AFLICCION

“Estas cosas os he hablado para que en mi tangáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad. Yo
he vencido al mundo.”(Juan 16:33)

La palabra aflicción (Griego thlpsis) refleja la idea de ejercer una gran presión sobre algo que esta
suelto. También habla de adversidad, Calamidad, Sufrimiento, padecimiento, tribulación, angustia, y
quebrantamiento.

Cuando leo esa palabra inmediatamente lo comparo con el día a día de los venezolanos, la gran presión
que se está ejerciendo sobre nosotros llega ya a términos de insoportable. Parece algo inaguantable e
increíble que soportemos tanta presión sobre nosotros. Pero, ¿Es cosa de otro mundo que estemos
viviendo esta gran aflicción?

Jesucristo mismo dice que no es cosa rara que en este mundo, o sistema, pasemos por problemas
como este o peores, “En el mundo tendrán aflicción…”, serán presionados, tendrán angustia, serán
quebrantados, pasaran tribulaciones, vivirán calamidades, y sufriremos adversidades.

Con la inspiración del Espíritu Santo el apóstol Pedro lo vio así: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque
por ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas.” (1
Pedro 1:6). El salmista dice: “Muchas son las aflicciones del justo…” (Salmo 34:19)

Lo que estamos pasando no es cosa extraña, ni de otro mundo, es lo normal del sistema humano, lleno
de errores, injusticia, corrupto, y pecado, imperfecto porque es un sistema sin Dios.

Por eso el hijo de Dios hecho hombre nos previno de todo esto y nos dejó un consuelo: “NO TEMAN,
QUE YO VENCI AL MUNDO.”

Cristo tiene toda la autoridad sobre todo lo creado, todo está sometido a sus pies, por eso nos consuela
diciendo que tengamos fe en el que el ya venció todas esas aflicciones, angustias, tribulaciones,
quebrantamientos y miseria.

El salmista dice que “muchas son las aflicciones del justo PERO DE TODAS ELLAS NOS LIBRARA JEHOVA”

Nuestra fe hoy está siendo puesta a prueba como nunca y debemos salir victoriosos porque Cristo ya

venció primero. “Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual

aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza gloria y honra cuando sea

manifestado Jesucristo.”
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son nada comparables con la gloria

venidera que en nosotros ha de manifestarse.” (Romanos 8:18) El apóstol Pablo estaba claro que el

futuro en Dios será más glorioso que las aflicciones que vivimos en el presente.

El llamado entonces es a la fe en Dios y la confianza en su hijo Jesús, quien vino a darnos vida y vida en

abundancia.

Carlos Salcedo