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Química Ambiental II

Liquen como bioindicador de pureza atmosférica

Valentina Monsalve Vera

Docente Claudia Sofia Quintero Duque

Universidad pontificia Bolivariana

Se reconoce la preocupación a nivel mundial a causa de la contaminación, en este caso


hablaremos específicamente de la contaminación atmosférica; gracias a estudios y a distintas
fuentes, se reafirma que esta contaminación es fuente de gran cantidad de enfermedad y de
muertes prematuras. El trafico vehicular, los sistemas de calefacción y la quema de combustibles
en general, son los potenciadores tóxicos contaminantes mas relevantes, resaltando el material
particulado como producto. Se han adoptado medida con el fin de reducir ¡a contaminación del
aire y mejorar así su calidad, esto a niveles locales y nacionales, (como la prohibición de la gasolina
con plomo), la promoción de vehículos eléctricos o de consumos más bajos, creación de vías
peatonales y ciclo rutas. Por esto, el monitoreo de la calidad del aire puede servir como control de
rutina con la capacidad de evaluar el éxito de las distintas políticas ambientales. Sin embargo, las
mediciones químicas y físicas de contaminantes proporcionadas por dispositivos de monitore, no
son suficientes para evaluar el efecto general de los contaminaste en dicho ecosistema. Es por
esto por lo que se han implementado los biomonitoreo, o conocido como monitoreo biológico, el
cual complementa el enfoque proporcionando información biológica indicando los efectos y
alteraciones con los contaminantes.

Un organismo se considera bioindicador cuando tiene la capacidad de demostrar alguna reacción


en la que se pueda identificar el contraste a diferentes grados de alteración del medio. Una
problemática es la incapacidad de algunas especies para adaptarse al medio, tanto ecológica como
genéticamente, a causa de la contaminación ambiental, aun así, esta incapacidad y/o ausencia
representa así mismo el problema. El comportamiento de estos organismos utilizados como
bioindicadores, varia su comportamiento ante diferentes aspectos como hábito, fisiología,
demografía y relaciones con otros organismos (García y Rubiano 1984).

Se conocen varios organismos que poseen la capacidad de ser usados como bioindicadores; se
integran especies de plantas vasculares, briofitas, algas, líquenes, hongos, animales invertebrados
y animales vertebrados. En la situación de la contaminación atmosférica, se consideran buenos
bioindicadores aquellos organismos que presentan sensibilidad a los contaminantes aéreos, una
amplia distribución en el territorio en estudio y una gran longevidad (Ariño-Vila et al. 1997).

Los líquenes son una clase de epifitas, y son considerados los mejores bioindicadores de aire,
gracias a la sensibilidad que presenta frente a gases fitotóxicos (mezcla de diferentes gases y
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partículas que impiden el normal crecimiento de diferentes organismos) como el SO2 y con este su
capacidad para bioacumularse PTE, reflejando la deposición atmosférica. El manejo del liquen es
tan completo que también es utilizado en la evaluación medica forense ambiental, en la justicia
ambiental y en otros ámbitos.

Adicionalmente, los líquenes tienen la capacidad de adaptarse a condiciones ambientales


extremas, a pesar de ser extremadamente sensible a cambios en sus condiciones vitales, y es por
esto por lo que muchas especies de liquen se encuentran amenazadas por la extinción en muchas
regiones. El liquen posiblemente tiene la mejor detección del contaminante dióxido de azufre, ya
que se ha detectado que acumulan iones metálicos en altas concentraciones sin llegar a sufrir
daños, sin embargo, con el compuesto dióxido de azufre, al ser un compuesto toxico, este
destruye rápidamente los talos; Adicionalmente, gracias a la presencia del cuerpo vegetativo en
contacto con el medio aéreo y al no presentar órganos subterráneos, conforma un instrumento
perfecto para la medición de la contaminación atmosférica. La mayoría de los casos de
desaparición de líquenes se debe a contaminantes gaseosos como el dióxido de azufre, fluoruros,
ozono, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono y otros contaminantes gaseosos que emanan
los automóviles por combustión (Hawksworth et al. 2005).

El indicio de efectos contaminantes en el aire es detectado rápidamente por esta epifita, ya que
ocurren cambios en sus parámetros fisiológicos, tales como alteraciones de la permeabilidad de la
membrana celular, alteraciones en el aparato fotosintético, daño al ADN, y la peroxidación de los
lípidos de la membrana, y también cambios en el nivel de moléculas específicas. Estas señales
mencionadas anteriormente son llamadas “señales de alerta temprana” y son utilizadas para la
evaluación de la condición en la calidad del aire a corto plazo.
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Características de los buenos bioindicadores.

Parte experimental

Desde los proyectos analizados, se identificó una metodología similar, en la cual se selecciona un
área de estudio, el lugar seleccionado en todos los casos son lugares con una alta congestión
vehicular y contaminación. Específicamente, evaluaremos el caso en avenidas y parques con una
antigüedad mínima de 10 años, teniendo en cuenta que estos organismos tienen un crecimiento
lento, promedio de 1 a 2,5 mm anualmente. Estos organismos fueron situados estratégicamente
en la corteza de los árboles y techos de cerámica y teja.
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Resultados

Se demostró la fuente de contaminación, y el rotundo daño irremediable en los líquenes, en las


zonas de tránsito vehicular; Por el contrario, también se observa la conservación de estos
individuos en los casos ubicados en los parques, casas y zonas alejadas de la congestión vehicular.

Conclusiones

La pérdida de los líquenes presentes en la corteza de los arboles y techos de las casas, son señal
del aumento de la concentración del dióxido de azufre en el aire, lo cual se encuentra relacionado
a las zonas expuestas a mayor tránsito vehicular, cercanía a fábricas y/u otros contaminantes.

Por ello, podemos determinar que la presencia de los líquenes depende de las concentraciones de
los contaminante y sobre todo del SO2. Al realizar las observaciones macroscópicas y
microscópicas de los vestigios de líquenes recolectados (Ubicados en sitios de alta contaminación),
estos mostraron disminución de los pigmentos fotosintéticos y necrosis del ficobionte (alga). Por
tanto, se confirma la presencia del dióxido de azufre como contaminante toxico mayoritario y la
baja calidad del aire presente en estos lugares.

Se logro rescatar una pequeña parte de liquen, determinándose del género Canderariella en
algunos techos de casas no muy alejadas a las fuentes de basta contaminación, sin embargo, se
determinó que este genero tiene una mayor resistencia al dióxido de azufre. Por tanto, se
concluye y resalta al liquen como un instrumento indicado para la utilización de detección de
contaminantes atmosféricos; Y conforme aumenta la contaminación se reduce la cantidad de
géneros y de líquenes en general, por esto se hace un llamado a los instrumentos de regulación
ambiental nacional con el fin de ejecutar planes de mejoramiento y hacer un comunicado a las
personas con relación a la contaminación atmosférica y al aire que respiramos, buscando así una
mejora en la calidad de este.
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Bibliografía

Doral Iza Tovar T. Y Rafael Aguinaga D. (1994). LOS LIQUENES COMO BIOINDICADORES

DE CONTAMINACION ATMOSFERICA, EN LIMA METROPOLITANA. Revista de

Química. V o!. VIII. W 2. Diciembre de 1994.

Mares, I. (2017). LÍQUENES COMO BIOINDICADORES DE LA CALIDAD DEL AIRE.

Trabajo de grado facultad de farmacia universidad Complutense.

Rubén Lijteroff, Luis Lima Y Betzabé Prieri. (2008). uso de líquenes como bioindicadores de

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T. Contardo, S Gazzottiz, M Ortenziz, A Vanini & S Loppi. (2021). Efectos biológicos de la

contaminación del aire en bioindicadores sensibles: un estudio de caso de Milán, Italia.

MDPI.

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