Está en la página 1de 12

Derecho procesal penal Nerea García

FACULTADES POLICIALES
Originalmente la idea de policía y gobierno de estado eran conceptos idénticos. La
transformación mas relevante de este concepto se ubica a mediados del siglo XVII cuando el
monarca mantenía bajo su control lo relativo a la policía propiamente dicha, mientras que las
funciones del estado fueron divididas. La justicia paso a ser una función especial.

Con el nacimiento del estado de derecho, se limitaron las intromisiones estatales por
sobre las esferas individuales reduciéndose a los casos donde sea necesario para velar por el
cuidado del orden público y la seguridad de los ciudadanos.

La aparición de la policía, como se la conoce actualmente, puede ubicarse dentro de


la crisis histórica de la noción del estado (fines del siglo 18 y principios del 19), ligado a los
movimientos sociales y políticos a raíz del proceso de industrialización, y a causa de este, la
urbanización y el crecimiento de la población en las grandes ciudades, conformando una
burguesía urbana poderosa. A su vez, nace el proletariado industrial, y a consecuencia de ello,
la lucha de clases, que provocaba disturbios y protestas urbanas multitudinarias.

Nuestra nación ha asimilado la modalidad de la policía que se origina en Francia,


caracterizada por reservar el monopolio de la fuerza pública del estado como único medio de
ejercerla.

Competencia

Determinar la actuación de la policía conlleva necesariamente analizar si se encuentra


subordinada a nación o a las provincias. Se sabe que nuestra CN realiza un reparto de
competencias entre nación y las provincias, creando relaciones de subordinación, participación
y coordinación. El art 121 CN dispone:

“Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno
federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su
incorporación”

En un sistema federal, el dd federal prevalece sobre el derecho local (art 31 CN), sin
embargo, aquel no puede avanzar sobre las facultades de regulación de las provincias, a
quienes les corresponde el ejercicio del poder de policía sobre materias no delegadas.

Funciones

Se pueden marcar dos funciones:

 Funciones institucionales: vinculadas a la prevención, represión del delito y actividad


tendiente al mantenimiento del orden.
 Funciones de asistencia: vinculadas a la intervención que le cabe para neutralizar
situaciones de peligro para las personas o cosas, y también a la prestación de auxilio
como fuerza pública de seguridad.

Atribuciones en el procedimiento penal

Se encuentran precisamente reguladas por los códigos de procedimiento.

Debe saberse que la intromisión de la fuerza policial siempre debe afectar de la menor
forma posible el ámbito de intimidad de los ciudadanos, amparado constitucionalmente.

1
Derecho procesal penal Nerea García

La normativa remarca sobre todo el deber de investigar por orden de la autoridad


competente los delitos de acción pública ya sea por iniciativa (en casos de urgencia), orden de
autoridad o denuncia.

Los funcionarios policiales tienen la potestad de intervenir en todo delito de acción


pública y en aquellos de instancia privada (con los limites propios para su procedimiento). En
esta línea, téngase en cuenta que nuestro OJ opta por la preferencia de la actuación judicial
sobre cualquier tipo de intervención. De allí que el art 18 de la CN establece que “…nadie será
arrestado, sino en virtud de orden escrita de autoridad competente…”. Si bien no existe una
referencia expresa, quedo jurisprudencialmente establecido que cuando habla de “autoridad
competente” se refiere a la actividad judicial. Entonces, los actos coercitivos que afectan las
garantías constitucionales, en lo posible, deben ser dictados por jueces. Como excepción a
esto, se encuentran los supuestos de urgencia en donde no se requiere la orden judicial.

Entre las atribuciones de estos funcionarios, se pueden mencionar:

 Investigación por orden de autoridad pública, en los delitos de acción pública y los
dependientes de instancia privada. Recuérdese que en los delitos de acción privada no
hay investigación en la que deba intervenir el acusador público.
El fiscal suele delegar en la policía, tareas investigativas. La investigación por orden del
fiscal suele iniciar a partir de una denuncia.
De todos modos, la policía (como se verá más adelante), puede actuar de oficio en las
primeras tareas investigativas y luego notificar al fiscal. En este caso, la policía toma
conocimiento del delito, de oficio y en forma directa.
 Recibir denuncias penales (que deben poner en inmediato conocimiento al fiscal y a la
autoridad judicial [juez de garantías o de instrucción según corresponda] para iniciar la
investigación penal)
 Prevención del delito. Estas facultades provienen de una orden efectuada por el
ministerio de seguridad (no son orden del fiscal). Los operativos desplegados en este
contexto, deben estar determinados por orden escrita del superior, indicando el lugar
donde se despliega, la hora, entre otras especificaciones.
En el caso de los patrullajes, si fueron ordenados por una autoridad competente, y en
ellos se advierte un delito en flagrancia, la policía también puede intervenir. Misma
situación ocurre cuando la policía recibe una denuncia respecto de que se cree que se
está en presencia de la comisión de un delito, indicando el lugar en donde se advierte
la situación y una descripción de las personas sospechosas. Allí también pueden
intervenir.
La prevención cesa cuando toma conocimiento el MPF o el juez, según corresponda.
 Dejar constancia escrita de todos los actos en los que ellos hayan iniciado la
investigación (actas de procedimiento). Si es posible, debe haber testigos de actuación
frente a estos procedimientos.
 Preservar datos registrando todas las señas materiales (ej un arma que fue
recolectada en el lugar donde se acaba de cometer un delito, hasta tanto la misma sea
llevada al lugar que corresponda)
 Identificar personas que circulen cerca de un lugar donde se acaba de cometer un
delito, esto ya que, podrían bien ser testigos o mismo, los responsables.
 Constatar el estado de las personas, cosas y lugares. Se trata de la mera observación y
eventual descripción (filmaciones, fotografías, planos, etc) y son de mínima
intervención.

2
Derecho procesal penal Nerea García

 Allanar un domicilio, y realizar un registro del lugar.


 Secuestrar cosas
 Requisar personas
 Aprehender personas
 Interrogar testigos

Visión jurisprudencial del tópico:

 Daray: es un fallo de 1994. En esta oportunidad, la CSJN estableció que la detención,


requisa e inicio de una investigación contra una persona requiere de una motivación
racional. Dispuso que la coerción procesal se ejerce sobre quien goza de un estado de
inocencia que aún no fue destruido por sentencia condenatoria, por ello, las medidas
restrictivas de la libertad (sobre todo libertad ambulatoria) sean ejecutadas conforme
la ley. Esta ley debe limitarse a los casos en donde aparece fundamentalmente
necesario restringir ciertos derechos de quien aún es inocente ante el sistema penal.
 Fernández prieto: fallo del año 1998. La CSJN sostuvo que el personal policial actuó en
ejercicio de la especifica tarea que se le impone de prevenir el delito. Se invocaron
precedentes de la suprema corte de EEUU sobre la existencia de “sospecha
razonable”.
 Peralta Cano:

Allanamiento sin orden judicial

 Art. 227 CPPN: “No obstante lo dispuesto en los artículos anteriores, la policía podrá
proceder al allanamiento de morada sin previa orden judicial cuando:
1) Por incendio, explosión, inundación u otro estrago se hallare amenazada la vida de
los habitantes o la propiedad.
2) Se denunciare que personas extrañas han sido vistas mientras se introducían en
una casa o local, con indicios manifiestos de ir a cometer un delito.
3) Se introduzca en una casa o local algún imputado de delito a quien se persigue
para su aprehensión.
4) Voces provenientes de una casa o local anunciaren que allí se está cometiendo un
delito o pidan socorro.
5) Se tenga sospechas fundadas de que en una casa o local se encuentra la víctima de
una privación ilegal de la libertad y corra peligro inminente su vida o integridad
física”

 Art 222 CPPP: “No obstante lo dispuesto en los artículos anteriores, la Policía podrá
proceder al allanamiento de morada sin previa orden judicial cuando:

1. Se denunciare que alguna persona ha sido vista mientras se introducía en una casa
o local, con indicios manifiestos de cometer un delito.
2. Se introduzca en una casa o local algún imputado de delito a quien se persigue
para su aprehensión.
3. Voces provenientes de una casa o local advirtieren que allí se está cometiendo un
delito o pidieren socorro”

El fundamento de estos supuestos es que se supone que quien se encuentra en el


domicilio allanado, está en una situación de peligro y consciente la entrada. Se genera una
pugna de derechos, por un lado, la integridad física de quien esta en peligro, por otro lado, las

3
Derecho procesal penal Nerea García

garantías constitucionales del debido proceso, y de esta disyuntiva, quien prima, es el


propósito por preservar la integridad física de la persona.

Aprehensión

Se trata de la privación de la libertad ambulatoria en los primeros momentos de


investigación.

Cuando la policía aprehende, debe notificar de inmediato al juez y al fiscal.

Se sabe que cuando el juez emite una orden de detención, la misma debe ser escrita,
debe haber un proceso en marcha, una imputación efectuada por el fiscal en contra de quien
percibirá la detención en cuestión, motivación, elementos suficientes o indicios vehementes
sobre que se perpetro un delito y que el imputado ha formado parte de aquello, entre otros.
Ahora corresponde preguntarse cuales son las exigencias hacia la policía en los casos de
aprehensión.

Exigencias a la policía para aprehender legalmente:

 Motivos
 Urgencia (peligro en la demora porque el aprehendido puede fugarse o deshacerse de
prueba contundente)
 Que el delito sea detenible

Si no se le exigieran estas cuestiones, entonces, la policía tendría mayor margen de


actuación que el juez, al momento en que este debe dictar una orden de detención, y esta
situación es impensada.

ART 151 CPPP: “Detención: Salvo lo dispuesto en el artículo anterior, y sólo a pedido del Fiscal
interviniente, el Juez librará orden de detención para que el imputado sea llevado inmediatamente ante
la presencia de aquél, siempre que existan elementos suficientes o indicios vehementes de la comisión
de un delito y motivos bastantes para sospechar que ha participado en su comisión.
La orden será escrita y fundada, contendrá los datos personales del imputado u otros que sirvan para
identificarlo y el hecho que se le atribuye, Juez y Fiscal que intervienen y será notificada en el momento
de ejecutarse inmediatamente después, con arreglo al artículo 126.
Sin embargo, en caso de urgencia, el Juez podrá transmitir la orden por los medios técnicos que se
establezcan, según lo dispuesto en el artículo 129.
No procederá la detención cuando al hecho imputado le corresponda una pena que no supere, en su
término medio, entre el mínimo y máximo previstos, los tres (3) años de privación de la libertad o
tratándose de un concurso de delitos, ninguno de ellos supere dicho monto y cuando de las
circunstancias del hecho, y de las características y antecedentes personales del procesado, resulte
probable que le pueda corresponder condena de ejecución condicional.
Sin embargo, se dispondrá su detención cuando registre una condena anterior que impida una segunda
condena condicional o hubiere motivos para presumir que no cumplirá la orden o intentará alterar los
rastros del hecho, o se pondrá de acuerdo con terceros o inducirá a falsas declaraciones.
La sola denuncia no basta para detener a una persona.

Detención sin orden judicial

Art. 284 CPPN: “Los funcionarios y auxiliares de la policía tienen el deber de detener,
aún sin orden judicial:

1°) Al que intentare un delito de acción pública reprimido con pena privativa de
libertad, en el momento de disponerse a cometerlo.

4
Derecho procesal penal Nerea García

2°) Al que fugare, estando legalmente detenido.

3°) Excepcionalmente a la persona contra la cual hubiere indicios vehementes de


culpabilidad, y exista peligro inminente de fuga o de serio entorpecimiento de la investigación
y al solo efecto de conducirlo ante el juez competente de inmediato para que resuelva su
detención, y

4°) A quien sea sorprendido en flagrancia en la comisión de un delito de acción pública


reprimido con pena privativa de libertad.

Tratándose de un delito cuya acción dependa de instancia privada, inmediatamente


será informado quien pueda promoverla, y si éste no presentare la denuncia en el mismo acto,
el detenido será puesto en libertad”

Requisas

 Art 225 CPPP: “El Juez, a requerimiento del Agente Fiscal, ordenará la requisa de una
persona, mediante decreto fundado, siempre que haya motivos suficientes para
presumir que oculta, en su cuerpo, cosas relacionadas con un delito. Antes de proceder
a la medida se la invitará a exhibir el objeto de que se trate.
Las requisas se practicarán separadamente, respetando el pudor de las personas. Si se
hicieran sobre una mujer serán efectuadas por otra, salvo que ello importe demora en
perjuicio de la investigación.
La operación se hará constar en acta que firmará el requisado; si no la suscribiere se
indicará la causa.
La negativa de la persona que haya de ser objeto de la requisa, no obstará a su
realización, salvo que mediaren causas justificadas”

No se le exige urgencia.

La requisa puede ser llevada a cabo en el contexto de un allanamiento.

Una parte minoritaria de la doctrina y jurisprudencia entiende que al hablar de un


objeto que se encuentre entre el cuerpo o la ropa, la norma refiere a lo que el individuo
requisado lleve “pegado” a si mismo, por lo que no entraría en el supuesto, lo que pueda llevar
en una mochila o en el baúl del auto, por ejemplo. La parte mayoritaria, asume que todo
aquello respecto de lo cual el individuo tenga una “expectativa de intimidad”, tiene protección
constitucional, de allí que, siguiendo con el ejemplo anterior, tratándose de una requisa a la
mochila, o el baúl de un auto, para proceder deba requerirse cumplir con los requisitos que
dispone la normativa, o bien, que se cumplan con las circunstancias que justifican una requisa
sin orden judicial.

¿Requisa sin orden en la vía pública?

En las tareas de prevención, la policía puede requisar sin orden judicial. Al afecto se
requiere:

 Urgencia (no justifica por si misma a la requisa)


 Motivos suficientes (también llamados motivos previos) para sospechar que la persona
a quien se va a requisar (que circula por la vía pública), tiene entre su cuerpo o ropa,
un objeto relacionado con un delito. Es importante que los motivos suficientes sean
PREVIOS. La forma en la que se entendió a estos motivos fue cambiando conforme la

5
Derecho procesal penal Nerea García

jurisprudencia, ya que se trata de un análisis subjetivo por parte del juzgador que la
ordene.

Tengase en claro que cuando existe una orden reglada por autoridad competente, no
se exigen los motivos suficientes ya que se presupone que la requisa en cuestión esta
planificada para preservar la seguridad de la sociedad toda, por ejemplo, las requisas
efectuadas en los eventos futbolísticos. Uno puede negarse a que se la realicen, pero no podrá
ingresar al evento. Misma situación ocurre con los operativos estáticos de control vehicular.

Diferencia entre requisa y cacheo

Si no hay motivos suficientes y urgencia que ameriten una requisa, pero el individuo
tiene una actitud sospechosa, puede procederse a hacer un cacheo. Si en el mismo se advierte
un objeto que aparenta ser ilegal, se puede realizar una requisa. Esto ya que a partir de
advertir el objeto que se presume ilegal, nacen los motivos suficientes.

FALLOS
 Cabral
 Jofre
 Daray
 Fernández prieto
 Tumbeiro

Fallo Cabral

 Fecha: Buenos Aires, 14 de octubre de 1992.


 Vistos los autos: "Recurso de hecho deducido por Laura Vouilloud de Fassi -defensora
oficial de Agustín Cabral- en la causa Cabral, Agustín s/contrabando", para decidir sobre
su procedencia.

i. Situación anterior

Conforme las constancias de la causa, Cabral fue detenido por una comisión policial. El
procesado había descendido de un auto y estaba de pie junto con dos cajas que tenían
televisores o monitores de computación.

La policía lo identifico y le pregunto sobre su permanencia en el lugar, a lo que


respondió de forma evasiva y contradictoria, sin poder acreditar el origen de la mercancía que
tenía en su poder. Camino a la comisaria, Cabral habría manifestado espontáneamente a los
policías que esos equipos, junto con otros que poseía en un departamento en Capital, los
adquirió de una persona que los traía del puerto, y que, al momento de ser detenido, los iba a
vender.

Sobre la base de este dato, se requirió al juez interviniente la orden de allanamiento,


procediéndose al secuestro, en el departamento antes mencionado, de un visor de
computación.

La cámara de apelaciones en lo penal económico condeno a Agustín Cabral como autor


del delito de encubrimiento de contrabando a la pena de 10 meses de prisión, más la perdida
de concesiones, regímenes especiales, privilegios y prerrogativas de que gozare, así como
también, inhabilitaciones.

6
Derecho procesal penal Nerea García

Contra esta sentencia se dedujo RE, que fue denegado y se llegó por queja.

El RE plantea la violación a la garantía de defensa en juicio, toda vez que, según el art
316 del CPPN, la manifestación prestada por el procesado ante autoridad de prevención carece
de valor probatorio y no puede utilizarse en la causa. Siguiendo esta línea, el secuestro del
monitor sería un acto nulo. La orden, según la defensa, hizo valer una prueba que carece de
valor, violando así la garantía del art 18 CN.

ii. La corte entiende…

En primer lugar, el allanamiento en la casa del procesado no se originó en una


declaración policial de las que habla el art 316 del CPPN, sino de un dato aportado por Cabral
al personal que lo conducía hacia la comisaria.

La mera comunicación de ese dato, siempre que no sea producto de coacción, no es un


indicio que deba desecharse de la investigación criminal, de lo contrario, los funcionarios no
podrían investigar las pistas que surjan de esa comunicación.

Ya que en autos no se advierte que la manifestación de Cabral haya sido obtenida a


partir de coacción sobre dicho procesado, y el allanamiento fue ejecutado mediante orden de
juez competente, no hay violación de la garantía conforme la cual, deben desecharse pruebas
obtenidas con desconocimiento de garantías constitucionales.

iii. Se resuelve…

Por lo dicho, se desestima la queja.

Fallo Jofre

 Fecha: Buenos Aires, 24 de marzo de 1994.


 Vistos los autos: “recurso de hecho deducido por Ricardo G. Rongo, fiscal ante la
cámara nacional de apelaciones en lo criminal y correccional de la capital en la causa
Jofre, Hilda s/hurto reiterado” para decidir sobre su procedencia.

i. Situación anterior

Esta causa se inició a partir de la detención de la procesada junto con dos mujeres y un
hombre, en circunstancias donde entraban y salían reiteradas veces de negocios de venta de
ropa de la zona. Al no dar una respuesta satisfactoria sobre este comportamiento, fueron
conducidos a la comisaria para la averiguación de antecedentes.

Al llegar a esa dependencia, encontraron entre sus pertenencias, varias prendas de


vestir. En esta oportunidad, Jofre admitió ante el preventor el apoderamiento de dos polleras
de un comercio. Otra mujer admitió haber hurtado un pantalón.

Al prestar declaración indagatoria, Jofré confesó ser la única autora de los delitos
investigados.

El juez de primera instancia considero que el proceso estaba viciado de nulidad ya que
la pesquisa se había originado a partir de una confesión extrajudicial que carecía de valor
probatorio y no podía utilizarse en la causa (art 316 CPPN), por ello, decidió absolver a la
procesada por el delito de hurto reiterado.

7
Derecho procesal penal Nerea García

La cámara entendió exactamente igual que primera instancia y contra ello, el fiscal de
cámara interpuso RE que fue denegado y se llegó por queja.

El RE deducido por el fiscal invoca la violación de la garantía de defensa en juicio por


desconocimiento de prueba regularmente incorporada a la causa, idónea para acreditar la
materialidad de los hechos y responsabilidad penal de la acusada, sobre la base de argumentos
irrazonables.

ii. La corte entiende…

El remedio federal es formalmente admisible ya que los agravios del apelante remiten
al alcance de la garantía constitucional del debido proceso.

En el presente caso no se dan las particulares circunstancias que requieren la exclusión


de un medio de prueba por ser obtenido ilegítimamente, ya que los datos que le permitieron a
la policía individualizar a las víctimas fueron recabados sin coacción y como resultado de las
averiguaciones que les impone el art 184 del CPPN (cita precedente Cabral).

Dicho esto, la absolución dictada viola la garantía constitucional del debido proceso en
tanto se descalificó prueba conducente para la adecuada solución de la causa.

iii. Se resuelve…

Por lo dicho, se hace lugar a la queja, se declara procedente el RE y se revoca la


sentencia apelada.

Fallo Daray

 Tribunal: CSJN
 Fecha: 12 de diciembre de 1994

El proceso se inició con la detención de una persona que circulaba en un automóvil por
la ciudad de San Rafael, provincia de Mendoza. A pesar de presentar la documentación
correspondiente, el detenido fue trasladado a la sede de la policía. En la comisaría, declaró que
sus hijos poseían “vehículos de industria extranjera con patentes colocadas diplomáticas”.

Los funcionarios se dirigieron entonces al lugar señalado por el detenido. Luego de


ello, se comunicó la detención al juez de la causa solicitando la orden de allanamiento al lugar
donde se encontraban los automóviles.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación analizó, en primer lugar, la legitimidad de la


detención y llegó a la conclusión de que la policía federal “carecía de facultades legales para
detener en el caso al señor Garbín” (considerando 11º). A su vez, el voto de la mayoría
consideró que la “invitación” a concurrir a la dependencia policial fue en realidad una
verdadera detención. Asimismo, los dichos de Garbín que imputaban a sus hijos fueron
excluidos.

Finalmente, entendió con cita del precedente “Rayford” que la detención del Sr.
Garbín era ilegal por no emanar de autoridad competente en franca vulneración con el artículo
18 CN. En consecuencia, se decretó la nulidad de todo el procedimiento por encontrarse
viciado y no existir un cauce de investigación independiente.

Respecto de este último, la CSJN manifestó que debe ser concreto y NO hipotético
porque "no es suficiente para aceptar la presencia de un curso de prueba independiente, la

8
Derecho procesal penal Nerea García

sola conjetura acerca de la existencia de otras actividades de la autoridad de prevención que


hubieran llevado al mismo resultado probatorio. Por el contrario, se requiere que, en la causa,
haya constancia expresa acerca de dicha actividad independiente que habría llevado
inevitablemente al mismo resultado".

Fallo Fernández Prieto

 Fecha: Buenos Aires, 12 de noviembre de 1998.


 Vistos los autos: "Recurso de hecho deducido por Patricia A. G. Azzi (defensora oficial)
en la causa Fernández Prieto, Carlos Alberto y otro s/ infracción ley 23.737” para
decidir sobre su procedencia.

i. Hechos

En mayo de 1992 miembros del personal policial recurrían General Pueyrredón (MDQ),
y observaron un vehículo con tres sujetos de "actitud sospechosa", lo interceptaron e hicieron
descender a los ocupantes. Lo requisaron en presencia de testigos habiéndose hallado
"ladrillos" de marihuana picada en el interior del vehículo, un arma y proyectiles. Cuando el
procesado presto declaración indagatoria admitió que transportaba droga.

La cámara federal de apelaciones de Mar del Plata, condeno a Carlos prieto a la pena
de 5 años de prisión y multa de $3000, como autor del delito de transporte de sustancias
estupefacientes (admitiendo entonces la validez de la requisa del automóvil y la posterior
detención del acusado). Ante esto, la defensa dedujo RE cuya denegación originó esta queja.

La recurrente sostiene que la sentencia apelada vulnera el art. 18 de la CN, ya que los
indicios de culpabilidad que menciona la norma los cuales habilitan a las fuerzas policiales a
detener a una persona sin orden judicial, no se asimilan al “estado de sospecha” sino que
implica que deben existir actuaciones sumariales previas para efectuar la detención y requisa
sin orden.

A partir de esto, se invoca la teoría de los frutos del árbol envenenado, del dd
norteamericano, aceptada por esta corte en algunos casos.

ii. La corte entiende…

Los agravios de la apelante suscitan cuestión federal suficiente para la apertura de la


instancia extraordinaria (se debe dt el alcance de las garantías de debido proceso y la que
establece que nadie puede ser arrestado sino en virtud de orden escrita emanada de autoridad
competente).

En esta línea, el art 18 de la CN establece que la orden de arresto debe provenir de


autoridad competente y presupone una norma previa que establezca en qué casos y bajo qué
condiciones procede una privación de libertad. Este art es reglamentado por el art 4 del Código
procesal penal, aquel dispone el deber de los agentes de policía de detener a las personas que
estén cometiendo un delito frente a ellos y a aquellas contra quienes haya semiplena prueba
de culpabilidad, debiendo ponerlos de inmediato a disposición del juez competente.

Le corresponde a la corte dt si es legítima la medida cautelar sustentada en un estado


de sospecha. A tales efectos, se recuerda precedentes y doctrinas de la Suprema Corte de los
Estados Unidos, en donde se ha establecido la legitimidad de arrestos y requisas sin orden
judicial que no tuvieron por base la existencia de "causa probable" sino de "sospecha

9
Derecho procesal penal Nerea García

razonable". De allí que resulta legitima la detención y requisa bajo cualquiera de los supuestos,
solo que "sospecha razonable" es un estándar inferior del de "probable causa", por la calidad
de la información (es menos confiable).

Es destacable mencionar que, sobre todo, ha legitimado las detenciones y requisas sin
orden judicial cuando existen razones urgentes para corroborarlo. En esta materia,
corresponde mencionar la doctrina "excepción de los automotores", conforme la cual se
convalida la requisa de un automóvil sin orden judicial y la prueba obtenida de ese
procedimiento en el caso donde el oficial tenga causa probable (requisito excepcional), ya que
el vehículo puede salirse de la localidad donde el juez tiene competencia y la orden resultar
obsoleta. Distinto es el caso de la inspección de un negocio, residencia o similares, que
requiere una orden de allanamiento.

Para determinar si existe causa probable o "sospecha razonable" para inspecciones y


requisas, la corte suprema de EEUU estableció que se debe considerar la totalidad de las
circunstancias del caso.

Dicho esto, las circunstancias en que se desarrolló el acto impugnado hacen considera
legitima la requisa del automóvil y por consecuente, la respectiva detención de los ocupantes.
Esto ya que los funcionarios policiales estaban recorriendo el radio jurisdiccional en función de
prevención del delito e interceptaron un automóvil en actitud sospechosa de la presunta
comisión de un delito.

En fin, no hay irregularidades en el procedimiento. Los oficiales han gozado de razones


de urgencia para no demorar este procedimiento en la espera de la orden judicial de detención
ya que se trataba de un vehículo en circulación. No se halla probada ninguna vulneración al art
18 CN, de allí, que no se aplica la teoría de los frutos del árbol envenenado.

iii. Se resuelve…

Por lo dicho, se confirma la sentencia apelada.

Fallo Tumbeiro

 Fecha: Buenos Aires, 3 de octubre de 2002.


 Vistos los autos: "Tumbeiro, Carlos Alejandro s/ recurso extraordinario".

i. Hechos

El 15 de enero de 1998, en horas de la tarde, el personal policial identificó a Carlos


Tumbeiro, por tener una “actitud sospechosa” en la vía pública, porque su vestimenta era
inusual para la zona y por mostrarse evasivo ante la presencia del patrullero. Tumbeiro
acredito su identidad, pero como se mostraba nervioso, se lo condujo al interior del vehículo
policial a fin de establecer si registraba pedido de captura, lo que arrojó resultado negativo. En
la espera del informe, se detectó que, dentro del diario perteneciente al nombrado, que
estaba a su lado en el asiento, había una bolsita con una sustancia que resultó ser cocaína.
Ante este hallazgo, se convocó a testigos, se labró acta de estilo y se procedió a la detención.

La cámara nacional de casación penal considero que la interceptación de una persona


en la vía pública con fines identificatorios y su posterior alojamiento en un vehículo policial a la
espera de la recepción de los antecedentes que pudiera registrar, constituye una verdadera
detención que no encuadra en ninguno de los supuestos del artículo 284, inciso 31, del Código

10
Derecho procesal penal Nerea García

Procesal Penal, sin que pueda invocarse una hipótesis de flagrancia porque la verificación del
presunto delito fue posterior a esa detención. Asimismo, juzgó que el estado de nerviosismo
no era justificativo de la medida.

Por último, descartó la aplicación del artículo 11 de la ley 23.950, pues no mediaron las
condiciones que fija esa norma para la detención por averiguación de antecedentes.

Por lo dicho, dejó sin efecto la condena impuesta a Tumbeiro y lo absolvió por el delito
de tenencia de estupefacientes por el que había sido condenado.

Contra ese pronunciamiento, la Fiscalía interpuso RE, al considerar arbitraria la


interpretación de los artículos 284 y 285 del CPPN, a la luz de los hechos comprobados de la
causa, los cuales habilitaban la actuación del personal policial en virtud de la facultad que
reconoce el artículo 11 de la ley 23.950. El MPF pretende que se defina el alcance de las
garantías constitucionales que el aquo estimo ultrajadas.

El RE fue admitido.

ii. La corte entiende…

Corresponde determinar en primer lugar, si la mera actitud sospechosa o el


nerviosismo que exterioriza una persona en la vía pública ante la presencia de miembros de las
FF de seguridad, autoriza a averiguar, en el lugar, si registra pedido de captura aun cuando
pueda acreditar su identidad con la exhibición del documento respectivo; o si esa diligencia
afecta la garantía que consagra el artículo 18 de la CN frente al arresto arbitrario.

En segundo término, el planteo conduce a establecer la validez del secuestro del


material incriminante que llevaba esa persona, el cual fue encontrado entre sus pertenencias
mientras se establecía si registraba antecedentes.

El art. 18 de la CN, al establecer que la orden de arresto debe provenir de autoridad


competente, presupone una norma previa que establezca en qué casos y en qué condiciones
procede una privación de libertad. La citada norma es reglamentada por el art. 284 del CPPN,
al establecer el deber de los funcionarios y auxiliares de la policía de detener, aun sin orden
judicial, a las personas que se encuentren en los diversos presupuestos que dicha norma
establece. También es reglamentada por el inc. 1 art 5 del decreto- ley 333/58, modificado por
la ley 23.950, en cuanto faculta a los funcionarios policiales para proceder a la demora de las
personas por el tiempo mínimo necesario para establecer su identidad, cuando existan
circunstancias debidamente fundadas que hagan presumir que alguien hubiese cometido o
pudiere cometer algún hecho delictivo o contravencional y no acredite fehacientemente su
identidad.

A los efectos de determinar si resulta legítima la medida cautelar de prevención que


tuvo por sustento la existencia de un estado de sospecha sobre la verdadera conducta del
imputado, ha de examinarse aquel concepto a la luz de las circunstancias en que tuvo lugar su
interceptación. En este contexto, se recuera las pautas fijadas por la Suprema Corte de los
EEUU, tendientes a precisar los conceptos de "causa probable", "sospecha razonable",
"situaciones de urgencia" y la "totalidad de las circunstancias del caso".

Referido a la “causa probable”, el citado tribunal sostuvo lo siguiente: “cuando un


oficial de policía advierte una conducta extraña que razonablemente lo lleva a concluir, a la luz
de su experiencia, que se está preparando alguna actividad delictuosa y que las personas que

11
Derecho procesal penal Nerea García

tiene en frente pueden estar armadas y ser peligrosas, y en el curso de su investigación se


identifica como policía y formula preguntas razonables, tiene derecho para su propia
protección y la de los demás en la zona, a efectuar una revisación limitada de las ropas
externas de tales personas tratando de descubrir armas que podrían usarse para asaltarlo. Las
armas que se incauten pueden ser presentadas como prueba en contra de esas personas”

Conforme estas pautas, se advierte legítimo el trámite de identificación llevado a cabo


por los funcionarios policiales a la luz de las normas que regulan su accionar. Ello es así, toda
vez que éstos han sido comisionados para recorrer el radio de la jurisdicción en la específica
función de prevenir el delito y, en ese contexto, interceptaron al imputado en actitud
sospechosa, que fue ulteriormente corroborada con el hallazgo de estupefacientes, y
comunicaron de inmediato la detención al juez. No hay irregularidad alguna en el
procedimiento concluido, y el mismo responde a meras tareas de prevención del delito.

Por lo expuesto, no se advierte en el caso una violación a la doctrina del Tribunal según
la cual no es posible aprovechar las pruebas obtenidas con desconocimiento de garantías
constitucionales.

iii. Se resuelve…

Se declara procedente el recurso extraordinario y se revoca la sentencia apelada.


Vuelvan los autos al tribunal de origen a fin de que, por quien corresponda, se dicte un nuevo
pronunciamiento con arreglo a lo aquí dispuesto.

12

También podría gustarte