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Encuentra la necesidad de decir que los hechos narrados son reales (aunque no todos
están contrastados). Sí que existió una Cornelia que fue ajusticiada por un auto de fe, pero
los sucesos que rodean a ese hecho en la novela no corresponden a hechos históricos.
Estilo de la escritura:
- Lenguaje sencillo, natural que cumple la regla de la verosimilitud. Aunque, en esta
obra en particular va a haber en algunas cartas (las escritas por los criados) donde
hay un excesivo uso retórico. Esto rompe con la verosimilitud.
Fue una obra que interesó mucho, tenía distintos lectores ideales en función de distintos
propósitos. Al público en general, esta novela se le dirigía a través del argumento de la
mujer que sufre un amor truncado y un tormento. Hay un público más concreto: el público
ilustrado. Encontraban en esta novela una fuente de argumentos a favor de la tolerancia y
del mismo modo argumentos en contra de la Inquisición. En última instancia, hay otro grupo
al que se dirige la obra: el sector de la población que tenía una postura anticlerical (no
ataques a la Iglesia si no criticas al Santo Oficio y a la Inquisición). La Inquisición era una
institución que obligaba a delatar a miembros de tu propia familia.
Esta novela nos permite identificar una serie de elementos del programa ilustrado. En este
caso van a ser los personajes de Meneses (el amigo del padre de Cornelia) y Cargas
quienes van a ejemplificar el ideal ilustrado. La educación va a ser importante en el
desarrollo de una persona ilustrada, tiene que servir para que el individuo sea capaz de
sobreponerse ante las adversidades. Apelan a una educación emocional. De nuevo el
ilustrado es aquel que sabe desenmascarar los embuste, en este caso, de aquellos
sacerdotes que se alinean con la Inquisición.
Los inquisidores como bestias, animales (animalización): ese lobo rapaz, ese tigre cruel,
entra con la piel de la oveja…