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LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO

Sectores sociales, factores de la producción y distribución del ingreso

Como ya hemos visto en la primera unidad temática, durante el siglo XIX resultaba
relativamente sencillo establecer una clasificación de los sectores sociales en dos categorías o
clases: por un lado se encontraban los poseedores de capital, y por el otro los grandes
contingentes de obreros. La sociedad se estructuraba en torno de estas dos grandes clases
sociales, que para algunos eran sencillamente la clase alta y la clase baja, para otros la
burguesía y el proletariado. Entre medio de ellas existían otras clases y sectores sociales de
mucho menor peso, como los campesinos o las clases medias urbanas.

Con la creciente complejización de la sociedad y de la economía durante el siglo XX se hizo


cada vez más difícil establecer esa dualidad. El surgimiento de profesionales, técnicos,
ejecutivos, obreros calificados, prestadores de servicios complejos, entre tantos otros actores
sociales, llevó a que se desdibujara el límite entre clase alta y clase baja o entre burguesía y
proletariado.

No obstante, es posible realizar algunas clasificaciones para poder analizar la distribución de


ingresos. Para ello es útil establecer la relación entre propiedad de los factores de producción y
los ingresos de las personas.

Así, se puede considerar lo siguiente: cada país contabiliza el valor monetario de los bienes y
servicios producidos en un año a través del PBI, esto es el Producto Bruto Interno. Sin embargo
ese PBI no se reparte de la misma manera y ni en iguales cantidades entre todos los actores
sociales que lo generaron. No perciben lo mismo los empleaos de un negocio que sus
propietarios.

Para el análisis de la distribución del ingreso, es decir de la forma en que los ingresos (o el
Producto) se reparte en cada país se establece una primera distinción que remite a la dualidad
del siglo XIX: poseedores de capital (clase alta o burguesía) y no poseedores (clase baja o
proletariado). En otros términos: el sector del capital por un lado y el sector del trabajo por el
otro.

Dentro del sector capital no todo s es igual. La porción que recibe el sector terrateniente no es
la misma que la recibida por los empresarios dueños de las fábricas y establecimientos de
servicios, y también es distinta de la del sector finanzas.

Veamos lo anterior en el siguiente diagrama


En el esquema se observa que los terratenientes se apropian de la renta de la tierra, ingreso
que reciben por arrendar las tierras y/o por trabajarlas. El sector empresarial percibe el
beneficio empresario por transformar bienes y generar servicios. El empresario bancario
obtiene ingresos por el interés que gana al prestar dinero que recibe de los depositantes. Por
último, en el sector del trabajo, los asalariados reciben una retribución por el trabajo aplicado.

Esta forma de analizar la distribución del ingreso total de la sociedad en base a la propiedad de
los factores de producción se denomina Distribución Funcional del Ingreso, ya que capta la
proporción en el PBI (como sinónimo de valor agregado) que representan el trabajo asalariado
y los beneficios del capital.

Otra forma de analizar la distribución del ingreso


Analizar la distribución del ingreso según la propiedad de los factores de producción no es
tarea sencilla. Esa forma resulta muy útil para entender la complejidad y las fallas del sistema
capitalista. Para facilitar la tarea del análisis de la distribución del ingreso y para poder hacerlo
con cifras reales y concretas se toma directamente el monto de ingresos de todos los
individuos de una sociedad y se los agrupa teniendo en cuanta solamente el monto percibido.
No se tiene en cuenta si son terratenientes, empresarios o trabajadores, sólo interesa saber
cuánto dinero reciben por año.

En la mayoría de las oficinas de estadística de los países y en los organismos económicos


internacionales se usa este criterio; además en los medios de comunicación, como los diarios o
la TV, es el más utilizado. En los siguientes diagramas se ejemplifica este método:

Vemos que la población del país aparece dividida en tres partes, aunque en realidad son cinco:
a cada una le corresponde el 20% de los ingresos del país. Si multiplicamos el porcentaje de
cada parte por cinco obtenemos el 100% que es el total de ingresos. Luego los ordenamos de
acuerdo al monto de los ingresos percibidos en: ingresos bajos; ingresos medio bajos; ingresos
medios; ingresos medio altos e ingresos altos. Finalmente, para hacer una simplificación,
agrupamos los tres centrales en una sola clase, totalizando el 60% (20% de cada grupo).
Esta aproximación al tema de la distribución del ingreso se denomina Distribución Personal del
Ingreso, ya que se analiza cómo éste se encuentra distribuido entre los individuos o familias de
la sociedad, independiente del origen de los mismos. Habitualmente se divide el número de
familias de un país en cinco grupos de igual tamaño, denominados quintiles, se los clasifica por
su nivel de ingreso y se estudia qué porcentaje recibe cada grupo. Algunas veces, para mayor
comprensión, se trabaja con diez grupos de población llamados deciles.

Fuente: INDEC. Informes Técnicos vol. 2 nº 124; Trabajo e ingresos vol. 2 nº 5; Evolución de la distribución del
ingreso (EPH), Primer trimestre de 2018

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