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Buenos días estimado presentes el grupo de 6ºA HIMNO A NUESTRO ILUSTRÍSIMO PADRE FUNDADOR

declamará la poesía TITULADA: DON ATENOGENES SILVA


AL ILUSTRÍSIMO Y REVERENDÍSIMO SEÑOR DOCTOR
DON ATENOGENES SILVA Entonemos un himno de gloria
Autor: profesor José Ignacio Lazcano Al egregio Pastor que dio al niño,
el amor, protección y cariño,
No tengo notas en mi humilde lira esto quede grabado en la historia.
Y no hay palabras en mi pobre labio Atenogenes Silva fue el hombre
para ensalzar al eminente sabio que, con alma de padre y hermano,
que el mundo admira. acogió con amor sobrehumano
al mendigo, indigente y sin nombre.
Más si no tengo para él, canciones
sí puedo dar con entusiasmo anhelo El velo por el joven y anciano
al sacerdote de virtud modelo Por el rico y por el pordiosero,
mis bendiciones. Trabajo por servir cual obrero
Con bondad dando a todos la mano.
A esa que ciñes en tu frente alta,
De frescos lauros inmortal corona Entonemos un himno de gloria
que tus talentos y saber pregona Al egregio Pastor que dio al niño,
ni una hoja falta. el amor, protección y cariño,
esto quede grabado en la historia.
Más necesita el corazón sediento Atenogenes Silva fue el hombre
de la virtud que dentro, tu alma anida que, con alma de padre y hermano,
hacer brotar en expansión de vida acogió con amor sobrehumano
su sentimiento. al mendigo, indigente y sin nombre.

Por brindarnos cuidado amoroso


Yo sé que acude tu amorosa mano A la iglesia lego un instituto,
doquier que se oye del dolor el nombre; Que consuela, que rinde tributo
que, en todas partes, donde ves al hombre Y da gloria a Jesús Bondadoso.
ves a un hermano.
Entonemos un himno de gloria
Se que la noble dignidad no insultas d Al egregio Pastor que dio al niño,
el desdichado que amarguras gime, el amor, protección y cariño,
y haciendo el bien con sencillez sublime esto quede grabado en la historia.
la mano ocultas. Atenogenes Silva fue el hombre
que, con alma de padre y hermano,
Mas que al cerebro que apuro el tesoro acogió con amor sobrehumano
de nobles ciencias con ardor augusto, al mendigo, indigente y sin nombre.
al corazón caritativo y justo
ferviente adoro Hoy gozamos de muchos favores
De sus hijas que amantes nos cuidan,
¿Qué es para el tuyo de virtud abrigo Nos preparan para ser mejores
la ínfima ofrenda de mi rudo canto? Ofrendándonos toda su vida.
más en el nombre del dolor que es santo,
¡yo te bendigo! Entonemos un himno de gloria
Al egregio Pastor que dio al niño,
el amor, protección y cariño,
esto quede grabado en la historia.

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