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Zygmunt Bauman, es un sociólogo y filósofo, polaco que demuestra estudios acercándose a la

corriente de la escuela de Frankfort era comunista y orígenes judíos, él presenta su obra amor
líquido, en el cual analiza la fragilidad de los vínculos humanos, nos hable sobre el miedo que
existe hoy en día en establecer vínculos unos con otros, tomando las cosas como momentáneas, y
fugaz, donde la fragilidad de lo existente y el compromiso aterra.

El concepto básico para Bauman va ser la conexión, frente a relaciones duraderas que obligaría a
un exceso de compromiso que nos pondría en peligro, que gastaríamos esfuerzo en esas
conexiones que no siempre son efectivas.

El miedo al compromiso nos limite a la intensidad que podemos ponerle al compromiso al adquirir
ciertos vínculos.

Bauman habla sobre las relaciones y lo considera una pesadilla, los individuos como tal crean
conexiones a medias, dejando margen a poder salirse de ese compromiso, hacen una cierta
evasión, las redes hoy en día las redes sociales son clara muestra de cómo aportan cierta cercanía
con otras personas, nos permiten crear conexión, pero, así como facilitan esa parte también
facilitan la evasión al momento de querer ausentarnos o desconectarnos por algún motivo,
dejando visible la fragilidad de las conexiones hoy en día del hombre líquido.

En el acto de amar no estamos dispuestos a exponernos o arriesgarnos, no nos permitimos estar


en un modo vulnerable, es como se nota la fragilidad de las conexiones. Es como no permitirnos
correr un riesgo que nos causa cierta frustración. Buscamos una seguridad, de la fragilidad.

El hombre liquido busca y necesita una seguridad que no le conlleve el riesgo de la frustración.

La realidad es que estamos con una gran inseguridad, sin riesgos, sin apostar a cosas que nos
interesan. Existe mercado tan grande del amor como por ejemplo los días de san Valentín mucha
mercadotecnia representando una gran falsedad de lo que hoy en día los individuos toman como
el amor, pues cada día las conexiones son más frágiles al mismo tiempo que el mercado
gradualmente va creciendo representado en cosas totalmente materiales, así como muchas veces
se tarda más en tomar una decisión de casarse con su pareja alguien, que en tomar la decisión de
divorciarse con cualquier minino suceso.

Se ha creado una idea de que la demora tiene que ver con la inferioridad de alguna persona, es
decir cuando alguien con recursos económicos quiere algo, mientras más rápido tenga
oportunidad de adquirirlo se considera como que tiene cierto poder o estatus sobre otros,
mientras las personas que van a hacer algún tramite, ya sea en oficinas de gobierno, hospitales y
este tipo de dependencias, los encargados de atenderlos les piden que esperen como dándole
poco valor a sus tiempos, mismo que da impresión de sumisión ante otras personas. De igual
manera al aceptar esperar con paciencia, también quidandole valor a su tiempo se va perdiendo
de oportunidades, y alegrías.
El conocimiento

El conocimiento reflejaba un compromiso, tenía cierto valor que valdría la pena atesorar de una
manera más duradera, el autor nos recalca los retos de la educación donde sobre sale el hecho de
la educación como un compromiso permanente e importante, que con el paso del tiempo la
modernidad liquida les han quitado el valor que originalmente tenían. Jhon Kotler, profesor de
Harvard Bussines aconseja que como trabajadores no debemos desarrollar un compromiso
prolongado o tan absorbente con alguna empresa en la que trabajemos. Con todo esto caemos en
cuenta que las crisis actuales no se comparan con las del pasado.

En el mundo de la modernidad liquida el compromiso se percibe como una gran amenaza a la que
casi nadie quiere formar parte hoy en día, la solidez se interpreta como una amenaza, el autor nos
explica que al adquirir cierto compromiso, cierta lealtad de alguna manera esto nos llevaría a
restringirnos de la libertad, incluso causa cierta incertidumbre o miedos, haciéndonos de pensar
que al adquirir cierto compromiso eso mismo o nos provocaría de aprovechar algunas
oportunidades que a futuro puedan presentarse. El compromiso de una responsabilidad se llega a
notar actualmente como algo incómodo o repulsivo, también como un motivo de preocupación.

Los escritores y editores que aportan actualmente a revistas “modernas”, nos traen en las revistas
populares, vistosas, famosas las tendencias que se supone debemos de seguir, proporcionando a
los lectores “consejos” sobre que ropas usar, cuáles no, inclusive nos marcan normas de conducta
o actos a realizar o no según las tendencias, hoy más que nada en las redes sociales somos testigos
del constante surgimiento de tendencias, que si bien base a algunas ideas vienen implantando a
las jóvenes generaciones modismos a realizar y que por cierto se siguen rigurosamente muchas
veces. Asi como surge de parte de la mercadotecnia también o comerciales de productos que van
saliendo al mercado, manejando las tendencias donde recomiendan o guían a los individuos vivir
conforme a sus ideales, ya sea siguiendo las tendencias sugeridas o utilizando los productos en el
mercado, como haciendo ver otros productos obsoletos para que los individuos se “actualicen”
conforme a las tendencias.

A consecuencia de seguir tendencias del mercado muchas veces nos vemos en la situación de tirar
a la basura cosas totalmente útiles, por el mero gusto de vivir en tendencia y obtener ciertos
productos mejorados supuestamente.

De esta manera el autor explica la relación que hay en el miedo al compromiso duradero, con la
utilización de los productos que al surgir nuevas tendencias solemos desechar para reemplazar de
manera innecesaria muchas veces, haciendo breve el disfrute de estas cosas.

Junto con esa oleada de situaciones se encuentra el conocimiento el cual, del mismo modo van
innovando conforme a las tecnologías como por ejemplos los software que van avanzando a pasos
agigantados, cuando se lograr adquirir cierto conocimiento en algún programa, no tarde mucho
tiempo y ya surge otro dejando obsoleto el anterior y esto sin límite sigue avanzando y
“mejorando”. El conocimiento de esta manera se infecta de la mercantilización, al querer seguir
las innovaciones, se va desechando un conocimiento para tratar de adquirir las tendencias. El
autor considera el conocimiento como una mercancía, poniendo como ejemplo las patentes, que
hacen los registros en sus aportaciones al conocimiento, a su vez al tener los derechos de autor,
empiezan a lucrar con los conocimientos, sabemos que hoy en día debemos citar nuestras tareas
en formatos o lineamientos establecidos por la sociedad, respetando la autoría de los escritores,
que al no respetar estaríamos incurriendo a delitos graves.

Las nuevas tendencias nos marcan una competencia de traer algo mejor que lo anterior dejado de
lado el interés por ofrecer mejor calidad en los productos, el propósito de las nuevas tendencias es
precisamente que se pierda de manera veloz el valor que tienen las cosas en el mercado,
constantemente para que puedan reemplazarlas inmediatamente con cosas “nuevas o mejores”
prometiendo traer nuevos atributos.

El autor pretende que se visualice la idea de que la educación aun manejada e influida por las
tendencias, podamos ser lo suficientemente críticos, maduros y responsables de atesorar los
conocimientos y aprendizajes, si bien en tiempos pasados los padres inculcaban a los hijos,
educaban, y enseñaban con consejos que les serviría atesorar tanto conocimientos, consejos,
compromisos, para que logren ser exitosos de alguna manera, hoy en día las generaciones
contemporáneas lo ven como algo erróneo, por lo aterrados que se encuentran a crear vínculos
verdaderos o compromisos duraderos.

El autor nos da a conocer que conforme van pasando los tiempos, centrándonos en la
modernidad, hay mucha decadencia o falta de una buena actitud, así como de poco compromiso
por parte de los individuos para la realización de algunas actividades que, si bien alguna vez fueron
totalmente comunes de realizar, hoy en día con la modernidad, se evita realizar proclamándolo
como innecesario o bien optando por pagar por ciertas actividades, se le ven los contras del
porque hacerlo.

la modernidad liquida nos hace ver la vida de una manera no consolidada en comparación de unos
150 o 200 años donde se demostraba cierta solidez, demuestra la falta de compromiso por parte
de los individuos, existen un sin número de caminos a lo que hoy en día no tenemos ni idea de por
cual camino o dirección nos encontramos.

La modernidad liquida nos expone a los cambios acelerados, gran parte de ello aplica en las
tecnologías que hoy en día han sido desarrolladas, lo cual nos pone a prueba para sobrevivir a las
situaciones que nos conlleva la modernidad.

El compromiso a largo plazo no es una opción para la mayoría de los jóvenes, más bien buscan
experimentar en distintos lugares. Hablando tanto de compromisos interpersonales como
laborales.

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