante decisiones importantes, considera cómo afectarán a todos los miembros de la
familia antes de tomar una elección egoísta.
Dedica tiempo regularmente para servir a los miembros de la familia, ya sea ayudando
con las tareas domésticas o apoyando emocionalmente en momentos difíciles.
3. En la comunidad:
Participa en actividades de servicio comunitario, como la entrega de alimentos a
personas necesitadas.
Promueve la unidad y la comprensión entre vecinos, evitando chismes y rivalidades
innecesarias.
4. En la iglesia:
Ofrece tu tiempo y talentos para contribuir al bienestar de la comunidad cristiana.
Muestra empatía y compasión hacia aquellos que están pasando por dificultades,
brindando apoyo y oración.
5. En las redes sociales:
Utiliza las redes sociales para compartir mensajes inspiradores y alentadores en lugar de
buscar constantemente la validación personal.
Evita participar en discusiones polarizadas y busca construir puentes de entendimiento
y amor.
6. En la escuela:
Colabora con compañeros de clase en proyectos, reconociendo y valorando las
habilidades individuales de cada uno.
Evita la competencia desleal y busca el éxito conjunto en lugar de la superioridad
personal.
7. En situaciones de conflicto:
Practica la humildad al admitir errores y buscar soluciones que beneficien a todas las
partes involucradas.
En lugar de buscar venganza, elige perdonar y trabajar hacia la reconciliación.
8. En el manejo de recursos:
Considera cómo tus elecciones de consumo impactan en el medio ambiente y en la vida
de otras personas.
Comparte recursos con aquellos que tienen menos, practicando la generosidad y la
preocupación por los demás.
Estos ejemplos ilustran cómo se puede aplicar Filipenses 2:1-4 en diversas áreas de la vida diaria,
fomentando la unidad, la humildad y el servicio desinteresado en todas las interacciones y decisiones.