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- Lo siento Helga.
Al levantar la vista, Helga vio a la preciosa pelirroja que años atrás le había
jodido la vida, pero con la que ahora tenía un cierto “acuerdo” de
confidencialidad, y le tendía la mano.
Para el Lunes Helga estaba que se moría de nervios por ver a Lucas, al
parecer el chico había optado por darle su espacio y mantener la
comunicación al mínimo. ¿Qué podía hacer para mitigar sur nervios? Poner
nerviosos a los demás. Decidió que la solución era llegar como la perra que
esperaban que fuera, al menos en el exterior podría aparentar que no había
pasado nada muy importante en la fiesta. Tomo una falda negra, un top rojo
que hacía lucir un poco su ombligo, un saco largo de algodón que cubría sus
brazos y sus botas altas. Helga dio varias vueltas en el espejo comprobando
que mostraba la cantidad suficiente de piel.
Tomó las llaves del pequeño auto que le habían regalo al cumplir 16, casi no
lo usaba ya que le parecía tonto ir en auto a un lugar tan cercano, pero la
ocasión lo ameritaba. Cuando llegó al estacionamiento con la música en alto,
sonrió al sentir las miradas de sus compañeros, si estarían hablando de ella, al
menos dirían lo que quisiera.
Les dirigió una mirada curiosa, como tratando de decir “Hola idiotas”, estaba
subiendo las escaleras de la preparatoria cuando escucho una voz llamando.
- ¿Helga?
- Lucas.- parecía que los dioses querían que dejara de jugar y se enfrentara
a su destino. - ¿No tienes clases tan temprano?
- Lo sé, pero quería verte.- caminó hacia ella, ignorando que tenían público.
- Ok, ¿quieres hablar, ahora?- posó su mano en la piel desnuda del brazo de
Lucas, y sintió una pequeña descarga que la hizo retirarla inmediatamente.
- No.- sonrió.- Paso por ti a la salida.
- ¿No vas a entrar?
- Tengo cosas que planear. Nos vemos muñeca.
La asiática llegó a ellos con pequeños pasos, sin sospechar la tensión que
existía entre los tres. Llevaba un atuendo pulcro y elegante como
habitualmente lo hacía, pero parecía ligeramente nerviosa de estar junto a su
novio.
Para el fin del primer bloque estaba cansada de oír los “rumores”, necesitaba
saber que decían de ella y si tendría que romperle la cara a alguien.
Cuando el descanso llegó, Helga opto por esperar a Phoebe detrás de uno de
los muros de la escuela donde su amiga sabía que se ocultaba para fumar.
Estaba en eso cuando escuchó unos pasos.
- Primero hablaron del beso entre tú y Ángel, joder fue rarísimo. – volvió a
tomar el cigarro.- Pensamos que le ibas a arrancar la cara. Hay quienes
piensan que Ángel debería mandar al diablo a Arnold e intentarlo contigo.
- Asco.
- Se comenta que como el angelito se puso súper borracha, Arnold tuvo que
meterla en su habitación para “cuidarla”.
- Ok.- Helga no ocultó su evidente descontento ¿Para qué? Rhonda sabía
todo.
- Los rumores afirman que no han dormido juntos, todo indica que lo harán
en el campamento.
- Princesa solo quiero información de la fiesta.- comenzaba a fastidiarse, así
que volvió a quitarle el cigarro para tratar de calmar su ansiedad.
- Todos saben que tú y Lucas son novios.
- ¿Saben? Lo toman como un hecho…
- Helga, un consejo.- tomó lo poco que quedaba del cigarro.- No pierdas la
oportunidad de estar con alguien como Lucas, se muere por ti, y más de
una mataría por estar en tu lugar. No la cagues por ir tras un niño que
obviamente no sabe lo que quiere. Porque ¡diablos! Arnold no te quitaba
los ojos de encima, ¿Por qué crees que Ángel se puso como una cuba?
Estaba que moría de celos. Y no solo ella, el otro tonto parecía que en
cualquier momento atacaría a Lucas, pero a pesar de que esta alrededor
de ti como garrapata no termina con su novia. ¿Porque? tal vez por idiota o
sexo.
- Esa es demasiada información.
- Bueno tómala, analízala, pero no arruines algo que podría ser increíble.-
tiró la colilla en el suelo y la piso con su zapato fino.- Nos vemos querida.