Está en la página 1de 23
Capitulo 4 _ La crisis de las décadas de 1970 y 1980 A) Los factores de su desencadenamiento 1. El agotamiento de la expansién de posguerra A fines de la década de 1960 y principios de la de 1970 la economia del mundo capitalista comenzé a experimentar diversas transformaciones que presagiaban el fin de una época. El crecimiento se desaceler6, el orden internacional de pos- guerra y sus instituciones, sustentadas en el Estado de Bienestar (Welfare State), ena guerra (Warfare State) y en las politicas keynesianas, comenzaron a ser cues tionados por pricticamente todos los actores sociales: empresarios, itelectuales, trabajadores, estudiantes, politicos, por derecha y por izquierda. Por un lado, los circulos del poder politico y empresarial en las potencias ca- pitalistas exigfan limitar la intervencién de los Estados en las economias y pro- curaban reducir el rol de los sindicatos para negociar mejoras salariales y labo- rales, cusando a ambos del estancamiento de la produccién y de la inflacién en ascenso. Por el otro, estudiantes, mujeres, trabajadores, minorias, descontentos con sus modos de vida, hacian sentir también sus reclamos en prochl de mayor igualdad, participacién y respeto en las sociedades a las que pertenco © oe tamente buscaban cambios radicales en ellas; esto sucedia tanto ch Europa Oc: Cidental, Estados Unidos, Japon como en el Tercer Mundo. cy laauto F Muchos de ellos tenian también por objetivo Ia obtencion de ieee awe. toqnminacion de los pueblos amenazados por oe a vor a pa ti do en la potencia del Norte, donde los jévenes se Vela Sea bions abecién desu pais en la guerra de Vietnam. Fer oP 'ético, sacudido por la rebelién conocida como la vier y econdmicd eh ‘ente reprimida, que expresaba un creciente malestar po 219 los paises del Este. El Mayo Francés de 1968 fue un paradigma de este al que le siguieron protestas y rebeliones en otros lugares del globo Argentina con su Cordobazo-; algunas sufrieron represiones sangrien sucedié en México. En América Latina se sumé la influencia de la R; Cubana. Pero pronto, los nubarrones de la crisis apagaron en parte el fuego que nu. tria estas ideas, sin evitar que muchas de ellas lograran enraizarse; aunque en Io politico y lo econémico las ideologias conservadoras terminarian finalme imponerse. Procesy ~incluidy 8S, coma evolucign nte por Entre 1968 y 1973 Ia crisis comenz6 a insinuarse: la inflacién y el desem- pleo trepaban afio tras afio, las‘tecnologias que impulsaron el rapido crecimien, to de los “Treinta Gloriosos” alcanzaban su madurez, las nuevas inversiones no inducian incrementos significativos de la produccién, la eficacia del capital yl productividad del trabajo comenzaban a achatarse. El mayor peso de los salaros y de las tasas de interés afectaba negativamente la rentabilidad de las empresas. El circulo virtuoso de incrementos de la productividad, de la inversion y del sa- lario, caracteristico de las décadas anteriores, se desarticulaba; la tensidn entre los factores productivos se transformé asi en conflictividad social y pérdidas de produccién, 220 Ediciones 7 's Le Monde iplomatique «et Dipl» / Capital Intelee residian mas en el agotamiento del impulso del cambio tecnolégico sobre la pro- guccién y 10s problemas monetarios y geopoliticos internacionales —que pate aban desequilibrios fiscales y de pagos externos-, que en la insuficiencia de la demanda. De modo tal que las medidas de regulacién keynesiann sobre los mer- cados no lograban impedir plenamente esos desequilibrios aunque si tenn oy manifestaciOn y distribuir su costo social, E| momento de eclosi6n de la crisis y su intensidad variaron en los distintos paises y se combinaron con problemas internos ¢ internacionales de orden poli- tico y estratégico. Por ejemplo, Estados Unidos afronté serias dificultades como consecuencia de su politica armamentista y belicista, cuya expresion mas dramé- tica fue 1a guerra de Vietnam, que implicé un elevado gasto piiblico, financiado con emisi6n monetaria. También la competencia con la Unién Soviética por la su- premacia armamentistica y tecnolégica como la carrera espacial- ali déficit fiscal estadounidense y atizé la crisis del délar y la inflaci6n, Ya en el aiio 1970 el producto bruto norteamericano cayé 0,5%, pleo subié al 6% y la inflacién alcanz6 el 5,7%; jimenté el el desem- niveles elevados para la época. El “indice de descontento”, creacién del economista Arthur Okun, que sumaba Cuadro 4 Variacién del costo salarial real y rentabilidad del capital en algunos paises industrializados Variacién del costo salarial real i bes 1960-73 1973-80 | Variacién de la rentabilidad del capital 1966-74 1974-77 1977-80 Estados Unidos | -1 +2 “6,4 +64 83 1964-68 1968-73 1973-78 Alemania +03 +0,3 +0,1 6,2 0,7 1963-70 1970-75 1975-80 Francia 15-03 +0,8 88 -2,8 1963-70 1970-75 1975-78 Reino Unido 06 +414 -3,6 8,7 6,8 1965-70 1970-75 1975-80 fepén Pa Tea 7) +43 -15 +44 te 5 mica, Paris, 1983, soe ey pmeae nese oy bh no Les ‘rondes criss del capitalismo contemporineo las tasas de desempleo y de inflacién, venia subiendo en ese pais desde 1965, Enérgicas politicas fiscales y controles de precios procuraron ~sin éxito~ con. ner las tendencias inflacionistas. Ademis, las protestas contra la guerra de Viet. nam coincidieron con la intensificacién del conflicto social —la cuestién de ly Ne. gritud y la desigualdad— que también demandaron voluminosos fondos pion, (Cuadro 1). Por otra parte, Ja-estructura bipolar del poder mundial comenzaba a crij Los paises europeos y Japén, luego de su reconstruccién en la posguerra, secon virtieron en serios competidores econémicos de Estados Unidos, mientras que la Union Soviética~empezaba a mostrar sus primeros sintomas de agotamiento, como resultado de la excesiva rigidez de sus estructuras productivas y de cons mo. Pero, a diferencia de la década de 1930, la crisis en ciernes no produjo una ruptura brusca con respecto a los patrones precedentes, ya que la reduccién ée los flujos internacionales de mercancias y capitales fue relativamente leve. Entre 1961 y 1973 la mundializacién de las economias se intensificé con Ia finaliza- cién de la Ronda Kennedy, la consolidacién de la Comunidad Econémica Euro- Grafico 1 Cambios econémicos, demograficos, politicos y culturales en los umbrales de la década de 1970 Toyoismo; justin time” ‘Aumento del flujo intemacional de capitales Crece la deuda del Tercer Mundo Primeros ataques especulatos Fuerte crecimiento poblacional en la década anterior Crece la matrculauniverstata Fuerte crecimiento del Sudeste Asiatico eo Descentraizacién dela producciin Capitales oi ‘Ascenso de Alemania y Japén Apertura de EEUU? Movimientos de descolonizaciin ~cooperaién ent Criss del con superpotencs wepto de Estado-Nacién mamaera de PA << Posestucuaisms Movimientos estudiantes: Mayo de 1968, Revelucin Cutura ! 222 co Je , te diciones Le Monde diplomatique eel Dipl» CoP pea, Ja creacién de zonas de libre comercio en Europa y América Latina, y el de- semibarco por todas partes de multinacionales norteamericanas. , La crisis impuls6 los primeros intentos de reestructuracién productiva, Asi, Juego de 1973, el quiebre del paradigma fordista de la produccién dio paso a nue- vas formas de organizacién del proceso productivo, como el toyotismo en Japén, que también represent6 un avance hacia nuevas modalidades de comereio y de trabajo, mas flexibles pero mucho mds inestables. Al mismo tiempo, la estrategia del gran capital se orienté hacia una nueva etapa de expansién multinacional, seg- mentando su produccién en procura de generar una nueva divisién internacional del trabajo para maximizar sus beneficios y limitar la caida de su rentabilidad. En el Grafico 1 (pigina anterior) podemos visualizar en forma sintética los principales cambios que se produjeron en el mundo hacia el fin de la época de expansion de posguerra, 2, La crisis del délar y el fin del orden monetario internacional de Bretton Woods 6 En Ia década de 1960 el orden monetario internacional establecido en Bretton ‘n este sistema, los paises definian sus paridades cam- bi respecto del délar estadounidense, y éste, a su vez, mantenia un valor fijo respecto del oro, sostenido por las inmensas reservas metalicas en manos del Te- soro estadounidense. Pero en los afios 60 Ia emisién de dolares crecié mis répi- ddo que las reservas auriferas, y el mundo comenzé a desconfiar de la real capa~ cidad estadounidense de sostener el valor de su moneda ~35 délares Ia onza t invariable desde 1933. Esta debilidad del délar obedecia a los déficits de cubiertos con deuda en délares, mas la de Vietnam y los programas sociales Woods se torné inviable. la balanza de pagos de Estados Unidos, emisién de délares para financiar la guerra en un contexto conflictivo. Entre los afios 1960 y 1970 la creciente convertibles a oro, se acumulé como reserva ©! oferta de délares, cada vez menos .n los bancos centrales de los pai- sor de Ia moneda respecto de la cual las SeS con superdvits externos. Como emi a I dia modificar su tipo de cambio demas fijaban su paridad, Estados Unidos no podia n ; } frente a las otras mnonedas del mundo sino que debia devaluar el dOlar en re Tencia al oro, medida a la que se resistia por razones econdmichs Y politicas. un beneficio adicional a Estados El rol del délar como divisa clave le gener6 adic Unidos: endeudarse en su propia moneda para atender sus déficits de pagos ex tetnos, ya que su moneda era ‘demandada como reservas en ae conn Por eso podia presionar al resto del mundo para que absorbiera los deseq pos} Las grandes crists del capitallsmo contempordned 4 cidentales, integrab ité ejecutivo de la Comisién en 1979 g| i i a el comité ejecutivo de lace r Gi on i Agnelli cabeza de la familia propietaria de Fiat. Esto signif; i i is emy trilateralismo influyd efe fi 70 y en a PS cones de la Comision Trilateral sobre lo que seria jg wo al de los siguientes veinte afios y su propuesta con referencia nomia ve de division internacional del trabajo, los paises se clasificaban en a Seo & snateris primas, de manufacturas de escaso valor agregado y de to ductos altamente sofisticados. En este esquema, naciones como Argentina stl podian acceder al segundo nivel, lejos de completar el Proceso de sustitucin importaciones y de transformarse en economias industrializadas (Cuadro 3) Presarig fee ea Que el ctivamente en el curso que siguié la crisis de los aos Gila rivalidad entre las grandes potencias capitalistas. La guerra de Vietnam La politica exterior estadounidense de posguerra apoyo activamente la recons- truccién de Europa y de Japén como futuros socios comerciales y primera linea de contencién contra la propagacién del comunismo en Europa y Asia. Para fo- mentar la reconstruccién de estas zonas, especialmente de Europa, Estados Uni- dos inyect miles de millones de délares en ayuda econémica a través del Plan Marshall. También permitieron y alentaron la formacién de organizaciones re Bionales, como la Unién Europea de Pagos, la Comunidad Europea del Cat phenstie bs Asociacion Europea de Libre Comercio y, finalmente, la Com- onémica Europea (CEB), el ; aes nes y servicios. ), el mercado comin para la circulacién Se conforms asi un s; sas de Europa y jong Sistema de comercio intemacional en el que las emo manera reativamente colocaban sus productos en el mercado estadounidens? les era mas dificil ih mientras que para los industriales norteamericans Pitaismo en Europe fag no Muellos mercados. Bl precio para fortalecet a! i aceptar ci 5 taciones de EE, 2. ett proteccioy consideraba que este Peto pricticamente toda la clase dirigente estadounidens® de Asi, La ee ‘alia la pena para salvar al mundo de la coopt®" del “mundo libre” g¢ ea de los bienes norteamericanos en el comeci? . 0 ! 5 exPortaciones de Europ . ae 23,3% en 1948 al 15,3% en 1970; mientras lo j : is righ Bt corriente comercial ent @°S Unidos crecieron cuatro veces mis 1? Scis rondas de ; a, & sentido inverso, Garr, Negociaciones q de la OMC), a : came mismo con respecto a las imPe ercio ANtecesoy lel Acuerdo General de Tarifas y Comer © 1947 a 1967, recortaron los aranceles & 232 Edicic al a pce ‘Monde diplomatique «el Dipliv / Capit! I a importaciones estadounidenses al 9,9% en 1970, Pero algunas grandes indus- trias, como las del acero, la textil y la del calzado continuaban concentradas en el mercado nacional, ya que por sus mayores costos respecto de sus rivales de otros paises no podian competit mundialmente. En tiempos de dificultades eco- némicas y contraccién de la demanda interna, los fabricantes norteamericanos reclamaban un control estricto de las importaciones. Aunque a lo largo de la dé- cada de 1960 el clima para esas empresas fue mayormente favorable, y las im- portaciones no constitu‘an amenazas serias, ya comenzaban a despuntar algunos problemas. De todos modos, las compajiias de cardcter transnacional florecieron. Las importaciones en Europa estaban restringidas, pero la entrada de capital era casi libre. Las multinacionales estadounidenses desembarcaron en el Viejo Continen- te para sortear las restricciones tarifarias y aprovechar los salarios europeos in- feriores a los de su pais. Las inversiones privadas con este destino aumentaron de 1,7 mil millones de délares en 1950 a 16,2 mil millones en 1966 y 30,7 mil millones en 1972, Mientras tanto, las inversiones de cartera estadounidenses de largo plazo (acciones y bonos) en Europa, treparon de 1,3 mil millones a 4,5 mil millones y a 5,9 mil millones, en los afios mencionados. Mientras, la inversién a corto plazo pasé de 0,4 mil millones a 2,6 mil millones y luego a 5,3 mil smillo- nes de délares. La importancia de los bancos de EE.UU. en esta internacionali- zacin masiva de capitales fue creciente (Cuadro 4). Cuadro 4 a Actividades internacionales de la banca comercial estadounidense Fin de afio: 1960, 1970 y 1974 Concepto 1960 1970 1974 Namero de b: i ’ancos estadounidenses 129 on sucursales en el exterior e a ran pate de sucursales en el exterior 134 53 tivos de las sucursales en el exterior 6 | 155 7 miles de millones de détares) 35 |. tos de las su icursales en el exterior 9 40,7 SOMO % del total de activos 30 es Fuentes ind the Dollar, Nueva von J. Backman y E. Bloch (eds.), Multinational Corporations, Te agian’ cohumbla Joungas B. 4; y Robert Z, Alber, “Intemational Banking: Grow 3 3! of World Business, inviemo de 1975, en Sklar (1980), P- 2 233 ‘order crisis del captlismo contemporineo ‘Ass ver la inversion extranjera directa en Estados ae de menos de ae élares en 1962 a 26,7 mil millones en 5s ¥ los activos de 8 mil millones he ia del Norte aumentaron de 5 mil millones de dg. bancos extranjeros en la potencia an Mi il millones en . tae oes eae iens de capitales fue la creacién del mercado de eu. rodlares, que surgié en Londres a fines de la década de 1950. Se denoming as alos depésitos bancarios en délares pertenecientes a agentes econémicos no re- sidentes en EE.UU. Colocados también en bancos de otros paises se conserva- ban alli o se invertian en diferentes actividades econémicas. Sin control y expan- diéndose aceleradamente, esos fondos contribuyeron a desequilibrar, junto a los petrodélares, el sistema financiero internacional. En tanto, la productividad del trabajo europea y japonesa se incrementé mis que la estadounidense, restando competitividad a sus productos. La balanza co- mercial negativa y la salida de capitales por inversiones de distinto tipo alimen- taron el déficit exterior de Estados Unidos, mientras las divisas europeas y el yea se fortalecian y el sistema monetario internacional entraba en crisis (Cuadro 5). La devaluacién del délar fortalecié el balance de pagos estadounidense y la recesién de 1974-75 contrajo las importaciones y mejoré la balanza comercial, ioe ie fe cathy pa |a cuenta corriente mostré superdvits entre 1973 . 1977 los déficits comerciales retornaron y desde entonces Cuadro 5 recimiento anual promedio “1973-79 | 1979-88 3,2 14 55 56 5,0 2,6 28 ai 2,8 INCTAD, Trade “8 a ~ Labor. ‘Statistics, Bulletin 208 = lent 988," "Port, 1981; US Deparment of Labor, BureaY Fuentes: u 234, tcl Edicio "2 Le Monde dptomatique wet Dipti» / Capital I Jos saldos del comercio siempre fueron negativos. Ocurrié lo mismo con Ia cuen- ta corriente cuyos resultados se transformaron en negativos, excepto en la rece- sion de 1980-81. Por el contrario, Japon, luego de sufrir déficits externos en am- bos shocks petroleros por el alza de los precios de sus importaciones, recuperd sus superavits de cuenta corriente; lo mismo sucedié con Alemania. En sintesis, los movimientos de capitales, por inversiones directas y de cartera, se intensifi- caron y el mundo desarrollado se volvié mucho mis interdependiente. Otro escollo que en esa época padecié Estados Unidos, desde el punto de vis- ta politico y econémico, tuvo que ver con su involucramiento bélico en Asia, es- pecialmente en Vietnam. Este pais emergio de la guerra de liberacién colonial contra Francia, después de la derrota francesa en Dien Bien Phu, dividido en dos Estados: el del Norte, controlado por los comunistas, y el del Sur, apoyado por Washington. La lucha armada contra el régimen de Saigén, capital de Vietnam del Sur, se intensificd con la entrada de los marines estadounidenses en el con- flicto en 1965 (agregandose a los miles de asesores ya enviados) después de un incidente a todas luces fraguado en la bahia de Tonkin y sin una declaracién de guerra formal. El intenso compromiso militar de Estados Unidos no logré detener las ac- ciones del Vietcong o Frente de Liberacién Nacional (FLN), que apoyado por tropas regulares norvietnamitas tenia por objetivo cambiar el regimen de Saigén. En 1968 el FLN desencadené una gran ofensiva en el Sur, Ilevando sus acciones hasta la misma capital. Como resultado de ello, en 1969 Washington suspendid los bombardeos sobre el Norte, condicién preliminar para negociar una solucién diplomatica del conflicto. Richard Nixon comenzé las tratativas de paz pero in- ‘ensificé el gasto_y las acciones de guerra, sin poder evitar la division de la so- Ciedad estadounidense en torno al tema de Vietnam, y la escalada del anti-nor- ‘camericanismo. La guerra se prolongé hasta 1975, cuando el Vietcong toms el Poder en Saigén. a i Buerra de Viemam fue mucho mis larga, intensa y costosa que lo planea- Se de Lyndon Johnson oculté la verdadera dimensién de los gastos = me los que potenciaron el déficit fiscal estadounidense, y minaron acuerdog ‘ confianza en el valor del dolar y su convertibilidad en oro, eje de ied el faa Bretton Woods. Una medida del descalabro econémico que implicé ao, se ct ae dela guerra de Vietnam es que en 1966 su costo, sdlo para ese ian aba en 11.000 millones de délares, aunque el presupuesto oficial lo Mia en ese mean? ft mitad de esa suma, ademas de anunciar que la guerra conclui- evens te a afio. El gasto en defensa nacional en el momento més Algido de ‘ietnam absorbia el 9,5% del producto bruto estadounidense (3). Lay, Brand, les erists del capi ts ts del capitalismo contempordneo 235 ‘6 Las guerras en Medio Oriente y la crisis del petréleo A fines de la década de 1960 y comienzos de la de 1970, el recrudecimiento dg conflicto drabe-israeli, combinado con el escenario de la Guerra Fria, Contribuye. ron a la inestabilidad econémica y monetaria internacional. Por un lado, la pre. sién sobre el gasto en defensa de Estados Unidos increment6 su déficit fiscal, la emisién de dolares y la fragilidad de esta moneda. Por el otro, el aumento de los precios del petréleo -relacionado con la debilidad del délar— y Ia interrupeién de su suministro terminaron de desencadenar la crisis. La tensién entre Israel y los paises arabes limitrofes desembocé en una serie de incidentes fronterizos, y esto hizo que Egipto y Jordania formalizaran una alianza militar anti-israeli a la que adhirieron el Libano, Siria, Irak, Sudan y Ar- gelia. Israel, acorralado en un cerco cada vez mas peligroso, en junio de 1967 aa cé a Egipto, y en el primer dia de la guerra, destruyé en tierra la mayoria de los aviones de este pais. Por otra parte, los blindados israelies iniciaron un arrollador avance en el Sinai, ocupando las orillas del canal de Suez, Cisjordania y Jerusa- lén, En seis dias, Israel consiguié sus objetivos militares, que apuntaban a la 0b- tencién de fronteras seguras, y por ello acepté el alto el fuego solicitado por a ONU. De todos modos, la Guerra de los Seis Dias dejé sin resolver —es mis, agf v6- el conflicto con Palestina, motivo de tensiones recurrentes en la region. En tre 1968 y 1970 Egipto e Israel libraron la Guerra de Desgaste, por el control del Sinai, que terminé con un alto del fuego y el mantenimiento de las mismas fo" teras que al inicio de este episodio bélico. ca a x re de 1973 Egipto y Siria ~apoyados por la URS y por v2" emintee icaron a Israel. La fecha coincidia con la conmemoracio” ° (Luna Llena) 1a obtt Vo contra los infieles de (pia del Perdén), veinte dias, a) -primera victoria musulmana que Mahom Quraish-y con la celebracién judia de Yom Kippur" eee el que se conoce esta guerra, que se extend dus! , que trajo graves consecuenci; a mundial, po" ® detivaci 5 ncias para la economia mundi" 4 cite ae coe los precios del petréleo y el reciclaje de los superdvits comet BUTT danas xPortadores del hidrocarburo. Yom Kippus 1% 1973, pocos dias después del comienzo de I de Pettlec), como Ant os de la OPEP (Organizacién de Paises EXPY wait ia Saudita, Irin, Irak, Emiratos Arabes Unidos, X™ net Qatar, anunciaron 1 que si ‘ Be hasta que los isracies se rome io &° Petleo se reducira un 5% 68 yerra tadores que no venderi: ji Sn Pettéleo a Estados Unidos ni a los Paises Bajos -00" # 236 yt! eee / za de extender el embargo sobre Europa Occidental si ellos continuaban apoyan- doa Israel en el conflicto— hasta tanto se restablecieran las fronteras de 1967, pre- vias a la Guerra de los Seis Dias (la “linea verde”). Esta decision siguié al fraca- so de las negociaciones que los paises productores de petréleo mantenian con las Siete Hermanas -empresas petroleras multinacionales~ para aumentar el precio del hidrocarburo de tres a seis délares, y compensar la pérdida de valor de esta moneda a causa de la inflacién creciente. El recorte de la produccién de petrdleo cuadruplicé su precio y puso fin a la era del petrdleo barato, que apuntalé el cre- cimiento de la posguerra. El conflicto de intereses econémicos y geopoliticos en Medio Oriente, simul- taneo al creciente desbaratamiento del sistema monetario internacional, augura- ba tiempos dificiles. Por la desvalorizacién del dolar, algunas naciones producto- ras de materias primas habian comenzado a acopiar sus reservas en bienes y no en divisas, de manera que se estaba gestando una acumulacién de materiales es- tratégicos, cuyos precios empezaron a aumentar aun antes de 1971, como el co- bre, el estafio y el zine. Pero el petréleo era un insumo vital y su encarecimiento generé de inmedia- to una importante recesion en la mayoria de los paises, que afecto en gran me- Grafico 2 Precios promedio del petréleo (délares por barril) econo SGSRSRS ESSE LESSLL EK LILES Fuente: Elaborado en base a datos del FMI, Estadisticas Financieras Intemacionales. Sy 237 ‘randes crisis del capitalismo contempordneo / dida a los més industrializados contribuyendo a rapido enriquecimiento dg has naciones petroleras, especialmente del mundo arabe. Anais la crisis del petro. leo no fue la causa principal del incremento de la liquidez internacional, dado que ésta ya habia aumentado notablemente en los afios precedentes, los paises exportadores de petréleo transfirieron los superdvits en divisas a las bancas nor. teamericana y europea, que a su vez los redirigieron hacia las naciones en vias de desarrollo. Fue alli cuando aparecieron los Ilamados petrodolares y se elevs la oferta de fondos prestables en divisas hacia los paises de la periferia, que gesté el considerable incremento de la deuda externa latinoamericana y la cri- sis financiera de los afios 80, denominada “la década perdida” por el crecimien- to nulo derivado del ajuste de estos paises en procura de atender su gran endev- damiento. El shock petrolero de 1973 jugé, sin embargo, un papel inesperadamente fi- vorable al délar y al mantenimiento del poder financiero de Estados Unidos. La crisis del petr6leo produjo un impacto en la estructura mundial de pagos ¢ incte- menté la demanda internacional de délares porque ésta era la moneda mas use da para las transacciones internacionales; en consecuencia, las presiones en col” a ane a desaparecer. Por otra parte, los excedentes é Ios tenian muchas alternatives seen nem en délares, ya que estas naciones 1° . mativas Para colocar el aumento abrupto de sus reservas. Ad mds de Gran Bretaiia, cuya divisa era débil, 96 poe ain offee! un mercado de capitales de tamafio een Spa pad ee a on lo para manejar los formidables ™ ae financiero internacional. el abe ae Percibirse en esos afios una mae ias, Estados Geen onal en un contexto de distension incoy 08 Unidos y la Unién Soviética. Tambien infty 0 pare 4 las Naciones Unidas, que ¢! pees oe aS naciones Pats €0 1972. Es importante setae Ss * del Tercer Mundo de participat ¢0" ine ipa was emacionales, Sin embargo, éste fs Cicras mundial . reci05 : le convertib o bio del paradh ertibil ese iones internacionales, sobre t0' “S~expresadas en las subas de 0s P \ nea del détar estadounidense= 4 ie Momento, nolégico ¢ industrial del capitalis™ del petréleo y anunciaban el carn habia regido hasta en la cris, le 238 3, Las dictaduras en el Cono Sur: el neoliberalismo en Argentina, Chile y Uruguay cf En el contexto de la Guerra Fria, Estados Unidos logré imponer en el continen- tela “Doctrina de la Seguridad Nacional” y las fronteras ideol6gicas. Las Fuer- zas Armadas de los paises latinoamericanos, segin estos lineamientos, debian cumplir un papel de represién interna cuyo objetivo esencial era impedir la in- filtracién del comunismo en el mundo occidental, capitalista y cristiano. Los te- mores de Washington provenian de la consolidacién de la Revolucién Cubana en los afios 60, que habia pasado a Ia érbita del bloque soviético instalando la Guerra Fria a las puertas de Estados Unidos. Por eso, el pais del Norte alenté gobiernos dictatoriales en América Latina encabezados por fuerzas militares ca- pacitadas para la contrainsurgencia en instituciones norteamericanas. Asi fue como el presidente Joao Goulart fue derrocado en 1964 por genera~ les brasilefios, y los gobiernos argentinos de Arturo Frondizi, Arturo Illia ¢ Isa- bel Perén resultaron desplazados por golpes militares en 1962, 1966 y 1976, respectivamente, aunque en el primer caso a través de una componenda civico- militar que preservo cierta fachada constitucional. En el caso de Brasil, la dic- tadura militar se prolongé durante poco mas de dos décadas ininterrumpidas. En Chile se produjo un sangriento golpe de Estado en 1973, que instauré la dictadura del general Augusto Pinochet; en Uruguay, ese mismo afio se llevé a cabo un golpe civico-militar, y en Argentina, tras el trienio del retorno peronis- ta (mayo de 1973 - marzo de 1976), los militares volvieron al poder, desde mar- 20 de 1976 hasta fines de 1983, consolidando otra brutal dictadura que gener6 luna gran deuda externa, desindustrializaci6n y crisis econémica. La existencia de dictaduras en el Cono Sur no garantizé ni siquiera un esta- do de paz entre ellas, En 1978 por cuestiones de delimitacién de fronteras casi estalla un conflicto armado entre Argentina y Chile, que s6lo Ia mediacién pa- Pal pudo detener. En cambio, los gobiernos de estos dos paises —y de Uruguay Y Brasil~ cooperaron en el “plan Condor”, tendiente a eliminar a los adversa- ios politicos internos refugiados en alguno de los Estados vecinos. Say < @) Argentina lesde 1976, basado en el plan futuro ministro de Economia tas monetaristas, formados en tros centros de. orientacién si- En Argentina el neoliberalismo se implement 4 Que desde un tiempo antes venian elaborando el Martinez de Hoz, junto a un grupo de economist Su mayoria en la Universidad de Chicago 0 en 0 lay 243 krandes erisis del capitalismo contempordineo milar. La junta militar que asumié6 todos los poderes piblicos a de Estado del 24 de marzo conformé un nuevo modelo econdmi do por la acumulacién rentistica y financiera, una insercién inte; da primordialmente en la exportacién de materias primas agrop, sindustrializacién, el endeudamiento externo y el disciplinamie La dictadura militar se propuso restablecer la hegemonia del mercado vy asignacién de recursos y abrir stibitamente la competencia de los producios 4; cionales con los extranjeros, aunque ello dafiara seriamente a la industria loos En una primera etapa, de 1976 a 1978, se implement6 un plan de ajuste ori xo, con devaluacién, liberacién de precios, congelamiento de salatios, avi des para las importaciones, cese de Ia promocién de exportaciones industilesy desregulacién financiera, El terrorismo de Estado impidié toda resistencia social a Ja transformacién regresiva de la economia. Las élites agropecuarias, los gran- des grupos econémicos y financieros locales, y los intermediarios de las finan zas y el comercio internacionales fueron los beneficiarios inmediatos y a largo plazo de estas politicas. Partir del going ICO caractering. Tacional basa, ecuarias, la dp, nto social a, En esta cuestién fue de vital importancia la reforma financiera de 1977, que ubic6 al sector en una posicién hegeménica en términos de absorcidn y asin cién de recursos. El nuevo Régimen de Entidades Financieras inicié un runbo cuyo norte apuntaba ala liberalizacién del mercado interno y a una mayor vite Jacién con los mercados internacionales. complementarios; por una parte liberalizaba de la manera mas radical los flys de capitales con el exterior, mientras que, por otro, flexibilizaba a ultranza la oe ratoria de las entidades privadas ~nacionales y extranjeras—en el mercado on tico, y al mismo tiempo establecfa una garantia irrestricta sobre los oes Esto inducia al puiblico a colocar sus ahorros en las entidades que ofrecian mat es fasas de interés, independientemente de su grado de solvencia Y liquite™ cantidad de bancos crecié exageradamente: pas6 de 110 entidades &? me 1977 a 219 a fines de 1979; ademas, s ° financieras, mientras el PIB Per capita estaba virtualmente esta! Otra etapa comenzé en diciembre de 1978, con la aplicacién cambiaria”, que consist en devaluaciones programadas interiors ue apreciaron el peso, agravaron el cierre de las industri jonale: bi itadas de competir con los productos importados~ e impulsaro" tida de divisas, a causa de los déficits comereiales y de servicios, co" bién por los intereses pagados al capital extranjero y por el turis™ Estos déficits se cubrieron con ingresos de capitales, la mayoria &” Préstamos al sector PI La reforma se desplegé en dos frentes guctl © autorizé la apertura de 1.197 suct sado (5): de a ala inflaciel impos n cone’ aan sas priv liblico y, en menor medida, a las empresas P™ an iptv / CoP! Ediciones Le Monde diplomatique el Diol Desde 1976, con una interrupcién parcial durante el gobierno de Raiil Alfon- sin, se implementé una politica monetaria pasiva, en la que la cantidad de dine- ro se rigié casi exclusivamente por los movimientos de capitales, Cuando éstos ingresaban, la cantidad de moneda se expandia, estimulando una coyuntura as- cendente. En la etapa de reflujo, la masa monetaria se contraia —incluso mas que 1a expansién previa, por cuanto los capitales salientes se haban valorizado y también retiraban sus ganancias-, acentuando la depresién. De esta forma, los ciclos internos volvieron a estar determinados como en la época agroexportadora— por los ciclos de los capitales financieros internacio- nales. La moneda actita aqui de manera absolutamente prociclica, exacerbando auges y depresiones, mientras estimula en todas sus etapas diferentes formas de endeudamiento piblico y privado. La economia argentina se volvié proclive a ingresar en burbujas especulativas, sin una base productiva sélida, que desem- bocaron en profundas crisis financieras y tuvieron fuertes repercusiones socia- les y politicas. El diagnéstico inicial que. hicieron las autoridades econémicas al asumir el Poder sefialaba a la inflacién como problema principal. Para fundamentar sus po- liticas de estabilizacién recurrieron al “enfoque monetario del balance de pa- 80s”, en el que la inflacién se atribuye a la oferta excesiva de dinero en una eco- nomia cerrada a las importaciones. En el caso de una economia abierta, el exceso de demanda provocado por la expansién monetaria puede derivarse al comercio de importacién, aflojando la rigidez de la oferta de bienes, sin provocar un pro- ceso inflacionario. En una economia con tipo de cambio fijo y perfecta flexibi- lidad de precios, el exceso de dinero estimula la importacién, lo que obliga a la Bente a desprenderse de moneda local para comprar divisas; de manera que la oferta monetaria se contrae y vuelve al nivel de equilibrio. La situacién descrip- ‘2 implica también que transitoriamente el gasto supere al ingreso, pero en esas Condiciones, el aumento de la tasa de interés atrae recursos del exterior para fi- Tanciar ese exceso. Este esquema, que debia conducir en el mediano plazo a niveles de inflacién ¥ tasas de interés convergentes con las de EE,UU., tuvo en la préctica consecuen- “as desastrosas, porque gener6 un profundo retraso cambiario que desalent6 la Produccién, alimenté el déficit comercial y estimulé la entrada masiva de capi- tales especulativos. El resultado fue un endeudamiento en moneda extranjera, en 8ran parte ilegitimo, que condicioné las politicas econdmicas durante las d&ca- 'S Posteriores (6), . mer Petduabilidad de la politica econémica de José A. Sea oI nistro de Economia del Proceso de Reorganizacién Nacional, 245 ‘andes crisis del capitalism contemporineo J fuerte apoyo recibido desde el plano politico-castrense y de los princi pos econdmicos, asi como a un contexto internacional favorable, Esa suerte de consenso comenz6 a desmoronarse en 1980, cuando diversas acontecimientos trocaron el contexto favorable por otro crecientemente adverso, En primer lugar, la cuestién de la sucesién presidencial abria las Primeras grie. tas en la conduccién militar y permitia el surgimiento de timidos cuestionamien. tos hacia la politica seguida hasta entonces, en el marco de una creciente lich interna por el poder. Pero lo que mas afecté al programa fue el sibito viraje de contexto internacional por los nuevos lineamientos econdmicos impulsados por BE.UU., que provocaron una fuerte alza en las tasas de interés, alterando radical mente los mercados financieros mundiales; el crédito internacional se torné, en- tonces, caro y escaso. La importancia de los flujos financieros era fundamental Para Argentina, debido al incipiente déficit comercial y al saldo negativo de la cuenta corriente, sobre la que comenzaron a pesar cada vez mas los pagos de in- tereses de la deuda contraida en los wltimos afios, multiplicados ahora por el alza de las tasas de interés internacionales y las dificultades para conseguir fondos frescos. Simulténeamente, las fuentes genuinas de divisas del pais comenzaron a de- teriorarse, ya que, luego de varios afios consecutivos favorables, del intercambio volvieron a ser desfavorables. El nuevo contexto Pl pales gry, los términos uso a Argen- de 1979, tas, do a devolver la confianza, La “ a 2 j ier 1980 en easi2 80m millones a Teservas de divisas del gobierno descen' 7 lie le dol: jento PU co crecié en casi 4.500 millones, ‘ares, a pesar de que el endeudamie! 246 aco PAclones Le Monde diptomaique cet Dili» / Cat! Entre otras cosas, el panorama abierto por la crisis bancaria volvié a acentuar una caracteristica endémica de la economia argentina, la fuga de capitales. Si tien las estimaciones del monto de capitales fugados del pais son notoriamente ivergentes, todas las series dan cuenta de un agravamiento del fenémeno a par- tir de 1980, que arroja un resultado sorprendente: entre 1980 y 1982, el monto de la fuga oscil6 entre los 16.000 y los 22.000 millones de délares, dependiendo dela estimacién. La cifra equiparaba o superaba la variacién del stock de deuda externa a lo largo del trienio, que ascendié a 16.481 millones dé délares, y supe- raba el stock de la deuda privada que en 1982 era de 14.836 millones de délares. En febrero de 1981 la pauta cambiaria se modificé siibitamente con una de- valuacién del 10% y un esquema de devaluaciones posteriores del 3% mensual hasta agosto, justificadas por un pedido de las autoridades que iban a reempla- zaral dictador Jorge R. Videla. El paso desnudaba la intencién del equipo entran- {c, pero era simultneamente insuficiente para compensar el retraso cambiario y los graves desequilibrios. Por lo tanto, el mercado reaccioné acentuando su fuga hacia el délar, disminuyendo drasticamente el nivel de depésitos y las reservas oficiales, mientras la tasa de interés Hegaba a niveles exorbitantes. Dado el régi- men de garantia de depésitos, el gobierno tuvo que asistir a los bancos que su- ‘iian la corrida de depésitos, lo cual estimulé la emisién de moneda por un mon- ‘ode 11,8 billones de pesos, cifta equivalente a la emisién por todos los demas Conceptos en 1980, Con esa actitud, se avivaba aun més la inflacién, cuyo com- bate habfa sido el objetivo central declarado del gobierno desde su asuncién. __ En ese complejo contexto se produjo el traspaso del mando presidencial de Videla al general Roberto Viola, quien nombré ministro de Economia a Lorenzo Sigaut en marzo de 1981. Dias después, luego de que el ministro afirmara que “!que apuesta al délar pierde”, se devalué la moneda en un 28%, eliminando la “ablita® cambiaria ¢ implantando un sistema de tipo de cambio fijo a ser esta~ Dlecido dia a dia por el BCRA. También se redujeron ligeramente los aranceles (os cuales volvieron a ser elevados en forma leve en mayo) y se establecieron eae temporarias para las exportaciones agropecuarias. Ya en junio, vol- _ a endure el peso en un 30%, estableciéndose una pauta futura de devalua- decane, 6% mensual, que en septiembre se trocé por la apertura de un mercado mente pos Linanciero libre y otro comercial con una paridad establecida diara- Por el BCRA. “S medidas se complementaron con una presién sobre el sector monetario cima dt eas tasas de interés, que en el primer semestre se elevaron por 4 etodas %, para descender de inmediato a algo menos del 200%, nivel au®, ‘Ormas, resultaba incompatible con cualquier intento de expandir la pro Por tas, rade ides crisis det, ‘capitalism contemporineo ” ~~ duccién, teniendo en cuenta que Ia inflacién de ese afio fue del 100%. Las vadas tasas de interés, la devaluacién del peso y la caida del salario real despl maron el producto bruto un -5,4% en 1981 y -3,2% en 1982, de modo que ent 1976 y 1983 el crecimiento resulté insignificante. Especial mencién merece el papel del Estado en la ayuda a las grandes presas privadas endeudadas en los afios previos, muchas de las cuales se vei agobiadas por los pasivos. En junio, se establecié un sistema de seguros de c: bio que cubria el repago de créditos obtenidos en el exterior por el sector pri do, siempre que se extendiera el plazo de su vencimiento por mas de un afio y me dio. El sistema consistia en el mantenimiento del tipo de cambio vigente en ¢ momento por parte del BCRA, con una prima de garantia, fijada para el prim semestre en el 40% del tipo de cambio fijado por dicho banco y, posteriorment establecida sobre la base de la evolucién de los precios mayoristas deducida lain: flacién internacional. Se asistia asi a un proceso de estatizacién de la deuda ex terna privada, sin contraprestacién alguna por parte de este tiltimo sector. En su esquema comercial, Argentina reeditaba temporalmente una relacién . triangular como la observada en las décadas de 1920 y 1930 con EE.UU. y Gran’ Bretafia y en las de 1950 y 1960 con EE,UU. y la CEE. Ahora, los vertices del tridngulo involucraban a la URSS y Estados Unidos, los rivales de la Guerra Fria. Es que la superpotencia de Occidente permanecia como el principal proveedor ¥ su comercio con Argentina continuaba mostrando un fuerte desbalance. En el nuevo tridngulo comercial, los saldos negativos con EE.UU., que entre 1979 ¥ 1983 fueron de 4.100 millones de délares, fueron mas que compensados con él saldo de las ventas a la URSS, que result6 cerca del doble a favor, 8.079 millo- nes de délares. Este ultimo pais absorbié en ese periodo entre un 20% y un 30% de las exportaciones argentinas (7), Ei 7 ses sbetescicis se encontraban en un periodo de contents Coma ee © cuyos momentos més dlgidos tuvo lugar ae para castigar a Moses por la ° Por él presidente estadounidense James a, Eneste e280, larelacign eee a Afganistan, al que Argentina no ne Chir antec ata = ‘ar condujo a notorias tensiones politicas. La 4 1a mostré asi el rostro pragmitico de la élite ag" exportadora, bien representa; i Le intereses vinculados a Sos immed En lo referente al conjunto del comer estimulos para exportar, las Testrics rante los primeros afios del ré; ficit comercial de 1975 y tran; comercio exterior, puede constatarse qU® 106 Stricciones al consumo y el ajuste imperante dU" gimen militar habian permitido superar el gr © sformarlo en superavit. Sin embargo, esto Se FeV" electual Ediciones Le Monde diplomatique ael Dipti» / Capital Intlec tid en el segundo semestre de 1979, reflejando el nuevo periodo de turbulencias en el que habia entrado la economia argentina. A pesar de las mayores exporta- ciones, el comercio exterior se convirtié entonces en una fuente de drenaje de di- visas, que s6lo pudo sostenerse mientras se mantenia la corriente de créditos ex- temos. La contracara del déficit comercial era el incremento de la deuda externa. Tras Ia derrota argentina en la guerra de Malvinas de 1982, el fracaso del plan econdmico y la toma de conciencia de la poblacién acerca de las graves vio- laciones a los derechos humanos tuvieron como consecuencia la presion de la so- ciedad civil para retornar al Estado de Derecho, lo que obligé a los militares a convocar a elecciones y entregar el poder en diciembre de 1983. En ese momen- to, la gran deuda externa piiblica, abultada por la estatizacién de la deuda priva- da, era un 365% mayor que la existente en 1976. Pero el dafio mayor infligido a Ja economia argentina por la dictadura fue dejar como legado una estructura pro- duetiva concentrada y primarizada; el predominio de las finanzas y los bancos Por sobre la producci6n, y una distribucién del ingreso mucho mis regresiva. La Participacién del sector asalariado nunca recuperé la retraccién suftida en esta clapa, mientras que la inflacién, cuyo freno habia sido un objetivo explicito de la Politica econémica, no bajé de los tres digitos en todo el periodo. El Cuadro 8 brinda un sintético balance de lo ocurrido en la economia en esos afios. Cuadro 8 Argentina. Algunos indicadores econémicos (1976-1983) "ie Deuda extema Saldo de la total Tipo de | balanza PIB | Inflacién | milesde | Déficit | cambio | comercial variacién | IPCvar, | millones | fiscal real _ | en millones % % | ded6lares | % del PIB | 1990=100 | de délares 0,2 444 9.7 11.7 | 182,3 882 6,6 176 11.8 5.1 | 106,1 1490 3,3 176 13.7 68 83,9 | 2565 71 140 19.0 63 60,8 1102 2,0 104 27.4 7.6 50,4 | -2527 54 105 35.7 15.6 77,2 | -287 “3,2 165 43.6 16.5 | 141,9 2289 4a 344 45.4 15.8 | 1603 | 3334 Fuentes; ‘entes: Ministerio de Economia, INDEC y Rapoport (2008), pp. 660, 663 y 669. 29 ‘Mtandes crisis del capitalismo contemporineo ia Cuadro 10 Uruguay. Algunos indicadores econémicos (afios 1973-1983) Deuda 5; PB tnfacién | Tasade | externa | ‘schoo vatiacién | minorista | desempleo | en miles de | ‘eninge afos| % — | variaciin% | % [millones USS| “Brus 1973| 03 97,0 89 0,7 7 a974| 3.1 77.2 at 10 ; 1975 5,6 81,4 8,5 1.0 i 1976} 35 50,7 12,7 11 a 1977 0,7 58,2 11,8 1,3 6 1978} 4.6 44,5 40,4 12 2 1979 5,5 66,8 8,3 1,7 3B a980} 51 63,5 7A 24 1 1981 p Ee 34,1 6,6 3,1 13 1982 -10,3 19,0 11,9 4,3 7 1983 5,3 49,2 15,5 4,5 -20 Fuente: En base a datos del FMI y de Joseph Ramos, Politica econdmica neoliberal en paises de! Cono Sur de América Latina, 1974-1983, FCE, 1989, pp. 37-38. acuerdo con el FMI, que disminuy6 el producto bruto un 10% en 1982 y 55 en 1983. Si bien el acuerdo se firmé a comienzos de 1983, la aplicacién dem didas previas al convenio se realiz6 en el trimestre anterior, como es habitual. Asi el desempleo aleanz6 al 15,5 de la poblacién activa, a partcipacion de asalariados en el ingreso descendié un 20% en 1983, A esta altura, I deuda terna representaba tres veces las exportaciones. 4. El reciclaje de los petrodélares y eurodélares. Evolucion ¥ - de la deuda externa en América Latina . el site” iqider El abrupto incremento en el precio del petroleo multiplicé Ia HV" ys cept ma monetario internacional y lanzé a los bancos comerciales T° eck depésitos de petrodélares y eurodélares a una desesperada basquedt Pe ore clarlos lucrativamente. Asf, el 20% del superdvit financiero q¥e OPN"? ist en 1974 se invirtié directamente en EE.UU,, otro 13% en Gran Bei cy un 40% en los “euromercados”, Pero Ia desaceleracién econdmic® "gap Perera in con un proceso inflacionario, en el nuevo fendmeno de la estanfl rel reap et pipto» (4 254 Ediciones Le Monde diplomatique «el Pt rejada la cafda de la demanda de crédito en las economias industrializadas y un menor interés de los inversores en estas plazas, En estas circunstancias, los orga- nismos financieros internacionales consideraron a los paises periféricos con de- sequilibrios estructurales en el sector externo como los destinatarios naturales para absorber la incrementada oferta de capital financiero transnacional, En su informe anual, el FMI afirmaba: “A mediados de 1974, la economia mundial contendia contra una inflacién virulenta y generalizada, una desacelera- cidn del crecimiento econémico [...] y un desequilibrio masivo en los pagos in- temacionales. Esta situacién constituye quizs el conjunto de problemas econd- micos mas complejo y grave que hayan enfrentado los gobiernos y la comunidad internacional desde que terminé la Segunda Guerra Mundial” (@). A fin de evitar mayores desequilibrios en las cuentas externas de las economias centrales y la apreciacién de sus monedas, asi como fomentar sus exportaciones de mercanci- as, el FMI promovié dirigir, como ya lo seitalamos, los acrecentados flujos de ca- Pital hacia las economias en desarrollo, a través de canales de financiamiento distintos a los de las euromonedas. Y puso el ejemplo: con cardcter temporal, en 1974 establecié un nuevo tipo de préstamos, llamados Servicio de Financiamien- {0 del Petréleo, cuyo financiamiento provenia de los paises exportadores de pe- tréleo y de otros que tenian una baianza de pagos firme. Mediante este mecanis- mo se reciclaron alrededor de 7 mil millones de délares. : En su discurso, sin embargo, el Fondo insistia en que su objetivo era tratar 4 corregir el desequilibrio internacional en cuenta corriente ~de una magnitud Yuna naturaleza sin precedentes”— al que habian Ilevado en forma simultinea el Stpetivit de los paises exportadores de petrdleo, estimado en unos 65 mil millo- Nes de délares, y los déficits de las naciones industriales y de las productoras de Faas primas no petroleras, para quienes pronosticaba incrementos en su dé- ficit total de un 75% y un 25%, respectivamente. De manera adicional, el FMI frutl# due el movimiento de esas corrientes financieras deberia realizarse en iting oreanizada, En Poco tiempo, el flujo de capitales se dirigis a eae deg momenicanos Pero sin ningun control ni regulacién por Pees a la ee Asi se inicié el rapido crecimiento del endeudamien » due en 1982 Hevé al estallido de la crisis de la deuda. rong, EC, ¢linéremento del oferta de nits hci os paises subdesa mento habia comenzado desde fines de Ia década de eae partir a Centales, Geeta de délares en circulacién y del ane eee lesa me ne Paso importante fue la creciente tendencia fl ee mee SuSctibjan cnt SUS créditos a los Estados nacionales con los q s an con el FMI, lo cual fue informado con beneplacito por Johannes Wit: Brandes epig ‘isis del capitalismo contempordneo a teveen, director gerente del Fondo, en octubre de 1976 en la reunién anual con junta del FMI y el Banco Mundial, celebrada en Filipinas. Con el tiempo, éste ‘seria el antecedente de una practica generalizada de la comunidad financiera in. ternacional: exigir a los paises interesados en renegociar 0 contratar Préstamos el haber establecido en forma previa un acuerdo con el Fondo; es decir, haberse comprometido a aplicar las politicas econémicas recomendadas por la institu. cién. Cabe mencionar que, en la misma oportunidad, el representante del orga- nismo internacional se refirié al hecho de que la acumulacién de deuda de cor- to y mediano plazo, resultado del financiamiento reciente, habia comenzado ya aafectar la solvencia crediticia de algunos prestatarios y a crear la posibilidad de dificultades econémicas y financieras (9). Sin embargo, sus palabras no eran una advertencia a deudores y prestamis- tas acerca de las funestas consecuencias que su irresponsabilidad podria provo- car, sino una justificacién de la mayor injerencia que el FMI pretendia en la vida econémica de los paises miembros, la que fue aceptada en la ciudad de Kings- ton, Jamaica, a principios de 1976, con motivo de la discusién de un nuevo régi- men cambiario. Limitada estatutariamente a la orientacion, “firme supervision” y vigilancia de las politicas cambiarias, la intervencién del Fondo terminé por: abarcar practicamente todas las areas econémicas, y aun las sociales y politicas, en los paises en desarrollo. Cuando a fines de la década de 1970 y principios de la siguiente, para com- batir la inflacién en Estados Unidos la Reserva Federal elevé sus tasas de inte- rés, volvié a atraer los capitales hacia el Norte y dejé en el Sur una crisis formi- dable de endeudamiento externo, La deuda externa de los cid de 130,1 mil millones di América Latina atraj Mundo. Hacia 198; délares, era casi la Cuatro paises de la terna, En menos di lutos, y también o Paises en desarrollo no exportadores de petréleo ct le délares en 1973 a 612,4 mil millones en 1984, Pe"? © la mayor parte de los recursos reciclados hacia el Tereet 3 la deuda exterior latinoamericana, de 350 mil millones 4 mitad de la del mundo en desarrollo. Veinte de los tein! ¥ Fegion se encontraron en problemas para atender su deuda &% le una década la deuda externa se multiplicé en términos obey ‘Omo proporcién de la produccién y de las exportaciones, fuer $ reales y de las divisas para transferir a los acreedores: ©80 global de endeudamiento cabe a la principal potencia er aa coe at Al tespecto, afirma Kindleberger: eed desde que tuvo penn’ 198 paises en vias de desarrollo, agravada do 105 ete to Bar el aumento en el precio del petrdleo sino [---] °U" rave ionales, henchidos de délares creados mediante algu7 © __Eneste proc dial mucha resp 256 ' capital Intl Ediciones Le Monde diplomatique el Diplo» / Capita! error en la politica monetaria (es decir, dinero barato iniciado en Estados Uni- dos para ayudar a Nixon en su campaita de reeleccién a lapresidencia ..J) practicamente introdujeron dinero por la fuerza en los paises menos desarrolla- dos” (10). Luego de inducir al endeudamiento de los paises subdesarrollados, EE.UU, cambi6 su politica econémica y Ilev6 las tasas de interés a niveles incompatibles con la carga de la deuda. Angus Maddison afirma: “La administracién Reagan us6una mezcla heterodoxa de politica fiscal expansiva y monetaria astringente, que mantuvo Ia tasa de interés estadounidense a niveles muy elevados y au- mento sustancialmente el valor del délar. En consecuencia, los paises prestata- ios del Tercer Mundo encontraron que sus deudas de ‘dinero barato’ se tornaron muy caras, y la carga de los intereses se incrementé fuertemente en términos reales” (14), Cuadro 14, Tasas de interés a corto plazo en Estados Unidos (afios 1977-1982) 1979 1980 1981 1982 11,6 10,6 Fuente: Maurice Byé, Maurice y Gérard Destanne de Bemis, Relations économiques ‘ntemationales, Dalloz, Paris, 1987, p. 1101. ra interpretacién monetarista del balance de pagos preconizada por los neo- S no reflejaba la situacién macroeconémica de los paises en vias de desa- Tolle, con deficits exénicos del balance comercial y escasez de capitales. Las puis, basadas en una teoria macroecondmica que enfatizaba lo monetario, w.istieton basicamente en el desmantelamiento del Estado de Bienestar, con el ae de reducir los déficits fiscales, y en la apertura al mercado ioe Visas Quen y de capitales. A través de estos canales ingresaron los flujos Sngrosaron las deudas soberanas del mundo en desarrollo. wine de la década de 1980 y principios de Ja de 1990, tas quince Cae os pagns &*Politcas ortodoxas de ajust, sobrevinicron hipera ronson es del ng A TBentina, Brasil, Peri, efecto exactamente opuesto a pres aiuste Sm Es decir que la evidencia empirica demuestra eae Soporte g,enmetatio del balance de pagos no es correcta. Pero provey * te6rico al negocio financiero internacional (Cuadro 12). Lay 2 Brandes eri 337 0s del capitatismo comtempordineo

También podría gustarte