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REGENERATIVA Y ANTIENVEJECIMIENTO
TEMA 24
FLEBOLINFOLOGIA
ESTETICA.
TEMA 24
FLEBO-LINFOLOGIA ESTÉTICA.
RESUMEN
La anatomía, fisiología y fisiopatología del sistema venoso y linfático forman la base de la
flebolinfología y su conocimiento es fundamental para entender y tratar correctamente los
problemas venosos y linfáticos que pueden presentarse en el ámbito de la medicina estética.
Se describirá la epidemiología, diagnóstico clínico e instrumental y clasificación de la
enfermedad venosa crónica, así como los principales tratamientos de sus signos y síntomas.
La finalidad de la esclerosis vascular es ocasionar una lesión del endotelio con el menor
componente trombótico posible, que favorezca la fibrosis y reabsorción del trayecto vascular.
El tratamiento esclerosante está indicado para el tratamiento de las varices sea por indicación
estética o en varices tronculares asociadas a reflujos como diferentes manifestaciones de la
enfermedad venosa crónica.
Una vez realizados los exámenes clínicos e instrumentales necesarios para descartar
patologías asociadas que requieran tratamientos previos, se instaurará el tratamiento
esclerosante.
Se analizarán las diferentes técnicas de escleroterapia físicas (con láser y radiofrecuencia
percutánea) y químicas (con esclerosantes en forma líquida y espuma), así como las
indicaciones, contraindicaciones y complicaciones de cada procedimiento.
Finalmente se analizará la técnica de flebectomía ambulatoria con mini-incisiones.
OBJETIVOS
Al finalizar el estudio del presente módulo el alumno deberá conocer las bases anatómicas,
patofisiológicas, diagnóstico clínico e instrumental de la patología venosa en el ámbito de la
medicina estética y conocer los principios de las técnicas para la escleroterapia de varices
(esclerosis líquida y con espuma), los materiales necesarios, las indicaciones,
contraindicaciones y complicaciones, así como las alternativas terapéuticas basadas en
técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas como la flebectomía ambulatoria con mini-
incisiones
DESARROLLO
Dadas las características de las alteraciones a nivel del contorno corporal, los mejores
resultados se obtienen con protocolos que combinan técnicas físicas y técnicas de infiltración,
siendo necesario corregir los factores agravantes y los hábitos dietéticos y de actividad física.
La principal limitación de los tratamientos no quirúrgicos es la duración de los resultados por
lo que deben pautarse sesiones de mantenimiento.
Los sistemas arterial, venoso y linfático confluyen a nivel de la “unidad micro circulatoria
básica” constituyendo sistemas cerrados.
Anatomia venosa
Para esta nueva interpretación anatómica, los miembros inferiores se han dividido en dos
compartimientos: superficial (epifascial o supra-aponeurótico) y profundo (subfascial o infra-
aponeurótico) y se considerará un tercer sistema de venas perforantes que atraviesan la
aponeurosis conectando ambos sistemas.
Se inicia en el arco venoso dorsal del pie, que se anastomosa con al arco plantar profundo,
formando las venas marginales lateral y medial, que dan lugar a la vena safena menor y mayor
respectivamente.
En cuanto a la anatomía de los plexos venosos y las estructuras que drenan, podemos
diferenciar dos compartimientos principales:
A este nivel se localizan las venas del SVS y mediante ecografía puede identificarse
un compartimiento safeno separado y limitado por la fascia safena que constituye el
“signo del ojo “.
1 - Plexo venoso Subpapilar 2 - Plexo Venoso Dérmico Profundo 3 - Vena del territorio
Safeno
A- Epidermis, B- Dermis, C- Subdermis, D- Aponeurosis, E- Músculo
Anatomía linfática
Los capilares linfáticos se originan a manera de dedos de guante en el intersticio tisular. Los
vasos linfáticos forman una gran red de canales que confluyen finalmente a nivel del cuello,
lugar en el cual la linfa se vierte en el sistema venoso.
Los capilares linfáticos drenan los espacios intercelulares de todos los tejidos excepto ojos,
cartílago, cortical ósea y sistema nervioso central (aunque últimamente han sido descritos
linfáticos cerebrales); confluyen dando origen a colectores pre-ganglionares que drenan la
linfa a nivel de los ganglios linfáticos. Todos los linfáticos atraviesan por lo menos un grupo
ganglionar y a partir de allí salen los colectores pos-ganglionares que finalmente confluyen
dando origen a los troncos linfáticos de gran calibre.
Sistema Linfático
Estos troncos drenan grandes regiones del cuerpo y dan origen en el lado derecho al
Conducto Linfático Derecho que resulta de la confluencia de los troncos yugulares, subclavios
y broncomediastínicos derechos. El Conducto Torácico, situado en el lado izquierdo drena
toda la linfa del cuerpo excepto la de la región superior derecha. Se origina en la Cisterna de
Pecquet y asciende en el retroperitoneo hasta finalizar en la confluencia de las venas yugular
interna y subclavia izquierda.
Fisiología venosa
El sistema venoso asegura un flujo cardiópeto y unidireccional con débito y presión variables,
adaptados a las necesidades de drenaje tisular, termo-regulación y reserva hemodinámica.
Estas funciones se cumplen independientemente de la postura y actividad muscular. Se trata
de un sistema de bajas presiones, fácilmente colapsable y cuyo flujo está asegurado
principalmente por la “bomba muscular” y el sistema valvular, si bien están descritos otros
mecanismos que facilitan el retorno venoso como la vis a fronte, vis a tergo, etc.
Fisiología linfática
Los fluidos y moléculas intersticiales circulan por los canales titulares (sistema pre linfático)
hasta que el cambio en las presiones titulares provoca su entrada en los linfáticos iniciales,
(estructuras de 15 a 75 micras, valvuladas pero no contráctiles) constituyendo la linfa que
drena en los pre-colectores y estos en los colectores linfáticos. El segmento de colector
linfático delimitado por dos válvulas es el linfangión, unidad motora del sistema linfático que
posee contractilidad propia. La circulación de la linfa también depende de fenómenos
externos como: contracción de los músculos, latido arteriolar, latido cardíaco, respiración,
peristaltismo intestinal, andar, correr, masajes, etc. En determinadas circunstancias el
linfangión aumenta su frecuencia contráctil aumentando el “volumen minuto”. Desde los
colectores la linfa es llevada a los ganglios donde los macrófagos fagocitan células, bacterias,
virus, etc. Estos macrófagos exponen los “invasores” a las células T que desencadenan las
respuestas inmuno-celulares y a las células B, que inician procesos inmuno-humorales. De los
ganglios, la linfa es conducida por grandes colectores hasta los conductos linfáticos que
drenan en las confluencias yugulo-subclavias.
La enfermedad venosa puede ser ocasionada por dos mecanismos principales (obstrucción
y/o avalvulación), ambos conducen a un cuadro de hipertensión venosa que es responsable
de los signos y síntomas relacionados con la enfermedad venosa crónica (EVC)
Las varices son la manifestación más común de la EVC y se producirían debido a cambios
estructurales de la pared venosa que afectan la distensibilidad del tejido conectivo. Se ha
descrito una hipertrofia de la pared venosa con contenido de colágeno aumentado y fibras
elásticas fragmentadas, así como alteración de las metaloproteasas de la pared vascular.
En la EVC primaria existe una afectación valvular idiopática que puede afectar al sistema
venoso profundo, superficial o perforante, mientras que en las varices secundarias ocurre
lesión valvular por trombosis o incompetencia valvular secundaria a fístulas arterio-venosas.
Debe combatirse la obesidad e indicarse una dieta equilibrada, limitando el aporte calórico
y eliminando el estreñimiento. El calzado debe respetar la dinámica normal del pie,
asegurando un correcto funcionamiento de la esponja plantar y de la bomba muscular. Toda
alteración de la estática o dinámica del miembro inferior debe ser tratada. La vestimenta no
debe provocar compresiones que obstaculicen el retorno venoso. Los baños deben terminar
siempre con una ducha de agua templada o fría comenzando por los pies en dirección
ascendente hasta el muslo. Deben ser evitados el ortostatismo y la posición sentado por
largos períodos, en estos casos es aconsejable la realización de contracciones musculares
cíclicas, colocándose de puntillas, moviendo los dedos de los pies, flexiones del pie, pedaleo,
etc. Se evitará el sedentarismo, estand indicadas actividades deportivas no excesivamente
violentas: natación, ciclismo, caminata, golf, etc. El reposo debe realizarse con los pies
elevados a unos 15 cm con respecto a la cabeza.
Contención eslásticas
Su objetivo es ejercer una presión externa sobre los tejidos y territorios venosos dilatados, de
carácter decreciente en sentido ascendente. Provocando un aumento de la velocidad
circulatoria en dichos territorios, con disminución de los reflujos y reabsorción de edemas. El
vendaje elástico está reservado para los casos más graves y para el tratamiento de
complicaciones como la úlcera varicosa, requiere una técnica depurada para su correcta
realización. Las medias elásticas medicinales presentan diferentes grados de compresión, se
las clasifica según los mm Hg de compresión que ejerzan en el tobillo y sus diferentes
indicaciones:
Grado II: 30-40 mmHg. Indicado en varicosidades marcadas durante el embarazo. Edema
moderado. Varices aparentes. Tromboflebitis superficiales. Pos-cirugía de varices.
Grado III: 40-50 mmHg. En secuelas y complicaciones importantes. Edema severo. Síndrome
pos-trombótico. Trastornos tróficos y en úlceras cicatrizadas.
Grado IV: > de 50 mmHg. En edema linfático y en las complicaciones del grado III con mayor
severidad.
En las últimas décadas toma fuerza una preocupación estética por la eliminación de estas
alteraciones que en la mayoría de los casos no están asociadas a patología varicosa troncular.
Es así como otras especialidades médicas se involucran en el diagnóstico y tratamiento de
las varices (dermatólogos, médicos estéticos) Las varices representan una patología crónica y
evolutiva, de etiología multifactorial por lo que la mayoría de los tratamientos disponibles
hasta la fecha presentan un elevado índice de recidivas. Por ello es de gran importancia la
formación del médico estético en la patología venosa de las extremidades, que le permita
seleccionar al paciente pasible de tratamiento estético, derivar al especialista a aquel
portador de patología circulatoria y aplicar todas las medidas preventivas y terapéuticas con
el máximo rigor profesional.
EVC: Conjunto de síntomas y signos de las extremidades inferiores que se producen cuando
hay una alteración en el retorno venoso.
§ VARICES: dilatación de las venas del sistema venoso superficial como consecuencia
de una alteración valvular y/o de la pared venosa con presencia de reflujo a la
exploración con Eco-Doppler. Condicionan un cuadro de hipertensión venosa crónica.
Existen múltiples estudios epidemiológicos a nivel mundial sobre varices y EVC. Hemos
elegido el realizado en España, para valorar la repercusión de esta patología en nuestro
medio. Se trata de un estudio epidemiológico longitudinal (DETECT- IVC) en el que
participaron 1.068 médicos de Atención Primaria coordinados por especialistas en Angiología
-La edad media de los pacientes fue de 51,4 ± 18,8 años. El 80,7% de los pacientes
manifestaron algún factor de riesgo (antecedentes familiares, antecedentes de trombosis
venosa, sobrepeso, embarazos, tratamiento hormonal, profesión de riesgo, vida sedentaria).
Un 49,4% de las mujeres presentó más de dos factores de riesgo. El 68% de los pacientes
presentaba algún signo o síntoma compatible con IVC, siendo el 80,2% mujeres.
Este trabajo fue repetido en años posteriores obteniendo resultados muy similares. Otros
estudios mencionan una prevalencia de varices del 20% a los 35 años y del 40% en mayores
de 60 años. Las telangiectasias se presentan con una mayor incidencia que las varices y
afectan al sexo femenino con una relación 4:3, son la principal causa de consulta para su
tratamiento estético.
Clase 2: varices
Clase 3: edema
Clase 6: alteraciones cutáneas con úlcera activa 6r: úlcera activa recurrente
Clasificación según etiología (E): Ec: congénita. Ep: primaria. Es: secundaria de etiología
conocida: postrombótica, postraumática, etc.
Clasificación patofisiológica (P): Pr: reflujo. Po: obstrucción. Pr,o: reflujo y obstrucción
Ejemplos: C2s Ep AsGSVa Pr: paciente con varices tronculares sintomáticas esenciales por
reflujo en safena mayor. C1a Ep As1: paciente asintomático con microvarices
El año 2020 se lleva a cabo la actualización de la Clasificación CEAP con la inclusión del
apartado C4c específico para la presencia de corona flebectásica, C2r para varices recurrentes
y C6r para úlcera venosa activa recurrente.
Diagnóstico clínico
En la anamnesis de destacará:
Motivo de consulta: dilataciones venosas sin síntomas clínicos, problemas estéticos, dolor,
edema, pesadez, calambres, alteraciones cutáneas (pigmentación, eczema, etc.) es
importante esclarecer a través del interrogatorio, la existencia de sintomatología atribuible a
EVC en un paciente portador de microvarices.
Sedentarismo, obesidad, tipo de trabajo, etc.: pueden ser factores agravantes, pero no
“causales” de las varices, deberán valorarse individualmente.
En el examen físico, que se llevará a cabo con el paciente de pie explorando las extremidades
inferiores desde los pies hasta el abdomen, de frente, de perfil y de espaldas se valorará:
- Tipo de varices: la red venosa superficial es visible y turgente con el ortostatismo, pudiendo
observarse venas dilatadas no tortuosas y por lo tanto no varicosas en pacientes delgados o
deportistas. Se visualizarán y palparán los trayectos de las venas safenas y perforantes para
identificar varices tronculares. Las varices reticulares se observan como trayectos azulados,
frecuentes en los huecos poplíteos y en la cara externa de los miembros inferiores. Las
telangiectasias pueden ser rojas o moradas de acuerdo con su calibre y asentar en diferentes
regiones de las extremidades. Se describirá su localización, morfología, así como su relación
con otras estructuras vasculares (venas reticulares, varices tronculares, telangiectasias
combinadas, etc.).
- Edema: asimetría de las extremidades, investigar edema pretibial, maleolar, del pie,
mediante centimetría y signo de la fóvea.
A B
Diagnóstico instrumental
- Nivel I: incluye la anamnesis, examen clínico y valoración arterial y venosa mediante Doppler
continuo. Suele ser suficiente en C0 / C1.
La exploración se realiza con el paciente de pie, utilizando una sonda de 5 a 10 mHz que se
desliza sobre los trayectos safenos, acompañando con maniobras de compresión distal para
valorar la existencia de reflujos. También se valora el flujo venoso espontáneo a nivel de las
uniones safeno- femorales y su respuesta a la maniobra de Valsalva. La existencia de reflujo
con duración superior a 0,5 segundos (generalmente de 1 a 4 segundos) se considerará
patológico.
Presión venosa ambulatoria: técnica invasiva que cuantifica el grado de hipertensión venosa
de la extremidad a través del registro de presiones (basal y con la marcha) en una vena dorsal
del pie. Esta técnica se basa en que, en condiciones normales, la presión venosa a nivel del
pie desciende con la marcha y gradualmente retorna hasta su valor basal al detenerse. La
aplicación clínica se limita a pacientes sometidos a cirugía de reconstrucción venosa del
sistema profundo.
Estudios por imagen: además de la ecografía y del eco Doppler, incluyen las técnicas de
tomografía computarizada y angio resonancia.
La finalidad de la esclerosis vascular es ocasionar una lesión del endotelio con el menor
componente trombótico posible, que favorezca la fibrosis y reabsorción del trayecto vascular.
Cuanto mayor es el componente trombótico y/o inflamatorio, mayor es la posibilidad de
complicaciones locales tales como pigmentación hemosiderínica, melánica (post-inflamatoria)
o recidiva por recanalización del vaso tratado.
Además, mecanismos tales como el fracaso en el drenaje de la circulación cutánea, la
neoangiogénesis y otros factores aún no debidamente estudiados podrían ser responsables
de otras complicaciones locales como el “matting”.
El daño endotelial puede ser provocado a través de diferentes mecanismos:
Las microvarices constituyen una indicación absoluta del tratamiento esclerosante sea a través
de métodos físicos y/o químicos.
Sin embargo, la simple existencia de estas como manifestación clínica no justifica la indicación
del tratamiento. El tratamiento esclerosante será indicado como respuesta a una queja o
solicitud del paciente que puede ser apenas estética o estar referida a síntomas de ECV.
Una vez realizados los exámenes clínicos e instrumentales necesarios para descartar
patologías asociadas que requieran tratamientos previos, se instaurará el tratamiento
esclerosante.
Las contraindicaciones son:
La lesión vascular también puede ser causada por la aplicación de fuentes especiales de luz
(láser, luz pulsada intensa) u ondas de radiofrecuencia que ocasionan una lesión térmica, con
características especiales según el tipo de energía utilizada.
Existe bibliografía sobre la utilidad de esta técnica para el tratamiento de microvarices de las
extremidades inferiores, si bien los autores han encontrado un mejor resultado en la
aplicación de esta técnica en el tratamiento de lesiones vasculares de otras localizaciones
(torso, cara y escote).
La amplia difusión a partir de la década de los ´90 de las técnicas de láser, luz pulsada intensa
y electrocoagulación para el tratamiento de las microvarices de los miembros inferiores, se
han basado, según opinión del autor, en dos premisas falsas:
Coincidimos con otros autores que los resultados obtenidos hasta la fecha mediante el uso
de láseres vasculares en los miembros inferiores no son mejores que los obtenidos con la
esclerosis química en cuanto a resultados inmediatos, complicaciones y recidiva; sin embargo,
la presión mediática ejercida por las empresas hace que muchos pacientes “exijan” este tipo
de tratamientos a la vez que ha disparado los costes encareciendo el procedimiento.
Esclerosis de microvarices con radiofrecuencia
La electrocoagulación percutánea de las microvarices puede llevarse a cabo a través de
aparatos de alta frecuencia capaces de convertir radiaciones electromagnéticas en calor. Esta
técnica se ha utilizado con resultados variables a nivel de los miembros inferiores.
En los últimos años la radiofrecuencia aplicada a procedimientos quirúrgicos (tratamientos
endovasculares) ha evolucionado pudiendo minimizarse el daño tisular de manera de utilizar
las intensidades mínimas necesarias para producir desecación del agua intracelular del tejido
diana con mínima producción de calor y daño de las estructuras vecinas. Permite reducir el
tiempo de tratamiento y se puede utilizar en cualquier fototipo ya que no daña la piel.
Además de las contraindicaciones generales y locales del tratamiento esclerosante, esta
técnica está contraindicada en pacientes portadores de marcapasos.
Esclerosis Química
Consiste en la inyección de una sustancia irritante - esclerosante- en la luz vascular para inducir
la lesión del endotelio y el cierre del segmento tratado.
La esclerosis química está basada en varias décadas de experiencia clínica y aporta como
ventajas principales: tratarse de una técnica económica, sencilla, reproducible con escasas
complicaciones y excelentes resultados estéticos en el tratamiento de las microvarices. Para
ello es importante realizar una técnica adecuada. La mayoría de las sociedades científicas,
incluida la American Society for Laser Medicine and Surgery consideran la esclerosis química
como el tratamiento de elección de las microvarices.
Sin embargo, algunos factores influyen en la efectividad de la esclerosis química:
De todas las clasificaciones de esclerosantes, hemos preferido aquella que los divide de
acuerdo con su mecanismo de acción:
§ CON EFECTO DETERGENTE: producen maceración de las células endoteliales en
relación directa al grado de concentración. Ejemplo: polidocanol.
La sala de tratamiento
Consentimiento informado
Materiales
- Soluciones Esclerosantes
La elección del esclerosante y su concentración se hará en base al tipo de vena que debamos
tratar, al tipo de paciente y a la experiencia del escleroterapeuta.
En España el más utilizado para el tratamiento esclerosante de venas varicosas, es el
Etoxisclerol® 5 mg/ml, 20 mg/ml, 30 mg/ml.
Su principio activo es el dihidroxipolietoxidodecano (Polidocanol), del grupo de los
detergentes no iónicos, que actúan sobre el cemento intercelular descamando el endotelio
vascular.
Es un esclerosante seguro ya que las posibilidades de reacciones alérgicas son escasas, así
como el riesgo de ulceraciones por extravasación cuando se usa en bajas concentraciones.
Para telangiectasias hasta 1mm de diámetro debe ser utilizado en concentraciones de 2,5
mg/ml hasta 5 mg/ml y para venas reticulares hasta 3mm de diámetro en concentraciones de
5 mg/ml a 7,5 mg/ml.
- Jeringas
Las jeringas desechables de 1cc, 2cc y 3cc son las más utilizadas. Deben utilizarse las llamadas
de “3 cuerpos” que poseen en la parte superior del émbolo un tapón de goma que permite
un deslizamiento más suave y el control de la presión ejercida por el pulgar sobre el pistón.
Nosotros utilizamos las de 2cc y 3cc cargadas con 1cc o 1,5cc de esclerosante
respectivamente.
- Agujas
Usamos las de 27G x ½ pulgada, 30G x ½ pulgada y 32G x ½ pulgada (0,4mm x 13mm,
0,3mm x 13mm y 0,26mm x 13mm). Dependiendo del fabricante, las agujas 27 y 30 G
presentan un bisel oblicuo, facetado con un filo muy cortante que permite la canalización de
venas de 0,1mm de diámetro. Si el principiante decide comenzar con agujas 32G para las
telangiectasias de menor tamaño debe saber que actualmente se fabrican con bisel muy
corto, lo que modifica el ángulo de punción. Las agujas de 18G o 20G son utilizadas para
realizar trombectomias.
- Otros Materiales
Sobre la mesa auxiliar deberemos tener a nuestro alcance:
Si utilizamos láser son necesarias las gafas protectoras para terapeuta y paciente, así como
elementos para enfriamiento de la piel.
Finalmente, si utilizamos electrocoagulación por radiofrecuencia, el generador deberá estar
montado con sus accesorios en la misma mesa o en una 2ª mesa auxiliar.
Plan de tratamiento
Si el paciente solo presenta telangiectasias aisladas o asociadas a venas reticulares, puede
procederse directamente al tratamiento con microesclerosis.
Si el paciente presenta insuficiencia de ejes safenos, varices tronculares o insuficiencia de
perforantes, será derivado al especialista para tratar estas manifestaciones antes de indicar la
microesclerosis de telangiectasias y reticulares.
La secuencia de punción será de “mayor a menor” tratando primero las venas de mayor
calibre.
Si las telangiectasias están asociadas a una vena reticular debemos comenzar el tratamiento
por esta última.
La posición de las manos del escleroterapeuta varía en función de la forma en que la mano
dominante coja la jeringa para realizar la punción, (sosteniéndola entre los dedos pulgar,
índice y mayor o entre índice y mayor con el pulgar sobre el émbolo) y de esto dependerá
también la necesidad de doblar la aguja en un ángulo de 20 a 50 grados.
Usamos como esclerosante Etoxisclerol (ETS) de 5 mg/ml o 7,5 mg/ml en jeringuilla de 2cc o
3cc con aguja 27G.
Las manos tendrán tres puntos de apoyo que servirán también para estirar la piel y dar tensión
al tejido celular subcutáneo.
Los dedos índice y pulgar de la mano no dominante estirarán la piel por encima y por debajo
del punto de punción alejándose del mismo y el tercer punto lateral contrapuesto a los
anteriores estará dado por el 5º dedo de la mano dominante que sostiene la jeringa entre los
dedos pulgar, índice y mayor.
Trataremos como máximo un trayecto de 15 cm., o lo que sea posible con 1cc de
esclerosante.
Después de la inyección comprimimos el vaso en toda su longitud con cilindros de algodón
fijados con micropore de 3 cm., que el paciente conservará durante 24 hs.
Si la vena tiene un calibre superior a 2mm, es mejor aplicar un vendaje compresivo con la
misma duración.
Muchas veces, al introducir la aguja, se desliza por debajo de ella una pequeña gota de
sangre demostrando la canalización de la vena. Otra forma de comprobación es la inyección
de una pequeña cantidad de aire (air block) que al empujar la sangre borra el trayecto de la
telangiectasia. Si la punción no ha sido correcta, hay que retirar la aguja e intentar en otro
sitio.
Inyectamos suavemente una pequeña cantidad de esclerosante, suficiente para aclarar una
superficie no mayor de 1cm de radio, manteniendo la presión sobre el émbolo, sin inyectar,
pero evitando la reentrada de la sangre durante algunos segundos.
Retiramos la aguja, comprimimos con una pequeña torunda de algodón fijada con Micropore
y realizamos la siguiente punción a por lo menos 2cm de distancia del punto anterior.
Es posible que durante la sesión sea necesario cambiar la aguja ya que después de múltiples
punciones pierde el filo, dificultando la penetración y aumentando la sensación de dolor en
el paciente.
Las sesiones pueden ser realizadas cada 7 a 15 días, interrumpiendo durante 2 o 3 meses si
la paciente responde con “matting”.
Las pacientes deben ser alertadas sobre algunos efectos adversos que serán solucionados a
lo largo del tratamiento. La inyección provoca un dolor soportable durante un instante, luego,
por algunos minutos, sentirá picor o escozor en la región acompañado de enrojecimiento de
la piel con edema y elevación del vaso tratado.
Podrá observar equimosis, hematomas, trombos intravasculares, aparición de “matting” o
aumento de la cantidad de teleangiectasias. En resumen, debe ser avisada de que antes de
verse mejor, se verá peor.
DOLOR: La punción y la entrada del esclerosante en el vaso no son totalmente indoloras,
aunque factores individuales de los pacientes harán que el tratamiento sea más o menos
soportable. El escleroterapeuta debe cuidar los factores que de él dependen. Es fundamental
el dominio de la técnica. Maniobras precisas, tensión de la piel, ángulo de penetración de la
aguja y velocidad de inyección. Esto debe tenerse en cuenta especialmente en regiones que
reconocidamente son más sensibles en la mayoría de las pacientes, cara interna de rodillas,
huecos poplíteos, tobillos, 1/3 superior de muslos. Las agujas de menor calibre
aparentemente minimizan el dolor, pero el secreto está en el bisel. Debe ser largo (cortado
en ángulo pequeño), facetado y siliconado. La inyección debe ser lenta para evitar la violenta
distensión del vaso y los volúmenes inyectados por punto deben ser pequeños, 0,1cc o
menos. Algunos terapeutas utilizan anestésicos tópicos que en nuestra opinión no son
necesarios.
REFLEJO VASOVAGAL: En general está relacionado con el estrés. Debe tenerse en cuenta
especialmente en pacientes pusilánimes. La paciente refiere mareos, náuseas, palpitaciones;
observamos palidez, sudoración, hipotensión, raramente ocurre el síncope. En general se
resuelve después de algunos minutos en posición de Trendelemburg.
“MATTING” (ENTRAMADO): Es la palabra inglesa que refiere la súbita aparición de una red
de finas telangiectasias rojas, después de una sesión de escleroterapia.En la literatura la
incidencia varía entre 5% y 75% . En nuestra experiencia la incidencia puede llegar al 20%
en regiones como cara interna de rodilla y en cara externa de los 1/3 medio e inferior de
muslo, cuando tratamos telangiectasias rojas menores de 0,25mm. Existen controversias
sobre si el origen de esta fina red es la dilatación de vasos preexistentes o fruto de un
mecanismo de angiogénesis. Independientemente del origen, minimizaremos su aparición
mediante la utilización de una correcta técnica de esclerosis (ya descripta). En general el
“matting” se resuelve espontáneamente en un período de 3 a 12 meses. Sin embargo, hemos
observado algunos casos de persistencia durante años.
Matting
Las respuestas al tratamiento son muy variables. Venas de idéntico tamaño y color, con
distribución simétrica en el mismo paciente pueden reaccionar de forma diferente al
tratamiento. Después de un tiempo, estas mismas venas pueden cambiar de “status” y
reaccionar de forma diametralmente opuesta. El resultado no puede ser predecido ya que
innumerables factores poco conocidos tienen un rol más importante que cualquier
modificación en la estrategia o la técnica de tratamiento.
La escleroterapia de pequeños vasos es un arte, no una ciencia.
Es importante realizar fotografías pretratamiento y seguir la estrategia de inyección de
“mayor a menor”. Cuando las venas más aparentes desaparezcan, la propia paciente ayudará
a fijar el fin del tratamiento.
Después de señalados los trayectos a extraer, realizamos la infiltración de anestesia con una
solución de Lidocaína al 1% en los puntos de incisión. Hacemos punciones con una aguja de
18 G e introducimos ganchos de 1mm de diámetro con los que traccionamos las venas, que
son retiradas con mosquitos de dimensiones reducidas.
Retirada de la vena
Las pequeñas incisiones son cerradas con tiras adhesivas ya que no requieren puntos de
sutura. Por sus reducidas dimensiones y el cuidado en no dañar la dermis al retirar las venas,
la cicatrización es prácticamente imperceptible. Realizamos un vendaje compresivo que se
mantiene por 48 horas, e indicamos compresión elástica durante 7días.
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