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El acoso escolar, también conocido como bullying, puede manifestarse de

diversas formas. Estas son algunas señales comunes para identificarlo:


1. Cambios en el comportamiento: Si notas cambios significativos en el
comportamiento de un niño o adolescente, como retraimiento,
irritabilidad o tristeza, podría ser un indicio de acoso.
2. Pérdida de interés en la escuela: Si alguien solía disfrutar de la
escuela pero de repente muestra desinterés o miedo por ir, podría
estar siendo acosado.
3. Problemas físicos o emocionales sin explicación: Lesiones
inexplicables, dolores de cabeza o problemas gastrointestinales
pueden ser síntomas de estrés relacionado con el acoso.
4. Pérdida de pertenencias: Si regularmente se pierden o dañan objetos
personales, podría ser resultado de acoso.
5. Cambios en las amistades: Una disminución en la cantidad o calidad
de amistades podría indicar problemas de acoso.
6. Comportamiento agresivo o intimidante: Si el niño o adolescente
muestra comportamientos agresivos o intimidantes hacia otros,
podría estar replicando patrones de acoso que ha experimentado.
7. Cambios en el rendimiento escolar: Un deterioro en el rendimiento
académico podría deberse al estrés causado por el acoso.
8. Redes sociales y ciberacoso: Observa si la persona está
experimentando hostigamiento en línea o si muestra reacciones
negativas después de usar las redes sociales.
9. Quejas vagas o evasivas: Si un niño o adolescente menciona
problemas pero es evasivo o vago al hablar sobre ellos, podría estar
experimentando acoso.
10. Aislamiento social: Las víctimas de acoso escolar a menudo se
sienten excluidas y pueden evitar situaciones sociales o actividades
escolares para evitar a sus acosadores.
11. Cambios en los patrones de sueño o alimentación: El acoso puede
causar insomnio, pesadillas o cambios en los hábitos alimenticios
debido al estrés que experimenta la víctima.
12. Cambios en la autoestima: El acoso puede hacer que la autoestima
de la víctima disminuya significativamente. Pueden comenzar a
sentirse sin valor o indignos.
13. Uso excesivo de dispositivos electrónicos: Algunas víctimas de acoso
pueden refugiarse en dispositivos electrónicos para escapar de la
realidad o para buscar apoyo en línea.
14. Comportamiento autodestructivo: En casos graves, las víctimas de
acoso pueden recurrir a comportamientos autodestructivos como el
consumo de sustancias o la autolesión como una forma de lidiar con
su sufrimiento.
15. Cambios en la comunicación: Si un niño o adolescente
repentinamente se vuelve reacio a hablar sobre su día en la escuela
o sus interacciones sociales, podría ser un indicio de que algo está
mal.
16. Mensajes o notas amenazantes: Si encuentras mensajes, notas o
amenazas dirigidas al niño o adolescente, es una señal clara de
acoso.
17. Testigos o informantes: A veces, otros niños o adolescentes pueden
ser testigos del acoso o informar sobre él. Presta atención si alguien
te cuenta sobre la situación.
Si sospechas que alguien está siendo acosado, es importante comunicarte con
ellos, mostrar empatía y buscar la ayuda de profesionales, como maestros,
consejeros escolares o padres, para abordar la situación de manera adecuada.

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