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Historia Universal Siglo Veintiuno Volumen 30 LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA Compilado por Willi Paul Adams 3. La revolucién industrial en los Estados Unidos ‘Aunque pare el mundo del siglo xvi los establecimientos colo- niles en América fueran prodigiosos cjemplos de crecimiento, todavia en 1776 segutan desperdigedos por la periferia del conti rnente como prolongaciones marftimas de la expansién europea Ciento cusrenta afios después, el continente ya estabe lleno y al co- ‘mienzo de la primera guerra mundial los Estados Unidos se habian convertido en la mayor potencia industrial del mundo (véase cus. dro 3.1). Pero esta expansin econsmica era resultado de algo més aque la simple adicién' de produecién industrial, poblacién y tert trio; implicabs también transformaciones fundamentales de todas las relaciones econémicas y sociales y la creacién de une sociedad nueva. Este capitulo versaré sobre fos orfgenes y algunas de las ‘contecuencias econémicas de estor cambior, y el capitulo 5 sobre low efectos sociales de a industiliacién yas enecionespolitas ‘que susci A diferencia de otras muchas sociedades préximas a Ia industrial: zacién, la América del siglo xvint era una comunidad bien orgeni- ada, préspera y dotada de un gran potencial de crecimiento. No te daban cita allf el clrculo vicioso de Ia pobreza, Ia. explosién demogréfica, Ia escesez de tierra y Ie ignorancia, problemas que hhoy en dia caracterizan a gran nimero de paftes pobres. Por aque! fentonces, ls colonias dispontan ya de una estructura politica este ble, educacién y riqueza ampliamente difundidas y gran niimero de ‘tiles insttaciones y précticas comerciales y gubernamentales derivadas de su ascendencia europee, asf como de una clase comer cial sgresiva y préspern, los aratécratas regionales (véase cap. 1). Pero a pesar de esta prosperidad, existian barreras que obstaculiza bban el desarrollo econdmico. La mano de obra rerultaba cara a los también el capital, porque los propietarios de tierras y los comerciantes eran més po- bres que en Gran Bretafa y los bancos y demés intermedierios financieros eran inexistentes. En tanto que los productos de las 109 colonias semitropicales del Sur inundaban frecuentemente los mer ‘cados mundiales, los cereales del Norte eran por lo general exces ‘vamente voluminosos para ser exportados « Europe. Los intereset tmarltimos de la costa occidental prosperaton en el cantilismo britdnico, pero este mismo marco limitabs ‘haba alimentos baratos y un elevado nivel de vida, pero su misma fextensién, combinada con un deficente sistema’ de transports, limpedia la aparicién de mercados nacionales, de Ia expecializacién regional y de las economies de escal ‘Resulea diffeil saber st Amé ‘estas limitaciones de manera natural, pero lo cierto es que a fine les del siglo xvii una serie de acontecimicnips se combinaron proporcionindole ‘excelentes oportunidades. La’ Revoluciéa a fi beré del mercantilismo briténico, y la creacién de un gobierno cficaz le dio Ia estabilidad politica necesatia para la expansi6a ‘comercial; las guerrat desencadenadas por la Revolucién francesa entre 1793 y 1813 colocaron » su comercio en situacin ventsjors, fl menos hasta 1807 (véase cap. 1), pero més importancia tuvo fuin In Revolucién industrial briténics. El répido crecimiento de Ia industria textil algodonera sbrié un gigantesco mercado al algo ddén en bruto de los Estados sudistas, El bajo precio de les many facturas brieénicas puso a los industriales americanos ante la alter nnativa de producir de manera eficiente al amparo de sur barterat sduaneras © de no hacerlo en absoluto. La més diversa informaciéa Cientifies, mecinica e institucional cruzaba répidamente el Atléa tico siendo a menudo modificada y perfeccionada al ser utilizada en América. Por otra parte, la transferencia de tecnologie brténica resulté relativamente sencilla, habida cuenta de lo mucho que tenfan en comin ambas naciones. Finalmente, la Revolucién indar sparejados el crecimiento y la creciente movi ,siendo muchos fos emigrantes que se despla- zaron de sus pafses de otigen y fueron atraldos a Estados Unidos (véase cap. 4). De aqui que resulte muy dificil ver en la Revole in industrial en Estados Unidos algo distinto de una prolongaciéa {el proceso iniciado poco antes en Gran Bretafia, siendo precist mente el despegue del conjunto de la economfa atléntita lo que scabé por romper las barteras descritas mis eriba Pero a lo largo del siglo x1x, a medida que los Estados Unidos crecfan en riquesn y podetio, disminuia paulatinamente la influen ‘ia que sobre ellos ejercia Europa, de tal forma que su continua ‘expansién dependié cada vez més’ de In favorable intersccién de fos diferentes sectores de su propia economia nacional y que ex pondremos « continuacién 0 err Pra — expunsién de la colonizacién de ls Ents Unidos. i i | i ‘A comienzos del siglo x1, el elevado coste del transporte interior fanolaba Int riquezas de Amériea en tierras y recursos naturales ¥ otorgaba a los pequefos estados curopeot una decidida ventala fobre ella. Al igual que en Europa, se hizo un primer intento de complementar Ie nevegacién costera y fluvial mediante la construe cidn de caminos, y a principios de siglo las principales ciudades ‘del Nordeste estaban comunicadas entre s{ por carreteras pavimen: tadas. E problema que planteaban las vias de comunicacin terres. ituadas fuera del Nordeste urbanizado derivaba de las dls mente baja, 1 aque hacia que fueran pocas las mejoras que podfan introducirse y ‘Que no se consiguiera fomentar el trfic, En ocasiones, las care: se inicié en Maryland antes de la guerra de 1812, y que, tras atravesar muy pronto los Apale ches basta el rfo Ohio, fue ampliada finalmente hasta Vandalia, 9 linois, alrededor de 1850; pero en la mayor parte de los casos ‘eran competencia de cada municipio, que las construfa con plan- chas de madera o de traviesas, por lo que se deterioraban rdpids- mente y eran a menudo impracticables en invierno. De aquf que estas carreteras, independientemente de sus aplicaciones locales, ‘especialmente en el Este, nunca pudieran utilizarse para abrir el pafs a la colonizacién ‘Mucha mayor importancia tuvieron Tas diversas formas de trans porte fluvial. Probablemente Ia innovacién més decsiva fue la luiliacién de buques de vapor en el Misisipt y sus afluyentes, que facilis acceso 4 un Aree ggantesc en el Sur'y el Medio Octe [EURDAO 3.1.—DISTRIBUCION BE LA PROBUCCION INDUSTRIAL MUNBIAL (ex roncenars) Antes de 1800, era virtualmente imposible navegar contra las ré pidas corrientes y ef comercio quedaba restringido a almadias que ‘descendian rfo abajo cargadas de slgodén y de cereales del Oeste fs legaban destrozadas a Nucva Orleans y, sus propicte ios tenfan que regresar al Norte a pie, La primera aparicién de Jes bugues de vapor en el Misisipf data de 1811 y 8m seguida la hizo el clésico barco flovial, con su quilla plana, escaso calado, ruedas 2 popa y ostentosa superestructurs. Estos barcos, con nom bes tales como Walk on the water, estaban perfectamente adaptados 1 Jos tramos més estrechos y someros aguas arriba del rfo y a sus niveles ripidamente cambiantes, y te convirtieron en el nexo indis: pensable entre las explotaciones agricolas del Oeste, los plantado res del Sur y los mercados de Nueva Orleans hasta su. sust por los ferrocarrles después de Ia guerra civil. El rio San Lorenzo ¥ los Grandes Lagos fueron tradicionalmente In ruta hacia el Oeste por el Norte, siendo los exploradores, misioneros y tramperos fran eses los primeros en utiliztla, A principios del siglo xix, el co- rmercio de cereales y articulos manufacturados creci6 répidamente, surgieron centros comerciales como Chicago, Cleveland, Montreal ¥ Quebec y los veleros fueron reemplazadot por lor grandes ve Pores. EL éxito alcanzado por ta explotacién de estas vias fluviales ie blemente, como en Europe, a la elaboracién de pl as cabeceras de los rios y legos por medio. de completar asf los sistemas. Boston, Nueva York, Fi ladelfia_y Baltimore querfan, ademés, sus propios accesos al Oeste EL resultado més fructffero’de su rivalidad fue el canal de Erie, financiado pablicemente, con 583 kilémetros de longitud, que comunieaba el rfo Hudson, en Albeny, con el lago Erie, enlazando rao | 1800 | 1860 | 1870 | 188118 yep61500 | ssocisi0 | 1913 | 19261929 | ss4e1950 | 1961 cad 2 uw BR | 266 1935 147 149 94 97 6s Bw 2 16 10s | 86 7a 64 4 66 33 33 10 n Bp | pz] as 18)8 139 37 116 Bt 6 $ H we | Ba) me so 333 338 22 23 | 310 : di . a7] 30 50 33 4 114 194 Faenter: Pace 1820-60, Michael G. Mulhall, Dictionary of statistics, Low res, 1909, p. 365, Para 18701929, Sociedad de Naciones, Industrials How and foreign trade, Ginebra, 143, p. 13. Para 194861, Naclones Unt- nz ds, The growth of world industry, 1938-1961, Nueva York, 1965, pisi- ‘as 230.76, Ester cifras on s6lo indicativa, Tales comparacioncs topie an con grandes difculades eatadsticas 3 4 asf Nueva York y los Grandes Lagos. Otros candles, que seguian un tortuoso tazado a tavés de los Apelaches, enlazaron Filadelfia y Baltimore con Tis vias fluviales del Orste, al tiempo que un eleva do niimero de canales més cortos en el Este unian tios y lagos, facilitando el transporte del carbén de las montafias« las cludades costeras. En la década de 1830 se logré, también por medio de ccanales, In conexidn de los lagos del Oeste con la cuenca del Misisipt, pero sin que estos proyectos resultaran rentables desde 1 punto de vista comercial, basta que fueron austituides por fe rrocartiles, ‘Los primeros ferrocarriles del Este fueron construidos durante Ja década de 1830 a partir de Boston, Baltimore y Charleston, ci ddades que disponian de peores conexiones fluviales y estaban es forzindose por ampliar sus mercados occidentales. Durante las décadas de 1830 y 1840 fue construido un elevado nimero de ramales secundarios de alcance local, asf como de liness para el transporte de carbén; y en Ia de 1850 el ferrocartil aleanas répi damente el Medio Ocite, donde los Estador de Ohio, Indiana Llinois aporearon cada uno alrededor de 3.200 kilémetros de carsil. En 1860 funcionaban ya varias rutas Este-Oeste, que en- Inzaben la costa otiental con el Misisipf, y los ramales penetraban cen el interior de las tices praderas productoras de malz. Ello hizo posible que surgieran paralelamente nudos fertoviarios y centrot ‘de navegacién, como Chicago, y que el comercio del Oeste fuer y Journal of Economic History, 27, 1967, pp. 131-197, ¥ Robert E. Callan, «Gross national product in the United Seats, 1834-1908, en National Buren ©f Beonomic Research, Stadiet in income and socaltS, vol. 30, Nueot York, 1966, p, 26. Fila 2b: BL R. Mitchel, ABsiract of British Bstorical attics, Cambridge, Toglaerra, 1962, pp._ 282-283, 366. Flan 39 4: Stuart W. Bruchey, Colton and tbe growth of the’ American economy, Nucra York, 1967, pp. 35, 106, La importancia del Sur para el resto de Estados Unidos ra bbe en sus enormes exportaciones de slgodén en bruto « Gran Bretaba. Estas exportaciones, iniciadas alrededor de 1790, no s6lo dieron vide la sociedad stdista y a la esclavitud, sino que, al: rededor de 1810, generaron un sctivo comercio Suvial de malz y came de cerdo que, desde el Oeste, eran transportados por el Misisipf desde las ciudades situadas rio artiba, como Cincinatti, hasta Nueva Orleans. Lor beneficios de este comercio fueron com. 124 partidos también por los mercaderes y los fabricantes del Nordes te, que proporcionaban bienes y servicios al Sur y al Oeste, lo ‘Que enriquecio enormemente a ciudedes como Nueva York y Bot ton. ‘Todo ello explica que algunos hayan insistido en que, al gual que ocurtié en otros palses como Gran Bretala y Japéa, ‘América se industraliod sobre Ta base de lat exportaciones.. No hhay que tobrestimar, sin embargo, la importancia de este esti lo, Como indica el cuadro 3.4, entre 1800 y 1840, el algodén fue iertamente el factor més dindmico en las exportaciones, (pero los Estados Unidos dependian menos del comercio exterior que ‘otros muchos palses que careclan de sus vatiados recursos con tinentales. De aquf que tenga 1a mayor importancia mostrar cué Jee fueron las relaciones cuantitetivas dela cadena formada pot Gran Bretafa, el Sur, el Oeste y el Este. Se ha afirmado recien temente que iin cutndo el comercio de los vapores que hacfan tseala en Nueva Orleans fuera muy importance, gran parte de los productos del Oeste que wllflegaban se exportaben y no eran consumidos en el Sur, cada ver més autosuficiente en productos ‘limenticios » partir de 1840; de tal forma que si bien el dee arrollo del valle inferior del Misisip{ en los afios 1820 y 1830 pudo haber influido de modo considerable sobre las. 2onas riberefas ‘aguas arriba del xfo, hacia 1850 el Medio Oeste en conjunto de- ppendia més de la poblacién y de Ia industria del Este, con el que fstaba cada ver mejor comunicado gracias a una red ferroviaria mds perfects. ‘Al término de Ia guerra civil, los estados sudistes se convistie. ron en los més pobres de la Unién (véase cuadro 3.9), hasta el punto de que algunas de las cieatrices de sus heridas siguen sien do visibles en In actualidad. Ello se debié en parte al impacto de la industrializacién del Norte pero también a las propiat de. ficiencias de la regién. A pesar de que muchas economlas pro rasa 5, 1847" Ley sobre entrega de terres # sldados 6. 1854: Ley de vente de rts 7, 1835: Ley sobre entrega de tietas « sldados, 1. 1862: Ley Homestead sobre adquisicién de tier 9. 1873: Ley sabre culdado y adavisicién de bosaves. 10, 1877: Ley sobre Ia adquiscién de. terre devsricar mediame su rlgacin, AL, 1891" Abvoeacgn de ts Heyes de 1641 y 1873. 12: 1904: Ley sobre In adguisien de theres mediaote eu cultivo. 1B. 1909: Ampliacién de la ley Homestead a favor de los gander de 14, 1516: Ley sobre (1 sere 4.046 mt) Fuente: United Stes National Ressources Board, Land Planning Com- mitt, Report on land planning, parte 7, Certain aspects of land pro- Blems and government land policies, Washington, 1935, p. 61 mediante ou cl: ndauisicign de tierras de pastes. Be administeativa competente y por el poder de los intereses creados De aqui que el gobierno ‘te limitara a intentar desprenderse de la tierra de modo ordenado y_socialmente benefcioso y a un precio tal que, sin impedie el desarrollo, engrosara las arcas fe Serales, La tierta fue distribuida con muy diversos fines, como la fundacion de escuelas y el fomento de le construccién’ de fe rrocartiles, pero el expetimento social més interesante fue el que tendia @ alentar le creacién de exploteciones familiares en lugar de grandes propiedades © plantaciones. La idea de una yeorrar democracy, 0 democtacia de pequefios propictarios, databs por Supuesto. de antiguo en los Estados Unidos y en Europe, pero Su consagracién se produjo a mediados del siglo xix con la ley Homestead de 1862, que permitia @ los colonos asentados en las tierras de dominio piblico edquitir extensiones no superiores 160 acres (648 He.) por un precio simbélico, siempre que las habitaran y las trabajaran por espacio de cinco afos. Esta dis posicién no era sino una més de In serie de leyes dictadas en ob Siglo xrx, la primera de las cuales disponia la vente de extensio nes. minimas, que fueron disminuyendo de 640 acres (239 Ha) fen 1796 a 40 (16 Ha.) en 1832. En esta fecha Ja frontera habla Icgado ya al Medio Oeste y los pequefios agricultores tenfan poder politico suficiente pare conteguit parcelat més adecusdas, Después de la ley de 1862, les extensiones miximas asignadas fueron aumentando al tener’ en cuenta los legisladores lot pro blemas y métodos de cultivo de las praderas. La police seguide fen. materia de tietras tuvo resultados positives; Ja tietra fue ré Pidamente distribuida, « pesar de que los indios otiginaran mis desérdenes y conflictos de lo que hubieran deseado las gentes ‘del Este; se construyeron ferrocartles y escuclas y las explote Clones familiares se establecieron con éxito en las prederas, donde el gobierno se amoldeba e las corrientes dominantes de desarrollo, pues las explotaciones familiares de 10 a 40 Ha, se adaptaben bien a estas regiones, Menos éxito twvo Ia politica de tieras en las altiplanicies; en California, Ginalmente, las disposiciones lega les eran diferentes explotindose allf extensos ranchos.ganaderos ¥ prandes centros fruticlas. £Cul fue la incidencia del Oeste sobre el resto de los Estados Unidos? Frederick Jackson escribia en 1893 que ala existencia de tuna zona de tierras libres, su constante retroceso y la. progresi6n dde la colonizacién hacia el Oeste explican el desarrollo smerica tno» ?, La tesit de Is frontera ha acabado por tener significados diferentes. Lot historiadores politicos siguen discutiendo en toro 's lor efectos democratizadores de las instituciones fronterzas Los sestados del Oeste, por ejemplo, se amoldaban sus electo- Bs ses, haciendo més hincapié en el sufragio universal y en los cargos ‘lectives que en la posiciGn o en el nombramiento directo, Por Jo general, durante el siglo x1x, las instivuciones politicas ame ricmnas que recibfan Ia influencie del Ocste eran mét progres vvas que lat de Europa y eran muy elogiadas por los radicales ‘europeos. Los historladores sociales, por su parte, han estudiado Tos efectos de las actitudes y los hébitos de In fronters; algunos de los rasgos que todavia hoy subsisten son una cierta rudeza, franqueza y flexibilidad, indiferencia ante los recursos naturales, ya sean madere, mincrales 0 tierra, y tolerancia de la violenc Caalguiera que fuetn su influencia sobre la Amérien del siglo xx, el mito de Ia frontera, tal y como queda reflejedo en innumerables peliculas del Oeste, sigue teniendo gran impacto en Ia actualidad, ¥ no s6lo en lor Estate Unidos, Lat condiciones en que se de batfan los pioneros contribuyeron a que los hombres de la from tera fucran rablosamente igualitarios e individualistes, pero tam bién a que en ocasiones estuvieran dispuestor a colaborar en ac \ividades comunitarias especticas, ‘La frontera tavo cierto niimero de efectos econémicos sobre Ja industralizcién americana, Une de sus funciones vitales foe Ia de actuar como fuente de abestecimiento del Este, al que en vinba pele, cuerot, oro, minerales y productos alimenticioe + ‘cambio de productos manufacturados y servicios. Por otta parte, Ia demanda de capital en el Oeste y tus clevados tipos de inte 143 atrafan el dinero del Este, reduciendo sustancialmente la acu rmulacién de capital en esta zona. Pero a pesar de todo, los in versores del Este obtenfan grandes dividendos del mercado in ‘mobiliario' del Oeste, que cada vez contralaban ins. TF parelelo movimiento de la mano de obra hacia el Oxste ha dado pie a una larga controversia en Ia que incluso participaron ‘Marx 'y Engels. Era opinién general que esta «vélvula de segu- dads contribute a reducir la tension industrial en el Este, fo rmentindose Ia emigracién con la frase «Go West, young manls ‘Aun cuando es dudoso que focran muchos los obreros industria Jes que acudieron slat instalaciones industriales del Oeste, Ia presién laboral indirecta en el Este resulté aliviada por Ia. emi fracién de agricultores que, de otro modo, hubieran acabado en In industria, y de los babitantes de las ciudades que se treads on a las del Oeste, Todo ello proves una probable subide de fog salarios en el Este, una suavizacién de las tensiones labore Jes y un vacto que pudieron llensr os inmigrantes europeos. Mis adelante se estudiard el posible impacto de estos salarios més cle dos. sobre la tecnologia americana. Otra consecuencia de las oportunidedes que se presentaban en el Oeste fue la prolongs 136 cuore 3.6-—cxnemtnro ecowoMIco CoMPARATIVO Gen | Tne sea Sets it | Pye | Ale nal Jun ae | One te 1. 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