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Resumen de Sociología “Final”

Giddens
Sociología: Problemas y Perspectivas

Sociología: Estudio de la vida social humana, grupos y sociedades

Ejemplos

Amor y matrimonio Salud y enfermedad Crimen y castigo

Pueden ser considerados intenciones humanas “naturalmente dadas”, sin embargo están
impregnados de factores sociales. La vida refleja los contextos de nuestra experiencia
social. Los hallazgos de la sociología alteran y a la vez contribuyen a nuestras creencias
de sentido común: algo que todo el mundo sabe.
Preguntas sociológicas
Fácticas: Basadas en los hechos. Pueden ser cosas inusuales pero dan características de
una sociedad. Aunque igualmente son a menudos mucho más complicadas y difíciles de
responder de lo que uno podría pensar.
Comparativas: comparan, relacionando un contexto social dentro de una sociedad con
otro o contrastando ejemplos tomados de diferentes sociedades.
Sobre desarrollo: comparar el presente y el pasado de las sociedades.
Teóricas: se ocupan de como suceden las cosas: implican la construcción de
interpretaciones abstractas. Deben ser guiadas por algún conocimiento teórico.
Consecuencias: previstas e imprevistas de la acción humana; lo que pretendemos hacer
tiene consecuencias imprevistas o no reconocidas. La sociología tiene la tarea de
examinar el equilibrio entre la reproducción y la transformación de la sociedad.
¿Que nos puede enseñar la sociología de nuestras propias acciones?
Nuestro conocimiento tiene fronteras muy definidas, una de las tareas principales de la
Sociología es mostrar cuales son.
¿Cómo surge la sociología?

Nisbet: Las dos revoluciones.


La sociología surge como respuesta al derrumbe del antiguo régimen, bajo los golpes
del industrialismo (Revolución industrial) y la democracia revolucionaria (Revolución
Francesa), a comienzos del siglo XIX.
En el aspecto político, se produce la denominada Revolución Francesa, instaura la
monarquía parlamentaria, limitando el futuro poder del rey y la alta nobleza, y
favoreciendo el poder parlamentario, representante de la nobleza media y baja de la
burguesía. Se conforma ahí la alianza de clases entre la nobleza y la burguesía.
A partir de este momento, la economía se desarrolla de forma tal que posibilita la
Revolución industrial. Todo este proceso culmino en la modificación de los lazos
sociales que unían a los hombres entre sí y con los medios de producción y con la
aparición de las nuevas clases sociales: el proletariado y la burguesía.
La sociología surge como método de estudio de estos aspectos sociales nuevos que el
pensamiento tradicional no podía explicar ya que requerían una nueva intervención
social sobre ellos para poder ser explicados. Estos cambios van a ser explicados a través
de distintas corrientes de pensamiento: conservadores, radicales y liberales.
Conservadores: Esta corriente planteaba el rechazo a los cambios políticos, sociales,
económicos radicales, favoreciendo las tradiciones, valores como la familia y la
religión.
Radicales: preferían reformar el orden político, científico, moral e incluso religioso
profundamente (de raíz).
Liberales: buscan el progreso en la sociedad mostrándose a favor de las libertades
individuales.
Los temas del industrialismo: se tomaron cinco aspectos de la revolución Francesa
que provocaban mayor cantidad de respuestas sociológicas; la transformación de la
propiedad, la ciudad industrial, la tecnología, el sistema fabril y la situación de la clase
trabajadora, siendo este, el tema de mayor preocupación.
La clase trabajadora: Se degrado de manera notoria, además de que son privados de
las estructuras protectoras de los gremios. La figura del campesino desaparece, ahora es
un obrero de la industria.
La transformación de la propiedad: es confiscada y el apoyo institucional que se
brinda a esta, se debilita.
La ciudad industrial (urbanización): del ámbito rural al ámbito urbano, con la ciudad
y sus grandes fábricas, por lo tanto, un cambio de ambiente, de cielo abierto al ambiente
encerrado entre paredes, con poca luz y ventilación.
La tecnología y la fábrica producto del nuevo modo de producción, la fábrica adquiere
un fuerte papel ideológico al igual que la tecnología.
Los conservadores y radicales se mostraron reacios a ambas. El hombre era ya una parte
más de la máquina y aparece una división mecánica del trabajo.
La revolución Francesa: un movimiento social que estallo en 1789 contra el
absolutismo real y los privilegios sociales en favor de los sectores menos privilegiados.
La situación social presentaba contrastes irritantes en la cúspide, el rey y su familia,
vivían en la opulencia libres de impuestos, y colmados de favores y privilegios.
Por último, los no privilegiados formaban el tercer estado: Burgueses, obreros y
campesinos.
En pos de estos últimos, van a aparecer los derechos del hombre y del ciudadano, de la
mujer y la ciudadanía, se proclama la soberanía del pueblo, se defienden los derechos de
la clase burguesa, aparece la ley del divorcio, etc.
Marco un antes y un después en la organización política y social del continente.
La conjunción de estos fenómenos sociales que intervienen en el declive de las viejas
estructuras propias de la sociedad feudal hará necesaria la búsqueda de fórmulas que
permitan analizar, comprender y predecir de manera objetiva y científica, estos cambios
tan radicales y sus consecuencias futuras.
La sociología tratara a estos procesos como su campo de actuación y objeto de
estudio científico.
Ciencia política
Conocimiento adquirido a través del estudio que aborda la política y responde a una
tradición académica. Englobaría a todos los estudios dedicados a fenómenos y
estructuras que dan vida a lo político. Según maneras de entender esta disciplina,
existirían dos formas de ciencia política:
- Plural: abarca todos los trabajos de filósofos y teóricos que hayan estudiado los
fenómenos políticos. Rigurosa pero no técnica.
- Estricta y técnica: compuesta solo por aquellos estudios basados en métodos
característicos de la investigación empírica reconocidos por la comunidad
científica, los politólogos.
Con esta definición, los autores separan a la ciencia política “en sentido amplio” de la
mera opinión y por otro lado en “sentido estricto” de la filosofía política.
Estas divisiones responden a un interés por especificar cuáles son los métodos para
analizar la política, cuales son científicos y cuáles no.
- Primera división: en los orígenes de la civilización occidental encontramos la
inclinación a distinguir los hechos políticos de la mera opinión.
- Segunda división: constituye un intento en primer lugar; justificar el estatus
científico de la ciencia política y en segundo lugar: establecer aquellas
características que la distinguen de aquellas tradiciones del pensamiento de
donde proviene la filosofía política.
- La ciencia política se trata de una ciencia “joven”, tuvo un nacimiento tardío
como disciplina autónoma.
Bases de una ciencia sobre lo político: La Filosofía Política.
En el siglo IV antes de Cristo, la crisis en las polis griegas llevo a la reflexión crítica de
Aristóteles quien dejó como legado su obra “la política” sentando las bases del campo
de estudio de lo político. El avance de esta reflexión estuvo siempre ligado a las
sucesivas crisis de los cuerpos políticos, como las luchas entre el poder temporal y el
poder espiritual.
Con la aparición de los Estados Nacionales, las revoluciones inglesa y francesa, la
Revolución industrial o el surgimiento de la democracia en Estados Unidos, todos estos
acontecimientos históricos, darían forma a nuevas teorías que replantearían el discurso
político analítico aceptado. Se trata de paradigmas (concepto de Thomas Kuhn) que a lo
largo de la historia van definiendo y no definiendo el objeto de lo político así como los
métodos y técnicas de investigación.
La tradición clásica de la filosofía política reflexionaba sobre el orden político, lo hacía
sobre una preocupación acerca del orden moral, mientras examinaban hechos políticos,
los autores pretendían desentrañar los fundamentos de la vida “buena” o “justa,
discriminaban las formas de gobierno deseables de las indeseables sin perder de vista la
búsqueda de un ordenamiento político perfecto.
Fue Nicolás Maquiavelo quien marco un punto de inflexión en esta tradición con su
obra El Príncipe, en la que analizo de manera objetiva la vida política de su tiempo,
intentando separar el “deber ser” de aquello que “realmente es”.
La tradición política modera fue contractualista, cuyos principales exponentes fueron
Hobbes, Locke y Rousseau; autores que plantearon una oposición entre el “hombre
natural” (el hombre antes de su perversión por parte de la civilización) y el estado,
afirmando que los individuos solo pueden consentir o aceptar un orden social y político
por medio de un pacto o contrato.
Existían así dos momentos o estados de vida que no pueden coexistir: el estado de
naturaleza, por el otro la sociedad civil, y el pasaje de uno a otro estaría dado por
un tercer momento, el del contrato social.
La noción de contrato de Locke, sentó las bases del pensamiento liberal, para este autor
dentro del estado de naturaleza encontramos la propiedad, la herencia, el comercio,
todos derechos que debían ser resguardados de la arbitrariedad del poder estatal. A
partir de estas ideas liberales, los estudios de la política se centraron en el concepto de
democracia, su extensión y sus límites.
Hacia la definición de su campo científico autónomo.
La ciencia política no surgió como disciplina científica autónoma hasta mediados del
siglo XX. Aun cuando autores como Marx o Weber se preocuparan por las cuestiones
políticas de su tiempo y marcarían el rumbo de los estudios por varias décadas con sus
trabajos sobre la dominación, el estado y el poder, el proceso de diferenciación de lo
político respecto a las demás ciencias no era claro. Hasta fines del siglo XIX, de hecho,
se consideraba a lo político como un objeto de estudio más de las ciencias sociales.
Para justificar el status científico y autónomo, del estudio de la política, había que
encomendar las leyes indiscutidas que la regían. Las ciencias sociales no avanzan en
términos paradigmáticos, los distintos enfoques, sus “leyes” conviven temporal y
especialmente. Dogan establece que esto se debe a la inexistencia de verdaderos
paradigmas en las ciencias sociales, “varias teorías pueden coaccionar”, pero hay un
paradigma solo cuando una de ellas empíricamente verificable, domina a todas las
demás y es aceptada por toda la comunidad científica.
Entrando el siglo XX, a la ciencia política se la seguía recriminando que no pudiese
utilizar los mismos que las ciencias naturales. En Inglaterra, a lo largo del siglo XIX, las
universidades preferían referirse a sus cursos como “estudios de gobierno”, “teoría o
instituciones políticas” o “política y relaciones internacionales” en vez de hablar de
“ciencia política”.
A fines del siglo XIX los estudios del ámbito de lo político prosperaron notablemente
en las universidades de los países centrales. Estas cátedras seguían aplicando enfoques
normativistas e institucionalistas que luego serían criticados por ocuparse todavía del
“debe ser”.
- Primer enfoque: seguía pretendiendo descubrir conceptos morales.
- Segundo enfoque: analizaba las reglas, los procedimientos y las organizaciones
formales del sistema político, se fundamentaba en una concepción idealizada de
la democracia liberal.
Se iban logrando dos objetivos: determinar definitivamente la autonomía de la política
de otras ciencias y afianzar su presencia en instituciones académicas.
Los estudios sobre la política como ciencia autónoma alcanzarían un éxito espectacular
luego del final de la segunda guerra mundial, cuando se hizo indispensable reconstruir
los países europeos sobre unas bases que permitieran asegurar una futura coexistencia
pacífica.
La ciencia política vista por el conductismo.
El conductismo es una corriente de pensamiento científico que tiene sus orígenes en
Estados Unidos a principios del Siglo XX, específicamente en el campo de la psicología
nutrido del positivismo y el funcionalismo, tiene como ámbito de aplicación el análisis
de las readaptaciones de la conducta humana a través de un mecanismo psicológico de
estímulo- respuestas.
Gracias a la aplicación de este método, la ciencia política logro finalmente ocupar un
lugar dentro de la comunidad científica. Desde el punto de vista Kuhniano, como una
actividad “científica normal” dentro del paradigma científico establecido. Fue el
enfoque dominante de la disciplina desde 1950 hasta fines de los setenta.
Los conductistas plantearon que la ciencia política anterior, al interesarse en los valores,
expresados solamente opiniones y deseos que eran inútiles para resolver problemas
políticos concretos. Proponían en cambio buscar regularidades y explicaciones que
permitieran “elaborar hipótesis claras, sujetas a procedimientos de control empírico
contrástales”. El conductismo abandono el estudio de las instituciones para abordar
como objeto central de la ciencia política, el estudio de la personalidad y la actividad
política del individuo a través de métodos cuantitativos como censos y encuestas.
Las críticas al conductismo no tardaron en llegar, Sheldon Wolin plantearía que el
conductismo esterilizaba, justamente, la dimensión “política” de la teoría misma, es
decir, su capacidad para influir y operar sobre la realidad. Al mismo momento que el
enfoque conductista lograba su apogeo, las críticas al mismo y la recuperación de viejos
aportes de la filosofía política iniciaban una “fragmentación” de la ciencia política,
surgiendo asi otros enfoques que intentaron dar cuenta de nuevos objetos de estudio
como por ejemplo los enfoques feministas y de análisis de discurso, el primero
retomando la dimensión de género en las relaciones de poder y el segundo advirtiendo
que los sistemas de significado o “discursos” condicionan y conforman las maneras de
entender la actividad política.
Al no existir un paradigma que haya prevalecido de manera indiscutida, algunos autores
consideran que la ciencia política está actualmente en crisis.
Sin embargo si tenemos en cuenta, como pudimos observar, la ciencia política es el
resultado de la interacción entre la practica política en todas sus dimensiones y los
desarrollos teóricos y metodológicos para abordarla, tal vez la “crisis” deba explicarse
en esa misma interacción. La ciencia política se enfrenta al desafío de proponer
soluciones a nuevos y cada vez más complejos objetos de estudio.
El objeto de estudio de la ciencia política: determinando los confines del ámbito
político.
¿Qué es concretamente la política? ¿Qué es lo que estudia específicamente la ciencia
política? ¿En dónde reside esencialmente lo político?
La política es polisémica (múltiples significados), policausal (muchas causas) y
multidimensional. Desde el sentido común nos referimos a la política como aquella
actividad en donde unos pocos (los políticos) administran el poder público de la
sociedad.
Ya en los clásicos de la filosofía política, quienes recurrían a ella para referirse a
fenómenos tan dispares como el arte de gobernar, el conjunto de los asuntos públicos, el
poder de imponer ideas a la búsqueda de consensos.
Para algunos autores “la política está en todas partes y todos hacen política” mientras
que para otros, la política está reservada a un ámbito restringido conformado por las
instituciones, el gobierno o los partidos políticos.
El elemento en común que tiene todos los fenómenos políticos ya señalados, es uno
general: el poder. Bobbio, Matteucci y Pasquino definen a la policía como aquella
“forma de actividad o de praxis humana que esta estrechamente vinculada con el poder”
Existen diferentes formas de poder pero el poder político, se trata de un tipo de poder
especifico, de hombres sobre otros hombres y no del hombre sobre la naturaleza, por
ejemplo. Bovero vincula a la política con las relaciones de poder entre los hombres,
pero se pregunta sobre las características que diferencian el poder político de otros tipos
de poder.
- Primera característica: El poder político habilita el uso de la fuerza en un
determinado ámbito para lograr imponer una voluntad. Sin embargo, no será
“violencia”, es ilegítima. Aparecen aquí dos cuestiones; el consenso y la figura
de un poder centralizado que determina “el monopolio de la coerción física
legítima” (términos con los que Weber define al poder del estado).
La fuerza del poder político proviene de un pacto, los gobernadores aceptan como
legitimo el ejercicio de ese poder.
Así cambien al poder político se le atribuyen otras tres características: exclusividad,
universalidad y la inclusividad.
Exclusividad: no puede permitir en su territorio la coexistencia de otras fuerzas que no
reconozcan su autoridad.
Universalidad: la capacidad de aquellos que detentan el poder político de tomar
decisiones en nombre de toda la sociedad.
Inclusividad: “la posibilidad de intervenir imperativamente en toda actividad de los
miembros del grupo dirigiéndolos hacia un fin deseado”.
La ciencia política es la ciencia del estado. Los politólogos modernos se encargaran de
las democracias modernas, del estado de bienestar o del estado en tanto conjunto de
instituciones y relaciones sociales.
Así, el estado forma de ordenamiento político y social histórico y especialmente situado
se transformó rápidamente en el objeto de estudio prioritario de la Ciencia Política.
A fines de los 60 el papel del estado empezó a ser jaqueado por elementos que no
estaban dentro de las preocupaciones de la ciencia política, las reivindicaciones raciales,
feministas, movimientos estudiantiles entre otros. Ante la debilidad evidente de los
Estados frente a estas nuevas realidades, iba quedando claro que donde había relaciones
de poder, había política, pero que no necesariamente donde había política había estado,
es decir, había política por fuera del estado.
Foucault propuso que el poder circula por todas las relaciones sociales, relaciones de
poder de niveles micro- familia, escuela, parejas, etc. Y condiciona y posibilita formas
de poder y dominación más globales.
Poniendo el acento en los movimientos sociales, los políticos se expandían a todos
aquellos asuntos o cuestiones que quisieran debatir públicamente. La división entre lo
público y lo privado se sometía a la voluntad de la comunidad: cuestiones como las
relaciones de género o raza así como cuestiones familiares como la maternidad o
paternidad se transformaron en cuestiones políticas al ingresar a la esfera de lo público.
La política ya no sería “cosa de unos pocos”.
Si vemos a la política en términos de poder: ¿poder para qué? ¿Existe un fin
eminentemente político? El poder no lo es, es solo el medio para alcanzar otros fines, se
podría decir entonces que el fin de un orden político lo determinara el grupo dominante,
en este caso los fines cambian a medida que el elenco de gobernantes cambie.
Existe sin embargo un fin mínimo de la política que podría ser: lograr el orden público
en las relaciones al interior de un estado y la defensa de la integridad con respecto a sus
relaciones con otros estados.
En toda sociedad hay conflictos de toda índole, el poder político tendría el fin de
impedir que los conflictos se generalicen.
Dice Bovero: “si ese fin mínimo no se logra, la misma relación de poder cae; podría
decirse que el fin de impedir el conflicto, de mantener el orden público y la paz social es
irrenunciable”.

Emile Durkheim
Considerando el padre fundador de las corrientes sociológicas luego llamadas
funcionalistas, consideren a la sociedad como un organismo vivo. Es la sociedad la que
determina los modos de actuar y de pensar de las personas.
Tenía el objetivo de construir a la sociología como ciencia con un objeto de estudio y un
método. El objeto de estudio que proponía Durkheim es el hecho social: que era toda
forma de actuar, pensar o sentir que tiene la sociedad en un momento dado. Durkheim
proponía ver al hecho social como una “cosa”.
Como todo objeto, tiene sus características propias:
Exteriores: existen por fuera de las conciencias individuales, son externas a las
personas.
Anteriores: el individuo nace en una sociedad que tiene una organización y una
estructura determinada que lo condiciona.
Independientes: la totalidad de relaciones que constituyen la sociedad funcionan
independientemente del uso que el individuo haga de ellos.
Generales: los hechos sociales siempre son colectivos. Es un estado del grupo que se
repite en todos ellos porque se les imponen.
Coercitivos: lo obligan a actuar.
Ejemplos de hechos sociales: Normas, costumbres, moda, instituciones, roles sociales,
etc.
Los hechos sociales pueden dividirse en dos tipos:
Materiales: son los más visibles. Se materializa y llega a convertirse en un elemento
del mundo exterior. Ejemplo las instituciones.
Inmateriales: Se corresponden con las normas y los valores de la sociedad, o de forma
extensa, la cultura.
Los hechos sociales son también mecanismos que aseguran la integración del individuo
en la sociedad.
Durkheim en su libro “Las reglas del método sociológico” va a proponer distintas reglas
para estudiar a los hechos sociales:
- Tratar a los hechos sociales como cosas: buscan eliminar la subjetividad.
- Lo que se observa corresponde a la sociedad y se explica por ella misma:
encontrar dentro del orden social sus causas.
- Abandonar los prejuicios: eliminar la subjetividad, las creencias y los valores
al momento de investigar.
- Que los hechos tengan características comunes: no imponen nada al objeto
que investigan.
- Observar los hechos por su carácter social y no individual: centrarse en lo
social y no confundir con lo psicológico.
La coercitividad que menciona Durkheim en los hechos sociales genera en la sociedad,
una doble conciencia, una conciencia individual y una conciencia colectiva, esta última,
es definida como el conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de
los miembros de una misma sociedad, formo un sistema determinado que tiene vida
propia.
Para Durkheim, los tipos de sociedad son dos: las sociedades primitivas y las
sociedades modernas, diferenciadas por el tipo de solidaridad que las caracteriza, la
solidaridad para Durkheim, es lo que facilita la coerción social o la moral y los valores
de esa sociedad. Las sociedades primitivas se caracterizan por una solidaridad de tipo
mecánica y las sociedades modernas por una solidaridad de tipo orgánica.
Solidaridad mecánica: es la solidaridad propia de las sociedades más primitivas o
también denominada directa, está dada por lazos de parentesco más directos entre clanes
y familias. Hay un poco o nula división del trabajo ya que las actividades son muy
elementales, no hay propiedad privada sino que es propiedad común. En las sociedades
más primitivas la religión y la tradición suelen ser las que determinan los valores que
unen a dicha sociedad y hay severas sancionar para quienes desobedezcan o trasgredan
las normas sociales.
Solidaridad orgánica: Propia de las sociedades más industriales o modernas, se
produce a través de un proceso de diferenciación y especialización productiva, una
división social del trabajo donde individuos de diferente índole a través de sus
capacidades, talentos, formación y propiedad privada, van a realizar diferentes
actividades. Acá la solidaridad es orgánica porque cada “órgano” de una sociedad debe
cumplir su función diferenciada para que el organismo social en su conjunto funcione
adecuada o correctamente.
En las sociedades orgánicas hay mayor libertad para el individuo, priva la conciencia
individual por sobre la colectiva. Esto produce un mayor riesgo de anomia, una crisis de
tipo moral en la sociedad debido a que ese individualismo se convierta en egoísmo.
También para Durkheim, los dos tipos de sociedades se caracterizan por tener dos tipos
de derecho diferente: las sociedades más primitivas tienen un derecho represivo,
sancionan fuertemente de forma física a quien infringe la ley a través de ejecuciones o
destierros por ejemplo. En cambio, las sociedades modernas o orgánicas se caracterizan
por un tipo de derecho restituido, tratan de restituir un determinado orden antes de que
se cometa el delito.
El estado para Durkheim no es sinónimo de conciencia social, es más bien, un
organismo de pensamiento social. Debe generar “representaciones colectivas”,
adecuarse junto con los grupos secundarios (gremios, profesionales, etc.) para lograr
cohesionar los objetivos individuales y de cada profesional con los objetivos comunes
de estado. Esos grupos secundarios, actúan como bisagra entre el estado y el individuo.
La educación para Durkheim, tiene que ser en primera instancia, una educación de
tipo moral, los valores sociales, respeto de la ley, conocimiento, el trabajo, la ciencia, el
respeto a las libertades individuales y principalmente, el valor de la solidaridad. Este
tipo de educación tiene que ser primaria y universal.
La educación secundaria esta facilitada por las asociaciones o grupos de personas que
son como gremios o profesionales que darán una formación, al obrero o al empleado
primario, para que puedan cumplir con su objetivo, su función, sabiendo que eso
conllevo un valor, una norma moral.
El suicidio:
Fue el primer estudio empírico de la sociología. Sostiene que hay una relación entre la
integración social y el suicidio, que se mantiene constante, más allá del contexto social
en el que se lo analice, que puede ser religioso, familiar, político o socioeconómico.
Durkheim se interesa por el suicidio ya que se produce en una unidad de tiempo y en
una sociedad dada, constituye un hecho social y lo analiza como tal. El suicidio
responde a características sociales y no individuales.
Los tipos de suicidio son:
Anomico: Ocurre en las épocas de grandes cambios (ejemplo una depresión
económica). Las rutinas del trabajo y la familia se desintegran. El sistema de valores se
corrompe, no hay reglas ni valores. Si la sociedad está en crisis ¿para qué vivir?
Egoísta: Ocurre en las sociedades que no dan sentido. La familia y la religión casi no
existen. No hay un sentido de pertenencia del individuo a la sociedad global. El único
modo de reconocimiento parece ser el éxito. Pero quienes no lo logran quedan
profundamente insatisfechos.
Fatalista: El individuo siente que su vida no tiene ningún sentido, ya que él no la
maneja. Es el caso típico de un esclavo.
Altruista: una persona que sobredimensiona el espacio social, de más de lo que recibe.
Se siente moralmente obligado a suicidarse para hacer un bien a su sociedad. En ese
caso no hay un exceso de reglas.

Karl Marx
Marx, creador del materialismo dialectico, uso este método al servicio de materialista
del hombre y la historia, basado en el método dialectico del filósofo alemán Hegel.
Desde esta concepción, Marx quiso explicar el desarrollo histórico de la clase
trabajadora para asi poder promover la transformación social.
Marx tiene como objeto de estudio a la lucha de clases, la considera el motor de la
historia de la humanidad, una lucha entre opresores y oprimidos. Estas luchas conducen
en cada etapa de la historia, a la transformación revolucionaria de todo régimen social o
al exterminio de ambas clases beligerantes.

La historia ha de ser estudiada como una totalidad concreta, a la luz de una totalidad
abstracta, el modo de producción.
Totalidad concreta: conjunto de los elementos que conforman o configuran una
sociedad en un momento determinado de su desarrollo histórico (elementos
relacionados a la producción como elementos jurídicos, políticos e ideológicos).
Totalidad abstracta: modo de producción.
Marx va a distinguir a lo largo de la historia cinco modos de producción, cada uno con
su propio sistema de clases:
Comunismo Primitivo: Sus actividades son la caza, la pesca, ganadería y agricultura.
Hay poca especialidad en el trabajo y la unidad social es la familia. No existe la
propiedad privada y no hay necesidad de estado. Tampoco existen las clases por el bajo
desarrollo histórico.
Esclavismo: con la agricultura aumentan los excedentes y la población. Se necesita más
mano de obra y hay cierta especialización del trabajo. Aparece la esclavitud como
consecuencia de la propiedad de los medios de producción. Clases: esclavos y
esclavistas.
Feudalismo: Agricultura como actividad principal desarrollada por los siervos. El
trabajador dispone de las materias primas y controla la producción. Posee una estructura
social piramidal. Los excesos suelen ser objetos de comercio. Aparece la burguesía. A
medida que aumenta su poder económico, la burguesía va cambiando gradualmente el
modo de producción y se hace con el control del estado. Clases: señores feudales y
siervos.
Capitalismo: Economía industrializada. Hay una especialización del trabajo, hay un
estado formado, mercado mundial. Clases: burgueses y proletariados.
Comunismo: sociedad sin clases por el alto desarrollo histórico.
Con el concepto de clases, Marx no hacia la distinción según los ingresos o el nivel de
vida que poseían las personas, sino más bien, al lugar que estas ocupan en el modo de
producción económico. En cada uno de los diferentes modos de producción (salvo en el
primero y el ultimo) ha habido una clase explotadora y otra explotada. Lo que
caracteriza a todas las clases explotadoras es el control del proceso productivo (aquel
proceso en el cual los hombres transforman la naturaleza para obtener alimentos,
vestimenta, etc.) y del excedente (lo producido), en pocas palabras, tienen el poder
económico.
El desarrollo de los hombres a lo largo de la historia viene dado por la forma en la que
estos trabajan y organizan la producción material de bienes que necesitan para existir.
Sobre esta base material luego se edifican después todas las construcciones culturales y
sociales.
A esta base material, Marx la va a dominar estructura, determinada por la base
económica de la sociedad. Con esto, Marx hacer referencia al modo de producción. En
esta base, Marx incluye a las fuerzas productivas y a las relaciones de producción. Las
distintas formas de producción de bienes en los diferentes modos de producción.
Fuerzas productivas: Cantidad de bienes y riqueza social que una comunidad es capaz
de producir en un momento dado. Esto incluye tanto elementos materiales como
sociales: recursos materiales, equipo físico (maquinas, herramientas, etc.) ciencia
(habilidades de hombres que inventan o mejoran el equipo), quienes efectivamente
trabajar y la división del trabajo que aumenta la productividad.
Relaciones de producción: son las que establecen entre los hombres en la esfera
económica cuando trabajan, según el papel que a cada uno le corresponde en cuanto
agente productivo. Sostienen las relaciones de propiedad y determinan las clases
sociales.
Marx a lo largo de los distintos modos de producción a lo prolongado de la historia
identifico dos tipos de relaciones de producción:
Relaciones de explotación: se basan en la propiedad privada de los medios de
producción. Este tipo de relaciones son las relaciones de esclavitud, servidumbre y
capitalistas.
Relaciones de cooperación: se basan en la propiedad social de los medios de
producción. De este tipo son las relaciones de sociedades primitivas y de la futura
sociedad comunista sin clases.
Marx sostenía que la estructura, la base material de la sociedad, determina la
superestructura, la base ideal de la sociedad. Allí se encuentran las estructuras
jurídico-políticas de la sociedad y también las formas ideológicas.
Estructura jurídica- políticas: conjunto de normas, leyes, instituciones y formas de
poder político que, condicionadas por la estructura económica, ordenan, controlan y
reproducen las relaciones de producción existentes).
Formas ideológicas: religión, arte, educación, ciencia, política, etc.
Dentro de la superestructura, se encuentra el estado, que, según Marx, es un
instrumento o herramienta de la burguesía, ya que le permite a la clase dominante
asegurar su poder y predominio. Constituye el aparato represivo y se maneja con
violencia. A partir de la ideología le da la herramienta de dominación a la burguesía. A
través de las distintas formas ideológicas, se generan ideas falsas acerca de la posición
que ocupamos en la sociedad, generando hacia lo que Marx va a denominar la falsa
conciencia.
Dentro del modo de producción capitalista, Marx va a criticar lo que se va a llamar la
alienación del hombre, la deshumanización o desposesión al hombre trabajar de su
condición humana. La auténtica vida humana le es arrebatada al trabajador para
limitarse a vivir en sentido biológico, subsistir como subsiste un animal.
Además de la alienación económica, Marx va a sostener que existen otras formas de
alienación:
Política: El estado está al servicio de las clases explotadoras.
Social: Las relaciones sociales se instrumentalizan.
Religiosa: El explotado se refugia en la religión para escapar de la miseria.
El trabajo en la sociedad capitalista no es un fin, no está orientado al desarrollo del
hombre, solo es un medio para satisfacer sus necesidades biológicas, para que pueda al
día siguiente, volver a reproducir su fuerza de trabajo.
Independientemente del salario del trabajador, dentro del sistema capitalista, este va a
ser explotado económicamente. En la economía capitalista, el trabajo no vale lo que
produce, sino que se convierte en mercancía que es comprada por el capitalista o
burgués.
Marx económicamente hablando, define al capitalismo, como un sistema de
Mercancía. Esta, tiene dos caras: el valor de uso y el valor de cambio.
Valor de uso: hace referencia a las necesidades que puede satisfacer el empleo de una
mercancía como artefacto físico.
Valor de cambio: se refiere al valor de un producto cuando se ofrece un intercambio
por otros.
Cualquier obrero, sea o no mercancía, tiene valor en la medida en que se haya
desempeñado cierta fuerza de trabajo para poder producirlo. Ambos valores (de uso y de
cambio) deben relacionarse directamente con la cantidad de trabajo materializado en la
producción de una mercancía. El valor de cambio debe apoyarse en alguna característica
del trabajo que se pueda expresar cuantitativamente: el tiempo.
El “trabajo general abstracto” puede medirse con la magnitud del tiempo, por lo tanto,
es la base del valor de cambio, mientras que el “trabajo útil” es la base del valor de uso.
Los dos aspectos de la mercancía, son una expresión del carácter individualista del
trabajo: la fuerza del trabajo, el desgaste de energía física y un tipo determinado de
trabajo en el que se canaliza esa energía.
Marx recalca que el concepto de trabajo general abstracto, más específicamente, el
tiempo no se aplica a cualquier trabajo individual, sino que hace referencia al tiempo de
trabajo “socialmente necesario”, el tiempo que se requiere para producir una
mercancía en condiciones normales de trabajo y con el grado medio de destreza e
intensidad de trabajo.
Las condiciones de producción industrial y de la manufactura moderna, permiten al
trabajador producir por término medio en un día de trabajo mucho más de lo necesario
para poder subsistir, todo lo que además de esta parte, produce el trabajador, Marx lo va
a denominar Plusvalía, la diferencia entre lo que trabaja el obrero (lo que produce) y lo
que se le reconoce de su salario. Esta es apropiada por la clase capitalista, es así, su
ganancia.
La revolución para Marx tiene como objetivo, abolir la propiedad privada de los
medios de producción. Para ello, la clase obrera tendrá la necesidad de tomar una
conciencia de clase, pasar de una conciencia de clase “en sí” a una clase “para sí”.
Estas nociones reflejan las diversas fases de madurez del proletariado como fuerza
política. Con clase “en sí”, se hace referencia al lugar ocupado en las relaciones de
producción. (Clase dominante y clase sometida). Clase “para sí” es el desarrollo de la
conciencia de clase para poder producir un proyecto político y lograr la revolución.
Una vez hecha la revolución, el proletariado se hará con el poder del estado, formando
asi la dictadura del proletariado. Esta debe ser una fase provisional, tiene como fin,
organizar a la futura sociedad comunista. Esta dictadura tomara medida como: abolir la
propiedad privada, socializar los medios de producción, organizar la
colectivización de estos y acabar con la resistencia de los que se oponen al
comunismo.
Luego de la dictadura del proletariado se puede abolir el estado e instaurar la sociedad
comunista. En ella, habrán desaparecido las diferencias de clase, los medios serán
colectivos. Habrá un criterio de justicia y reparto: “De cada cual según sus capacidades,
a cada cual según sus necesidades”. El hombre habrá superado las alienaciones. Con
ella se termina la prehistoria de la humanidad y comienza la verdadera historia del
hombre.

Antonio Gramsci
El núcleo de los cuadernos de Gramsci es defender y fundamentar en una dimensión
profunda, una opción política que estaba siendo desvirtuada. Este autor combatía
posiciones mecanicistas, antimarxistas, que se basaban en el factor “miseria” como un
factor decisivo para desembocar los movimientos de las masas en la revolución
proletaria y en la dictadura del proletariado. El ordenar teórico de los cuadernos es la
confrontación con el economicismo.
Bloque histórico
Con la teoría de la crisis aparece la constitución de este concepto. La realización del
bloque solo es pensable desde el poder, en el que una clase dirige y domina a la
totalidad social desde las instituciones de la sociedad política (estado-gobierno) y la
sociedad civil (estado-sociedad). Sin hegemonía el bloque no existe, esta aparece como
la potencialidad para dirigir a las clases subalternas. Expresa la unidad orgánica entre
la estructura, que es la base material de la sociedad y la superestructura, que es la base
ideal (política, ideología, jurídica), esta retroalimenta a la base material. La constitución
del bloque revolucionario plantea en la práctica dos temas, por un lado, las formas de
expresión de la clase subalterna y por otro, la constitución del nuevo príncipe, del
partido revolucionario, como sintetizador de una voluntad colectiva nacional-popular.
Superestructura
Importancia en su capacidad de construcción política, ideológica y cultural. En este
aspecto el autor analiza y teoriza esta noción señalando su potencial transformador,
cuestión que Marx no llego a hacer. Amplia el concepto de ideología y la acerca a la
construcción de alianzas y como una forma de ejercer hegemonía.
Hegemonía
Es una guerra de posiciones. Consenso en la dominación y esto es aceptado. Se trata de
la potencialidad de un grupo para dirigir política, ideológica y culturalmente a otros
grupos de la sociedad. Ese grupo que domina, primero tiene que lograr la capacidad de
dirección para luego imponerse y dominar sin que lo notemos. Tiene como espacio de
constitución a la política, un grupo hegemónico es aquel que representa los intereses
políticos del conjunto de los grupos que dirige. La hegemonía se realiza a través de
aparatos hegemónicos que articulan un bloque, instituciones de la sociedad civil que
contienen en su interior la lucha de clases.
Relaciones de fuerza
Se distingue entre movimientos orgánicos (relativamente permanentes) y de
coyuntura (ocasionales). Incorpora el concepto de crisis, algunas son temporales,
cuando las cuestiones no llegan a resolverse, esa crisis genera un cambio de sistema.
Existen relaciones de fuerzas sociales, permite estudiar si existe en la sociedad las
condiciones necesarias y suficientes para su transformación. Son el nivel de la
estructura y las relaciones de producción. También se encuentran las relaciones de
fuerza política que corresponden a distintos momentos de conciencia política colectiva
y, es donde se construye la hegemonía: económico-corporativo, económico- político-
partidario. Por último las relaciones de fuerzas militares: técnico-militar y político-
militar.
Estado
Producto de determinadas relaciones de fuerza, combinación de coerción y consenso. Se
articula la sociedad política como la sociedad civil y esto es la síntesis de un sistema
hegemónico. No es solo el aparato del gobierno o un conjunto de instituciones públicas
encargadas de dictar las leyes y hacerlas cumplir. Bajo la situación del capitalismo, el
estado es hegemónico, un conjunto de actividades con las cuales la clase dirigente
justifica, mantiene su dominio y logra obtener el consenso activo de los gobernados.
Identifica este concepto con el de superestructura de Marx y señala que el sistema de
superestructuras debe ser concebido como distinciones en la política.
Debe vincularse la concepción de estado con el de la crisis, ya que un sistema entra en
crisis cuando esta es social, política y orgánica. Cuando se presenta una crisis
hegemónica quiere decir que hubo un fracaso en los dirigentes y un crecimiento de la
movilización de los sectores sociales. Este tipo de crisis no garantizan la revolución y
tienen dos salidas, por un lado el cesarismo (depende de los grupos enfrentados) y por
otro, el transformismo (los dominantes integran clases subalternas en un proceso de
restauración).
Sociedad política
Se encuentra el aparato gubernamental y la estructura jurídica.
Sociedad civil
Involucra instituciones voluntarias y privadas. Son espacios que también ejercen
hegemonía. Por ejemplo, familia, iglesia, escuelas, etc. Lugar de expresión del conflicto
social y escenario de lucha de clases y guerra de posiciones. Es compleja y resistente,
sus instituciones son como “trincheras de guerra”.
Partido
Tres problemáticas en relación al partido político, por un lado la relación entre la
dirección y la base del partido, por otro las relaciones entre la dirección del partido y la
clase obrera. Por último, las relaciones entre la clase obrera y las demás clases
anticapitalistas. La teoría del partido se centra en la guerra de posiciones y en la lucha
por la hegemonía. Debe estructurarse a partir de la voluntad de formación colectiva
nacional- popular. Posee una expresión activa. La historia de un partido tiene que ver
con la historia de un país. Para este modelo existe una actividad concreta, el trabajo
interrumpido, la adhesión a la realidad histórica. Esto le otorga una tarea de guía. Este
modelo no puede ser destruido cuando logra vincular tres niveles: 1) masa de hombres
que penetra en el interior de los grupos sociales que el partido pretende representar. 2)
un elemento de cohesión que disciplina y centraliza fuerzas. 3) articulación del primer y
segundo caso.
Intelectuales
Son orgánicos porque facilitan la expansión de ideas de clase. Intelectual es aquel que
puede transmitir ideas generando hegemonía y contra hegemonía. No hay organización
sin intelectuales, es decir, sin organizadores y dirigentes. Tienen una relación directa y
de retroalimentación en los distintos ámbitos. “El elemento popular <<siente>> pero no
siempre comprende, el elemento intelectual <<sabe>> pero no siente o comprende”, el
error del intelectual consiste en creer que se puede saber sin comprender. Entonces si las
relaciones entre gobernantes y gobernados son dadas por una adhesión orgánica, las
relaciones son de representación y solo entonces se realiza la vida en conjunto.
Debe ser: concreta interpretación realista e historicista de la realidad, la única historia y
filosofía de la acción, la única política.
Misión de la clase obrera: desarrollar nuevas formas de intelectualismo basadas en la
práctica de la vida de la clase obrera. Lograr autonomía política intelectual y construir
su propia visión y concepción del mundo.

Max Weber: Sociología Comprensiva/Interpretativa.


La sociología de Weber, pretende entender, interpretándola, la acción social para de esa
manera explicarla causalmente en sus desarrollos y efectos, la explica utilizada como un
tipo ideal.
En el esquema Weberiano, un concepto central es el proceso de racionalización de la
acción social y el “desencantamiento” del mundo que significa que no todo está
determinado por factores materiales (como por ejemplo Marx) sino en ideas,
mentalidades y valores. Se diferencia u opone a otros autores como Durkheim o Marx y
esa diferencia radica en el tipo de sociología de Weber, la compresión por oposición al
positivismo y al materialismo dialectico. La especifidad y relevancia de Weber esta
haber precisado un objeto y un método para comprender la acción social. Weber
sostiene que la ciencia debe limitarse a decir como el mundo es y no como debería ser.
La acción social es una conducta humana, una acción o proceder social cuyo sentido
subjetivo hace referencia a otro individuo o grupo, se enlaza subjetivamente a otra
acción social.
¿Qué causas y efectos tienen la acción?
Los tipos de ideales
Son un tipo de recursos metodológico de carácter subjetivo que consiste en la creación
de conceptos por parte del investigador resaltando un rasgo o característica de la
realidad que sirve para comprender/interpretar la acción social, no se presentan de
forma empírica. Producto de esto, el ideal no es verdadero ni falso, podrá ser útil o no
para analizar la realidad, pero no se identifican con la realidad, son ideas, sirven de
modelo, miden y comparan la realidad, son puramente descriptivos, no explicativos.
Permiten saber cómo ocurría la acción social.
Weber crea o identifica cuatro tipos de ideales para comprender la acción social:
Racional con arreglos a fines: El individuo valora racionalmente las probables
consecuencias de un determinado acto en los términos del cálculo de medios para un
fin.
Racional con arreglo a valores: Por contraste, va dirigida hacia un ideal que pasa por
encima de todo, y no tiene en cuenta la relevancia de ninguna otra consideración.
Afectiva: El individuo no tiene un ideal claramente definido que domina su actividad.
La acción afectiva se lleva a cabo bajo el imperio de cierto tipo de estado emotivo.
Tradicional: se lleva a cabo bajo el de la costumbre y el hábito. La acción procede de
ideales o símbolos que no tienen la forma coherente y precisa de los que se pretenden en
la nacionalidad con arreglo a valores.
En donde quiera hay reciprocidad por parte de dos o más individuos, cada uno de los
cuales refiere su acción o actos (actos previstos) de otro, ahí existe una relación social.
Esto no quiere decir que los sentidos dentro de la relación sean mutuos. En tales
relaciones, si continúan durante un tiempo, hay sentidos mutuamente complementarios
que determinan para cada individuo lo que se “espera” de él. Esto no quiere decir, que la
existencia de relaciones sociales presuponga la cooperación entre los individuos
involucrados. No todo tipo de contacto entre individuos constituye una relación
social, por ejemplo: si dos personas caminado en la calle chocan entre si y ninguno de
los dos se dio cuenta, su interacción no es un caso de acción social. Lo seria si
posteriormente discutieran sobre quien tenía la culpa del accidente, en ese casi si
constituirían cada uno de ellos una acción social y por consiguiente una relación social.
Las relaciones sociales pueden aparecer en forma de:
Conflicto/lucha/competencia: La acción se orienta a llevar a cabo la propia voluntad.
Comunal: se rige por el sentimiento subjetivo de pertenencia por ejemplo; la familia o
la nación.
Asociativa: la acción social descansa en ajustes de intereses racionales o en base a
algún acuerdo.
Toda relación social que tiene un carácter duradero presupone uniformidades de
conducta, al nivel más básico, Weber las denomina “uso” y “costumbre”.
Uso: La probabilidad de una regularidad en la conducta dentro de un grupo de personas,
cuando no se basa en otra cosa que en su práctica efectiva.
Costumbre: Es simplemente un uso que descanso en un arraigo duradero. No está
garantizada exteriormente sino que se acaba voluntariamente, pero si no se obra según
la costumbre se actúa de manera inapropiada.
Las formas más estables de relación social son aquellas en las cuales las actitudes
subjetivas de los individuos que participan en ellas están orientadas por la creencia en
un orden legítimo, aunque orientar la acción por la creencia de un orden legítimo no
equivale siempre hacerlo por adhesión a los principios de ese orden. La legitimidad de
un orden puede estar garantizada por varios motivos, lo afectivo, los valores, la
creencia, la tradición, etc.
Cuando la validez del orden está garantizada externamente por la probabilidad de que
una conducta contraria sea reprochada en un círculo de personas al que pertenece el
actor, Weber lo va a dominar convencionalismo. Existe cero derecho donde un
convencionalismo está respaldado, no simplemente por unas sanciones difusas e
informales, sino por un individuo o un grupo, que tiene el deber y la capacidad legitima
de aplicar sanciones contra los agresores. Se necesita la existencia de un cuerpo
coactivo especial pero no necesariamente un órgano político, como si pasa en las
sociedades modernas. En las contiendas entre clanes o familias, el clan cumple una tarea
equivalente como órgano sancionador.
Existe un orden jurídico en cualquier circunstancia en que un grupo asume la tarea de
aplicar sanciones para castigar a los agresores.
Poder y dominación:
Weber define al poder como la probabilidad de imponer la propia voluntad en una
relación social aun contra toda resistencia, en este sentido, todo tipo de relación social
es hasta cierto punto, una relación de poder.
Puede haber múltiples formas de poder:
Poder político: El estado moderno que monopoliza la coacción legítima.
Weber define justamente al estado como “el monopolio de la violencia”.
Aquella comunidad humana dentro de un determinado territorio, reclama (con éxito)
para sí, el monopolio de la violencia física legitima. El estado es la única fuente del
“derecho” a la violencia.
Poder económico: se caracteriza por la posesión de bienes.
Poder ideológico: está basada en el control de los distintos medios de persuasión.
El concepto de dominación es más específico: es la probabilidad de obtener obediencia
a un mandato específico emanado de otro. La aceptación del dominio puede basarse en
motivos completamente diferentes, desde el puro hábito hasta la única promoción de las
propias prerrogativas. Vale aclarar que ningún sistema estable de dominación se basa
puramente en el hábito automático o en el atractivo del interés personal; su principal
apoyo es la creencia por parte de los subordinados en la legitimidad de su
subordinación.
Weber identifica tres tipos de ideales de dominación: tradicional, carismática y la legal
y a cada una de estas le corresponde un distinto tipo de dominación:
Dominación tradicional: se basa en la creencia en la “santidad de las normas y poderes
de mando heredados de tiempo inmemorial” y la legitimidad de los señalados por esa
tradición para ejercer la autoridad. Muchas veces en las pequeñas comunidades rurales
la autoridad está en manos de los más ancianos; se considera que los más viejos son las
personas más asociadas a la sabiduría. Una segunda forma de dominación tradicional es
el patriarcalismo basado normalmente en la unidad familiar, el cabeza de familia posee
una autoridad que se trasmite de generación en generación mediante reglas de herencia.
Dominación carismática: Weber lo define como un tipo extraordinario. Weber define
al carisma como la cualidad por cuya virtud se la considera en posesión de fuerzas
sobrenaturales o extraordinarias no asequibles a cualquier a otro. Puede surgir de
contextos históricos y sociales más variados. Las figuras carismáticas pueden ser
caudillos políticos o profetas religiosos cuyas acciones han influido en el curso de
civilizaciones enteras. Normalmente, o se tradicionaliza o se vuelve legal.

Dominación Legal- Racional (con administración burocrática): la autoridad se tiene en


virtud de normas impersonales que se han establecido dentro de un contexto de
nacionalidad con arreglo a fines o valores: quienes estén sujetos a la autoridad deben
obedecer, porque aceptan las normas impersonales que definen aquella autoridad: la
persona “puesta a la cabeza”.
El estado moderno se rige por la administración legal burocrática como modo de
división social del trabajo.
Las Características de la Burocracia: Se obedece según ordenaciones impersonales,
legalmente estatuidas conforme un procedimiento, hay designación de funcionarios,
carrera administrativa (ascenso por antigüedad) reglas de reclutamiento (generalmente
en base al mérito), competencia reglada, jerarquía administrativa (cadena de mando),
formación profesional en los medios de administración y no bajo apropiación de cargos,
salarios de acuerdo a la tarea.
La teoría de la estratificación social de Weber
A diferencia de autores como Karl Marx quien sostenía que las desigualdades de la
sociedad están dados por las diferencias entre las clases sociales. Weber al igual que
muchas ideas de Marx, las respetaba pero sostenía que existían desigualdades pero que
estas, las diferencias de clases son solo una de ellas y que existen muchos tipos de
desigualdad o diferencias en una sociedad y que hay muchas explicaciones.
Weber tiene su propia visión de la estratificación social.
Clases: orden económico, dependen de su posición en el mercado. No son comunidades
porque no hay sentimiento de pertenencia. Son el resultado de la distribución de bienes
y de estructura de organización económica.
Estamentos: orden social, sistemas de pertenencia; honor, status, privilegios, prestigio,
estilos, maneras de vivir, etc. Se basan en la posesión de estas características valuadas
como superiores o inferiores, no (necesariamente) comercializables. Generalmente son
comunidades amorfas (sin forma). Cuando son absolutamente cerradas se convierten en
castas.
Partidos: orden político, son formas de socialización, de reclutamiento voluntario cuyo
fin es proporcionar poder a sus dirigentes y otorgar a sus miembros posibilidades. El
crecimiento del estado moderno ha provocado el desarrollo de partidos de masas y la
aparición de políticas profesionales.

Max Weber: La Ética Protestante y el Surgimiento del


Capitalismo
Max Weber analiza el surgimiento del capitalismo, no en términos económicos ni
materiales como lo haría Karl Marx, sino desde el punto de vista de la subjetividad
social, más específicamente, la consecuencia imprevista e inevitable de la Ética
Protestante. El estudio que hace Weber sobre el protestantismo ascético se enfoca en los
elementos que afectan a la conducta práctica de los individuos en su actividad
económica. El considera a la ética protestante calvinista como una de las corrientes
principales, que exige una disciplina continua, no hay una condena moral hacia la
riqueza, quien muestre signos de buena posición económica deja demostrado su
esfuerzo por el lugar que ocupa. El protestantismo refiere a estimular la actividad
económica.
Weber sostiene que los orígenes del espíritu capitalista deben buscarse en aquella ética
religiosa que se desarrolló de forma más precisa en el calvinismo.
El primer obstáculo que enfrenta el espíritu capitalista para imponerse como forma de
vida fue el tradicionalismo económico. Para introducirnos a este concepto, podríamos
decir que si los trabajadores tienen la posibilidad de aumentar sus ingresos, se produce
como consecuencia de la disminución de la cantidad de trabajo realizado. Entonces
Weber va a decir que el trabajador tradicionalista no piensa en aumentar sus ingresos,
sino en cuanto trabajo debe realizar para satisfacer sus necesidades.
Weber sostiene que el capitalismo surge del avance de un proceso de racionalización de
las instituciones que muestra una distribución irregular. Se realiza la satisfacción de las
necesidades con carácter lucrativo y a través de empresas. Las características de estas
pueden ser: libertad mercantil, trabajo libre, propiedad privada de los medios de
producción o un derecho racional que implica organización por parte de las leyes y la
justicia.
El capitalismo moderno no se funda en una búsqueda de ganancias personales, sino de
la obligación del trabajo como un deber.

Talcott Parsons
Fue un sociólogo estadounidense una contribución notable fue su teoría de la acción
social (concepto tomado de Max Weber) y su enfoque estructural- funcionalista de la
sociedad tomando como modelo a Durkheim, considerando a la sociedad como un
sistema.
La desigualdad social: Roles y Status
Los funcionalistas parten de la idea de que los individuos tienen distintas capacidades
personales que les habilitan a desempeñar en la sociedad una serie de acciones sociales,
todos los individuos de una sociedad tienen serie de cualidades personales que los sitúan
ante ella con un cargo determinado de valores, el individuo desempeña, de acuerdo con
sus valores, una serie de roles objetivos.
En mi familia: Hijo, hermano, etc.
En la universidad: Estudiante.
En la vía pública: Peatón.
El rol o papel social es el lugar que ocupa cada individuo en la sociedad que lo cataloga
objetivamente de una manera distinta según la actividad que esté realizando. Como
vemos, el individuo, según se tenga como como punto de referencia la familia, el
trabajo, etc., se le tendrá una etiqueta distinta, aunque no excluyente de la otra.
Pero también existe otra óptica para catalogar la situación del individuo en la sociedad.
El rol puede considerarse desde una perspectiva objetiva pero puede adoptarse otro
punto de vista; el de la valoración que la sociedad hace de los diferentes roles que
desempeña el individuo, lo que los funcionalistas llaman status social.
Se entiende por Status o la consideración y el reconocimiento social por parte de la
sociedad del papel que representa el individuo. En nuestra sociedad se tiene una alta
valoración de la figura del médico, del abogado, etc. En cambio están poco reconocidas
las tareas del barrendero. Entonces el status médico, podemos decir que está mejor
valorado que el status del barrendero.
La diferencia entre rol y status es clara; el rol se refiere a una situación objetiva del
papel real que desempeña un individuo. El status comporta una valoración subjetiva de
la sociedad respecto a los diferentes roles que desempeñan. En cualquier sociedad, los
individuos trataran de conseguir los roles que llevan consigo un status superior, ya que
les permiten solucionar de manera más adecuada sus necesidades individuales. Ya que
llevan consigo una serie de gratificaciones complementarias de poder, dinero, éxito y
satisfacción personal. Tanto el concepto e rol como el de status no deben entenderse en
una dimensión estática, sino que tienen una vertiente dinámica muy clara. Esto hace que
la sociedad, en momentos distintos, pueda valorar de forma diferente unos status y
revalorizar otros.
La teoría de la estratificación social Parsoniana
De la existencia de roles y status diferentes, se puede deducir claramente una
consideración de orden general; no todos los individuos desempeñan los mismos roles y
no todas las actividades sociales tienen el mismo tipo de gratificación y reconocimiento
social. La sociedades puede representarse como un conjunto de roles y status
homogéneos que permiten una agrupación en estratos sociales.
Por estratificación social se entiende esta distribución jerárquica que es posible entre los
diferentes individuos que componen la estructura social con roles y status distintos.
Supongamos que la sociedad está compuesta por un conjunto de individuos
determinado. A partir de ello, es posible establecer unos segmentos que permitan
determinar capas o estratos homogéneos de status. Se suele apuntar la existencia de tres
estratos sociales o tres clases; la alta, la media y la baja. La sociología funcionalista
hablo de clases no en el sentido marxista de la palabra, lo utilizo como una forma de
agrupar más o menos homogéneamente distintos status sociales.
Lo único que une a los diferentes individuos en un mismo estrato o clase no es su
conciencia de solidaridad, sino el concurrir en ellos unas pautas de comportamiento
parecidas. El funcionalismo, cuando habla de clase alta, media o baja utiliza este
concepto como un recurso positivo que le permite establecer diferencias de status entre
los individuos de la sociedad. La estratificación divide la sociedad en parte para poder
estudiar mejor la realidad social.
La movilidad y el cambio social
Si siempre los individuos ocuparan los mismos estratos sociales, estaríamos en una
sociedad que no sufre ningún movimiento, estático, donde las posibilidades de
superación son nulas, donde la competencia entre individuos no tendría sentido, una
sociedad de castas. Por el hecho de nacer en una familia cualquiera, el niño estaría
determinado y condenado a seguir el mismo camino que sus padres. En las sociedades
modernas esto no ocurre, existe una serie de mecanismos que permiten a los individuos
moverse en el interior de los distintos estratos sociales, de acuerdo con sus capacidades
y méritos adquiridos. Este mecanismo se llama movilidad social, la posibilidad
reconocida socialmente, de cambiar de status dentro del sistema de estratificación
social. En este sentido la movilidad social puede ser ascendente cuando el individuo
alcanza a situarse en un nivel superior dentro de la escala social, caso contrario, la
movilidad será descendente. El concepto de movilidad social sirve para designar los
cambios internos que se producen en una sociedad y explican la dinámica social a través
de los movimientos que se producen en el sistema de estratificación.
Además de esta visión empírica intrasocial es posible determinar una serie de
transformaciones generales que se producen a nivel de sociedades y en relación con
ellas. Por ejemplo: cambios que las sitúan en posiciones distintas según cual sea el
estado de desarrollo en el que se encuentren, se habla de países desarrollados, en vías de
desarrollo y subdesarrollados.
Los cambios que se producen en las sociedades son, por una parte, internos (movilidad
social) y por otra generales (modernización). La naturaleza del cambio social que se
genera y reproduce en cualquier sociedad. Las sociedades evolucionan tanto a nivel
interno como en relación con otras sociedades. El funcionalismo acepta el cambio social
pero no admite la transformación de la sociedad. Analiza los cambios cuantitativos en
las diferentes estructuras sociales pero no reconoce los cambios cualitativos.
El equilibrio social y la integración social
La teoría funcionalista sobre la sociedad consiste en explicar los factores que hacen
posible la existencia de un equilibrio social donde todos los individuos ocupan el lugar
que les corresponde. Toda sociedad tiene un conjunto de normas, valores, leyes,
costumbres y pautas de comportamiento que configuran su cultura. Existen fines o
aspiraciones que el individuo pretende conseguir utilizando los medios lícitos que la
cultura de la sociedad establece.
La estabilidad y el orden social se consiguen cuando los logros perseguidos y los fines
propuestos están en armonía y cada individuo se sitúa en el lugar que le corresponde de
acuerdo con el reconocimiento social de sus capacidades y de sus méritos. Para
conseguir este equilibrio existen dos canales básicos, la institucionalización de las
actividades en consonancia con los valores dominantes y la interiorización de las pautas
culturales por parte de los individuos. De esta forma la sociedad encuentra integrados en
su seno todos los comportamientos individuales que se ajustan normativamente y
funcionalmente a las reglas de juego establecidas.
La integración social es la aceptación por parte de los individuos de la sociedad en la
que viven y de los instrumentos institucionales que orientas las acciones sociales. La
conformidad será la mejor actitud que se ajusta a la dinámica de una sociedad integrada
y a la que en mayor medida contribuye al equilibrio social.
En los casos de no adecuación de los medios a los fines, se hace necesario que la
sociedad arbitre medidas correctivas de integración. Las pautas de conductas fijadas por
la cultura dominante instauran la gratificación y la sanelon como mecanismos de
evaluación. Los sociólogos funcionalistas hablan de desviación social para designar
todas aquellas acciones sociales que no se ajustan al modelo y a las normas que rigen el
funcionamiento de una sociedad, son comportamientos disfuncionales al orden social,
por el contrario, cuando hablan de funcionalidad, cuando la adecuación de los medios a
los fines concuerda con las normas culturales de una sociedad.
El Proceso de Socialización
Proceso por el cual se le enseña al niño/a a vivir en sociedad (proceso de aprendizaje),
el resultado es la aceptación de los modelos de comportamiento a través de la
internalización.
Este proceso cuenta con dos etapas: la socialización primaria que comienza en la
unidad familiar, en donde la familia te va diciendo que rol tienes que cumplir, o sino
mediante la observación, cada uno va internalizando que rol le corresponde y el de los
demás. La socialización secundaria se da mayormente en las escuelas, pero también en
otras instituciones, las cuales te van asignando como tienes q prepararte, educarte,
responsabilizarte para ingresar a la sociedad. La diferencia con el concepto de
“habitus” de Bourdieu es que éste último tiene en cuenta el contexto socioeconómico y
cultural del individuo a la hora de la interiorización de las estructuras sociales, eso se
resume en el concepto de “habitus de clase”.

Pierre Bourdieu
La obra de Pierre Bourdieu se ocupa tanto de las acciones de los individuos (el legado
de Weber), como de las estructuras sociales que se les imponen porque están “fuera” de
ellos (el legado de Durkheim). También reconoce que la clase social a la que pertenece
la persona (el legado de Marx) explica su manera de pensar y actuar en la sociedad.
Bourdieu forma con esto el concepto de habitus; un conjunto de disposiciones
interiorizados que informa las percepciones, los sentimientos y las acciones de la
persona. Se constituye a partir de la interacción del individuo, la cultura de grupo y las
instituciones sociales de la familia y la escuela. Actuar según estas disposiciones
refuerza el habitus del individuo y del grupo. El habitus se reproduce y evoluciona con
el tiempo mediante la interacción del subconsciente del individuo con las estructuras
sociales con las que entra en contacto. No es estático, y corresponde con el lugar que
tenemos en la estructura social como es la clase, el género, etc. También refiere al
capital de cada uno, capital social, económico, cultural, etc.
Para Bourdieu, el sistema de clases, no solamente está ligado a la economía, la
propiedad o activos financieros. La clase social se define no solo por la economía sino
también por el habitus de clase. Las personas de una misma clase comparten los mismos
valores, conocían y valoraban las mismas cosas, comparten gustos, etc. Por ejemplo se
suele afirmar lo siguiente:
- Clase alta: gusto por la música clásica.
- Clase baja: gusto por la cumbia, etc.
Los individuos nacen en un grupo social particular, definido por un estilo de vida
específico, Bourdieu lo va a llamar habitus de grupo. El habitus proporciona a los
individuos la sensación de estar en su lugar, de que su estructura interna corresponde
perfectamente a la estructura de su mundo externo. Si se saliera de este para aventurarse
en los campos de una clase diferente, se sentirían como un pez fuera del agua.
Para Bourdieu, un campo es un espacio social de acción y de influencia en el que
confluyen determinadas relaciones sociales, una red de relaciones objetivas entre
posiciones. Los campos pueden ser instituciones por ejemplo. Las posiciones se definen
objetivamente en su existencia y en las determinaciones que imponen a sus ocupantes,
agentes o instituciones por su situación actual y potencial distribución de las diferentes
situaciones de poder (o de capital).
Bourdieu sostiene que el de un individuo se compone de diferentes tipos y cantidades de
capital (económico, cultural y social), que redefinió como “el conjunto de recursos y
poder utilizables de hecho del que dispone una persona”.
El capital económico: se compone de los recursos monetarios y de propiedad.
El capital cultural: de una persona es su capacidad de “jugar al juego de la cultura”
reconocer las referencias de los libros, películas, etc. Saber cómo comportarse en
determinadas situaciones, etc.
El capital social: es la red de personas con las que se mantiene una relación y poder
aportar poder o influencia.
Bourdieu también añade un capital simbólico, conocido como fama o reputación, la
forma conocida y reconocida por otros de los tipos de capital: lingüístico (dominio del
lenguaje, que determina quien tiene autoridad para hablar y ser escuchado) y un capital
político (posición dentro del mundo de la política), como otros factores que desempeñan
un papel fundamental en la clase social.
Violencia simbólica: se interioriza a través del Habitus y se da, no por violencia, sino
por consentimiento del dominado hacia su dominador, legitiman ese poder simbólico
sobre ellos.
Sociología de la acción: Como estudiar las conductas sociales, desde el investigador en
una manera más etnográfica y comprender esa acción social desde el punto de vista de
quien actúa y porque actúa de ese modo.
El intelectualismo: el vínculo entre objeto, sujeto e investigador.
Sociología reflexiva: objetivación participante construye la reflexión con el sujeto de la
acción.
Estructuras objetivas: determinan nuestro comportamiento. Se encuentran las
estructuras institucionales donde está el ejemplo del mayo francés, donde no genero
grandes cambios en las estructuras determinantes.

Unidad 5
La protesta. Javier Auyero.
El autor comienza dando a entender que los episodios de diciembre del 2001 (saqueos,
cortes de rutas y calles) deben ser enmarcados como cambios en la acción colectiva de
los ciudadanos Argentinos. Para ejemplificar las modalidades de protesta de las últimas
décadas se va a referir a los cortes de rutas en demanda de empleo por un lado, y por
otro a los ataques a edificios públicos.
Luego afirma que la explicación de la protesta se basa en la pobreza y en la subida de la
tasa de desempleo. El autor va a tomar una pregunta que le servirá de punto de partida
para realizar el ensayo ¿Qué hace la gente cuando tiene hambre? , dicha pregunta le
servirá para explorar las causas estructurales de la protesta, sus modalidades y las
vivencias e identidades de sus protagonistas con el objetivo de cuestionar la ecuación
desempleo + pobreza = protesta.
Es aquí cuando da a entender que no es el desempleo, ni el hambre ni la necesidad
económica lo que conducen a las distintas reacciones del pueblo, sino que la protesta
tiene que ver con procesos políticos y con la cultura de la acción colectiva (de estos dos
aspectos se va a ocupar).
Luego dice que Marina Farinetti se plantea una duda al querer explicar las nuevas
formas de protesta, ¿Qué queda del movimiento obrero? Y dice que la década del 90
está marcada por el desplazamiento del conflicto laboral del área industrial al sector
público. De acuerdo con esto las protestas devinieron en formas de organización
popular nuevas: asambleas populares, organizaciones no gubernamentales, etc. estas
formas de organización recrearon redes sociales. Los cortes de rutas llevaron la política
a territorios rasgados y colocaron el tema de la desocupación y las consecuencias
sociales de la política socioeconómica del gobierno en el centro del debate. Estas formas
no cambian radicalmente entre una fase y la otra. Tenemos, entonces, todas las
indicaciones que señalan la emergencia de una forma de protestar: un cumulo de rutinas
aprendidas y compartidas mediante las cuales grupos sociales forman colectivamente
reclamos al Estado.
Tilly en Argentina.
Este sociólogo utilizara su teoría del “repertorio de acción colectiva” para diagnosticar
la mutación de los medios y sentidos de lucha popular en la Argentina neoliberal. (Los
repertorios son creaciones culturales que se adquieren y emergen de la lucha, de las
interacciones entre ciudadanos y estado).
¿Cuáles son las lecciones principales que podemos extraer de Tilly para entender la
reciente ola de protestas? Quienes protestan constituyen redes de actores con creencias
más o menos compartidas y formas de lucha aprendidas a lo largo del tiempo. Si
sabemos mirar, estas aparentemente caóticas marchar, cortes y ataques a edificios
públicos expresan un repertorio.
¿Cómo y porque cambia este conjunto de formas y sentidos de la beligerancia popular?
Los cambios macros-estructurales no afectan, sino que impactan en los intereses,
oportunidades y organización de la gente común. Tres macro-procesos que caracterizan
a la Argentina en los 90 (generalización del hiperdesempleo, la retirada del estado de
bien estar y la descentralización de los servicios educativos y de salud) impactan en los
medios y sentidos de la acción colectiva al modificar los intereses (defensa del salario
a la defensa de las fuentes de trabajo y luego l obtención de subsidios de desempleo)
las oportunidades (al colocar a los gobiernos provinciales como objeto de demandas) y
la organización de la gente común (convirtiendo a los gremios de empleados públicos y
las nuevas y múltiples organizaciones de desempleados en actores principales de la
protesta.
Desproletarizacion, retirada del estado y descentralización.
- En este periodo se observa un aumento explosivo de la desocupación producto
de la desindustrialización del país y acompañado a esto el aumento de la
pobreza.
- La retirada y el desmantelamiento del estado de bienestar-populista hacen que en
las últimas décadas, la Argentina ha asistido a un proceso de constante
degradación de los sistemas públicos de educación y salud y de las políticas de
viviendas dedicadas a sectores de bajos ingresos. El estado ha demostrado una
particular indiferencia respecto del destino de los desempleados: el seguro de
desempleo cubre una proporción de quienes perdieron su trabajo y el dinero
otorgado en cada subsidio no alcanza a cubrir sus necesidades básicas.
- A partir de 1989 los servicios educativos y los de salud comenzaron a ser
transferidos de la órbita del gobierno federal a las provincias.
La des proletarización y la retirada del estado ubica a nuevos actores
(desempleados) y a nuevas demandas (empleo) en el centro de la escena junto a
trabajadores, en la mayoría de los casos del sector público. Por su parce la
descentralización convierte a las administraciones provinciales en el objeto de
los reclamos.

Conclusiones.
La lucha popular, en el largo plazo incide de manera positiva en la trayectoria
democrática. Pero hay que examinar y estudiarlas de manera propia, individual y no
caer en argumentos llenos de sentidos a favor o en contra de las mismas.

Movimientos sociales: María Herminia Beatriz Di Liscia.

La utilización del término “movimientos sociales” Es muy nueva de las ciencias


sociales, comenzar aplicaste finales de la década del 70 del siglo pasado.
El Mayo francés, el movimiento hippie, el feminismo y la negritud ser alguna de estas
expresiones quisieron que se denominara a esta época la década de los movimientos
sociales.
Sin embargo, la presencia de los movimientos sociales tiene una larga trayectoria en la
vida de la humanidad.

Conductas colectivas cuyo objetivo se centran en transformar o adaptar aspectos de las


relaciones sociales vinculadas a los principales recursos culturales como la producción,
el consumo, el conocimiento, los derechos, las reglas éticas, la libre orientación sexual,
etc.
Identidad: lo que une a los miembros, lo que los convoca.
Oposición: la definición del adversario, hacia quién dirige sus acciones, el fin de su
constitución, qué quieren conseguir.
Totalidad: el marco de su accionar y las formas en que adquiere su lucha.

En general podemos plantear que todo movimiento social posee los siguientes
elementos:
Un tipo de estructura participativa: puede ir desde lo formal hasta la informalidad
total. Estructuras en sus comienzos no burocráticas y hasta informales, con formas
colectivas de toma de decisiones, con una distancia social relativamente pequeña entre
líderes y demás participantes
Temporalidad: tiene momentos de Gran efervescencia y participación y etapas de
latencia.
Desarrollo multilateral y heterogéneo en el espacio, en función del desarrollo desigual
de la conciencia, la organización y la economía de una localidad o región.
Utilización de expresiones culturales para divulgar su objetivo.
Producción de cambios que se trasladan de las relaciones sociales a la vida privada de
los participantes, ya que se incorporan nuevos hábitos, costumbres, valores, etc.

Las movilizaciones surgidas Durante los 60 en Estados Unidos y Europa malos que se
desarrollaron en los 70 fueron objeto de estudios sociológicos destinados a construir
nuevas interpretaciones de la acción colectiva.
Teoría de la movilización de recursos: plantean que para que surja un movimiento
social son necesarios recursos y oportunidades.
Estructura de oportunidades políticas: El impacto de las condiciones políticas sobre
la aparición y posterior evolución de los movimientos sociales. Se toman en cuenta las
instituciones del estado: parlamento, partidos políticos, etc.
Organización de la protesta: supone la capacidad de movilización que depende de la
organización del grupo y la densidad de las redes de solidaridad.
Organización interna: El modelo burocrático centralizado y el modelo informal
descentralizado.
Organizaciones de apoyo: algunos autores distingue Entre movimientos sociales y
organizaciones de apoyo. Estás pueden tener fines políticos que se movilizan para
promover cambios sociales, político o asistenciales, asisten a grupos y movimientos sin
intentar influir sobre el objetivo los mismos.
tipo de acción: pueden ser reactivas, protagonizadas por movimientos de tipo comunal,
descentralizados e informales, orientados a resistir los cambios conectados a la
modernización, o proactivas, movimientos formados a partir de intereses particulares de
sus miembros, considerablemente centralizados y orientados al logro de poder,
privilegios y recursos que no existían previamente.

María Herminia Di Liscia: Género y Sociedad.


Concepto de género para explicar la construcción social del sexo.
El género es una categoría que permite analizar roles, responsabilidades, limitaciones y
oportunidades diferentes entre hombre y mujeres en diversos ámbitos. De este modo, es
como el género, refiere a motivaciones, valores, expectativas que varían de una cultura a
otra, según las modalidades propias de organizar la acción y la experiencia. Se distingue
entre lo biológico y lo social. Se podría decir, que la diferenciación de género entre lo
masculino y lo femenino, establece jerarquías y caracteres asociados a lo femenino tiene
menos valor social. Se encuentran los estereotipos de género construyen lo que
“corresponde” a hombre y mujeres. Estos están constituidos por relaciones de poder,
practicas, creencias, valores y normas sociales que las sociedades elaboran a partir de la
diferencia sexual. Cumplen un importante papel como estructurantes de diferentes
dimensiones de lo social, económico, político y simbólico- cultural.
El desarrollo de los estudios de género.
Los factores que motivaron el surgimiento y desarrollo de estos nuevos estudios
son dos:
- Los cambios producidos en la condición de las mujeres a partir de la segunda
mitad del siglo XX, su mayor presencia en el sistema educativo, en el campo
laboral y en los espacios públicos.
- El desarrollo de las distintas corrientes ideológicas del movimiento feminista y
la extensión del movimiento de mujeres a distintas partes del mundo.
Los estudios de la mujer, constituyen la instancia de vigilancia epistemológica de los
paradigmas de las ciencias sociales y humanas en lo referente a la comprensión de la
condición de la mujer, las diferencias entre los sexos y la realidad social. Los primeros
enfoques en la historia de las mujeres se centraron en hacer visibles a las mujeres o
sumas mujeres a los análisis sociales e históricos. Las historiadoras feministas
elaboraron el concepto de “patriarcado” a fin de dar cuenta, no solo de la subordinación
de las mujeres en la sociedad, sino básicamente del carácter persistente de la
dominación masculina a través del tiempo.
Feminismo y movimientos de mujeres
Alude a los movimientos de mujeres, de liberación de las mismas, que históricamente
han adquirido distintas proyecciones. Pretende transformar todas las relaciones basadas
en la asimetría y opresión sexual, mediante una acción movilizadora que implica una
profunda revolución social y cultural. Podemos decir, que es un movimiento político-
integral contra el sexismo en todos los terrenos (jurídico, ideológico, cultural y socio-
económico) que expresa las luchas de las mujeres contra cualquier discriminación.
La primera ola de feminismo y la segunda.
- El movimiento sufragista XIX.
- La segunda fue en los 60, donde en esta etapa se desarrolla en concepto de
género.

Movimientos sociales en la Argentina. Asambleas: la


politización de la sociedad civil. Graciela Di Marco
El quiebre político-institucional y económico de fines de 2001 en Argentina no solo
puso de manifiesto la desconfianza popular en el sistema de partidos y las formas
delegativas de la democracia que prevalecieron desde la salida de la dictadura en 1983.
También permitió que amplios sectores de la sociedad pudieran reflexionar acerca de las
consecuencias del modelo económico neo-liberal implantado en los 90 y sus conexiones
con el implementado por la dictadura. El surgimiento de las asambleas barriales
constituye una derivación directa del quiebre del 19 y 20 de diciembre de 2001.
Este libro es el resultado de una investigación llevada a cabo, en la que nos propusimos
explorar las nuevas modalidades de acción colectiva emergentes en la sociedad civil. En
el estudio de las asambleas barriales buscamos precisar sus contenidos, orientaciones y
contribuciones a la democratización de las relaciones sociales y al desarrollo de una
nueva institucionalización. En síntesis, para comprender el movimiento de asambleas
barriales, resulta necesario vincular una trama política, económica y cultural compleja.
Democratización: se refiere al proceso creciente de incorporación de nuevos actores
a la vida social y a sus beneficios, a la igualación de oportunidades y a la
participación en diversas esferas de la vida individual y colectiva. La toma de
conciencia de los actores acerca de los mecanismos que permiten la desigualdad
social, es parte incuestionable de la democratización, ya que fomenta la ampliación
de la ciudadanía a través de la politización de la sociedad civil.
Como se verá las asambleas barriales se articulan, en primer lugar, con las formas de
acción colectiva surgidas como respuesta sociales al modelo socioeconómico
implantado durante los 90. Pero al mismo tiempo se constituyen en continuidad con los
movimientos de los derechos humanos surgidos contra la dictadura.
Las resistencias sociales al modelo: los dos ciclos de protestas de los 90.
Las respuestas sociales al modelo socioeconómico, político y cultural se dividieron en
dos ciclos, el primero en donde los que se movilizaron fueron grupos y organizaciones
sociales afectadas negativamente por las reformas de mercado, en defensa de sus
intereses. Y el segundo ciclo apunta hacia las promesas incumplidas y se nota una
multiplicación de protestas en variados ámbitos.
El ciclo temprano de las protestas: reacciones puntales y localizadas.
El impacto del nuevo modelo económico sobre la estructura social produjo un quiebre
en la estratificación de la sociedad que fue conceptualizado de diferentes maneras. Se
hablaba de ganadores y perdedores, o de la emergencia de nuevos pobres provenientes
de las clases medias que había iniciado, ya hacia mediados de la década del 80, el
intercambio de bienes y servicios en redes de trueques. Pero antes de recurrir a estos
originales mecanismos de subsistencia, las clases medias habían impulsado
movimientos de protesta defensivos frente a la erosión producida por el modelo de los
90 sobre instituciones y mecanismos de integración social, consolidados a lo largo del
siglo XX en Argentina (educación pública).Pueden nombrarse también otros tipos de
movimientos denominadas como “puebladas”.
Los aspectos comunes de todas estas movilizaciones tempranas son; en primer lugar, se
trata de la recurrencia a la acción directa por parte de los sectores directamente
afectados, en segundo lugar, el impacto de estas movilizaciones en los medios de
comunicación fue inmenso, componente decisivo para obtener el apoyo de otros
sectores sociales (organismos de DDHH). En tercer lugar estas movilizaciones
incluyeron novedades importantes en el repertorio de acciones colectivas, por ejemplos:
el “tractorazo” de los productores agropecuarios, los grupos de alumnos a favor de la
escuela pública, etc. Por el lado de Estado estas reacciones eran vistas como “costos
lógicos” de las reformas neoliberales, que se producían en consecuencia de la transición
hacia una nueva economía y sociedad.
El segundo ciclo de protestas de los 90: contra las promesas incumplidas del nuevo
modelo.
En este contexto surgieron nuevos movimientos sociales, como alternativa de
subsistencia (trueques, empresas recuperadas por trabajadores con modalidades de
economía social y solidaria). Otros surgían en localidades del interior afectados por la
eliminación de las fuentes de trabajo.
La riqueza y variedad de las expresiones sociales en este segundo ciclo de protestas son,
en primer lugar, muchas se articularon con los movimientos preexistentes, como los
ddhh. En segundo lugar, la repercusión pública y política de estos movimientos fue
enorme. En tercer lugar, este segundo ciclo dio origen a varios nuevos actores sociales
que se estudian en este libro como son los movimientos piqueteros.
¿Por qué las asambleas surgen en la ciudad de Bs.As?
El impacto del modelo sobre la ciudad de Bs.As.
El desarrollo urbano de Buenos Aires se caracterizaba hasta los 80 por su diferencia con
el de otras grandes ciudades de América Latina que se modernizaron en periodos
similares. A partir de los 90 la ciudad de Buenos Aires fue abandonado el patrón de
integración social previo y adoptando el patrón dualista “lationoamericano”. A
expresión espacial de este proceso de dualizacion fue, precisamente, la fragmentación
urbana, claramente apreciable entre norte y sur de la cuidad y también en el incremento
de la diferenciación entre la ciudad y el conurbano. La fractura se dio por el incremento
de la pobreza y por la construcción de mega emprendimientos público-privados (puerto
madero y retiro).
Esto permite comprender varias orientaciones de las asambleas barriales cuyos objetivos
trascienden el plano político institucional y apuntan a intervenir también en el plano
económico y social, tendiente a desarrollar diversas experiencias de una nueva
economía social y solidaria y a elaborar respuestas a la crisis de los sistemas educativos,
de salud, etc.
¿Cómo se analizan las asambleas?
Nuestra investigación ha intentado analiza el impacto y la capacidad de transformación
cultural, social y política que las asambleas alcanzaron con sus prácticas, a través de la
nueva construcción de significados que articulan cotidianamente. Intentamos dar cuenta
tanto de la construcción de identidades individuales y colectivas, como de la interacción
entre sí y con las instituciones y de la diversidad de estrategias que generan, como
aspectos de un proceso complejo abordado en la mayoría de sus factores.
Metodología
La metodología parte del enfoque sobre democratización social y centrar nuestro
enfoque en dos cuestiones básicas 1) la decisión de calificar las acciones colectivas que
se estaban gestando a partir del 19 y 20 de diciembre, como movimientos sociales
emergentes. 2) la reconstrucción de los significados de la acción colectiva abordando
dos lógicas simultáneas: las de los colectivos-asambleas y las de los sujetos individuales
con el objetivo de acceder al mismo tiempo a la acción colectiva y a los discursos que
sobre su práctica sostienen las personas involucradas en la misma.
Enfoques teóricos sobre movimientos sociales. Capítulo 2
En la teoría de movilización de recursos se observaba que los individuos que
participaban eran racionales, bien integrados a la sociedad, miembros de
organizaciones, educados, que tenían formas de organización muy eficientes y
demandas considerablemente sofisticadas. Teóricos de esta corriente afirman que para
que surjan movimientos sociales es necesario recursos y oportunidades, entre los
primeros se consideran los más importantes a los organizativos.
Dentro de este enfoque existe una corriente que presto más atención a la estructura de
oportunidades políticas y con ello, enfocó las relaciones con los gobiernos, parlamentos
y partidos políticos. Los conceptos claves del enfoque son:
-Estructura de oportunidades políticas. Se refiere al impacto de las condiciones políticas
sobre la aparición y posterior evolución de los movimientos sociales. Depende
principalmente de factores tales como el carácter represivo o permisivo del régimen
político.
-La organización de la protesta.
-Organización interna. Es decir si está basada en un modelo burocrático o informal
descentralizado.
-Organizaciones de apoyo. Grupos que se moviliza a nivel local en una red de
organizaciones de tipo formal e informal que opera en distintos niveles y que facilita
canales para la circulación de recursos y personas.
-Tipos de acción. Reactivas (movimientos orientados a resistir los cambios conectados a
la modernización) Proactivos (orientados al logro de poder, privilegio y recursos).
Enfoque de los nuevos movimientos sociales. Enfoque identitario.
Esta corriente surgida en Europa, que parte de una tradición marxista, pone su atención
sobre los sentidos construidos y activados por actores colectivos.
Touraine plantea que la aparición de los nuevos movimientos sociales se vincula con el
surgimiento de una nueva formación de una sociedad posindustrial. Su visión de lo
social privilegia a los actores y al conflicto sociocultural. No considera que el
enriquecimiento amortigua la aparición de conflictos y afirma que los relacionados con
el poder y la dominación se extienden a medida que las sociedades se alejan de las
prácticas tradicionales. Entiende a la democracia como el sistema político necesario
para la formación de movimientos sociales y a estos como una lucha por la apropiación
social de recursos culturales.
Más allá de la identidad y la estrategia.
Mientas que el enfoque identitario se centra en los actores y en los procesos de
formación de identidades, y el de movilización de recursos se preocupa por ver como el
movimiento social elabora estrategias para lograr objetivos dentro de un contexto
político, Cohen elabora una síntesis de ambos, ya que considera que no son
incompatibles.

Redefinición del mundo social en tiempos de cambio: Kessler


La redefinición del mundo social:
El empobrecimiento afecta intensamente la vida cotidiana, trastornando el universo de
sentido de los individuos. El empobrecimiento de una parte importante de clase media
marcó un corte abrupto con el modelo generacional y el modelo histórico cultural hasta
entonces vigente.
Al empobrecerse, el escenario cambia completamente; la situación exige una
modificación radical de toda estrategia social, permutando la búsqueda de la movilidad
ascendente por la amortiguación de los efectos de la caída. Y al cambiar la estrategia, el
valor del capital social y el capital cultural acumular tú también será puesto en cuestión.
En lo que respecta al “capital cultural”, tal concepto da cuenta de una serie de ventajas
que los nuevos pobres obtienen en instituciones públicas como escuelas, hospitales u
obras sociales.
“meritocraticos”: el refuerzo identitario.
Sin embargo, tanto han adherido a una visión individualista del ascenso social que,
cuando este fracasa, inevitablemente se interrogan sobre la parte de responsabilidad
personal.
Solidarios: el refuerzo grupal
En la organización ideal de familia, trabajo y sociedad se percibe una referencia a la
“comunidad organizada”: Una estructura donde cada uno ejerce armoniosamente su rol,
cuyo rumbo está asegurado por su líder natural (el padre, el jefe).
Luchadores: la reducción temporal
La lucha Por la sobrevivencia absorbe Todas las energías. Sus obligaciones en tanto
jefe de hogar y padres es asegurar la subsistencia cotidiana, prefieren no planificar el
futuro y olvidar lo que no es urgente.
“encapsulados”: la reducción espacial
Son los nuevos pobres que provienen de orígenes más bajos, poco provistos de capital
social y cultural.

La idea de Histéresis supone un cierto automatismo social, propio de agentes que


continúan actuando como en un tiempo acabado, desprovistos de reflexividad en cuanto
sus carencias y a los resultados de sus acciones. En lugar de histéresis acuñamos al
concepto de “distanciamiento del habitus”.

“Trabajo y proyecto propio” Lía Norberto


La actual presencia femenina en los espacios públicos y en la participación de nuestra
vida política y social, Es un logro que debemos reconocer a luchas militantes y
acciones colectivas de mujeres. Este proceso de cambio visualiza avances en la
ciudadanía femenina y medidas de acción positiva en la equidad de géneros.

Entre ellas encontramos el hecho de las obligaciones y derechos al cuidado de lo


distinto de integral de las familias, sigue siendo considerada mayoritariamente con una
“responsabilidad” femenina, en una compleja dialéctica de reconstrucción de roles
asignados y asumidos.
Estas sombras en la oportunidad de trabajo de las mujeres, la segrega a actividades de
menor valorización económica y social.
Desde los años 80 los movimientos de mujeres reclaman no solo los cambios legales y
sociales, sino también la reconstrucción de todo el conocimiento.

Los lugares que pueden afrontar el costo de contratar servicios de cuidados privados
tienen mayores posibilidades de elegir la combinación de trabajo y responsabilidad
entre sus miembros. Los hogares de bajos ingresos Jesús mayor cantidad integrantes
dependiente no pueden contratar esos servicios privados, con lo cual se eleva la
posibilidad que las mujeres no puedan insertarse en el mercado laboral, o que lo hagan
en forma precaria e intermitente.
Sus experiencias laborales previas están vinculadas al trabajo doméstico y de cuidado,
cargadas de desvalorización económica y social, al mismo tiempo que “naturalizadas”
por ellas también, como intrínsecas a su condición femenina, para las cuales “cualquiera
lo puede hacer” sin necesidad de preparación o capacitación para desempeñarse en las
mismas.

La alternativa de recurrir a microcréditos productivos, en la ciudad de Santa Rosa, La


Pampa se presentó a mujeres de sectores populares, en barrios periféricos de la ciudad,
en los cuales se concentran problemáticas de desocupación, y hogares en condiciones de
pobreza en la primera década del siglo XXI.
Denominan “mi proyecto”, “mi emprendimiento” o “mi negocio” al describir su
actividad independiente para la que obtuvieron el microcrédito, pero no suelen referirse
a ella como “trabajo”, expresan un sentido de propiedad y pertenencia que no han
logrado sentir en sus anteriores experiencias.

El trabajo como concepto está unido a las experiencias de dependencia y la


inestabilidad, mientras que el “proyecto propio” en su potencial transformador y de
cambio, queda vislumbrado como futuro y posibilidad.
Evidentemente, el proyecto propio aparece como imagen de liberación, de futuro, de
posibilidad, de independencia y propiedad.
Es necesario actuar desde las normativas, la concientización, las políticas de empleo,
para modificar el prototipo de “trabajador ideal”, logrando que en este concepto se
incluyen múltiples formas de organización del cuidado, donde las personas puedan
combinar trabajo productivo, reproductivo y no trabajo, que satisfaga aspiraciones y
logre bienestar personal y colectivo.

Propiciar la formulación de políticas públicas que integren el componente del cuidado


como un eje de desarrollo social y económico, valorizarlo como responsabilidad
colectiva y visibilizar el impacto de la división sexual del trabajo, es una meta por la
que debemos seguir luchando, en pos de disminuir la desigualdad de género y la
pobreza. y ayudar a que los proyectos personales y colectivos de grupos subalternados,
puedan avanzar de la imagen a la construcción real de su autonomía.

S.Sassen: Sociología de la Globalización

Las nuevas clases sociales


La autora propone la existencia de nuevos grupos sociales partiendo del concepto de
“Clase” y sus múltiples significados en la era del capitalismo.

Menciona la existencia de tres clases:


- Las elites Transnacionales.
- Redes transnacionales de funcionarios públicos.
- Clase global de los desfavorecidos.

Las Elites Transnacionales


- Profesionales de control de los medios de producción más que propietarios.
- Clase móvil entre los diferentes puntos cambiantes de la nueva geografía.
- Ya no son los propietarios de los medios de producción, sino que los controlan.

Redes transnacionales de funcionarios públicos


- Su trabajo se orienta a un proyecto de carácter global.
- Redes muy poderosas de funcionarios públicos a cargo de ciertas tareas.

Clase Global de los Desfavorecidos


- Aquellos que no pertenecen a una clase transnacional hipermóvil, ni a la nueva
élite internacional de la sociedad civil.
- Son invisibles para los grupos políticos y para la sociedad nacional.
- Estas nuevas clases globales, se encuentran parcialmente dentro de los ámbitos
nacionales.
- Es importante estudiar su articulación con las estructuras de clase nacionales.
- Estas nuevas clases sociales transforman lo global en un elemento endógeno en
los ámbitos nacionales.

Así, tanto las clases globales como los nuevos actores políticos locales insertos en la
globalización constituyen nuevas formas de imbricación local-global y superan la
jurisdicción del Estado-nación. Por lo tanto, se constituyen en objeto de estudio
específico de una sociología de la globalización.

Desde Abajo: Svampa


Identidades astilladas, de la patria metalúrgica, al heau y metal
Fabrica metalúrgica entre 1946 y 1955 gobierno de Perón en la Argentina, esta autora
analiza las contradicciones entre viejos y nuevos trabajadores de la fábrica, en donde
estos trabajadores no se organizan tanto por el sentido de pertenencia, de trabajo, sino
por diferentes gustos, por pertenecer a un mismo sindicato, en este caso el sindicato
peronista. Los trabajadores más viejos eran los que pertenecían a los sindicados, en
cambio, los nuevos que eran los más joven no tenían ese sentido de pertenecía hacia el
sindicato.
Lo que esta autora refiere en este análisis sociológico, es percibir y tomar los sentidos
de estos actores que son los trabajadores, a través de la entrevista y sus contextos
estructurales de cada uno. Trabajando en actividad colectiva y como se fueron
transformando estas identidades sociales.

Louis Waqcant
El texto habla de la marginalidad, de la desigualdad social. Tiene mucha relación con
nuestra vida cotidiana.
El primer elemento es el carácter urbano de la marginalidad, a diferencia de otros
momentos del capitalismo en que la marginalidad no estuvo concentrada sobre las
grandes ciudades.
Se convive dentro de las grandes urbes, gente viviendo en la calle – expulsión de fuerza
de trabajo.
El texto no habla de pobreza; habla de conceptos diferentes: marginalidad y
desigualdad.
Hay cuatro dimensiones para poder analizar marginalidad urbana:
1) La dimensión más fuerte es lo que tiene que ver con lo MACROSOCIAL, porque
siempre la idea de desigualdad estuvo asociado a crisis, de estancamientos, de ausencia
de crecimiento. La característica actual es que este proceso de desigualdad se da en un
periodo de fuerte crecimiento económico, esto marca que crecer económicamente no
significa que una sociedad pueda estar mejor que otra. El alto impacto que genera en el
proceso productivo el desarrollo tecnológico va generando nuevas formas de
producción, pero por otro lado también de acumulación de esa riqueza generada. Fuerte
crecimiento económico con fuerte proceso de concentración económica hace que ese
crecimiento sea acaparado por sectores concentrados y que se apropian de ese producto
del crecimiento. Esto marca que hay una distribución desigual de ese ingreso generado.
Y también la innovación tecnológica provoca una modificación en las condiciones y en
los puestos de trabajo. Los puestos serán altamente calificados o con una calificación
muy baja, por otro lado se van provocando procesos laborales que se van simplificando.
Los puestos se vuelven complejos o muy simples. Las características de todo esto es la
pérdida de las llamadas calificaciones intermedias (oficios). Esto genera que la brecha
de rentabilidad de cada uno de estos sea alta.
2) DIMENSION ECONOMICA: se caracteriza por una modificación cualitativa y
cuantitativa de la organización de los puestos de trabajo. Cuantitativa en el sentido que
se expulsa gran cantidad de mano de obra del proceso productivo. La tecnología
requiere menos cantidad de fuerza de trabajo. Cualitativamente porque se modifican las
condiciones laborales (jornada, pagos, acuerdos individuales) precarización del trabajo,
se rompen las condiciones anteriores, inestabilidad, se pierden lazos solidarios. El
discurso que avala esto es que se premia al que trabaja y al que no, no. Esto genera
competitividad entre la fuerza de trabajo ocupada, disputas. Esto genera mayor
explotación de la fuerza de trabajo, provocando alienación: pérdida del sentido del
carácter humano de la vida. “El crecimiento de la persona en función del crecimiento
laboral”.
3) DIMENSION POLITICA: destrucción de las políticas del estado benefactor:
beneficios para unos, perjuicios para otros. El estado en su política de acción no
beneficia a todos por igual. La idea del bien común es solo una idea, porque no existe.
En este proceso de globalización en la sociedad capitalista los estados han tendido a
fortalecer la idea de desigualdad, reduciendo recaudación impositiva, beneficiando a
ciertos sectores, con desmantelamientos de gestión de políticas de salud pública o de
escolaridad. Todo esto provoca incremento de desigualdad social. El proceso de
eliminación de fuerza de trabajo de la producción se ve como una constante y
estructural permanente. Las políticas del estado de bienestar generaron viviendas,
techos, barrios esto provocaba fuertes compromisos de solidaridad entre los ocupantes
de estos lugares. Ser obrero era ser digno. Pertenecía al lugar, había solidaridad con el
otro. Y había convivencia con poblaciones de otras clases (clase media).
4) DIMENSION DINAMICA ESPACIAL la marginalidad se ha concentrado en
lugares con fuertes tendencia a cerramientos (a cerrarse). La marginalidad o la pobreza
ya no están difusa, puede identificarse porque está concentrada, y en el interior están
rotos los lazos de solidaridad. Fuerte estigma de enmarcación que “no es digno estar
ahí”, “robos de pobres contra pobres”. Violencia simbólica constante que marca que no
hay salida, no hay futuro. Conseguir un trabajo no implica que puede salir de la
condición de marginalidad. Estos procesos sociales no se vieron inmediatamente, vienen
de la década del 90’. Idea de individualismo y con esto no se resuelve el colectivo. Estos
fenómenos se dan a nivel global. Según el autor, se van generando alternativas a través
de tres formas de respuestas:
a) La más común: incremento del aparato represivo. Se quiere resolver el problema de
la marginalidad urbana reprimiendo las conductas a través del estado, esto llevo a
incrementar la población carcelaria. Pero no se resuelve lo que genera marginalidad.
b) Recrear el estado benefactor, para amortiguar estas políticas de desigualdad,
incorporando gente, incluyendo, integrando: no transforma esta situación de
marginalidad.
c) La que propone el autor: reconvertir una nueva forma del estado de bienestar:
transformadora. Implica disminuir fuertemente las condiciones de marginalidad y
desigualdad social. Esto provoca tocar intereses que están concentrados, hay que
generar políticas de redistribución fuerte de ese producto que se va generando a nivel
social.

Unidad 6
Dubet: porque preferimos la desigualdad
La democracia en Francia en la década de los 90.
Esta funciona, a través de los ciudadanos, que todos son diferentes pero tienen que tener
alguna semejanza en común, y que esto debe consolidarse a través de los lazos de
solidaridad en las democracias representativas, estos lazos se pueden profundizar y
transparentar los mecanismos de distribución. Por ejemplo se puede decir el sistema de
comunas en los barrios de la provincia de Buenos Aires. Permite un mayor
acercamiento de los ciudadanos a sus intereses.
El autor también refiere a la escuela como un mecanismo reproductor de la
desigualdad social.
¿Por qué preferimos la desigualdad?
Porque hay una crisis de la solidaridad, ya que el reconocimiento de la igualdad
fundamental, no nos compete a buscar una igualdad real. Un adosamiento de
solidaridad, cuando nos preguntamos porque las personas pobres reciben un plan social,
ya que a veces creemos que todos tenemos las mismas oportunidades, cuando se habla
de esto, se prefiere la desigualdad no la igualdad, ya que no se está siendo solidario con
esa persona que tiene menos recursos y oportunidades. Los estados son los que tienen
que crear mecanismo para fortalecer los lazos de solidaridad a partir de espacios en
común.

Poncela: La ciudadanía política femenina


Este texto, aborda las desigualdades que hay en las mujeres para entrar a la esfera
política. Lo que se quiere lograr es promocionar la ciudadanía plena de las mujeres
incluyendo la participación política, estas dificultades por las que nosotras padecemos,
tienen lugar especialmente por las características propias del sistema político, que ponen
un “techo de cristal” en la participación femenina, lo que constituye una limitación
exógena que se relaciona con los funcionamientos de los partidos políticos y el sistema
en conjunto.
Para comenzar a revertir esta situación se debe:
- Fortalecer los lazos y liderazgo de mujeres.
- Estimular y proporcionar solidaridad.
- Promover el liderazgo en la vía pública de las mujeres.

Jelin: Ciudadanía emergente y exclusión, movimientos sociales y ONG


en America Latina en los 90.
Esta autora quiere demostrar la exclusión de los ciudadanos que a través de los
movimientos sociales y ONG, que pertenecen al “tercer” sector, ya que se encuentra
entre medio del estado, pero no reciben ayuda de este. Se puede hacer escuchar por
estos dos, tanto los movimientos como con las ONG.

Estado, democracia y ciudadanía. Hugo Quiroga.


El ciudadano y la pregunta por el Estado democrático.
Las desigualdades sociales de Latinoamérica, vuelven a la democracia en los años 80 y
revelan los límites de las mediaciones institucionales con respecto a las diferencias e
injusticias.
Los carentes de vínculos con la sociedad ponen en cuestión su condición de
ciudadanos. Así la democracia es puesta a prueba cotidianamente, en este sentido, la
crítica que desea dirigir el autor reposa en la molesta constatación del status parcial
de ciudadanía que dispone una parte significativa de la población. Nace la pregunta
acerca de la naturaleza igualitaria del orden democrático y se pone en duda el
principio de igualdad ciudadana.
Democracia: creencia común en la igualdad o de manera más clásica, como una
comunidad de ciudadanos, es decir, como una sociedad de hombre y mujeres libres
consideradas iguales y con los mismos derechos. Pero que en los hechos no existe.
Si el sentido de la democracia es la ciudadanía y ella evoca una sociedad igualitaria
¿Cuál es el temple de una experiencia democrática que acepta en su interior a
ciudadanos nominales y/o parciales? Si el ciudadano representa al hombre igual, los
socialmente excluidos de nuestras comunidades no pueden ser más que ciudadanos
incompletos o nominales, ya que están situados en una zona fronteriza entre la esfera de
la ciudadanía y la esfera de la no ciudadanía. La discusión del concepto de ciudadanía
está en el centro del debate sobre la cuestión social. Entonces ¿Cómo pensar hoy la
categoría de ciudadanía en sociedades democráticas manifiestamente desiguales? Si se
sospecha la validez del postulado de igualdad ciudadana ¿hasta dónde este concepto
asociado a la determinación de un sistema de integración social puede servir como
principio ordenador de nuestras comunidades? Y es en América Latina donde nos
enfrentamos a la paradoja de sociedades democráticas con ciudadanos nominales o
incompletos que no pueden ejercer plenamente de su condición.
La noción moderna de ciudadanía.
Con la Rev. Francesa surge la idea moderna de ciudadanía: son ciudadanos los
individuos portadores de derechos que son ejercidos frente al poder del Estado. Aquí el
individuo posee frente al Estado no solo derechos privados sino también derechos
públicos.
Es necesario remarcar la relación directa entre Estado-nación y la ciudadanía, con la
idea de ciudadanía se ha creado la nación de los iguales, idea que también designa la
pertenecía de los individuos a un Estado. La ciudadanía encierra, finalmente, la idea de
inclusión universal e igualdad en el ejercicio del poder político mediante la fórmula tan
simple: un hombre, un voto. La ciudadanía moderna descansa entonces en la imagen
de una sociedad constituida por individuos autónomos, libres e iguales ante la ley.
En la actualidad el espacio de la ciudadanía no parece circunscribirse al ámbito del
Estado-nación ya que el proceso de globalización plantea nuevos interrogantes que
exigen discutir el vínculo del ciudadano con el Estado, principalmente cuando comienza
a dibujarse un espacio público planetario, como consecuencia de una comunicación
global. Entre las ambigüedades que presenta hoy el concepto de ciudadanía,
encontramos uno que estaba ya presente en las notables intervenciones producidas en
los debates de la Asamblea Nacional Constituyente de Francia, era que establecida la
igualdad política los pobres sienten rápidamente que ella es debilitada por las
desigualdades de fortuna, y como la igualdad, es independiente, ellos se indignan contra
los hombres de los cuales dependen para sus necesidades, ellos reclaman igualdad de
fortuna.
Igualdad política y sufragio universal.
En la antigua Grecia la ciudadanía rea resultado de la organización de la polis, que
convertía al individuo en un miembro activo de la comunidad con capacidad para influir
en los quehaceres de los asuntos comunes (acción política) con esto nos da a entender
que la ciudadanía no era natural n implícita en el acto de nacimiento. Lo que vuelve a
los hombres iguales es la condición de ciudadano, lejos de estar vinculada con la
justicia, la igualdad, está relacionada con la libertad.
En contraste con esto, la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano de
1789 en el marco de la revolución Francesa, consiga en la modernidad un orden
igualitario procedente del acto del nacimiento “los hombres nacen y permanecen libres e
iguales en sus derechos”. La igualdad política (todos los ciudadanos tienen derecho a
participar, en la elaboración de la ley) representa la entrada definitiva en el mundo de
los individuos. Y esta igualdad política se afirma y es posible en un mundo moderno y
democrático mediante el sufragio universal. Este proceso de inclusión social mediante
el método electoral y la igualdad política es la diferencia más clara con la democracia
griega.
Así como el sufragio universal del siglo XIX se encamino a terminar con la exclusión
política, las políticas sociales del Estado de bienestar se orientaron a compensar
diferencias y a ampliar los márgenes de la inclusión social.
Crisis de un modelo y búsqueda de un nuevo enfoque.
La concepción de ciudadanía estatalita se encuentra en crisis, porque:
 Por un lado, desde un punto de vista político, la desconexión entre las bases
teóricas de la ciudadanía y las vías prácticas de su concreción se ha puesto de
manifiesto en las realidades de la democracia argentina y latinoamericana,
cuando se compara el diferente acceso de los ciudadanos al disfrute de bienes,
derechos y poder.
 Por otro, la ampliación de la inclusión social por la vía del Estado de bienestar
ha sufrido un retroceso por la inviabilidad fiscal de esa modalidad estatal, por
ende, operan las reducciones y los desmantelamientos de los programas de
protección.
Motivos por los cuales se puso en cuestión dicha concepción de ciudadanía.
 La crisis del estado de bienestar.
 La disociación social causada por el persistente desempleo masivo, la
precarización del trabajo, y las nuevas formas que revisen las desigualdades.
 Los nuevos derechos (de tercera y cuarta generación) diversifican las figuras de
ciudadanía. Surgen nuevas ciudadanías como la “ciudadanía cultural”.
 La marginación a la esfera pública liberal o clásica de muchas personas, que aun
integradas social y económicamente, muestran un evidente escepticismo hacia la
vida política.
Lo que está en crisis es el sentido que tiene la ciudadanía como sistema de
integración, hay que explorar otra concepción más inclusiva, entendida como un
conjunto de derechos y prácticas participativas que se ejercitan y operan tanto a nivel
estado como de la sociedad civil que otorga a los individuos una pertenecía real como
miembros de una comunidad. El desafío es poder pensarla también desde la esfera de la
sociedad civil, desde un lugar con capacidad de transformación y participación. Con
esto da a entender que el concepto de ciudadanía no debe limitarse a una figura
portadora de derechos que se ejercen frente al estado, sino que bien podría integrar la
práctica que se desarrolle en el interior de una vasta red de asociaciones, que operando
desde la sociedad civil puede contribuir a la perfección del orden colectivo.
Esta revalorización del concepto intenta superar la confusión que existe entre
ciudadanía y esfera estatal, para que la idea de ciudadanía pueda más bien coincidir con
un modelo de esfera pública, que abarque tanto el espacio institucional (parlamento y
poderes del Estado) como el espacio informal (asociaciones autónomas de la sociedad
civil) donde los ciudadanos sitúen la acción común. Esta noción de ciudadanía alude a
una doble pertenencia: al Estado y a la sociedad. En el primer caso, el individuo es
miembro de un cuerpo político-institucional que garantiza sus derechos políticos,
civiles y sociales. En el segundo, el individuo es miembro de un espacio público
asociativo que requiere de prácticas de auto-organización colectiva, desde las cuales
se puede reforzar y extender su condición de ciudadano.
La desigualdad de los iguales.
En este apartado se habla del concepto de humanidad como aquel que nos contiene a
todos dentro de una sociedad democrática donde no necesariamente todos somos
iguales, y tenemos las mismas oportunidades económicas, sociales y políticas, aquello
común que nos contiene a todos y nos hace formar parte de una comunidad universal
son los criterios de libertad e igualdad que engloba el concepto de humanidad. Pero
dichos criterios son atacados y debilitados en cualquier tipo de sociedades democráticas
en donde se humille y ofenda la dignidad humana (desigualdades y miserias). Al final
del apartado se hace una pregunta ¿Qué se puede hacer, entonces, con la igualdad? Y se
afirma que no tenemos medios para concretarla y al mismo tiempo no se puede
renunciar a ella. Es aquí donde el principio de igualdad nos devela los límites de la
democracia real y nos muestra el alcance relativo que ese valor tiene en la práctica. En
realidad no todos los hombres son iguales, el disfrute de bienes, derechos y poder es
desigual.
La ambigüedad de la democracia
Las democracias reales no pueden acabar completamente con las desigualdades, se
podría concluir, entonces, en que la coexistencia con ellas es inevitable, lo obliga a
insistir en el interrogante acerca del umbral de desigual social capaz de tolerar la
convivencia democrática.
Nos puede llamar la atención que un régimen de libertad e igualdad como el
democrático no implique necesariamente el mismo bienestar para todos. De ahí las
ambigüedades de la democracia.
Desgraciadamente, la democracia convive con las desigualdades, con la desigualdad
política que ella misma genera por la asimétrica distribución de poder político y con las
desigualdades económicas, que proceden de la misma lógica de funcionamiento
capitalista. En este sentido las democracias existentes solo ha podido forjar ciudadanos
reales (incompletos, parciales), alejándose del modelo de ciudadanos ideales
(universales y concluidos).
Así como no hay democracias logradas tampoco hay ciudadanías acabadas. Ahora bien,
aunque existan ciudadanías imperfectas, el problemas se presenta cuando esas
diferencias adquieren tales proporciones, generando altos niveles de asimetrías,
desaparece toda idea posible de ciudadanía
Esto revela los desacuerdos entre los valores que restringen el nexo entre democracia y
economía de mercado. En verdad la democracia y el capitalismo establecen diferentes
sistemas de poder, basados en valores casi opuestos: igualdad y ganancia.
La paradoja que envuelve a las democracias reales, en Argentina y Latinoamérica, es
que pueden tolerar el acceso desigual al poder, la distribución desigual de riqueza, así
como la existencia de ciudadanos privados de los medios que igualan las posiciones de
partida, es decir, privados de la igualdad de oportunidades. La incompletud de la
ciudadanía es una de las consecuencias más destacadas.
Incompletud ciudadana y orden justo
Si la ciudadanía no cumple con su función de integración, ¿adónde remitir, la discusión
sobre la incompletud ciudadana? Al problema del orden justo. Este problema se debate
en el lugar del ejercicio del poder, en base a las calidades de vida que ofrece un
gobierno democrático.
La democracia como método no garantiza la generación de ordenes justo, ella es
incapaz de garantizar en los hechos le resultado justo de esas políticas y es mucho
menos capaz de declararse responsable del desempeño eficaz de los gobiernos. En
efecto, la democracia no puede ofrecer respuesta a todo: creciente de pobreza, al
desempleo estructural, a los desórdenes de la economía nacional. Es por eso que no es
útil subordinar el procedimiento democrático a los éxitos o fracasos económicos de los
gobiernos. En cambio sería beneficioso una separación de la democracia como método
de las políticas concretas de los gobiernos.
Me parece más adecuado, para el caso argentino, adoptar una definición intermedia,
ecléctica pero sin renunciar a las aspiraciones de igualdad social ni a las prácticas
participativas, todo ello con una finalidad muy concreta: procurar q la democracia
cumpla con lo que promete.
La ventaja de una noción intermedia es que describe mejor el vaivén que se produce
entre las reglas formales y las políticas sustantivas de los gobiernos.

El difícil ejercicio de la ciudadanía plena.


El nudo central, sigue siendo el de postular y fundamentar un orden social justo, el de
saber cómo conectar poder y justicia social en la práctica, es un universo donde no todos
los ciudadanos de derecho pueden ser ciudadanos de hecho.
Prevalecen, en el contexto actual, condiciones sociales y culturales deficientes que
condicionan el ejercicio pleno de la ciudadanía.
En cambio, una definición operativa, como la aquí adoptada, se sustenta en un proceso
de doble cara, que integra, por un lado, la legitimidad procedimental (respeto de las
normas que regulan la sucesión pacifica del poder) y, por otro, el problema del orden
justo, que es colocado bajo la responsabilidad de los gobiernos. Lechner afirma que una
cosa es “tener democracia”, esto es, mantener y respetar las reglas de procedimiento y
otra es “gobernar democráticamente”, es decir, efectuar un buen o mal uso de las reglas
formales en el circunstancial y concreto ejercicio del poder.

La sociedad excluyente. La argentina bajo el signo del


neoliberalismo. Svampa Maristella.
Periferia y formas de la ciudadanía.
El nuevo escenario social que otorga primacía al mercado como mecanismo de
inclusión ha traído como consecuencia la fuerte erosión del modelo de ciudadanía social
asociado al Estado de Bienestar, la cual estaba relacionada esencialmente a los derechos
laborales y, a la vez, garantizada también por políticas universalistas. En América
Latina tocaría al Estado nacional-popular producir la cohesión social, no solo
proveyendo bienes y servicios, sino como agente de distribución de recursos sociales. A
fines de los años 60 en América latina el proceso de construcción de la ciudadanía se
encontró con límites estructurales, los individuos o grupos sociales se vieron obligados
a desarrollar “redes de sobrevivencia”, ante la deficiencia de los mecanismos de
integración por el Estado. Sin embargo en el caso Argentino aparece como un hibrido,
durante décadas nuestro país fue la ilustración mas acabada del Estado nacional-
popular, en el marco de un modelo que combinaba elementos universalistas (educación,
salud pública), con componentes corporativistas, a través de los acuerdos entre el Estado
y los grupos de interés. Así en Argentina fue más tardía el desarrollo de redes de
sobrevivencia.
Ahora bien, en nuestro país, pese a que la sociedad salarial presentaba un mayor
desarrollo, el proceso de desregulación produjo una fuerte dinámica descolectivizadora
que significo la entrada de grupos sociales a la precariedad y la perdida de soportes
sociales y materiales. Más aun este proceso de cercamiento de la ciudadanía social se
vio potenciado por el comportamiento de los grandes sindicatos nucleados por la CGT,
cuya adaptación pragmática a los nuevos tiempos desemboco en el apoyo al modelo
neoliberal, a cambio de la negociación de ciertos espacios de poder. Así el proceso de
individualización que acompaño los retrocesos de la ciudadanía, afecto particularmente
a las clases populares e impulso el desarrollo de redes de sobrevivencia dentro del
empobrecido mundo popular. Por otro lado este proceso de deciudadanización
comprende no solo la dimensión específicamente económico-social (referida a la
pérdida de los derechos sociales y laborales) sino también la dimensión política (la
participación y el acceso a decisiones). El proceso afecto también el ejercicio de los
derechos civiles, mediante el cercamiento y la privación de las libertades, como
aparece ilustrado por el notorio incremento de casos de violencia institucional.
La fragmentación de la ciudadanía.
Lo que está en juego son tanto las fronteras de pertenencia al colectivo social como las
consecuencias del proceso de fragmentación e individualización de los derechos.
También incluye la valoración de las nuevas formas de participación.
En primer lugar, la dinámica de conculcación de derechos sociales redefinió de facto los
límites de pertenencia a la comunidad. En las sociedades periféricas, una buena parte de
las acciones colectivas emprendidas por los movimientos sociales expresan una lucha
por ampliar y reformular la comunidad, en los dos sentidos (económicos-polito) y
(cultural-simbólico).
En segundo lugar, el desmantelamiento del modelo de regulación al régimen fordista,
también trajo como consecuencia una reformulación del rol del individuo en la
sociedad. De esta perspectiva, la sociedad contemporánea exige que los individuos se
hagan cargo de sí mismos y que, independientemente de sus recursos materiales y
simbólicos, desarrollen los soportes y las competencias necesarias para garantizar su
acceso a los bienes sociales. La desregulación conlleva una demanda de
autorregulación, y la autorregulación exige autonomía y no es lo mismo hablar de
autorregulación en el contexto de un Estado de Bienestar, que hacerlo en sociedades que
arrastran fuertes déficits de integración, en medio de un proceso de desregulación tan
vertiginoso y radical como el que conocieron las sociedades periféricas, donde se puede
evidenciar procesos de marginalidad y desintegración social preexistentes,
multiplicando las desigualdades y las formas de la pobreza.
En tercer Lugar, los procesos de globalización han sido acompañados por nuevos
reclamos en el campo de los derechos individuales y culturales. Así, la profundización
de los procesos de individualización tuvo un fuerte impacto en la esfera cultural,
potenciando o generando nuevos espacios de reclamos, ligados a la defensa de las
culturas locales.
Finalmente, el proceso de desregulación e individualización significo también la
legitimación generalizada de modelos de ciudadanías restringidos, que no poseen un
alcance universalista ni aspiraciones igualitarias. El nuevo escenario confronta a los
individuos con la exigencia de tener que procurarse el acceso a ciertos bienes y servicios
básicos, que antes estaban total o parcialmente garantizados por el Estado, sin que
importen los recursos con que cuenten los sujetos. Para aquellos que no cuentan con
dichos recursos, el modelo apunto al desarrollo de formas compensatorias, que incluyen
muy especialmente la exigencia de autorregulación colectiva o comunitaria.
Esto nos permite afirmar que en argentina en los 90 se consolidaron tres figuras de
ciudadanía.
La consolidación de una ciudadanía patrimonialista.
Este modelo se monta sobre dos ejes fundamentales: por un lado, la idea del ciudadano
propietario; por otro lado, la autorregulación, como base de la autonomía individual. En
argentina la dinámica propia de la globalización neoliberal desemboco en un fenómeno
de reprivatización de lo social y mercantilización de los servicios básicos, cuyo
correlato más visible ha sido la tendencia a la separación socio espacial y la búsqueda
de la homogeneidad, por parte de las clases altas y medias altas. Durante los 90, la
ilustración más elocuente del modelo de ciudadanía patrimonial serán las nuevas
urbanizaciones. Luego de la crisis de 2001, se produjo una inflexión, visible en el
incremento de las demandas de seguridad, la crisis supuso una vuelta de tuerca del
modelo excluyente, en la medida en que puso al desnudo no solo la cristalización de una
nueva lógica social, asociada a la matriz neoliberal, sino también las crecientes
desigualdades entre los habitantes frente a las formas que asume la degradación de la
seguridad. Consiguientemente, la sintonía con los nuevos tiempos, la adopción de
estilos residenciales, basados en la privatización de la seguridad, ilustra el acoplamiento
entre un modelo de ciudadanía patrimonial, con una nueva estructura de temores e
incertidumbre, de carácter polar (amigo/enemigo). Por último, los hechos más recientes
parecen indicar la consolidación del modelo de ciudadano propietario, a través del
reconocimiento de una suerte de “justicia privada”, paralela o autónoma respecto al
poder estatal. La sanción de dicha ley legitimaria el funcionamiento de esta justicia
paralela para los habitantes de barrios privados y countries.
La expresión del modelo ciudadano consumidor.
Dentro de este nuevo paradigma el individuo se definió como consumidor-usuario de
los bienes y servicios que provee el mercado. Sin embargo, hay que aclarar que este
nuevo paradigma se asienta sobre dos figuras empíricas el consumidor puro y el
consumidor usuario.
El modelo del consumidor puro, que proponía una suerte de inclusión preferencial a
través del consumo, aparecía intrínsecamente ligado al régimen de convertibilidad, en
efecto, favorecido por la estabilidad monetaria, el dólar barato y la apertura a las
importaciones, el consumo no solo beneficio a las clases altas sino también a las medias
en ascenso. Por otra parte, la estabilidad monetaria permitió cierto acceso al consumo a
los sectores menos favorecidos. La eficacia simbólica del modelo del consumidor puro
residía en su doble funcionalidad, por un lado colocaba a la argentina del lado de los
“ganadores”, por otro lado, en el nivel interno, facilitaba el desdibujamiento de la matriz
conflictiva de lo social, ocultando y despolitizando los efectos excluyentes del régimen
económico en curso. En otros términos, conllevaba la destrucción de puestos de trabajos
y, por consiguiente, su éxito no podía ser desligado del creciente aumento de las
desigualdades sociales. Este ocultamiento ideológico nos revela la importancia crucial
del consumo en tanto dispositivo de legitimación del modelo neoliberal de los 90. En
fin, lo particular del modelo del ciudadano consumidor puro es que más allá de las
críticas, fue avalado por todas las fuerzas, no solo por el peronismo, sino también por
las otras fuerzas políticas, que buscaron postularse como nuevas alternativas
promoviendo su continuidad hasta el estallido en el 2001.
El modelo de consumidor usuario aparece por el agotamiento del primero. La primera
parte del artículo 42 se enuncia los derechos del consumidor-usuario, mientras que en la
segunda se estipulan los controles que el Estado debe instituir o garantizar para estos
derechos se ejerzan. (texto).La primera condición para la emergencia del consumidor
usuario es que se restituyan las capacidades estatales, destruidas y simultáneamente
reconvertidas al servicio de la lógica del capital, así como el fortalecimiento y capacidad
de autodeterminación de las propias organizaciones de consumidores. La condición de
posibilidad del consumidor-usuario abre nuevas oportunidades y desafíos ciudadanos,
en la medida que su potencial realización coloca en el centro de la discusión a las bases
del nuevo “pacto social” pos convertibilidad. Ciertamente, tengamos en cuenta que su
realización interpela al gobierno actual y pone en juego nada menos que si
sobrevivencia.
La metamorfosis del modelo asistencial-participativo.
La figura de ciudadanía propuesta por el modelo neoliberal a los sectores más
vulnerables ha sido, sin duda, la no-ciudadanía. Para reducir los efectos de esta negación
de la ciudadanía en las sociedades periféricas, se han aplicado programas sociales
focalizados, que, apoyados en la auto organización comunitaria, tiende a promover el
desarrollo de una ciudanía restringida, de muy baja intensidad, bajo la mirada vigilante
del Estado y el control constante de las agencias multilaterales de crédito. Nuestra
hipótesis es que existe una figura de la ciudadanía restringida reservada a los excluidos
de la matriz neoliberal, que podemos desinar con el nombre de “modelo participativo-
asistencial” este se halla montado sobre tres ejes mayores: el desarrollo de una política
localizadora, la omnipresencia del Estado y la participación de redes comunitarias. En
efecto, aquellas expresiones paradigmáticas del mundo comunitario latinoamericano,
que durante décadas habían sido vistas como obstáculos a la modernización, fueron
reinterpretadas en términos de “capital social” para combatir la pobreza. En otros
términos, así como las redes comunitarias tienden a ser el nuevo locus del control y la
dominación neoliberal, en nombre de las nuevas “formas de participación ciudadana”,
estas se han convertido, en el espacio de producción de movimientos sociales
innovadores.

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