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Departamento de Montes

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la


Alimentación

EVALUACION DE LOS RECURSOS


FORESTALES MUNDIALES 2000

Evaluación de los productos forestales


no madereros en América Central
Gabriel Roberto Robles Valle
Kloeber Oliveira Barbosa
Róger Villalobos Soto

Proyecto Conservación para el Desarrollo Sostenible en América Central (Olafo)


Área de Manejo y Conservación de Bosques y Biodiversidad
Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE)
Turrialba, Costa Rica

Programa de Evaluación de los Recursos Documento de Trabajo 22


Forestales Roma, 2000
ii

El Programa de Evaluación de Recursos Forestales


Los bosques son indispensables para el bien de la humanidad. A través de sus funciones
ecológicas se constituyen en la base de la vida del Planeta Tierra regulando el clima y los
recursos hídricos y sirviendo de hábitat para las plantas y los animales. Los bosques también
proporcionan productos esenciales como madera, alimentos, forraje y medicinas, además de
oportunidades de recreo, renovación espiritual y otros servicios.

En la actualidad, los bosques sufren la presión de la expansión demográfica, que


frecuentemente conllevan a su conversión o degradación a estados insostenibles de uso de la
tierra. Cuando se pierden los bosques o se les degrada de forma irreparable, se pierde
también su capacidad como reguladores del medio ambiente, provocando un aumento de las
posibilidades de inundaciones y erosión, reduciendo la fertilidad del suelo y contribuyendo a la
pérdida de plantas y animales. De esta manera, el suministro de bienes y servicios del bosque
se ve en peligro.

La FAO, de conformidad con una instancia por parte de los Países Miembros y la comunidad
internacional, monitorea regularmente los recursos forestales del mundo a través de su
Programa de Evaluación de Recursos Forestales. El próximo informe, “Evaluación de los
Recursos Forestales Mundiales 2000 (FRA 2000)” examinará la situación de los bosques a
finales del milenio. El FRA 2000 incluirá información a nivel nacional basada en los datos de
los inventarios forestales existentes, investigaciones regionales del proceso de modificación
de la cubierta forestal y una cantidad de estudios mundiales concentrados en la interacción
entre las poblaciones y el bosque. El informe FRA 2000 será de dominio público y distribuido
por Internet en el año 2000.

El Programa de Evaluación de Recursos Forestales está organizado bajo la responsabilidad


de la Dirección de Recursos Forestales (FOR) que se encuentra en la Sede Central de la FAO,
en Roma. Las personas responsables del FRA 2000 son:

Robert Davis Coordinador del Programa FRA robert.davis@fao.org


Peter Holmgren Director del Proyecto FRA peter.holmgren@fao.org

o se puede utilizar la siguiente dirección de correo electrónico: fra@fao.org

La Serie de Documentos de Trabajo del Programa de Evaluación de los Recursos Forestales (FRA) ha sido
designada para reflejar las actividades y progresos del Programa FRA de la FAO. Los Documentos de Trabajo
no son fuentes autorizadas de información, no reflejan la posición oficial de la FAO y no deben ser usados para
propósitos oficiales. Favor referirse al sitio forestal de la FAO (www.fao.org/fo) para el acceso a información
oficial.

La Serie de Documentos de Trabajo del FRA provee un importante foro para la rápida entrega de antecedentes
preliminares del FRA 2000 necesarios para la validación y para facilitar el desarrollo de una base de
información oficial y de calidad controlada. Si los usuarios encuentran algún error en los Documentos o si
tuvieran algún comentario para mejorar su calidad, deberían contactar a Robert Davis o Peter Holmgren en
fra@fao.org

Nota: Las opiniones expresadas en este documento son las de los autores y no necesariamente
iii

reflejan la opinión de la FAO.

Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos
que contiene no implican, de parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación, juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus
autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites.
iv

PREPARACION DE ESTE ESTUDIO

Tras varias reuniones de expertos internacionales que culminaron con la consulta realizada en
Kotka (Finlandia), en 1996 se formularon las prioridades para la Evaluación de los Recursos
Forestales Mundiales para el año 2000 (FRA-2000). Después de esta reunión, la Organización
de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) elaboró un plan
estratégico que serviría como guía para la conceptualización del programa FRA-2000. Este
programa tiene como objetivo principal recabar información sobre el estado de los recursos
forestales en el mundo al año 2000, para poder evaluar los cambios sucedidos en los recursos
del bosque en los últimos dos decenios.

La FAO, como organización encargada de llevar adelante este programa, asignó al Area de
Manejo y Conservación de Bosques y Biodiversidad del Centro Agronómico Tropical de
Investigación y Enseñanza (CATIE), la ejecución del estudio especial correspondiente a “Los
bienes y servicios de los bosques en América Central”, denominado posteriormente
“Evaluación de los productos forestales no madereros en América Central”. Este estudio
especial se engloba dentro de los objetivos específicos del programa orientados a evaluar la
“Capacidad Económica de los Bosques” a través de los servicios y productos forestales no
madereros, como una forma más de evaluar el potencial y riqueza de los bosques.

El estudio comprendió una evaluación de los productos forestales no madereros de los


siguientes países: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.
La bibliografía y las personas contactadas en cada uno de estos países aparecen en los Anexos
correspondientes.

En cuanto a los servicios ambientales que prestan los bosques, el documento presenta
cuatro estudios de casos que permiten efectuar una valoración económica de servicios tales
como el secuestro de carbono, turismo, reciclaje de nutrientes, control de la erosión, recarga
de acuíferos y biodiversidad, entre otros, con el fin de evaluar la sostenibilidad de los sistemas
de manejo de este recurso.

Los autores de este estudio contaron con la valiosa colaboración de la Dra. Tania Ammour
y del Dr. Daniel Marmillod, ambos pertenecientes al Area de Manejo y Conservación de
Bosques y Biodiversidad del CATIE. La edición del documento estuvo a cargo de la
Licenciada Elizabeth Mora.

Los autores de este estudio y su grupo de colaboradores desean hacer un reconocimiento


especial al trabajo del Ing. Kloeber Oliveira, quien falleció trágicamente el día 7 de octubre de
1998, cuando participaba en su realización. La trayectoria académica y profesional de Kloeber
Oliveira refleja la excelencia y empeño que puso, en sus pocos años de vida, para forjarse
como agrónomo preocupado por el desarrollo y la conservación. Su desempeño en el campo,
en las aulas y en su profesión le valieron la confianza y el respeto de sus profesores, de los
profesionales y de los campesinos con quienes trabajó.
v

INDICE

INTRODUCCION ........................................................................................................ 1
ANTECEDENTES ................................................................................................... 1
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO............................................................................. 2
RESULTADOS ........................................................................................................ 3
LIMITACIONES EN LA RECOLECCION DE INFORMACION SOBRE
PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS................................................... 4
CALIDAD DE LA INFORMACION RECABADA....................................................... 4
LA DESVALORIZACION DE LOS PRODUCTOS FORESTALES NO
MADEREROS Y LA METODOLOGIA DE TRABAJO DEL CATIE .......................... 5
RECOMENDACIONES ........................................................................................... 6

BELICE ....................................................................................................................... 7
PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA................ 8
Látex o resina .................................................................................................... 8
Materiales de construcción .............................................................................. 9
Artesanías .......................................................................................................... 9
Plantas medicinales ........................................................................................ 10
Productos alimentarios................................................................................... 10
Frutos ............................................................................................................... 10
Fauna ................................................................................................................ 11
Ecoturismo ....................................................................................................... 12

COSTA RICA ............................................................................................................ 14


PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA.............. 14
Plantas medicinales ........................................................................................ 14
Productos alimentarios................................................................................... 16
Especias ........................................................................................................... 17
Artesanías ........................................................................................................ 17
Colorantes naturales ....................................................................................... 18
Materiales de construcción ............................................................................ 20
Plantas ornamentales...................................................................................... 21
Fauna ................................................................................................................ 21

EL SALVADOR ......................................................................................................... 25
PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA.............. 26
Plantas medicinales ........................................................................................ 26
Productos alimentarios................................................................................... 27
Látex o resina .................................................................................................. 29
Semillas ............................................................................................................ 30
Artesanías ........................................................................................................ 30
Fauna ................................................................................................................ 31

GUATEMALA............................................................................................................ 34
PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA.............. 35
vi

Plantas ornamentales...................................................................................... 35
Pinabete............................................................................................................ 36
Látex o resina .................................................................................................. 37
Especias ........................................................................................................... 38
Plantas medicinales ........................................................................................ 39
Poutpurrí........................................................................................................... 41

HONDURAS ............................................................................................................. 44
PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA.............. 45
Látex o resina .................................................................................................. 45
Plantas medicinales ........................................................................................ 45
Productos alimentarios................................................................................... 46
Artesanías ........................................................................................................ 47
Materiales de construcción ............................................................................ 48
Semillas ............................................................................................................ 48
Fauna ................................................................................................................ 49

NICARAGUA............................................................................................................. 51
PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA.............. 52
Artesanías ........................................................................................................ 52
Muebles de mimbre ......................................................................................... 54
Plantas medicinales ........................................................................................ 56
Productos alimentarios................................................................................... 57
Materiales de construcción ............................................................................ 58
Especias ........................................................................................................... 59
Fauna ................................................................................................................ 59

PANAMÁ................................................................................................................... 63
PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA.............. 63
Plantas medicinales ........................................................................................ 63
Productos alimentarios................................................................................... 66
Artesanías ........................................................................................................ 66
Colorantes naturales ....................................................................................... 67
Materiales de construcción ............................................................................ 67
Plantas ornamentales...................................................................................... 68

SERVICIOS AMBIENTALES..................................................................................... 71

ALMACENAMIENTO Y FIJACION DE CARBONO EN QUERCUS


COSTARICENSIS EN UN BOSQUE DE ALTURA DE LA CORDILLERA DE
TALAMANCA, COSTA RICA................................................................................. 71
Metodología ..................................................................................................... 72
Resultados y discusión................................................................................... 72
Conclusiones ................................................................................................... 74

CAPACIDAD Y RIESGOS DE ACTIVIDADES FORESTALES EN EL .................. 75


ALMACENAMIENTO DE CARBONO Y LA CONSERVACION DE LA
vii

BIODIVERSIDAD EN FINCAS PRIVADAS DEL AREA CENTRAL DE


COSTA RICA ........................................................................................................ 75
Metodología ..................................................................................................... 76
Resultados ....................................................................................................... 76
Conclusiones ................................................................................................... 78
Bibliografía....................................................................................................... 78

ESTUDIO EN EL BOSQUE LATIFOLIADO DEL PETEN, GUATEMALA.............. 78


Metodología ..................................................................................................... 79
Valoración física .............................................................................................. 79
Secuestro de carbono ..................................................................................... 80
Control de la erosión....................................................................................... 81
Reciclaje de nutrientes.................................................................................... 81
Biodiversidad ................................................................................................... 82
Valoración económica..................................................................................... 82
Conclusiones ................................................................................................... 83
Bibliografía....................................................................................................... 83

EVALUACION ECONOMICA DEL SERVICIO DE SUMIDERO DE CARBONO


EN DIFERENTES ECOSISTEMAS FORESTALES .............................................. 84
Metodología ..................................................................................................... 84
Cálculo del almacenamiento y fijación del carbono..................................... 84
Valoración de la fijación neta y del almacenamiento de carbono............... 85
Resultados ....................................................................................................... 85
Conclusiones ................................................................................................... 86
Bibliografía....................................................................................................... 87

ANEXO 1 .................................................................................................................. 88
BIBLIOGRAFÍAS ................................................................................................... 88
Introducción ..................................................................................................... 88
Belice ................................................................................................................ 88
Costa Rica ........................................................................................................ 89
El Salvador ....................................................................................................... 90
Guatemala ........................................................................................................ 90
Honduras .......................................................................................................... 91
Nicaragua ......................................................................................................... 91
Panamá ............................................................................................................. 92

ANEXO 2 .................................................................................................................. 93
PERSONAS QUE COOPERARON CON LAS EVALUACIONES NACIONALES.. 93
Belice ................................................................................................................ 93
El Salvador ....................................................................................................... 93
Guatemala ........................................................................................................ 94
Honduras .......................................................................................................... 95
Nicaragua ......................................................................................................... 96
Panamá ............................................................................................................. 96
1

INTRODUCCION

ANTECEDENTES

Los temas referentes a la conservación de los bosques y la biodiversidad han cobrado mucha
importancia, en gran medida, por el trabajo de diferentes organizaciones que a nivel local y
global promueven la discusión y crean la conciencia de que existe una imperiosa necesidad de
propender al desarrollo sostenible de las comunidades, basado en el aprovechamiento
sostenible y en el manejo de los recursos naturales, combinados con la conservación de la
biodiversidad.

Cada vez es más evidente que la sobrevivencia de los bosques como sistemas productivos
depende en gran medida de su potencialidad para ofrecer mayores ingresos en plazos más
cortos (Ocampo et al. 1997). Tal es así, que en la actualidad se busca valorizar y aprovechar
al máximo todos los beneficios económicos adicionales (bienes y servicios) que puede proveer
un bosque, en contraposición al tradicional aprovechamiento exclusivamente de la madera.
Los bienes provenientes de la flora y fauna son de gran importancia en la economía diaria de
las poblaciones locales, ya que son utilizados como materia prima para la elaboración de
alimentos y medicinas; proveen fibras para la confección de productos artesanales y para la
construcción de viviendas; y, además, muchos de ellos tienen gran potencialidad como base de
actividades comerciales (materias primas o productos terminados).

Esta variedad de recursos provenientes de especies nativas, de utilidad para las poblaciones
locales, que han sido o podrían ser comercializados a partir del aprovechamiento de sus
poblaciones naturales en el bosque o áreas naturales es lo que denominamos productos
forestales no madereros (designados de aquí en adelante con la abreviatura PFNM). Existen
varias definiciones para este concepto, las que básicamente se diferencian por la inclusión o no
de los servicios del bosque y de los productos originados en tejidos leñosos como el carbón y
la leña, así como por su origen.

En la consulta "Expert Consultation on Non-Wood Forest Products for Asia and the
Pacific" (Bangkok, Tailandia, 1991) se hizo referencia a “todos los productos renovables y
tangibles, diferentes a los productos madera, leña y carbón, derivados del bosque o cualquier
tierra de uso similar, así como de las plantas leñosas”. La reunión denominada "Regional
Consultation on Non-Wood Forest Products for Africa" (Arusha, Tanzania, 1993) abarcó
“todos los productos vegetales y de la fauna (diferentes a la madera) derivados de los
bosques y otras tierras con madera y árboles fuera de los bosques, excluidos la madera
industrial en rollo, la madera usada para energía y los productos hortícolas y de ganadería”.

En la “Consulta de expertos sobre productos forestales no madereros para América Latina


y el Caribe” (Santiago, Chile, 1994) se consideró que los “productos forestales no maderables
incluyen todos los bienes de origen biológico, así como los servicios, derivados del bosque o
cualquier tierra con uso similar y excluyen la madera en todas sus formas”. Esta definición
había sido sugerida por Chandrasekharan (1995) para la "Expert Consultation on Non-Wood
Forest Products", que tuvo lugar en Yogyakarta, Indonesia.
2

Recientemente, en una reunión de carácter interno realizada en la sede de FAO, en Roma,


en la que participaron varios Departamentos Técnicos para tratar de armonizar la terminología
usada dentro de la Organización, se acordó definir los PFNM como productos de origen
biológico diferentes a la madera que provienen de los bosques, otras tierras arboladas o de
los árboles fuera del bosque. Se excluyen los servicios de los bosques y todos los productos
madereros (incluso la leña, el carbón y la madera de pequeñas dimensiones para artesanías).

Según el enfoque del CATIE, se supone que el aprovechamiento de PFNM tiene un


carácter silvestre; es decir, que son productos cosechados a partir de poblaciones naturales,
aunque es frecuente que estas poblaciones se encuentren en áreas perturbadas por el hombre
con actividades como la extracción de madera o el establecimiento de plantaciones (Villalobos
y Ocampo 1997).

El bosque tropical americano es particularmente rico en PFNM, y la importancia que estos


tienen para las poblaciones ha sido ampliamente reconocida. También ha existido una
tendencia histórica a la ‘extracción’ de PFNM sin criterios de sostenibilidad, lo mismo que al
establecimiento de plantaciones en otras latitudes, en detrimento de la diversidad genética de
las especies de interés (Anderson y Jardim 1988, Domínguez y Gómez 1990, Padoch et al.
1985, Panayotou y Ashton 1992, Okafor 1991). Los PFNM han sido propuestos como
alternativa para el desarrollo de las poblaciones rurales, aunque la problemática legal, política,
económica y biológica inherente a ellos es compleja.

METODOLOGÍA DEL ESTUDIO

Los datos utilizados para la estimación de la cobertura boscosa se basan en la información que
la FAO ha publicado, que proviene de inventarios nacionales. Sobre esta información es
necesario realizar ajustes debido a variaciones en los años de inventario o en los sistemas de
clasificación. En el caso de estudios especiales, como este, se incluye nueva información que
no ha sido cuantificada, que se ha recopilado a través de informantes locales y expertos o de
metodologías desarrolladas para el caso.

El CATIE viene trabajando en el tema de PFNM en América Central desde 1989; sus
investigaciones se han orientado hacia el desarrollo de metodologías de manejo sostenible de
dichos productos en sistemas de manejo diversificado del bosque. Como parte de la
metodología de incorporación de los PFNM en dichos sistemas, se busca la información y se
realizan observaciones iniciales para poder desarrollar posteriormente las herramientas
necesarias para caracterizar las estructuras poblacionales de las distintas especies, estados de
desarrollo y capacidad productiva. En 1995 se realizó una consulta con el fin de determinar la
situación de los PFNM en Centroamérica y el Caribe. Para ello, se convocó a las
organizaciones representantes de cada uno de los sectores involucrados en el aprovechamiento
de PFNM (instituciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales y grupos de
base), las que prepararon un informe basado en un formulario desarrollado en el CATIE;
además, se discutió y analizó la problemática regional.

Estas actividades, desarrolladas a lo largo de diez años, hacen que el CATIE sea una de las
instituciones que más se ha involucrado con el desarrollo de PFNM; no solamente en la región
3

centroamericana sino en Latinoamérica. Es por ello que un técnico del proyecto Conservación
para el Desarrollo Sostenible en América Central (Olafo), de la Unidad de Manejo y
Conservación de la Biodiversidad del CATIE, participó en la Consulta de Expertos sobre
PFNM en Latinoamérica (FAO/USDA, Chile, 1994). Debido a la evidente experiencia del
CATIE en el tema, la FAO le encomendó la realización de este estudio especial para los países
de América Central (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, y
Panamá).

El estudio presupone la recolección de información cuantitativa y cualitativa de los


productos (área, tipo de bosque en donde se encuentra, especies y potencial productivo). La
información recopilada se basa en las categorías de productos no maderables desarrolladas por
el CATIE, que comprenden las siguientes especies de flora y fauna: productos alimentarios,
plantas medicinales, fibras, especias, materiales de construcción, colorantes, insecticidas, plantas
ornamentales, exudados (gomas, resinas, látex, taninos), aceites esenciales y forrajes.

Se consideraron los siguientes temas al momento de revisar y levantar la información


existente:

1. Lista de los PFNM más importantes, sus nombres científicos, locales y comerciales.
2. Importancia de los PFNM seleccionados.
3. Uso principal de cada PFNM (finalidad, parte usada).
4. Método de manejo en bosque natural y en plantaciones (extractivismo, manejo
ordenado, entre otros).
5. Métodos de cosecha.
6. Producción y consumo (local e internacional).
7. Valor económico del volumen comercializado local e internacionalmente (precios
diferenciados), ingreso bruto al país.
8. Acceso al producto y regulaciones (prohibiciones, vedas, permisos, y otros).
9. Tendencias del uso del producto e impacto (escaseando, estable, abundante).

RESULTADOS

El presente informe no pretende solamente mostrar los resultados obtenidos sino, al mismo
tiempo, realzar la problemática identificada durante el desarrollo del trabajo y recopilación de
información. Además, procura proponer algunas metodologías para la evaluación de PFNM no
maderables en el futuro, como parte integral e importante del inventario de recursos forestales.

Los bosques tropicales de Centroamérica son particularmente ricos en PFNM que han
servido como alternativas de desarrollo, base de actividades socioeconómicas y aún de la
economía regional en muchos sitios. Las autoridades científicas e instituciones internacionales
consideran dentro de sus políticas el brindar apoyo al desarrollo de los PFNM: se realizan
consultas a diferentes niveles sobre el tema; además, los programas regionales en forestería
social consideran de suma importancia el conocimiento existente y la incorporación de los
PFNM en el manejo del bosque. En general, estos productos constituyen una riqueza que ha
sido aprovechada desde hace mucho tiempo por los grupos humanos que habitan los bosques,
4

lo que constituye en la actualidad un elemento importante en la valorización de la


biodiversidad.

LIMITACIONES EN LA RECOLECCION DE INFORMACION SOBRE PRODUCTOS


FORESTALES NO MADEREROS

No cabe duda de la importancia que tienen los PFNM y del impulso que en muchos sitios se les
pretende dar; pero, al tratar de obtener información sobre estos recursos se constata la
existencia de un sinnúmero de problemas y limitaciones para poder obtenerla. Así por ejemplo:

1. Hay falta de claridad sobre cuál institución es la responsable del control de los PFNM,
de la regulación del aprovechamiento y de la conservación de los mismos.
2. Solamente se encuentra algún tipo de información cuantitativa sobre los PFNM que
son exportados.
3. En la mayoría de los casos, los PFNM utilizados responden a una economía informal
y de subsistencia, sobre la que se tiene escasa información, si es que alguna.
4. Las instituciones de gobierno ofrecen poco o ningún apoyo para el desarrollo de los
PFNM.
5. En general, se desconoce el estado de las poblaciones, aunque en muchos casos el
conocimiento popular describe una problemática de conservación.
6. En la mayoría de los casos no se da apoyo técnico ni capacitación para el manejo de
los PFNM.
7. Falta mucha información para facilitar el acceso a los mercados, por lo que los
intermediarios son los principales favorecidos.
8. En general, se constata una grave pérdida de las tradiciones y conocimientos
populares sobre los PFNM, por la falta de incentivos y el poco valor económico que
tienen.

CALIDAD DE LA INFORMACION RECABADA

En relación con los PFNM, existe mucha información sobre aquellos que tienen una tradición
de aprovechamiento, pero poca sobre los productos potenciales, de uso limitado, o de bajo
valor económico. En un estudio de esta índole, factores como el tiempo y los recursos
disponibles para buscar la información son de gran importancia; por otro lado, la falta de una
institución que centralice, procese y sistematice la información influye negativamente en la
calidad del informe que se presenta. Parte importante de los datos que se incluyen en este
informe responden al conocimiento de personas de las comunidades, o de técnicos que trabajan
o conocen dichas comunidades; o bien, forman parte del saber popular y de las tradiciones
comunales.

En el cuadro 1 se presenta la situación de los PFNM en Centroamérica, sobre la base de la


cantidad de información disponible, y no de la calidad de la misma.

Cuadro 1. Cantidad de información sobre PFNM recopilada para el estudio.


5

Belice Guatemala El Honduras Nicaragua Costa Panamá


Productos Salvador Rica
Plantas ++ +++ +++ ++ +++ +++ +++
medicinales
Plantas ND +++ ND ND ND +++ +
ornamentales
Exudados +++ +++ +++ +++ ND
Materiales de ++ ++ + +++ ++
construcción
Alimentarias ++ ND +++ ++ ++ ++ +
Artesanías ++ + ++ +++ +++ +++ +++
Especias ND +++ ND ND ND ND ND
Biocidas ND ND ND ND ND ND ND
Colorantes ND ND ND ND ND ++ +
Aceites ND ND ND ND ND ND ND
esenciales
Forrajes ND + ++ ND ND ND ND
Semillas ND ND ++ +++ ND ND ND
Fauna ++ ND + ++ +++ ++ ND
Otros + + ND ND ND + ND
+ poca
++ regular
+++ bastante
ND No disponible o no se tuvo acceso a ella

LA DESVALORIZACION DE LOS PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS


Y LA METODOLOGIA DE TRABAJO DEL CATIE

En la región centroamericana, ha tenido lugar un proceso de desvalorización de los PFNM,


que puede atribuirse a varias razones, por ejemplo: 1) al escaso interés de las instituciones
nacionales en apoyar iniciativas locales de aprovechamiento; 2) a la existencia de una población
humana establecida en la frontera agrícola, con patrones socioculturales que no incluyen el
aprovechamiento y la convivencia con los ecosistemas de la región tropical.

El mal manejo y la presión que se ejerce sobre los recursos del bosque conducen cada vez
más al desperdicio y aprovechamiento insostenible. Para resolver esta situación, bastante
preocupante, es necesario contar con criterios de manejo adecuados a la realidad
socioeconómica de las comunidades, que permitan la conservación y el aprovechamiento en
forma sostenible de los recursos.

La línea de trabajo desarrollada por el CATIE valora los PFNM en función de su


potencialidad para incorporarse en sistemas productivos que sean económica y ecológicamente
sostenibles. Estos sistemas se basan en el aprovechamiento de ecosistemas naturales en
conjunto con prácticas agropecuarias mejoradas. Para lograr esto, en el CATIE se analizan los
procesos inherentes al desarrollo de sistemas de aprovechamiento sostenible de especies
vegetales con productos no madereros; por ello, se ha desarrollado una metodología que forme
parte de los sistemas de manejo forestal diversificado, en favor del desarrollo rural y la
conservación de los ecosistemas. Este manejo diversificado del bosque se basa en elementos
técnicos desarrollados de la comprensión de la ecología de las especies, concebida y analizada
como parte del sistema productivo.
6

RECOMENDACIONES

Debe promoverse la participación efectiva de las organizaciones gubernamentales en la


planificación del manejo de los PFNM, con el apoyo de organizaciones no gubernamentales.
Es necesario propiciar el acercamiento de los distintos grupos involucrados en el
aprovechamiento y comercialización de PFNM.

Es necesario que con la colaboración de las instituciones de investigación, nacionales e


internacionales, se establezcan sistemas de información para estandarizar y ordenar la
información existente sobre los PFNM en cada uno de los países. Estos sistemas deben brindar
la información necesaria para planificar sistemas de aprovechamiento sostenibles de PFNM; al
mismo tiempo, deben identificar los vacíos de información y tratar de subsanarlos.

Es necesario implementar metodologías que permitan obtener información confiable de las


diferentes actividades ligadas con el aprovechamiento de los PFNM, y que permitan desarrollar
las estadísticas necesarias para la toma de decisiones sobre las políticas y/o proyectos
orientados al desarrollo de los PFNM.
7

BELICE

Belice es un pequeño país localizado en la costa caribeña del norte de Centroamérica; colinda
con México al norte y Guatemala al oeste y sur. La superficie total del país es de 22.963 km2,
aunque si se considera el límite territorial de 20 km sobre la costa, el territorio total cubre
aproximadamente 46.620 km2 (incluidas alrededor de 450 islas).

Con una población de 216.500 habitantes y una densidad de 10 habitantes por km2, Belice
es la menos poblada de las repúblicas centroamericanas, y una de las que tiene menor densidad
poblacional en el mundo. Este pequeño país posee fuentes de recursos naturales y culturales
de mucha importancia, como los extensos bosques tropicales, bastante bien conservados, con
una alta variedad de especies de flora y fauna. En su parte oeste, sudoeste y sur se ubica el
macizo montañoso denominado Montañas Mayas; la costa entera y la parte norte del país
corresponden a planicies bajas.

Tradicionalmente el territorio beliceño se ha dividido en nueve sistemas terrestres, cada


uno comprendido por una composición de topografía, suelo, vegetación y paisaje. Como parte
del planeamiento del Sistema de Áreas Protegidas de Belice, recientemente se empezó a
trabajar en una clasificación, que ha permitido reconocer e identificar 49 tipos distintos de
vegetación.

Cuadro 1. Uso de la tierra en Belice.

Tipo de vegetación Área (ha) Porcentaje


Bosque hoja latifoliado 1.372.500 63
Bosque hoja ancha abierto 46.900 2
Bosque de pino 36.000 2
Bosque de pino de sabana 63.700 3
Pinares de sabana 122.700 6
Bosque pantanoso/inundado 55.300 2
Bosque de manglar 52.300 12
Área sin cobertura boscosa 153.600 7
Tierras agrícolas/urbanas 232.300 11
Fuente: Hartshorn et al. 1984.

La actividad forestal fue la principal actividad económica en Belice por más de 300 años,
pero su importancia ha disminuido en los últimos 40 años debido al crecimiento de la actividad
agrícola, basada en productos para la exportación (caña de azúcar, cítricos, mango, papaya,
banano, cacao). A pesar de la importancia de la actividad forestal en el pasado, la extracción
maderera fue muy selectiva, es decir, se concentraba solamente en las especies con mejores
precios en el mercado (a razón de dos a tres árboles por acre); por eso, aproximadamente un
80 por ciento del territorio beliceño permanece aún con cobertura boscosa. La composición del
bosque es poco conocida debido a restricciones técnicas en el país, tales como información
inadecuada y falta de definición para los distintos tipos de vegetación. La información
disponible indica que un total de 734.300 ha corresponden a bosques nacionales, 829.300 ha a
bosques en manos privadas y aproximadamente 637.900 ha a reservas forestales. Del total
estimado de bosques clasificados, los bosques latifoliados representan el 63 por ciento
(1.372.500 ha).
8

Los bosques de Belice poseen una alta riqueza en biodiversidad, con aproximadamente 121
especies de mamíferos, 504 especies de aves, 107 especies de reptiles y 26 especies de anfibios.
A pesar de que la mayor contribución de los bosques a la economía ha sido la producción de
madera, también proveen una cantidad sustantival de productos, muchos de ellos vendidos en
los mercados nacionales y de exportación, con un importante efecto en la economía doméstica.

PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA

En Belice hay una gran variedad de PFNM provenientes de las diferentes áreas boscosas. A
continuación se presenta una descripción de los usos, métodos de aprovechamiento, valor
económico y aspectos legales relacionados con los productos PFNM más importantantes.

Látex o resina

Chicle

El producto forestal no maderero más importantes es el chicle proveniente del látex (savia) del
árbol de chicle o sapodilla (Manilkara zapota). Esta industria tuvo un auge considerable hace
unas décadas, luego decayó y parece que recientemente se está recobrando. El chicle se
cosecha durante la época de lluvias, generalmente desde julio hasta enero o febrero. El
producto obtenido del látex se exporta para la producción de goma de mascar; aunque se está
tratando de que se procese y utilice localmente en la fabricación artesanal de chicle para el
mercado del ecoturismo.

Cuadro 2. Cantidades de chicle exportadas por Belice y precios correspondientes

Año Cantidad (kg) $ EE.UU.


1990 43.636 n.d.
1995 28.440 65.000
1996 59.106 11.000
1997 8.077 25.000
1998 14.543 62.500
Fuente. Estadísticas del Ministerio de Desarrollo Económico. 1998

Según los informes, la densidad de árboles de chicle en los bosques de Belice y el Petén
(Guatemala) varía de 24 hasta 40 árboles/ha. No obstante, la producción está condicionada por
la cantidad de árboles que se pueden cosechar, según las regulaciones del Acta del Chicle
(1935)1 que determina que solamente se pueden cosechar árboles con un diámetro a la altura
del pecho mayor a 30 cm. Esta proporción de árboles cosechables puede comprender entre 35
y 50 por ciento de la población adulta. La producción promedio de un árbol productivo es de
aproximadamente 690 g en peso seco, pero puede llegar hasta más de 1 kg, con rotaciones de
5 a 7 años, para permitir la recuperación de los árboles productivos cosechados. Uno de los
factores que causan la disminución de la productividad es que regularmente los ‘chicleros’

1
El Acta del Chicle es una ley que regula la industria del chicle, muy importante de 1930 hasta casi 1960. Cuando declinó la industria a finales
de los años cincuenta fue revocada, pero dado el resurgimiento de la actividad ha vuelto a cobrar vigencia.
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regresan a un área productiva a los 2-3 años, y cosechan de nuevo los árboles que
aparentemente han retornado a la productividad, lo que no asegura su recuperación ecológica.
Un chiclero experimentado puede cosechar hasta 115 árboles en un período de diez semanas,
lo que representa una cosecha de 72 kg de chicle procesado.

Materiales de construcción

En Belice, como en muchos otros países, los bosque siguen siendo fuente de materiales de
construcción. Las palmas Sabal mexicana y botán o ‘bayleaf’ (Sabal mauritiiformis) se
cosechan ampliamente en todo el país, para hacer el techo de casas y ranchos. Las hojas de
botán tienen un precio superior al de las otras especies por ser más durables y manejables;
también el tallo de esta especie se utiliza como pilar de muelles y embarcaderos debido a su
resistencia a los organismos marinos y al agua salada, y para la fabricación de barreras de
protección en los ríos. El precio aproximado de cada tronco es de 35 $EE.UU. El meristemo
apical de la planta se consume como ‘palmito’.

Para asegurar las futuras cosechas de hojas de esta palma se deben dejar por lo menos dos
hojas en la planta. Se ha comunicado un corte promedio de cuatro hojas por año, pero no se
han determinado el tamaño de la planta, la intensidad de cosecha y los períodos de rotación
que favorezcan la continuidad de la actividad. La cosecha se puede realizar durante todo el
año, uno o dos días después de la luna llena según el conocimiento popular; si se cortan en
otro momento, las hojas tienden a degradarse significativamente más rápido. Un techo bien
construido con botán puede durar hasta nueve años. Una persona puede cosechar hasta 500
hojas por día, que se venden a 0,15 $EE.UU. cada una. Un techo de 7,3 x 5,5 m requiere
entre 3.500 y 3.800 hojas y cuesta aproximadamente 500 $EE.UU. En un estudio realizado
con 11 comunidades (1.166 viviendas y 5.383 habitantes) adyacentes a la Reserva Forestal del
Río Columbia (Campbell y Mitchel 1998), se estimó una demanda anual de hojas para techo de
33.500 $EE.UU. En las mismas comunidades, se colecta un bejuco llamado “ti-tie”
(Philodendron sp.) utilizado para asegurar los techos de palma. En promedio, se requieren 6
días/hombre para colectar la cantidad suficiente de bejuco para una casa, lo que equivale a
11.000 $EE.UU. para la población total como costo de colecta anual, un 76 por ciento de la
cual proviene del bosque.

En el sur de Belice se utiliza la palma de corozo ó cohune (Attalea cohune) para la


construcción de techos de casas y ranchos, debido a que la sobreexplotación de botán en esa
región parece haber agotado el recurso. Si bien últimamente la población parece preferir los
techos de zinc, por su durabilidad y porque dispone de dinero para comprarlo, la creciente
industria del ecoturismo sigue demandando este tipo de techos.

Artesanías

Entre las diferentes expresiones artesanales de Belice se destaca el trabajo de los artesanos con
temas de la naturaleza. Una de las actividades más importantes es la talla de madera caída. El
árbol de zericote (Cordia dodecandra) está protegido, por lo que no se puede utilizar como
madera, pero sí para la producción de artesanías, forma en la cual parece tener un importante
mercado. También se producen esculturas y platos con la madera de 'rosewood' (Dalbergia
stevensonii), caoba (Swietenia macrophylla), y santamaría (Calophyllum brasiliense).
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Otros artículos artesanales son los canastos de jippy-joppy (Carludovica palmata), hechos por
grupos organizados de mujeres que reciben apoyo de distintas organizaciones no
gubernamentales y del Ministerio de la Mujer. También se encuentran esculturas y joyería
hecha con semillas de cohune, lo mismo que una variedad de aretes confeccionados con
semillas de árboles del bosque.

Plantas medicinales

Belice fue centro de desarrollo de civilizaciones prehispánicas como la maya, grupo humano
que desarrolló importantes centros de aprendizaje de la medicina, en los cuales se trabajaba
con plantas medicinales para el cuidado de la salud. El uso tradicional de plantas medicinales
sigue siendo de mucha importancia en el país, donde la diversidad étnica y cultural de sus
pobladores (grupos mayas, de las Indias del Este, Jamaica, Cuba y otras islas del Caribe,
grupos criollos descendientes de esclavos, británicos, españoles, menonitas) se reflejan en las
prácticas de la medicina tradicional.

Arvigo y Balick (1998) identifican 100 plantas arraigadas y utilizadas en la medicina


tradicional de Belice, aunque indudablemente la lista de plantas medicinales utilizada es mucho
mayor. De esas 100 plantas, 47 se encuentran en algún tipo de bosque (aunque a veces también
en otros ecosistemas). Se han realizado muchas expediciones etnobotánicas en busca de
plantas que provean productos eficaces contra el cáncer y el sida. Se han investigado más de
2.000 plantas recolectadas, y parece que al menos 12 de ellas ofrecen productos promisorios
(a nivel de pruebas de laboratorio). Entre las plantas medicinales más populares se encuentran
las siguientes: corteza de bálsamo (Balsamina peruviana), Billy webb (Sweetenia
panamensis), colpachí (Crotton guatemalensis), contribo (Aristolochia trilobata), jackass
bitters (Neurolaena lobata), sorosí (Momordica charantia), periwinkle (Catharantus roseus),
gumbolimbo (Bursera simaruba), china root (Smilax spp.) y palo de hombre (Quassia amara).

De acuerdo con Campbell y Mitchel (1998), el 85 por ciento de los jefes de familia utilizan
plantas medicinales (64 por ciento de ellos colectan sus propias plantas); un 56 por ciento de
las plantas provienen de bosques o áreas de cultivo abandonadas hace tiempo (bosques
secundarios). Se estima un valor aproximado de 52.000 $EE.UU. por mes en plantas
medicinales para las once comunidades estudiadas.

Productos alimentarios

De la palma de corozo o cohune (A. cohune) se aprovechan los frutos y se extrae el meristemo
apical para consumirlo como palmito. El aceite de las semillas de corozo es ampliamente
utilizado en todo el país, aunque ha bajado su importancia debido a la introducción de aceites
de otras plantas. También se comercializa vino producido del tallo de esta palma.

Frutos

Durante 1998, se exportaron 36.363 kg de frutos de zapote (Pouteria sapota), los que fueron
extraídos de los bosques, dado que no existe ningún cultivo comercial de esta especie.

Según Campbell y Mitchel, el 93 por ciento de los hogares recogen y consumen frutas y
plantas silvestres (31 por ciento de los bosques). Se estimó que estas frutas y plantas
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representan el tercio de una comida; el costo diario de una comida se calculó en 6,00
$EE.UU. Extrapolado a las 11 comunidades, el valor monetario de las frutas y plantas
silvestres correspondería a 264. 000 $EE.UU. anuales aproximadamente.

Fauna

Muchas especies de animales son cazadas y su carne vendida en los mercados locales, tales
como el venado cola blanca (Odocoileus virginianus), el venado red brocket “antílope”
(Mazama americana), el paca ó “gibnut” (Agouti paca), el agouti (Dasyprocta punctata) (los
dos últimos se comercializan como gibnut); el pecarí de labios blancos o “wari” (Tayassu
pecari) el pecarí de collar (Tayassu tajacu) y el armadillo de nueve bandas (Dasypus
novemcinctus). Aunque no se encuentran en los mercados, el coatí (Nasua narica), los
mapaches (Procyon lotor) y las zarigüeyas (varias especies) se cazan para consumo familiar.
Entre los grupos garífunas, la carne de tapir (Tapirus bairdii) es bastante popular.

Entre las especies de aves, el tinamous (Tinamus major) es el preferido, aunque también
son muy populares la espátula rosada (Ajaia ajaja) justamente antes de emplumar. Otras aves
cazadas para alimento incluyen garzas (Tigrisoma spp.), garcetas (Bubulcus ibis), ibis blanco
(Eudocimus albus), patos (Dendrocygna sp.), águilas grandes del bosque (Spizastur sp. y
Spizaetus sp.), chachalacas (Ortalis cinereiceps), pava crestada (Penelope purpuracens),
pavón grande (Crax rubra), pavo ocelado (Meleagris ocellata), carrao (Aramus sp.), palomas
grandes (Columbina sp.), guacamaya roja (Ara macao), tucanes (Ramphastos spp.),
carpinteros de pico plata (Camphehilus guatemalensis) y carpintero lineado (Dryocopus
lineatus). Los loros grandes son comidos únicamente por los indígenas. También se
comercializa carne de tortugas de agua dulce; entre ellas, la hickety (Dermatermys mawii).
Las hembras grávidas de iguanas (Iguana iguana) son muy apreciadas como alimento, lo
mismo que la rana leopardo (Rana pipiens).

En el estudio de Campbell y Mitchel (1998) se estimó que de una muestra de 72 hogares,


el 100 por ciento comen carne silvestre, 89 por ciento de ellos compran carne silvestre, 57
por ciento van de cacería y 24 por ciento venden carne silvestre. La carne silvestre es
consumida en promedio 4,4 veces al mes, y en promedio un animal capturado puede alimentar
a 19,8 personas. Aproximadamente un 66% de los animales cazados proviene del bosque y el
precio promedio por kilo es de $EE.UU. 8,67 por kg.

Cuadro 3. Número estimado de animales cazados por año por especie en las
11 comunidades adyacentes a la Reserva Forestal del río Columbia.

Especie Porcentaje de captura Número estimado de


capturas por año
Gibnut (Agouti paca) 34 15.151
Pecari (Pecari tajacu) 25 10.973
Armadillo (Dassypus novemcinctus y 20 8.809
Cabassous centralis)
12

Venado (Odocoileus virginianus) 10 4.379


Pavón grande (Crax rubra) 3 1.409
Warri (Tayassu pecari) 3 1.309
Antílope (Mazama americana) 2 906
Otros 3 1.359
Total 81 44.295
Fuente: Campbell y Mitchel (1998)

Dentro de la legislación de Belice existe el Acta para la Protección de la Fauna (1982), que
determina ciertos lineamientos orientados hacia la protección de la fauna. Esta Ley provee
herramientas para el control de la cacería, a saber, determina las especies que se pueden cazar,
establece la obligatoriedad de obtener una licencia para cazar y prohibe la cacería de cualquier
animal inmaduro o hembra acompañada de su cría. Los permisos de cacería cubren las especies
de animales utilizadas por los beliceños. La Ley protege a las especies enumeradas en los
acuerdos de la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y
flora silvestres (CITES) y todas aquellas que por su condición necesitan protección local.

Cuadro 4. PFNM utilizados regularmente por los pobladores de las


11 comunidades adyacentes a la Reserva Forestal del Río
Columbia.

Categoría de PFNM Valor anual estimado ($EE.UU.)


Leña 71.000
Plantas y frutos comestibles 264.000
Plantas medicinales 52.000
Carne silvestre 650.000
Construcción 180.000
Total 1.217.000
Fuente: Campbell y Mitchel 1998

Ecoturismo

El turismo se ha venido incrementando desde 1985. Se estima que es la actividad que más
capital extranjero captura, y se espera que permanezca como el sector económico más viable,
en términos de captación de divisas, empleo y oportunidades para los empresarios. El turismo
en Belice se puede considerar como una actividad económica primaria, similar a la pesca,
agricultura o extracción minera. Sin embargo, estas actividades extraen los recursos naturales,
mientras que el ecoturismo involucra la utilización renovable de los mismos. La industria
beliceña del turismo se basa en el buen estado de los recursos naturales, en la conservación de
la cobertura boscosa en casi un 80 por ciento del país y en los atractivos culturales. Para 1994,
el Consejo de Turismo de Belice estimó una entrada de 71,9 millones de $EE.UU. generados
por el turismo, lo que significa la cuarta parte de cada dólar que el país percibe en capital
extranjero por sus actividades. Las áreas protegidas constituyen actualmente más del 36 por
ciento del territorio, e incluyen 38 reservas: 17 reservas forestales, 4 reservas privadas, y las
demás son parques nacionales, monumentos culturales, santuarios para animales silvestres,
reservas marinas y reservas arqueológicas.
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BELICE

Producto Recurso Valor económico


PFNM Importancia Nombre Especies clave Parte Sistema de Fuente Utilización Cantidad, valor Observaciones Fuente
comercial usada producción (expresado en $EE.UU.)
Plantas y productos de origen vegetal
Exudado ! Chicle Manilkara zapota Látex BN B N, I 14.543 kg/año; $.62.500 Ministerio de
(1998); 8.077 kg/año, Desarrollo
$25.000 (1997) Económico
Productos ! Zapote Pouteria zapote Fruto BN B N, I 36.363 kg/año 1998 Comunicación
alimentarios (sapodilla) personal Franz
Smith
Importancia: - utilización no documentada; + utilización documentada; ! planta/especie muy importante a escala nacional
Sistema de producción: BN - bosque natural u otra área forestal; P - plantaciones; O - Otro (árboles fuera del bosque, SAF, huertos caseros,… )
Fuente: B - bosque; C - cultivado
Utilización: N - nacional; I – internacional
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COSTA RICA

Costa Rica posee una extensión de 51.133 km2; está situada en la región tropical y posee una
alta diversidad de climas y fisiografías, que han dado lugar a 12 distintas zonas de vida. En
1992, Costa Rica poseía 1.326.600 ha de bosques primarios (26 por ciento del territorio
nacional), 893.325 ha (17,5 por ciento) de las cuales se encuentran en áreas protegidas y
423.370 ha (8,5 por ciento) en áreas de amortiguamiento y bosques productivos primarios. El
4,4 por ciento restante (229.579 ha) corresponde a bosques secundarios y plantaciones. En
1990, la tasa de deforestación anual era de 3,4 por ciento (entre 10.000 y 15.000 ha/año).
Debido a la introducción de incentivos forestales, de conservación del bosque y pago de
servicios ambientales, la deforestación ha disminuido; hasta 1995 se habían reforestado cerca
de 140.000 ha. En cuanto a la conservación de ecosistemas, se ha producido un incremento en
las áreas protegidas; cerca del 25,8 por ciento del territorio nacional está cubierto por el
Sistema Nacional de Areas Protegidas, que tiene como objetivo la conservación de la
biodiversidad y el fomento del desarrollo sostenible.

Los PFNM han tenido una participación significativa en la economía nacional y juegan un
papel importante para la población rural de Costa Rica. Durante la colonia, algunos PFNM
fueron explotados en forma comercial: la zarzaparrilla (Smilax spp.), la vainilla (Vanilla sp.), el
hule (Castilla elástica), la chidra ó semko (Carludovica palmata), el añil (Indigofera sp.), y
los bálsamos y resinas. Durante el siglo XX continuó la explotación de los PFNM, lo que
aumentó la presión por su uso. La ipecacuana o raicilla (Cephaelis ipecacuanha) fue en un
principio aprovechada a partir del extractivismo, pero se domesticó en forma empírica
posteriormente. En la actualidad, esta especie es el PFNM más importante en términos económicos
para el país.

PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA

El conocimiento tradicional que sobre el aprovechamiento de los PFNM poseen las comunidades
indígenas y campesinas no ha sido valorado adecuadamente ni tampoco ha sido promovido
debidamente por las instituciones pertinentes. Esto, aunado a otra serie de factores, tales como el
deterioro cultural y la desaparición del bosque, se ha transformado en el mayor obstáculo para el
aprovechamiento sostenible de estos recursos.

Como sucede en el resto de los países de la región centroamericana, en Costa Rica hay
poca información sobre las estadísticas de producción y su impacto en la economía; y si existe,
no está sistematizada o se encuentra fragmentada.

Plantas medicinales

El conocimiento y uso de plantas medicinales en Costa Rica proviene de tres grupos humanos:
el grupo indígena, el grupo caucásico y el afrocostarricense, que a través del tiempo han
conformado una rica y variada medicina tradicional. En el país se usan aproximadamente 500
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plantas medicinales provenientes de diferentes regiones. No obstante, pareciera que tal uso ha
venido decreciendo a partir de los años cincuenta por razones de índole económica y social.

Como materia prima para elaborar fitofármacos se emplean cortezas, raíces, madera, hojas,
flores y semillas. En Costa Rica se comercializan 133 plantas medicinales, el 82 por ciento de
las cuales son producidas localmente (extracción o cultivo), con una producción de 170 t de
materia prima. El 53 por ciento de las plantas comercializadas son especies nativas, algunas de
ellas cultivadas, como juanilama (Lippia alba) y saragundí (Senna reticulata). También se han
establecido cultivos exóticos, como la sábila (Aloe vera) para la industria internacional de
cosméticos. A través de la historia, especies nativas como la zarzaparrilla (Smilax spp.) y la
ipecacuana (Cephaelis ipecacuanha), o introducidas como la quina han tenido mucha
importancia económica.

Cuadro 1. Principales plantas medicinales silvestres comercializadas o


transformadas para el mercado nacional.

Nombre Nombre Familia Uso Volumen Valor dólar


común científico total (kg) EE.UU.
Hojas de sen Caesalpinia Caesalpiniaceae Purgante, estreñimiento 16. 457 119.743
pulcherrima
Zarzaparrilla Smilax spp. Smilacaceae Anticonceptivo, 7.336 21.898
depurativo, fortificante,
antirreumático, bebidas
gaseosas
Cuculmeca Smilax spp. Smilacaceae Anemia, purifica la 7.282 20.378
sangre, antirreumático,
afecciones digestivas,
antisifilítica
Ciprés Cupressus Cupressidae Pelo 4.782 6.245
lusitanica
Cola de Equisetum Equisetaceae Riñones 3.159 8.251
caballo bogotense
Chiquizá Leomurus Lamiaceae 2.426 4.978
sibiricus
Hombre Quassia Simaroubaceae Presión, azúcar en la 2.298 16.291
grande amara sangre
Quina Ocotea Lauraceae Gastritis, caída del pelo 2.050 1.713
veraguensis
Saragundí Senna Leguminosae Artritis, reumatismo 1.853 6.914
reticulata
Roble Quercus sp. Fagaceae Circulación, caída del 1.694 4.424
pelo
Jinocuabe Bursera Burseraceae Ulcera, gastritis 1.288 3.123
simaruba
Calzoncillo Passiflora Passifloraceae Riñones 1.239 3.698
biflora
Diente de Taraxacum Asteraceae Diabetes 1.200 2.820
león officinalis
Total 53.064 220.476
Fuente: Ammour, T.; Ocampo, R.; Robles, G. 1994

Según un estudio que pretendía caracterizar los sectores asociados a la producción,


comercialización y transformación de plantas medicinales en Costa Rica (Ammour et al 1994), en
16

los sectores consultados se transforman y/o comercializan 167.371 kg de plantas medicinales. De


éstas, el 35 por ciento (57.907 kg) provienen de la recolección de especies silvestres en hábitats
naturales. Esas se comercializan como material fresco, material deshidratado (entero o picado) y en
menor escala, como productos de mayor elaboración, tales como pomadas, extractos
hidroalcohólicos, cápsulas y otros.

Tradicionalmente, las plantas medicinales se expenden en los mercados municipales, donde han
aumentado los puestos en número y variedad. En las ferias de agricultores también se puede
conseguir plantas vivas y material fresco. Las personas de menores ingresos compran en ventas
ambulantes, en sitios aledaños a edificios públicos, en donde se consiguen rollos de material fresco a
precios que oscilan entre 0,10 y 0,30 $EE.UU. por rollo. También existen las llamadas tiendas
botánicas o de biosalud, donde se venden materia prima y productos transformados.

La industria de tisanas utiliza los mayores volúmenes de materia prima (134.000 kg),
provenientes de plantas silvestres o cultivadas. Esta industria produce para el consumo local y para
la exportación.

Costa Rica exporta ipecacuana (Cephaelis ipecacuanha), quina (Ocotea veraguensis),


zarzaparrilla (Smilax spp.) y sábila (Aloe vera); los tres primeros como materia prima y el último
como extracto. En 1992, el mercado mundial de ipecacuana no sobrepasaba las 100 t de raíz
deshidratada, de las cuales Costa Rica cubría el 40 por ciento. En ese mismo año, se exportaron
13,6 t de productos para perfumería, cosméticos, aguas destiladas aromáticas y soluciones acuosas
de aceites esenciales y medicinales y 18,2 t de mezclas de plantas medicinales para perfumería.

Cuadro 2. Volúmenes de exportación de ipecacuana.

Año Volumen (kg) Valor FOB (dólar


EE.UU.)
1992 89.972 4.229.875
1993 113.245 4.901.826
1994 42.248 1.956.298
1995 61.511 2.936.094
1996 188.515 9.717.150
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Costa Rica

Productos alimentarios

En esta categoría, se consumen productos como frutas, verduras, nueces, bebidas y carnes (u otros
subproductos de origen animal). Los principales consumidores son los grupos étnicos nativos, que
constituyen el 1 por ciento de la población nacional (aproximadamente 25.000 personas). Los
campesinos mestizos también aprovechan productos como el palmito de algunas palmas, tanto para
consumo como para la venta. Esta actividad se realiza principalmente durante la Semana Santa y
representa un ingreso adicional para las familias. El pejibaye (Bactris gasipaes) es un recurso no
maderable domesticado para cosechar el palmito y los frutos, por lo que constituye una importante
alternativa para la agricultura del país.
De la palma de coyol (Acrocomia vinifera) se obtiene un vino bastante apetecido, para cuya
elaboración se debe cortar el tallo y hacer un hoyo en el tocón, donde se acumula el líquido. Este
sistema de explotación ha hecho que las poblaciones de esta palma estén siendo seriamente
diezmadas en la región del Pacífico.
17

Durante la primera mitad del presente siglo se aprovecharon las semillas del corozo (Elaeis
oleifera) para la producción de aceite. No obstante, el corozo ha sido sustituido por la palma
africana (Elaeis guinensis), que se cultiva en plantaciones en el Pacífico sur.

Los grupos indígenas complementan sus dieta con diferentes partes de plantas silvestres que
consumen en el mismo sitio, o bien cocinadas o asadas en sus viviendas. Los cabécares consumen
inflorescencias de see (Carludovica palmata), kooboo (Chamaedorea tepejilote) y buuchok
(Cyclanthus bipartitus); también el meristemo de uka (Gynerium sagittatum), po (Heliconia
mariae), kiskut (Iriartea gigantea) y baba (Phytolacca sp.); la planta entera de shotoro (Pleurotus
sp.), frutos de maa (Renealmia aromatica) y de snkoo (Rheedia sp.).

En la región nor-occidental del país, conocida como “chorotega”, los bosques secos tropicales
ofrecen al menos 19 especies de plantas alimentarias, algunas de ellas de importancia
comercial,como los frutos de anono (Annona reticulata), nance (Byrsonima crassifolia), pitaya
(Hylocereus costaricensis), guapinol (Hymenaea courbaril), guabo (Inga sp.), capulín (Muntingia
calabura) y jocote (Spondias purpurea); además, semillas de ojoche (Brosimum alicastrum) y de
jícaro (Crescentia alata).

Especias

Costa Rica no cuenta con gran variedad de especias nativas, pero se han explotado algunas en
sistemas agrícolas, como la vainilla en bosques secundarios. La jamaica (Pimienta guatemalensis),
si bien es una especia nativa de importancia económica presente en regiones boscosas de la
Cordillera de Guanacaste, no ha sido explotada por lo reducido de las poblaciones. En su lugar se
ha plantado material introducido.

El orégano (Lippia sp.) se cosecha silvestre, en bajos volúmenes, en regiones perturbadas del
Pacífico Seco y se cultiva en otras regiones del país. El culantro coyote (Eryngium foetidum),
inicialmente cosechado de plantas silvestres, se cultiva en áreas pequeñas para el mercado nacional,
donde compite con el culantro (Coriandrum sativum).

Artesanías

Las artesanías representan en la actualidad no sólo un elemento importante en la actividad cotidiana,


sino también en la economía. Los productos de especies vegetales empleados en artesanía son
principalmente fibras duras y suaves extraídas de los bosques. Dependiendo del órgano utilizado
como fuente de fibra, así es la presión a la que se somete el recurso. Actualmente, la mayor parte de
la materia prima que se emplea con el nombre genérico de mimbre corresponde a especies de la
familia Araceae, provenientes de las reservas indígenas o áreas protegidas; entre ellas, el bejuco del
hombre (Heteropsis oblongifolia) y el de la mujer (Philodendron rigidifolium).

Entre las artesanías más comunes están: las bolsas de mecate, hechas con hilos de pita
(Aechmea magdalenae) y de burío (Heliocarpus sp.) para el transporte de alimentos y animales
menores; las cobijas de corteza de mastate (Brosimum utile) y de burío, para amortiguar la
superficie áspera de las camas; las chácaras (bolsos) de penca (Agave sp.) y de guarumo (Cecropia
sp.), hamacas y chácaras de majagua (Hampea appendiculata) o de burío; javas (canastos) de gran
tamaño para el transporte de productos agrícolas. En la confección de estos productos se utilizan
18

lianas de gran diámetro de la familia Bignonaceae; los bejucos de canasta son extraídos de regiones
bajas tropicales o templadas del Valle Central. Las comunidades indígenas utilizan otras plantas en
la elaboración de productos artesanales, como la estococa (Carludovica drudrei), recurso de
importancia para los artesanos de la comunidad indígena de Quitirrisí, en la provincia de San José,
con la cual elaboran canastos, sombreros y otros objetos.

A nivel local, el aprovechamiento y fabricación de productos artesanales no siempre tiene un


sentido comercial, pues en general se trata de enseres de uso doméstico. No obstante, la producción
que se comercializa representa un aporte significativo para la economía familiar.

En 1994 se realizó un diagnóstico de la artesanía en cuatro comunidades indígenas de la región


de Baja Talamanca, con el objetivo de conocer el estado de la actividad artesanal, y los recursos y
procedimientos empleados.

En la provincia de Guanacaste es muy importante la producción de artesanías para la venta


local, así como en los comercios de artesanías en San José y otros sitios del país. Entre las especies
vegetales más usadas para la fabricación de bisuterías están las semillas de cornizuelo (Acacia
collinsii), carao (Cassia grandis), guanacaste (Enterolobium cyclocarpum), cenízaro (Samanea
saman) y tempisque (Syderoxylon capiri), y el fruto de jícaro (Crescentia alata) con el que se
confeccionan labrados.

Colorantes naturales

Los artesanos indígenas emplean colorantes vegetales para dar acabados muy llamativos y vistosos
a sus objetos. Los indígenas Bribri de Talamanca utilizan hojas de azul de mata (Justicia tinctorea),
ojo de buey (Mucuna andreana), dkolki (Arrabidea chica), corteza de canfín (Tetragastris
panamensis), semillas de suita (Geonoma congesta) y frutos de achiote (Bixa orellana). Estos
últimos también los usan para pintar sus cuerpos en ceremonias religiosas. Para la fijación de los
tintes utilizan mordientes, como la cáscara del árbol de mayo (Vochysia hondurensis), el alumbre y
el caraño (Trattinickia aspera). La tradición de teñir y pintar se ha ido debilitando, entre otras
causas, por el uso de productos sintéticos; esto ha provocado también la pérdida de algunas
especies y de técnicas de tinción. En los bosques secos tropicales se ha extraído en forma
descontrolada el nance (Byrsonima crassifolia) y la mora (Maclura tinctoria), hasta el punto que el
Ministerio del Ambiente y Energía de Costa Rica (MINAE) ha intervenido para controlar su
explotación, debido al riesgo de extinción de estos recursos.
19

Cuadro 3. Principales recursos silvestres utilizados para la fabricación de artesanías por


los grupos indígenas de Baja Talamanca.

Nombre Nombre Habitat Parte Artesanía Kékoldi Uátsi Yorkín Bribri


común científico utilizada confeccionada
Bejuco del Heteropsis Bosque Liana Cestería, X X X X
hombre oblongifolia sombreros, otros
Bejuco Thoratocarpus Bosque Liana Cestería, jabas X X X X
real “Acla” bissectus
Bejuco Pachytera Bosque, Liana Canastas X X X
ajo, ajillo, standleyi tacotal grandes, jabas
cebolla
Bejuco de Philodendron Bosque Liana Amarrar hojas X
la mujer rigidifolium de techos
Bejuco Cydista Bosque, Liana Jabas X X X
cucharilla diversifolia tacotal
Majagua Hampea Tacotal Corteza Chácaras, X X X X
apendiculata hamacas
Pita Aechmea Bosque, Hojas Chácaras X X X X
magdalenae jardín
Penca Agave Huerto Hojas Hamacas X X
americana casero
Mastate Brosimum utile Bosque, Corteza Cobijas, X X X X
tacotal agarraderas
Pejibaye Bactris Siembra Tallo Arcos y flechas X X X
gasipaes
Caña Gynerium Orilla del Berolis Flechas X X X
brava sagittatum río
Jira Socratea Bosque Corteza Flechas X
durissima
Jícaros Crescentia Siembra Frutos Guacales X X
cujete tallados
Abacá Musa textiles Siembra Tallos Chácaras X X X
tacotal
Semko Carludovica Fincas, Hojas, Canastas, X X
palmata orillas de tallos sombreros
río
Guarumo Cecropia sp. Tacotal Corteza Chácaras X X X X
Balso Ochroma Tacotal Madera Tambores X X X
piramidale
Cedro Cedrela Tacotal Madera Tambores X
odorata
Demara Bactris sp. Bosque Tallos Arcos y flechas X
Boa Boa constrictor Bosque Piel Tambores X
Iguana Iguana iguana Bosque, Pieles Tambores X X
zoocriade
ro
Martilla Potos flavus Bosque Piel Tambores X
Nutria Lutra Bosque Piel Tambores X
longicausis
Fuente: Ling y Flores 1994.

Cuadro 4. Principales plantas silvestres utilizadas para la obtención de colorantes


naturales por los grupos indígenas de Baja Talamanca.
20

Nombre Nombre Habitat Parte Producto Kéköldi Uátsi Yorkín Bribri


común científico utilizada
Ská Arrabidaea Bosque, Hojas Colorante X X X X
chica tacotal
Yuquilla Curcuma Bosque Rizoma Colorante X X
longa
Jira Socratea Bosque Corteza Flechas X
durissima
Achiote Bixa orellana Siembra Semilla Colorante X X X X
Gavilana Neurolaena Rastrojo Hojas Colorante X
lobata
Jusk Justicia Siembra, Hojas Colorante X X
tinctoria tacotal
Ojo de Mucuna sp. Bosque Hojas Colorante X X X X
buey
Teca Tectona Huerto Hojas Colorante X
grandis casero tiernas
Canfín Tetragastris Bosque Corteza Colorante X X
panamensis
Suita Gonoma Bosque Semillas Colorante X
congesta
Fuente: Ling y Flores 1994.

Materiales de construcción

Los materiales de construcción utilizados por las comunidades (principalmente las indígenas) se
extraen generalmente de los bosques, y son de mucha importancia para la fabricación de techos,
paredes y pisos de viviendas tradicionales. De los bosques sale más del 90 por ciento de los
productos utilizados en la construcción de viviendas indígenas; un 86 por ciento de ellos
corresponden a productos no madereros.

Asimismo, para la construcción de complejos turísticos en las regiones bajas tropicales se


emplean recursos del bosque, por la frescura y atractivo de este tipo de arquitectura. Esto ha
provocado una mayor presión sobre recursos, como las hojas de palmas para la construcción de
techos; por ende, el valor comercial del producto ha aumentado. Por ejemplo, en 1990, las hojas de
uko (Geonoma congesta), la especie de mayor preferencia para hacer techos, por su durabilidad
(tres a cuatro años), se cotizaban en 7 $EE.UU. el bulto de 30 kg, mientras que actualmente se
venden por unidad. También se utilizan en la construcción de techos dos especies de suita: el
sékmako (Geonoma cueata) y el doko (Asterogyne martiana). Las hojas de palma se tejen sobre un
soporte de uka (Gynerium saggittatum) y se amarran con el bejuco kocha (Heteropsis
oblongifolia). Las hojas de ju (Astrocaryum alatum) son de menor calidad, pero los cabécares las
usan regularmente por su mayor disponibilidad.

En la construcción de pisos y paredes se utiliza chonta ó kuk (Iriartea gigantea) y estípites de


jira ó alí (Socratea durissima), de color negro y gran dureza; estas características han hecho que la
especie sea considerada para la producción de parquet.

Los postes vivos son un producto bastante comercializado a nivel del productor para la
construcción de cercas. En la zona del bosque seco tropical, las especies más importantes, por su
calidad son el pochote (Bombacopsis quinata), el jiñote (Bursera simaruba), el jobo (Spondias
mombin) y el madero negro (Gliricidia sepium). Esta última es la de mayor disponibilidad, por lo
que su precio es el más bajo.
21

Plantas ornamentales

En Costa Rica se ha desarrollado exitosamente el cultivo de plantas ornamentales para la


exportación, aunque se continúan explotando plantas que provienen de los bosques naturales, como
bromelias, orquídeas y cicadas. Varias especies, como las del género Tillandsia spp., palmas
nativas y otras, están siendo manejadas en viveros, con el fin de determinar los métodos de
reproducción más eficaces. La pacaya (Chamaedorea exhorriza y Ch. tepejilote) es la principal
palma nativa que está siendo manejada bajo cobertura boscosa, principalmente en áreas de
reforestación.

Varias especies de árboles y arbustos nativos de los bosques secos tropicales tienen una gran
aceptación en el mercado de plantas ornamentales, como el almendro de montaña (Andira inermis),
el madroño (Calycophyllum candidissimum), el cerito (Casearia corymbosa), el coralillo (Hamelia
patens), la siempreviva (Jacquinia nervosa), la acerola (Malpighia glabra), el canelo (Ocotea
veraguensis), el aceituno (Simaruba glauca), el cortés amarillo (Tabebuia ochracea) y el roble
sabana (Tabebuia rosea).

Los helechos, así como musgos y líquenes, son un recurso de mucha importancia para algunos
viveros que los cultivan con fines de exportación; sin embargo, es muy difícil determinar qué
cantidad del total exportado proviene en realidad del bosque.

Cuadro 5. Volúmenes de exportación de plantas ornamentales.

Planta Año Volumen (kg) Valor FOB


($EE.UU.)
Musgos y líquenes 1994 10.492 44.950
1995 12.721 67.421
Helechos 1995 13.676 37.172
1996 2.015.343 6.991.878
1996* 3.145.531 8.157.816
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Costa Rica
* Asparagus plamosus, A. spengeri, Polystichum adiantiforme

Fauna

Los grupos étnicos nativos aprovechan una mayor diversidad de animales, incluyendo aves,
aunque por sus tradiciones tienden a favorecer la protección. En general, no existen datos
sobre volúmenes e ingresos por aprovechamiento, aunque puede considerarse que son poco
significativos para la economía; su mayor valor es el nutritivo. Entre los animales cazados están
el venado cola blanca (Odocoileus virginianus), el tepezcuintle (Agouti paca) y el saíno
(Tayassu pecari).

La crianza de mariposas bajo condiciones controladas se explota a nivel comercial. La actividad


está dirigida al mercado internacional, aunque localmente se aprovecha en artesanía. El ecoturismo
ha favorecido la instalación de criaderos para observación en condiciones naturales.

En la región nor-occidental del país (Guanacaste), algunas especies de animales constituyen


una fuente importante de alimento, principalmente las iguanas (Iguana iguana); los armadillos
22

(Dasypus novemcinctus), cuyo precio puede variar entre 3 y 3,85 $EE.UU/kg; los tepezcuintles
(Agouti paca), con un precio en pie de alrededor de 190 $EE.UU. y venados (Odocoileus
virginianus), cuya carne puede costar alrededor de 38 $EE.UU./kg. Además, se cazan palomas
grandes (Columbina sp.) y dantas (Tapirus bairdii). No es mucha la información que se tiene
de estas actividades, ya que son ilícitas y penadas por la ley, lo mismo que el tráfico ilegal de
fauna para mascotas.

Los criaderos de iguana (Iguana iguana) se manejan con varios propósitos: para enriquecer
hábitats naturales, como alimento y para la venta de mascotas. Un grupo indígena en Talamanca
tiene un proyecto de cría de iguanas que les genera ingresos con actividades de ecoturismo.
23

COSTA RICA

Producto Recurso Valor económico


PFNM Impor-tancia Nombre Especies clave Parte Sistema de Fuente Utilización Cantidad, valor (expresado Observaciones Fuente
comercial usada producción en $EE.UU.)
Plantas y productos de origen vegetal
Medicinal ! Hojas de sen Caesalpinia pulcherrima Hojas BN, O B N 16.457 kg/año; $119.743 1994 Ammour, et al.
1994
Medicinal ! Zarzaparrilla Smilax spp. Raíz BN, O B N 7.336 kg/año; $21.898 1994 Ammour, et al.
1994
Medicinal ! Cuculmeca Smilax spp. Raíz BN, O B N 7.282 kg/año; $20.378 1994 Ammour, et al.
1994
Medicinal ! Ciprés Cupressus lusitanica Hojas BN, O B N 4.782 kg/año; $6.245 1994 Ammour, et al.
1994
Medicinal ! Cola de caballo Equisetum bogotense Tallo, BN, O B N 3.159 kg/año; $8.251 1994 Ammour, et al.
hojas 1994
Medicinal ! Chiquizá Leomurus sibiricus BN, O B N 2.426 kg/año; $4.978 1994 Ammour, et al.
1994
Medicinal ! Hombre Quassia amara Tallo BN, O B N 2.298 kg/año; $16.291 1994 Ammour, et al.
grande 1994
Medicinal ! Quina Ocotea veraguensis BN, O B N 2.050 kg/año; $1.713 1994 Ammour, et al.
1994
Medicinal ! Saragundí Senna reticulata BN, O B N 1.853 kg/año; $6.914 1994 Ammour, et al.
1994
Medicinal ! Roble Quercus sp. BN, O B N 1.694 kg/año; $4.424 1994 Ammour, et al.
1994
Medicinal ! Jinocuabe Bursera simaruba Corteza, BN, O B N 1.288 kg/año; $3.123 1994 Ammour, et al.
hojas 1994
Medicinal ! Calzoncillo Passiflora biflora BN, O B N 1.239 kg/año; $3.698 1994 Ammour, et al.
1994
Medicinal ! Diente de león Taraxacum officinalis Raíz, BN, O B N 1.200 kg/año; $2.820 1994 Ammour, et al.
hojas 1994
Medicinal ! Ipecacuana Cephaelis Raíz BN, O B N, I 61.511 kg/año, $2.936.094 Instituto Nacional
ipecacuanha (1995); 188.515 kg/año, de Censos y
$9.717.150 (1996) Estadísticas
24

Ornamental + Musgos y N.D. Planta BN B N, I 10.492 kg/año, $44.950 Instituto Nacional


líquenes entera (1994); 12.721 kg/año de Censos y
$67.421 (1995) Estadísticas

Ornamental + Helechos N.D. Planta BN, O B N, I 13.676 kg/año, $37.172 Instituto Nacional
entera (1995); 2.015.343 kg/año, de Censos y
$6.991.878 (1996) Estadísticas
Ornamental + Helechos Asparagus plamosus, A. Planta BN, O B N, I 3.145.531 kg/año, Instituto Nacional
Spengeri, Polystichum entera $8.157.816 de Censos y
adiantiforme Estadísticas
Importancia: - utilización no documentada; + utilización documentada; ! planta/especie muy importante a escala nacional
Sistema de producción: BN - bosque natural u otra área forestal; P - plantaciones; O - Otro (árboles fuera del bosque, SAF, huertos caseros,… )
Fuente: B - bosque; C - cultivado
Utilización: N - nacional; I - internacional
25

EL SALVADOR

Con una extensión de 20.742 km2, El Salvador es el más pequeño de los países de
Centroamérica y, a la vez, el que presenta una de las condiciones ambientales más deterioradas,
es decir, el dos por ciento del territorio cubierto por bosque natural secundario y más del 75
por ciento de los suelos con algún grado de erosión. A pesar de la reducida cobertura arbórea,
la deforestación sigue avanzando en favor de los cafetales y plantaciones forestales, aunque las
principales causas de la deforestación parecen estar asociadas a procesos de urbanización y
concentración de poblaciones. Esta situación tiene repercusiones sobre la demanda directa de
productos forestales.

La población está ligada al uso de los recursos naturales por razones de tradición y
costumbres culturales, y también debido a situaciones sociales y económicas. Con una de las
densidades de población más altas del mundo (más de 250 habitantes/km2), la presión sobre los
recursos naturales casi ha eliminado la vegetación natural del país.

La cobertura arbórea remanente en El Salvador está compuesta por bosque de coníferas


formado en un 70 por ciento por Pinus oocarpa (pino ocote), y el resto por P. pseudostrobus
(pino blanco), P. caribaea, y en menor cantidad P. ayacahuite y Abies guatemalensis (abeto).
La cobertura de coníferas se estima en unas 25.000 ha. Los bosques latifoliados mixtos,
esparcidos como relictos de masas arbóreas entre campos agrícolas y ganaderos, se estiman en
unas 52.000 ha. Los bosques de manglares, con aproximadamente 39.000 ha, y terrenos con
vegetación arbustiva conforman el resto de la cobertura boscosa. Se calcula que entre 1977 y
1996 se produjo una reducción de la cobertura arbórea, la que de 262.308 ha bajó a 225.098
ha. La falta de información precisa dificulta la evaluación del estado actual de los recursos
forestales en El Salvador, aunque las observaciones de campo sugieren que el proceso de
deforestación ha continuado a un ritmo acelerado, dejando pequeñas áreas aisladas de
cobertura boscosa.

Según el Plan de Acción Forestal de El Salvador (PAFES 1994), se han identificado 125
áreas naturales que cubren unos 372 km2 (menos del 1,8 por ciento del territorio); la mayoría
de ellas con una extensión bastante reducida, pero con amplia biodiversidad. Al momento,
sólo se han declarado cuatro áreas protegidas y 121 áreas propuestas; cabe anotar, sin
embargo, que las áreas declaradas no han sido legalizadas.

Dada la baja cobertura forestal en El Salvador, las áreas cafetaleras adquieren importancia
desde el punto de vista hidrológico y de provisión de productos energéticos como la leña, dado
que la superficie de los cafetales superan a cualquier otra superficie boscosa (entre 13 y 14 por
ciento de la superficie del país). La demanda por leña ha aumentado en importancia, por lo que
constituye un factor que contribuye a la deforestación. Las estimaciones son variadas, pero
según estudios, entre el 51 y el 69 por ciento del consumo energético del país proviene de la
quema de leña. En el campo, la leña representa el 92 por ciento del consumo de energía, lo que
junto con la demanda por más tierra para fines agrícolas y pastizales ha incrementado la
deforestación a un promedio estimado de 4.500 ha por año.
26

Aunque la información documental está dispersa y es difícil de corroborar, varios estudios


y múltiples experiencias anecdóticas indican que el consumo de leña ya sobrepasa la
producción sostenible. La demanda principal emana de tres fuentes de usuarios: hogares,
industrias (beneficios, ingenios, caleras, salineras, ladrilleras) y negocios alimenticios
(panaderías, tortillerías, comedores, pupuserías, y otros). A nivel del país, el 77 por ciento de
la población utiliza leña para cocinar. Si bien no se ha determinado qué porcentaje de estas
familias compran la leña, se sabe que el precio de la misma se ha incrementado entre 400 por
ciento y 1.200 por ciento durante los últimos diez años, mientras que el salario mínimo rural ha
aumentado sólo en un 100 por ciento. Por otra parte, el promedio de tiempo empleado para
recoger la leña ha aumentado de tres a cuatro veces en el mismo período.

PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA

El Salvador es un país cuya población está ligada al uso de los recursos naturales por razones
de tradición y cultura, y también debido a situaciones sociales ó económicas. No obstante, no
hay muchos estudios que cuantifiquen esta información; Ventura (en edición) informa que en el
Departamento de San Vicente se emplean 118 especies de la flora nativa provenientes de 59
familias botánicas. En todo el país, las pequeñas áreas con cobertura boscosa están sometidas a
una fuerte presión de extracción de los recursos naturales.

Plantas medicinales

Alrededor de la medicina natural popular se desarrolla una intensa actividad socioeconómica,


basada en el cultivo o recolección, procesamiento y comercialización de plantas consideradas
de valor terapéutico. En varios sitios, principalmente en los mercados populares, se venden
cantidades variables de plantas, prescritas por curanderos o simplemente para automedicación.
También existen comerciantes llamados ‘especieros’ o ‘suchileros’, quienes se dedican a la
venta de plantas medicinales y medicinas de origen animal u otro. A pesar de que este proceso
no ha sido cuantificado ni documentado, el mismo forma parte importante de la economía
informal de El Salvador. Un estudio realizado por Ramírez (1992) indica que de 553.162
habitantes que tenía San Salvador (capital) en 1990, 182.543 utilizaban plantas medicinales a
razón de 1,56 kg. per capita (284,767 kg. en total); se considera, sin embargo, que el uso de
medicina popular es más fuerte en el área rural.

González (1994) identificó 476 especies de plantas utilizadas como medicamento botánico,
pertenecientes a 134 familias. Del total, 345 plantas son nativas y 131 exóticas (naturalizadas,
no naturalizadas e importadas), y se usan para tratar un total de 224 males de la salud. De las
40 especies más utilizadas y aceptadas por su efectividad, por lo menos 21 son nativas.

En el país hay por lo menos ocho empresas que transforman productos vegetales para
producir aceites esenciales o extractos para la fabricación de medicinas, a partir de materia
prima cultivada. Una de ellas reporta la producción de 2.500 libras de extracto de bálsamo, en
un período de seis meses.

Cuadro 1. Especies más importantes utilizadas en la medicina popular.


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Nombre común Nombre científico Parte utilizada Uso medicinal

Bálsamo Myroxylon balsamum corteza, flores, frutos Expectorante,


var. Pereirae antiasmático
Calaguala Polypodium aureum Rizoma Diurético, disolvente de
cálculos
Caña fístola Cassia fistula Frutos Vermífugo
Caulote Guazuma ulmifolia Corteza, frutos Vermífugo, antidiarreico
Chichipince Hamelia patens Hojas Panacea
Ciprés Cupressus lusitanica Hojas, ramitas Antisarampiónico
Epasote Chenopodium Hojas Vermífugo
ambriosoides
Hoja de golpe Solanum diphyllum Hojas Desinflamante en golpes
Jenjibre Zingiber officinale Rizoma Afecciones de la garganta
Quina Coutarea hexandra Corteza Febrífugo (antipalúdico)
Siguapate Pluchea odorata Hojas Dolor de estómago
Suelda con suelda Anredera vesicaria Bejuco Desinflamante, huesos
rotos
Taray Eysenhardtia Tallo (astillas) Diurético, disolvente de
adenostylis cálculos
Tempate Jatropha curcas Látex Llagas de labios y boca
Fuente: González 1994

Productos alimentarios

La Estrategia Nacional de Biodiversidad de El Salvador (1999, sin publicar) identifica 109


especies (de 44 familias botánicas) de plantas nativas que producen frutos o poseen partes que
son aprovechadas como alimento. De éstas, unas 19 plantas son cultivadas, mientras que el
resto provienen de áreas silvestres y bosques. Entre ellas, el ojushte (Brosimum allicastrum),
cuyo fruto se usa para producir harina para hacer tortillas (se ha utilizado como sustituto del
maíz); la flor de pito (Erythrina berteroana) tiene un amplio consumo en el país y parece estar
muy arraigada entre la población salvadoreña en el extranjero (más de dos millones), se utiliza
en la elaboración de pupusas (tortilla tradicional de El Salvador) y como condimento en los
frijoles.

Cuadro 2. Exportación de especies de plantas comestibles.

Product 1995 1996 1997 1998


o
Kg Colones Kg Colones Kg Colones Kg Colones
Chipilín 179 4.220 - - 583 8.223 1.981 55.601
Pacaya 136 4.534 - - - - 14 2.180
Pito 3.366 55.934 16.591 67.901 1.647 71.100 2.912 167.889
Fuente: Informes de Aduanas de la D.G.S.V.A. del Ministerio de Agricultura y Ganadería / Dirección
General de Economía Agropecuaria
28

Cuadro 3. Principales plantas comestibles de hábito de crecimiento arbustivo o


arbóreo que se consumen.

Nombre común Nombre científico Familia Hábito de Parte comestible


crecimiento
Alais Sauraia kegeliana Actinidiaceae Árbol Fruto
Jocote de pava Spondias cirouella Anacardiaceae Árbol Fruto
Jocote jobo Spondias mombin Anacardiaceae Árbol Fruto
Jocote pitarrillo Spondias purpurea Anacardiaceae Árbol Fruto y hojas
tiernas
Anona colorada Annona reticulata Annonaceae Árbol Fruto
Cincuya Annona purpurea Annonaceae Árbol Fruto
Chirimuya Annona holosericea Annonaceae Árbol Fruto
Anona poshte Annona cherimola Annonaceae Árbol Fruto
Loroco Fernaldia pandurata Apocynaceae Bejuco Flor
Cuchamper Gonolobus salvinii Asclepiadaceae Bejuco Fruto
Cuajilote Parmentiera aculeata Asclepiadaceae Arbusto Fruto
Manune Cordia colococca Borraginaceae Árbol Fruto
Papayo de Carica cauliflora Caricaceae Hierba Fruto
montaña arbustiva
Julupa Jacaratia mexicana Caricaceae Árbol Fruto
Sunza Lycania platypus Chrysobalanaceae Árbol Fruto
Sunzapotillo Couepia polyandra Chrysobalanaceae Árbol Fruto
Chaparrón Rheeda edulis Guttiferae Árbol Fruto
Laurelillo Litsea glaucescens Lauraceae Árbol Fruto
Aguacate cusha Persea schiedeana Lauraceae Árbol Fruto
Pito Erythrina berteroana Leguminosae Árbol Brotes, hojas
tiernas, flores
Madrecacao Gliricidia sepium Leguminosae Árbol Flores, semillas
Copinol Hymeneae courbaril Leguminosae Árbol Fruto
Zapato de mico Inga calderonii Leguminosae Árbol Fruto
Cuje Inga edulis Leguminosae Árbol Fruto
Pepeto Inga fagifolia Leguminosae Árbol Fruto
Cuje purito Inga minutula Leguminosae Árbol Fruto
Paterno Inga paterna Leguminosae Árbol Fruto, semilla
Pepeto guamito Inga punctata Leguminosae Árbol Fruto
Cujin Inga sapindoides Leguminosae Árbol Fruto
Cuje de río Inga vera Leguminosae Árbol Fruto
Nance Byrsonimia Malpighiaceae Árbol Fruto
crassifolia
Murmuy Bunchosia cornifolia Malpighiaceae Árbol Fruto
Ojushte Brosimum Moraceae Árbol Fruto y semillas
allicastrum
Capulamates Ficus spp. Moraceae Árbol Fruto
Cerezo Ibarreae paschalis Myrsinaceae Árbol Fruto
Coyol Acrocomia vinifera Palmae Palmera Fruto
Huiscoyol Bactris major Palmera Fruto
Cuiliote Chamaedorea Palmae Palmera Tallo apical
graminifolia
Pacaya Chamaedorea Palmae Palmera Inflorescencia
pinnatifrons
Pacaya Chamaedorea Palmae Palmera Inflorescencia
tepejilote
Granadilla Passiflora faetida var Passifloraceae Bejuco Fruto
silvestre salvadorensis
Granadilla ácida Passiflora platyloba Passifloraceae Bejuco Fruto
Irayol Genipa americana Rubiaceae Arbol Fruto
29

Crucito Randia pleiomeris Rubiaceae Arbol Fruto


Torolo Alibertia edulis Rubiaceae Arbol Fruto
Sapote injerto Pouteria viridis Sapotaceae Arbol Fruto
Níspero de Manilkara sapota Sapotaceae Arbol Fruto
montaña
Tempisque Mastichodendron Sapotaceae Arbol Fruto
capirii
Guaicume Lucuma salcifolia Sapotaceae Arbol Fruto
Aceituno Simaruba glauca Simarubaceae Arbol Fruto
Cacao silvestre, Theobroma Sterculiaceae Arbol Fruto
cushta angustifolium
Castaño Sterculia apetala Sterculiaceae Árbol Nuez
Fuente: Estrategia Nacional de Biodiversidad de El Salvador ,1999.

Las hojas de chipilín (Crotallaria vitellina), las flores de pacaya (Chamaedorea tepejilote)
y los botones florales del loroco (Fernaldia pandurata), aunque este último ya se cultiva, están
entre las plantas que regularmente consumen los salvadoreños.

Látex o resina

El bálsamo (Myroxylon balsamum (L. Harms) pertenece a la familia Fabaceae. Es una


leguminosa arbórea, con un fuste de más de 30 m de alto, de cuya corteza se obtiene una
oleorresina que constituye la materia prima producida casi exclusivamente en El Salvador. El
bálsamo crece en el bosque húmedo tropical, en la zona integrada por los departamentos de
Sonsonate y La Libertad, conocida como la zona del bálsamo. Actualmente, en partes de esta
zona se han establecido cultivos de café, granos básicos y pastoreo.

La oleorresina se utiliza en forma industrial para elaborar perfumes, jabones y barnices, así
como para la preparación de los santos óleos de la Iglesia Católica. También se utiliza como
base para la fabricación de cremas acondicionadoras del cabello y fijador de distintos
compuestos químicos. La semilla macerada tiene usos en la industria farmacéutica para la
expulsión de cálculos renales, antihistérico y astringente, para la eliminación de manchas y
suavizante de arrugas en el rostro. La madera tiene varios usos por sus buenas cualidades y
dureza.

El bálsamo se ha utilizado desde la época precolombina; el imperio azteca hacía


incursiones en Centroamérica para proveerse de él. Posteriormente, la Corona Española, para
evitar que se conociera su sitio de origen, lo enviaba a España vía Perú, por lo que también se
le denominó ‘bálsamo del Perú’. La explotación ha estado en manos de grandes propietarios y
arrendatarios (el arreglo más común consiste en que el propietario entrega el recurso bajo
contrato y recibe el 50 por ciento de la producción); últimamente participan en la explotación
pequeñas cooperativas agrícolas.

El árbol del bálsamo empieza a producir entre los 20 y 30 años, por un período de 30 a 40
años. La explotación se hace de forma muy rudimentaria, realizando cortes en la corteza por
donde exuda la resina. Se resinan árboles que tiene en promedio 12-15 cm de diámetro; el
número de heridas que se le practican al árbol por cosecha depende del grosor.

El bálsamo se comercializa a nivel nacional e internacional, con la diferencia de que para el


mercado nacional se vende con impurezas. El productor vende al intermediario a un precio que
30

varía entre 17 y 18 colones salvadoreños por libra (1libra=0,45kg) de bálsamo crudo. El


intermediario lo vende purificado por un valor que oscila entre 23 y 25 colones al exportador,
quien lo revende entre 27 y 29 colones la libra. Las cantidades exportadas varían dependiendo
de los precios y la demanda; el comercio es manejado en El Salvador por seis compañías
exportadoras. Este producto es exportado en su estado natural debido a que en el país no
existe una industria que lo procese. Los mayores compradores son Estados Unidos, Alemania y
Francia.

Cuadro 4. Exportaciones de bálsamo en los últimos cuatro años.

Año Galones Litros Kg Valor ($EE.UU.)

1995 30.246 7.827 33.293 1.214.124


1996 12.186 - 68.708 1.122.533
1997 12.165 - 21.976 2.012.472
1998 15.811 - 27.291 1.691.254
Fuente: Estadísticas Dirección General de Economía Agropecuaria, MAG

La calidad de la oleorresina puede alterarse si se calienta durante el proceso de extracción,


o bien por las heridas practicadas al árbol. Por otra parte, los arrendatarios a veces matan el
árbol en su intento por obtener el máximo provecho.

En El Salvador no existe una política estatal de protección y fomento de este recurso. La


última Ley Forestal solo menciona la necesidad de proteger el recurso forestal, pero no se
fomenta el establecimiento de áreas puras de bálsamo, ni la protección del recurso existente.
Así, cada día disminuye la cantidad de árboles en sus áreas naturales, por la conversión de ellas
a usos agrícolas, sea en forma exclusiva o en asociación con el cultivo del café.

Semillas

Las semillas de varias especies del bosque se utilizan con diferentes fines: la semilla de copinol
(Himenea courbaril) se utiliza en la fabricación de artesanías en La Palma; la de aceituno
negro (Simaruba glauca) sirve para fabricar un tipo de jabón suave, utilizado en las zonas
rurales; la de nacascolo (Caesalpinia coriaria) se utiliza en la curtiembre de pieles.

En 1974 se creó en El Salvador un Banco de Semillas Forestales, como parte del Centro
de Desarrollo Forestal (CEDEFOR). Ese Banco atiende la demanda de semillas de especies
forestales (nativas y exóticas) de los proyectos de reforestación que el gobierno impulsa, así
como de diferentes proyectos de iniciativa privada. El material distribuido proviene de fuentes
semilleras conocidas y clasificadas según su calidad genética. El Banco maneja unos 45 lotes
de semillas de 30 especies, que representan unos 1.300 kg (alrededor de 13 millones de
árboles), con un valor de 28.400 $EE.UU. Se manejan especies nativas como caoba (Swietenia
humilis Zuncc.), bálsamo (Myroxylon balsamum (L.) Harms), calistemo (Calistemun
lanceolatus), conacaste negro (Enterolobium cyclocarpum (Jack) Grisebach), cortés negro
(Tabebuia chrysanta (Jack) Nichols), chaquiro (Colubrina ferruginosa), flor de fuego
(Delonix regia) y nogal (Juglans nigra).

Artesanías
31

La artesanía tiene una fuerte tradición en El Salvador, y los productos artesanales se venden
tanto en el país como en diferentes países de la región centroamericana. Entre las especies más
utilizadas para la producción de artesanías de madera están las siguientes: conacaste
(Enterolobium cyclocarpum), cedro (Cedrela odorata) y pinos (Pinus pseudostrobus, P.
tenuifolia, P. ayacahuite). Los pinares han sido muy afectados por la extracción masiva de
tablas, ocote, aguarrás y leña; de hecho, esta última es la actividad más dañina. Otra especie
muy utilizada es el pinabete (Abies guatemalensis), especie endémica de ciertos sitios cuyas
poblaciones están en inminente peligro. Tanto los pinos como el pinabete se utilizan también
como árboles de navidad, lo que contribuye a la tala indebida.

Se fabrican, además, artesanías y muebles de mimbre (llamada así la fibra proveniente de


las raíces aéreas de varias especies de la familia Araceae: Heteropsis spp., Philodendron spp.,
Monstera spp.), pero la materia prima es importada de Guatemala y Honduras. Estas plantas
crecen sobre los árboles del bosque; con la desaparición casi total de los bosques salvadoreños,
prácticamente ya no se encuentran en el país.

Las comunidades rurales también fabrican artesanalmente artículos de uso doméstico que
forman parte de la cultura y vivienda campesinas, aunque muchos de ellos han sido suplantados
o han ido desapareciendo. Por ejemplo, se fabrican jabones caseros con grasas extraídas de
varias semillas, como la del aceituno (Simarouba glauca), la caoba (Swietenia humilis) y el
tambor o palo de queso (Omphalea oleifera), así como de las ‘orejas’ del conacaste
(Enterolobium cyclocarpum) y del mesocarpo y follaje de pacún (Sapindus saponaria).

Las piladeras (artefactos que sirven para machacar los granos de maíz, café o arroz)
consisten de un trozo de madera con una cavidad cónica donde se colocan los granos y un
mazo con un extremo obtuso. Este artefacto es construido con maderas duras como conacaste
(Enterolobium cyclocarpum), zorra (Albizia saman), copinol (Hymenea courbaril), caoba
(Swietenia humilis), roble (Quercus sp.) o bálsamo (Myroxylon balsamum).

El tapexco (objeto para guardar alimentos, ollas, cacerolas) se construye empleando un aro
del bejuco chupamiel (Combretum farinosum) o bejuco de corral (Arrabidae patellifera),
tejido con pita delgada de maguey (Agave letonae). Las bateas (instrumentos de madera
utilizados para lavar ropa) se hacen con madera de ceiba (Ceiba pentandra), aguacate o
mango. Las costaneras de las tijeras (camas) se construyen con laurel (Cordia alliodora),
caoba (Swietenia humilis), cedro (Cedrela odorata) y otras especies.

En las zonas rurales se usan escobas artesanales hechas de palma (Brahea spp., en especial
Brahea salvadorensis), y de otros materiales como ramitas de escobillas (Sida spp.), tules
(Cyperus spp.) y maicillo montés (Sorghum halepense). Los cabos (mangos de algunos
azadones, rastrillos, hachas, entre otros) y cachas (asideros de cuchillos o armas de fuego) se
construyen con maderas resistentes como copinol (Hymenea courbaril), laurel (Cordia
alliodora), guayabo (Psidium guajava), chichipate (Sweetia panamensis), barío (Calophyllum
rekoi), cabo de hacha (Luehea candida) y bálsamo (Myroxylon balsamum).

Fauna

Existe una arraigada tradición de cacería entre la población salvadoreña; al mismo tiempo, la
pobreza obliga a una alta proporción de la población al uso de la vida silvestre animal como
32

complemento de proteína. Especies como la iguana (Iguana iguana) y el garrobo (Ctenosaura


similis) son consumidas tradicionalmente y en grandes cantidades; su carne y huevos son muy
apreciados. A pesar de que existen granjas para la crianza de iguanas, los animales utilizados
como pie de cría se han obtenido en las áreas silvestres. Los animales criados en estas granjas
solamente pueden exportarse, ya que existe un reglamento que limita su venta en el mercado
nacional. También se caza el venado cola blanca (Odocoileus virginianus); el tepezcuintle
(Agouti paca), el pizote (Nasua narica), el armadillo (Dasypus novemcinctus), los mapaches
(Procyon lotor), los zorrillos (Mephitis macroura, Conepatus mesoleucus), ciertas especies de
víboras, como la Crotalus sp. y de especies de loros, muchas de ellas para consumo local y
otras para comercio de ejemplares vivos para colecciones o mascotas. El aprovechamiento de
la fauna silvestre está prohibido en El Salvador.

En el país existen varios zoocriaderos orientados a la reproducción de iguanas, garrobos,


ranas y mariposas. Actualmente hay cerca de 15 zoocriaderos registrados de iguana verde y
garrobo, 11 de los cuales comunicaron exportaciones en 1997. Además existe un
zoocriadero de mariposas y otro de ranas toro.

Cuadro 5. Exportaciones de garrobos e iguanas verdes registradas de 1995


a 1997.

Año Especie Número de ejemplares Valor F.O.B. ($EE.UU.)


1995 Iguana verde 302.440 887.970
Garrobo 10.550 20.150
1996 Iguana verde 302.435 962.665
Garrobo 5.300 9.550
1997 Iguana verde 351.508 932.350
Garrobo 600 900
Fuente: CENTREX-Banco Central de Reserva

El comportamiento indica una tendencia al crecimiento de las exportaciones de iguanas


vivas del orden de 300.000 a 350.000 ejemplares por año, mientras que la exportación de
garrobos ha ido disminuyendo notablemente. Entre 1995 y 1997 también se exportó carne de
garrobo congelada y ranas (Rana pipiens); en 1996 se embarcaron 500 ejemplares a Estados
Unidos, con un valor F.O.B. de 250 $EE.UU.

En el período de 1995 a 1997 se exportaron capullos de mariposas a Estados Unidos,


Reino Unido y Canadá, pero no se dispone de información de las especies de mariposas
exportadas.

Cuadro 6. Exportaciones de capullos de mariposas y valores F.O.B. para el


período 1995-1998.

Año Número de capullos Valor F.O.B. ($ EE.UU.)


1995 43.465 108.494
1996 63.420 159.942
1997 54.949 128.139
Fuente: : CENTREX-Banco Central de Reserva
33

EL SALVADOR

Producto Recurso Valor económico


PFNM Importancia Nombre Especies clave Parte Sistema de Fuente Utilización Cantidad, valor Observaciones Fuente
comercial usada producción (expresado en $EE.UU.)
Plantas y productos de origen vegetal
Exudado ! Bálsamo de El Myroxylon balsamum Látex BN, P B N, I 15.800 gal/año; Dato para 1998 Dirección
Salvador 27.291 kg/año; General de
$1.691.254 Economía
Agropecuaria
Alimenticia ! Pito Erythrina berteroana Flor BN B N, I 2.912 kg/año; $19.286 Dato para 1998 Dirección
General de
Economía
Agropecuaria
Alimenticia ! Chipilín Crotallaria vitellina Flor BN, P, O B, C N, I 1.981 kg/año; $ 7.128 Dato para 1998 Dirección
General de
Economía
Agropecuaria
Artesanía ! Paste Luffa aegyptiaca Fruto BN, P, O C N, I 379.166 kg/año; Dato para 1998 Dirección
$1.138.089 General de
Economía
Agropecuaria
Animales y productos de origen animal
Miel de abejas ! Miel Apis mellifera BN, P, O B N, I 328.030 barriles/año, Dato para 1998 Dirección
198.617 kg/año, General de
$3.441.243 Economía
Agropecuaria
Importancia: - utilización no documentada; + utilización documentada; ! planta/especie muy importante a escala nacional
Sistema de producción: BN - bosque natural u otra área forestal; P - plantaciones; O - Otro (árboles fuera del bosque, SAF, huertos caseros,… )
Fuente: B - bosque; C - cultivado
Utilización: N - nacional; I - internacional
34

GUATEMALA

Guatemala tiene una extensión de 108.899 km2, de los cuales el 37 por ciento son bosques
divididos en dos grandes áreas: los bosques latifoliados que representan alrededor de 80 por
ciento del área boscosa total y los bosques de coníferas que conforman el 20 por ciento
restante. La principal formación boscosa se encuentra en el Departamento de Petén, con más
del 70 por ciento de los bosques latifoliados del país. El Petén es una llanura que ocupa el 33
por ciento del área de Guatemala, con altitudes inferiores a los 500 msnm. Además, existen
pequeñas áreas de bosque latifoliado en Alta Verapaz, Izabal y en la costa sur del país.

Los bosques de coníferas se ubican en la parte central del país, en altitudes que varían de
1.200 a 2.000 msnm, donde predomina el pino (Pinus caribaea). Los bosques de coníferas de
Guatemala se dividen en cuatro grandes regiones: Alto Chuchumatan, al norte de
Huehuetenango; María Tecún, entre Sololá y Tonoticapán; Sierra de las Minas, entre Zacapa e
Izabal, y Salamá.

Los PFNM han sido históricamente importantes. Al inicio del período colonial, durante el
siglo XVI, se exportaba una enorme cantidad de raíces de zarzaparrilla (Smilax spp.) a España,
y de ahí era distribuida a otros países de Europa. La zarzaparrilla crece en los bosques
latifoliados de zonas bajas en América Tropical y tiene un sinnúmero de propiedades
medicinales. Las exportaciones de zarzaparrilla durante el siglo XVI llegaron a alcanzar 100 t
por año, cuando se creía que la especie tenía propiedades antisifilíticas. Actualmente esto se ha
descartado; sin embargo, la zarzaparrilla sigue siendo la planta medicinal más exportada de
Guatemala.

Otro producto forestal no maderero de importancia histórica en Guatemala es el chicle,


producto del látex de chicozapote (Manilkara zapota), un árbol que crece en los bosques
latifoliados del norte del país. El chicle fue exportado de Guatemala a Belice por primera vez
en 1898. Posteriormente, se establecieron compañías chicleras transnacionales en el Petén, que
compraban y exportaban chicle directamente a los Estados Unidos.

En la actualidad los PFNM siguen teniendo una gran importancia en la economía de


Guatemala, pues son fuente de alimento, medicina, material para la construcción y materia
prima para la industria local. Además constituyen importantes productos de exportación y
representan una fuente de empleo para la población de las zonas rurales. Tan sólo en la
Reserva de la Biósfera Maya -un área de 20.000 km2 en el Departamento de Petén, los PFNM
son la base de la subsistencia de más de 7.000 familias. En general, se estima que los PFNM
aportan a la economía nacional alrededor de 6 millones de $EE.UU. por año de ingreso bruto,
sin considerar el ingreso generado por el trabajo de recolección, procesamiento y
comercialización.
35

PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA

En Guatemala hay una gran variedad de PFNM provenientes de las áreas boscosas,
principalmente del bosque latifoliado, debido a su extensión y diversidad de especies. Los
principales productos se agrupan en las categorías de ornamentales, resinas, especias y
medicinales. A continuación se presenta una descripción de los usos, métodos de
aprovechamiento, valor económico y aspectos legales relacionados con los PFNM más
importantes en Guatemala.

Plantas ornamentales

Xate

El xate es el nombre común de tres especies de palma de porte pequeño (Chamadorea


elegans, xate hembra; Chamadorea oblongata, xate macho y Chamadorea erumpens,
cambray) que crecen en condiciones de sombra bajo el bosque latifoliado. Sus hojas son
recolectadas y exportadas a Estados Unidos, Holanda y Alemania, donde se utilizan en la
industria ornamental para la confección de arreglos florales. La principal zona de extracción
son las áreas de uso múltiple de la Reserva de la Biósfera Maya.

El empleo del xate como PFNM data de los años 50, cuando algunos exportadores de
plantas ornamentales de México forraron cajas de rosas con hojas de xate para protegerlas. En
los Estados Unidos, los importadores notaron que las hojas de xate permanecían verdes por
más de 60 días, manteniendo su apariencia y belleza ornamental. En consecuencia,
comenzaron a hacer pedidos de hojas de xate para incluirlas en los arreglos florales.
Actualmente se extrae xate del bosque latifoliado durante todo el año, aunque la recolección se
concentra en los meses de marzo a junio (época seca), debido a que la menor precipitación
facilita el acceso, cosecha y transporte. Los recolectores (conocidos localmente como
‘xateros’) buscan las plantas en el bosque, cortan las hojas que tengan una longitud de 20 a 50
cm, y las agrupan en gruesas de 100 unidades.

La planta de xate comienza a producir a los tres años de edad, y se estima que produce en
promedio de 10 a 12 hojas nuevas por año. En total, cada planta produce de 50 a 100 hojas
durante su ciclo vital, y puede ser cosechada entre tres a cuatro veces por año. Las hojas que
se exportan no deben presentar manchas, malformaciones ni daños físicos. Del total de hojas
recolectadas en el bosque, solamente se exporta el 50 por ciento, ya que las demás no cumplen
con los requisitos de calidad.

La recolección de xate en el Petén es una actividad que genera empleo directo a más de
6.000 personas, y 500 más en el canal de comercialización.La totalidad del xate recolectado en
Guatemala se destina a la exportación. Los valores de exportación aparecen en el Cuadro1.

En 1986, las exportaciones de xate alcanzaron alrededor de 1.500 t de hojas, mientras


0que en 1992 fueron 739 t. Esta disminución se debe principalmente al incremento de la
deforestación; además, la explotación maderera provoca daños físicos a las poblaciones de la
especie.
Cuadro 1. Exportaciones de xate en el período 1986-1998.
36

Año Cantidad exportada Precio Valor total


(miles kg) ($EE.UU. kg-1) ($EE.UU.)
1986 1.539 0,22 338.580
1987 1.306 0,30 391.800
1988 1.407 0,36 506.520
1989 2.019 0,39 787.410
1990 971 0,45 436.950
1991 972 0,41 398.520
1992 739 0,50 369.500
1996 1.043 1,17 1.225.023
1997 1.541 0,96 1.490.057
1998 676 0,70 476.493
Fuente: Anuario de Comercio Exterior del Instituto Nacional de Estadísticas (período 1986-1992)
Datos de Cuarentena Vegetal DIGESA/MAGA (período 1996-1998)

A pesar de la disminución en la producción, las exportaciones de xate generan un ingreso


que se mantiene entre 300 mil y 500 mil $EE.UU. por año. En 1997, el valor de exportación
alcanzó 1.490.057 $EE.UU.

La extracción de xate en áreas de uso múltiple de la Reserva de la Biósfera Maya no está


reglamentada. Según la Ley No. 4-89, artículo 59, y el Acuerdo Gubernativo No. 523-90,
artículo 2, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) es responsable de coordinar la
explotación de los PFNM en la Reserva de la Biósfera Maya. Sin embargo, en la práctica, el
CONAP se limita a otorgar permisos que autorizan la recolección y comercialización del xate,
pero no establece una cantidad máxima a ser extraída.

En áreas privadas no existe ninguna regulación de la extracción de xate. Esto, aunado al


otorgamiento sin límite de permisos para la recolección en áreas protegidas, hace que la
disponibilidad de xate en el bosque de Petén sea cada vez menor. Según los xateros, es
necesario ir cada vez más lejos para encontrar hojas.

Pinabete

El pinabete (Abies guatemalensis) es un árbol de porte pequeño, endémico del altiplano de


Guatemala, donde se encuentran los bosques de coníferas del país. Por ser una especie
endémica en peligro de extinción, está incluida en el Apéndice I de la CITES. El pinabete se
utiliza para la confección de árboles navideños, ya que tiene una fragancia mejor, se mantiene
verde por un período más prolongado y la forma de su copa es más piramidal que la de otras
coníferas usadas como árboles navideños, por ejemplo el ciprés (Cupressus spp.). Las ramas
del pinabete son cortadas en los bosques del altiplano y traídas a la capital (Ciudad de
Guatemala), donde se confeccionan los árboles de navidad, fijando las ramas a un tallo central
de madera.

La demanda de árboles navideños en Guatemala se ha estimado en alrededor de 125.000


unidades por año. De este total, 120.000 (96 por ciento) son árboles hechos con ramas de
pinabete. Los 5.000 árboles restantes son de ciprés cultivado para esta finalidad. La enorme
demanda por el pinabete se debe, además de la fragancia y formato característicos de la
especie, al bajo costo del árbol. Cada árbol navideño de ciprés cuesta en promedio 100
$EE.UU., mientras que el costo del árbol hecho con ramas de pinabete varía de 12 a 18
37

$EE.UU. por unidad. Además, existe una tradición cultural de utilizar árboles de ramas de
pinabete en lugar de ciprés.

Otra particularidad del árbol hecho con ramas de pinabete es que su mercado se concentra
en poco más de un mes durante el año. Por lo general, los árboles navideños se encuentran en
el mercado en el período que va desde el 15 de noviembre hasta el 25 de diciembre. Sobre la
base del precio volumen de los árboles de pinabete comercializados anualmente, se calcula que
esta especie representa un ingreso bruto de unos dos millones de $EE.UU. en un período de 40
días.

Sin embargo, a pesar de que el pinabete es una especie en peligro de extinción y que la
legislación guatemalteca prohibe su extracción, el mercado de árboles navideños hechos con
ramas de pinabete tiene una gran importancia y sigue creciendo. Aunado al enorme mercado,
está el problema de la baja germinación de la especie. En condiciones de vivero, las semillas de
pinabete tienen una germinación de apenas ocho por ciento y, en condiciones de campo, esta
cifra es cuatro veces menor (dos por ciento). Por consiguiente, la población de pinabete en los
bosques de coníferas del altiplano de Guatemala sigue decreciendo.

Látex o resina

El chicle proviene del látex de los árboles de chicozapote (Manilkara zapota), que crece en el
bosque latifoliado de América Tropical. En Guatemala, la especie se encuentra principalmente
en el Petén, y se exporta a Estados Unidos y Japón, donde se emplea en la industria de goma
de mascar y pegamentos industriales.

Los primeros registros de extracción de chicle de Guatemala son de 1887, cuando los
extractores de hule se llevaban el látex de chicozapote para uso doméstico. En ese mismo año,
un grupo de científicos de Estados Unidos vino al Petén para recolectar muestras de chicle. En
1898 se realizó el primer contrato de exportación, cuando un grupo de empresarios beliceños
hizo un pedido de chicle a los recolectores (conocidos localmente como chicleros) de Petén.
En 1918, se instalaron en Petén dos compañías chicleras transnacionales: Chicle Development
Co. (representante de Beechnut Packing Co.) y Wrigley Import Corporation. Estas dos
compañías compraban todo el chicle extraído en Guatemala y lo exportaban a los Estados
Unidos.

Hasta 1973, el único destino de las exportaciones de chicle guatemalteco eran los Estados
Unidos; a partir de 1974 se comenzó a exportar también a Japón. En 1974 se exportaron
759.000 kg (43 por ciento a Estados Unidos, 23 por ciento a Japón y el resto a otros países).
Las importaciones japonesas crecieron rápidamente y las estadounidenses descendieron, de
modo que en 1976 Japón ya importaba la mayor parte de chicle de Guatemala. Paralelamente
se exportaba chicle a Italia, por medio de la compañía Gumbase, y a Belice, a través de Belice
Stell. En la actualidad, casi toda la producción se comercializa a través de dos compañías
japonesas: la Mitsui & Co. y la Sumitomo Corporation.

El chicle es extraído en su totalidad del bosque. Los recolectores se agrupan en


campamentos de 20 a 30 personas y coordinan la extracción del producto. Se hacen cortes en
el tronco de los árboles adultos de chicozapote y se recolecta el látex, de la misma forma como
se extrae el caucho o hule de la especie Hevea brasiliensis. La recolección se lleva a cabo entre
38

los meses de octubre y febrero. El látex es procesado localmente para solidificarlo y venderlo a
los contratistas o exportadores. La actividad chiclera es la base de la economía de más de
2.500 familias de la región norte de Guatemala.

Entre 1940 y 1970, la producción promedio anual de chicle superó las 1.000 t. En la
actualidad, se mantiene en alrededor de 500 t/año; esta reducción se debe principalmente al
agotamiento del recurso y a la existencia de sustitutos sintéticos. En cuanto al precio, en los
últimos años se ha mantenido estable, entre 3,90 y 4,35 $EE.UU./kg. Basándose en este
precio y en la producción promedio anual, se estima que el ingreso bruto generado por las
exportaciones de chicle de Guatemala supera los dos millones de $EE.UU. al año.

A pesar de que en 1979 se promulgó la Ley del Chicle (Decreto No. 79-79), su extracción
no está reglamentada. Lo único estipulado en la Ley es la distribución del ingreso bruto
generado por la exportación del chicle, que debe obedecer a los siguientes porcentajes:

Distribución del ingreso bruto Porcentaje


Entidad reguladora de la actividad chiclera 11
Impuesto municipal 5
Previsión y prestación social 1
Gastos de operación 14
Empresario 26
Chiclero 43
Total 100%

El único instrumento legal existente sobre la actividad chiclera es el otorgamiento de


permisos de extracción, cuando esta actividad se realiza en áreas protegidas, como la Reserva
de la Biósfera Maya. Sin embargo, al igual que en el caso del xate, estos permisos no estipulan
la cantidad máxima a recolectar, ni tampoco establecen un mecanismo de control que asegure
que el chicle extraído en áreas protegidas esté autorizado por el Consejo Nacional de Áreas
Protegidas (CONAP).

Especias

La pimienta gorda, también conocida como allspice, es la semilla del árbol de pimienta
(Pimienta dioica), nativa de los bosques tropicales latifoliados. En Guatemala, la pimienta se
recolecta en su totalidad en la región noroeste del Departamento de Petén. Luego de su
recolección y secado, la pimienta gorda se exporta principalmente a Europa y se vende en el
mercado local. La producción total se destina a la industria alimentaria, como condimento en la
fabricación de dulces, repostería y otros productos alimentarios.

La recolección de pimienta gorda se realiza durante los meses de julio, agosto y setiembre.
Los recolectores establecen campamentos en el bosque con 20 a 30 personas, durante el
período de recolección. El método de recolección es rústico y dañino para la planta, pues
cortan las ramas que tienen semillas y las sacan del bosque, para llevarlas hasta los patios de
extracción y almacenamiento. Allí, las ramas son golpeadas con varas de madera para separar
las semillas. Los recolectores nativos del Petén empleaban un método menos dañino, pero
también más costoso y menos productivo: tomaban las semillas directamente de los árboles,
cortando las partes de las ramas que tenían semillas.
39

La pimienta gorda se vende a los exportadores, cuando su destino es el mercado


internacional, o a los procesadores, cuando se destina al mercado nacional.

Las elevadas cosechas de pimienta de los años 1996 y 1997, consideradas como las más
altas de los últimos tiempos, aparentemente disminuyeron la posibilidad de cosecha para 1998.
Sin embargo, según el CONAP, la producción de pimienta gorda en los años anteriores había
variado enormemente; no obstante, el volumen de producción se ha estabilizado en los últimos
años y la tendencia es seguir exportando una pequeña parte de la producción nacional. Se
estima que la producción potencial de pimienta gorda en Guatemala es del orden de 500.000kg
por año. En total, se estima que el mercado de la pimienta gorda genera un ingreso bruto de
unos 365 mil $EE.UU. anuales.

En 1990, los precios de exportación en expresados en $EE.UU. eran los siguientes:

$EE.UU./kg
Cortador......................... 0,12
Contratista...................... 0,61
Exportador..................... 0,98
Mayorista....................... 1,02
Detallista........................ 1,46

Cuadro 2. Exportaciones de pimienta gorda en el período 1994-1998.

Año Cantidad exportada Valor total


(kg) ($EE.UU.)
1994 172.948 173.182
1995 364.751 294.180
1996 420.460 396.177
1997 522.424 462.814
1998 3.441 6.296
Fuente: Listado por productos del Banco de Guatemala (período 1994-1998)

Plantas medicinales

Guatemala goza de una larga tradición en la producción y utilización de plantas medicinales. El


mejor ejemplo es la zarzaparrilla (Smilax spp.), que fue exportada a Europa desde el siglo
XVI. En diferentes trabajos se han citado hasta 663 plantas de uso medicinal, nativas y
exóticas, que muestran que la medicina tradicional encontró un sitio preponderante debido a la
cosmovisión de la población indígena acerca de la naturaleza. Cáceres (1996) hace referencia
a las 120 plantas medicinales de más amplio uso, de las cuales aproximadamente el 50 por
ciento son nativas. En la actualidad, las plantas medicinales más importantes de Guatemala, por
su volumen comercializado y valor económico, son la zarzaparrilla (Smilax spp.) y la calahuala
(Polypodium leucotomus). También importantes, pero en menor escala, son la apacia o zorrillo
(Petiveria alliacea), la yerba de toro (Tridax procumbens) y el tepescohuite (Mimosa
tenuiflora).
En 1993 se exportaban varias presentaciones de 14 especies de plantas medicinales a
diferentes mercados. Una de ellas eran las especies del género Smilax spp., que en su totalidad
provienen de la extracción en bosques naturales, en tanto que el resto son cultivadas.
40

Zarzaparrilla

Zarzaparrilla es el nombre común de una serie de plantas del género Smilax. Las especies más
utilizadas son Smilax dominguensis, Smilax spinosa, Smilax lundellii, Smilax regelii y Smilax
luculenta. La zarzaparrilla es una planta medicinal importante por su potencial como
antiinflamatoria, antiprurítica, antirreumática, antiséptica, cicatrizante, estimulante, diurética,
diaforética, depurática, tónica, antioxidante y anabólica. Fue la primera planta medicinal
exportada de Centroamérica, en el siglo XVI, cuando se creía que tenía propiedades
antisifilíticas. Actualmente, Guatemala exporta varias especies de Smilax, principalmente la S.
lundellii.

La producción de zarzaparrilla en los últimos años se ha mantenido en alrededor de 45


t/año, de las cuales 25 t se exportan y las 20 t restantes se comercializan localmente. El
mercado de zarzaparrilla tiene una buena perspectiva, ya que recientemente se ha comprobado
su propiedad anabólica, debido a que contiene esteroides. Esta propiedad le ha abierto un
nuevo mercado, principalmente entre las personas que practican deportes. Además, es un
antioxidante natural.

Los lugareños recolectan los rizomas de zarzaparrilla en el bosque, y los comercializan con
acopiadores o directamente con compañías procesadoras de plantas medicinales. Las
exportaciones se canalizan a través de empresas autorizadas; para el mercado local, el
producto se coloca en mercados municipales, farmacias y tiendas de plantas medicinales.

El precio de la zarzaparrilla se mantiene estable, en alrededor de 2,50 $EE.UU./kg. Sobre


la base de este valor, se estima que el ingreso bruto generado es de alrededor de 112.500
$EE.UU, de los cuales 50.000$EE.UU. corresponden al mercado nacional y 62.500 $EE.UU.
provienen de exportaciones.

Calahuala

La calahuala (Polypodium leucotomos y Polypodium decumanum) es un planta medicinal que


se emplea para tratar anemia, artritis, cáncer de estómago, dolores renales, además de poseer
propiedades depurativas, antialzheimer y antipsoriasis. Los rizomas de la planta se emplean
para preparar una infusión. El 60 por ciento de la producción de calahuala se destina al
mercado internacional, principalmente Estados Unidos y Europa. Las exportaciones se
iniciaron hace aproximadamente 20 años; en total, suman alrededor de 30 t/año, en tanto que
el mercado local consume 20 t/año. El ingreso bruto generado por las exportaciones de
calahuala superan 140.000 $EE.UU./año, y el consumo en el mercado local genera ingresos
por 95.000 $EE.UU.
41

Yerba de toro

La yerba de toro (Tridax procumbens) es otra planta medicinal extraída en su totalidad del
bosque. Se comercializa toda la planta, principalmente para exportación. El principal mercado
es España, hacia donde se exportan en promedio 15 t/año. Los precios son relativamente altos,
en comparación con otras plantas medicinales; actualmente el precio es de alrededor de 6
$EE.UU./kg de planta seca. Basándose en este precio, se calcula que las exportaciones de
yerba de toro de Guatemala generan anualmente unos 90.000 $EE.UU.

Zorrillo

El zorrillo, también conocido como apacín (Petiveria alliacia), es otra planta medicinal
importante en Guatemala. Entre las principales propiedades medicinales del zorrillo están las
de actuar como antiinflamatorio, antigripal y descongestionante, además de su propiedad
antibacteriana. Se extraen hojas y raíces con las cuales se preparan extractos, o se
comercializan en su forma fresca para infusiones. Los principales mercados internacionales del
zorrillo son Estados Unidos, Europa y Japón. En Estados Unidos existen fórmulas comerciales
de esta planta medicinal con el nombre de Anamú.

No hay datos disponibles sobre el volumen comercializado localmente o exportado. Sin


embargo, el precio del zorrillo es similar al de otras plantas medicinales, variando de 3 a 4
$EE.UU./kg.

Además de éstas, se comercializan en el mercado local alrededor de 100 especies más, y


algunas de ellas en volúmenes considerables, como el tepescohuite (Mimosa tenuiflora), la
cola de caballo (Equisetum giganteum) y las tres puntas (Neurolaena lobata). Con relación a
las especies destinadas al mercado internacional, el Banco de Guatemala ha comunicado que
los ingresos por exportación en 1992 superaron los 500 mil millones de $EE.UU.

Poutpurrí

Este es un producto desarrollado recientemente en el Petén a partir de material vegetal


proveniente del bosque latifoliado. Es una iniciativa de un grupo de campesinos, apoyada por
“Conservation International”. Para la confección del poutpurrí se recolectan hojas, flores y
semillas de árboles de ciertas especies del bosque latifoliado, caracterizadas por formas y
colores atractivos. Paralelamente, recolectan jícaras y las cortan en dos, formando canastas que
sirven de recipiente para el poutpurrí. En cada canasta se ponen hojas, flores y semillas, junto
con un pequeño recipiente de aceite esencial para rociar sobre el poutpurrí. Las canastas, con
un peso aproximado de 250 g cada una, son empacadas en papel celofán, etiquetadas y
comercializadas.

En 1997 se prepararon alrededor de 16.000 unidades con material proveniente del bosque
latifoliado. La mayor parte de la producción es exportada, principalmente a Estados Unidos;
una pequeña parte se comercializa localmente. Cada canasta se vende a 3 $EE.UU., lo que
produce un ingreso bruto anual del orden de 48.000 $EE.UU. En el Cuadro 3 se presentan las
especies utilizadas en la confección del poutpurrí.

Cuadro 3. Especies utilizadas en la confección del poutpurrí.


42

Especie Parte utilizada Cantidad (kg)

Pimienta dioica Cáscara, frutas 175


Pithecolobium sp. Legúmenos 370
Cedrela odorata Semillas 115
Orbygnya cohune Semillas y fragmentos de flores 270
Pseudobombax ellipticum Flores 450
Swietenia macrophylla Cápsula de frutas 310
Montanoa pauciflora Flores 90
Discorea sp. Semillas 235
Cecropia peltata Hojas n.d.
Neurolaena lobata Flores 80
Lysiloma sp. Legúmenos n.d.
Mascagnia malpighioides Semillas 70 mil unidades
Sickingia salvadorensis Madera, tinte n.d.
Haematophylon campechianum Madera, tinte n.d.
Caesalpinia velutina Madera, tinte n.d.
Especies no identificadas Varias 950
n.d.: Información no disponible
43

GUATEMALA

Producto Recurso Valor económico


PFNM Importancia Nombre Especies clave Parte Sistema de Fuente Utilización Cantidad, valor (expresado Observaciones Fuente
comercial usada producción en $EE.UU. )
Plantas y productos de origen vegetal
Ornamental ! Xate Chamadorea spp. H BN B I 1.541kg/año (1997) Datos de
$1.490.057; 676.000 kg/año Cuarentena
(1998) $476.493 Vegetal
DIGESA/MAGA
(período 1996-
1998)
Látex ! Chicle Manilkara zapota Látex BN B I 500 t/año, $2.000.000 Consejo
Nacional de
Áreas Protegidas
Especia ! Pimienta Pimienta dioica S BN B N, I 522.424 kg/año (1996), Banco Nacional
$462.814 de Guatemala
Ornamental ! Pinabete Abies guatemalensis t, h BN B N 125.000 árboles/año, Instituto Nacional
$2.000.000 de Bosques
Medicinal ! Zarzaparrilla Smilax spp. R BN B N, I 45 t/año, $112.500 FARMAYA
Medicinal ! Calahuala Polypodium spp. R BN B N, I $236.000 FARMAYA
Medicinal ! Yerba de toro Tridax produmbens Pe BN B N 15.000 kg/año, $90.000 FARMAYA
Aceites + Poutpurri Varias f, s, h BN B I 16.000 unidades, $48.000 Conservation
esenciales International

Importancia: - utilización no documentada; + utilización documentada; ! planta/especie muy importante a escala nacional
Sistema de producción: BN - bosque natural u otra área forestal; P - plantaciones; O - Otro (árboles fuera del bosque, SAF, huertos caseros,… )
Fuente: B - bosque; C - cultivado
Utilización: N - nacional; I – internacional
44

HONDURAS

Honduras posee un territorio con una superficie de 112.492 km2, el 25 por ciento de la cual
está cubierta con bosques de pino y el 26 por ciento con bosques latifoliados. De acuerdo con
el sistema de zonas de vida de Holdridge, los bosques de Honduras se agrupan en seis zonas
diferentes. En 1997 existían aproximadamente 2.512.700 ha de pino (denso y ralo) y 2.863.500
ha de bosque latifoliado.

La utilización de PFNM del bosque es importante, tanto para consumo interno como para
el mercado internacional. Para los mercados locales, los productos no maderables más
importantes son principalmente utilizados como alimento, medicina natural, elaboración de
artesanías y materiales de construcción; campos en los cuales los PFNM representan una
importante fuente de ingresos para la economía doméstica, además de un potencial
considerable. Los diferentes grupos étnicos en el país utilizan más de 400 plantas medicinales,
así como algunas fibras que emplean en la fabricación de artesanías y para la construcción de
casas. Por otra parte, en el mercado internacional los productos de mayor venta son las resinas
de pino, los conos y el liquidambar.

En Honduras, al igual que en los otros países de la región centroamericana, la importancia


de los PFNM no ha sido valorada adecuadamente, ni ha recibido el apoyo y la promoción
institucional necesaria. A pesar de la gran variedad de productos utilizados y del potencial
económico que representan, su conservación y uso sostenible se ven amenazados por el
deterioro ambiental y la ampliación de la frontera agrícola y ganadera. La tasa de deforestación
en Honduras se calcula en unas 86.000 ha por año. Los bosques de pino no han disminuido
significativamente en cobertura forestal, pero son objeto de una degradación gradual debido al
sistema de aprovechamiento de la madera, que se caracteriza por ser selectivo y sin control; a
la falta de manejo; a la práctica de la agricultura migratoria y de la ganadería extensiva; y a la
alta tasa de incendios forestales.

El consumo anual de leña del país alcanza a unos seis millones de metros cúbicos y el 70
por ciento de éste (4,2 millones de m3) proviene de los bosques latifoliados. La leña es una
fuente de energía muy importante para el país, y la única para una parte importante de la
población rural. Según los precios de 1994 (25 $EE.UU./m3), se puede estimar que el
consumo de leña asciende a 150 millones de $EE.UU.

Cuadro 1. Consumo anual de leña y carbón.

Producto 1993 1994 1995 1996 1997


Leña (cargas) 7.176 1.295 1.624 81.779 172.115
Carbón (kg) 26.500 53.227 141.818 1.073.136 2.805.864
Fuente: Anuario Estadístico Forestal 1997

A pesar de que la leña genera el 70 por ciento de la energía que se consume en Honduras, y
que esta representa el 90 por ciento de la madera extraída, no existe una estrategia que asegure
su aprovechamiento en forma sostenible. La contribución de la leña a la economía de la nación
se ha menospreciado, ya que la mayor parte se recolecta y comercializa a través de canales
informales.
45

PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA

El Departamento de Areas Protegidas y Vida Silvestre de la Corporación Hondureña de


Desarrollo Forestal (COHDEFOR) elaboró en 1995 un listado que reunía aproximadamente 70
de los PFNM más importantes, agrupados por categorías de uso, incluyendo las partes
utilizadas y los sistemas de aprovechamiento. Este departamento ha reunido, además,
información sobre la importancia económica que estos bienes representan para las
exportaciones nacionales (más de 2 millones de $EE.UU. en 1994) en muebles, plantas
ornamentales y medicinales, aceites, alimentos y especias, entre otras.

Látex o resina

En Honduras la resinación se practica desde los años 40 en las zonas central y oriental del país
en diferentes especies de pino (Pinus spp.) y de liquidambar (Liquidambar styraciflua). Esta
actividad es muy importante para millares de familias en el contexto del sistema social forestal.
Tradicionalmente se han usado cuatro métodos para la extracción de resinas de pino: 1)
primitivo o rústico (con hacha), 2) método francés o de Hughes, 3) pica de corteza, 4)
americano de copa y canal. Recientemente se han introducido otros dos métodos que permiten
resinar mayor cantidad de árboles por hectárea, lo que mejora la eficiencia pues se reduce el
tiempo de movilización de un árbol a otro. El método de ‘espina de pescado’ que permite
resinar árboles con dap ≥18 cm, produce rendimientos promedios de 1,82 barriles/mes por
1.000 árboles; el método de perforación de agujeros tiene la ventaja de que se puede aplicar en
cualquier época del año.

Honduras tiene aproximadamente 1,5 millones ha de bosque joven. El método de ‘espina


de pescado descendente’ permite aprovechar los árboles que se van a eliminar en un primer o
segundo raleo en esos bosques.

La resina o trementina de los pinos fluye en forma líquida; por medio de procesos de
destilación, se obtienen dos productos primarios: uno sólido de color ambarino llamado
colofonia que representa más del 70 por ciento; y otro líquido o semigraso, llamado aguarrás,
que constituye el 20 por ciento; el resto son impurezas.

Plantas medicinales

En Honduras se aprovechan cerca de 700 plantas medicinales. House et al. (1995) identifican
las 250 plantas más comúnmente mencionadas y utilizadas por la medicina tradicional popular1.
De ésas, el 60 por ciento (157) son silvestres y el 40 por ciento (93) cultivadas. De la totalidad,
el 78 por ciento (195) son nativas de Honduras y 22 por ciento (55) corresponden a plantas
introducidas. Entre las más populares están las introducidas de Europa, como la manzanilla
(Matricaria courrantiana), la hierbabuena (Mentha x piperita) y el romero (Rosmarinus
officinalis).

1
Todos los recursos, creencias y prácticas tradicionales relacionadas con la salud, que se encuentran dentro de la población en general.
46

Las plantas medicinales provenientes de los bosques están amenazadas por la destrucción
de su hábitat. Plantas como el hombre grande (Quassia amara) y la chichimora (Fevillea
cordifolia) solamente se encuentran dentro del bosque tropical y cada día son más escasas; la
zarzaparrilla (Smilax spp.) ha sido explotada por más de 150 años y hoy día es bastante escasa.
Algunas otras plantas muy utilizadas y en peligro son la escalera de mico (Bahuinia guieensis),
el taray (Eysenhardtia adenostylis), la cuculmeca (Smilax spinosa) y la sangre de drago
(Machaerium cirrhiferum y M. isadelphum).

En uno de los ocho mercados de Tegucigalpa se ha encontrado un total de 93 especies de


plantas medicinales que se comercializan entre diciembre y abril. Algunas organizaciones
brindan capacitación a grupos campesinos en la preparación de medicamentos para solventar
los problemas de salud de las comunidades rurales; estos preparados se hacen en pequeña
escala y para uso local. A nivel nacional, existe una industria de elaboración de productos a
base de plantas medicinales, como jarabes, ungüentos y confites. También, en el país hay una
empresa que cultiva y procesa calaguala (Polypodium aureum); en 1994 esta empresa exportó
a España el equivalente a 110.500 $EE.UU. en extractos.

Productos alimentarios

En muchas regiones tropicales una buena proporción de los requerimientos diarios de


alimentación se extraen directamente del bosque, principalmente en momentos difíciles o entre
cosechas agrícolas. Productos como plantas, nueces, gomas comestibles, tubérculos, semillas
o frutas complementan el abastecimiento de alimento y mejoran la seguridad alimentaria. El
corazón de las palmas (Astrocaryum standleyanum, Bactris spp., Chamaedorea spp., Welfia
gerorgii) se utilizan como suplemento alimentario en las comunidades aledañas a los bosques
latifoliados. Además, hay una gran variedad de frutos comestibles, como el pejibaye (Bactris
gassipaes y B. balanoidea), que consumen los grupos indígenas en la Mosquitia; el zapote
(Pouteria mammosa), de cuyas semillas se extraen aceites; el zapotillo (Coupeia polyandra) y
el caimito (Chryysophyllum cainito), entre otros. También se comen inflorescencias de
cacagua (Gliricidia sepium), inflorescencias y botones del bejuco loroco (Fernaldia
pandurata) y la flor de izote (Yucca elephantipes).

De la semilla de la palma de corozo (Attalea cohune) se extrae aceite, y del tallo de la


palma coyol (Acrocomia mexicana) se extrae el famoso “vino de coyol”, muy apetecido en
varios sitios del país. El tallo, flores y frutos de la palma suyate se utilizan como alimento.

Algunas especies comestibles están siendo industrializadas. La Cooperativa


Industrializadora de Alimentos Limitada (CICAL), en San Marcos de Ocotepeque, al occidente
de Honduras, agrupa 20 socios (19 mujeres y un hombre), y busca generar ingresos
económicos con la elaboración de productos alimentarios envasados. Entre ellos, la
inflorescencia de la pacaya (Chamaedorea tepejilote), una palma silvestre en los bosques o
cultivada en cafetales. Estas inflorescencias se cosechan cuando aún están inmaduras, se
procesan y envasan para la venta en el mercado nacional. En 1998, la producción fue de 59
cajas y dos botes (cajas de 12 frascos de 32 onzas c/u), aproximadamente 1.500
inflorescencias, para un ingreso de 1.780 $EE.UU. En el mismo año, CICAL envasó también
160 cajas y 10 botes de frutos de nance (Byrsonima crassifolia), que generaron 3.874
$EE.UU.
47

Artesanías

Una de las tradiciones de Honduras es el trabajo con productos de bambú, coco, calabaza,
caña y el entretejido de haces de hebras vegetales con las que se forman estrellas, espirales,
calados y cordones utilizados en sombreros de excelente calidad, canastos para pan, abanicos y
hasta tejidos de mimbre utilizados en la fabricación de muebles.

Con el carrizo de bambú o jocón (Rhipidocladum recemiflorum) se construyen canastos y


otras artesanías. Esta especie ha tenido una fuerte presión en los últimos años debido a su
demanda para artesanía. Un grupo de artesanos (14) de Siguatepeque, Comayagua,
comunicaron que en 1997 la producción total fue de 6.826 canastas de jocón (2.323 pequeñas,
1.775 medianas y 2.728 grandes) y recibieron un beneficio neto de 8.562 $EE.UU. (a precios
unitarios de 1,15, 2 y 3,46 $EE.UU., respectivamente). El jocón representa un 33,4 por ciento
de la demanda actual de material, en tanto que el jimilile (Merostachys argeronema) representa
el 66,6 por ciento, probablemente debido a que el jocón tiene veda y la otra especie es de
buena aceptación para la confección de artesanías.

En el caso de los Artesanos de Santa Bárbara, aproximadamente 400 mujeres artesanas se


dedican a elaborar artesanías de junco (Carludovica palmata), tule (Cyperus canus) y tusa de
maíz (Zea mays), principalmente. El grupo es apoyado por la organización ‘Centro Cultural
Hibueras’ en aspectos de mercadeo, educación y capacitación. A través del Centro, se
comercializan alrededor de 50 tipos diferentes de productos artesanales (en varios diseños), no
solamente en el mercado local sino que también están exportando a varios países de
Centroamérica.

Dentro del grupo étnico misquito –y más recientemente entre los pech y tawahka- un
grupo de mujeres utiliza la corteza del árbol tunu (Castilla tunu) para la fabricación de
artesanías. Esta corteza, después de un tratamiento para eliminar el látex, adquiere una
consistencia como de tela. En 1994 se exportaron artesanías de tunu con un valor de 1 537
$EE.UU. Los misquitos también hacen artesanías (canastas, fajas, hamacas, gorras, bolsas,
pulseras, collares, cintas para el pelo) de majao, que comprende varias especies de Hampea
sp., Helecarpus sp. y Trichosperum mexicanum. En este caso, se emplea la corteza de árboles
de dos a cuatro años para sacar la fibra. La obtención de materia prima de majao y tunu es
destructiva, ya que se derriba el árbol para aprovechar su corteza.

En el Instituto Hondureño de Antropología e Historia se llevó a cabo un proyecto llamado


Rescate de la Producción Artesanal Indígena y Tradicional de Honduras. En principio, se
recopiló información de 74 especies de plantas (314 usos o artículos confeccionados) usadas
por los seis grupos étnicos principales de Honduras: Chortí, Garífuna, Lenca, Mestizo,
Misquito, Pech, Tawahka y Tollupan. El estudio determinó que se fabrican 28 artículos de
distintas partes de la planta (cuadro 4). De la totalidad de usos que las especies poseen, se
mencionan 23 para curtir cuero, 14 para construir canastos, 11 para techar, 7 para hacer
arpones, 6 para fabricar petates, 4 para fabricar tambores, 4 para confeccionar lazos y bolsos y
4 para adornos de semillas.

Otras artesanías utilitarias


48

La palma suyate, que está presente en la zona central de Honduras (Comayagua y Francisco
Morazán), se utiliza para la confección artesanal de escobas, aunque el aprovechamiento
excesivo y los incendios en el parque Nacional Montaña de Comayagua han deteriorado sus
poblaciones y disminuido los volúmenes aprovechables. En la zona de la Sampedrana,
Comayagua, grupos de artesanos producen anualmente alrededor de 18.413 escobas a un
precio unitario de 0,16 $EE.UU. (2.946 $EE.UU.), pero podrían duplicar la oferta. Esta
especie se utiliza también para la fabricación de matates, canastillas, tumbillas, cocales de
aporrear, cabuya, lazos y sombreros.

Cuadro 2. Número de especies utilizadas para la construcción y confección de


artesanías y artículos utilitarios por los grupos étnicos.

Grupo Bráctea Bulbo Corteza Espina Fruto Hoja Madera Raíz Resina Semilla Tallo
étnico
Chortí 1 7 6 4 2 1 7
Garífuna 2 4 6 1 10
Lenca 1 9 6 8 6 2 2 5
Mestizo 1 15 1 11 4 12 1 13 6
Misquito 9 6 5 15 10
Pech 9 3 9 14 2 2 8
Tawahka 10 4 6 12 1 2 10
Tollupan 1 6 6 3 1 6
Fuente: Viaje al Universo Artesanal de Honduras. PROPAITH -IHAH.(en imprenta)

Entre los grupos Misquito, Pech y Tawahka se produce aceite a partir de los frutos de la
batana (Elaeis oleifera), el que se utiliza para dar brillo, rehabilitar y evitar la caída del cabello.

Materiales de construcción

Muchas especies se utilizan en la construcción de casas. Por ejemplo, las hojas de capuca
(Calyptrogyne ghiesbreghtiana) y de algunas especies de Geonoma en la costa norte. El
corozo (Orbingya cohune), el suyate (Brahea dulcis), el tique (Acoelorrhaphe wrightii) y la
manaca (Scheelea macrocarpa) se emplean para la construcción de techos.

Semillas

Aparte de la utilización de semillas como alimento y para la manufactura de artesanías, la


actividad comercial relacionada con las semillas es muy importante. Se comercializan semillas
seleccionadas de varias especies de pino (Pinus caribaea, P. maximinoi y P. tecunumanii). El
Banco de Semillas Forestales de la Escuela Nacional Forestal (ESNACIFOR) y dos empresas
privadas manejan el mercado de semillas en Honduras. Las semillas de pino se exportan
principalmente a Venezuela, Colombia, República Dominicana, Panamá y otros 30 países
tropicales y subtropicales. El promedio anual recolectado de semillas de pino es de 1.800 kg, el
55 por ciento de los cuales se destina a la exportación.

Cuadro 3. Exportación de semillas de pino por año.

Año Exportación
Volumen (kg) Valor (miles $EE.UU.)
1993 222,4 115,6
49

1994 0,0 0,0


1995 528,0 97,5
1996 600,0 125,7
1997 660,0 138,0
Total 2.010,4 476,8
Fuente: Anuario Estadístico Forestal 1997

Fauna

En Honduras, es común comer animales silvestres como fuente de proteína animal. Este
componente de la dieta resulta muy conveniente cuando se tiene una población mal nutrida y
con muy baja capacidad adquisitiva. La fauna presenta una gran diversidad, con más de 700
especies de aves, 200 de mamíferos y 200 de reptiles, además de numerosas especies de
invertebrados. La cacería de animales como el venado cola blanca, el pecari (Tayassu pecari),
el tepezcuintle (Agouti paca), el garrobo (Ctenosaura similis) y la iguana (Iguana iguana) es
común, aunque toda cacería es ilegal. La única especie para la que se autoriza la cacería es la
paloma migratoria, desde el 15 de noviembre al 15 de marzo.

Aunque muchas especies no han sido identificadas, ya se han reconocido 41 en proceso de


extinción. Honduras es el país centroamericano con mayores índices de exportación de fauna
silvestre al mercado internacional, debido a una deficiencia de los controles administrativos y a
la tardía entrada en vigor de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES). Actualmente hay por lo menos dos
empresas que exportan animales silvestres por medio de permisos otorgados por el
Departamento de Areas Protegidas y Vida Silvestre de COHDEFOR (DAPV). La lista de
especies exportadas asciende a 35, una de las cuales es un coral marino. La cantidad de
animales de exportación se basa en cuotas asignadas por el DAPV, de acuerdo con dictámenes
y monitoreos de las poblaciones.

Cuadro 4. Número de especies y especímenes asignados por cuotas de exportación


de fauna.

Cuota asignada Cuota exportada % de la cantidad asignada


Año Especies Especímenes Especies Especímenes Especies Especímenes
1997 35 131.075 33 9.215 94,2 7,03
1998 57 86.170 53 44.404 92,9 51,4
Fuente: Departamento de Areas Protegidas y Vida Silvestre de AFE-COHDEFOR

En el país hay zoocriaderos de venado cola blanca (Odoicoileus virginianus), iguana


(Iguana iguana), cocodrilo (Crocodylus acutus) y caimán (Caiman crocodylus). En la
comunidad misquita de Raistá, dentro de la Reserva de la Biósfera del río Plátano, se creó con
el apoyo del Proyecto MOPAWI, el primer zoocriadero de mariposas, que inició la
exportación de pupas a zoológicos de Estados Unidos. Esta actividad permite ingresos
económicos, a la vez que protege los bosques y atrae el ecoturismo. En 1997 se produjeron
para la exportación 3.934 pupas de 27 especies diferentes de mariposas.
50

HONDURAS

Producto Recurso Valor económico


PFNM Impor- Nombre Especies clave Parte Sistema de Fuente Utiliza- Cantidad, valor (expresado Observaciones Fuente
tancia comercial usada producción ción en $EE.UU.)
Plantas y productos de origen vegetal
Exudado ! Resina Pinus caribaea, P. Resina BN B N, I 24.000 barriles/año Anuario
oocarpa, P. Maximinoii $1.080.000 Estadístico
Forestal 1997
Exudado ! Colofonia (gum Pinus caribaea, P. Resina BN B I 83.600 kg, $ 51.600 Anuario
rosin) oocarpa, P. Maximinoii Estadístico
Forestal 1997
Exudado ! Aguarrás (gum Pinus caribaea, P. Resina BN B I 214.400 kg, $189.500 Anuario
turpentine) oocarpa, P. Maximinoii Estadístico
Forestal 1997
Exudado ! Aceite de pino Pinus caribaea, P. Resina BN B I 107.300 kg, $157.900 Anuario
oocarpa, P. Maximinoii Estadístico
Forestal 1997
Exudado ! Dipentenol Pinus caribaea, P. Resina BN B I 98.800 kg, $ 83.500 Anuario
oocarpa, P. Maximinoii Estadístico
Forestal 1997
Exudado ! Trementina 171.098 kg, $104.410 Dato para 1994
Exudado - Otros Pinus caribaea, P. Resina BN B I 3.500 kg, $21.400 Anuario
oocarpa, P. Maximinoii Estadístico
Forestal 1997
Exudado ! Styrax Liquidambar styraciflua Resina BN B N, I 915 barriles Anuario
Estadístico
Forestal 1997
Exudado ! Styrax Liquidambar styraciflua Resina BN B I 34.000 kg, $ 370.100 Anuario
Estadístico
Forestal 1997
Semillas ! Bellotas Semillas BN B I 660.000 kg, $ 138.000 Anuario
Estadístico
Forestal 1997
Artesanías ! Tunu Castilla tunu Corteza BN B N, I $ 1.537
Especia Frutos Pimenta dioica Frutos BN, P B N, I $ 156.750 Dato para 1994
Medicinal ! Extracto Polypodium aureum Rizoma BN, P C I $ 110.500
calaguala
Importancia: - utilización no documentada; + utilización documentada; ! planta/especie muy importante a escala nacional
Sistema de producción: BN - bosque natural u otra área forestal; P - plantaciones; O - Otro (árboles fuera del bosque, SAF, huertos caseros,… )
Fuente: B - bosque; C - cultivado
Utilización: N - nacional; I - internacional
51

NICARAGUA

Nicaragua es el país de mayor extensión en el Istmo Centroamericano, con una superficie de


140.000 km2 y una población de 4,1 millones de habitantes. Alrededor del 40 por ciento de su
superficie está cubierto por diferentes áreas boscosas: bosques latifoliados tropicales y
subtropicales (87,5 por ciento) y bosques de coníferas (12,5 por ciento), donde predominan las
especies Pinus oocarpa y P. caribaea.

En total, se estima que Nicaragua tiene alrededor de 5.600.000 ha de bosques latifoliados


ubicados principalmente en las regiones central-sur (30 por ciento) y oriental (60 por ciento), y
700.000 ha de bosques de coníferas en la región central-norte. Además existen áreas boscosas
en la región occidental del país, pero en menor proporción.

Los PFNM en Nicaragua han tenido una larga tradición de extracción, consumo local y
exportación. El primer caso documentado es la exportación de zarzaparrilla (Smilax spp.) a
Europa, a través del Puerto de Costa, ubicado hoy en territorio hondureño. En 1757 se
exportaron más de 50.000 kg de zarzaparrilla, con un valor total de 12.000 libras esterlinas en
aquel momento. La exportación de zarzaparrilla siguió en aumento hasta el año 1769, cuando
se exportaron más de 90.000 kg.

Además de la zarzaparrilla, Nicaragua exportó caucho natural, proveniente del látex de


Castilla elastica. Los registros datan de 1867, cuando el volumen de exportación superó las
180 t. Este volumen creció rápidamente, y en 1878 se exportaron más de 1.600 t que
generaron un ingreso bruto de 1.662.210 $EE.UU. Las exportaciones de caucho disminuyeron
hacia 1930, pero volvieron a incrementarse para alcanzar en 1944 más de 1.600 t nuevamente.
En este período, las exportaciones de caucho natural conformaban entre 2 por ciento y 7 por
ciento de las exportaciones totales.

Alrededor de 1940 se empezaron a exportar diferentes tipos de gomas elaboradas con


látex de árboles del bosque latifoliado. Las más importantes fueron goma de níspero
(Manilkara zapota), más de 40 t en 1944; goma de níspero y tuno (Castilla tunu), entre 290 y
400 t por año entre 1950 y 1970; y goma de tuno únicamente, que sobrepasaron las 1.100 t en
1973, pero que apenas llegaron a 100 t en 1979. Las gomas provenientes de los bosques de
Nicaragua tuvieron tal importancia, que en 1955 la compañía Wrigleys Gum de Chicago instaló
una planta de procesamiento en Waspán, sobre el río Coco. Esta planta procesaba
principalmente las gomas de níspero y tuno, destinadas al mercado estadounidense de goma de
mascar. Esta planta estuvo activa hasta 1980, cuando fue cerrada debido a la llegada de
movimientos contrarrevolucionarios a la zona.

Otro PFNM de gran importancia fue la raicilla (Psychotria ipecacuanha), una planta
medicinal extraída del bosque desde 1920 en las cuencas de los ríos Mico, Siquia, Rama y San
Juan. La producción nacional se exportaba por el Puerto de Bluefields a Estados Unidos y
Europa. Entre 1940 y 1970, los volúmenes de exportación se mantuvieron entre 20 y 70 t por
año, con un volumen máximo de 196 t en 1977. En 1985, comenzó el embargo comercial de
los Estados Unidos a Nicaragua, por lo que se prohibieron las importaciones de raicilla
52

procedente de Nicaragua. Debido al alto precio que tuvo la raicilla (hasta 10 $EE.UU./kg), sus
exportaciones representaron una importante fuente de ingreso para el país.

A pesar de la tradición, algunos de los productos extraídos en grandes cantidades en este


siglo dejaron de ser recolectados a contar de la década del setenta debido, principalmente, a los
conflictos internos que surgieron en el país. Estos conflictos hicieron que la población rural
emigrara hacia los centros urbanos en busca de mayor seguridad. Cuando los conflictos
internos acabaron y parte de la población rural regresó a sus actividades productivas, se
reinició la extracción de PFNM. Sin embargo, todavía no se exporta ninguno en volúmenes
considerables, y su comercio en el mercado local se limita a pocas categorías de productos.

Los productos extraídos actualmente provienen principalmente de los bosques latifoliados


de la zona central-sur y oriental (zona de Río San Juan y Atlántico). Existen pequeños grupos
organizados que están comenzando la elaboración de artesanías a base de productos
originarios del bosque, para exportar hacia destinos como Estados Unidos y España. También
existe un mercado local considerable de plantas medicinales.

A Estados Unidos y Europa se exportan, además, animales silvestres que son recolectados
en el bosque bajo la supervisión de la Oficina Regional del Convenio sobre el Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES). En 1995, las
exportaciones de especies de fauna silvestre de Nicaragua generaron un ingreso bruto de
1.450.300 $EE.UU.

PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA

Los PFNM que se extraen actualmente en Nicaragua provienen en su gran mayoría del bosque
latifoliado, principalmente del área del Río San Juan, del Oriente (litoral Atlántico) y de la
región central-norte. Estos productos se agrupan en dos grandes categorías: artesanías
elaboradas a base de diversas fibras y plantas medicinales. A diferencia de Guatemala, en
Nicaragua no se extraen plantas ornamentales ni resinas o látex para la exportación. Querol
(1996) enumera 265 especies de plantas útiles (174 nativas) identificadas por conocedores del
área del Río San Juan (del bosque húmedo tropical), de las cuales más o menos 131 han
sufrido algún tipo de domesticación (55 especies nativas de la región centroamericana).

A pesar de las grandes exportaciones de plantas medicinales y gomas desde el siglo XVIII,
actualmente el mercado de PFNM se limita al consumo interno. Los únicos productos
exportados son ciertos tipos de artesanías y muebles de mimbre, pero en muy baja escala y
hacia pocos destinos.

Artesanías

En Nicaragua se procesa una enorme variedad de fibras provenientes del bosque para la
elaboración de diversos productos que se comercializan en el mercado local. Aunque estos
productos pertenecen a la categoría de artesanías, muchos de ellos son usados diariamente por
los agricultores (sombreros) y las amas de casa (tortilleros y canastas). Por lo general, las
fibras se recolectan en el bosque latifoliado, principalmente en la región del Río San Juan y el
53

litoral Atlántico, y se transportan a la región de Masatepe, en el Departamento de Masaya,


donde son procesadas por los artesanos locales. La zona de Masatepe es considerada el
principal centro de elaboración de productos a base de fibra del bosque, en Nicaragua.

Los productos elaborados se comercializan principalmente en el mercado local, aunque


periódicamente se realizan exportaciones de pequeños volúmenes al Estado de Florida,
Estados Unidos, donde existe una importante colonia de latinoamericanos, y por ende, una
demanda considerable por este tipo de productos.

Cada fibra es empleada en la elaboración de ciertos productos en particular. Las fibras más
utilizadas son las siguientes:

Pita

Proviene de una planta de la familia Cyclanthaceae (Cardulovica palmata), parecida a


una palma, de la cual se extrae una fibra resistente e impermeable que se usa principalmente en
la elaboración de sombreros utilizados por los campesinos. La pita se emplea en la confección
de sombreros desde México hasta Perú. En Nicaragua, la fibra se recolecta en la región de
Camoapa, en forma manual, y luego se lleva a los centros de fabricación en Masatepe. Los
recolectores por lo general venden la fibra recolectada a intermediarios, o directamente a los
artesanos.

Se estiman en un millar los artesanos que confeccionan sombreros de pita. Algunos se


agrupan en talleres; otros trabajan en sus propias casas. Los artesanos dedican en promedio el
65 por ciento de su tiempo a la confección de los sombreros, para una producción anual de
150.000 unidades.

Los precios varían considerablemente según la calidad del producto y el grado de detalle
con que se confeccione. La mayor parte de los sombreros se venden en el mercado local, y los
principales compradores son los campesinos que los utilizan diariamente. Este tipo de
sombrero es el más típico, elaborado de forma sencilla, tiene un costo promedio de 2,5
$EE.UU. por unidad; más del 90 por ciento de la producción de sombreros es de este tipo. Sin
embargo, hay sombreros más finos y de mejor calidad que llegan a alcanzar precios de hasta 20
$EE.UU. por unidad. Estos se venden en el mercado local y se exportan a Miami y Panamá.

Según el precio promedio de los sombreros que se venden en mayor cantidad y en la


producción promedio anual, se estima que el ingreso bruto generado por los sombreros de pita
en Nicaragua es de 375.000 $EE.UU. por año.

Hoja de pino

Este es un producto recolectado en los bosques de conífera de la región de Cinco Pinos, en el


litoral Atlántico. Las hojas secas de Pinus oocarpa que caen al suelo son recolectadas para
confeccionar diferentes tipos de canastas, generalmente redondas y pequeñas que sirven para
guardar tortillas.
La fabricación de canastas con hojas de pino se concentra en la región de Cinco Pinos,
aunque recientemente ha comenzado a tomar auge en otras regiones del país, como el litoral
Atlántico norte. Es una actividad realizada en su mayor parte por mujeres; se estima que
54

alrededor de 100 mujeres se dedican a este negocio. La producción es limitada (12.000


unidades por año); sin embargo, el precio es relativamente alto: 8,50 $EE.UU. por unidad,
como promedio. La producción se destina principalmente a la exportación a Puerto Rico,
Inglaterra, Panamá y Honduras; aunque también se encuentran pequeñas cantidades de
canastas en el mercado local.

Basándose en la producción anual promedio y en el precio promedio del producto, se


estima que el ingreso bruto generado por la manufactura de canastas con hojas de pino
provenientes del bosque de Nicaragua supera ligeramente los 100.000 $EE.UU. al año.

Palma real

Esta palma (Attalea butyracea), originaria del bosque latifoliado, se usa para hacer canastas.
La fibra se recolecta en el bosque, en la región de Masaya y Masatepe, y se transporta a
Masaya donde se fabrican las canastas. Por lo general, el recolector vende la fibra directamente
a los artesanos.

En total existen alrededor de 750 personas dedicadas a la fabricación de canastas de palma


real. Son en su mayor parte hombres, aunque las mujeres y niños de la familia también
participan en el proceso. La producción anual de canastas se estima en 100.000 unidades que
se comercializan en el mercado local y una menor parte se exporta a Costa Rica. Estas canastas
tienen un bajo precio, dada su rusticidad y la poca resistencia de la fibra. En promedio, cada
canasta se vende por 2 $EE.UU., sea en el mercado local o para exportación. En total, el
ingreso bruto generado por las canastas de palma real de Nicaragua es de alrededor de 200.000
$EE.UU. al año.

Tule

Esta planta (Cyperus canus) proviene del bosque latifoliado de las regiones de Granada y
Tisma. La fibra es recolectada en el bosque y se usa en la confección de petates (esteras). Los
petates de tule se producen únicamente en Masatepe, donde unas 250 personas se dedican a
este oficio. La producción promedio de cada artesano es de 240 petates por año, para un
volumen total de 60.000 unidades por año. Este alto volumen de producción se debe
principalmente a que los petates confeccionados en Nicaragua son de tamaño mediano y no
son pigmentados, por lo tanto su elaboración es más rápida.

La mayor parte de la producción se exporta a Honduras, donde reciben un mejor acabado


y son tratados con colorantes. En promedio, los petates de tule se venden a un precio de 10
$EE.UU. por unidad, tanto en el mercado local como para exportación, lo que genera un
ingreso bruto anual de 600.000 $EE.UU.

En total, la fabricación de artesanías con fibras del bosque de Nicaragua es una actividad
que genera un ingreso bruto anual del orden de1 275.000 $EE.UU., en valor de exportación y
ventas en el mercado local. Esta actividad genera empleo directo para 2.100 personas, además
del empleo indirecto para los recolectores de fibra en el bosque.

Muebles de mimbre
55

El mimbre es el nombre comercial de la fibra de dos especies de la familia Araceae extraídas


del bosque latifoliado: el bejuco de mujer (Phylodendron rigidifolium) y el bejuco de hombre
(Heteropsis oblongifolia). Esta fibra se usa para confeccionar muebles, principalmente sillas,
mesas y sillones (juegos de sala y comedor).

La recolección de mimbre se realiza en su totalidad en la región del Río San Juan, al sur
del país. El mimbre es colectado por los campesinos y vendido a los intermediarios, quienes lo
revenden a los artesanos en Masatepe y Masaya, región donde se concentra la actividad de
producción de muebles de mimbre. El precio pagado por los intermediarios a los recolectores
es, en promedio, 1,75 $EE.UU./kg, y lo venden a los artesanos en alrededor de 4 $EE.UU/kg
(entre 180 y 200 $EE.UU. por quintal; un quintal = 46 kg). En general, no hay diferencia de
precio entre el bejuco de mujer y el bejuco de hombre, aunque se recolecta en mayor cantidad
el bejuco de mujer.

Aproximadamente dos tercios de los artesanos del mimbre de Masatepe y Masaya están
organizados en talleres, donde grupos de dos a diez artesanos confeccionan los muebles en
forma comercial. En total, alrededor de 1.200 personas -hombres, la mayoría, y jóvenes y
mujeres en menor proporción- se dedican a este oficio.

Los muebles de mimbre se venden como juegos de sala o de comedor. Un juego de


comedor está compuesto por una mesa y cuatro sillas; un juego de sala está compuesto por un
sillón grande y uno o dos de tamaño pequeño. La producción de muebles de mimbre en
Nicaragua es de alrededor de 28.800 juegos por año, distribuidos en forma homogénea durante
todos los meses. Cada juego de sala o comedor tiene un precio promedio de 200 $EE.UU.
Sobre la base de este precio y de la producción anual se estima que el ingreso bruto generado
por la confección de muebles de mimbre en Nicaragua es de 5.760.000 $EE.UU. Una parte
significativa de los muebles se exporta principalmente a Europa y a los demás países
centroamericanos.

En general, la extracción de fibras se ha mantenido estable en los últimos años; sin


embargo, su disponibilidad se ha reducido a consecuencia de la creciente deforestación que, al
eliminar el bosque, también elimina el producto no maderable. Como la totalidad de las fibras
utilizadas en Nicaragua provienen del bosque, la fabricación de artesanías y de muebles de
mimbre depende directamente de la conservación de los bosques.

No existe ninguna legislación que regule la extracción de estos PFNM. Aunque existen
áreas boscosas bajo régimen de protección absoluta -como parques nacionales y reservas
biológicas- no hay en el país suficiente capacidad institucional para implementar un control
efectivo de la extracción de fibras y mimbre en estas áreas.
56

Plantas medicinales

Desde siempre, las plantas medicinales han sido tomadas del bosque en Nicaragua. De hecho,
existen registros de exportación de zarzaparrilla (Smilax spp.) y raicilla (Psychotria
ipecacuanha) que datan de siglos. En la actualidad, las plantas medicinales provienen en su
mayoría de los bosques latifoliados y son recolectadas en pequeños volúmenes por los
campesinos, quienes las venden a intermediarios que abastecen al Centro para el Desarrollo de
la Medicina Tradicional Nacional (CEDEMETRO), una gran empresa que mantiene el
monopolio del mercado.

Aunque se extraen en total más de 100 plantas medicinales de los bosques, junto con la
raicilla -la especie más importante en el mercado de exportación de plantas medicinales de
Nicaragua- hay otras ocho especies que conforman más del 75 por ciento del volumen total de
plantas medicinales comercializadas en el país. Estas especies son las siguientes:

Zarzaparrilla

Zarzaparrilla (Smilax spp.) es el nombre común de varias especies del género Smilax que crece
en forma natural en el bosque latifoliado de Nicaragua. Esta especie ha tenido una importancia
histórica desde el siglo XVIII, cuando comenzó a ser exportada a Europa. Aunque
actualmente no se exporta, la zarzaparrilla tiene una enorme demanda en el mercado local
debido a sus propiedades medicinales. De hecho, se considera que el mercado actual de la
zarzaparrilla está subabastecido, y por lo tanto la oferta tiende a crecer.

En el bosque se recolectan los rizomas de la planta, que luego son secados y


comercializados enteros. En los centros de procesamiento pican los rizomas y los
comercializan en pequeñas bolsas que contienen pedazos de rizoma y raíces gruesas. Los
principales usos medicinales de la zarzaparrilla son como depurativo, afecciones en general y
para tratar enfermedades venéreas de la mujer.

La mayor parte de la producción nacional proviene de la región norte y central del país. El
volumen de zarzaparrilla comercializado anualmente en Nicaragua es de alrededor de 25 t por
año de rizoma seco, lo que equivale a aproximadamente 55 t de rizoma en peso fresco. El
precio promedio del rizoma seco es de 2,30 $EE.UU./kg, que genera un ingreso bruto de
aproximadamente 125.000 $EE.UU. al año.

Cuculmeca

La cuculmeca (Smilax spp.) es una raíz o rizoma único, de casi 50 cm de largo, color rojo. Se
usa para tratar anemia y para regular el ciclo menstrual de la mujer. Se produce en la región
norte y central del país.

Guapinol

El guapinol (Hymenaea courbaril) es un árbol cuya corteza se utiliza para tratar afecciones
digestivas y renales. Se cosecha en todo el país, aunque la mayor parte proviene de la zona
central y atlántica.
57

Jinocuabo

La corteza del jinocuabo (Bursera simaruba) se emplea para combatir afecciones de la piel y
problemas de la sangre; tiene un gran mercado como depurativo. En Nicaragua se emplean dos
variedades: la blanca y la colorada. Se encuentra en todo el país, principalmente en la región
seca del Pacífico.
Bálsamo

El bálsamo (Miroxylon balsamum) es una especie que tiene gran futuro para la industria de
pomadas, ya que trata problemas broncorrespiratorios, incluido el asma. Se usa la corteza del
árbol, que proviene de la zona norte-central, norte-oriental y Chontales.

Cola de caballo

La cola de caballo (Equisetum spp.) es un helecho que tiene propiedades medicinales contra
afecciones renales y de las vías urinarias. Existen dos especies: E. arvense, que proviene de
Estelí y Matagalpa y tiene mejores propiedades, y E. gigantum, que proviene de Chinandega.
Se usa toda la planta.

Hombre grande

El talle de hombre grande (Quassia amara) se utiliza para tratar fiebres de malaria y
paludismo, principalmente en la zona atlántica donde hay brotes de malaria. También sirve
como insecticida natural.

Zorrillo

La raíz del zorrillo, también conocido como apacina o ipacina (Petiveria alliacea) tiene una
demanda creciente para el tratamiento de enfermedades de las vías respiratorias como sinusitis,
constipado, etc. Proviene de todo el país, principalmente de bosques tropicales húmedos.

En total, las plantas medicinales mencionadas generan un ingreso bruto de casi medio
millón de dólares por año; con un valor promedio de 3,50 $EE.UU./kg de planta medicinal.
Este valor representa alrededor de 2/3 del volumen e ingreso bruto total. Por lo tanto se puede
estimar que las plantas medicinales tienen un mercado que asciende a unos 700.000 $EE.UU. y
un volumen de más de 190 t por año (véase cuadro 1).

Productos alimentarios

En general la población de Nicaragua consume plantas comestibles, muchas de las cuales


provienen de actividades extractivas en los bosques, como la pacaya (Chamaedorea spp.), de
la cual se come el palmito, y el pejibaye (Bactris gasipaes), del cual se come el fruto. Existe la
iniciativa de sembrar pejibaye en forma comercial para vender en el mercado local y para la
exportación.

El fruto del icaco (Chrysophyllum icaco), un arbusto que crece en el litoral Atlántico y en
menor grado en el Pacífico (requiere condiciones salinas para crecer), también es muy
58

apetecido por los nicaragüenses. Se vende en supermercados y restaurantes como postre en


forma de conserva.

Cuadro 1. Precios y volúmenes comercializados de ocho de las principales plantas


medicinales.

Nombre común Nombre científico Volumen Precio Valor total


(kg/año) ($EE.UU./kg) ($EE.UU./año)
Cuculmeca Smilax sp. 33.000 3,00 100.000
Guapinol Hymenaea courbaril 27.500 3,25 90.000
Jinocuabo Bursera simaruba 8.000 2,50 20.000
Bálsamo Myroxylon balsamum 16.000 7,00 112.000
Cola de caballo Equisetum arvense 20.000 4,00 80.000
Hombre grande Quassia amara 25.000 2,00 50.000
Zorrillo Petiveria alliacea 3.000 4,00 12.000
Total 132.500 464.000
Fuente: comunicación personal Dr. Mario Saavedra (CEDEMETRA)

Cuadro 2. Principales plantas alimentarias de uso común.

Nombre Especie Categoría de Parte utilizada Forma de explotación


común uso

Verdolaga Portulaca oleracea Especia Hojas Natural

Espinaca Basella rubra Alimento Hojas Cultivado

Orégano Coleus aromaticus Especia Hoja Cultivado

Pitahaya Cereus pentagonus Alimento Fruto Cultivado

Almendro Terminalia catappa Alimento Fruto y hojas Cultivado

Anona de Annona reticulata Alimento Fruto, hojas y Cultivado


redecilla corteza

Coyol Acrocomia vinifera Comestible Fruto Natural y cultivado

Icaco Chrysophyllum icaco Alimento Fruto Cultivado

Jícaro sabanero Crescentia alata Alimento, forraje Fruto Natural

Jobo Spondias mombin Alimento Fruto Natural y cultivado

Poponjoche Pachira aquatica Alimento Fruto Natural

Aceituno Simarouba amara Alimento Fruto Natural

Maquengue Socratea durissima Comestible Palmito Natural


Fuente: Salas 1995

Materiales de construcción

Los materiales de construcción provenientes del bosque son un recurso de mucha importancia
entre las comunidades rurales de Nicaragua, por las precarias condiciones económicas de la
mayoría de la población. En estas circunstancias, los recursos del bosque siempre cumplen una
función muy importante en la economía familiar. En general, para la fabricación de los techos
de los ranchos se usan hojas de la palma suita (Geonoma congesta). Se estima que entre 33 y
59

50 por ciento de los ranchos en la zona rural son techados con esta palma. Otra especie
también utilizada para la fabricación de techos es la palma de sombrero (Sabal mexicana).

Especias

Cuadro 3. Principales especies de plantas utilizadas como especias.

Nombre común Especie Parte utilizada Forma de explotación

Verdolaga Portulaca oleracea Hojas Natural

Culantro, cilantro Eryngium foetidum Hojas natural , cultivado

Orégano Coleus aromaticus Hoja Cultivado

Achiote Bixa orellana Fruto y hojas natural y cultivado


Fuente: Salas 1995

Fauna

El uso de la fauna como alimento y para el comercio de animales a nivel local y de exportación
es común en Nicaragua. Se estima que la fauna silvestre de vertebrados de Nicaragua está
compuesta por aproximadamente 1.200 especies (92 anfibios, 172 reptiles, 673 aves, 187
mamíferos), con un total de 22 especies endémicas (12 peces, 6 reptiles, 1 anfibio y 3
mamíferos).

Hasta 1997, 22 empresas legalmente inscritas comercializaban animales. Estas tienen


convenios suscritos con el Ministerio de Recursos Naturales para el aprovechamiento de
especies de fauna hasta el año 2000. La CITES da cuenta que en Nicaragua existe un total de
177 especies en peligro: 26 en el Apéndice I, 123 en el Apéndice II y 28 en el Apéndice III. El
establecimiento de cuotas por especie se basa en la demanda y con criterios conservadores; en
muy pocas ocasiones se hacen estudios científicos; sin embargo, en los últimos años se han
incrementado los volúmenes de las especies que no aparecen en ningún listado de la CITES,
principalmente reptiles y ranas.

Cuadro 4. Comparación de las exportaciones de aves y reptiles entre


1991 y 1996.

Año Tipo de fauna Unidades exportadas Incremento (%)


1991 Aves 2.426
1994 Aves 4.475
1995 Aves 9.669 216*
1996 Aves 9.251 205*
1994 Reptiles** 36.927
1995 Reptiles 66.732 180,7*
1996 Reptiles 137.838 373,3*
*respecto de 1994
** El 75 por ciento lo conforman pieles de caimán (Caiman crocodilus)
El tráfico ilegal de fauna es significativo en varias zonas de Nicaragua. En algunas zonas
de amortiguamiento se comercializan guacamayas (Ara ambigua y A. macao), que pueden
costar entre 65 y 173 $EE.UU. en Managua. También se comercializan tucanes (Ramphastos
60

sp.), monos cara blanca (Cebus capucinus), loras (Amazona sp.), chocoyos (Aratinga spp.) y
venados cola blanca (Odocoileus virginianus).

Cuadro 5. Especies de Psitácidos comercializadas en Nicaragua y montos estimados


(según datos F.O.B.*)

Nombre científico Nombre común Precio Cuota Total monto


unitario (Especímenes) ($EE.UU**)
($EE.UU.*)
Amazonia albifrons Cotorra frente blanca 60 1.500 90.000
Amazonia aurofulliata Lora nuca amarilla 210 800 168.000
Amazonia autumnalis Lora frente roja 100 2.475 247.500
Amazonia farinosa Lora corona azul 120 800 96.000
Aratinga canicularis Chocoyo frente naranja 20 1.500 30.000
Aratinga finschi Chocoyo frente carmesí 40 1.300 12.000
Aratinga holochlora Perico verde 30 500 15.000
Aratinga nana astec Perico frente oliva 30 500 15.000
Brotogeris jugularis Chocoyo zapoyolito 20 749 14.980
Pionus senilis Cotorra corona blanca 75 500 37.500
Pionopsitta haematotis Loro capucha café 30 20 600
Total 9.644 726.580
* Precio: $EE.UU. F.O.B. 1996
** Volumen total de ingresos FOB
Fuente: Secretaría Nacional de CITES-NI, MARENA 1996.

En Nicaragua se extraen aproximadamente 18.000 especímenes de Psitácidos para uso


comercial y no comercial. Según datos sobre la valorización anual del comercio de fauna
silvestre proyectada sobre la base de los cupos anuales de exportación establecidos para 1995, se
podría obtener un monto aproximado de 1.405.300 $EE.UU. provenientes de la exportación de
aproximadamente 78.000 especímenes autorizados por medio de cuotas para exportación.
61

NICARAGUA

Producto Recurso Valor económico


PFNM Importancia Nombre Especies clave Parte Sistema de Fuente Utilización Cantidad, valor Observaciones Fuente
comercial usada producción (expresado en $EE.UU. )
Plantas y productos de origen vegetal
Artesanía ! Sombrero Cardulovica palmata Tallos y BN B N, I 150.000 unidades/año, CEDEMETRA
hojas $300.000 – 450.000/año
jóvenes
Artesanía ! Canasto Pinus oocarpa Hojas BN B N, Y 12.000 unidades/año, CEDEMETRA
$90.000 – 120.000
Animales y productos de origen animal
Mascotas ! Aves Loros, tucanes, Ave viva BN B I 2.426 individuos/año 1991 Secretaría
oropéndolas, urracas Nacional de
CITES,
MARENA
Mascotas ! Aves Loros, tucanes, Ave viva BN B I 4.475 individuos/año 1994 Secretaría
oropéndolas, urracas Nacional de
CITES,
MARENA
Mascotas ! Aves Loros, tucanes, Ave viva BN B I 9.669 individuos/año 1995 Secretaría
oropéndolas, urracas Nacional de
CITES,
MARENA
Mascotas ! Aves Loros, tucanes, Ave viva BN B I 9.251 individuos/año ; 1996 Secretaría
oropéndolas, urracas $300.000 – 800.000 Nacional de
CITES,
MARENA
Mascotas ! Loros y Psitacidos Ave viva BN B I 9.644 individuos/año; Secretaría
guacamayas $726.580 Nacional de
CITES,
MARENA
Mascotas ! Reptiles Tortugas, basiliscos, Vivos y BN, C, O B, C I 36.927 individuos/año 1994 Secretaría
culebras, gecos, pieles de Nacional de
lagartijas, anfibios, caimán CITES,
Caimán crocodilus MARENA
62

Mascotas y ! Reptiles Tortugas, basiliscos, Vivos y BN, C, O B, C I 66.732 individuos/año 1995 Secretaría
pieles culebras, gecos, Pieles Nacional de
lagartijas, anfibios, de CITES,
Caimán crocodilus caimán MARENA
Mascotas y ! Reptiles Tortugas, basiliscos, Vivos y BN, C, O B, C I 137.838 individuos/año 1996 Secretaría
pieles culebras, gecos, Pieles (103.378 caimán) 75 % Caiman Nacional de
lagartijas, anfibios, de crocodilus CITES,
Caimán crocodilus caimán MARENA

Importancia: - utilización no documentada; + utilización documentada; ! planta/especie muy importante a escala nacional
Sistema de producción: BN - bosque natural u otra área forestal; P - plantaciones; O - Otro (árboles fuera del bosque, SAF, huertos caseros,… )
Fuente: B - bosque; C - cultivado
Utilización: N - nacional; I – internacional
63

PANAMÁ

Panamá tiene una extensión de 75.517 km2 (16.777 km2 en la zona metropolitana) y una
población de más de 2,6 millones de habitantes. El 75 por ciento de las tierras son de aptitud
forestal (5.625.000 ha), pero han sido utilizadas en forma tan inapropiada que más del 26 por
ciento son terrenos degradados o abandonados. Alrededor del 30 por ciento de la superficie del
país está destinada a cultivos agrícolas y ganaderos, cifra que va en aumento a expensas de los
bosques. Actualmente la cobertura forestal corresponde a 3,1 millones ha, dos millones de las
cuales corresponden a bosques de protección y el resto bosques comerciales. El país tiene una
deforestación del orden de 70.000 ha anuales.

Tipo de bosque

Cuadro 1. Extensión de los bosques primarios en 1992.

Tipo de bosque Extensión (ha)


Bosque primario mixto tropical 629.000
Bosque primario homogéneo de manglar 170.000
Bosque mixto latifoliado (montano) 1.801.000
Fuente: Lao, E. 1992

Panamá posee una red de áreas protegidas y parques nacionales que abarcan 2,34 millones ha
(30 por ciento del territorio del país); pero, por falta de recursos humanos y financieros, dichas
unidades de conservación no están debidamente protegidas ni administradas. La alta presencia
de pueblos indígenas, muchas veces en los distritos de máxima pobreza, ha fomentado el
avance de la frontera agrícola. De hecho, la conversión del bosque tiene una alta relación con
el derecho de los pueblos indígenas sobre la tierra.

Los bosques de Panamá tienen mucha importancia como fuente de leña, la forma de energía
más barata. La mayor parte de la leña proviene de los bosques naturales y, en menor escala, de
plantaciones, potreros y áreas cercanas a las viviendas. Se calcula que un 60 por ciento de la
población utiliza leña como energético, con un consumo total de 930.011 m3/año (consumo
doméstico e industrial), lo que indica la alta demanda de este recurso y la presión a la que los
bosques están sujetos.

PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y SU IMPORTANCIA

Los grupos autóctonos de Panamá tienen un fuerte nexo con el uso de recursos del bosque de
donde derivan grandes beneficios directos para las familias; sin embargo, no hay datos
cuantitativos que permitan valorar, en términos económicos, lo que significa el aporte real de
los PFNM del bosque en bienes y servicios.

Plantas medicinales
64

En Panamá, como en el resto de países de América Central, existe una fuerte tradición del uso
de plantas medicinales y un creciente mercado, tanto para consumo interno (es utilizado no
sólo por los habitantes rurales sino también en las ciudades) como para la exportación. No hay
información bibliográfica que analice y cuantifique la situación de las plantas medicinales en
Panamá; solamente trabajos referentes a comunidades específicas o especies citadas en
documentos regionales. Por la misma razón, no existen datos sobre la producción,
comercialización y precios. En la ciudad de Panamá está la Farmacia Botánica, en donde se
comercializan plantas frescas y deshidratadas. También se comercializan varias plantas
medicinales en los mercados de Caledonia y Río Abajo, y en el mercado público de Colón.

Cuadro 2. Plantas medicinales vendidas por la Farmacia Botánica en


forma deshidratada y empacada.

Nombre común Nombre científico


Cola de caballo Equisetum bogotense
Mastrano Lippia alba
Hierba de limón Cymbopogon citratus
Menta Mentha piperita
Pata de vaca Bahunia caadicans
Contragavilana Neurolaena lobata
Balsamino Momordica charantia
Fuente: Farmacia Botánica, Ciudad de Panamá

A pesar de no contarse con estadísticas confiables, por informes del Instituto Panameño de
Comercio Exterior se sabe que en 1993 se exportaron 1.053 kg de raíz de ipecacuana
(Cephaelis ipecacuanha), zarzaparrilla (Smilax aspera) y Ficus benjamina; el rubro de
exportación de plantas medicinales no alcanza el 0,02 por ciento de las exportaciones de
Panamá. La mayoría de las plantas provienen de la extracción en bosques y campos abiertos,
y en menor medida, de pequeñas plantaciones o huertos. Este sistema conlleva problemas de
escasez, aumento de costos y posibilidad de extinción de algunas de las especies, como es el
caso de la ipecacuana, cola de caballo (Equisetum bogotense) y calaguala (Polypodium
aureum), las que se han agotado o están amenazadas de extinción.

Entre las comunidades indígenas kunas se utilizan como plantas medicinales el sapigarda
(Simaba poliphylla) que se vende a 0,50 $EE.UU. cada hoja; la raicilla (Cephaelis
ipecacuanha), el mangle rojo (Rhizophora mangle) y la jira (Socratea durissima).

Cuadro 3. Especies de plantas medicinales más importantes de Panamá


65

Nombre científico Nombre común Familia Parte utilizada


Aloe vera Sábila Liliaceae gel de la hoja
Anacardium occidentale * Marañón Anacardiaceae Corteza
Bixa orellana* Achiote Bixaceae Semillas
Brugmansia candida Floripondio Solanaceae Hojas/raíces
Capsicum annuum Ají Solanaceae Fruto
Carica papaya* Papaya Caricaceae Látex del fruto
Cassia fistula caña fistula Leguminosae Hojas
Catharanthus roseus Chabelita Apocynaceae Hojas y raíces
Cephaelis ipecacuanha Raicilla Rubiaceae Raíces
Cymbopogon citratus Hierba de limón Gramineae Hojas
Equisetum bogotense cola de caballo Equisetaceae Tallo
Gliricidia sepium Mata ratón Leguminosae Corteza, hojas, semillas
Hibiscus sabdariffa* Saril Malvaceae Flores
Hymenaea courbaril Algarrobo Leguminosae Corteza
Justicia pectoralis Tilo Acanthaceae Planta
Lippia alba* Mastranto Verbenaceae Hojas
Lippia dulcis* Hierba dulce Verbenaceae Hojas y flores
Melissa officinalis Toronjil - Hojas
Momordica charantia Balsamino Cucurbitaceae Planta
Neurolaena lobata Contragavilana Compositae Hojas
Ocimum basilicum Albahaca Labiatae Hojas
Pancratium littorale ----- Amaryllidaceae -
Passiflora ligularis* Granadilla Passifloraceae Planta entera
Petiveria alliacea Anamú Phytolaccaceae Planta
Plantago major* Llantén Plantaginaceae Hojas
Pluchea carlinensis Salvia Compositae Hojas
Psidium guajava * Guayava Myrtaceae Madera
Quassia amara Quasia Simaroubaceae Madera
Ricinus communis Higuerilla Euphorbiaceae Semilla
Ruta graveolens Ruda Rutaceae Planta
Scoparia dulcis Escobilla Scrophulariaceae Planta
Simaba cedron Cedrón Simaroubaceae Semilla
Simarouba amara Aceituno Simaroubaceae Fruto/corteza
Stachytarpheta jamaicencis Verbena morada Verbenaceae Hoja
Tabebuia rosea Roble Bignoniaceae Corteza
Zingiber officinale* Jengibre Zingiberaceae Rizomas
* Plantas cultivadas en pequeña escala, la mayoría con fines agrícolas por su uso como alimento
Fuente: Ocampo, R. 1994
66

Cuadro 4. Especies de plantas medicinales comercializadas.

Nombre común Nombre científico Volumen/año Precio unitario/kg Precio total/año


(kg) ($EE.UU.) ($EE.UU.)
Zarzaparrilla Smilax spp. 454,55 3,30 1.500,00
Calaguala Polipodium aureum 1.090,91 4,40 4.800,00
Cola de caballo Equisetum bogotense 454,55 2,20 1.000,00
Anamu Petiveria alliacea 90,90 1,65 148,50
Hombre grande Quassia amara 18.181,82 2,75 50.000,00
Caña agria Costus spicatus 360* 2,00 720,00
* docenas
Fuente: Sra. Esperanza de Desgracia, propietaria de la Farmacia Botánica. Comunicación personal

Productos alimentarios

Se utilizan las semillas del árbol de malagueto hembra (Xylopia frutescens), que crece en áreas
abiertas, para dar sabor a la chicha de maíz. De la palma de pacora (Acrocomia aculeata) se
extrae la savia del tallo con la que se elabora una bebida fermentada; los frutos machacados se
usan para cocinar y extraer aceites.

La bromelia (Bromelia karatas), localmente conocida como piro, se consume en forma de


chicha, rica en vitamina C, de sabor ácido, fuerte y refrescante. También se utilizan como
alimento los frutos de una palmera nativa del género Bactrix, llamada caña brava.

Artesanías

Muchas de las actividades culturales de las poblaciones indígenas y rurales de Panamá se


relacionan con el uso de plantas para la elaboración de artesanías. Tradicionalmente en las
áreas rurales e indígenas se han utilizado especies nativas productoras de fibras y tintes para la
confección de artesanías, adornos, herramientas e instrumentos. Desde la época prehispánica se
fabrican hamacas de algodón (Gossypium spp.), de fibras de henequén (Agave fourcroydes) y
de cabuya (Furcraea cabuya); así como canastos de vijao (Calathea sp.).

Las plantas más utilizadas en la manufactura de artesanías son las que proveen fibras. Se
usan más de 70 especies de estas plantas para la elaboración de artículos de uso personal,
doméstico y agrícola. Entre ellas están las palmas guágara (Sabal allenii), jira (Socratea
durissima), matumba (Desmoncus isthmius), maquenca (Oenocarpus mapora), kapok (Ceiba
pentandra), balso (Ochroma pyramidale) y chonta (Astrocaryum standleyanum).

Existe un mercado floreciente de artesanías hechas principalmente por los grupos


indígenas. Un ejemplo es la Cooperativa de Artesanos de Emberá, un grupo indígena del
Darién que produce artesanías de las palmas tagua y chonta. En la elaboración de esculturas
con semillas de tagua (Phytelephas seemannii) trabajan 300 hombres. Este grupo produce
15 mil piezas por año para los mercados de artesanías en Panamá. A pesar de que las
esculturas tienen gran demanda y un alto valor comercial, no se ha comenzado a exportar este
producto. Los precios varían entre 10 y 70 $EE.UU. por pieza. En promedio, una pieza cuesta
35 $EE.UU., por lo que las ventas anuales ascienden a 525.000 $EE.UU.
67

Del cogollo de la palma llamada chonga (Astrocaryum standleyanum) se extrae una fibra
con la que las mujeres de las tribus del Darién confeccionan canastos. En promedio, trabajan
unas 750 mujeres que producen 50 mil piezas por año. Los precios varían de 10 a 50 $EE.UU.,
con un promedio de 25$EE.UU., lo que representa un total en ventas anuales de 1.250.000
$EE.UU. Los productos artesanales fabricados con tagua y chonta confeccionados por los
grupos indígenas del Darién generan un total de 1.775.000 $EE.UU. anuales.

Una de las especies más importantes y sobresalientes por su amplia utilización es la bellota
(Cardulovica palmata), que procesan en Coclé para hacer sombreros, carteras, jabas (canastas
para guardar ropa) y recordatarios (artesanías miniatura que se venden como recuerdos). El
Mercado Artesanal de Coclé produce y comercializa el 75 por ciento de las artesanías de
bellota que se fabrican en Panamá. En total, el mercado de productos artesanales fabricados
con la bellota podría alcanzar los 290.000 $EE.UU. anuales para todo el país.

Cuadro 5. Artesanías elaboradas con bellota (Carludovica palmata) producidas y


comercializadas en el mercado artesanal de Coclé.

Tipo de artesanía Unidades producidas Precio unitario Ingreso bruto


y comercializadas ($EE.UU.) ($EE.UU.)
Sombreros 6.000 15,00 90.000
Jabas 5.000 6,00 30.000
Carteras 2.500 3,00 7.500
Móviles 5.000 3,00 15.000
Cubrepotes 10.000 3,00 30.000
Recordatorios 45.000 1,00 45.000
Total 73.500 217.500
Fuente: Sra. Marelis de Montesa, Administradora Mercado Artesanal de Coclé. Comunicación personal

De la corteza del árbol llamado cortezo (Apeiba tibourbou) se extrae una fibra para tejer
mochilas y sogas de uso doméstico. El material se saca de bosques secundarios y es sometido a
un proceso de suavizado en agua de mar y secado antes de extraer las fibras en forma manual.
También se usan fibras de malagueto (Xylopia frutescens), barrigón (Pseudobombax
septenatum), majagua (Hampea appendiculata, Heliocarpus popayanensis) y cocuá
(Poulsenia armata).

Colorantes naturales

Entre las plantas utilizadas como tintóreas, las comunidades indígenas en Panamá utilizan la
mora (Chlorophora tinctorea), el macano (Diphysa robinoides), el añil silvestre (Indigofera
sp.), el mangle rojo (Rhizophora mangle), Arrabbidaea chica, y otras como jagua (Genipa
americana); achiote (Bixa orellana); y ojo de venado (Mucuna sp.), empleado por los grupos
indígenas para teñirse el cuerpo.

Materiales de construcción

Para la construcción de viviendas en las áreas rurales e indígenas de Panamá se utilizan muchas
especies, tanto de árboles como de no maderables. La palma jira (Socratea durissima) sirve
para construir pisos y paredes en las viviendas levantadas sobre postes, las que pueden durar
hasta 30 años. Las hojas de la palma guágara (Sabal alleni) se emplean en la construcción de
techos de las casas campesinas e indígenas en la zona del Darién. Manicaria sacciferta es una
68

palma que crece en sitios inundados, y cuyas hojas maduras también se utilizan para el techado
en las comunidades kunas. Esta es la de mejor calidad para techos; el precio de cada hoja es de
alrededor de 0,15 dólar, el costo promedio de un techo de una vivienda mediana oscila entre
500 y 600 $EE.UU. La demanda ha aumentado con la proliferación de complejos turísticos en
el área. También se utilizan otras palmas como la Crisophila spp, la Oenocarpus mapora (muy
vulnerable actualmente), la Socratea exhorriza, y la Attalea butyracea (hojas para techados,
tallo para construcciones ligeras). En el interior de Panamá es común encontrar viviendas
cuyas paredes y cielorrasos están elaborados con caña blanca (Gynerium sagittatum).

Los grupos kunas utilizan el bejuco real o sargi (Heteropsis oblongifolia) para amarrar los
postes y paredes en las viviendas, como sustituto de los clavos. Un rollo de bejuco trae
generalmente doce bejucos de 3 a 4 yardas (1 yarda = 0,91 m) de largo, y cuesta 0,75
$EE.UU. el rollo. Para la construcción de una casa se utilizan aproximadamente 55 rollos. Las
comunidades kunas gastan aproximadamente 13.475 rollos, que representan 10.106 dólares.
Esta especie está siendo sobreexplotada en los bosques primarios, pues además se utiliza para
la fabricación de muebles de mimbre, que se venden a precios que oscilan entre 200 y 400
dólares el juego.

Plantas ornamentales

Al mercado internacional de plantas ornamentales se exportan orquídeas. La proveniencia de


las plantas no es del todo clara; se supone que son cultivadas, pero más bien se cree que en
realidad provienen del bosque, y que simplemente son ambientadas y preparadas para el
mercado en un vivero. Se comercializan orquídeas, tales como la Cattleya spp., la Oncidium
spp., la Odonthoglossum spp. , y la Epidendrum spp., además de la flor del espíritu santo
(Peristeria elata), que es la flor nacional de Panamá.
69

PANAMÁ

Producto Recurso Valor económico


PFNM Importancia Nombre Especies clave Parte Sistema de Fuente Utilización Cantidad, valor Observaciones Fuente
comercial usada producción (expresado en $EE.UU.)
Plantas y productos de origen vegetal
Artesanía ! Marfil vegetal Phytelephas seemannii Semilla BN B N 15.000 piezas/año, Esculturas Cooperativa de
$525.000 Artesanos de
Emberá
Artesanía ! Palma chonga Astrocaryum Hojas BN B N 50.000 piezas/año; Canastos
standleyanum $1.250.000
Artesanía ! Bellota Carludovica palmata Hojas BN B N, I 73.500 piezas/año, Diferentes piezas Mercado
$290.000 Artesanal de
Coclé
Artesanía ! Bejuco real ó Heteropsis oblongifolia Raíces BN B N, I 13 .475 kg/año; $10.106 Rollos
sarghi

Importancia: - utilización no documentada; + utilización documentada; ! planta/especie muy importante a escala nacional
Sistema de producción: BN - bosque natural u otra área forestal; P - plantaciones; O - Otro (árboles fuera del bosque, SAF, huertos caseros,… )
Fuente: B - bosque; C - cultivado
Utilización: N - nacional; I - internacional
70
71

SERVICIOS AMBIENTALES

La traducción de informaciones ecológicas en términos económicos es una necesidad creciente


sentida por la sociedad y, en particular, por los altos funcionarios con facultades decisorias de
los gobiernos de América Latina. Desde hace algunos años, organismos nacionales y regionales
incursionan en la valoración de servicios ambientales en dos niveles: por un lado, la valoración
de funciones ecológicas (servicios ambientales) específicas, y por el otro, la valoración parcial
de ecosistemas, que incluyan no solamente los bienes que generan, sino también las principales
funciones ecológicas propias de estos ecosistemas.

El propósito de las evaluaciones parciales de ecosistemas no es solamente académico, ya


que se pretende que ellas sirvan a dichos funcionarios como herramientas de planificación.
Estas evaluaciones proveen criterios económicos y técnicos para evaluar la sostenibilidad de
los sistemas de manejo de los recursos naturales -especialmente el bosque- y su contribución o
incidencia en la conservación de las funciones ecológicas y en la generación de bienes. Para
ello, es necesario ajustar los precios de mercado de los bienes (valores de uso directo) a
valores económicos; e identificar formas de valorar económicamente las funciones y servicios
ambientales que no se intercambian en el mercado. En este último caso, la metodología
comúnmente utilizada es la que permite definir valores de uso indirecto y valores de no uso (de
opción y existencia).

Los casos que a continuación se presentan fueron elaborados, en su mayoría, por el Centro
Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), e incluyen tanto evaluaciones de
servicios ambientales particulares como evaluaciones parciales de ecosistemas.

ALMACENAMIENTO Y FIJACION DE CARBONO EN QUERCUS COSTARICENSIS


EN UN BOSQUE DE ALTURA DE LA CORDILLERA DE TALAMANCA, COSTA
RICA1

Milena Segura Madrigal, CATIE.

Los cambios globales en la composición de la atmósfera, como consecuencia de las emisiones


de gases con efecto invernadero, han sido provocados e incrementados por actividades del ser
humano: la producción, la transformación, el manejo y el consumo de energía; el cambio de
uso de la tierra; los procesos industriales; la agricultura y la producción de desechos; entre
otros. Los ecosistemas tropicales representan una opción para mitigar las emisiones de los
gases con efecto invernadero, ya que tiene la capacidad de almacenar y fijar el carbono emitido
a la atmósfera debido, entre otras cosas, al rápido ritmo de sucesión y el elevado consumo neto
de CO2.

1
Resumen elaborado sobre la base de la tesis de Segura, M. 1997. Almacenamiento y fijación de carbono en Quercus costarricensis , en un
bosque de altura en la Cordillera de Talamanca, Costa Rica. Licenciatura en Ciencias Forestales, Heredia, Costa Rica, Universidad Nacional.
126 p.
72

Con el propósito de determinar la cantidad de carbono en la biomasa de un bosque de


altura, este estudio pretende cuantificar física y monetariamente el almacenamiento y fijación
de carbono, así como plantear los lineamientos básicos de una metodología para determinar
carbono. El área de estudio es un robledal de altura, ubicado en la cordillera de Talamanca,
Costa Rica, en el área Experimental Villa Mills-Siberia, del Proyecto Silvicultura de Bosques
Naturales (PROSIBONA/CATIE).

Metodología

Para determinar la cantidad de carbono almacenado y la capacidad de fijación de los


ecosistemas forestales es fundamental contar con información sobre la cantidad de biomasa, y
el crecimiento de las especies que lo conforman. Asimismo, es necesario conocer el volumen
existente en el ecosistema y la proporción de carbono en el material vegetal, para obtener así la
cantidad de carbono almacenado y fijado en la biomasa del fuste y el total por hectárea. Para
ello, se elaboró una tabla del volumen comercial total (incluye defectos y tocón) y el volumen
comercial neto (libre de defectos y sin tocón) para encino (Quercus costaricensis), con el fin
de cuantificar la biomasa y la cantidad de carbono almacenado en los robledales y obtener así
las tablas de biomasa y carbono. Además, se elaboró una tabla de residuos, con el propósito de
cuantificar la cantidad de carbono que vuelve a ser emitido a la atmósfera en forma de dióxido
de carbono.

Resultados y discusión

La información proviene de 348 árboles de encino de las Parcelas Permanentes de Muestreo y


del camino forestal, cubicados a partir de 10 cm dap. Se calculó el volumen total y neto y se
probaron algunos modelos matemáticos, los que indican que existe una correlación
significativa entre el diámetro y el volumen comercial total y neto. El modelo que mejor ajustó
los datos fue el logarítmico con un R-ajustado de 0,98 para ambos casos; la ecuación para el
volumen comercial total es:

-8.912860 + 1.902337 (Lnd) + 0,836041 (Lnh)

y para el volumen comercial neto:

-8.904686 + 1.932912 (Lnd) + 0,766025 (Lnh)

La tabla de residuos indica que el volumen de desperdicio aumenta con el volumen, debido
a que el rendimiento de la industria es de 45 a 50 por ciento.

Para cuantificar el carbono en la biomasa por clase diamétrica a diferentes alturas (0, 1,3,
6, 10 y 15 m) y en el fuste por albura, duramen, corteza y madera (albura + duramen), así
como en ramas y raíces de diferente diámetro, se realizaron análisis químicos. Un muestreo
preliminar en cuatro árboles derribados por el viento permitió verificar las diferencias entre la
altura de ramas, fuste y raíces. La cantidad de biomasa de ramas y raíces se obtuvo a partir de
un sólo árbol de encino de 69 cm de diámetro. Las ramas se cubicaron hasta 4 cm de diámetro
y el volumen fue de 2.2596 m3, con un factor de apilamiento de 0,65 m3/estéreos. La biomasa
73

de raíces fue de 0,562 t con una densidad de 0,65, para un volumen de 0,8643 m3. A cada
muestra obtenida se aplicaron análisis químicos, tales como:

- Materia orgánica: No fueron considerados en la decisión del muestreo final debido a la


inconsistencia de los datos.

- Cenizas totales: Asume supuestos con respecto a la ecuación de fotosíntesis. Los datos
muestran que no hay diferencias entre la cantidad de carbono en diferentes alturas, ni por
albura, duramen, corteza y madera, ni entre ramas (43,28 por ciento), fuste (42,83 por
ciento) y raíces (43,26 por ciento).

- Calorimetría (Método propuesto): Al igual que en el análisis anterior, no hay diferencias


con respecto a la cantidad de carbono en las ramas (45,44). La diferencia con el método
de cenizas radica en que no se basa en supuestos.

- Análisis del nitrógeno: Los datos muestran que el mayor contenido de nitrógeno se
encuentra en la corteza a 10 m de altura con 0,45 por ciento y en raíz con 0,64 por ciento;
en menor cantidad en la albura (0,05) y duramen (0,02).

- Análisis del contenido de la pared celular, hemicelulosa y celulosa: No fueron


considerados ya que se hace necesario determinar la cantidad de carbono, hidrógeno,
oxígeno y nitrógeno de cada uno de los componentes de la pared celular, lo que provoca
un error más alto en el análisis.

Como no se encontraron diferencias en la cantidad de carbono con respecto a la altura en


el fuste y ramas, ni en raíces, se realizó el muestreo final por clase diamétrica y clase de
iluminación. Se seleccionaron 15 árboles de las PPM en un bosque primario con manejo y 5 en
bosque primario sin manejo; se tomaron muestras de corteza y madera a 0,40 m del suelo.
Como no se cuenta con información de incrementos para el bosque sin manejo, se trabajó con
los datos del bosque primario con manejo.

Los análisis para carbono por el método de cenizas totales y calorimetría muestran que ni
el diámetro ni la clase de iluminación influyen en la cantidad de carbono presente en la biomasa
de corteza y de madera. La cantidad de carbono contenida en un árbol se distribuye de la
siguiente forma: 0,74 en ramas, 1,42 en fuste y 0,25 en raíces. La biomasa por concepto de
ramas y raíces de Q. costaricensis fue de 1,7 por ciento adicional.

La cantidad de carbono almacenado por la especie en un bosque primario, por clases


diamétricas a partir de 10 cm dap, se calculó a partir de la biomasa total (130,82 t/ha) y el
carbono almacenado fue de 56,26 t/ha. La capacidad de fijación de carbono para un bosque
con manejo silvicultural se estimó en 1,87 t/ha, considerando un incremento volumétrico de 3,5
m3/ha/año.

Para valorar financieramente la contribución del servicio de fijación de carbono de estos


bosques en relación con otros servicios y bienes ambientales, tales como protección de aguas,
turismo y productos no maderables, se estimaron los costos y retornos del Área Experimental
de Villa Mills, los que se consideran altos pues son parte de investigaciones y no de uso
comercial. Los indicadores financieros se calcularon para diferentes escenarios de uso
74

productivo del bosque a contar de tres valores por tonelada de carbono, según precios de
comercialización a nivel internacional, a saber: $10/tC de la Compañía Nacional de Fuerza y
Luz en Costa Rica, $0,5/tC en Bolivia y un valor promedio de $5/tC.

Cuadro 1. Indicadores financieros para diferentes escenarios del


uso productivo en un bosque de altura.

Uso productivo del bosque Valor actual Neto Beneficio/costo


Madera 1.177,72 1,32
Carbono $10/tC 139,68
Carbono $5/tC 69,84
Carbono $0,5/tC 6,98
Madera más carbono $10/tC 1.298,77 1,35
Madera más carbono $5/tC 1.238,25 1,34
Madera más carbono $0,5/tC 1.183,78 1,32
Madera más carbono $10/tC y otros servicios 2.043,15 1,55
Madera más carbono $5/tC y otros servicios 1.982,63 1,54
Madera más carbono $0,5/tC y otros servicios 1.928,63 1,52
Carbono $10/tC más otros servicios 998,66
Carbono $5/tC más otros servicios 928,83
Carbono $0,5 tC/ha más otros servicios 865,97

Los bienes y servicios ambientales se valoraron en $50/ha en el caso de la protección de


aguas; los productos no maderables en $51/ha y el turismo en $14/ha.

Los valores actuales netos indican que produciendo madera a un ciclo de corta de 20 años,
con una tasa de 12 por ciento, el valor actual será de $1.177,72 y el B/C de 1,32; en
contraposición, el bosque para la venta de carbono genera $139,68 con un valor de $10/tC,
$69,84 a un precio de $5/tC y de $6,98 a $0,5/tC. Con el uso del bosque -suponiendo que se
recibirán ingresos por madera, carbono, protección de aguas y productos no maderables- el
VAN aumenta a $2.043,15 con un B/C de 1,55. El VAN para un productor es de $998,66
únicamente con la venta de servicios.

Conclusiones

Los servicios de protección de aguas y productos no maderables provocan un aumento en


el flujo de caja por su alto valor, seguidos por la fijación de carbono y el turismo. Los servicios
que requieren de mayor inversión en capacitación e infraestructura, entre otros, son el turismo
y los productos no maderables; la protección de aguas y el almacenamiento y fijación de
carbono no requieren inversión.
75

CAPACIDAD Y RIESGOS DE ACTIVIDADES FORESTALES EN EL


ALMACENAMIENTO DE CARBONO Y LA CONSERVACION DE LA
BIODIVERSIDAD EN FINCAS PRIVADAS DEL AREA CENTRAL DE COSTA RICA

José Joaquín Campos y Rosalba Ortiz


Unidad de Manejo de Bosques Naturales, CATIE

En 1996, con La Ley Forestal 7575 (art. 3 inciso k), Costa Rica reconoce oficialmente los
servicios ambientales que los bosques naturales y plantados ofrecen, mediante un mecanismo
de pago por servicios ambientales (PSA). Esta es una medida novedosa que permite un pago a
los dueños de bosques y plantaciones forestales por los servicios ambientales que esos
ecosistemas brindan a la comunidad costarricense y mundial. Su principal fuente de
financiamiento es el impuesto selectivo al consumo de combustibles, un tercio del cual se
destina para el PSA, según lo estipula el artículo 69 de la Ley Forestal.

Se reconoce el derecho a un PSA a los propietarios de bosque en áreas comprendidas


entre 2 y 300 ha dedicadas a la conservación, manejo y regeneración de bosque natural, y 1 ha
o más para reforestación o manejo de plantaciones. Las solicitudes se presentan a través de las
oficinas regionales en forma individual o colectiva. El Fondo Nacional de Servicios
Ambientales (FONASA), creado mediante art. 46 de la Ley Forestal 7575 – antes llamado
FONAFIFO - es el ente financiero que centraliza los recursos y emite los certificados para
PSA. Por decreto, el Poder Ejecutivo establece las áreas prioritarias, el monto a pagar por
hectárea y el plazo máximo para la presentación de las solicitudes (Reglamento Ley Forestal
7575, Art. 38). Los montos a pagar dependen de la disponibilidad de recursos; actualmente los
montos se entregan a lo largo de cinco años2, y se distribuyen en diferentes porcentajes según
la actividad forestal.

Cuadro 1. Montos asignados al pago de Servicios Ambientales en Costa Rica según


actividad forestal.

Actividad Monto total Monto total Año


($EE.UU./ ha) (Colones/ha) % de pago anual/ha
1 2 3 4 5
Manejo de bosque 371,5 94.000 50 20 10 10 1
0
Conservación y 237 60.000 20 20 20 20 2
regeneración de bosque 0
Reforestación 608,6 154.000 50 20 15 10 5
Plantaciones establecidas 237 60.000 50 20 15 10 5
Fuente: Decreto Ejecutivo, MINAE-No.26977, 26 de mayo 1998.
Tipo de cambio 1 dólar EE.UU.= 253 colones (mayo1998).

El estudio analiza las actividades forestales de manejo y protección de bosque natural y


plantaciones forestales, en fincas privadas sujetas al pago de servicios ambientales y una
actividad alternativa de uso de la tierra (pastos), con el objetivo de determinar los beneficios y

2
Todos quienes se acogen al PSA deben ceder sus derechos por fijación de carbono a FONASA, para que a través de la Oficina Costarricense de
Implementación Conjunta (OCIC) se comercialicen a nivel internacional. Según decreto No.26975-MINAE (mayo 1998), los propietarios de
bosque quedan comprometidos a prestar servicios ambientales por cinco años en el caso de protección del bosque, o en los plazos que cada
contrato establezca para manejo de bosque natural o plantaciones. Estos compromisos quedan inscritos en el Registro Público y afectan su finca
directamente.
76

riesgos asociados en conservación de biodiversidad y secuestro de carbono, y su impacto


económico y social.

El análisis se centró en las fincas privadas del Area de Conservación Cordillera Volcánica
Central (ACCVC), zona pionera en la implementación de mecanismos financieros para el PSA.
El ACCVC abarca una extensión de 594.500 ha, con tierras en la vertiente Pacífica y en la del
Caribe. Su rango altitudinal va desde 20 m en las llanuras de la zona limítrofe con Nicaragua,
hasta 3.432 m en el Volcán Irazú.

Metodología

Selección de principios, criterios e indicadores

Se seleccionó un sistema de jerarquía de principios, criterios e indicadores (C&I) en tres


dimensiones: biofísica, social y económica. El requisito de selección era identificar indicadores
fáciles de medir desde el escritorio, basándose en la experiencia de investigación y trabajo de
campo de expertos científicos y técnicos, y en las percepciones y vivencias de propietarios de
bosque.

Evaluación de indicadores e integración de resultados

La evaluación de indicadores se realizó con dos poblaciones: la primera correspondió a los


propietarios de bosques con PSA, y la segunda, a un grupo de expertos investigadores y
extensionistas que trabajan en aspectos biofísicos, económicos y sociales de ecosistemas
forestales. Para cada C&I se definió una función difusa que permitiera integrar niveles. La
función difusa está basada en la teoría de conjuntos difusos y permite integrar conceptos de
vaguedad e incertidumbre dentro del análisis matemático. Para ello, se definieron intervalos de
variación que permiten dar valores a cada indicador (se utilizaron tres: 0 a 1; 0 a 100 y 1=bajo,
2=medio, y 3=alto), los que se traducen a una sentencia de 0-1 en términos de criterios y luego
en términos de principios. Por último, los valores de los principios se integran a nivel de
dimensión y se brinda un resultado de 0-1 por cada dimensión y por cada actividad.

Resultados

La evaluación biofísica se realizó solo a nivel de expertos. En la escala de 0-1, la protección y


manejo de bosque natural presentó valores de 0,79; las plantaciones 0,44 y los pastos 0,07
solamente. La protección se favorece por su capacidad de mantenimiento de ecosistemas; en
manejo de bosques, el valor es intermedio, porque hay ciertos impactos en los procesos
extractivos que alteran el ecosistema. En términos del carbono, el manejo de bosques es una
actividad que fija carbono en forma continua y permite el almacenamiento en madera en pie y
en bienes durables. En cambio, el bosque protegido sólo contiene carbono almacenado y la
fijación se realiza exclusivamente en términos del mantenimiento del ecosistema.
77

Cuadro 2. Principios, criterios e indicadores evaluados por dimensión según


científicos, técnicos y dueños de bosques.

Principios (P) Criterios (C ) Indicadores (I)


Algunos ejemplos
Dimensión biofísica*
P1. Mantenimiento de C1. Flujo de energía P1/C1/ I1. Grado de erosión
ecosistemas C2. Poblaciones de flora y fauna P1/C2/I1. Capacidad de
se mantienen mantener poblaciones viables
C3. Se mantiene la diversidad de P1/C3/I1. Grado de diversidad
especies
P2. Fijación y C1. Carbono P2/C1/I1. Almacenamiento de
almacenamiento de carbono carbono
Dimensión social
P1. Beneficio continuo e C1. Aceptación social de la P1/C1/I1. Valoración de la
intergeneracional de la actividad actividad
actividad C2. Fomento de la educación y P1/C1/I2. Oportunidad de
capacitación capacitación sobre la actividad
C3. Participación de la gente local P1/C3/I2. Participación local en
toma de decisiones
Dimensión económica
P1. La actividad contribuye C1. La actividad genera P1/C1/I1. Ingresos generados
a la satisfacción de beneficios económicos por la actividad
necesidades básicas del C2. Integración con otras P1/C2/I1. Se facilita la
propietario de la tierra actividades integración de actividades
C3. Apoyo legal y político conexas
P1/C3/I2. Asistencia técnica
efectiva
P2. Existen mercados para C1. Existen mercados para P2/C1/I1. Existe mercado para
servicios ambientales carbono. Carbono
C2. Existen mercados para P2/C2/I1. Existe mercado para
biodiversidad. Biodiversidad

* La dimensión biofísica no fue evaluada con los dueños de bosque


** Algunos indicadores de la dimensión económica y social varían entre dueños de bosques y expertos científico/técnicos.

En la dimensión económica resultaron valores de 0,67 para protección, 0,76 para manejo
de bosque, 0,66 para plantaciones y 0,61 para pastos, según los expertos. Los dueños de fincas
las valoraron con 0,64, 0,46, 0,60 y 0,60 respectivamente. Los C&I evaluados señalan
problemas para las actividades de manejo de bosques y plantaciones forestales, básicamente
por desconocimiento y difícil acceso a los mercados. Esta debilidad hace que la actividad de
pastos siga siendo una opción más rentable por sus beneficios inmediatos; por eso, el dueño de
la finca prefiere dejar las áreas marginales para manejo de bosques y plantaciones.

La evaluación social muestra valores de 0,10 para bosque protegido, 0,28 para manejo,
0,43 para plantaciones y 0,54 para pastos, según los dueños de bosques, y de 0,41, 0,14, 0,37
y 0,30 respectivamente, según la evaluación de los expertos. Estos últimos coinciden en que las
actividades forestales deben verse como una actividad complementaria para los pequeños
productores, aún cuando el único objetivo del bosque sea la producción de madera. Los
dueños de bosque insisten en la necesidad de capacitación en el uso múltiple del bosque.
78

Conclusiones

Costa Rica ha sido pionero y continúa desarrollando mecanismos, tanto a nivel nacional como
internacional, para reconocer la importancia y el valor de los servicios ambientales de los
bosques que posee. Sin embargo, algunos aspectos deben mejorarse; por ejemplo, en términos
sociales, es necesario mejorar la participación local en el proceso de toma de decisiones e
incrementar la educación a niños en el tema. Además, es necesario capacitar a los propietarios
en manejo y protección de bosques y promover actividades de bajo impacto que generen
empleos en bosques protegidos.

En la dimensión económica se manifestó la necesidad de fortalecer el conocimiento de los


dueños de bosques sobre los beneficios que el manejo y la protección ofrecen; de brindarles
asistencia técnica, acceso a los mercados de bienes y servicios del bosque y fortalecer
actividades que incrementen el valor agregado de los productos, y con ello, los ingresos de los
propietarios del bosques.

Bibliografía

Chomitz, K.; Brenes, E.; Constantino, L. 1998. Financing Environmental Services the Costa
Rican Experience. World Bank, report.20 p.
Finegan, B., Palacios, W.; Zamora, N., In Press. Ecosystem-level forest biodiversity and its
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Prabhu, R; Colfer, J.P.; Venkateswarlu, P.; Cheng, Ley; Soekmadi, R.; Wollenberg, E.1996.
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Report. CIFOR, The European Union, GTZ, The Ford Foundation, USAID.
Ruitenbeek, J.; Cartier, C. 1998. Rational Explotations: Economic Criteria & Indicator for
Sustainable Management of Tropical Forests. Center for International Forestry
Research (CIFOR). Indonesia 50 p.

3
ESTUDIO EN EL BOSQUE LATIFOLIADO DEL PETEN , GUATEMALA

Gustavo Sención y Tania Ammour


Area de Manejo y Conservación de Bosques y Biodiversidad, CATIE.

En 1994, el CATIE inició, a través del Proyecto Conservación para el Desarrollo Sostenible en
América Central (Proyecto Olafo), una evaluación económica de los servicios ambientales
generados por el bosque latifoliado del Petén. El área del estudio está situada en la Concesión
Comunitaria de San Miguel, en la Reserva de la Biósfera Maya, una de las principales
formaciones boscosas de Centroamérica. La Reserva de la Biósfera Maya ha sido
tradicionalmente una importante fuente de especies maderables de valor comercial y productos
no maderables. Sin embargo, también genera varios servicios ambientales que no habían sido

3
Resumen elaborado sobre la base de la tesis de Sención, G. 1996. Valoración económica de un ecosistema de bosque subtropical: estudio de
caso San Miguel La Palotada, Petén, Guatemala. Tesis M.Sc., Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), Turrialba,
Costa Rica. 132 p.
79

valorados económicamente hasta ahora.

El área del estudio pertenece a la zona de vida bosque subtropical, con una estación seca
marcada de cinco meses por año. La temperatura promedio anual es de 23°C y la precipitación
pluviométrica promedio anual es de 1.530 mm. El bosque evaluado tiene una extensión de
6.400 ha y contiene más de 100 especies de árboles. Sin embargo, más del 50 por ciento de la
biomasa leñosa total del bosque está conformada por diez especies únicamente: Pouteria
durlandii, Brosimum costaricanum, Dendropanax arboreus, Pseudolmenia spuria, Sebastiana
longicuspis, Spondias mombin, Manilkara zapota, Pouteria campechiana, Vitex guameri y
Pouteria amygdalina . El área se encuentra en una zona de frontera agrícola típica: tiene una
baja densidad poblacional (2 habitantes/km2), alto nivel de analfabetismo y bajo nivel de
organización social y comunitaria, como consecuencia de los procesos de migración desde
diferentes zonas de Guatemala, México, Belice y El Salvador, durante las últimas tres décadas.
Las actividades productivas de las comunidades relacionadas con el bosque son agricultura
migratoria y extractivismo selectivo de madera y productos no maderables.

Metodología

La metodología de evaluación que se empleó fue desarrollada por Barbier et al. (1994), en
colaboración con el CATIE y la UICN, y puede aplicarse en tres niveles: evaluación del
impacto, evaluación parcial y evaluación total. Esta metodología considera la producción de
bienes (uso directo), servicios (uso indirecto) y atributos (valor de no uso) en cada ecosistema.
La evaluación del ecosistema se realizó empleando métodos estándares de valoración
económica, que permiten obtener un valor estimado de cada servicio ambiental generado por el
bosque.

En este caso se realizó una evaluación económica parcial. El procedimiento metodológico


estuvo dividido en cuatro fases principales:

i. Identificación de los servicios y atributos generados por el ecosistema.


ii. Jerarquización de los servicios identificados sobre la base de su valor actual y potencial, y
su importancia económica y ecológica en el ecosistema.
iii. Selección de los servicios a ser valorados y de los métodos de valoración física y económica
de acuerdo con la disponibilidad y calidad de información.
iv. Valoración de los servicios identificados y del ecosistema en general. La suma de los
beneficios netos de cada servicio valorado permite obtener un valor parcial del ecosistema.

Valoración física

En total se identificaron cinco servicios y un atributo del bosque latifoliado del Petén. De éstos,
se seleccionaron tres servicios y un atributo para ser valorados económicamente (cuadro1).
80

Cuadro 1. Servicios ambientales identificados y seleccionados para la


valoración económica del bosque latifoliado en Guatemala

Identificados Seleccionados
Servicios • Turismo • Secuestro de carbono
• Secuestro de carbono • Reciclaje de nutrientes
• Reciclaje de nutrientes • Control de erosión
• Control de erosión
• Recarga de acuíferos
Atributo • Biodiversidad • Biodiversidad

Secuestro de carbono

Pare evitar problemas de doble conteo con la evaluación del control de erosión, no se incluyó
el carbono contenido en el suelo y en las raíces. El secuestro de carbono fue valorado
únicamente sobre la base de la biomasa aérea seca. Se utilizó un factor de conversión de
biomasa seca a carbono de 50 por ciento, propuesto por Brown y Lugo (1990) en Sención
(1996), y un factor de expansión de biomasa de 1,6, propuesto por Brown y Lugo (1984), en
Sención (1996).

La ecuación para calcular el inventario de carbono en la biomasa aérea seca fue la


siguiente:

IFC = V * FEB * D * FCC

donde
IFC = inventario físico de carbono (t ha-1)
V = volumen total (m3 de madera ha-1)
FEB = factor de expansión de biomasa
D = densidad de la madera (0,62 t m-3)
FCC = factor de conversión de biomasa a carbono (0,5)

El flujo anual representa la cantidad de carbono secuestrado anualmente, y la estimación se


basó en el incremento anual promedio del área basal (m2ha-1año-1), considerando las diferentes
especies y clases diamétricas (Gálvez 1996 en Sención 1996), como se presenta en la siguiente
ecuación:

FFC = IAP * FCV * D * FCC

donde
FFC = flujo físico de carbono (t ha-1año-1)
IAP = incremento anual promedio (m2ha-1año-1)
FCV = factor de conversión de volumen (como el cociente aritmético entre el volumen y el
área basal de diferentes clases diamétricas)
D = densidad de la madera (0,62 t m-3)
FCC = factor de conversión de biomasa a carbono (0,5)

El precio económico asignado al carbono secuestrado fue de 5,50 $EE.UU./t-1. Este valor
fue determinado de acuerdo con los precios de los derechos de secuestro de carbono pagados
81

por diferentes organizaciones internacionales que financian proyectos de reforestación (Dixon


et al. 1993 en Sención 1996).

Control de la erosión

El inventario físico del suelo fue estimado según la densidad aparente del suelo y la
profundidad del suelo arable. El flujo de suelo, equivalente a la pérdida por erosión, fue
estimado con la Ecuación Universal de Pérdida de Suelo (USLE). Se consideró únicamente la
pérdida de suelo por erosión hídrica.

La ecuación básica usada para la estimación del inventario de suelo fue:

IS = PS * A * DA

donde:
IS = inventario de suelo (t ha-1)
PS = profundidad del suelo arable (0,2 m)
A = área (10 000 m2)
DA = densidad aparente (t m-3)

La ecuación empleada para estimar el flujo de suelo (USLE) fue:

E = R * K * LS * C

donde:
E = erosión (t ha-1año-1)
R = factor de lluvia y escurrimiento
K = factor de erodabilidad del suelo
LS = factor de longitud y gradiente de la pendiente
C = factor de cobertura y manejo de cultivos

Sobre la base de los parámetros para el bosque latifoliado del Petén, la erosión anual
estimada fue de 2,6 t ha-1año-1.

Reciclaje de nutrientes

El reciclaje de nutrientes fue evaluado según la proporción de N, P, K en la biomasa aérea


seca:

IFN = V * FEB * D * PNPK

en donde:
IFN = inventario físico de nutrientes (tN,P,K ha-1)
V = volumen total (m3 de madera ha-1)
FEB = factor de expansión de biomasa
D = densidad de la madera (0,62 t m-3)
PNPK = proporción de nutrientes en la biomasa seca (tN,P,K t-1)
82

Para estimar el flujo anual de nutrientes se consideró la proporción de N,P,K en la materia


orgánica seca del suelo:

FFN = MOS * PNPK

en donde:
FFN = flujo físico de nutrientes
MOS = materia orgánica seca
PNPK = proporción de nutrientes en la biomasa seca (tN,P,K t-1)

Para la evaluación económica del inventario y flujo de reciclaje de nutrientes, se utilizó el


precio económico de un fertilizante químico, considerando una proporción de 45 por ciento de
N,P,K en el fertilizante.

Biodiversidad

El atributo de biodiversidad fue valorado sobre la base de la importancia nacional e


internacional de la Reserva de la Biósfera Maya. El enfoque metodológico consideró el apoyo
de organizaciones internacionales para la conservación de la biodiversidad en la Reserva. Los
valores para el inventario y para el flujo anual fueron determinados según el financiamiento
total (inventario) y anual (flujo) disponible para la Reserva, ajustados por hectárea de bosque.
Este valor refleja la disponibilidad de pago de la comunidad internacional para conservar la
biodiversidad tropical del área. Se consideraron cuatro fuentes de financiamiento: la Agencia
para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID), la Agencia Danesa para el
Desarrollo Internacional (DANIDA), la Agencia Noruega para el Desarrollo (NORAD) y la
Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional (ASDI).

Valoración económica

En el área del estudio (6.500 ha) se obtuvo un valor total del inventario de los servicios
generados por el bosque de 5.072.850 $EE.UU., lo que equivale a 780 $EE.UU./ha-1, mientras
que el valor del flujo anual fue de 195.543 $EE.UU., equivalente a 30 $EE.UU. la ha-1. Estos
valores son comparables a los obtenidos por Carranza et al. (1996), de 24 a 72 $EE.UU./ha-1
para el flujo anual de un bosque tropical. Los valores económicos de los inventarios y flujos de
los servicios evaluados se presentan en el Cuadro 2.

Cuadro 2. Valores económicos de los inventarios y flujos de servicios


ambientales generados por el bosque latifoliado del Petén

Servicio/atributo Inventario ($EE.UU/ha) Flujo ($EE.UU./ha/año)


83

Secuestro de carbono 89,76 0,000528


Reciclaje de nutrientes 47,27 11,58
Control de erosión 463,00 -0,1648
Biodiversidad 34,63 7,40
Fuente: Sención 1996

Los servicios ambientales, en términos de inventarios y flujos, conforman la mayor parte


del valor total del bosque (80 por ciento y 62 por ciento respectivamente). El control de
erosión contribuye con el 73 por ciento del valor total del inventario de los servicios, mientras
que el reciclaje de nutrientes tiene la proporción más alta del valor de los flujos anuales (62 por
ciento).

En relación con el valor total de servicios y atributos, el control de erosión genera el 59


por ciento del valor total del inventario, el secuestro de carbono genera el 11 por ciento y las
demás funciones generan menos del 6 por ciento cada una. El alto valor del control de erosión
se debe principalmente a las características del suelo: su formación calcárea y estructura débil
hacen que al remover la cobertura boscosa, el suelo se erosione fácilmente. Aún con otros
métodos de valoración económica para la erosión de suelos, el resultado es alto.

En relación con el valor económico del flujo de los servicios, el reciclaje de nutrientes y la
conservación de la biodiversidad contribuyen al 62 por ciento y 39 por ciento del total,
respectivamente. El alto valor económico del reciclaje de nutrientes refleja la baja fertilidad del
suelo y la importancia del bosque para mantenerlos en la vegetación aérea y liberarlos con la
caída de hojas y ramas.

Conclusiones

Los lineamientos generales aplicados en la evaluación económica del bosque latifoliado del
Petén demuestran que es posible valorar los servicios ambientales económicamente. Además,
los métodos de valoración existentes se pueden aplicar a condiciones particulares de los países
en vías de desarrollo. La evaluación en términos de inventario y flujo permite reconciliar
economía y ecología. Los resultados evidencian que el capital natural (inventario), cuando es
valorado a base de su potencial productivo, genera flujos (intereses) que dependen de las
prácticas de manejo del ecosistema.

En general, los servicios ambientales generados por el bosque tienen un alto valor
económico y significan una parte importante del valor económico total del ecosistema. La
evaluación económica de los servicios ambientales generados por el bosque es una herramienta
útil que provee elementos para la toma de decisiones.

Bibliografía

Barbier, E.B., Costanza, R. and Twilley.R. en colaboración con Tania Ammour et.al. 1994.
Guidelines for Tropical Wetland Evaluation. Report. “Taller Internacional de trabajo
para la elaboración de un manual de evaluación económica de bienes y servicios de los
humedales tropicales”. CATIE, Turrialba, Costa Rica. Serie Técnica. Informe Técnico
No. 231. 63p.
84

Sención, G. 1996. Valoración Económica de un Ecosistema Bosque Subtropical: Estudio de


Caso San Miguel La Palotada, Petén, Guatemala. Tesis M.Sc., Centro Agronómico
Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), Turrialba. 132 p. más anexos.

EVALUACION ECONOMICA DEL SERVICIO DE SUMIDERO DE CARBONO EN


DIFERENTES ECOSISTEMAS FORESTALES

Rosalba Ortiz, Area de Economía y Sociología Ambiental, CATIE.


Markku Kanninen, Programa de Investigación,CATIE.

La capacidad de fijación y almacenamiento de carbono es reconocida como un servicio que


brindan los bosques naturales y plantados a nivel global; de ahí la recomendación del Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de utilizar los bosques para mitigar el
aumento de la concentración de gases con efecto invernadero.

Este documento recopila las experiencias del Area de Economía y Sociología Ambiental
del CATIE en la valoración del servicio de sumidero de carbono en ecosistemas de bosque
natural y plantaciones. El objetivo del estudio es comparar los niveles de fijación y
almacenamiento de carbono por hectárea, en distintos ecosistemas de bosque tropical, y
mostrar los beneficios económicos para cada actividad productiva. Los estudios realizados se
centran en bosques húmedos de tipo secundario, primario manejado y en plantaciones
forestales en Costa Rica, Chile y Bolivia.

Metodología

Este estudio se basa en los siguientes estudios de casos:


1. Bosque primario de parcelas testigo y para dos sistemas de manejo (liberación y dosel
protector) del sitio experimental La Tirimbina, Costa Rica (Rodríguez 1998)
2. Parcelas demostrativas para bosque secundario en los sitios experimentales I.Hutchinson,
Finca La Tirimbina, Finca Los Espaveles y sitio experimental El Cerro, Florencia de San
Carlos, Costa Rica (Ortiz et al. 1998)
3. Bosque subhúmedo estacional de Lomerío, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, bajo dos
escenarios de manejo (protección y manejo de bajo impacto) (Solís 1998)
4. Plantaciones forestales de Costa Rica (Ramírez y Gómez 1998)
5. Plantaciones forestales de Chile; almacenamiento y fijación actual y futuro, bajo cinco
escenarios de manejo hasta el 2015 (Mery y Kanninen 1998).

Cálculo del almacenamiento y fijación del carbono

Los detalles de los métodos varían según el estudio y están presentados en los informes
respectivos. Sin embargo, todos estos estudios han utilizado el siguiente marco metodológico y
secuencia de trabajo: 1) estimación de la biomasa total y del contenido de carbono en los
árboles, 2) estimación del crecimiento y la productividad por unidad de área por sitios o tipos
de bosque, 3) cálculo del potencial de almacenamiento y fijación, con diferentes escenarios de
manejo.
85

Valoración de la fijación neta y del almacenamiento de carbono

Los servicios de almacenamiento y fijación neta de carbono plantean diferencias en términos de


valoración. Por el servicio de almacenamiento (stock) de carbono se paga un precio por evitar
que ese carbono pase o se libere en la atmósfera; es decir, se paga por evitar el cambio de uso
y las emisiones potenciales. En el caso de la fijación neta (flux) de carbono, se valora la acción
de remover partículas de dióxido de carbono (CO2) que están actualmente en la atmósfera; el
valor se estima según el costo de mitigación de la remoción de esas partículas.

En la valoración del servicio del bosque como sumidero de carbono se utilizaron dos
precios de referencia: el precio máximo de mercado de 10 $EE.UU./MgC (1 Mg = 1 tonelada),
negociado por Costa Rica en sus iniciativas de mecanismos de desarrollo limpio (MDL) con el
gobierno de Noruega por el pago de servicios de almacenamiento de carbono. Los MDL se
refieren a iniciativas cooperativas entre dos o más gobiernos con el propósito de reducir
emisiones futuras de CO2 , o para secuestrar CO2 que actualmente se encuentra en la atmósfera.
De esa forma, un país emisor paga por la existencia o plantación de bosques en otro país que
tenga emisiones menores. La negociación entre Costa Rica y Noruega se considera como una
fase piloto en la estrategia mundial para legitimizar este tipo de transacciones.

Además, se utilizó el precio de 154 $EE.UU./MgC por el servicio de fijación neta de


carbono, que corresponde al máximo costo marginal social estimado para la mitigación de CO2.
El costo marginal social de mitigación se refiere al costo que para la sociedad tiene el mitigar
una unidad adicional de CO2 que va a la atmósfera. Usualmente se mide a través de un análisis
costo/beneficio, que se descuenta bajo la óptica de una tasa de actualización social (Fankhauser
y Tol 1995).

Resultados

En términos de almacenamiento de carbono, los bosques primarios tienen ventajas


comparativas en relación con el bosque plantado y de tipo secundario (Cuadro 1). Los bosques
primarios muestran acumulaciones de biomasa total en el suelo superiores a los 134 Mg ha-1 en
promedio, que significan niveles de almacenamiento de carbono de 60 MgC ha-1. En el caso de
los bosques secundarios, los mayores niveles promedio de biomasa se presentan entre los 20 y
35 años edad, cuando llegan a 150 Mg ha-1. Con un estimado de 45 por ciento, que representa
el contenido de carbono por tonelada de biomasa (Brown et al. 1989), esto significa un
almacenamiento de carbono de 67,5 MgC ha-1. Sin embargo, en edades menores a los 20 años
y superiores a los 40 años, los niveles de biomasa se reducen hasta 96 y 112 Mg ha-1 para un
almacenamiento de 50 MgC ha-1.

El bosque secundario muestra tasas de fijación neta anual promedio de 2,5 MgC ha-1 a-1,
mientras que los bosques primarios manejados oscilan entre 0,21 y 1,04 MgC ha-1 a-1 y las
plantaciones muestran tasas de fijación neta anual desde 2,8 hasta 9 MgC ha-1 a-1.

Cuadro 1. Acumulación promedio de biomasa (Mg ha -1), almacenamiento (MgC


ha-1) y fijación (MgC ha -1 a-1) de carbono en ecosistemas forestales y
su valoración
86

Ecosistema Tasa fijación Biomasa Almacena Valor de MgC = Valor en


Forestal promedio promedio miento de C 10 $EE.UU. términos de
(MgC ha a ) por ha (Mg (MgC ha-1 )
-1 -1
precio de mitigación de
ha-1 ) negociación CO2 (154
(Costa Rica) $EE.UU./
MgC ha-1);
(a) (b) (c)=(b)*0.45 d=(c)*10 e=(a)*154
Bosque primario
Fincas testigo 0,83 117,6 67,9 679 127,8
(Costa Rica)

Bosque primario
intervenido, dosel 0,21 121,3 54,5 540,5 32,34
protector (Costa Rica)

Bosque primario
intervenido 1,04 153,6 69,1 690 160,16
de Lomerío (Bolivia)

Bosque secundario 2,5 150 52 520 385


(Costa Rica)

Plantaciones 2,8 144,5 65 650 431,2


(Chile)

Plantaciones 4 _ _ _ 616
(Costa Rica)

El valor del secuestro de carbono, como medida de mitigación, es menor por hectárea,
pero su periodicidad debería ser anual; el valor de fijación o secuestro neto fluctúa entre 385 y
616 $EE.UU./MgC ha-1 en bosques secundarios y plantaciones, y alcanza solamente la mitad
de este valor en el caso de bosques primarios. Las diferencias son menos significativas en el
caso del almacenamiento de carbono, donde los bosques plantados y los secundarios, muestran
valores de 520 a 600 $EE.UU./MgC ha-1 y los bosques primarios de 690 $EE.UU./MgC ha-1; a
diferencia del valor de mitigación, este valor podría ser negociado por intervalos de hasta 20
años (negociación MDL Costa Rica-Noruega).

Conclusiones

Si se considera la mitigación del CO2 que actualmente está en la atmósfera, los bosques
secundarios y las plantaciones forestales tienen gran justificación como medidas tendientes a la
mitigación. En este sentido, se puede argumentar que el pago por este servicio debería ser
superior en ecosistemas de bosque secundario y plantado, en comparación con bosques de tipo
primario, donde los crecimientos son más estables y con tasas menores.

Para evitar futuras emisiones o liberación de carbono producidas por cambios o


alteraciones bruscas en los ecosistemas forestales, es de gran importancia el hecho de que los
ecosistemas de bosque primario almacenan mayor cantidad de carbono por hectárea, en
comparación con bosques naturales secundarios y plantados. Por lo tanto, el pago por servicios
ambientales debería favorecer a los ecosistemas de bosques primarios.

La forma de negociar los proyectos tendientes a desarrollar MDL entre dos países debe
considerar el tipo de servicio que ofrece el país dueño de bosque (fijación neta o
87

almacenamiento), lo que va a determinar el monto del pago y la periodicidad del mismo. Los
proyectos que estimulan bosques con crecimientos netos cada año deberían recibir pagos
mayores, porque están mitigando CO2 atmosférico, además de evitar posibles emisiones
futuras.

Bibliografía

Brown, S., Andrew, G., Lugo, A. 989. Biomass Estimation Methods for Tropical Forests with
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Fankhauser, S. and Tol, R. 1995. Recent Advancements in the economic assesment of climate
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ANEXO 1
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Tropical de Investigación y Enseñanza, Turrialba, Costa Rica. Serie Técnica. Eventos
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Rica, Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza. 133 páginas.
Villobos, R.; Ocampo, R.; 1997. Productos no maderables del bosque en Centroamérica y el
Caribe. Actas de la Reunión celebrada del 17 al 21 de julio de 1995. Turrialba, Costa Rica,
Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza. 96 páginas.
Zapata, A. 1998. Algunos usos tradicionales de las plantas en Panamá. ANCON 5(1):12-15.
93

ANEXO 2
PERSONAS QUE COOPERARON CON LAS EVALUACIONES
NACIONALES

Belice Oswaldo Sabido


Chieff Forestry Officer
Edwin Martínez Belmopán, Belize
Coordinator Office in Belize/IICA e-mail: bzeformgmt@btl.net
Belmopán, Belize
Tel. (501)-8-20222 Franz Smith
FAX: (501)-8-20286 Belize Enterprise for Sustainable Technology
e-mail: iica@btl.net (BEST)
Belmopán, Belize
Janet Gibson Tel. (501)-8-23043/23150
Wildlife Conservation International (WCI) FAX: (501)-8-22563
8 St. Mark Street E-mail: best@btl.net
Belize City, Belize
Tel. (501)-2-30719/35739 El Salvador
FAX: (501)-2-35738
e-mail: jgibson@btl.net M.Sc. Nohemy Elizabeth Ventura Centeno
Herbario ITIC, Departmento de Biología
Evaristo Avella Facultad de Ciencias Naturales y Matemática
Enviromental Officer Universidad de El Salvador
Ministry of Natural Resources and the Enviroment San Salvador, El Salvador
10/12 Ambergris Avenue FAX: (503)-2257200/2254208
Belmopan, Belize
Tel. (501)-8-22542/22816 Lic. Roberto Escobar Lechuga
FAX. (501)-8-22862 Jefe Sección Técnica Científica
e-mail: envirodept@btl.net Asociación Jardín Botánico La Laguna
111San Salvador, El Salvador
Edilberto Romero Tel. (503)-2237584/2234722
Programme Liaison Officer FAX: (503)-2237584/2240738
Programme for Belize
#1 Eyre St. Ing. Josué Mario Guardado
Belize City, Belize Dirección Nacional de Recursos Naturales
Tel. (501)-2-75616/75617/71020 Renovables
FAX: (501)-2-75635 Ministerio de Agricultura y Ganaderia
e-mail: pfbel@btl.net Cantón El Matazano, Soyapango
Tel: (503) 277-0622 ext 64
Osmany Salas/Pamela Scott Fax: (503) 277-0490
Belize Audobon Society e-mail: dgrnr@es.com.sv
12 Fort St.
Belize city, Belize Carlos Antonio Flores Perdomo
Tel. (501)-2-35004/34987/34988 Asociación Nacional de Trabajadores
FAX: (501)-2-34985 Agropecuarios (ANTA)
e-mail: base@btl.net 47 ave Norte No. 232, Colonia Flor Blanca
San Salvador, El Salvador
Efrain Aldana Tel: (503)-2607703
Chieff Agriculture Officer Tel/Fax: (503)-2605976
Ministry of Agriculture and Fisheries
Belmopán, Belize
94

Das. Juan A. Salinas Guatemala


Centro de Desarrollo Forestal (CEDEFOR)
Banco de Semillas Lic. Alejandro Fuentes
Canton Matasano, Soyapango Jefe, Sección de Estadísticas
El Salvador Banco de Guatemala
Tel: (503)-2944572 Ciudad Guatemala
Fax: (503)-2944572
Tel/Fax: (503)-3384291 Dr. Armando Cáceres
Red Iberoamericana de Prod. Fitofarmacéuticos
Dr. Francisco Serrano (RIPROFITO)
Coordinador Estrategia Nacional de Biodiversidad Facultad de Farmacia, Universidad de San Carlos
1ª. Calle poniente No. 3126 Apartado postal 1160, Guatemala
San Salvador, El Salvador Tel: (502) 476-9808 (Universidad de San Carlos),
Tel. (503)-2605158 (502) 230 5006 (Farmaya)
FAX: (503)-2611991 e-mail: farmaya@emailgua.com
e-mail: fserrano@sal.gbm.net
Ing. Claudio Cabrera
José Eduardo Saravia Gerente, Instituto Nacional de Bosques (INAB)
Jefe de la Unidad Fomento Artesanal 7a. Av. 12-90 2.13
Dirección Nacional de Promoción y Difusión Tel: (502) 361-8072, 472-0812
Cultural
Edificio A-5, Plan Maestro, 2ª. Planta Lic. Osvaldo Morales
Centro de Gobierno Director, Gremial Forestal
San Salvador, El Salvador Cámara de Industria, Nivel 12
Tel. (503)-2214364 ext. 5205 Ruta 6 9-21 Zona 4
FAX. (503)-2214424 Tel: (502) 331-3707, 334-0850, 334-0858

Ing. Jorge Armando Abalí Lic. Maritza Morales


Director General Coordinadora Ejecutiva
Dirección General de Economía Agropecuaria Comisión de Fabricantes de Muebles y Productos
Ministerio de Agricultura y Ganadería Forestales
Final 1ª. Ave. Norte, Complejo MAG Asociación Gremial de Exportadores de Productos
Nueva San Salvador, El Salvador no Tradicionales
Tel. (503)-2299301/2282038 AGEXPRONT
FAX: (503)-2299271 Ciudad Guatemala, Guatemala
e-mail: magdgea@es.com.sv
Ing. Eduardo Calderón
Lic. Manuel Benítez Ejecutivo, Comisión Agrícola
UICN Asociación Gremial de Exportadores de Productos
San Salvador, El Salvador no Tradicionales
AGEXPRONT
Lic. Eunice Echevería Ciudad Guatemala, Guatemala
Museo de Historia Natural
San Salvador, El Salvador Lic. Giovanni Passarelli
Asociación Gremial de Exportadores de Productos
Dr. Luis Ramos no Tradicionales
Consultor de Vida Silvestre AGEXPRONT
Alegría 12, Antiguo Cuscatlán 15 ave 12-72 Zona 13
La Libertad, El Salvador Tel: (502) 362-2002
Tel/Fax: (503)-2789005 e-mail: gremial@guate.net
e-mail: laramos@es.com.sv
95

M.Sc. Oscar Nuñez Oscar Ochoa Mendoza


Defensores de la Naturaleza Semillas Tropicales, S. de R. L.
14 calle 6-49 Zona 9 3ª ave, 5 calle, S. O., Col. Los Angeles
Tel: (502) 334-1885, 361-7001, 331-8939 Siguatepeque, Honduras
Fax: (502) 331-7011 Tel. (504)-7734827
defensores@pronet.net.gt Tel/FAX: (504)-7730767
e-mail: setro@hondutel.hn
M.Sc. Juventino Gálvez
Secretario Ejecutivo, Consejo Nacional de Áreas María Luisa Falck Carías
Protegidas (CONAP) Coordinadora Proyecto Areas Protegidas y
Edificio Maya, 4 Piso Especiales
Ciudad Guatemala, Guatemala Programa de Manejo de la Cuenca del Embalse El
Tel:(502) 334-1048 Cajón
DEDEFOR, Siguatepeque, Comayagua, Honduras
Dra. Elfride Poll Tel. (504)-7730095
Herbario Tel/FAX: (504)-2232186
Universidad del Valle e-mail: procajón@hondutel.hn
Ciudad Guatemala, Guatemala
Tel: (502) 364-0336, 369-2563 Lic. Víctor Saravia
Asociación Ecológica de San Marcos de
Lic. Ana Lucrecia Escobar de MacVean Ocotepeque AESMO
Herbario San Marcos, Ocotepeque, Honduras
Universidad del Valle Tel: (504)-663-4308
Ciudad Guatemala, Guatemala e-mail: aesmo@.sdnhon.org.hn
Tel: (502) 364-0336, 369-2563
Marlenia Acosta
M.Sc. Ogden Rodas Departamento de Areas Protegidas y Vida Silvestre
Programa de Acción Forestal, Instituto Nacional de AFE-COHDEFOR
Bosques Apdo Postal 1378, Comayagüela, Tegucigalpa,
Ciudad Guatemala, Guatemala Honduras
e-mail: pafg@infovia.com.gt Tel/FAX: (504)-23-4346
e-mail: dapvs@sdnhon.org.hn
Sr. Miguel Angel Balam Corzo
Secretario General Oscar Rapalo
Sindicato Unico de Chicleros y Laborantes de la Instituto Hondureño de Antropología
Madera (SUCHILMA) Programa de Rescate y de la Producción Artesanal
San Benito, Petén, Guatemala Indígena y Tradicional
Tel: (502) 2-342852/342853 Tel. (504)-222-3470
Fax: (502) 2-342342 e-mail: hondihah@gbm.hn

Honduras Thelma Mejía


Univ. Autónoma de Honduras, Tegucigalpa
Adalberto Padilla Depto de Biología
Director Técnico Tel:(504)-232-2110 ext 170
MOPAWI “Desarrollo Humano Sostenible y
Conservación de la Biodiversidad” Olga Cristina Mejía Mejía
Tegucigalpa, Honduras Cooperativa Industrial Conservadora de Alimento
Tel. (504)-2358659 (CICAL)
FAX: (504)-2399234 San Marcos, Ocotepeque
e-mail: mopawi@optinet.hn Tel:(504)-663-4212
Fax:(504)-663-4129
96

Miguel Angel Ramírez León, Nicaragua


Proyecto PAAR Panamá
Edificio Florencia 4to. Nivel, No. 404
Tegucigalpa, Honduras M.Sc. Cristina Garibaldi
Tel. (504)-239-4411 Consultora en Botánica
FAX: (504)-239-0549 Estrategia Nacional para la Biodiversidad
e-mail: paar@sdnhon.org.hn PNUMA/GEF/INRENARE/FUNDESPA
Ciudad Panama, Panamá
Mario Vallejo
Consultores Forestales Asociados de Honduras Dr. Pablo Solís
(Foresta) CIFLORPAN
Tegucigalpa, Honduras Centro de Investigación de la Flora Panameña
Tel. (504)-235-8506 Tel 269 7655
Tel/FAX: (504)-235-8505 Ciudad Panamá, Panama

Nicaragua Dr. Iván Baldespino


División de Ciencias y Conservación
M.Sc. José Villa Asociación Nacional para la Conservación de la
Asesor Técnico Principal Naturaleza - ANCON
Programa Ambiental Nicaragua-Finlandia Ciudad Panamá, Panamá
(PANIF)
Managua, Nicaragua Lic. Kruscaya de Melgarejo
División de Areas Protegidas y Parques Nacionales
Dr. Alfredo Grijalba Autoridad Nacional del Ambiente (Antiguo
Herbario Nacional INRENARE)
Universidad Centroamericana (UCA) Ciudad Panamá, Panamá
Managua, Nicaragua
Sra. Esperanza de Desgracia
Ing. Juan Salas Propietaria
Ministerio de Recursos Naturales Renovables Farmacia La Botánica
(MARENA) Frente a la Feria Libre de Río Abajo
Managua, Nicaragua Ciudad Panamá, Panamá

Ing. Javier Escorcia M.Sc. Mireya Correa


Proyecto TRANSFORMA CATIE-MARENA Instituto Smithsoniano de Investigaciones
Managua, Nicaragua Tropicales
Ciudad Panamá, Panamá
Ing. Alejandro Mejía
Proyecto Manejo de Bosques Secundarios CATIE- Lic. Luis Carrasquilla
UCA Jefe, Departamento de Botánica
Managua, Nicaragua Universidad Panamá
Ciudad Panamá, Panamá
Ing. Mario Saavedra
Director Ejecutivo Cooperativa de Artesanos de Emberá y Unam
Centro para el Desarrollo de la Medicina Mercado Artesanal de Panamá
Tradicional Frente a las Ruinas de Panamá
Managua, Nicaragua Panamá Viejo, Panamá
Sra. Marelis de Montesa
Lic. Aurivania Araus Administradora
Programa Nacional de Apoyo a la Microempresa Mercado de Artesanía de Coclé
(PAMIC) Penonomé, Panamá
Managua, Nicaragua Tel: 997 9011

Dra. Dilia Saavedra


Facultad de Ciencias
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua

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