Está en la página 1de 2

Capítulo 3: Ex Prometido

En un abrir y cerrar de ojos, pasaron tres días.


En esos tres días, Ye Wan Wan pasó la mayor parte del tiempo durmiendo y
reflexionando sobre el recuerdo de su vida anterior.
Si Ye Han no era diferente del pasado.
Durante tres días completos, no apareció en absoluto. Los sirvientes de la casa
estaban todos absortos en su trabajo y rara vez le hablaban. Ni siquiera se
atrevieron a hacer contacto visual.
Una casa tan enorme pero era como una cripta.
Ye Wan Wan se puso el pijama y miró la hora. Inmediatamente caminó hacia el
patio.
La luz de la luna era hermosa con una suave brisa, aliviando su miedo a los
aterradores recuerdos de la jaula en la que estaba atrapada.
Este jardín en realidad tenía una linda vista. Después de todo, había sido diseñado
por el mismo Si Ye Han. Contrató al mejor grupo de arquitectos del mundo y tardó
cinco años en construirlo en la mejor ubicación de la Cuidad Imperial.
Era una lástima que en su vida anterior no lo hubiera apreciado. Aborrecía esta
jaula que la aprisionaba y solo quería destruirla.
A plena vista, podía ver una gran parcela de hierba quemada, un macizo de flores
cortado intencionalmente y un estanque turbio… todas estas eran sus “obras de
maestras”
“Wan Wan--”
Entonces, una voz familiar resonó abruptamente en el viento de la tarde.
Ye Wan Wan levantó la vista de una rosa marchita en dirección a la voz.
Bajo la tenue luz, pudo ver a un hombre vestido con un traje caro y lujoso. Era
encantador y… elegante.
Tenía que admitir que, de hecho, Gu Yue Ze la cautivó.
Si Ye Han, ese demonio, palideció en comparación a él.
Gu Yue Ze se paró a unos pasos de ella y frunció el ceño.
Ye Wan Wan notó su sutil reacción, por lo que echó un vistazo a su ropa.
En este momento, ella todavía estaba en su ropa de heavy metal, con su gran
cantidad de maquillaje en la cara.
Como su guardarropa no tenía ropa normal, pensó que también podría mantener
su antigua imagen. Tampoco quería despertar sospechas cambiando
drásticamente en tan poco tiempo.
Gu Yue Ze la miró con frialdad, su expresión se llenó de decepción, “¡Wan Wan!
¿Cómo puedes degradarte así?”
¿Degradarme?
Ye Wan Wan probó estas palabras, burlándose de ella.
En su vida anterior, le había dado todo su corazón. Para demostrar su lealtad
hacia él, se había obligado a vestirse de forma tan extraña y repulsiva.
Pero al final, todo lo que obtuvo a cambio fue que él dijera que se degradaba a sí
misma.
Sabía que Shen Meng Qi hablaba mal de ella frente a Gu Yue Ze, pero si este
hombre tuviera el más mínimo afecto por ella, no creería nada de lo que dijera
Shen Meng Qi.
Como Shen Meng Qi era su mejor amiga, venía a menudo para hacerle compañía.
Por lo tanto, podía entrar y salir cuando quisiera. Incluso permitió que Gu Yue Ze
entrara en secreto.
Justo cuando Ye Wan Wan estaba a punto de hablar, un escalofrío le recorrió la
columna vertebral.
Si Ye Han…
¡Él está aquí!
Era instintivamente consciente de la presencia de ese hombre.
En su vida anterior, no se dio cuenta de que Shen Meng Qi la traicionó. Si Ye Han
la observó en la oscuridad todo el tiempo que lo engañó, marcando el comienzo de
su pesadilla…
Ye Wan Wan suspiró suavemente, obligándose a ignorar la presencia de Si Ye Han.
Miró a Gu Yue Ze con indiferencia, se rio entre dientes y preguntó: “¿Me pregunto
desde que perspectiva me estas interrogando? ¿La de mi ex novio? ¿O… mi
cuñado?
La expresión de Gu Yue Ze se volvió pesada ante el sarcasmo de Ye Wan Wan:
“Wan Wan, sé que me culpas, pero también estaba indefenso. Pase lo que pase,
soy responsable de lo que te has convertido hoy. ¡Vete conmigo ahora y te sacaré
de la Cuidad Imperial!”

También podría gustarte