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SERMÓN EXPOSITIVO: FILEMÓN 4-7

Por

Sandra Araceli Castro Salazar

Presentado para cumplir parcialmente


Con los requisitos de la materia
Epístolas de Prisión
Que imparte el prof. Felipe de Jesús Torres

SEMINARIO TEOLÓGICO BAUTISTA DE LA LAGUNA


12 de marzo de 2013
Actitudes de un Cristiano Verdadero Ejemplar

Pasaje: Filemón 4-7

Propósito General: Ético-Moral

Propósito Específico: Ayudar al creyente a mostrar las actitudes genuinas de


carácter en sus relaciones de la vida diaria.

Introducción

Son muchos con el nombre de cristianos. Pero son pocos los que se parecen
a Cristo. Actualmente existe el mayor número de cristianos que en cualquier otra época,
nunca habían sido tantos los que profesan ser seguidores de Cristo. Sin embargo, a pesar
de todas esas cifras, nunca hubo en todos los siglos más hombres y mujeres cuyas vidas
desmintieran tanto su profesión de fe, cuyo estilo de vida contradijera de tal modo sus
creencias como sucede hoy. Lamentablemente hay gente que funda su cristianismo en el
certificado de bautismo, en asistir cada domingo a la iglesia, en años de antigüedad en la
iglesia, en haber nacido en “cuna cristiana”, en ser líder en la iglesia, en estudiar en un
seminario teológico, en contar con un árbol genealógico de grandes cristianos, hay
también hermanos que saben mucho de Biblia, que saben mucho de Jesús, que saben
mucho de sus enseñanzas pero que no viven lo que saben; ser un cristiano ejemplar es
también algo más que ponerse una playera con la leyenda de: “solo Cristo salva”, o
“Dios es amor”; Mucho más que ponerle al carro el pececito para santificarlo, o la
calcomanía de moda que dice: “los cristianos no somos perfectos, solo hemos sido
perdonados”, es también algo más que poner un versículo bíblico en su “Facebook”.
Llevar el nombre del Salvador implica llevar en las venas la esencia misma de la persona
de Cristo.

Proposición temática:

Ser un cristiano ejemplar es llevar en el corazón al Salvador mismo y ejemplificarlo


a través de actitudes prácticas y rasgos de carácter que la gente pueda ver, y que nuestro
testimonio provoqué en ellos el deseo de conocer al Dios que nos ha cambiado la vida.

Oración de transición:

Por esta razón te invito a que veamos a través de la vida de Filemón cuales
son las actitudes que debemos tener para ser un cristiano ejemplar:

I. Actitudes hacia el Señor. V. 5

A. Un Amor Probado. “…porque oigo del amor…que tienes hacia el Señor” (v. 5a) Hermanos, este amor
de Filemón sólo era la manifestación genuina de su fe “hacia el Señor Jesús”. Es
interesante imaginar la vida y el amor que Filemón predicaba con su vida, de tal forma
que su testimonio traspasaba fronteras y podía llegar hasta oídos de Pablo el ejemplo de
este cristiano. El amor que profesamos tenerle al Señor no sólo debe ser palabras bonitas
que pueden salir de nuestra boca, sino debe ser un estilo de vida probado por Dios y
comprobado ante los hombres con nuestro testimonio. ILUSTRACIÓN: Cierto predicador
después de cada sermón decía a su congregación: Ahora salgan a predicar a Cristo, y si
es necesario, hablen. Esto les motivaba a predicar con su vida al Señor. Pues nuestro
amor por Dios va de la mano de la obediencia a sus mandamientos. Jesús dijo: “Si me
amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15). Cuando obedecemos al Señor
demostramos que le amamos. Si tienes un problema con la obediencia, tienes un
problema con el amor. ¿Acaso podrías presentarte ante Dios y describir tu relación
con Él diciendo: te Amo con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente
y con todas mis fuerzas? La respuesta a tal pregunta debería importarnos más de lo
que quizá hasta ahora nos importa, pues, todo lo que hay en la vida cristiana, todo lo
relativo a conocer a Dios y todo lo relativo a conocer su voluntad depende de la calidad de
tu relación de amor con Dios. Nuestro amor por el Señor es el aspecto más importante de
nuestra vida, si no está en orden, lo demás tampoco lo estará. Dios nos ama y por eso
desea que le amemos con un amor genuino y probado.

B. Una Fe Práctica. “…porque oigo… de la fe que tienes hacia el Señor…, y para con todos los santos” (v. 5b)
Ahora, no sólo el amor hablaba de la genuinidad de Filemón sino también su fe
manifestada al Señor y puesta en práctica para con todos los santos. ILUSTACIÓN: Un
día dos hermanas y yo tomamos un taxi y le pedimos se fuera por otro camino más largo
para que una de ellas pudiera bajar. Este taxista se molestó por tomar la ruta larga, y
tratando de aligerar su pesar le dije: Considérelo como una buena obra. El hombre
molesto contestó: Las buenas obras sólo se le hacen a Dios no a las personas. Esa
actitud puede ser considerable en la vida de un incrédulo, pero no en la vida de un
creyente. Pues la fe de la que habla este pasaje es una fe de fidelidad que Filemón le
tenía a Dios, pero era puesta en práctica siendo fiel y amando a sus hermanos en la fe.

II. Actitud hacia el Servicio. V. 6

A. Una Eficacia Visible. “para que la participación de tu fe sea eficaz…” (v. 6a) Me gusta como traduce
este pasaje la Biblia al Día: Ojalá esa fe se vea en las obras. Pues como cristianos que
profesamos creer en el Señor, adquirimos una responsabilidad ante el servicio en su
obra. Es triste, pero a la vez una realidad; que a largo de la historia hay creyentes que
sólo se conforman con asistir a un culto una vez por semana o ser “buenas personas”,
pero que jamás han levantado un papel tirado en el templo, sirviendo al Señor. Pueden
morir ocupando sólo una banca en el templo, pero jamás sus corazones son sensibles
hacia el servicio del Señor. Aquel cristiano del cual Dios se agrada, es aquel que
manifiesta su fe ante Él, rindiendo su tiempo, sus talentos, sus recursos, su vida el
servicio de su obra.

B. Un Conocimiento Válido. “…en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús”
(v.6b) Un conocimiento profundo, rico y pleno de la verdad que se basa en la experiencia
propia. Nuestro servicio hacia el Señor es basado en una experiencia y en una convicción
que nosotros tenemos del Él. Hermanos, esto es algo serio y de suma importancia, pues
debemos estar conscientes a Quién servimos y por qué lo hacemos. Hay personas
dentro de nuestras iglesias, incluso de nuestra convención que sólo fingen ejercer una
comisión o un ministerio, pero al no tener una convicción o un conocimiento de a Quién
sirven y por qué lo hacen, los resultados y las actitudes negativas en su servicio son
evidentes. El cristiano que es ejemplo del cual Dios se agrada, es aquel que
permanece constante y firme, creciendo en la obra del Señor siempre, pues sabe a Quién
sirve y sabe que su servicio no es en vano (paráfrasis 1ª Cor. 15:58).

III. Actitud hacia el Semejante. V. 7

A. Una Estima que Alienta. “pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor…” (v. 7a) Como hijos de
Dios hemos sido llamados a vivir en comunidad y armonía con otros creyentes. Y
serles de bendición, gozo, consolación, brindarles aliento cuando nuestros hermanos lo
necesiten, no por necesidad u obligación sino por un amor sincero y puro nacido de
nuestro amor por el Señor. ILUSTRACIÓN: Refieren los historiadores que aunque entre
Martín Lutero y Felipe Melanchton había una considerable diferencia de edad y de
temperamento, pues el primero era unos catorce años mayor que el segundo y era, aquél,
más violento que éste en la manera de tratar los asuntos relacionados con la Reforma, y
aunque algunas veces también estuvieron distanciados un poco por tener algunas
diferencias doctrinales, los dos grandes reformadores siempre estuvieron vinculados por
profundos y fuertes vínculos de compañerismo cristiano que les hicieron olvidar las
aludidas diferencias y ponerse de acuerdo. En el fondo de su corazón se amaban
cristianamente, y por lo mismo triunfaban el amor y el respeto que se tenían mutuamente;
y cuando murió Lutero, Felipe Melanchton pronunció la oración fúnebre muy elogiosa para
aquel héroe de la Reforma. No siempre podemos estar de acuerdo con todos nuestros
hermanos, pues no todos somos iguales, pero este no es un impedimento para amarnos y
ser de bendición en la vida de otros. El cristiano ejemplar del cual Dios se agrada, es
aquel que es de bendición a otros por medio de un amor puro.

B. Una Empatía que Alivia. “…porque por ti… han sido confortados los corazones de los santos”. (v. 7b)
Cuando entendemos que el ser cristianos es ser hijos de Dios y hermanos en toda la
extensión de la palabra de otros que han creído en Él, es inevitable ponernos en sus
zapatos y ser sensibles ante sus necesidades, compartir sus alegrías, incluso su dolor; de
tal forma que podemos aliviar y confortar a nuestros hermanos. Filemón fue un ejemplo
vivo de empatía por sus hermanos en la fe, pues se da testimonio que fue de bendición al
confortarlos y amarlos. Tales cristianos siguen demandando Dios que seamos, pues
dice su palabra: “…si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un
miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.” (1ª Cor 12:26-27).
Realmente comprobamos que hemos pasado de muerte a vida cuando amamos a
nuestros hermanos y somos sensibles ante sus necesidades y procuramos serles de
bendición.

CONCLUSIÓN:

¡Vivamos bajo estas actitudes para ser: ¡CRISTIANOS EJEMPLARES QUE


DIOS APRUEBA!

DESAFÍO: Quizás hoy te sientas como un cristiano común y corriente, pero es cuando la
llama del Señor viene a nuestra vida, para que dejemos de ser cristianos ordinarios. Cuando tú y
yo seamos encendidos y seamos ejemplo, entonces podremos encender a otros. Vivimos en una
sociedad que cree que todos los que se dicen ser cristianos lo son, cuando al mismo tiempo casi
nadie sabe en qué consiste ser cristiano. Es necesario que vivamos como Dios nos manda a
través de estas actitudes en nuestra vida. Necesitamos ser ejemplo para poder extender el reino
de Dios. Y podremos entonces ser cristianos que llevan la luz a las tinieblas. TE INVITO A QUE
DECIDAS, DESPIERTA Y EMPIEZA A VIVIR COMO DIOS QUIERE Y HA DISEÑADO QUE
VIVAS… que Dios te bendiga.

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