El cochino puede pasar su vida sobre la piedra, pero prefiere vivir debajo de ella. Hay un mal que toca en el cielo y en la tierra. La escama del caimán bien pesada, no mata a ese caimán. Un nudo hecho es una soga, no le quita su solidez. El ojo no puede ver a través de un paño negro cuando la noche es negra. Nosotros estamos compuestos de vida y muerte. Si el sol cae en el país de Ayanabá, país de IFÁ, todos los niños gritan: "Es la muerte, es la muerte"; pero IFÁ les responde: "No se asusten, sólo es la noche que llega, el sol no muere". El cojo no puede correr y el que tiene un solo medio no puede sonarlo. Si la hiena entiende sus gritos, ella se sabe espantada. El chivo entero y la hiena son amigos. Un río no puede salirse de su cauce para hacerle la guerra a otro río. Un tigre no puede agarrar a un perro encerrado en una jaula de hierro. Por fuerte que el viento bata las hojas de la palma, no hace lo mismo con la piedra que nació a sus pies. El que pervierte a otro trae la maldad a su casa o la ha aprendido en su logar. Uno puede arrepentirse de sus acciones anteriores, pero tiene que soportar las consecuencias. Los ojos que dicen que Orúnmila no ve, no estáran tranquilos en su órbitas. El fuego se apaga, pero el rojo de la pluma del loro no se apaga nunca. Si Obatalá no da la orden, la guerra no puede vencer al mundo. La estera ordinaria no se pone nunca sobre la estera nueva. El mal que usted haga sobre usted caerá. El chivo que arranca un madero no podrá arrancar un poste de hierro. El hombre paciente se hace rey. La mujer que come de dos manos pierde su posición. El bien que da el mal, el guaicán lo retiene en la superficie. El agua no se puede atar con una soga. La tarraya de pescar no atrapa a un hipopótamo. El agua donde se lavan las manos, después que cae a la tierra no se puede recoger. El cuchillo que llegó, corta aún la espiga del millo. La mujer del cazador no grita por gusto cuando la flecha de su marido da en el blanco. Los ciegos llegaron y los cojos se fueron. En cualquier país seré rey. El goloso que se robe la comida de otro, será penado. Usted siempre está llorando... Gracias al bote llegó la riqueza. El güiro cae al agua y no va al fondo. Todos los árboles se secan y el bambú no. El ancla cae al agua y la nave se detiene. La paja seca le dijo al verde: "Cuando yo finalice mi vida, tú comienzas la tuya. No se puede a la vez, lavar las manos y coger la tierra. La tierra no se asienta sobre la cabeza de un niño. El sol no puede atrapar la luna. El que usa tintes se tiñe la ropa. Dios es muy grande. El sol no puede nada contra las sombrillas. Sólo la viruela puede insultar a la Ikú sin correr riesgo de muerte. Mono ve, mono hace. La palma porque tiene algunos penachos se cree reina. La aurora del día es visible para todos. El jabón es cabeza mojada, se desbarata y en cabeza seca, se queda. Dos ríos se secan, la mar no se seca jamás. El viento dijo: "Yo no puedo matar el rey, pero lo vuelo el sombrero".
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