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Según el Dictionary of the Fungi (Ainsworth & Bisby, 1971), un liquen es una asociación simbiótica
autosuficiente de un hongo (micobionte) y un alga (fotobionte). Como no tienen raíces, hojas o
flores, toman el agua y sus nutrientes fundamentalmente a partir de la atmósfera. Se encuentran en
casi todas partes, tapizando las superficies de las rocas,. la corteza de troncos y ramas, los claros
del suelo, el vidrio, el cemento, las tejas, los monumentos,...,etc. Prácticamente cubriendo el 8% de
la superficie terrestre y se piensa que hay mundialmente unas 20.000 especies.
Los líquenes son hongos que han adoptado un modo de vida en simbiosis con algas microscópicas
o cianobacterias. Esta estrategia, de gran éxito desde el punto de vista evolutivo, ha producido una
gran diversificación en número de especies de hongos. Los líquenes epífitos son aquellos que
colonizan los troncos y ramas de los árboles y arbustos. Su valor como bioindicadores de la calidad
del aire y su sensibilidad frente a cambios en su entorno los hace especialmente valiosos en
programas de seguimiento como el Sistema Pan-Europeo para el Seguimiento Intensivo y Continuo
de los Ecosistemas Forestales (Red CE de Nivel II) en España.
Los líquenes son sensibles al dióxido de azufre, de los efectos que estos contaminantes producen
sobre los líquenes, el mejor estudiado es el SO2, que se transforma en ácido sulfúrico y acidifica el
agua atmosférica; agua, que utiliza el líquen en su nutrición. La contaminación ácida, disminuye el
número de especies delíquenes por destrucción progresiva de la simbiosis liquénica. En zonas
contaminadas como los centros urbanos o industriales, se producen vertidos de gases y partículas
sólidas a la atmósfera. se pueden observar frecuentemente árboles con cortezas verdes, en los
que ha desaparecido la simbiosis producida por el alga-hongo para dar origen al líquen,
permaneciendo sólo el alga que soporta mejor la contaminación
Xanthoria parietina especie nitrófila ligada a la presencia del hombre y de los animales domésticos,
líquenes crustáceos amarillos (su aspecto es de costra adherida a la corteza),
Physcia tenella, Ramalina farinacea, soportan índices de contaminación media, líquenes foliáceos (
su aspecto es de láminas u hojas extendidas paralelamente al sustrato al cual se adhieren), el
líquen de color verde claro, (alga Pleurococus)
Pannaria rubiginosa que sólo puede vivir en medios de aire muy puro, líquen grisáceo muy
llamativo por el gran número de apotecios rojizos que presenta en su superficie.
1. Gases contaminantes: El impacto mayor está constituido por el aumento de gases emitidos por
los vehículos al circular por la M-50.
Los primeros en desaparecer van a ser las comunidades de líquenes, en especial Pannaria
rubiginosa y el resto de las especies serán sustituidas por otras resistentes a la contaminación.
La influencia de los gases contaminantes en las encinas, así como en el resto de las plantas tanto
arbóreas, arbustivas como herbáceas, será a través de la acidificación del agua atmosférica, el
rocio fundamentalmente, pasando los ácidos tanto sulfúrico como carbónico al interior, por medio
de la evapotranspiración y a través de la absorción radicular. El perjuicio en la encina será retrasar
aún más su lento crecimiento.
2. Movimientos de tierras: Otro gran impacto sobre la vegetación, será la gran cantidad de polvo
en la atmósfera (partículas sólidas en suspensión) producido por los movimientos de tierras.
Este polvo se depositará tanto en tallo o corteza y en las hojas, taponando tanto los estomas como
las lenticelas, obstaculizando la evapotranspiración, reduciéndose la fotosíntesis, disminuyendo el
crecimiento vegetal y se formará una especie de barro con el agua de rocío, que destruirá estomas
por taponamiento en la vegetación herbácea, y acabará por desaparecer. Con polvo en suspensión
se aumentarán considerablemente las condiciones de aridez en el encinar.
Otra vez se verá de nuevo afectada la comunidad liquénica, esta vez el posible barro que se forme
en la corteza de los árboles, impedirá la absorción del agua atmosférica y desaparecerán
loslíquenes antes de que aumente el contenido en gases contaminantes.
Tienen un talo perenne, que carece de cutícula, y por tanto su superficie esta constantemente
abierta al paso de líquidos y gases durante toda su vida, que es larga. Existe una relación
fisiológica íntima entre los talos y el ambiente y los líquenes, siendo nutricional y directamente
independientes tanto del sustrato como de sus elementos. Son muy estenoicos, es decir, de
requerimientos ecológicos mínimos y precisos, y muy sensibles a los cambios que pueden
producirse en el ambiente, ya que no disponen ni de aparato excretor ni de mecanismos de
defensa tan importantes como el control de su contenido de agua (son poiquilohidros), por lo que
son capaces de concentrar y acumular distintos compuestos (entre ellos también los contaminantes
atmosféricos) en su talo a partir de soluciones muy diluidas, habiendo toda una gradación de
especies que tienen requerimientos y sensibilidades diferentes.
El empleo bioindicadores para detectar la polución tiene una serie de ventajas tales corno el bajo
costo, los resultados rápidos y la posibilidad de proporcionar información acumulativa, integrada y
discriminada gracias a su capacidad de respuesta frente a las alteraciones del medio, la cual nunca
puede ser detectada a través de mediciones física-químicas.
Las primeras, producidas por emisiones específicas de fuentes puntuales, que difícilmente se
pueden evaluar, dado el gran número de variables ambientales que intervienen. Debido a ello, en
la práctica lo que en realidad se mide son las respuestas indirectas (respuestas a la inmisión) que
se manifiestan desde el punto de vista del observador de manera cualitativa siendo la
presencia/ausencia de las especies liquénicas el criterio empleado principalmente para la
evaluación cualitativa de la contaminación y la frecuencia de las mismas para la evaluación
cuantitativa.
Las respuestas de los líquenes frente al S02, como por ejemplo, para poder amortiguar los efectos
negativos, una de las primeras reacciones de los talos es tratar de disminuir la asimilación de este
gas, de manera que reducen la superficie de contacto con el agua de varias formas, o bien
desarrollando soredios que no se humedecen tan fácilmente, o elaborando mayores
concentraciones de sustancias hidrófobas, o encogiendo el talo al volverse los lóbulos más
estrechos y convexos, o bien tratando de reducir el efecto de los iones tóxicos gracias a la
capacidad tampón del talo y del sustrato.
Para realizarlo hay que tomar numerosos inventarios fitosociológicos, en condiciones ecológicas
homogéneas, y tiene en cuenta la cobertura, la abundancia y la frecuencia de las especies en cada
comunidad y en unos cuantos árboles (forófitos) de un territorio determinado.
Este índice refleja la riqueza o escasez de la vegetación epífita de una determinada zona y es
válido únicamente, a nivel comparativo, entre territorios o regiones que presenten
aproximadamente la misma climatología y ecología.
Con objeto de introducir datos indicativos del estado de desarrollo, vitalidad, biomasa, grado de
cobertura, etc., se han ideado métodos de medida centrados en el diámetro del talo, producci6n de
apotecios, porcentajes de cobertura, utilizando en ocasiones técnicas fotográficas.
Los efectos más importantes son los que afectan a la fotosíntesis y a la respiración, inhibiéndose la
captación de C02 , que altera la composición de las membranas celulares, perdiéndose iones
potasio, pasando la clorofila (verde) a feofitina (parda) por pérdida de iones magnesio, comienzan
las decoloraciones del talo y modificaciones vanas, posteriormente también se pierde la respiración
y al final tanto el fotobionte como el hongo degeneran, se daña la estructura del talo y su capacidad
de reproducción.
Si buscamos en las ciudades, será fácil encontrarlos en los monumentos hechos con roca calcárea
o sobre el mortero de los muros, puesto que son capaces de neutralizar las deposiciones ácidas.
Sin embargo, es más difícil que se instalen sobre rocas de naturaleza silícea.
Los líquenes corticícolas son el material más adecuado para realizar una valoración de calidad del
aire, ya que estos substratos no alteran, o lo hacen muy poco, la composición del agua que
discurre por su superficie, que es la que toma el liquen.
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