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En resumen, los modelos tradicionales tienden a ser más predictivos y adecuados para proyectos
con requisitos estables, mientras que los modelos ágiles se centran en la adaptabilidad, la
colaboración y la entrega incremental, lo que los hace ideales para proyectos que requieren
flexibilidad y respuesta rápida a los cambios.
Cada uno tiene enfoques diferentes para la gestión de proyectos, la planificación, la ejecución
y la entrega de software. A continuación, se detallan cada uno de ellos:
Modelos Tradicionales:
Las fases del proyecto (requisitos, diseño, implementación, pruebas, despliegue) se llevan a
cabo en secuencia. Cada fase debe completarse antes de pasar a la siguiente.
2. Modelo en V:
Cada fase del desarrollo tiene una fase de prueba correspondiente. La validación y verificación
se realizan en paralelo con el desarrollo.
3. Modelo en Espiral:
Modelos Ágiles:
1. Scrum:
- Reuniones regulares como la planificación del sprint, la revisión del sprint y la reunión diaria
de seguimiento.
3. Kanban:
- Utiliza tableros Kanban con columnas que representan diferentes etapas del proceso.
- Adecuado para equipos que desean un enfoque más gradual para la mejora continua.