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SEMINARIO DE LA DIÓCESIS DE ATLACOMULCO A.

R
“LLAMADOS A CRISTIFICARSE EN OBEDIENCIA Y COMUNIÓN”
CURSO PROPEDÉUTICO
COMUNICACIÓN ORAL Y DIGITAL
Pbro. Carlos Erick Rodríguez Miranda Sem. José Alberto Crisóstomo Miguel

Actualmente, la actividad de los usuarios en internet deja una huella digital:


datos que van desde contenidos visitados o compartidos, clics y tiempo de
navegación, hasta información personal sensible.
El problema surge cuando hay una mala gestión de la privacidad digital y
estos datos son manejados de manera inadecuada por quienes los
administran, sin consentimiento de los usuarios. Incluso, pueden llegar a ser
vulnerados por terceras personas con otros fines.
La mayoría de los servicios de redes sociales y los programas o
“aplicaciones” de internet más comunes instaladas en nuestras
computadoras y teléfonos celulares no sirven solamente para comunicarnos
y consumir contenidos a través de internet.
El problema con esta decisión es que esa información es nuestra y es
privada, y como tal, no tiene razón de crearse y, menos aún, puesta a
disposición de desconocidos sin nuestro permiso, como ocurre siempre.
En esta era digital en que vivimos, en la cual no existe empresa que
desarrolle algún tipo de actividad comercial que no utilice internet como
medio de comunicación con sus clientes, miles de jóvenes profesionales
argentinos están siendo contratados y desarrollando su actividad laboral en
una economía en la cual la utilización de los datos privados de las personas
para fines publicitarios y de mercadeo constituye una actividad normal, tan
respetable como cualquier otra.
Las universidades, ofrecen hoy certificaciones en este tipo de actividades,
perdiendo así la oportunidad de fomentar en el estudiante una mirada
crítica sobre el tema y colocándose, en cambio, en el lugar opuesto, el de
garantes de la legitimidad de este tipo de prácticas.
Los jóvenes reciben el entrenamiento de la academia no para preservar los
derechos de todos, sino para avasallarlos; sin conocer las implicancias
profundas de su decisión, han elegido para sí llevar el fisgoneo digital a nivel
profesional a cambio de ser competitivos en un mercado laboral en el que,
quizá, tras años de trabajo duro, y no sin la ayuda de sus padres.
Finalmente, la privacidad como un derecho de las personas Sabemos que
las redes sociales son sumamente divertidas: encontrar a nuestros amigos
que hace tiempo no vemos o platicar con familiares que viven lejos. Internet
es una valiosa herramienta de comunicación, pero la comunicación entre
las personas no es el único objetivo de las redes sociales, lo es también la
publicidad, el derecho a la privacidad se deslumbro desde el momento en
el que surgió la inquietud por preservar la intimidad de las personas y la
conciencia por otorgarles esa facultad. Este derecho puede definirse como
aquel que los individuos poseen para separar aspectos de su vida íntima del
escrutinio público, por lo que, sin distinción, todos tenemos derecho a ella.

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