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TITULO:

“LAS APORTACIONES MÁS IMPORTANTES DEL


PSICOANÁLISIS A LA TERAPIA GRUPAL”

NOMBRE DEL ALUMNO:


VICTORIA CRYSTAL RIOS VAZQUEZ

MATRICULA:
20CL02075

LICENCIATURA:
PSICOLOGIA

SEDE:
IEDEP TULCINGO DEL VALLE
INTRODUCCION:

Se dará a conocer las teorías, técnicas, características y


aportaciones importantes que se tienen acerca de o dentro
de la Psicoterapia de Grupo Psicoanalítica.
Dentro de la Psicoterapia de Grupo Psicoanalítica surgen teorías y técnicas grupales que
con una finalidad común, "la curación del individuo dentro del grupo”, presentan
importantes diferencias en sus conceptos y nociones; por ejemplo, la función del
terapeuta o coordinador dentro del grupo, su lugar como líder o no del mismo, su mayor o
menor descentramiento del proceso, así como diversos métodos de trabajo que influyen
en las relaciones transferenciales que se establecen dentro del campo grupal. El campo de
la psicoterapia de grupo se polariza entre aquellos que se centran en el individuo dentro
del grupo y los que enfocan al grupo como un todo. Es decir, aquellos que hacen
“Psicoanálisis en Grupo” y los que trabajan con “Psicoanálisis del Grupo”. Los primeros
analizan al individuo en el grupo, pero no tienen en cuenta la estructura del grupo como
una entidad dinámica y no aprovechan las posibilidades nuevas que aporta este método
de tratamiento. Los segundos, trabajan con lo grupal y lo individual, pudiéndose centrarse
más en unos aspectos o en otros, algunas de sus características son:
1. El grupo terapéutico dentro de un encuadre psicoanalíticamente orientado es un grupo no
estructurado; lo que implica ausencia de papeles claramente definidos para el líder o los
participantes, o de una agenda en la que se pueden ocultar ansiedades. Es una estructura
semivacía, espacio virtual, en el que sólo están discriminados arbitrariamente el rol de terapeuta y
los de los pacientes. La estructura semivacía puede llenarse por la condensación, en el grupo, de
transferencias múltiples. Finalmente, los polos de estructuración del grupo son el encuadre y el
objetivo terapéutico.

2. El encuadre es la suma de los elementos de la estructura y dinámica del grupo terapéutico. Está
constituido por las constantes dentro de las cuales se da el proceso terapéutico. Consta de una
serie de normas verbales y no verbales que regulan los encuentros y tienen un carácter fijo
(horarios, honorarios, ambiente, actividad o pasividad terapéutica, composición del grupo). El
ritmo y la frecuencia de los encuentros configuran una continuidad espacio temporal
institucionalizada que ocupará la posición de la realidad exterior. El encuadre organiza y sostiene
al grupo. La organización espacio temporal y económica de los encuentros constituye el aspecto
explícito del encuadre, que diferencia al grupo terapéutico de cualquier otra reunión de personas,
efectuada con otros fines. Sobre él se depositan las partes psicóticas de la personalidad, la
temprana relación simbiótica madre-hijo y se abre campo a la resistencia. Durante el proceso
terapéutico el encuadre adquiere diferente valor simbólico. Cuando se modifican sus constantes,
el encuadre deviene proceso con lo que se liberan las ansiedades esquizoparaonides, conectadas
con las imágenes de la madre mala, antes latentes bajo la idealización simbiótica silente del
encuadre.

3. El contrato terapéutico se refiere a los acuerdos compartidos y no coercitivos, formales o


informales, entre el terapeuta y los miembros, con respecto a las tareas que cada uno debe
desarrollar, así como las reglas básicas para conseguirlo y los fines que se persiguen. Establece un
marco de referencia dentro del que operan terapeuta y grupo. Es el fundamento en el que se basa
la alianza terapéutica. Incluye dos vertientes: una explícita, que se refiere al tiempo, espacio y
aspecto económico de las sesiones. Otra implícita, constituida por el cuerpo teórico e ideológico
del terapeuta acerca de lo sano y lo enfermo y sobre los psicodinamismos grupales que considera
útiles para el proceso terapéutico. En la práctica, el contrato puede ser más o menos explícito y
específico; puede establecerse desde el principio o dejarse evolucionar a través del tiempo y es
aceptado de más o menos buena manera y con mayor o menor conciencia por los miembros,
variaciones que se tratan; A continuación veremos algunas aportaciones del psiconalisis a los
grupos…

LeBon observó el surgimiento de una especie de mente colectiva en el individuo


agrupado: desvanecimiento de la individualidad y homogenización. El grupo se caracteriza
por su impulsividad, sentimientos muy simples y exagerados, volubilidad, credulidad,
irritabilidad e impremeditación, así como falta de consideración por la autopreservación,
intolerancia a la demora, pensamiento en imágenes, ausencia de perseverancia, de lógica
y facultad crítica. El grupo está sujeto al poder mágico de las palabras, que pueden
desencadenar o acallar las más formidables tempestades.
MacDougal descubrió la existencia de un vínculo en las multitudes no organizadas: interés
común en un objeto; tendencia emocional similar, o cierto grado de influencia recíproca:
la “homogeneidad mental”, facilitadora de la integración grupal. Consideró la inducción
emocional como una respuesta simpática primitiva y la intensificación las emociones del
individuo, como producto de la impresión del poder ilimitado que despierta el grupo en él,
derivado de la experiencia agradable de sumergirse en el conglomerado y perder los
límites de la individualidad. Observó que la intensificación de los afectos interfiere con el
trabajo y el pensamiento racional.
Por el contrario, Freud no ve en la conducta grupal la aparición de algo nuevo, sino la
emergencia de lo reprimido, gracias al anonimato del sujeto inmerso en la masa y a su
relación especial con el líder, que posibilitan la emergencia de: a) sentimientos de
omnipotencia. b) Un estado de “fascinación”, similar al del hipnotizado con respecto al
hipnotizador, debido a sugestibilidad recíproca entre los miembros del grupo, (imitación
social de Tardé) que da origen a: c) Contagio emocional e inducción a la actuación, hasta el
grado de sacrificar el interés personal al colectivo. Y d) pérdida de inhibiciones sociales
que convierten al individuo en una criatura guiada por el instinto, con la espontaneidad,
violencia, entusiasmo y heroísmo de los seres primitivos.
A diferencia de LeBon, Freud reconoce que también el grupo es capaz de altos logros
como el lenguaje, el folklore, la abnegación, altruismo y devoción a un ideal. Si bien la
capacidad intelectual del grupo siempre es inferior a la del individuo, su conducta ética
puede elevarse por encima de la de sus miembros o sumergirse muy por debajo de ella. Lo
que lo lleva a concluir que la contradicción entre el incremento moral y la creatividad
grupales, versus la disminución del raciocinio e impulsividad desatada, proviene de la
observación de distintos tipos de grupo: la masa no organizada y las instituciones sociales
que poseen una estructura. Las condiciones que MacDougal designa como “organización”
del grupo corresponden a la introducción en éste de los atributos del individuo:
continuidad, conciencia, tradiciones, función, posición y separación y diferenciación de los
rivales.

CONCLUSION:
Dentro de la Psicoterapia de Grupo Psicoanalítica surgen teorías y técnicas grupales que
con una finalidad común, "la curación del individuo dentro del grupo”, presentan
importantes diferencias en sus conceptos y nociones; por ejemplo, la función del
terapeuta o coordinador dentro del grupo, su lugar como líder o no del mismo, su mayor o
menor descentramiento del proceso, así como diversos métodos de trabajo que influyen
en las relaciones transferenciales que se establecen dentro del campo grupal.
El campo de la psicoterapia de grupo se polariza entre aquellos que se centran en el
individuo dentro del grupo y los que enfocan al grupo como un todo.
Los primeros analizan al individuo en el grupo, pero no tienen en cuenta la estructura del
grupo como una entidad dinámica y no aprovechan las posibilidades nuevas que aporta
este método de tratamiento.
1. El grupo terapéutico dentro de un encuadre psicoanalíticamente orientado es un grupo
no estructurado; lo que implica ausencia de papeles claramente definidos para el líder o
los participantes, o de una agenda en la que se pueden ocultar ansiedades.
2. El encuadre es la suma de los elementos de la estructura y dinámica del grupo
terapéutico.
Está constituido por las constantes dentro de las cuales se da el proceso terapéutico.
La organización espacio temporal y económica de los encuentros constituye el aspecto
explícito del encuadre, que diferencia al grupo terapéutico de cualquier otra reunión de
personas, efectuada con otros fines.
3. El contrato terapéutico se refiere a los acuerdos compartidos y no coercitivos, formales
o informales, entre el terapeuta y los miembros, con respecto a las tareas que cada uno
debe desarrollar, así como las reglas básicas para conseguirlo y los fines que se persiguen.
Otra implícita, constituida por el cuerpo teórico e ideológico del terapeuta acerca de lo
sano y lo enfermo y sobre los psicodinamismos grupales que considera útiles para el
proceso terapéutico.
http://www.area3.org.es/sp/item/175/R.%20G%C3%B3mez:%20Concepci%C3%B3n%20O
perativa%20de%20Grupo%20y%20Psicoterapia%20Grupal%20Psicoanal%C3%ADtica%20O
perativa#:~:text=Dentro%20de%20la%20Psicoterapia%20de,lugar%20como%20l%C3%AD
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https://ayudacontextos.files.wordpress.com/2018/04/bases-de-terapia-de-grupo.pdf

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