Wei Wuxian había dejado atrás su carrera como profesor, una decisión que tomó debido a su

lucha constante contra los estrictos horarios y las responsabilidades que conllevaba ese trabajo.
Sr. Dios Habían pasado varios meses desde entonces, y su vida laboral seguía siendo un desafío
constante.
Capituló 3 An pasado algunos meses desde de su trabajo en el hotel, donde toco en el evento Lan, era uno
de los pocos empleos que había logrado mantener durante un día pero aunque solo fuese una
ves la paga fue muy buena. La dificultad que tenía con los empleos era la rutina solía atraparlo y,
en ocasiones, el aburrimiento se apoderaba de él. Además, no podía evitar que, de vez en
cuando, la calamidad se desatara en sus tareas, resultando en situaciones verdaderamente
caóticas. Sus jefes no tenían paciencia y lo habían echado a gritos más de una vez. Incluso en
casos extremos, habían llegado a pagarle para que renunciara, debido a sus fracasos laborales.

La presión de encontrar un trabajo estable y un salario fijo era constante, especialmente

proveniente de Wen Qing, quien siempre lo instaba a buscar algo más confiable. En muchas
ocasiones, las discusiones llegaban a un punto crítico y Wei Wuxian se encontraba sin comida, lo
que solo aumentaba la tensión en su vida.

A pesar de sus esfuerzos, Wei Wuxian se preguntaba cuánto tiempo podría mantener su trabajo
actual como bartender. El futuro seguía siendo incierto, y la búsqueda de estabilidad en su vida
parecía una montaña inalcanzable.

Era una de esas noches animadas en el bar, donde Wei Wuxian estaba ocupado sirviendo bebidas
y entretiendo a los clientes con su carisma. La música vibraba en el aire y las luces titilantes
añadían un toque de misterio a la atmósfera. Fue en medio de esta agitación cuando un cliente
misterioso le entregó una tarjeta con un número escrito en ella. Wei Wuxian la miró con
curiosidad y luego dirigió su atención de nuevo al joven que había hecho la entrega.
Sin decir una palabra, Wei Wuxian procedió a preparar la copa que el
hombre deseaba. La tarjeta seguía siendo un enigma en su mente, pero
antes de que pudiera hacer alguna pregunta, el hombre habló "¿No
deseas trabajar para mí?" Wei Wuxian, sorprendido, volvió a mirar la
tarjeta y luego al hombre, cuestionando con cierta aprehensión "¿No me
acostaré con usted?"
El hombre dejó escapar una risa y respondió en un tono enigmático
"Solo necesito un acompañante, nada más que eso. Se te pagará la
cantidad que se encuentra en la tarjeta." Wei Wuxian levantó la tarjeta
para examinarla más detenidamente, y la cifra escrita en ella era
innegablemente generosa.
Finalmente, seducido por la tentación de la cantidad ofrecida y por la
curiosidad que esta propuesta inusual había despertado en él, Wei
Wuxian respondió con un tono coqueto "Bien, dime fecha y hora". Había
aceptado la oferta del alto y enigmático desconocido que tenía frente a
él, listo para embarcarse en una experiencia que prometía emociones y
aventuras en una noche.
Wei Wuxian había aceptado la propuesta de aquel misterioso hombre
con sorprendentes resultados. Su rol como simple compañía no solo le
proporcionaba una buena recompensa económica, sino que también era
objeto de un constante y generoso consentimiento. El hombre
misterioso, de manera desinteresada, lo colmaba de artículos de lujo y
marcas que Wei Wuxian jamás había soñado poseer.
Con el tiempo, Wei Wuxian notó un patrón en sus encuentros. Los hombres
con los que salía solían ser jóvenes adinerados, la mayoría de ellos
homosexuales, dispuestos a gastar su fortuna en satisfacer cada deseo del
carismático Wei Wuxian. Aprendió a jugar hábilmente con sus emociones y
deseos, extrayendo el máximo provecho de la situación.
Este empleo se había convertido en su ocupación más duradera, casi dos
meses de diversión y beneficios sin indicios de aburrimiento. Los hombres
que lo rodeaban lo idolatraban, y él disfrutaba plenamente de la atención y
los lujos que lo acompañaban.
A pesar de haber mantenido su trabajo en secreto al principio, llegó un
momento en que no pudo ocultarlo más a Wen Qing. Aunque esta expresó
su preocupación, su única recomendación fue que tuviera cuidado en esta
peculiar ocupación.
Wei Wuxian había desarrollado sus propias preferencias al seleccionar a sus
compañeros. Deberían ser atractivos, poseer al menos dos automóviles
deportivos y no superar la edad de 40 años. Hasta el momento, había
logrado cumplir con sus responsabilidades laborales mientras cuidaba de su
familia, pero sabía que nada en esta vida estaba garantizado
Después de cumplir con las numerosas tareas impuestas por Zhuliu, Shuxin
ansiaba pasar un rato agradable con sus amigas. Su entusiasmo se vio
magnificado cuando Lan Wangji, un hombre generalmente reservado,
expresó su deseo de acompañarla. Sin embargo, su entusiasmo fue efímero,
desvanecido al ver a Lan Wangji.
“Lan zhan no irás" dijo Shuxin, dejando a Lan Wangji desconcertado. Estuvo a
punto de preguntar sobre la decisión, pero Shuxin De manera inesperada,
arrojó un juicio crítico sobre la elección de vestuario de Lan Wangji "¿Cómo
se te ocurre ir con esas fachas? No vamos a una iglesia; pareces un vendedor
de biblias. No te ofendas, pero, ¿siempre te vistes así?"
Con estas palabras, Shuxin salió de la casa, dejando a Lan Wangji en medio
del desorden que había causado al revolver sus cajones y armario en busca
de ropa. La pregunta persistió en la mente de Lan Wangji "¿Me veo tan mal?".
Dudó un momento, pero finalmente decidió contactar a Mo Xuanyu. Cuando
Mo Xuanyu respondió con alegría, Lan Wangji no perdió tiempo en
formalidades y solicitó directamente "Mo Xuanyu, tráeme a una de tus
bellezas", en referencia a una propuesta anterior.
La respuesta de Mo Xuanyu fue instantánea, y con entusiasmo, comenzó a
indagar sobre las preferencias específicas de Lan Wangji en cuanto a mujeres.
Cada detalle fue meticulosamente analizado, con Mo Xuanyu comprometido
a encontrar la elección perfecta para el enigmático Lan Wangji, quien, en
medio de esta inusual situación, se esforzaba por hacer una impresión
memorable en la velada que estaba por venir.
En el tranquilo amanecer, Lan Wangji se despertó con la suave
fragancia que emanaba de la mujer que descansaba a su lado. Sus
ojos se posaron en ella con ternura, y su mano delicadamente apartó
un mechón de cabello de su frente, depositando un beso es su
frente.
Era innegable que Mo Xuanyu había hecho una excelente elección al
seleccionar a esta compañera. La joven había llegado puntual, tal
como Xuanyu le había indicado, y Lan Wangji decidió compartir un
momento de conversación y un té antes de entregarse al sueño. Sus
movimientos al tomar la taza, masticar y modular su voz reflejaban
gracia y sofisticación.
Con el tiempo escapándose, Lan Wangji se vistió rápidamente y dejó
el hotel. Su destino lo guiaba hacia la Mansión Wen, apenas llegó fue
interceptado por los guardias, cuyas voces llevaban un toque de
desesperación.
"¡Joven Lan, joven Lan!" clamaron. "Debe ir a calmar al señor Zhuliu."
Sus palabras fueron suficientes para que Lan Wangji tomara acción
inmediata, y en un abrir y cerrar de ojos, se encontró en la escena. El
ambiente estaba sumido en el caos, con Zhuliu arrojando objetos y
lanzando reprimendas a la joven Shuxin. La muchacha, asustada, se
refugió detrás de un mueble, tratando de escapar del tumulto.
Lan Wangji observó en silencio durante un instante, hasta que su
presencia fue notada por las dos combatientes que hasta ese momento,
estaban enfrascadas en una disputa acalorada.

Shuxin, con una expresión de desesperación saltó hacia él en busca de

refugio. Mientras tanto, Zhuliu se inclinó hacia Lan Wangji y habló en un
tono más apacible,
La mención de su situación financiera y la falta de comunicación lo
tomaron por sorpresa, pero mantuvo su compostura. Lan Wangji
respondió con calma, "Shuxin optó por no unirse a mí, pero no es razón
para que Zhuliu se enoje tanto. Informaré a mi tía y ella tomará las
medidas adecuadas. Por ahora, asegurémonos de que Shuxin esté bien."

Ella suspiro de alivio, mientras shuxin caía al suelo y Zhuliu la sostuvo en

brazos. Actuó con rapidez, solicitando la presencia del médico. Lan
Wangji se retiró de la habitación, pero antes de partir, añadió unas
palabras, "Zhuliu, sé que siempre has sostenido que solo cuidas de
Shuxin debido a tu gratitud hacia mi tío, pero hoy he visto algo diferente.
Tu preocupación es genuina, y haces un trabajo es admirable."
Con esas palabras, Lan Wangji dejó la habitación