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De animales a dioses.

Breve historia de la humanidad


(1ra Edición 2013. Autor: Yuval Noah Harari. Extractos y síntesis realizado por la docente)

ParteI. La revolución cognitiva


Aunque los Homo sapiens ya habían evolucionado y poblado África oriental hace 150.000 años,
no empezaron a invadir el resto del planeta hasta hace sólo unos 70.000 años. En los milenios
intermedios aunque los sapiens arcaicos tenían nuestro mismo aspecto y su cerebro era tan
grande como el nuestro no gozaron de ninguna ventaja notable sobre las demás especies, no
produjeron utensilios elaborados y no lograron ninguna otra hazaña especial.
Pero entonces a partir de aproximadamente 70.000 años, Homo sapiens empezó a hacer cosas
muy especiales. Alrededor de esta fecha bandas de Sapiens abandonaron África y en un período
notablemente reducido llegaron a Europa y a Asia oriental. Hace 45.000 años de alguna manera
cruzaron el mar abierto y desembarcaron en Australia.

El período comprendido entre el 70.000 y el 30.000 fue testigo de la invención de barcas,


lámparas de aceite, arcos, flechas y agujas (esenciales para coser vestidos cálidos). Los primeros
objetos que pueden ser calificados de ARTE proceden de esta época como ocurre con las
primeras pruebas de religión, comercio y estratificación social.
La mayoría de los investigadores creen que estos logros fueron el producto de una revolución en
las capacidades cognitivas de los Sapiens. Sostienen que las gentes que llevaron a los
Neandertales a la extinción, colonizaron Australia y cincelaron el “hombre león” de Stadel* eran
tan inteligentes, sensibles y creativos como nosotros.

*Hombre-león de Stadel, Ulm, Alemania.


(talla en marfil de mamut, 30.000 a.P.)

La aparición de nuevas maneras de pensar y comunicarse, hace entre 70.000 y 30.000 años,
constituye la revolución cognitiva ¿qué la causó? No estamos seguros. La teoría más aceptada
aduce que mutaciones genéticas accidentales cambiaron las conexiones internas del cerebro de
los Sapiens lo que les permitió pensar de maneras sin precedentes. También le permitió
comunicarse utilizando un tipo de lenguaje totalmente nuevo, asombrosamente flexible, que
permite combinar un número limitado de sonidos y señales para producir un número infinito de
frases. Por ello podemos absorber, almacenar y comunicar una cantidad asombrosa de
información acerca del mundo circundante.
Pero también leyendas, mitos, dioses y religiones aparecieron por primera vez luego de la
revolución cognitiva. Muchos animales podían decir previamente “¡Cuidado un león!”. Gracias a
la revolución cognitiva Homo sapiens adquirió la capacidad de decir: “El león es el espíritu
guardián de nuestra tribu”. Esta capacidad de hablar sobre ficciones es la característica más
singular del lenguaje de los Sapiens.
La ficción no sólo nos permitió imaginar cosas, sino hacerlo colectivamente. Podemos urdir
mitos comunes. Dichos mitos confirieron a los Sapiens la capacidad de cooperar flexiblemente
en gran número. Esta capacidad le permitió adaptarse a infinidad de situaciones, territorios y
climas hasta poblar el planeta entero.

¿Qué generalizaciones podemos hacer acerca de la vida de las sociedades de cazadores-


recolectores? Parece seguro decir que la mayoría de la gente vivía en cuadrillas o bandas de no
más de 50 o 60 personas aunque en ocasiones llegaban a ser varios cientos y todos estos
individuos eran humanos. Es importante señalar este punto porque la mayoría de los miembros
de las sociedades agrícolas e industriales son animales domésticos. (En la actualidad la
sociedad llamada Nueva Zelanda está formada por 4,5 millones de Sapiens y 50.000.000 de
ovejas).
Sólo había una excepción a esta regla: el perro. El perro fue el primer animal domesticado y esto
tuvo lugar antes de la revolución agrícola. Existen pruebas de perros domesticados desde hace al
menos unos 15.000 años.
Los miembros de una banda se conocían entre sí íntimamente y estaban rodeados durante su
vida de amigos y parientes. La soledad y la privacidad eran raras. Las bandas vecinas competían
por los recursos e incluso luchaban entre sí pero también tenían contactos amistosos.
Intercambiaban miembros, cazaban juntas, intercambiaban productos raros y de lujo, cimentaban
alianzas políticas y celebraban festividades religiosas. Esta cooperación era una de las
improntas más importantes de Homo sapiens y le confirió una ventaja crucial sobre otras
especies.
¿Qué podemos decir acerca de la vida espiritual y mental de los antiguos cazadores-
recolectores? Por definición el mundo del pensamiento, las creencias y los sentimientos es muy
difícil de descifrar. Sin embargo la mayoría de los expertos están de acuerdo en que las
creencias animistas eran comunes entre los antiguos cazadores-recolectores. El animismo (del
latín anima, “alma” o “espíritu”) es la creencia de que casi todos los lugares, todos los animales,
todas las plantas y todos los fenómenos naturales tienen conciencia y sentimientos, y pueden
comunicarse directamente con los humanos. Pero en el mundo animista, los objetos y los seres
vivos no son los únicos seres animados. Hay asimismo entidades inmateriales: los espíritus de los
muertos y seres amistosos y malévolos como los que en la actualidad llamamos demonios, hadas
y ángeles. Los animistas creen que no hay barreras entre los humanos y otros seres. Todos
pueden comunicarse mediante palabras, bailes y ceremonias. Y probablemente a través de las
imágenes que dieron origen al ARTE.
Un cazador puede dirigirse a un rebaño de ciervos y pedirle a uno de ellos que se sacrifique. Si la
caza tiene éxito el cazador puede pedirle al animal muerto que lo perdone. Cuando alguien cae
enfermo, el chamán puede contactar con el espíritu que produjo la enfermedad e intentar
pacificarlo o asustarlo para que se vaya. Si es necesario el chamán puede pedir ayuda a otros
espíritus. Lo que caracteriza a todos estos actos de comunicación es que las entidades a las que
se invoca son seres locales. No son dioses universales, sino más bien un ciervo concreto, un río
determinado, un espíritu particular.
De la misma manera que no hay barreras entre los humanos y otros seres tampoco hay una
jerarquía estricta. Las entidades no humanas no existen simplemente para satisfacer las
necesidades de hombres y mujeres. Tampoco son dioses todopoderosos que gobiernan el mundo
a su antojo. El mundo no gira alrededor de los humanos ni de ningún otro tipo de seres.
El animismo no es una religión específica. Es un nombre genérico que engloba miles de
religiones, cultos y creencias muy distintos. Lo que hace que todos ellos sean animistas es un
enfoque común con respecto al mundo y al lugar del hombre en él.
Más allá de esta certeza debemos admitir que solo tenemos ideas muy vagas acerca de las
religiones de los antiguos cazadores-recolectores. Suponemos que eran animistas, pero no
sabemos a qué espíritus rezaban, qué festividades celebraban o qué tabúes observaban. Lo más
importante, no sabemos qué relatos contaban. Esto constituye una de las mayores lagunas en
nuestra comprensión de la historia humana.
Pero aun así es vital formular preguntas para las que no tenemos respuesta, de otro modo,
podríamos sentidos tentados de descartar 60.000 o 70.000 años de historia humana con la
excusa de que “las gentes que vivieron entonces no hicieron nada de importancia”.

Estas imágenes dan cuenta de que sí hicieron cosas de importancia los Homo sapiens del
Paleolítico. Ahora les propongo realizar las siguiente actividades.
Actividades
1. Reflexionar sobre el estilo de vida de los cazadores-recolectores y elaborar un breve texto
comparando con nuestro estilo de vida actual. ¿Qué diferencias y similitudes encuentran?
2. ¿Qué efectos tuvo la revolución cognitiva en el homo sapiens y sus capacidades?
3. Observar en detalle las 2 últimas imágenes y detallar:
. temas representados,
. paleta utilizada (colores),
.¿qué soportes, técnicas y materiales crees que pueden haber utilizado los artistas
paleolíticos?

ARTE RUPESTRE PALEOLíTICO

Paleolítico significa “piedra antigua”, y se refiere a la tecnología utilizada por los homo
sapiens arcaicos, la talla en piedra de carácter rústico. Estas piedras fueron las primeras
herramientas humanas y permitieron a aquellos individuos obtener todo lo necesario para
vivir y adaptarse a diferentes paisajes y climas.
En el Paleolítico nos ubicamos en la etapa geo-climática conocida como Pleistoceno, es
decir, la era del hielo. En este extenso período previo al Holoceno (la etapa geo-climática
actual) el clima era más frío y húmedo, los glaciares más extensos, el nivel del mar más
bajo, y la flora y la fauna no eran las actuales. Existía en esta etapa la “megafauna”, es decir
animales de gran tamaño que luego se extinguieron como el mamut, el tigre diente de león,
el gliptodonte, etc.
Hombres y mujeres vivían en un tipo de organización social de carácter horizontal y
comunitario que se conoce como banda, es decir grupo de entre 50 y 100 personas,
subsistían de la caza, la pesca y la recolección, habitaban en cuevas pero también
construían en ocasiones sus viviendas con cueros y maderas.
El arte comienza a producirse en esta etapa y es clara evidencia de la capacidad simbólica
del sapiens. Encontramos por una parte el arte rupestre, es decir arte que se plasma en las
paredes o techos de las cuevas (tanto pictórico como grabado), y por otra parte el arte
mobiliar, es decir arte que las bandas podían llevar consigo en sus movimientos a través del
territorio. Son objetos de hueso, cerámica o piedra tallada. La tipología más característica
es la figura de las llamadas “Venus” o desnudos femeninos de pequeño formato.
¿Qué pasa con la función del arte en esta etapa? ¿Para qué lo hacían?
Desde que se comenzaron a descubrir obras prehistóricas, los investigadores fueron
proponiendo diferentes hipótesis explicativas del arte rupestre. Hoy en día se tiende a
sostener que el arte prehistórico es el resultado de una confluencia de causas y funciones,
y entre ellas las principales serían la marca territorial y la cohesión social. Es decir, estas
obras hechas comunitariamente buscaban dejar patente en la roca que un grupo había
estado allí, y por lo tanto que ese territorio le era propicio. También se entiende que la
selección e intervención artística de determinadas cuevas a través de siglos y milenios,
indica la importancia de estos lugares, y su señalamiento como espacios sagrados. Así, el
entorno ritual en el que se generaban las obras constituía un acontecimiento sagrado y por
lo tanto unía a hombres y mujeres, ancianos y niños bajo una misma creencia y con un
objetivo común. También es probable que estas obras permitieran transmitir
generacionalmente información, conocimientos y maneras de hacer fundamentales para la
reproducción cultural.
ACTIVIDADES
1) Elaborar un cuadro tomando como referencia el siguiente:
Período Etapa Arte
geoclimático/Flora y Cultural/Organización
fauna social Características

Pleistoceno Paleolítico Arte rupestre


.... .... Temas representados:
.... .... animales (bisontes,
caballos, ciervos, osos,
leones, etc.)
....
....
....
....

ESCULTURA

Los hombres y mujeres de la Era de Hielo no sólo pintaban murales en sus cuevas, también
desarrollaron la escultura. Las más reconocidas y famosas obras de la escultura paleolítica
son las llamadas “Venus”. Se trata de tallas en diferentes materiales como piedra, hueso o
marfil, también se han encontrado piezas de cerámica. Algunos autores hablan de un
arquetipo de la maternidad, de una Diosa Madre, la cual simbolizaría tanto la fertilidad
humana como la fuerza generadora de vida de la Tierra. A continuación voy a citar
textualmente algunos párrafos de autoras que sostienen esta teoría interpretativa:
“Hace mucho tiempo, 20.000 años o más, apareció la imagen de la Diosa sobre un amplio territorio,
extendiéndose desde los Pirineos al lago Baikal de Siberia. Estatuas de piedra, hueso y marfil, diminutas
figuras de cuerpos largos y pechos caídos, redondeadas imágenes maternales cuyas formas abultadas
anticipaban el nacimiento, efigies con signos arañados en ellas (líneas, triángulos, zigzags, círculos, redes,
hojas, espirales, agujeros), elegantes formas que surgían de la roca, pintadas de ocre rojo, todo ello ha
sobrevivido a través de las ignotas generaciones de seres humanos que compusieron la historia de la
humanidad. […]
Se han descubierto más de 130 de estas esculturas, apoyadas sobre rocas y sobre tierra, entre los huesos
y herramientas de estos pueblos del Paleolítico. Otras aparecieron cuando se realizó una observación más
minuciosa, cinceladas sobre los salientes y terrazas de piedra sobre las cuevas donde muchas de estas
personas vivían.
Las estatuas siempre representan figuras desnudas; son generalmente pequeñas y con frecuencia
gestantes. Algunas se asemejan a mujeres ordinarias, pero la mayoría tienen la apariencia de madres,
como si cuanto fuera femenino en ellas se hubiese concentrado en el misterio abrumador del nacimiento.
Muchas figuras han sido salpicadas de ocre rojo, el color de la sangre que proporciona la vida, y con
frecuencia su base se va estrechando hasta formar una punta carente de pies, como si en alguna ocasión
hubieran permanecido clavadas en el suelo con intención ritual. Las tribus que vivieron dentro de las
cuevas, pintando las oscuras paredes interiores con los rojos chillones, ocres y marrones de los animales
salvajes, colocarían las estatuas en el exterior de sus moradas, en la entrada de sus habitáculos o de su
santuario.” Anne Baring y Jules Cashford “El mito de la Diosa”
“El aspecto potencial por el que la Diosa proporciona la vida y propicia los nacimientos, es uno de los más
antiguos que se pueden detectar y, también, uno de los que mejor se ha conservado en la cultura popular
europea […] Las funciones de la Diosa embarazada están relacionadas con la fertilidad, la renovación y la
multiplicación. El proceso estacional de despertar, crecer, engordar y morir implica tanto a los humanos,
como a los animales y las plantas […] Y de nuevo se pueden observar los poderes de la tierra, haciendo
nacer y crecer cuanto está presente entre los seres vivos. El embarazo o la gordura de una mujer o un
animal se consideraban tan sagrados como el estado vivificador de la tierra antes de su florecimiento en
primavera.” Marija Gimbutas “El lenguaje de la Diosa”
“Todo lo que nace de la tierra emana fuerza vital: las flores, los árboles, las piedras, las montañas, los
humanos y los animales nacen de la tierra de la misma forma y todos se nutren de esta fuerza […] Bajo
apariencia antropomorfa, la Madre Tierra es una metáfora de la madre humana: Madre, yo provengo de ti,
tú me sostienes, tú me alimentas y tú me llevarás tras la muerte; esta es una oración que aún se oye en
algunos pueblos europeos.” Marija Gimbutas “El lenguaje de la Diosa”

Estos poéticos párrafos son sólo interpretaciones, y aunque por ahora son incomprobables
me parecen muy bellas y verosímiles, y por eso las comparto.
ACTIVIDADES
1. Completar el cuadro de arte prehistórico con la información sobre las Venus paleolíticas.
2. Elegir una Venus de las presentes en el power point y realizar un boceto en lápiz de la
misma.

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