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¿Cómo conducir a la alabanza y adoración?

Alabanza y adoración son nuestra respuesta ante la revelación de Dios a


nuestras vidas; una de las palabras griegas traducidas como adorar es la
palabra προσκυνέω (proskuneo) la cual aparece 53 veces en el Nuevo
Testamento y tiene la connotación de postrarse en tierra o inclinarse en señal
de rendición y adoración. Podemos decir entonces que alabanza y adoración
es esta respuesta interna del corazón al contemplar a Dios, y puede ser
expresada físicamente de muchas formas, pero una de las más comunes es a
través del canto.
Dentro de la liturgia del culto cristiano podemos encontrar diversas formas
utilizadas, siendo el uso de música y canciones una de las más frecuentes, y
que la vemos plasmada incluso a lo largo de las Escrituras, y lo podemos ver
en pasajes tales como:
Colosenses 3:16 (RVR60)
16
La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y
exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en
vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
Para conducir a la alabanza y adoración debemos buscar que las canciones
que utilicemos estén llenas de la palabra de Cristo, es decir, que estas
canciones vayan en armonía con el mensaje del Evangelio, pues así nos
llevará a ver a Dios a través de lo que cantamos, y por lo tanto el Espíritu Santo
producirá en nosotros una respuesta que se traducirá en adorar, en este
προσκυνέω, en este reconocimiento del Señor y nuestra rendición total a Él.

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