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SOMOS SUYOS

CUARESMA
La Cuaresma tiene una meta, esa meta
se llama Pascua, y los días centrales de
esta celebración se llaman el Triduo
Pascual, iniciando con la celebración
del Jueves Santo (la cena del Señor),
pasa por el Viacrucis y sobre todo por la
acción litúrgica de la Pasión del Señor y
llega a su culmen, a su punto más bello
y más alto, en la Vigilia Pascual en la
que proclamamos la victoria del Señor,
poniéndonos en movimiento, eso que-
remos en este tiempo.

¿QUÉ
“Así como el agua mata al
fuego, asi la caridad al pecado.”
San Juan de Dios.

significa?
“Ayuna de no decir nada que
haga mal a otro, pues, ¿De que
te sirve no comer carne si
devoras a tu hermano? S Juan
Crisostomo.

La Iglesia hace penitencia, durante la cuares- “La Cuaresma para aquel que
ma, recordando los 40 días que paso Jesús en se considera bueno es tiempo
oración en el desierto. La Iglesia como esposa perdido” Fr Nelson Medina.
suya, no puede ser ajena a este tiempo de ora-
ción y penitencia de su Esposo (Cristo) por eso
hacemos penitencia durante este tiempo, por
ende, queremos acompañarle.

LA CUARESMA PARA AQUEL QUE SE ONCISERA B


SOMOS SUYOS
Desde los tiempos del Judaísmo, se
conocen practicas que nos ayudan a
hacer este camino, y son tres:
Ayuno, oracion, limosna o las obras de
misericordia.

La oración reconstruye nuestra relación


con Dios, nos permite bañarnos en su
ternura y reconocer su bondad; mien-
tras que la limosna reconstruye el tejido
social y nos permite revisar qué esta-
mos haciendo para amar a nuestro pró- Jesús les recuerda a los contemporá-
jimo. neos estas tres prácticas, pero les dice
que hagan las cosas de corazón y por
eso dice Joel, “rasguen sus corazones y
no sus vestiduras” Joel 2:13. Déjense
Estas tres practicas traen gracia a nues- impactar por la palabra de Dios, que
tra vida. Una Cuaresma bien vivida ella remueva nuestras vidas, que nos
renueva la vida, dándole sentido al sím- haga sentir que en muchas cosas no
bolo de la ceniza, siendo símbolo de lo estamos bien. La Cuaresma adquiere
que ya acabó de lo que ya termina, y sentido por aquel que se deja golpear
por eso siguiendo la práctica judía de por la palabra.
quienes se ponían polvos y cenizas en
sus cabezas, reconociéndose en cierto
sentido “muertos”. Así también, noso-
tros queremos morir: morir al pecado,
dejar que pase lo que pasa, esa es la
manera de renovarse, quitando, podan-
do lo que no tiene vida, la Iglesia es
Madre y jardinera de nuestras vidas

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Cuando Pedro mencionó la relación que
tiene nuestro pecado con las llagas y los
dolores de nuestro Señor, quienes le escu-
chaban, fueron iluminados por el Espíritu,
y entonces estas palabras les traspasaron
el corazón; en esto se basa rasgar el cora-
zón.

No es de despreciarse, es descubrir que en


nosotros hay pecado y es la causa última
del sufrimiento de los inocentes y entre
todos los inocentes, el Cordero inmacula-
do llamado Jesucristo que ha muerto por
nosotros.

CUARESMA
PARA LOS PRIMEROS
Paso a paso, mediante un proceso de sedi-
mentación, este período de preparación
pascual fue consolidándose hasta llegar a
constituir la realidad litúrgica que hoy
conocemos como Tiempo de Cuaresma.
Influyeron también, sin duda, las exigen-
cias del catecumenado y la disciplina peni-
tencial para la reconciliación de los peni-
tentes.

La primitiva celebración de la Pascua del


Señor conoció la praxis de un ayuno pre-
paratorio el viernes y sábado previos a
dicha conmemoración.

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De todos modos, como en otros ámbitos
de la vida de la Iglesia, habrá que esperar
hasta el siglo IV para encontrar suposicio-
nes de una estructura orgánica de este
tiempo litúrgico. Sin embargo, mientras El período cuaresmal de seis semanas
en esta época aparece ya consolidada en de duración nació probablemente
casi todas las Iglesias la institución de la vinculado a la práctica penitencial: los
cuaresma de cuarenta días, el período de penitentes comenzaban su preparación
preparación pascual se circunscribía en más intensa el sexto domingo antes de
Roma a tres semanas de ayuno diario, Pascua y vivían un ayuno prolongado
excepto sábados y domingos. Este ayuno hasta el día de la reconciliación, que
pre-pascual de tres semanas se mantuvo acaecía durante la asamblea eucarística
poco tiempo en vigor, pues a finales del del Jueves Santo. Como este período de
siglo IV, la Urbe conocía ya la estructura penitencia duraba cuarenta días, recibió
cuaresmal de cuarenta días. el nombre de Quadragesima o cuares-
ma.

Durante el primer estadio de orga-


nización cuaresmal se celebraban
tan sólo las reuniones eucarísticas
dominicales, si bien entre semana
existían asambleas no eucarísticas:
los miércoles y viernes.

Pero a finales del siglo VI las reu-


niones del lunes, miércoles y vier-
nes celebraban ya la eucaristía.
Más tarde, se añadieron nuevas
asambleas eucarísticas los martes
y sábados. Por último, el proceso se
cerró bajo el pontificado de Grego-
rio II (715-731), con la asignación de
un formulario eucarístico para los
Jueves de Cuaresma.

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“POLVO

EN POLVO TE
CONVERTIRÁS”
¿Qué significa
la Santa El proceso de alargamiento del perío-
do penitencial continuó de forma

Ceniza? irremediable. Esta anticipación del


ayuno cuaresmal no es una práctica
exclusivamente romana: se encuen-
tra también en Oriente, y en diversas
Hacia finales del siglo V, el miércoles y vier- regiones de Occidente.
nes previos al primer domingo de Cuares- Probablemente se trata de una
ma comenzaron a celebrarse como si praxis originada en la ascesis monás-
formaran parte del período penitencial, tica y más tarde propagada entre la
probablemente como medio de compen- comunidad cristiana, aunque resulte
sar los domingos y días en los que se difícil conocer sus características.
rompía el ayuno.
Dicho miércoles, los penitentes, por la
imposición de la ceniza, ingresaban en el
orden que regulaba la penitencia canóni-
ca.
Cuando la institución penitencial desapa-
reció, el rito se extendió a toda la comuni-
dad cristiana: este es el origen del Miérco-

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EL “40” ES
BÍBLICO.
Es la cantidad de días y noches del diluvio
(Génesis 7,12).
Isaac y Esaú tenían 40 años cuando se
casaron (Gen 25,20; Gen 26,34).
El éxodo duró 40 años.
Moisés estuvo 40 días y 40 noches en el
monte Sinaí (Deuteronomio 9, 9-11).
Los espías de Israel exploraron la tierra pro-
metida durante 40 días (Num 13, 25).
Goliat retó a los israelitas durante 40 días
antes de que David lo venciera (1 Sam
17,16).
David reinó durante 40 años (1Re 2,11), al
igual que Saúl (Hch 13, 21) y su hijo Salo-
món (1 Reyes 11, 42).

El profeta Elías pasó 40 días de ayuno en el desierto hasta encontrar-


se con Dios en el monte Horeb (1Re 19,8).
Jonás anunció que Nínive sería destruida a los 40 días (Jon 3,4).
Jesús fue presentado en el Templo a los 40 días de su nacimiento (Lv
12).
Jesús fue al desierto después de su bautismo durante 40 días y sus
noches para ser tentado por el demonio (Mt 4,2).
Tras su crucifixión, el tiempo en el que se apareció a sus discípulos fue
precisamente de 40 días (Hch 1,3).
Entonces, ¿Qué hay en la Biblia y el número 40?
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¿PERO
y qué dice la Iglesia ?

Por último, la tradición cristiana ha interpretado


también el número cuarenta como expresión del
tiempo de la vida presente, anticipo del mundo
futuro. El Concilio Vaticano II(cfr. SC 109) ha seña-
lado que la Cuaresma posee una doble dimen- El tiempo de Cuaresma se
sión, bautismal y penitencial, y ha subrayado su extiende desde el miércoles de
carácter de tiempo de preparación para la Pascua Ceniza hasta la Misa de la cena
en un clima de atenta escucha a la Palabra de del Señor exclusive. El miérco-
Dios y oración incesante. les de Ceniza es día de ayuno y
abstinencia; los viernes de Cua-
El período cuaresmal concluye la mañana del resma se observa la abstinencia
Jueves Santo con la Misa crismal —Missa Chris- de carne. El Viernes Santo tam-
malis— que el obispo concelebra con sus presbí- bién se viven el ayuno y la absti-
teros. Esta Misa manifiesta la comunión del nencia.
obispo y sus presbíteros en el único e idéntico
sacerdocio y ministerio de Cristo. Durante la cele-
bración se bendicen, además, los santos óleos y se
consagra el crisma.
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AHORA,
¿CÓMO VIVO LA
CUARESMA?
Rezar la Oración de Cuaresma: 1.Arrepintiéndome de mis pecados y con-
fesándome.
2.Luchando por cambiar.
Padre nuestro, que estás en el Cielo, durante
3.Haciendo sacrificios
esta época de arrepentimiento, ten misericor-
Y los anteriormente mencionados:
dia de nosotros. Con nuestra oración, nuestro
4.Oración.
ayuno y nuestras buenas obras, transforma
5.Ayuno
nuestro egoísmo en generosidad. Abre nues-
6.Limosna.
tros corazones a tu Palabra, sana nuestras heri-
das del pecado, ayúdanos a hacer el bien en
este mundo. Que transformemos la obscuri-
dad y el dolor en vida y alegría. Concédenos
estas cosas por Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Contar a los niños el sentido de la Cuaresma de una forma amena para que la entiendan
y se motiven a cumplir con los propósitos del calendario de Cuaresma. Educarles en el sen-
tido espiritual, sobre todo.

Leer en los Evangelios el relato de la Pasión de Cristo.

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SOMOS SUYOS
PREGUNTATE,

ORA
1. ¿Qué tan consciente soy de mi condición de bautizado? ¿Qué tan dispuesto estoy
a renovar mi compromiso con el Señor en esta Cuaresma y a poner los medios para
crecer en mi conversión?
2. ¿Qué cosas me atan y me impiden avanzar mejor por el camino de la santidad?
¿Qué tanto empeño pongo de mi parte para vivir la libertad conquistada por Cristo
en la Cruz?
3. ¿Enfrento los desafíos que encuentro en la vida, asumiendo el sufrimiento y
uniéndome a Cristo crucificado? ¿Opto por rehuir del dolor, compensarlo con cosas
vanas, o lo asumo con visión de eternidad?
4. ¿Ejercito la capacidad de ser generoso, a través del servicio fraterno o de la limos-
na? ¿Pongo los medios para vivir una vida de oración intensa y encontrarme diaria-
mente con el Señor Jesús? ¿Qué debo hacer para tener al Señor Jesús como
modelo de humanidad y centro de mi vida?

Llamada a la conversión: Mc 1,15; Servicio fraterno: Lc 1,36-41; Jn


Mt 3,2; Lc 3,3-14; Rom 12,1-2; Ef 13,1-5; 1Pe 4,10; Jn 12,26. 8
4,20-24.
La mortificación: 2Tim 1,12-13; Col
Vida nueva del bautizado: Rom 3,5-10.
6,1-11; Col 2,12-13.
Encuentro con la verdad en la ora-
Vivir la libertad en Cristo: Gál 5,1-13. ción: Lc 15,17-24; 1Jn 2,4-5; Lc
17,11-19.

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PERO HEYY!
recuerda que

la CUARESMA
SOMOS
SUYOS.
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